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COMISIÓN de APOYO al PUEBLO PALESTINO

Ajuste informativo - Síntesis de octubre

Ajuste informativo - Síntesis de octubre

En la foto: Planta eléctrica de Gaza sin combustible para funcionar.

Miércoles 31 de Octubre de 2007

La Justicia de Israel aplaza los cortes de electricidad en Gaza

La Corte Suprema exige al gobierno que explique cómo evitará una crisis humanitaria de los palestinos.

 

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Jerusalén

La decisión del gobierno israelí de reducir el suministro de energía eléctrica a la Franja de Gaza, al compás del constante lanzamiento de cohetes Kassam por las milicias palestinas, se ha topado con un obstáculo que por esperado se antoja salvable. El fiscal general, Menahem Mazuz, ha prohibido este castigo colectivo contra la población civil mientras el gobierno no explique cómo se impedirá una crisis humanitaria que, a juicio de las organizaciones internacionales, es ya una realidad. La posición del Ejecutivo de Ehud Olmert es clara: mientras se permita que los hospitales puedan funcionar, no podrá hablarse de castigo colectivo.

 

Diez asociaciones de defensa de los derechos humanos israelíes presentaron el lunes una petición ante el Tribunal Supremo para que impida el corte de energía eléctrica al territorio ocupado. Y Menahem Mazuz, que sí dio el visto bueno a la disminución del suministro de combustibles, prohibió la represalia hasta que el Ministerio de Defensa aclare detalladamente –dispone hasta el viernes para pronunciarse– el modo en que se aplicaría la medida.

 

Es verdad que el Tribunal Supremo es de las pocas instituciones del Estado que goza de prestigio en Israel. El problema es que frecuentemente el ejército desobedece las sentencias. Aunque hace cinco años el alto tribunal prohibió tajantemente la utilización de escudos humanos palestinos en las operaciones militares, un general fue castigado semanas atrás por emplear este método en la ciudad de Nablus.

 

La postura del gabinete israelí sobre el concepto de crisis humanitaria no es compartida por las organizaciones internacionales que trabajan sobre el terreno y que denuncian ya las catastróficas penurias que padecen el millón y medio de habitantes de Gaza. De hecho, ya se ha reducido drásticamente el transporte de mercancías –incluidos alimentos para bebés, frutas o tabaco– a la Franja, y el abastecimiento de gasolina y diésel ha sido reducido desde el lunes en un 15 por ciento.

 

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, condenó el lunes los ataques con cohetes Kassam sobre suelo israelí para añadir que “las medidas punitivas adoptadas por Israel dañan el bienestar de toda la población de Gaza”. Y la comisaria de Asuntos Exteriores de la UE, Benita Ferrero-Waldner, mostró su comprensión por la “angustia” que causa el lanzamiento de proyectiles sobre el sur de Israel, pero añadió que “los castigos colectivos nunca son una solución”.

 

Más contundentemente se expresó buena parte de los expertos israelíes, que rechazan la decisión del Ejecutivo de Olmert contra la población civil y hablan de “venganza”. “En primer lugar, es una decisión estúpida. Castiga a la población palestina en su totalidad y la empuja a los brazos de Hamas y del terrorismo. En segundo lugar, se opone a la legislación internacional, a todas las normas de moralidad y exacerba la imagen de Israel como cruel ocupante. Y, por último, no se adecua a los esfuerzos para fomentar la negociación con la Autoridad Palestina y los países árabes”, ha escrito el analista Nahum Barnea en el diario Yediot Ajoronot.

 

De momento, las milicias islamistas –y también las afines a Al Fatah, el partido del presidente Mahmud Abbas– no dan su brazo a torcer. El martes lanzaron dos cohetes caseros y una decena de proyectiles de mortero. Y como viene haciendo desde hace semanas, el ministro de Defensa, Ehud Barak, amenazó con una amplia operación en la Franja. “Cada día que pasa estamos más cerca”, advirtió. El jefe del Estado Mayor, Gabi Ashkenazi, no se opone, pero exige contar con tiempo suficiente para practicar detenciones masivas y propinar un severo golpe a la infraestructura del brazo armado de Hamas, muy fortalecido en los últimos meses.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

Martes 30 de Octubre de 2007

EL PREMIER ISRAELÍ DESCARTA QUE LO INHABILITEN

Olmert revela que tiene cáncer

     

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Jerusalén

Sonriente, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, convocó ayer a una conferencia de prensa para anunciar que, a sus 62 años, padece cáncer de próstata. El tumor, detectado en sus fases más iniciales, no le impedirá continuar en el cargo, que heredó después de que Ariel Sharon padeciera un derrame cerebral masivo en enero de 2006. “Seré capaz de cumplir todas mis obligaciones antes del tratamiento y horas después del mismo. Mis doctores me han dicho que tengo todas las posibilidades de recuperación.” Olmert sale a correr casi todas las mañanas, y sólo se le conoce el vicio de fumar puros habanos. Es un hombre que cuida su salud, y celoso de su apariencia. Hasta hace pocos meses se esforzaba por tapar su calvicie, y a comienzos de este año se sometió a una operación de cirugía estética para mitigar sus ojeras. El pasado día 19 se le practicó una biopsia y el viernes se conocieron los resultados.

 

No se sabe a ciencia cierta si la enfermedad repercutirá en las negociaciones que sostiene con el presidente palestino, Mahmud Abbas, de cara a la conferencia prevista para finales de noviembre o diciembre en EE.UU. Pero uno de sus médicos, Yaacov Ramon, aseguró que “el tratamiento puede esperar varios meses sin ningún riesgo”. “La cirugía”, añadió, “puede eliminar completamente el cáncer. Sus posibilidades de recuperación son del 95 por ciento, y la probabilidad de que se someta a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia tienden a cero”. Olmert no quiso perder tiempo en anunciar su enfermedad. Entre otros motivos para evitar la polémica que rodeó a los médicos cuando en diciembre de 2005 y enero de 2006 Sharon padeció sendos derrames cerebrales. Y porque, acosado por escándalos de corrupción y a la espera del juicio que emitirá la comisión que estudia la actuación del Ejecutivo en la guerra contra Hezbolá, no puede permitirse ser cazado en un renuncio.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

Sábado 27 de Octubre de 2007

Le cortara suministro de carburantes y electricidad

Israel sanciona a Gaza

Israel aplicará a partir de este domingo las sanciones a Gaza con recortes en el suministro de carburantes y de electricidad, tras declarar a este territorio como "entidad hostil" y como respuesta al lanzamiento de cohetes por palestinos, informó el ministerio de Defensa israelí.

    

"A partir del domingo la reducción en el suministro de carburante se hará sentir y también realizaremos cortes de electricidad en los próximos días", dijo el portavoz del ministro de Defensa Ehud Barak, Ronen Moshe.

 

"En lo relacionado con los cortes de electricidad, faltan por resolver algunos problemas jurídicos", añadió el portavoz refiriéndose a un posible aluvión de recursos de organizaciones pro Derechos Humanos ante el Tribunal supremo contra estas sanciones por considerarlas "castigos colectivos".

 

En septiembre, el gabinete de seguridad israelí nombró "entidad hostil" a la franja de Gaza, bajo control del movimiento islámico Hamas desde mediados de junio tras arrebatar el poder al partido Fatah del presidente palestino Mahmud Abas.

 

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, anunció el jueves las sanciones contra Gaza como medida de represión por el lanzamiento de misiles palestinos contra el sur de Israel.

 

Fuente: AFP

 

Sábado 27 de Octubre de 2007

SIN HOJA DE RUTA PARA LA CUMBRE DE ANNAPOLIS

Abbas y Olmert no avanzan

     

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Jerusalén

Los protagonistas del conflicto israelí-palestino vuelven sobre sus pasos. No se anunció avance alguno en la reunión que sostuvieron ayer el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, a pocas semanas de la conferencia de Annapolis, prevista para finales de noviembre. Sólo trascendió que ambos regresaron al debate sobre la Hoja de Ruta, el plan de paz que debía poner fin, en 2005, a la eterna contienda.

 

Lo que resulta cada vez más patente es que Israel impone la agenda, rechaza fijar un calendario y se niega a abordar los asuntos cruciales (Jerusalén, refugiados y las fronteras definitivas) mientras la Autoridad Palestina no desmantele las milicias. El jefe de los negociadores palestinos, Ahmed Qurea, aseguró que ya había cumplido la primera fase de la Hoja de Ruta al establecer un nuevo Ejecutivo y reorganizar el liderazgo palestino. Es decir, al haber enviado al ostracismo al gobierno de Hamas, vencedor en las elecciones de 2006. Pero esa primera etapa también exige el desmantelamiento de las milicias, un objetivo que está muy lejos de alcanzarse. Salvo que se considere que en el futuro Gaza no formará parte de los territorios en los que se aplicará un eventual pacto. Qurea afirmó que es Israel quien elude su compromiso al negarse a desmantelar ni uno solo de las decenas de asentamientos en Cisjordania.

 

La delegación israelí, que encabezará la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, insiste en que la policía palestina no evita los ataques de los grupos armados palestinos, aunque hayan sido casi inexistentes en el último año en Cisjordania. Entre otros motivos, porque el gobierno de Olmert no permite que los agentes palestinos dispongan de vehículos blindados, ni armamento adecuado. Ni siquiera facilitan el trabajo a los asesores europeos que forman a los cuerpos de seguridad palestinos.

 

Durante la reunión, Abbas dijo que “no es aceptable bajo ningún concepto” la medida del gobierno israelí de interrumpir la provisión de electricidad a la Franja de Gaza que es controlada por el movimiento palestino islámico Hamas. Olmert se comprometió a no cortar la electricidad a los hospitales palestinos así como a no causar una crisis humanitaria en esa región.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12

 

Viernes 26 de Octubre de 2007

VICTIMAS DEL CÁNCER SUFREN EL BLOQUEO ISRAELÍ

Enfermos atrapados en Gaza

 

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Gaza

La sangre de Maran, una niña de 8 años de Gaza, fluye muy escasa de glóbulos rojos. La leucemia de Fadel, un menor de 6 años, requiere análisis imposibles de practicar en el hospital de pediatría Al Nasser. Sameg, madre del niño, solicitó hace tres meses permiso al gobierno israelí para su ingreso urgente en un centro de Tel Aviv. No hay respuesta.

 

Lo que sí llegó ayer desde Israel es una pésima noticia: el Ministerio de Defensa aprobó el corte del suministro eléctrico y de combustibles al territorio ocupado –habitado por millón y medio de personas–, que dependerá de la frecuencia del lanzamiento de cohetes Kassam contra suelo hebreo. Los efectos del bloqueo impuesto desde febrero de 2006 son bestiales. La escasez de anestesia es alarmante, los equipos médicos no pueden ser reparados, la falta de fármacos trae dolores de cabeza a los médicos...

 

El gobierno de Ehud Olmert no distingue entre civiles y milicianos. “Si se disparan cohetes, los palestinos pagarán el precio”, declaró ayer el viceministro de Defensa, el laborista Matan Vilnai. Como si no pagaran desde la victoria de Hamas en las elecciones, hace 21 meses. El deterioro económico es brutal. El 70 por ciento de los palestinos de Gaza recibe ayudas alimentarias de agencias internacionales. Ya lo dijo Dov Weisglass, asesor de Ariel Sharon y por unas semanas de Olmert, ante las sonrisas de los miembros del gabinete: “Hay que hacer que adelgacen”. La anemia se extiende. Y el sistema sanitario roza el colapso.

 

“Seiscientos o setecientos pacientes al mes necesitan salir camino de hospitales en el extranjero. Unos 450, el 35 por ciento niños, requieren tratamiento contra el cáncer y no los dejan ir. En total, no se permite abandonar Gaza al 20 por ciento de los peticionarios”, lamenta Jaled Raadi, alto funcionario del Ministerio de Sanidad palestino. “Israel emplea un nuevo método de matar, no respetan ningún principio deontológico”, agrega. No lo dice sólo este hombre. Organizaciones de derechos humanos israelíes han denunciado el veto a enfermos de cáncer para recibir tratamiento en el exterior. No ya en Israel. En ningún país. Los servicios de seguridad deciden en la frontera de Erez quién pasa y quién no. Es una lotería con la muerte como premio.

 

Desde junio, cuando Hamas se hizo con el control de la Franja, tres enfermos han perecido en Erez mientras aguardaban la inspección militar. Otras 30 personas han fallecido esperando entrar en la franja en el cruce de Rafah, limítrofe con Egipto. Hay casos espeluznantes, como el de Mahmud Abu Taha, un enfermo de cáncer de intestino que, a sus 21 años, había perdido un tercio de su peso cuando el 18 de octubre recibió autorización del ejército para ser ingresado en un hospital israelí.

 

En la frontera, sin embargo, se topó con el Shin Bet (servicio de seguridad interior). Después de dos horas de espera, fue devuelto en ambulancia al hospital de Jan Yunis. Eso sí: sin su padre, que lo acompañaba y que fue detenido por “sospechoso de terrorismo”. La rama israelí de Médicos por los Derechos Humanos ha denunciado que los cuerpos de seguridad chantajean a los parientes de los enfermos: “O colaboras para delatar a milicianos o tu familiar no va al hospital”.

 

“No practicamos operaciones si no son a vida o muerte; 200 enfermos del riñón se las apañan con 40 máquinas de diálisis. Otras 25 no funcionan, pero el gobierno israelí no permite la importación de repuestos. Cada paciente necesita tres o cuatro sesiones semanales. Sólo les podemos ofrecer una o dos”, explica Raadi. Hasan Jalaf, director del hospital Shifa, el principal de Gaza, añade datos esclarecedores de los efectos de un bloqueo que promete agravarse: “Hay 60 fármacos, de los 180 que la Organización Mundial de la Salud considera básicos, de los que no tenemos nada. Ahora no tenemos vías de escape. Va a haber muchísimas muertes evitables. Si la comunidad internacional desea esto, está bien, puede hacerlo”.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

Domingo 21 de Octubre de 2007

EL ROL DE LOS MERCENARIOS ISRAELÍES ABRE UN ABANICO DE EXTRAÑAS COMPLICIDADES

Los agentes israelíes formaron paras

El entrenamiento que recibieron los primeros y más notorios líderes paramilitares por parte de ex oficiales del ejército israelí vinculados con los servicios de inteligencia de ese país, de Estados Unidos y de Colombia, demuestra la injerencia oficial y la de gobiernos extranjeros en la creación del aparato represivo.

 

Por Sergio Rotbart * y

María Laura Carpineta

Antes de desaparecer misteriosamente, Carlos Castaño, quizás el paramilitar más poderoso que haya conocido Colombia, escribió en sus memorias: “Mi idea de las fuerzas paramilitares la copié de los israelíes”. La frase pasó inadvertida, opacada por los escalofriantes relatos de las masacres que ordenó como comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Sin embargo, detrás de ella se esconde uno de los capítulos menos conocidos de la historia reciente del país: los mercenarios. Los mercenarios entrenaron y armaron a los paramilitares en sus primeros años, bajo el auspicio de los empresarios y las fuerzas armadas. Hay muchos interrogantes con respecto a su paso por Colombia, pero todos los testigos de aquella época coinciden en un mismo nombre: Yair Klein.

 

Klein nació en 1943 en el kibutz Nitzanim, una de las cooperativas comunales creadas por el movimiento sionista en Palestina desde principios del siglo XX. En 1962, 14 años después de la creación del Estado de Israel, se incorporó voluntariamente a la brigada de paracaidistas de su joven ejército. En poco tiempo llegó a ser instructor de la escuela de paracaidistas y, luego, oficial en un cuerpo de elite entrenado para cumplir “misiones especiales”. En esa unidad militar, se dedicaba a asesinar árabes-palestinos que colaboraban con las fuerzas de seguridad israelíes y eran sospechosos de haberse convertido en dobles agentes. “Cuando un soplón fijaba una cita que no coincidía con los planes de las altas esferas, entonces estaban seguros de que nuestros soplones se habían convertido en dobles agentes. Era la oportunidad para liquidarlos. Yo recibía la orden personalmente de un superior. Liquidé a personas sin mirarlos a la cara. Al día siguiente eran recogidos por el servicio de seguridad”, contó muchos años después al semanario Tel Aviv.

 

En el ejército israelí, Klein llegó a ser subcomandante de esa unidad de elite, llamada Harub. Cuando fue desmantelada, a mediados de los años ’70, volvió al cuerpo de paracaidistas, en el que ascendió hasta el puesto de subjefe de la zona del valle de Beit Shean, lindante con el norte de Cisjordania. Allí volvió a sus “misiones especiales”. Comandó operativos de captura de milicianos y refugiados palestinos que intentaban ingresar desde Jordania al territorio dominado por Israel.

 

Se retiró del ejército en 1977 y, un año más tarde, montó la empresa Spearhead (Punta de Lanza), por intermedio de la cual se dedicaba a la exportación de armas y equipamiento militar. La compañía es casi secreta. No aparece en Internet, excepto mencionada en artículos periodísticos, y no se conoce ni su directorio, ni sus actuales actividades.

 

MI HOMBRE EN MEDELLÍN

Después de un frustrado negocio con las falanges libanesas, Klein decidió probar suerte en Colombia. Las versiones varían sobre quién lo tentó. Para la Justicia colombiana, el mercenario fue invitado por el Cartel de Medellín de Pablo Escobar, por entonces camuflado por una asociación que nucleaba a los grandes hacendados del Magdalena Medio. El dinero, sin embargo, lo había puesto Uniban, la principal exportadora de bananas del país. Aunque la empresa no estaba radicada en la zona, había acordado que una vez formados y entrenados los grupos contraguerrilleros se expandirían a sus tierras para garantizarles seguridad.

 

La otra versión la difundió el propio Klein hace siete años. “Estuve en Colombia por invitación de los norteamericanos y punto. Todo lo que Estados Unidos no puede hacer porque le es prohibido intervenir en asuntos de gobiernos extranjeros, lo hace pero, por supuesto, por otros medios. Yo obré con licencia y permiso en Colombia”, le confió a la revista bogotana Semana. Klein no se refería a permisos legales. Tanto el gobierno israelí como el colombiano le negaron la licencia para vender armas y asesorar en ese país. Sin embargo, el extranjero tuvo alguna ayuda oficial.

 

Un informe del servicio de inteligencia colombiano, el DAS, aseguraba ya en 1990 que todos los mercenarios que llegaban a Puerto Boyacá –sede de los campamentos de entrenamiento– lo hacían escoltados por oficiales o personal civil del ejército. Esto fue confirmado más tarde por Luis Meneses, un capitán retirado, condenado por pasarse al bando paramilitar. Según testificó, fue el ejército el que invitó al mercenario israelí y a sus compañeros de armas a entrenar a los incipientes paras. No sólo eso. La institución habría puesto los 80 mil dólares que costaban los “seminarios” y las armas.

 

Por el contrario, nunca se pudo comprobar la participación de Estados Unidos en esta historia. Sin embargo, una serie de documentos desclasificados del Departamento de Estado y de Defensa demuestran que los servicios de inteligencia norteamericanos sabían quién era Klein y qué estaba haciendo en Colombia. Incluso dedican todo un informe a desarrollar su perfil y sus posibles contactos con el poder económico y político del país sudamericano. Su nombre también aparece en una larga lista de “conocidos narcotraficantes” de la región. El azar hizo que sobresaliera por quedar en medio de dos nombres famosos: el entonces todopoderoso Pablo Escobar y el actual presidente Álvaro Uribe.

 

LA MALA EDUCACIÓN

De lo que no hay ninguna duda, en cambio, es sobre los “seminarios de capacitación” que impartió durante su estadía en Colombia. El folleto de su empresa, Spearhead, prometía entrenamientos físicos, clases teóricas y ejercicios reales sobre el uso de explosivos, armas de guerra y equipo de espionaje. El primer curso lo dictó, junto a otros dos ex compañeros del ejército israelí, a principio de 1988. Duró dos meses y se realizó en una granja del Cartel. El propio Escobar y los otros jefes narcos pasaban de vez en cuando por la estancia para controlar su inversión. Pagaron 2500 dólares por alumno, aunque de los 80 que empezaron sólo 34 aprobaron. El resto abandonó o murió en alguno de los ejercicios de combate. La mayoría de los que sobrevivieron se ganaron un lugar en el segundo curso.

 

Esta vez eligieron la Ciénaga de Palagua –también en Boyacá–, justo al lado de los campos de la empresa petrolera norteamericana Texaco. Eran sólo 22 alumnos y se especializaron en explosivos. Les enseñaron todos los tipos de bombas más o menos caseras –de control remoto, con reloj, con cables, baterías, etc.–. El costo fue de entre 75 y 80 mil dólares y sólo cuatro lograron aprobarlo. Klein también aprovechó estos meses para incluir unas clases sobre tortura. “Se colgaba a la víctima de los pies y debajo de la cabeza se hacía una fogata, dejando que se queme de a poco”, testificó el paramilitar Alonso Baquero, alias Vladimir.

 

Los egresados de estos campamentos –entre ellos los hermanos Castaño, Carlos y Fidel, para muchos los padres de las fuerzas paramilitares– fueron responsables de más de una decena de masacres y atentados. En su haber se cuentan los ataques en los noventa contra la central del DAS, la revista El Espectador, el asesinato del gobernador de Antioquia Antonio Betancur y las masacres campesinas en Magdalena Medio. En 2001, una Corte colombiana condenó a Klein y al resto de los mercenarios a diez años de prisión en ausencia.

 

La cooperación militar entre Israel y Colombia continúa hasta el día de hoy. Recientemente la prensa de Tel Aviv reveló que un general del ejército (en reserva), Israel Ziv, es uno de los asesores de asuntos de seguridad del gobierno de Álvaro Uribe. Sin embargo, Bogotá sigue sin poder pasar el mal trago de Klein. En agosto pasado, el mercenario fue detenido en el aeropuerto de Moscú por INTERPOL. En menos de 24 horas, la Cancillería colombiana ya tenía listo el pedido de extradición, que probablemente no prospere debido a las presiones del gobierno israelí. El ex coronel sigue manteniendo muy buenos contactos en su país, entre ellos la actual presidenta de la Corte Suprema, Dorit Beinish, la misma que evitó que lo condenaran por su participación en el escándalo mundial Irán-Contras. Para muchos analistas, Uribe quedó bien por intentarlo, pero tampoco se esforzó demasiado por sacar a la luz el caso. Después de todo, Klein todavía representa un capítulo de la historia colombiana que muchos en Bogotá quieren dejar atrás.

* Desde Tel Aviv.

 

Martes 16 de Octubre de 2007

“ES HORA DE UN ESTADO PALESTINO”, DIJO LA JEFA DE LA DIPLOMACIA DE EE.UU.

Condoleezza Rice llamó ayer a Israel y a la Autoridad Palestina a que firmen un documento que siente las bases de ese objetivo. Es el preludio a la conferencia para Medio Oriente, en noviembre.

 

A semanas de una conferencia de Paz de Medio Oriente sin un contenido claro, Estados Unidos quiere la firma de Israel y Palestina. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, llamó ayer a esos dos países a concretar un documento que permita la creación de un Estado palestino. Asimismo, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, se subió a caballo de Rice y pidió un calendario para las negociaciones posteriores a la conferencia, pero la enviada estadounidense lo paró en seco. En tanto, un delegado de Naciones Unidas para Medio Oriente amenazó con sacar a la ONU del Cuarteto para Medio Oriente si no se respetan los derechos humanos de los palestinos.

 

“Vemos el establecimiento de un Estado palestino como una cuestión absolutamente esencial para el futuro, no sólo de palestinos e israelíes, sino también para Medio Oriente y sobre todo para el interés de EE.UU.”, manifestó Rice en una rueda de prensa conjunta con el presidente palestino, con quien antes se había entrevistado durante tres horas en la localidad cisjordana de Ramalá. Si bien Israel y la Autoridad Palestina buscan acordar antes de la reunión de noviembre un documento que no resolverá todo ni será definitivo, aclaró la secretaria norteamericana, ese texto debe ser sustancial, concreto y sentar las bases para ir adelante. Según la responsable de la diplomacia estadounidense, la conferencia de Paz de Medio Oriente, que tendrá sede en Annapolis, cerca de Washington, es una de las principales prioridades de su administración en camino a construir un Estado palestino independiente.

 

Al mismo tiempo, negociadores israelíes y palestinos se reunieron ayer en Jerusalén para preparar el auspiciado documento. “Tuvimos una reunión seria, con el objetivo de elaborar un documento acordado por ambas partes”, declaró el negociador Saeb Erakat en un encuentro que duró dos horas y que continuaría durante esta semana.

 

Por su parte, Rice pidió a las partes que evitaran toda medida susceptible de socavar la confianza mutua, en lo que podría interpretarse como una alusión a la reciente decisión israelí de confiscar tierras palestinas cerca de Jerusalén. Asimismo Abbas confirmó haber pedido a Rice que ayudara a los palestinos a concluir la colonización israelí, el cese de la construcción del muro levantado por Israel en Cisjordania y la confiscación de tierras.

 

El presidente palestino también apuró al primer ministro israelí, Ehud Olmert, que el domingo se opuso a un calendario posterior a la reunión de Washington. “Por lo que respecta a las negociaciones no estarán abiertas indefinidamente. Hay que fijar plazos para que se pueda llegar a resultados”, advirtió Abbas, quien luego enumeró los puntos que debería mencionar el documento conjunto: las fronteras, el estatus de Jerusalén, los refugiados, la colonización y el agua.

 

Sin embargo, ese documento no necesita ser detallado ni incluir un calendario para ser serio y esencial, respondió Rice tras volver a Jerusalén. Allí Olmert habría hecho una concesión anteayer al insinuar por primera vez desde su llegada al poder que podría renunciar a la soberanía israelí sobre ciertos barrios del sector oriental de Jerusalén, ocupada y anexada desde 1967. Asimismo, Rice excluyó implícitamente que en la reunión venidera se tratara el tema del Golán, algo que reclama Siria para participar del encuentro de noviembre.

 

Martes 16 de Octubre de 2007

CANJE CON HEZBOLÁ

  

Israel y Hezbolá intercambiaron ayer los cuerpos de dos militantes del grupo chiíta libanés por el de un israelí en el marco de un acuerdo que prevé la transmisión de información sobre el piloto israelí Ron Arad, desaparecido en 1986, y la liberación de un chiíta preso. “El canje de cadáveres tuvo lugar en el puesto fronterizo de Naqura y esperamos la llegada de las ambulancias en territorio libanés”, indicó una fuente de la seguridad libanesa. Hezbolá recibió los cuerpos de dos de sus militantes fallecidos durante la guerra de 34 días con Israel desencadenada el 12 de julio de 2006 tras la captura de dos soldados israelíes por el movimiento chiíta en la frontera israelí-libanesa. En contrapartida, Israel recibió el cadáver de un inmigrante etíope que murió ahogado en aguas israelíes en 2005 y cuyo cuerpo fue arrastrado por las corrientes marinas hasta las costas libanesas y recuperado posteriormente por Hezbolá. “En el marco del intercambio, Hezbolá suministrará a Israel informaciones sobre Ron Arad”, declaró un responsable israelí que pidió conservar el anonimato. Ron Arad, cuyo avión fue derribado cuando sobrevolaba el sur de Líbano en 1986, fue capturado por milicianos chiítas libaneses del movimiento prosirio Amal y se desconoce lo que ha podido ocurrirle después.

 

Lunes 15 de Octubre de 2007

MEDIO ORIENTE

"Llegó la hora de establecer un Estado palestino", dijo Condoleezza Rice

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, afirmó la necesidad de la creación de un Estado palestino, tras una reunión con el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, en tanto que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, admitió la posibilidad de compartir la soberanía de barrios de Jerusalén Este con los palestinos.

    

"Francamente, es hora de establecer un Estado palestino. Estados Unidos ve su establecimiento y la solución de dos estados como absolutamente esencial para el futuro, no sólo para palestinos e israelíes sino también para Medio Oriente y en verdad para los intereses estadounidenses", dijo Rice, tras una reunión en Ramallah con el presidente de la ANP, Mahmud Abbas.

 

La gira de cuatro días de Rice por la región, que comenzó ayer en Israel y que prevé visitas a Egipto y Jordania, tiene por fin crear cierto consenso, con vistas a una inminente conferencia internacional de paz sobre Medio Oriente que se celebrará en Estados Unidos.

 

Rice confirmó que la ciudad de Annapolis, en el estado de Maryland, será sede del encuentro, que está previsto para fines del mes próximo. Países árabes moderados, cuya presencia es considerada clave, aún no confirmaron su asistencia, dado el escepticismo sobre los alcances que tendrá la conferencia.

 

Parada junto a Abbas, la jefa de la diplomacia norteamericana definió la creación de un Estado palestino como un interés de Estados Unidos.

 

Los palestinos quieren elaborar una declaración conjunta con Israel sobre cómo abordar los asuntos más espinosos del conflicto, para presentarla en la conferencia y para que sirva de base a un relanzamiento del proceso de paz y a negociaciones de paz formales después del encuentro internacional en Estados Unidos.

 

En contraste, Israel dice que la conferencia se puede celebrar sin documento o con una declaración de principios más general, y se opone tajantemente a la exigencia palestina de fijar un calendario para iniciar y completar las eventuales negociaciones.

 

Rice no dijo si quería que el documento esté completado para la conferencia, pero reiteró que el encuentro deberá ser "serio y sustancial" y tocar los asuntos más calientes: las fronteras, los refugiados palestinos y el estatus de Jerusalén.

 

Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dio a entender la posibilidad de ceder a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) la soberanía de algunos barrios árabes de Jerusalén, en un discurso ante la Knesset (Parlamento israelí)

 

La situación de Jerusalén, junto al regreso de los refugiados palestinos y los asentamientos ilegales israelíes en los territorios ocupados son los principales puntos de controversia entre Israel y la ANP para el establecimiento de un Estado palestino.

 

Tras siete años de violencia y de contactos políticos casi nulos, Abbas y Olmert, celebraron varias reuniones en los últimos meses y nombraron equipos negociadores, a fin de preparar la conferencia en Estados Unidos, prevista para noviembre.

 

En tanto, el Departamento de Estado norteamericano insinuó ayer que la conferencia podría ser postergada dado la gran brecha entre las expectativas de palestinos e israelíes.

 

Antes del encuentro y de los comentarios de Rice, asesores de Abbas se habían manifestado desilusionados con la cautela expresada ayer por la secretaria de Estado en Israel sobre la conferencia.

 

Por su parte, el líder supremo iraní, ayatollah Ali Jamanei, llamó ayer a todos los países musulmanes a boicotear la conferencia por considerarla una "mentira" para perjudicar a los palestinos y beneficiar al "régimen sionista" de Israel.

 

Fuente: TELAM

 

Viernes 12 de Octubre de 2007

HAMAS QUIERE HABLAR, FATAH NO

La organización islamista palestina llamó “temporal” su administración en Gaza y pidió negociar con la facción rival. Esta se negó.

 

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Ramalá

Con la boca pequeña, porque no desea que se interprete como debilidad, Hamas persevera en su objetivo de atraer a sus enconados rivales de Al Fatah a una mesa de negociación. Pretenden los islamistas volver a formar un gobierno de unidad. Aunque la propuesta tiene una segunda finalidad: desbaratar la conferencia para encauzar un proceso de paz entre israelíes y palestinos, prevista para finales de noviembre en Anápolis (Estados Unidos). Dirigentes del partido del presidente Mahmud Abbas rechazaron ayer la iniciativa, sabedores de que el diálogo con Hamas conlleva la ruptura de relaciones con el Ejecutivo hebreo.

 

El jefe del gobierno en Gaza, el islamista Ismail Haniya, aseguró que tras la fiesta de Aid el Fiter, en el mes sagrado del Ramadán, Al Fatah y Hamas se citarán en una capital árabe para retomar la negociación. Es el único de los líderes islamistas que persiste en el empeño. Los demás diputados o dirigentes de Hamas eluden esos llamamientos y además piden abiertamente al boicot de la reunión de Anápolis. Sin ir más lejos, el legislador Mushir al Masri apuntó que su partido rechazará todo pacto que pueda alcanzarse en ese cónclave. Haniya, el rostro amable de los fundamentalistas, afronta dificultades porque los jefes militares de Hamas hace ya tiempo que discrepan de su moderación. En todo caso, los dirigentes de Al Fatah despreciaron el emplazamiento. “No habrá negociación con Hamas mientras no cedan el control de Gaza”, señalan desde la presidencia palestina.

 

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, se niega a abordar en profundidad los asuntos cruciales del conflicto –Jerusalén, refugiados y asentamientos–, y por supuesto se niega a todo compromiso sobre un calendario, tal como exige Abbas. Diplomáticos europeos, ex embajadores estadounidenses en Israel, analistas y dirigentes políticos consideran que la conferencia será, de celebrarse en julio en EE.UU., poco más que un brindis al sol.

 

Incluso la inteligencia militar israelí estima que hay escasas probabilidades de éxito. A su juicio, la Autoridad Palestina ha elevado demasiado el listón –aunque haya mostrado disposición a negociar las resoluciones de Naciones Unidas que obligan a la retirada israelí de los territorios ocupados– y será incapaz de mantener el orden en Cisjordania. Tampoco es de extrañar. El gobierno israelí no da agua siquiera a la policía civil palestina, a cargo de los pequeños delitos y el orden público. Colin Smith, el general británico a cargo de formar a este cuerpo policial, contaba a finales de septiembre: “Necesitamos cosas muy simples. Equipos de radio, líneas de teléfono. Los agentes sólo disponen de cuatro esposas para toda Cisjordania”.

 

La brutal represión del ejército israelí en Cisjordania no hace sino añadir obstáculos en el camino diplomático. Al margen de que soldados israelíes mataron ayer a un miliciano en Yenin y a un civil en Tulkarem, el asfixiante régimen de los check-points alcanza cotas insoportables. En la estación de autobuses de Ramalá, hombres, mujeres, niños y ancianos resignados aguardaron dos horas hasta la llegada de los vehículos y todavía les quedaba el regreso a sus ciudades. Taxis y microbuses eran retenidos en cualquiera de las decenas de controles que salpican las carreteras de Cisjordania. En las últimas semanas, coincidiendo con el Ramadán, ha sido un tormento. Trayectos de 40 kilómetros requieren entre dos y tres horas.

 

Los castigos colectivos alcanzan límites grotescos. Las autoridades penitenciarias hebreas prohibieron ayer que funcionarios del gobierno de Abbas pudieran repartir dulces –tradición propia de Aid el Fiter– a los prisioneros palestinos encarcelados en Israel. No había sucedido en 40 años de ocupación. Ashraf al Ajrami, ministro para Asuntos de Prisioneros, hombre laico que abomina del fundamentalismo de Hamas, atacó con dureza: “El gobierno de Israel es un gobierno mentiroso que está destruyendo al Ejecutivo de Abbas y el proceso de paz”.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

Martes 02 de Octubre de 2007

ENTRE AYER Y HOY, ISRAEL PREVÉ LA EXCARCELACIÓN DE 86

Liberaron a 57 palestinos

     

Cientos de palestinos recibieron ayer en Ramalá a los 57 presos cisjordanos liberados por Israel con un júbilo que contrastaba con la decepción en Gaza por el aplazamiento hasta hoy de la excarcelación de 29 oriundos de la Franja. Israel, en cuyas prisiones hay más de 11.000 presos palestinos, comenzó ayer a liberarlos, en un gesto hacia el presidente Mahmud Abbas en ocasión del Ramadán y antes de retomar las negociaciones de paz. El Estado hebreo anunció por la tarde que la excarcelación se completará hoy, ya que el presidente israelí, Shimon Peres, no firmó a tiempo el indulto.

 

Los presos elegidos habían sido reunidos durante los últimos días en la cárcel de Ketziot, en el desierto de Neguev, al sur de Israel. Los 57 indultados originarios de Cisjordania fueron liberados en el paso de Beitunya, en la entrada de Ramalá, donde unas 300 personas se habían reunido para recibirlos. Al bajar de los vehículos israelíes, muchos de ellos se arrodillaron a besar el suelo, en tanto que otros hicieron con los dedos la señal de la victoria. Luego se subieron a unos autobuses que los llevaron a la Muqata, el cuartel general de la Autoridad Palestina. Una multitud de banderas palestinas o de Al Fatah, el partido de Abbas, así como retratos de Yasser Arafat, el histórico líder palestino fallecido en el 2005, sirvieron de decorado a la reunión. En la Muqata, los liberados se postraron ante la tumba de Arafat. Abbas, que se encuentra en el extranjero, encargó la recepción a altos responsables de la Autoridad.

 

Por su parte, miembros del Frente de Liberación Árabe, un pequeño movimiento proiraquí cuyo jefe, Rakad Salem, forma parte del grupo de amnistiados, mostraron la imagen de Saddam Hussein, el ex presidente iraquí ejecutado el pasado diciembre. Rakad Salem pasó cinco años en la cárcel de los ocho a los que fue condenado por haber distribuido a las familias de los “mártires” palestinos fondos procedentes del antiguo régimen iraquí. “Hoy vuelvo a nacer. Pero nuestra alegría no es completa porque miles de presos siguen tras las barras”, dijo Salem a su llegada a Beitunya. Los restantes 29 presos, originarios de la Franja de Gaza, serán liberados hoy cuando Peres haya firmado el indulto. El gabinete israelí aprobó estas liberaciones hace una semana, después de que Olmert se comprometiera a hacerlo antes de reanudar sus negociaciones de mañana con Abbas para preparar la reunión internacional de paz que Estados Unidos quiere organizar en noviembre. La mayoría de los beneficiarios son miembros de Al Fatah. Según las autoridades de Israel, ninguno está involucrado en atentados mortales contra israelíes. Un portavoz del movimiento islamista Hamas, Fawzi Barhum, manifestó su satisfacción ante el regreso de cualquier prisionero a su hogar, pero criticó “la política del ocupante israelí, que libera a decenas de prisioneros y arresta a cientos más”.

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