Foro Social Mundial Palestina libre - Porto Alegre, 28 de noviembre 1º de diciembre de 2012
La convocatoria
En noviembre de 2011 tuvo lugar en la Escuela Nacional Florestan Fernandes del MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra) de Brasil el Primer Encuentro Nacional por Palestina. Allí, el Comité Preparatorio Nacional Palestino y el Comité Preparatorio Nacional Brasileño anunciaron el Foro Social Mundial “Palestina Libre”, que se celebrará en noviembre de este año en Porto Alegre (Brasil).
Esta llamada siguió a la decisión del Consejo Internacional del Foro Social Mundial, en mayo de 2011, de apoyar el proyecto de un Foro Social Mundial por Palestina, así como una amplia consulta en Brasil, así como el compromiso de la Coordinación de los movimientos sociales de ese país. En ese anuncio manifestaron:
“Nos comprometemos a trabajar juntos para asegurar que el FSM Palestina Libre sea una reunión mundial de solidaridad con Palestina sobre la amplia base de la sociedad civil, la movilización popular de Brasil y de todo el mundo, que mostrará la fuerza y diversidad de la solidaridad con las llamadas del pueblo palestino por la justicia y respeto de sus derechos. El Foro Social Mundial Palestina Libre pretende ser un espacio para la discusión, formulación de estrategias y planificación, capaz de responder al desafío global representado por las continuas guerras y ocupaciones, así como las luchas populares en curso en Palestina y el mundo árabe.
“Hacemos un llamado a todas las organizaciones, movimientos, redes y sindicatos del mundo para apoyar este esfuerzo y se unan a nosotros para asegurar el éxito del evento y para levantar la solidaridad con Palestina a una nueva escala global.”
El 29 de noviembre es el Día Internacional de Solidaridad con Palestina. Y este año ese día se cumplirán exactamente 65 años desde que Brasil presidió la sesión de la Asamblea General de la ONU que en 1947 aprobó el "Plan de Partición". Ahora Brasil tiene la oportunidad de organizar una nueva y diferente reunión mundial de la sociedad civil, para crear estrategias y modos de superar el legado de opresión y despojo que fue el resultado de esa decisión.
Antecedentes de la solidaridad con Palestina en nuestro continente
En los años Sesenta y Setenta, los partidos de izquierda y sobre todo los movimientos revolucionarios de América Latina desarrollaron vínculos de solidaridad con las organizaciones de la resistancia palestina. Las derrotas y desarticulación de unos y otras llevaron a un debilitamiento de esos lazos; sobre todo a partir de los Noventa, en que el tramposo proceso de Oslo coincidió con la hegemonía neoliberal en nuestro continente.
En las últimas décadas, coincidiendo con la crisis de legitimidad y liderazgo de los actores políticos históricos (sobre todo a partir de la ruptura entre Hamas y Fatah), ha surgido en Palestina una generación de activistas sociales que impulsan -desde 2005- el movimiento BDS (boicot, desinversión y sanciones) como la estrategia más efectiva a nivel internacional para obligar a Israel a poner fin al sistema de ocupación, colonización y apartheid y a respetar las resoluciones de la comunidad internacional.
El movimiento BDS, que reúne a casi 200 organizaciones de la sociedad civil palestina, incluyendo sindicatos, mujeres, campesinos, ONGs, organizaciones de base, políticas y religiosas (tanto cristianas como musulmanas) fundamenta su discurso estrictamente en el Derecho Internacional Humanitario y de los DDHH, sosteniendo que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de tomar medidas eficaces para que Israel deje de ser un Estado que está por encima de la ley. Saben que para ello no cuentan con los gobiernos del mundo, pero confían en que los pueblos organizados sean los que presionen y exijan a sus países tomar medidas en esa dirección. El movimiento BDS -que tiene adherentes dentro del mismo Israel[1]- ha logrado en pocos años éxitos significativos, sobre todo en el boicot económico y cultural.
Estos nuevos actores palestinos han decidido apostar fuerte a América Latina como aliada estratégica, y se han propuesto como prioridad desarrollar relaciones con los movimientos sociales de la región. El primer fruto de esa apuesta es haber logrado colocar la cuestión palestina en la agenda del Foro Social Mundial. Así, a fines de noviembre tendrá lugar en Porto Alegre el FSM “Palestina libre”, donde por primera vez se reunirán cara a cara cientos de activistas populares de Palestina con representantes de los principales movimientos sociales de nuestro continente y del mundo.
Por qué y para qué este FSM “Palestina libre”
En el sitio web del FSM-PL, los objetivos del Foro se resumen en:
1) Mostrar la fuerza de la solidaridad con los clamores del pueblo palestino y la diversidad de iniciativas y acciones destinadas a promover la justicia y la paz en la región.
2) Crear acciones eficaces para garantizar la autodeterminación palestina, la creación de un Estado palestino con Jerusalén como su capital, y el cumplimiento de los derechos humanos y del derecho internacional, a través de:
a) Poner fin a la ocupación israelí y la colonización de todas las tierras árabes y el desmantelamiento del Muro;
b) Velar por los derechos fundamentales de las y los ciudadanos árabe-palestinos de Israel a una igualdad plena.
c) Poner en práctica la protección y la promoción de los derechos de las y los refugiados palestinos a regresar a sus hogares y propiedades, tal como se estipula en la Resolución 194 de la ONU.
3) Ser un espacio de discusión, intercambio de ideas, estrategias y planificación con el fin de mejorar la estructura de la solidaridad.
En efecto, el objetivo último de esta iniciativa es dar un salto cualitativo en la solidaridad mundial y particularmente latinoamericana hacia Palestina, sobre todo para impulsar el movimiento global de BDS (que en nuestra región probablemente debería empezar por revisar el tratado de libre comercio MERCOSUR-Israel). El MST de Brasil ya viene hace tiempo desarrollando intercambios con los agricultores y campesinos palestinos, y se ha comprometido -junto con la Central Única de Trabajadores (CUT)- a liderar el proceso hacia Porto Alegre.
Para que este encuentro entre Palestina y América Latina sea posible y exitoso, el primer desafío que tenemos por delante es hacer ver cuánto tenemos en común, y conectar la causa de Palestina con nuestras muchas y diversas luchas: la de nuestros pueblos indígenas, movimientos campesinos y ecologistas por la defensa de la madre tierra, el territorio y sus bienes naturales; la lucha por el agua como derecho humano y bien común; las redes anti-militaristas que denuncian y combaten las pretensiones geopolíticas hegemónicas del imperio; los derechos humanos y de los pueblos como horizonte ético común; las comunidades de base, los movimientos ecuménicos e interreligiosos; los sindicatos independientes, los grupos cooperativos, los productores familiares y las redes de economía solidaria; las organizaciones de mujeres, feministas y por la diversidad sexual; los movimientos estudiantiles y juveniles; las articulaciones de lucha contra el racismo, la discriminación y los fundamentalismos de cualquier tipo.
Uruguay, además, tiene una responsabilidad particular, porque en 1948 su voto en la ONU fue decisivo para la creación del Estado de Israel, que despojó al pueblo palestino y lo convirtió en refugiado en su propio territorio y alrededor del mundo.
Esperemos que todos y todas nos demos cita a fines de noviembre en Porto Alegre, para acordar estrategias comunes de lucha que nos permitan avanzar hacia la descolonización y la liberación de Palestina, y también de nuestros territorios físicos y mentales.
Más información y preguntas más frecuentes en el sitio oficial del FSM-PL: http://wsfpalestine.net/es/preguntas-m%C3%A1s-frecuentes
Este artículo está basado en el publicado en abril por María M. Delgado en su blog: Palestina en el corazón: “Palestina sale al encuentro de América Latina”, reproducido por numerosos medios electrónicos en español.
[1] Por ejemplo, la Coalición de Mujeres por la Paz (creadora del sitio Quién lucra?) y Boicot desde Adentro.
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