Flotillas por la Libertad: sociedad civil en movimiento.
En el mes de julio el velero sueco Estelle zarpó del puerto de Estocolmo y navegará desde el Báltico hasta Gaza, reclamando de nuevo el derecho al libre tránsito por las aguas internacionales y denunciando el ilegítimo bloqueo al que el gobierno de Israel somete los Territorios Palestinos Ocupados, impidiendo arribar desde el exterior a la Franja, y al mismo tiempo prohibiendo a la población palestina navegar en las aguas reconocidas por los Acuerdos de Oslo.
¿Por qué la Flotilla?
Las diferentes Flotillas han surgido como una respuesta civil a la falta de respuesta de la comunidad internacional frente a la tragedia que supone la ocupación y el bloqueo en los Territorios Palestinos Ocupados.
Los políticos internacionales, como Catherine Ashton (máxima responsable de política internacional de la Unión Europea), Tony Blair (enviado especial del Cuarteto de Oriente Medio) y los altos organismos interestatales, con la ONU al frente, hablan con una supuesta preocupación del respeto a los Derechos Humanos, pero cuando llega la ocasión de actuar para que se respeten los mismos, lo que hacen es esconderse detrás de palabras vacías y asistir pasivamente a las innumerables masacres que en todos los rincones de los llamados Segundo y Tercer Mundo se están desarrollando en medio de terribles tragedias humanas.
Un grupo de activistas de varios países deciden unir fuerzas y actuar frente a una de esas injusticias, concretamente contra la que durante más tiempo se está prolongando: la ocupación en Palestina. Deciden hacer de esa lucha un símbolo, como lo fuera la protesta contra la Guerra de Vietnam o contra el Apartheid de Sudáfrica; un punto de inicio y un ejemplo para denunciar todos los ataques a las libertades y los Derechos Humanos que se dan en nuestros días, y que en esencia nacen de la nueva forma de colonialismo, geoestrategia y lobbies económicos que priman los privilegios de unos pocos por encima de los derechos de todo el mundo.
Una iniciativa de sociedad civil a sociedad civil
La característica por definición de las diferentes campañas de la Flotilla por la Libertad es que emanan de iniciativas ciudadanas y se construyen y financian con recursos y aportaciones libres de injerencias administrativas o políticas que puedan suponer una atadura a la independencia de la acción. La lucha por los derechos humanos es obligación de todo el espectro social y está abierta a cualquier filiación política, creencia religiosa, pertenencia a etnia o estrato social.
La financiación en su mayor parte viene dada por pequeñas aportaciones de miles de personas que proporcionan ayuda a acciones directas que tratan tanto de denunciar la injusticia sobre un pueblo como de criticar la falta de actuación por parte de la comunidad política nacional e internacional. Con esas ayudas se han podido comprar los barcos y las cargas de ayuda humanitaria de las diferentes flotillas.
La Flotilla en 2010: el Mavi Marmara es masacrado por la armada israelí
En mayo de 2010, una flota de seis barcos navega hacia Gaza. El barco principal es un gran buque llamado turco Mavi Marmara, con 600 activistas de todo el mundo, incluyendo políticos, premios Nobel, periodistas, artistas y gente de todo el espectro social.
Estando navegando en aguas internacionales, sufre un ataque por comandos de la armada israelí. Nadie podía suponer que las reiteradas amenazas del gobierno israelí fueran a materializarse en una acción violenta y armada, y menos en aguas internacionales, donde las leyes prohíben tajantemente cualquier acción de piratería y uso de la violencia.
Las leyes internacionales lo que sí permiten y justifican es el uso de la legítima defensa frente a cualquier ataque, como el que se estaba llevando a cabo por militares en aguas internacionales; pero la desproporción en la actuación de comandos violentos contra gente civil resultó en el asesinato de ocho activistas turcos, uno estadounidense y más de setenta civiles heridos y heridas.
El resto de los barcos fue reducido por soldados y toda la flotilla fue trasladada a Ashdod, en Israel, donde la totalidad de activistas fueron interrogados, despojados de sus pertenencias (incluidas cámaras, computadoras, celulares, documentos, anillos, tarjetas de crédito, etc.), y algunos de ellos sufrieron torturas. De manera vergonzosa, los gobiernos de todos los países a los que pertenecían los activistas, no sólo no denunciaron la acción militar, sino que ignoraron la situación de sus compatriotas, con la excepción de una delegación sueca que se trasladó a Estambul para recibir a sus ciudadanos. .
En esa primera flotilla navegaron tres activistas del Estado Español. Dos de ellos, tomando el impulso mediático y la indignación producidas por esa masacre, decidieron poner en marcha un proyecto que se uniera a la coalición internacional. Fue el origen de Rumbo a Gaza en España.
La Segunda Flotilla: el bloqueo se extiende a todo el Mediterráneo
En junio de 2011, doce barcos y dos cargueros de ayuda humanitaria de diferentes nacionalidades europeas y americanas se reúnen mayoritariamente en Grecia para volver a navegar rompiendo el bloqueo.
En el territorio español, una gran campaña sin precedentes consiguió implicar a miles de personas, recibir material humanitario por valor de 600.000 euros y una cantidad en efectivo mediante donaciones de más de 400.000 euros que posibilitaron comprar un barco, el Gernika.
El gobierno israelí lanza una intensa ofensiva diplomática para obligar a los diferentes gobiernos a impedir que sus ciudadanos tomen parte en la acción.
La máxima expresión de esa ofensiva contra la flotilla tuvo lugar en el país donde se encontraba la mayoría de las embarcaciones: el gobierno griego ejecutó una detención administrativa de los barcos e impuso la vigilancia de todos ellos con barcos de la armada y autoridades portuarias.
Esto evidenció el poder político y la presión del gobierno israelí, que fue capaz de trasladar su imposición del bloqueo a los puertos del Mediterráneo. Esto hubiera quedado en un incidente aislado si días más tarde cientos de activistas de varios países no hubieran sido detenidos en los aeropuertos de sus países cuando manifestaron su intención de volar hacia los territorios ocupados a través del aeropuerto de Tel Aviv. Las prohibiciones de vuelo se repitieron en abril de 2012, cuando a cientos de activistas se les volvió a denegar en origen su derecho a volar siguiendo instrucciones y listas negras proporcionadas por el gobierno israelí a los diferentes aeropuertos.
Solo el barco francés Dignité-Al Karama puede navegar desde el puerto de Marsella, pero vuelve a ser detenido en aguas internacionales por comandos israelíes. Meses más tarde, otros dos barcos intentan romper el bloqueo, pero sufren la misma detención y el mismo final en prisiones israelíes.
Ahora navegamos hacia Gaza y desde Gaza
En 2012, a pesar de los graves reveses en las anteriores campañas y de la profunda crisis económica, la visibilización que se ha hecho del bloqueo y ocupación sigue dando fuerzas a la sociedad civil para poner en marcha dos proyectos: el velero Estelle y el Arca de Gaza.
El velero Estelle nace con el impulso de los países nórdicos, especialmente con la campaña sueca Ship to Gaza, que vuelve a aglomerar y unir a su alrededor a multitud de iniciativas nacionales, entre las que se encuentra Rumbo a Gaza.
El Arca de Gaza es un barco que se construirá en Gaza por gente de la Franja, para navegar desde allá hacia puertos del Mediterráneo, rompiendo también de esta forma el bloqueo, en esta ocasión reclamando el derecho a la libre navegación y pesca por parte de la población palestina. Está previsto que se complete y que comience a navegar a principios de 2013.
Desde mediados de julio, el velero Estelle está navegando por aguas de Suecia. Más tarde lo hará por Noruega, Estado Español, Francia e Italia antes de hacer su último tramo para llegar al puerto de Gaza.
Este año la acción tiene estrategias diferentes, ya que quieren incidir en una gran campaña mediática de información y denuncia por todos los países en los que recalará. El día 26 de agosto lo hará en Euskadi y el 10 de septiembre en Alicante. Allí Rumbo a Gaza a través de los diferentes grupos de apoyo que hay en España, está planificando actividades durante la llegada y estancia del velero, al igual que se hará en todos los puertos de los países mediterráneos que toque el velero.
En estos días a mediados de agosto, dos representantes de la III Flotilla (la catalana Laura Arau y el israelí Dror Feiler) están en Chile realizando entrevistas y reuniones con el fin de empezar a organizar la participación de América Latina en la próxima Flotilla. “Aparte de compartir conocimientos y experiencias con la población chilena, espero que esta visita ayude a agrandar la red internacional de sociedad civil activa por la causa palestina. Además, me gustaría ver como el próximo año, si el bloqueo en Gaza persiste, América Latina saque su propia Flotilla; y Chile podría ser el punto de inicio de esta iniciativa”, destacó Arau.
Teniendo en cuenta los recientes acontecimientos en el Sinaí (detrás de los cuales nadie duda que están los servicios israelíes), que han resultado en el cierre del cruce de Rafah (único punto de salida y entrada para la población de Gaza bloqueada) y peor aun: en el anuncio de la clausura de los túneles construidos por los palestinos para transportar desde Egipto alimentos, medicinas, materiales de construcción, combustible y todo lo que permite la sobrevivencia del millón y medio de habitantes de Gaza), la iniciativa de la Flotilla para romper el bloqueo a Gaza cobra más importancia y trascendencia que nunca.
No puede prolongarse por más tiempo la vulneración de los Derechos Humanos y la total impunidad de un gobierno que practica la política de apartheid, colonización, y bloqueo feroz.
Más información en: www.rumboagaza.org y en Facebook: “Rumbo a Gaza”.
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