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Niko Schvarz: ALGO MÁS SOBRE NETHANYAHU EN PARÍS

“CHARLIE HEBDO” EN EL CANDELERO

ALGO MÁS SOBRE NETHANYAHU EN PARÍS

por: Niko Schvarz

Publicado en "La República", 22 de enero de 2015.

Quiero ampliar algunos aspectos abordados en mi nota anterior, referidos a la prédica de “Charlie Hebdo”, la presencia de Benyamin Netanyahu en París y las sensatas opiniones vertidas al respecto por el Papa Francisco. El tema sigue en el candelero, a pesar de que en los últimos días ha sido desplazado de las primeras planas por la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman. Sobre esto último me limitaré a decir que la tesis del suicidio del fiscal, que había acusado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman, es absolutamente insostenible: todos los hechos la contradicen y no hay ninguno que la avale.

Sobre la prédica de “Charlie Hebdo”, ya he señalado que la considero de muy baja ralea, rastrera, de lenguaje grosero y estilo agresivo e insultante contra las creencias de millones de personas. Todo lo contrario de lo que debe ser un periodismo humorístico y satírico de calidad, que por cierto en Francia tiene muy buenos ejemplos. Durante años  he seguido las caricaturas de Jean Effel insertas en primera página de L’Humanité, un modelo de gracia, humor sano y crítica aguda al mismo tiempo. Pero no es necesario ir tan lejos. En nuestro país tenemos el caso notable de Peloduro, de nombre Julio Evaristo Suárez Sedraschi, seudónimo JESS, que durante años deleitó a los uruguayos en la revista “Peloduro”, en las contratapas de “Marcha” y en la última etapa en “El Popular” hasta el golpe de Estado, que eran un ejemplo de imaginación, buen trazo y salidas hilarantes, esperadas y comentadas por todos lados. Y sobre su estilo, basta decir que el lÍder nacionalista Eduardo Víctor Haedo, que era víctima a menudo de la crítica mordaz de Peloduro (ideológicamente situado en sus antípodas), le pedía encarecidamente que no dejara de representarlo, aunque lo criticara, porque era una manera de ubicarse en el centro de la atención pública. 

Sobre la presencia del primer ministro israelí Benyamin Netanyahu en ocasión de las manifestaciones de condena a la matanza de periodistas de Charlie Hebdo y de personal del supermercado kosher,  expresé que había concurrido y se había puesto en primera fila entre los mandatarios que rodeaban a François Hollande sin haber sido invitado. Ahora se conocen más detalles de este episodio. En una nota sobre este tema, Uri Avnery expresa: “En ningún momento se le llegó a invitar. Por el contrario, el presidente François Hollande envió mensajes explícitos: por favor, por favor, no vengas. Convertiría la manifestación en una muestra de solidaridad con los judíos, en vez de una protesta pública en favor de la libertad de prensa y otros valores republicanos. Netanyahu acudió igualmente, acompañado de dos ministros de extrema derecha”.

Y más adelante: “Habiéndosele colocado en segunda fila, hizo lo que hacen los israelíes: empujó a un lado a un presidente africano negro que estaba delante suyo (se trata del presidente del Malí, NS) y se colocó en primera fila. Una vez ahí, empezó a saludar a la gente que estaba en los balcones durante el camino. Estaba sonriendo, como un general romano en un desfile triunfal. Uno puede imaginarse los sentimientos de Hollande y de otros jefes de Estado –que intentaban parecer solemnes y tristes, como la ocasión requería- ante este alarde de insolencia. Netanyahu acudió a París como parte de su campaña electoral. Como candidato veterano  que es, sabía que tres días en París, visitando sinagogas y dando orgullosos discursos judíos, valían más que tres semanas en casa despotricando”.

En conclusión, señala que “todavía no estaba seca la sangre de los cuatro judíos asesinados en el supermercado kosher y los líderes israelíes ya estaban llamando a que los judíos de Francia hicieran las maletas y vinieran a Israel”. Este llamado tuvo un eco inmediato, y más de 10 mil judíos franceses declararon que se disponían a ir a vivir a Israel. El gobierno israelí ejerció una fuerte presión para que los cuatro judíos muertos, norteafricanos de nacimiento y con nombres norteafricanos, fueran enterrados en Israel y así sucedió, a pesar de la tenaz oposición de sus familias, que deseaban enterrarlos en suelo francés. Estos últimos hechos tienen antecedentes que se remontan a la lucha de liberación de Argelia. Cuando estalló la guerra de independencia en 1954, los judíos argelinos tomaron partido en favor de la potencia colonialista, contra el pueblo argelino.

Otro elemento a tener en cuenta en la campaña mediática sobre estos hechos es la participación destacada de José Levy, un adepto incondicional del gobierno de Israel que acaparó día tras día y a toda hora los informativos centrales de la cadena estadounidense CNN, y dio al mundo una imagen distorsionada de los hechos y sus antecedentes. En todos los casos, favorable a la política del gobierno de Israel.

Publicado en LA REPÚBLICA, 22 de enero 2015, pág. 7 R


 

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