Jerusalén, una ciudad de pobreza y división
Por Natasha Roth (*) Más de una cuarta parte de los palestinos de Jerusalén viven detrás del muro de separación. Israel ha revocado la residencia a más de 14.000 jerosolimitanos palestinos desde que se “reunificó” la ciudad en 1967, 107 de ellos solo el año pasado. Tres cuartas partes de los 300.200 palestinos residentes de Jerusalén Este viven por debajo del umbral de la pobreza, incluyendo el 83,9 por ciento de los niños, según un nuevo informe publicado por la Asociación por los Derechos Civiles en Israel (ACRI). Este estado de cosas es atribuido, en buena parte, a la falta de inversiones del estado, así como al hecho de que más del 25 por ciento de los residentes palestinos de Jerusalén viven al otro lado del muro de separación. El informe fue hecho público poco antes del Día de Jerusalén una celebración anual de lo que los judíos israelíes ven como la reunificación de Jerusalén, que se produjo cuando la Ciudad Vieja fue capturada por las fuerzas hebreas el 7 de junio de 1967. Esta reunificación (o anexión) fue un acto ilegal según el derecho internacional, razón por la cual ni un solo miembro de la comunidad internacional reconoce la soberanía de Israel sobre Jerusalén Este. No obstante, Israel se refiere a Jerusalén como su “capital indivisible”. Sin embargo, la capital está muy dividida, no solo en base a identidades étnicas y, en consecuencia, a sectores socioeconómicos, sino también físicamente dividida por mor del muro de separación. Desde 1967, aproximadamente 26.300 dunams (unas 2.630 hectáreas) de tierras han sido expropiadas por las autoridades israelíes con el fin de construir oficinas del gobierno y barrios residenciales judíos según la ACRI. Israel ha revocado el estatus de residente permanente a 14.416 palestinos de Jerusalén Este desde 1967, condenándolos al exilio. El año pasado, las autoridades israelíes revocaron la residencia de 107 palestinos, entre ellos 12 menores. Entre 2011 y 2014, las autoridades demolieron 302 estructuras en Jerusalén Este, 98 de ellas solo en 2014. En consecuencia, 208 residentes fueron desplazados de sus casas. Los hechos de este tipo han aumentado desde el año pasado, cuando el gobierno judío volvió a la práctica de demoliciones de casas como castigo colectivo. Los barrios situados al otro lado del muro (Ras Jamis, Ras Chehada, Dahiyat a Salam y el campo de refugiados de Chuafat) son castigados por la desigual provisión de servicios municipales y otros servicios públicos básicos. Los cuatro barrios sufrieron una grave crisis de agua el año pasado y los residentes del campo de refugiados de Chuafat no saben lo que es un servicio municipal del ayuntamiento de Jerusalén. El escritor norteamericano de origen nigeriano Teju Cole ha calificado las medidas empleadas contra los residentes palestinos de Jerusalén como “violencia fría… violencia lenta”. El continuo arrinconamiento, expolio y expulsión pura y simple de palestinos de Jerusalén Este —a manos del gobierno y de los colonos— dan la impresión de que la Nakba es un proceso que sigue en marcha La situación de Jerusalén Este es una catástrofe fría y lenta. Infografía: Jerusalén Este en números. Naturalmente, también hay violencia “caliente” que acompaña a la violencia estructural impuesta por el sistema legal. Según el informe, solo en la segunda mitad de 2014, la policía ha detenido a más de 1.180 palestinos, incluyendo a más de 400 menores. Solo 338 han sido procesados. La introducción y el uso de balas negras con “punta de esponja” (que están hechas, en realidad, con una goma dura y sintética) por parte de la policía israelí ha causado la muerte de un joven palestino y al menos cinco niños han perdido un ojo Los proyectiles han fracturado brazos, mandíbulas y han destrozado el bazo de una persona. La policía ha atacado a periodistas con sus armas, entre ellos un fotógrafo de Activestills. El grupo de derechos civiles señala que las autoridades han llevado a cabo castigos colectivos el año pasado, incluyendo cierres de carreteras uso de cañones de agua pútrida en barrios residenciales y contra escuelas, así como el acoso contra residentes que figuran en “listas negras”, a los que acusan de delitos fiscales y de infringir normativas municipales menores. Hay alguna buena noticia: planes para construir lo que será uno de los primeros proyectos oficiales para residentes palestinos, el barrio árabe de As Sawahra. Los comités de planificación y construcción locales y regionales aprobaron planes para el desarrollo de un área de 150 hectáreas para el mencionado barrio, el plan más grande aprobado en Jerusalén Este. Ante la conmemoración de la “liberación” de Jerusalén por los judíos, vale la pena recordar el carácter excluyente del acto. La anexión de Jerusalén Este ha engendrado desigualdad y represión, una situación que cada vez se deteriora más. Las celebraciones del Día de Jerusalén van siempre acompañadas de actos de violencia racista sobre todo durante la “Marcha de las Banderas”. Esta manifestación, que discurre por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja, obliga a los palestinos a cerrar sus tiendas y ocultarse en sus casas. Dos ONGs de Jerusalén solicitaron que se cambiara la ruta de la manifestación, pero fue inútil, aunque la Corte Suprema subrayó en su decisión que la policía debía actuar contra toda expresión de racismo. La historia de Jerusalén es, en muchos sentidos, un microcosmos de la historia de Israel-Palestina y, probablemente, el destino de la ciudad determinará el del territorio y sus gentes. En un momento en que los israelíes están examinando cada vez más su historia y las banderas ondean más allá de las casas palestinas cerradas de la Ciudad Vieja, tenemos que reflexionar sobre cuál es el lado que apoyamos.+ (PE)
(*) Escritora, editora y activista, residente en Yafa. Ha escrito en The London Review of Books Blog, Haaretz, The Daily Beast y The Fair Observer. Firma con el verdadero apellido de su familia en memoria de su abuelo, Kurt, que se vio obligado a cambiar su apellido por el de ‘Rowland’ cuando buscaba refugio en Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. También escribe en www.natasharoth.com. Traducción: Javier Villate (@bouleusis) Publicado por Palestina en el Corazón el 25 de mayo de 2015, originalmente porhttp://blog.disenso.net/2015/05/jerusalen-una-ciudad-de-pobreza-y-division/
Foto: Un hombre palestino se dirige hacia el puesto de control que hay en la entrada del campo de refugiados de Chuafat, en Jerusalén Este, el 27 de diciembre de 2011 / Anne Paq / Activestills.org SN 0797/15 |
Fuente: Ecupres
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