DECLARACIÓN DEL REV. SAMUEL KOBIA, PRESIDENTE DEL CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS
(3/8/06) “El mundo ve el espectáculo perturbador y lamentable de los líderes mundiales” anunciando "con la mayor crueldad que la lucha continuará hasta que se alcancen los objetivos militares estratégicos " mientras que "una enorme tragedia sigue desplegándose en la agitada región de Oriente Medio" afirma en Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), pastor Samuel Kobia, en un comunicado fecha 3 de agosto. Lo que realmente están diciendo, sostiene Kobia, es que "podrá seguirse matando a más personas mientras ellos toman su tiempo para resolver sus diferencias políticas" y afirma que "la fe ciega en la violencia militar para resolver las disputas y los desacuerdos está totalmente injustificada, y es ilegal e inmoral". Los "desproporcionados actos de violencia de inmensa magnitud no pueden tener justificación" agrega Kobia quien observa que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas "ha sido paralizado por el poder y la política de las naciones dominantes, y su carta ha sido socavada". Desde esta realidad el CMI llama "Hacer todo lo posible para detener los bombardeos, negociar un alto el fuego y alcanzar un amplio acuerdo de paz" reclamando a los "líderes de la comunidad internacional, especialmente los de Estados Unidos, Israel y el Reino Unido" y que el gobierno de Israel "dé garantías de que se permitirá a las organizaciones humanitarias el acceso sin restricciones a los necesitados de ayuda". "Nuestros corazones claman a los líderes de la comunidad internacional", dice Kobia, quien describe la lucha actual como "una guerra de dimensiones siniestras y consecuencias incalculables" que está causando "sufrimientos inimaginables e indescriptibles al pueblo del Líbano". El Secretario General del CMI ofrece oraciones por "todos los habitantes del Líbano, así musulmanes como cristianos" y por "los habitantes de Israel que han caído víctimas de los misiles que se siguen lanzando indiscriminadamente contra sus ciudades y aldeas". El CMI trabaja para organizar una delegación pastoral al Líbano, iniciativa que está en suspenso por el momento, dados los problemas de seguridad y las dificultades logísticas.
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