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COMISIÓN de APOYO al PUEBLO PALESTINO

Opinión y Análisis.

LA LUCHA PALESTINA Y LA INTERVENCIÓN EXTERNA

LA LUCHA PALESTINA Y LA INTERVENCIÓN EXTERNA

Martes 19 de Agosto de 2008.

LA LUCHA PALESTINA Y LA INTERVENCIÓN EXTERNA

 

Por Lidón Soriano, La República - España

Esta tarde se ha publicado la lista de prisioneros que van a ser liberados por Israel en los próximos días en base a los acuerdos entre la Autoridad palestina e Israel.

 

La buena noticia es que Said Atabeh, el preso mas antiguo en las cárceles israelíes, esta en la lista. La mala, es que la mayoría de ellos solo pertenece a Al Fatah, lo que indudablemente ahonda la brecha interna, objetivo primero y primordial para Israel.

 

EL 29 de Julio de 1977 detuvieron a Said en su casa, pertenecía a FIDA una organización escisión del FPDP y con el tiempo prácticamente adherido a Fatah. Se le relaciono con banda armada y le sentenciaron a cadena perpetua. Desde entonces solo en una ocasión permitieron a su madre tener contacto directo con el. Su madre, una mujer de ojos claros, muy envejecida, más por las circunstancias que por la edad, nos contó que el día mas feliz de su vida fue el día que tras 29 años sin poder hacerlo, pudo abrazar a Said. Comentaba que sintió como Said ya con 55 años se sentía como un bebe y ella, sencillamente, como su madre. No pudieron separarse en todo el rato y el peor momento fue para ella cuando el guardián vino y literalmente le arrebato a Said de sus brazos.

 

Su madre no hablaba mucho, aunque cuando lo hacia era con una gran claridad y firmeza. Su hermana Sana, una mujer que rebosaba fuerza y energía por todos los poros de su piel nos comento que Said nunca había perdido la esperanza, y en sus escritos siempre mantenía la llama encendida. Llama que quizá prenda finalmente, aunque nadie se atreve a lanzar las campanas al vuelo, pues en los acuerdos con Israel nunca se puede dar nada por hecho, sino que se lo pregunten a Hussan Khader, uno de los lideres de Al Fatah que esta también en la lista de personas a liberar. A Hussan le dijeron hace unos años que iba a ser uno de los presos liberados en uno de los últimos intercambios, también se lo dijeron a la familia. Comprensiblemente, primero hubo reticencias, pero todo indicaba que la liberación iba producirse. Su familia preparo una fiesta, Hussan recogió sus cosas, se despidió de sus compañeros de celda y el mismo día que debía salir hacia su casa, le dijeron que había habido un error y que él no iba a ser uno de los presos del canje. La decepción, es terrible y la rabia enorme, pues obviamente esta actuación no es fruto de un error, sino de una política cruel de desgaste y tortura psicológica, pues no es el primer preso con el que lo han hecho, ni desgraciadamente, será el último. Espero, sin embargo, que esta vez sea cierto y que pronto estos presos puedan disfrutar de una libertad que les fue injustamente arrebatada, sencillamente, por actuar en base a una legalidad internacional que les ampara.

 

Hoy ha sido un día muy especial, estoy haciendo una nueva brigada con el grupo de Txalapartaris JOTAKUN, con los que además de la relación propia de grupo, me une un profundo cariño y respeto hacia su trabajo, hacia su forma de lucha, que no es otra que la utilización de la txlaparta como forma de expresión, comunicación y solidaridad, como forma de mantener la identidad nacional y como forma de rebeldía social, de revolución popular, buscando el cambio y la justicia social.

 

Precisamente el hecho de la recuperación de la identidad nacional a través de la cultura, ha sido una de las cosas que mas me ha sorprendido este año aquí en palestina.

 

Al principio me pareció una estrategia súper linda, sin embargo a medida que iba pasando por todos los territorios, una y otra vez, algo no me acababa de cuadrar. No sabía qué era, pero algo me tenía preocupada. Por otra parte pensaba que quizá la manía de sospechar de absolutamente todo me estaba emparanoiando, sin embargo la charla con mi amigo Majdi y la experiencia en el Teatro de la libertad de Jenín, me ha acabado de aclarar las ideas. Quizá este completamente equivocada, pero entendiendo el actual contexto y conociendo las estrategias de la comunidad internacional en lo que a cooperación y desarrollo se refiere, no es descabellado llegar a la conclusión a la que he llegado.

 

Cuando una actividad de repente se convierte en moda, se pasa de cero a cien en muy poco tiempo y detrás hay dinero de la comunidad internacional a través de las ONGs, de entrada creo que si no es para echarse a temblar, por lo menos es para estar alerta.

 

Como soy bastante curiosa, allá donde iba preguntaba sobre las actividades que se estaban llevando a cabo para la gente joven y bueno, en todas partes, había Dabka (la danza típica palestina), música y canto. No importaba si la asociación estaba relacionada con Fatah o con el Frente, obviamente no con HAMAS, y el resultado fue que prácticamente todas las organizaciones estaban haciendo estas actividades.

 

De entrada la idea es genial y como licenciada en Educación Física entiendo perfectamente que la danza es un medio estupendo de canalización y comunicación. Pero mi duda era, ¿por qué de repente?, ¿por qué en todas partes?

 

La respuesta que he encontrado apunta otra vez al apoyo de la comunidad internacional a todas las organizaciones que apoyan la “no violencia” y los métodos “no violentos” de resolución de conflictos.

 

Efectivamente, el problema no es tanto la actividad en sí, que insisto me parece excelente, sino las connotaciones y el curriculum oculto que lleva asociado.

 

En muchos de los casos y de los centros, las actividades culturales se están ofreciendo como actividades “no políticas” (como si aquí en palestina, algo pudiera ser no político), buscando una vez mas despolitizar una realidad impregnada de política por los cuatro costados, concretamente pretendiendo despolitizar la resistencia y los conceptos parejos.

 

Una vez más, transmitiendo la idea de que no hay que tirar piedras, sino aprender a actuar y a bailar.

 

Ciertamente, me parece estupendo que se baile y se cante como actividades que fortalecen el carácter, el sentido de pertenencia a una tierra, el concepto de arte al servicio de una causa justa y legitima, como hacen los compas con la txalaparta y algunos grupos de dacha que conozco y llevan tiempo trabajando. Pero me aterra el concepto y las actividades en las que se alecciona a los niños y niñas en actividades que propician el adocenamiento y el conformismo, no añadiéndose a otras formas de resistencia sino intentando suplantarlas.

 

Por supuesto no pretendo fomentar que los niños y niñas vayan a tirar piedras, pero tampoco pretendo transmitirles que eso es violencia y que no deben hacerlo, máxime estando bajo ocupación.

 

El problema principal una vez mas es, según mi opinión, la injerencia de occidente.

 

Si una organización palestina quiere fondos, las principales condiciones que les están poniendo actualmente muchas ONGs occidentales son o que trabajen en el ámbito de la “coexistencia” o que fomenten las actividades “no violentas”, e insisto, no es que este en contra del concepto de resistencia no violenta, sino que estoy en contra de que se deslegitimen las otras formas de resistencia, sobre todo cuando la historia nos enseña que a Israel solo se le puede doblegar por la fuerza de la fuerza, pues es el único lenguaje que entienden. Ciertamente en palestina no hay un Nassarala, ni un Hizbulla y su principal resistencia es su existencia, por eso deberíamos ser muy cautos con las actividades que como extranjeros potenciamos, pues la despolitización de la gente, es indudablemente el primer paso hacia la autodestrucción como pueblo y la desaparición de la causa por la que se lucha.

 

Actualmente el contexto palestino es ciertamente preocupante, desunión nacional, injerencia occidental por medio de las políticas exteriores de los diferentes países a nivel macro y a través de las ONGs a nivel micro y una solidaridad internacional que desgraciadamente en muchos casos, como comenta mi amigo Majdi que lleva toda su vida en la lucha, parece cada vez más interesada en ligar con la población autóctona, olvidándose de su verdadero objetivo. Fomentando, por otra parte la marcha de los jóvenes líderes palestinos, consiguiendo que muchos de ellos sólo deseen tres cosas: dinero, sexo y/o un visado para salir al extranjero. Afortunadamente, encontramos muchos casos de compañeros y compañeras que rompen ese modelo, pero desgraciadamente el anterior existir, existe y parece que va en aumento.

 

Hace unos días apareció un articulo de Tali Fakhima quien afirmaba que Zacharia Zbeidi, el mítico líder de las brigadas de Al Aqsa en Jenin, al que encontramos con un amigo en su jeep, se había convertido en un colaboracionista, por eso ya no estaba en la lista de ’wanted’ y podía moverse libremente. La noticia me sobrecogió, pues una persona con una historia de compromiso como la suya parece que no cuadra con pactos y menos con colaboracionismo, pero si algo tengo claro es que no soy quien para juzgar a nadie, suficiente tengo con mis propias incoherencias personales, sin embargo, sí me preocupa y sobremanera, la influencia que con la mejor de las intenciones podamos ejercer sobre, principalmente, los jóvenes palestinos y por ende en su causa. Como internacionalista creo que debemos ir a conocer otros pueblos, compartir sus luchas, aprender de sus realidades, mostrarles las nuestras, pero mantener clara la idea de que nuestra lucha está en nuestra tierra y que les apoyamos, pero sin imponerles condiciones o decirles como tienen que hacer su propia lucha. El dinero es el principio de muchos de los grandes males y otro ejemplo lo tenemos en como la llegada de dinero extranjero ha causado en el pueblo de Bilín grandes problemas entre los integrantes del comité de resistencia popular. La oenegizacion despolitizadora conlleva el final de la lucha y del mantenimiento de la identidad nacional. Por eso insisto en que deberíamos ser muy cautos al crear nuestros cauces y modos de solidaridad con otros pueblos y otras causas. Si estamos intentando cambiar el sistema, es difícil jugar con sus mismas cartas y mantener los mismos esquemas verticales y etnocraticos. Centrémonos en atacar al enemigo, en este caso en el estado de Israel como representante del imperialismo norteamericano y dejemos que cada pueblo decida cómo quiere resistir, cómo quiere luchar, cómo quiere vivir.

 

Lunes 18 de Agosto de 2008.

CRÓNICAS DESDE PALESTINA: LA SEGUNDA BRIGADA ACABO CON UNA NUEVA VISITA A LA FRANJA DE GAZA.

 

Por Lidón Soriano, Zk - info, La Haine.org

LA SEGUNDA BRIGADA ACABO CON UNA NUEVA VISITA A LA FRANJA DE GAZA.

Desafortunadamente no todos los integrantes del grupo obtuvieron el permiso para entrar en la Franja. Israel cierra el acceso a la población palestina, pero también va poniendo más pegas a las personas que desde diferentes países pretenden visitar la Franja o a sus gentes. Parece que su última táctica cuando pides la coordinación para un grupo es dar el permiso solo a una parte de la delegación. Nos paso la semana pasada y les ha pasado a otro grupo hoy mismo, eran 4 personas y solo 1 ha obtenido el permiso. Para el resto el término utilizado es: “still in process”. Una vez mas las sutilezas de la ocupación, no te dicen que no, pero tampoco te dicen que si, el tiempo, una vez mas, es utilizado como una herramienta de desgaste, juegan con la incertidumbre y tu vida depende de una decisión que te es ajena y sobre la que no puedes incidir. Nosotros solo queríamos entrar a la Franja, no era una necesidad, sino un deseo, pero para muchos palestinos y palestinas es una necesidad perentoria y a veces una urgencia vital. Sin embargo, nada inmuta a las autoridades de la ocupación, nada inmuta a aquellos que deciden quien pasa por los puestos de cruce para recibir asistencia medica y quien no, nada inmuta a las personas que aplican sentencias de muerte negando la posibilidad de un tratamiento que existe y que esta al alcance de la mano.

 

La impotencia sentida estos días nos acercaba mas y nos permitía empezar a comprender que supone vivir bajo ocupación, una palabra que para nosotras no es mas que la unión de una serie de letras, pero que para ellos es, sencillamente, un infierno. Las que tuvimos la suerte de conseguir el permiso pudimos, de nuevo, compartir las alegrías, tristezas, penas y esperanzas de toda la gente que nos íbamos encontrando en nuestro recorrido, de los y las compañeras de tantos años de encuentros, de tantos años de lucha.

 

Entre otras actividades visitamos a la familia Al Azamna y hablamos con la madre de la familia, Yamila y con su nieto Abdala.

 

Mientras nos mostraba las heridas que la habían obligado a compartir su vida con aquel andador que le permitía poder desplazarse a duras penas, Yamila, la madre de la familia, nos contó lo sucedido aquel 8 de noviembre de 2006. Nos relató como al amanecer y sin razón alguna, un misil israelí impacto al lado de su casa, un segundo dio de lleno en la casa y un tercero cayó en cuestión de segundos. Una lluvia de muerte, explosiones brutales que sesgaron vidas inocentes, sueños y esperanzas. 13 fueron los misiles que inmisirecordemente destrozaron la vida de 19 miembros de la misma familia, padres, madres, hijos, primas, tíos......hiriendo a 75 y dejando solos y huérfanos de amor y amistad a otros tantos. Como, en un mal sueño, como en el peor de los sueños, ella solo se recodaba corriendo, gritando, sin sentir sus heridas, sin ver la sangre entre la inmensa nube de polvo que la rodeaba, sin saber donde estaba, hasta que perdió el conocimiento que recupero tras tres días de coma para darse de bruces con la mas cruel de las realidades: la perdida de 9 miembros de su propia familia, entre otros, su marido, su hija de 15 años, su hijo de 25 y dos nietas de 6 meses y 3 años de edad respectivamente. Su relato me estremeció e inundó mis ojos de lagrimas, pues si bien es cierto que la historia era conocida y personalmente ya había escrito algún articulo haciendo mención explicita al caso en cuestión, no había tenido la oportunidad hasta de conocer a la familia. Pero lo mas duro, lo mas doloroso fue escuchar la versión de Abdala, que con solo 10 años había visto, sin poder hacer otra cosa que salvar su propia vida, como su madre y sus dos hermanas de 6 meses y 3 años morían mientras intentaban huir de la casa convertida en una trampa mortal de fuego y destrucción. Empezó a hablar con naturalidad, con una cadencia y un tono de voz que me sorprendió por su serenidad y su madurez. Solo escuchar su voz, sin siquiera entender sus palabras, sentí un nudo en el estomago que me estaba partiendo por dentro, solo sentía deseos de abrazarle e intentar quitarle parte de su inmenso e imborrable dolor. Hablaba con claridad, sentado en su silla de ruedas, sujetando entre sus manos la prótesis, rota de tanto desgaste, que utilizaba para suplir la amputación de su pierna derecha. Rehuya la mirada y en ningún momento le vi sonreír. Me recordó a la nieta pequeña de la casa en la que pase unos días en el campo de refugiados de Jenin tras la masacre de Abril de 2002: mirada ausente, esquiva, que cuando te mira te traspasa, faz hierática, postura cansina, actividad motriz nula. Una niña sin alegría, sin infancia, sin vida. Así sentí a Abdala, no es para menos, lo incomprensible es como lo ha podido superar, como sigue adelante. Para mas inri, como en su día Abu Mazen les presto ayuda, a día de hoy, Hamas se la niega en este tu-a-tu estupido y pueril, de venganzas y castigos, en donde el único perjudicado, como siempre, es el pueblo llano. Pueblo, al que por cierto, he hallado tremendamente cansado por estas acciones de acción-reacción, avergonzado por la imagen que se transmite al exterior y decepcionado por estos lideres políticos que, como sabiamente dijo un chico de Ramallah en una conversación informal en la calle: “se están pegando por sentarse en una silla dibujada en un papel”. Nunca había escuchado una definición tan acertada y sencilla sobre la Autoridad palestina.

 

Otro momento que me impactó fue cuando con un compañero palestino visite la construcción de uno de los famosos túneles que atravesando el corredor Filadelfia comunican Gaza con Egipto. Era tremendamente profundo y se construía con una cuerda, un pozal y un ventilador como máxima expresión de material de alta tecnología. Abajo personas cavando, un dólar por metro excavado, las paredes del túnel apuntaladas con maderos y por supuesto, ninguna medida de seguridad. Lo mas alucinante es ver como la frontera egipcia esta a 500 metros, distancia que no esta vigilada y que con la destrucción del muro se puede recorrer tranquilamente, y sin embargo, una vez mas, se impide que los productos que deberían entrar por el puesto de cruce, pasen y dificultando el proceso hasta limites impensables, se obliga a los palestinos a buscar triquiñuelas para buscarse la vida pasando gasolina, que se vende a 18 shekels (casi 4 Euros) el litro, o medicinas o alimentos o materiales de construcción, todo por no romper el ilegal estado de sitio que Israel impone sobre la Franja de Gaza. Una vez más, nadie se atreve con la criminal vaca sagrada. Un compañero periodista me paso un material en el que se presentaban pruebas de que los ingenieros de la armada norteamericana habían vendido unas máquinas vibradoras a Egipto para que fueran utilizadas en el corredor Filadelfia. Obviamente el objetivo era destruir por vibración los túneles, construidos y a medio construir. Estas máquinas ya se estaban utilizando y provocaban una serie de movimientos sísmicos a modo de terremoto que destruya las precarias estructuras de cruce construidas por los palestinos, aprisionando y matando a todos aquellos que se encontraran en aquel momento atravesándolos o construyéndolos. Desde Junio del año pasado se habían contabilizado 25 muertos por el desplome de estos túneles. Pero a quien le importa, solo son palestinos, además pobres y probablemente...... terroristas.

 

Sin embargo, parece que algo se esta moviendo, como casi siempre por hache, por debajo de la mesa. Fuentes de total credibilidad me informan de que hace solo unos días representantes de diferentes países occidentales, entre ellos Francia y Gran Bretaña han estado de visita en la Franja y se han entrevistado con los lideres de Hamas, parece que a la comunidad internacional no le va a quedar mas salida que reconocer de alguna forma la fuerza que Hamas representa en los territorios del 67 y aceptar que no hay posibilidad de ignorar a un porcentaje elevado de la población palestina que apoya a Hamas y que en el caso de Gaza ronda el 65-70%. Además y como fuente de esperanza parece que un grupo de reconocidos intelectuales y personas de prestigio social y profesional entre el pueblo palestino, están trabajando muy duro en la consecución de unas negociaciones que no tienen otro objetivo que el acercamiento de las dos grandes fuerzas políticas para retomar la senda de la unidad nacional, paso necesario e imprescindible para seguir avanzando en la lucha por los legítimos derechos del pueblo palestino. Es un camino difícil y desgraciadamente, lleno de obstáculos, pero parece que algo se mueve y que por una vez, es para bien.

 

Salud, amor y fuerza, Li

 

Lunes 18 de Agosto de 2008.

UN TEXTO DE 1994: SOBRE EL POETA MAHMUD DARWIX

 

Por Edward Said, mahmuddarwix.blogspot / Rebelión

Rescatamos este texto de 1994, en el que Edward Said presenta a Mahmud Darwix al público norteamericano. Ofrece contrastes curiosos: tan pronto es didáctico y se dirige al lego como se lanza a un veloz análisis saidiano.

 

Me encontré con Mahmud Darwix por primera vez en 1974, y desde entonces hemos sido grandes amigos. Dirige al-Karmel, una revista cuatrimestral de temas literarios y culturales que se edita en Chipre y que ha publicado varios de mis ensayos. Aunque no nos hemos visto demasiado, estamos en contacto frecuente por teléfono. Darwix lee inglés y francés pero no habla con fluidez ninguna de estas lenguas, a pesar de que ha vivido en Francia casi una década. Su medio emocional y estético sigue siendo árabe y en menor medida (por razones obvias) israelí. A pesar de su ironía a veces mordaz y de que no vive ni en palestina ni en Israel, es una presencia determinante en la vida de las dos naciones. Tiene un público inmenso en todo el Mundo Árabe (en 1977 ya se habían vendido más de un millón de ejemplares de sus libros), no sólo entre los palestinos, y eso que está lejos de ser un personaje populista. En Israel, se le sigue con atención debido a su estrecha relación con el Comité Ejecutivo de la OLP. Hasta tal punto su palabra alcanza al público del otro lado que, hace muy pocos años, uno de sus poemas, que expresaba un punto de vista ácido y airado acerca de Israel, fue motivo de discusión en la Kneset. Ninguna otra figura intelectual palestina -ni siquiera el novelista Emil Habibi, que ganó el Premio Israel de las Letras en 1992, y al que Darwix condenó por aceptarlo- tiene una influencia comparable.

 

En Darwix, lo personal y lo público siempre guardan una tensa relación: la fuerza y la pasión que en él tiene lo personal casan mal con los requerimientos de la corrección política y el activismo que exige la actuación pública. Pero siendo como es un escritor concienzudo y meticuloso, Darwix es a la vez un poeta-artista de un tipo que tiene pocos equivalentes en Occidente. Tiene un estilo sorprendentemente personal y sugestivo que provoca una respuesta inmediata de la audiencia. Sólo unos pocos poetas occidentales -Yeats, Walcott, Ginsberg- poseen la irresistible y rara combinación de un estilo que encandila al público y una profundidad, incluso un hermetismo, que refleja un universo sentimental exclusivo. Como éstos, también Darwix posee un gran virtuosismo técnico: se sirve de la incomparablemente rica tradición prosódica árabe de manera siempre innovadora, lo cual le permite algo bastante excepcional en la poesía árabe moderna, a saber: poseer a la vez un estilo virtuoso y un sentido poético depurado, a la postre simple a fuer de refinado. [...]

 

La poesía de Darwix no sólo es una puerta de inusual claridad a un universo alejado de lo convencional, sino que al mismo tiempo es una unión inextricable de poesía y memoria colectiva, que se presionan mutuamente. La paradoja se ahonda de manera casi insoportable cuando la intimidad del sueño se ve invadida o incluso violada por una realidad siniestra y amenazante que colapsa la inquietante dialéctica entre poesía y memoria colectiva, sin resolverla o trascenderla. Esta cualidad al límite y deliberadamente irresuelta de la más reciente poesía de Darwix la convierte en un ejemplo de lo que Adorno llamó late style, en el cual la estética convencional y la intangible, lo histórico y lo trascendental se combinan para proporcionar un sentido increíblemente concreto de más allá, en el que nadie ha vivido en la realidad.

 

Grand Street, nº 48, invierno 1994

 

Traducción de Luz Gómez García

 

Lunes 18 de Agosto de 2008.

ISRAEL COBRA CARO LA LIBERACIÓN DE PRISIONEROS PALESTINOS

 

Por Ulises Canales, Agencia Prensa Latina

La liberación por Israel de 200 presos palestinos encaja en una estrategia dirigida a exacerbar las conocidas divisiones en ese pueblo y a aplacar presiones norteamericanas, pero sin llegar al fondo del estancado proceso de paz.

 

El gobierno israelí definió este lunes la lista de nombres que serán beneficiados con el perdón de Tel Aviv, presentado como “gesto de buena voluntad” hacia el presidente de la Autoridad Nacional palestina (ANP), Mahmoud Abbas, y otros sectores “moderados”.

 

Según Mark Regev, portavoz del primer ministro, Ehud Olmert, la acción de Israel es “una medida de confianza al presidente Abbas, para reforzar a los moderados” palestinos e impulsar el proceso de paz.

 

Incluso, el vocero de Abbas, Nabil Abu Rudeina, la valoró como “un paso en la buena dirección”, aunque abogó por similar beneficio para los más de 11 mil palestinos en cárceles hebreas a fin de crear el clima propicio para negociaciones exitosas.

 

Por su parte, el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), que gobierna en la Franja de Gaza desde junio de 2007, calificó la liberación sólo de miembros de su rival Al-Fatah, liderado por Abbas, de “un intento por ahondar las divisiones internas de los palestinos”.

 

Sami Abu Zuhri, portavoz del grupo que despojó a Al-Fatah del poder en Gaza, pidió a Israel incluir a correligionarios de Hamas entre los que serán favorecidos.

 

En ese sentido, recordó que la excarcelación de integrantes de todas las facciones palestinas fue una de las condiciones centrales fijadas para un eventual canje de prisioneros, en referencia a las tratativas para liberar al soldado israelí Gilad Shalit.

 

Pero la medida israelí se producirá en una coyuntura de coincidencia de varias acciones que inciden, en mayor o menor medida, en el hasta ahora improductivo diálogo pacificador.

 

Al mismo tiempo que quedarán en libertad 200 palestinos, las tropas de ocupación mantienen sus redadas en los territorios de la Ribera Occidental administrados por la ANP y los arrestos de personas sospechosas de ser terroristas.

 

Este domingo, dos palestinos fueron capturados -uno en Ramada y otro en Hebrón-, mientras residentes en Naplusa trataron de repeler a pedradas uno de los frecuentes patrullajes hebreos en Cisjordania.

 

Los diarios Jerusalén Post y Haaretz relacionaron la liberación con la visita que la secretaria de estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, realizará a la región a finales de agosto para activar las negociaciones de paz lanzadas en Annapolis, en noviembre de 2007.

 

Entretanto, el partido ultraortodoxo Shass, integrante de la coalición gobernante, consideró el beneficio a los 200 palestinos una “mala decisión, pues reduce las posibilidades de regreso de Shalit”, detenido desde junio de 2006 en la Franja de Gaza.

 

Además de Shass, el ministro de Vivienda de Israel, Zeev Boím, allegado a Olmert, votó en contra de esa decisión al declarar que prefería liberar presos palestinos para Abbas que para Hamas.

 

Asimismo, el Jerusalén Post citó a un jefe de la Agencia Israelí de Inteligencia (Shin Bet) quien consideró que la excarcelación desmotiva a sus agentes, pues “trabajan día y noche por capturar y neutralizar a terroristas, y todo su esfuerzo se va en un instante”.

 

Tales posturas son coherentes con el razonamiento predominante entre líderes políticos israelíes, incluso los que forzados por presiones internacionales procuran mostrar tolerancia y disposición a hallar un arreglo al conflicto más complejo del Medio Oriente.

 

De hecho, las movidas de Tel Aviv ocurren una semana después de que Olmert propuso a Abbas un acuerdo de paz en el que Israel se anexaba un 7,3 por ciento de Cisjordania y retenía los polémicos asentamientos de Male Adumin, Gush Etzion y otros que rodean Jerusalén.

 

A cambio, el estado hebreo cedería el equivalente de un 5,4 por ciento de territorio en el desierto del Negev y compensaría un dos por ciento con una vía que enlazaría a Gaza con la Ribera Occidental.

 

Para colmo, los israelíes exigían que el futuro estado palestino careciera de ejército, además de que se negarían a reconocer el derecho de retorno de los cuatro millones de refugiados palestinos, y obviaron referirse a Jerusalén, que consideran “eterna e indivisible”.

 

Lo innegable para muchos palestinos residentes en Gaza es que en vísperas de comenzar el curso escolar en septiembre, el bloqueo israelí a ese enclave ya no solo provoca escasez de alimentos, medicinas y otros bienes, sino también de útiles y uniformes.

 

Lunes 18 de Agosto de 2008.

EL ASEDIO DE GAZA: ISRAEL UTILIZA LOS MÉTODOS DE HITLER CONTRA LOS PALESTINOS

 

Por Suzanne Weiss, La Estrella palestina / Taric Islamic Centre / Rebelión

Este texto es la ponencia presentada por la colaboradora de Socialist Voice Suzanne Weiss en un encuentro conjunto de defensores de los derechos palestinos musulmanes y judíos en el Taric Islamic Centre (www.taric.org) de Toronto 14 de junio de 2008.

 

Este inspirador encuentro trata de tender la mano a las comunidades judías y musulmanas, de ayudar a entender el conflicto en Oriente Próximo. Gracias por el honor de invitarme a participar en él.

 

Mi vida ha estado modelada por el Holocausto judío bajo Hitler. Mi madre murió en Auschwitz y yo escapé por muy poco a ese mismo destino fatal. Como muchas otras personas he tratado de resistir a las fuerzas de la guerra y de la opresión que vimos en el nazismo y que todavía perduran. Hemos logrado victorias, como la destrucción del apartheid en Sudáfrica.

 

Pero hoy vemos que los métodos del nazismo se emplean contra los palestinos con el objetivo último de exterminarlos como pueblo. Y este horror se justifica haciendo referencia a las víctimas del Holocausto. ¡Qué enorme mentira!

 

Israel es quien utiliza métodos del nazismo para oprimir a los palestinos. Mientras tanto, la lucha de resistencia palestina permanece como una continuidad de las resistencias de mi pueblo y de otros pueblos en Europa contra el nazismo.

 

El objetivo fundamental del Holocausto nazi fue la limpieza étnica: liberar Alemania y todos los territorios que ocupaba del todo el pueblo judío. Los nazis se plantearon expulsar de Europa al pueblo judío, pero al no encontrar la manera de hacerlo decidieron matarlos a todos. Se sacó a los judíos de sus casas, se les robaron sus posesiones, los apiñaron en ghettos y millones de ellos fueron enviados a la cámara de gas.

 

El Holocausto es uno de los acontecimientos históricos mejor documentado de todos los tiempos. Los nazis fueron metódicos (contaron a sus víctimas y mantuvieron registros meticulosos de ellas). En la ciudad polaca de la que mi familia era originaria, Piotrkow, había 30.000 judíos. Sólo sobrevivieron cien. En el tren que llevaba a mi madre a Auschwitz había mil judíos de los cuales sólo sobrevivieron diez. No se niega la verdad este deplorable capítulo de la historia humana.

 

Otro hecho histórico que no se puede denegar es la Nakba, la catástrofe que los sionistas infligieron a los palestinos en 1948. La idea básica era la misma: la limpieza étnica. Desposeer a los palestinos y expulsarlos de sus casas y de sus tierras. El objetivo de los sionistas no era matar a todos los palestinos, sino matar sólo a los suficientes como para expulsarlos y apoderarse de su tierra.

 

Los historiadores sionistas inventaron una historia de un “voluntario” éxodo masivo de cientos de miles de palestinos que, según dicen los sionistas, habían decidido abandonar temporalmente sus hogares y sus pueblos para dejar libre el camino a los ejércitos árabes invasores. Esto es una mentira descomunal. Es tan deshonesto y tan absurdo como las historias de Hitler acerca de cómo los judíos supuestamente iniciaron la Segunda Guerra Mundial. De hecho la expulsión de los palestinos empezó en 1948 en condiciones de paz.

 

Los sionistas y sus aliados desplazaron a cientos de miles de palestinos, les robaron sus tierras que tradicionalmente habían dedicado a la agricultura y los dejaron sin hogar. Lo hicieron con la ayuda de asesinatos masivos.

 

El objetivo de los sionistas era eliminar a palestina de la familia de las naciones del mundo. Esperaban que el mundo olvidara que alguna vez había existido el pueblo palestino. Ésta es la “solución final” sionista para los palestinos.

 

Esto es también una forma de genocidio y hoy en día continúa.

 

Déjenme contarles algunas de las cosas que los nazis hicieron en Piotrkow, la ciudad polaca de donde era mi familia. Les parecerá que es muy similar a lo que hoy ocurre en Gaza y Cisjordania.

 

La GESTAPO alemana y sus aliados expulsaron a los judíos de Piotrkow de la sociedad y los confinaron en un ghetto rodeado de un muro inmenso. La idea era mantener en la ignorancia [de lo que ocurría] a las personas que estaban a ambos lados del muro, segregar a los leprosos, los judíos, de manera que los nazis pudieran cometer sus acciones asesinas en secreto.

 

Dentro del ghetto se privó a los judíos de lo esencial para vivir y se les impidió entrar o salir. Eran hostigados y humillados en los checkpoints. Miles de ellos fueron asesinos de manera arbitraria, incluidos niños inocentes.

 

El ghetto de Piotrokov creció y cada vez se superpoblaba más a medida que judíos de otras ciudades eran enviados a apiñarse en él. Las condiciones del ghetto se deterioraron. Las casas estaban extraordinariamente superpobladas y las condiciones sanitarias eran muy malas. Se empezaron a propagar epidemias.

 

Dentro del ghetto había un gobierno y una policía judíos, pero estaban controlados por las autoridades nazis. Algunos dirigentes judíos, incluido un miembro de mi familia, Yakov Berliner, organizaron la resistencia, pero se les dio caza y fueron ejecutados.

 

Esto resulta muy familiar para cualquiera que conozca las condiciones actuales de palestina.

 

Hoy la inmensa mayoría de los palestinos han sido desposeídos de sus tierras y expulsados de ellas. En la ocupada palestina la gente está confinada en pequeños enclaves, rodeados de altos muros y de checkpoints intimidantes. Los palestinos son humillados, incluso se les obliga a arrastrarse desnudos. Gaza se parece a los ghettos de Hitler. Los palestinos están encerrados y privados de las necesidades vitales.

 

Existe una Autoridad palestina, pero su poder está limitado por los sionistas. La policía palestina, adiestrada por los enemigos de su pueblo, incluido el gobierno canadiense, suelen reprimir a la población. Los palestinos sufren una persecución y una humillación permanentes. No pueden ganarse la vida y tiene que padecer una pobreza que amenaza sus vidas.

 

Los palestinos sufren ataques arbitrarios y no provocados, la demolición y el bombardeo de sus casas y de sus pueblos. Se da caza y se ejecuta a los dirigentes de la resistencia palestina.

 

En Gaza los palestinos han sido capaces de mantener un gobierno establecido por medio de unas elecciones libres. Por este crimen han sido situados bajo asedio y bombardeados.

 

El vice-ministro de Defensa de Israel, Matan Vilnai, ha lanzado una terrible amenaza contra el pueblo de Gaza. Los jóvenes palestinos utilizan los únicos medios de defensa de los que disponen. No son comparables a las bombas y los tanques que destruyen su sociedad. El pueblo palestino tiene el derecho inalienable a defenderse a ellos mismos, de defender su tierra y sus propiedades por cualquier medio que puedan, incluido por medio de su gobierno elegido democráticamente, Hamas. Sin embargo Vilnai ha dicho que si se intensifica el lanzamiento de cohetes artesanos “atraerán sobre ellos (los palestinos) un holocausto mayor porque nosotros utilizaremos todo nuestro poder para defendernos”.

 

Un holocausto mayor: la referencia a las acciones de Hitler es evidente. Esto significa que tratará de borrar físicamente del mapa a la población de Gaza.

 

Fuerzas poderosas han tratado de borrar el crimen cometido contra los palestinos de la memoria pública del mundo. Pero el pueblo palestino ha sobrevivido y su resistencia continúa, con la simpatía de pueblos de todo el mundo. La verdad acerca de los crímenes cometidos contra los palestinos no se puede silenciar.

 

Los sionistas emplean mal el recuerdo del Holocausto para alimentar y justificar nuevas guerras en Oriente Próximo. Esto es un crimen contra la memoria de mi familia y de otras víctimas judías bajo Hitler.

 

Lo sionistas actúan con un fuerte apoyo de Estados Unidos, que tiene sus propias razones criminales para ver a los palestinos derrotados. Los sionistas quieren su exclusivo Estados judío, y quieren que se expanda y domine la zona. Estados Unidos, con el apoyo de Ottawa, quiere el petróleo y otros recursos, quiere controlar todo Oriente Próximo. Esta es la razón por la llevan a cabo una guerra contra Irak y Afganistán, y están amenazando a Irán.

 

Estar en contra del gobierno de Israel no es antisemita. Debemos defender la justicia y la humanidad. Nos oponemos al sistema del sionismo que oprime a un pueblo, los palestinos. Y pone en peligro a otros, a los judíos israelíes, al tiempo que condena a estos últimos al odio del mundo.

 

Si prevalece el crimen contra los palestinos, esto significaría que ha triunfado el espíritu de Hitler. Para ser fieles a la memoria de las víctimas del Holocausto y de todas las víctimas de Hitler debemos defender a los palestinos.

 

Debemos unirnos a su lucha de resistencia para recuperar su tierra. Podemos hacerlo aquí, en Canadá.

 

Necesitamos una campaña unitaria por la paz y la justicia para palestina, por una sociedad en la que todos los habitantes, judíos y palestinos, tengan igual voz e iguales derechos. Todos los palestinos expulsados de su país deberían tener derecho a retornar a él.

 

Durante la época de Hitler los gobiernos del mundo apoyaron en silencio estos crímenes contra el pueblo judío, incluyendo el gobierno canadiense que se negó a aceptar a inmigrantes judíos que huían del Holocausto. Hoy no podemos permitir el silencio en torno a los crímenes perpetrados contra el pueblo palestino. Debemos exigir justicia desde nuestros propios gobiernos.

 

Pertenezco a “Not in Our Name (NION): Jewish Voice Against Zionism” [“No en Nuestro Nombre: Voz Judía contra el Sionismo”] y también estoy con la Coalition Against Israeli Apartheid (CAIA) [“Coalición contra del Apartheid Israelí”] [1]. Estas organizaciones apoyan el derecho palestino a retornar y a recuperar su tierra. Hacen un llamamiento al boicot, las desinversiones y las sanciones contra las políticas de apartheid israelíes.

 

Llegará el día en que caerá el Muro del Apartheid y veremos la liberación de los palestinos. Será un nuevo día para la libertad de todos nosotros en todo el mundo.

 

Trabajemos juntos por ese día de liberación.

 

¡Libertad para los palestinos!

 

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

 

[1] Not in Our Name: Jewish Voices Opposing Zionism Coalition Against Israeli Apartheid

¡QUÉ FÁCIL ES DESPRENDERNOS DE NUESTRA RESPONSABILIDAD SOBRE GAZA!

¡QUÉ FÁCIL ES DESPRENDERNOS DE NUESTRA RESPONSABILIDAD SOBRE GAZA!

 

Viernes 08 de Agosto de 2008.

¡QUÉ FÁCIL ES DESPRENDERNOS DE NUESTRA RESPONSABILIDAD SOBRE GAZA!

 

Por Orit Lavnin-Dgani, www.nrg.co.il/online / Rebelión (Traducción de J.M.)

El barco de los activistas por los derechos humanos que llega a Gaza no es una expedición para salvar a Hamas -es para salvar la vida de los palestinos. Respuesta a Ben Dror Iamini.

 

En su artículo “Vísperas (ó libertad) del barco del odio que salvará a Hamas”, Ben Dror Iamini menciona el apoyo de Hedí Epstein, sobreviviente del Holocausto de 84 años de edad, integrante de la travesía de ese barco. “El barco que apoya el régimen asesino” (de Hamas) así denomina Iamini a la embarcación, después de describir detalles espantosos del régimen, como por ejemplo llenar de gas el cuerpo de sus opositores. Extraño, él escribe, que una mujer que sobrevivió a las cámaras de gas apoya un régimen que elimina compatriotas con gas. Como hija de sobrevivientes deseo exponer la relación que veo entre la biografía de la Sra. Epstein y su activismo.

 

Pero en principio, es necesario contar el objetivo de esta navegación, que no tiene nada que ver con el apoyo al régimen de Hamas. Los dos barcos emprendieron la tarea con el objetivo de intentar y romper el cerco cerrado sobre la Franja de Gaza, en la cual viven 1.400.000 mil seres humanos a los cuales se les impide los derechos humanos elementales tales como salud, asistencia y bienestar económico. Las personas que están en la cubierta, activistas en derechos humanos y ayuda humanitaria, fueron voluntarios por años en Gaza y también en la Cisjordania, hasta que el estado de Israel les impidió la entrada a esos lugares.

 

Me entristece la ramplona descripción de Iamini sobre Hamas, como si fuera el reino del terror. Es muy fácil así dividir el mundo entre buenos y malos. Demasiado fácil. Pero sí estoy convencida que el malvado no está solamente en Hamas, así como tampoco solamente entre los nazis. El potencial malvado se encuentra dentro de cada uno de nosotros. Tuvimos una dolorosa muestra en el año 1961, en el experimento que llevó a cabo Stanly Milgram y en el cual participaron jóvenes estudiantes de la universidad de Yale que dieron a personas desconocidas por ellos golpes de electricidad de un potencial de 315 voltios suficientes para matar un ser humano. No eran ni musulmanes ni tampoco ignorantes de ideas. Eran blancos, judíos y católicos., que en nombre de obediencia a órdenes superiores accedieron a pasar corriente eléctrica frente a sus ojos. Iban viendo a los interrogados desfallecer, escucharon sus gritos, aún así siguieron, porque así les ordenaron y ellos obedecieron (los católicos fueron más obedientes que los judíos)

 

Antes de llamar a los activistas por los derechos humanos hipócritas ó partícipes de sectas diabólicas, como lo hace Iamini en su artículo, invito a cada uno de nosotros que se pregunte si habría estado dentro del 35% que se negó a obedecer la orden, ó entre la mayoría de los participantes y que en nombre de la ciencia, da golpes de electricidad fatales a otros seres humanos.

 

NO BUSCAR EXCUSAS

Si el accionar de Hamas no es aceptable, no podemos hacer otra cosa más que lamentarnos por la forma en que las personas deciden dirimir sus conflictos. Pero en principio nuestra responsabilidad es examinarnos a nosotros mismos. Cómo dirimimos el conflicto con los palestinos, ¿acaso no con fuerza y más fuerza?, ¿acaso no con todo tipo de medios extremos y obsoletos, incluyendo el estrangulamiento de poblaciones civiles? Y en general, ¿Cuándo estuvimos por última vez en Cisjordania? ¿Quién de nosotros, que habitamos el occidente de la línea verde, sabemos cómo se vive la ocupación?

 

Si habríamos estado en Gaza veríamos un modelo de ocupación sin presencia. Una especie de patente mundial de estar afuera pero ahorcar adentro. Quien eligió estar a bordo de uno de los barcos que navegan hacia Gaza, y entre ellos también la Sra. Epstein, saben lo que nosotros nos negamos a saber: que Israel continúa gobernando Gaza a pesar de haber declarado la desocupación física. Que Israel impone a la Franja una política de estrangulamiento económico, sanitario y espiritual.

 

Me uno a la Sra. Epstein y sus compañeros de navegación que desean que no olvidemos y que no nos escabullamos del crimen que ocurre en Gaza y que debe finalizar; que le imponen a Israel tomar la responsabilidad que le cabe sobre lo que ocurre en Gaza, sin buscar excusas y sin decirnos, como siempre, qué malos son los demás.

 

Jueves 07 de Agosto de 2008.

NI’LIN: LA HISTORIA DE UN PUEBLO QUE LUCHA POR SOBREVIVIR

 

Por Mireia Gallardo Avellan*, Revista Pueblos

La historia de Ni’lin es una historia de desposesión in crescendo. Los residentes de este pequeño pueblo agrícola perdieron gran parte de sus tierras en la guerra del 1948. Después de la Guerra de los Seis Días del 1967, Israel aprovechó la ubicación del pueblo, ya que se encuentra cerca de la Línea Verde, y empezó a confiscar las tierras a los palestinos para establecer colonias judías.

 

Primero fueron setenta y cuatro dunums los que fueron expropiados con el objetivo de establecer la colonia judía de Shilat. Más tarde se confiscaron otros 661 dunums, estableciendo el asentamiento judío de Mattityahu. En el año 1985, 934 dunums fueron confiscados para construir la colonia de Hashmona’im y, seis años más tarde 274 dunums fueron confiscados para construir el asentamiento de Mod’in Illit. Finalmente, en el año 1998, más de 20 dunums fueron ocupados por parte de los colonos judíos, estableciendo la colonia de Menorah. Sumando la superficie de todas estas colonias judías juntas, vemos que más del 13 por ciento de la tierra de Ni’lin ha sido expropiada por parte del Estado de Israel para la expansión de sus asentamientos, ilegales, en Cisjordania.

 

En el año 2002 Israel empezó a construir el Muro de Anexión o del Apartheid, declarado ilegal por parte del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya. Recientemente, han empezado las obras de construcción del Muro cerca del pueblo de Ni’lin; si se llega a completar su construcción, 2.500 dunums, aproximadamente el 20 por ciento de la tierra que poseen los palestinos de Ni’lin, será confiscada.

 

Esta vez, sin embargo, los residentes de Ni’lin han dicho basta a las agresiones que sufren constantemente por parte del Estado de Israel, los colonos ilegales judíos y las Fuerzas de Ocupación. A principios del mes de mayo, los propios residentes del pueblo lanzaron una campaña popular para frenar la confiscación de sus tierras y, a pesar de las amenazas brutales por parte de las Fuerzas de Ocupación israelíes de parar la revuelta popular (que han incluido varios toques de queda, tiroteos que han dejado más de 200 heridos y hasta un menor de Ni’lin muerto) los palestinos no están dispuestos a rendirse y dejar la lucha por sus tierras. Este no es un hecho para nada insignificante ya que pocas veces se ha dado el caso de que un pueblo entero se haya unido para luchar, diariamente, por sus derechos con actos de desobediencia civil, particularmente cuando hay que enfrentarse a respuestas y agresiones violentas por parte de Israel.

 

Los acontecimientos que se suceden en Ni’lin también nos proporcionan los ingredientes perfectos para una buena historia. Durante los tres primeros días de toque de queda, no se permitió que las ambulancias entraran en el pueblo; el cuerpo de un residente fallecido fue guardado 4 horas en la entrada del pueblo, hasta que las Fuerzas de Ocupación permitieron que los familiares pudieran recogerlo y llevárselo para el entierro. Una mujer embarazada no pudo salir de Ni’lin y llegar al hospital para dar a luz, de manera que se vio forzada a tener el bebé en su propia casa. Un menor de tan sólo 12 años de edad fue secuestrado durante dos días por parte de los soldados israelíes. Los ancianos del pueblo han recibido golpes por parte de las Fuerzas de Ocupación y muchos residentes sufren heridas de gravedad debido a los continuos tiroteos.

 

Deberíamos preguntarnos por qué la mayoría de los medios de comunicación no están cubriendo debidamente la campaña de revuelta popular en Ni’lin. La razón es bien simple: si los medios de comunicación cubriesen la lucha popular de Ni’lin por parte de sus residentes, se rompería la percepción estereotipada del conflicto entre israelíes y palestinos, que tanto interesa mantener a las principales fuentes de información y a gran parte de la comunidad internacional. A diferencia de los ataques con excavadoras que se han vivido en Jerusalén, que refuerzan el entendimiento penetrante del conflicto, los acontecimientos en Ni’lin destapan una realidad mucho más compleja. La historia de Ni’lin no implica a palestinos que cometen “actos terroristas” contra la sociedad israelí, sino que implica actos populares y de resistencia civil pasiva contra la represión despiadada y agresiva por parte de Israel y sus Fuerzas de Ocupación.

 

Otro aspecto de Ni’lin que va en contra de los estereotipos existentes sobre el conflicto, es que no hay un confrontación directo entre israelíes y palestinos, más bien hay un número considerable de activistas israelíes e internacionales que apoyan los actos de resistencia de la población palestina para frenar las excavadoras militares que amenazan en destruir sus tierras. Parte de los heridos a lo largo de la campaña popular son activistas israelíes.

 

La historia de Ni’lin es, en otras palabras, la historia de una gente colonizada que se resiste a la colonización. Esta no es justamente la manera más frecuente de retratar, por parte de los medios de comunicación, el conflicto entre israelíes y palestinos y no parece ser que estén interesados en cambiar su punto de vista y la imagen que se quiere dar del conflicto. La campaña histórica en Ni’lin (así como muchas otras campañas de resistencia pasiva no violentas contra la ocupación, en lugares como Bi’lin o Al Ram) todavía necesitan un tiempo para que dejen huella.

 

* Mireia Gallardo Avellan es delegada de Paz con Dignidad en palestina

 

Miércoles 06 de Agosto de 2008.

LA LUCHA CONTRA LA SILENCIOSA LIMPIEZA ÉTNICA DE JERUSALÉN: LOS PALESTINOS SE ENFRENTAN A UN SINFÍN DE

DEMOLICIONES DE SUS CASAS POR PARTE DE ISRAEL

 

Por Jonathan Cook, Counterpunch

Una llamada de un vecino avisándole de que corriera a la casa que casi había acabado de construir despertó al alba a Nader Elayan. Cuando llegó era demasiado tarde: un buldózer estaba echando abajo las paredes. Más de cien guardas de seguridad israelíes contenían a los vecinos.

 

La demolición, que se llevó a cabo hace cuatro años, dejó a Nader Elayan, a su mujer, Fidaa, ahora embarazada, y a sus dos niños pequeños sin más lugar para vivir que una habitación en la ya abarrotada casa de su hermano. Es la única tierra que posee y ha invertido todos los ahorros en construir la ahora demolida casa.

 

En los últimos años dos docenas de otras familias del pueblo palestino de Anata, a las afueras de Jerusalén este, han compartido el mismo destino que Nader Elayan. Otros cientos más de familias tienen órdenes de demolición pesando sobre sus casas. “No se ha concedido el permiso para construir una casa ni a una sola persona de mi barrio”, dice Nader Elayan, de 37 años.

 

El problema de la demolición de casas afecta a los palestinos de todos los territorios ocupados. Pero según Hatem Abdelkader, un asesor de Salam Fayyad, el primer ministro palestino, la situación es particularmente grave en la zona de Jerusalén este.

 

Indicó que el resultado de la política de Israel de denegar los permisos de construcción a muchos de los 250.000 palestinos de Jerusalén este ha sido la clasificación de 20.000 casas de la ciudad como ilegales desde que empezó la ocupación en 1967. Sólo el año pasado el ayuntamiento de Jerusalén emitió más de mil órdenes de demolición de “viviendas ilegales”. Se cree que tres de cada cuatro casas palestinas en la ciudad están construidas sin permiso.

 

“La construcción ilegal es simplemente un pretexto para destruir las casas y las vidas de las familias palestinas”, afirma Ges Harper, director del Comité Israelí contra la Demolición de Casas (ICAHD, por sus siglas en inglés).

 

“Las demoliciones forman parte de una política de detener la expansión natural de las comunidades palestinas dentro y alrededor de Jerusalén liberando la máxima cantidad de tierra para el uso de los colonos israelíes”, continúa Harper. “Las demoliciones aumentan la presión sobre los palestinos para que se muden a Cisjordania, de manera que al hacerlo pierden sus derechos de residencia en la ciudad”.

 

En un acto de rebeldía la organización de Harper y 40 voluntarios internacionales ayudaron a la familia Elayan a reconstruir su casa en un intento de atraer la atención sobre lo que el Comité llama la “silenciosa limpieza étnica” de Jerusalén este. El trabajo se llevó a cabo durante un campamento de verano de dos semanas de duración financiado por el gobierno español. Madrid también pagó la estancia de los 18 voluntarios españoles.

 

“Es la primera vez que un gobierno apoya la reconstrucción de una casa palestina ‘ilegal’ demolida por las autoridades israelíes,” afirma Harper.

 

La cuestión de la demolición de casas vuelve a estar de actualidad ahora después de dos incidentes independientes sucedidos en julio en los que dos palestinos, ambos residentes en Jerusalén, circularon por la ciudad en un buldózer arrasando lo que encontraban a su paso. Mataron a tres israelíes y dejaron a otros muchos más. Aunque a ambos palestinos los mataron en el lugar de un tiro, los altos cargos israelíes, incluyendo a Ehud Barak, ministro de Defensa, están pidiendo la demolición de sus casas, lo que dejaría a sus familias sin hogar, para disuadir a otros de hacer lo mismo.

 

Esta destrucción punitiva de casas acabó en 2005 por la amenaza de recusaciones legales, pero no antes de que 270 casas fueran arrasadas “por razones de seguridad” durante el primer año de la Intifada.

 

Sin embargo, según Harper, el uso de las demoliciones contra palestinos acusados de construcción ilegal es un problema mucho más importante. “Calculamos que al menos se han destruido 18.000 casas durante las cuatro décadas de ocupación”.

 

De hecho Harper cree que es posible que el número real de casas demolidas sea el doble de las cifras oficiales. Muchas demoliciones no están registradas y las hacen los propios palestinos por temor a las fuertes multas que se les imponen cuando el ejército israelí emite la orden de demolición.

 

“La mayoría de las demoliciones son de edificios de varias plantas que son el hogar de varias familias, lo que significa que mucho más de 100.000 familias palestinas pueden haberse quedado sin hogar debido a las políticas administrativas israelíes”, afirmó.

 

Desde que se fundó hace una década, el Comité Israelí contra la Demolición de Casas ha reconstruido 150 casas palestinas como parte de su campaña para llamar la atención de los judíos israelíes y de la comunidad internacional sobre el problema de la demolición de casas. Ha sido una batalla muy difícil, dice Harper. La Unión Europea, que ha mejorado recientemente sus relaciones con Israel, anunció este mes la retirada de su financiación al ICAHD.

 

Pero el campo de trabajo de este año puede que haga un poco más difícil que se sigan demoliendo casa en Anata, opina Harper: “una cosa es destruir una casa construida de manera supuestamente ilegal por un palestino y otra destruir una construida con dinero proporcionado por el gobierno español”.

 

Harper también cree que al presentar estos grupos como campamentos de verano de voluntarios de la causa palestina puede hacer que empiece a cambiar la percepción del público.

 

Alonso Santos, un estudiante de arquitectura madrileño de 21 años, afirmó que había aprendido mucho al ver de primera mano la vida palestina bajo la ocupación.

 

“Se me abrieron los ojos al darme cuenta de que los principios de planificación urbanística que nos enseñan en la universidad los estaban usando los israelíes pero exactamente con el propósito contrario del habitual. Las normas de planificación aquí están diseñadas no para mejorar la vida de los palestinos sino para hacérselas más miserables”.

 

Los voluntarios se alojaron el un centro de paz situado en Anata y levantado en el lugar donde estaba la casa de Salim Shawamreh, que fue demolida cuatro veces por las autoridades israelíes. Conocida como la Casa Arabiya, por el nombre de la mujer de Shawamreh, uno de los lados del edificio está decorado con un mural que describe la muerte de Rachel Corrie, una pacifista estadounidense, por un buldózer israelí que había estado demoliendo casas en Gaza.

 

“Imagine que sus hijos se van por la mañana al colegio y cuando vuelven más tarde se dan cuenta de su casa, todo su mundo, ha desaparecido mientras estaban fuera”, dijo Shawamreh. “Eso les ocurrió a mis hijos cuatro veces. Es de una crueldad que no se puede expresar con palabras”.

 

Shawamreh, cuya familia eran refugiados de 1948 procedentes del norte de Negev, dijo que el ICAHD y él habían creado el centro de paz para llamar la atención sobre las difíciles condiciones de vida de los palestinos de Anata. Hoy la casa esta bajo la vista de una comisaría de policía situada en el valle, que es parte del futuro crecimiento de un enorme asentamiento judío, Maale Adumum, que los palestinos y los grupos de derechos humanos israelíes creen que está dividiendo en dos Cisjordania.

 

El centro de paz también está cerca tanto del serpenteante trazado del muro de separación israelí y de una nueva carretera de circunvalación (que forma parte de lo que se considera un sistema de carreteras de apartheid) que se está construyendo para garantizar que los colonos judíos pueden conducir separados de los palestinos por toda Cisjordania.

 

La Casa Arabiya tiene un aplazamiento temporal de demolición mientras los tribunales israelíes determinan su estatus.

 

Harper afirma que los jueces son reacios a confirmar la orden de demolición porque su grupo ha amenazado con llevar el caso ante el Tribunal Internacional de Justicia si el veredicto es contrario a la casa.

 

Jonathan Cook es un periodista y escritor que trabaja en Nazareth. Sus últimos libros son Israel and the Clash of Civilisations: Irak, Irán and the Plan to Remake the Middle East (Pluto Press) y Disappearing Palestine: Israel’s Experiments in Human Despair (Zed Books).

 

Este artículo fue publicado originalmente en The National (http://www.thenational.ae), publicado en Abu Dhabi.

 

Lunes 04 de Agosto de 2008.

UNA ENTREVISTA CON JEFF HALPER:

“QUEREMOS ABRIR UNA BRECHA PERMANENTE”

 

Por Sophia Deeg, Junge Welt / Rebelión (Traducción de Luis Montilla)

Ges Harper es profesor de antropología. En 1997 fue cofundador del “Comité Israelí Contra la Destrucción de Casas” (ICAHD) en Jerusalén, institución que coordina hoy en día. Es uno de los participantes en el viaje solidario de Chipre a Gaza.

 

- Se está usted preparando para el viaje de Chipre a Gaza y habla también de una bolsa impermeable para su cuaderno de notas. ¿Qué es lo que esperan cuando se vayan acercando a Gaza?

 

- Es difícil de decir. La marina israelí ha manifestado que no nos va a dejar entrar en Gaza. Puedo imaginarme que en cuanto nos acerquemos a la costa, abordarán nuestros dos barcos y si es posible, con las armas por delante, obligarán al capitán a cambiar el rumbo de nuevo hacia Chipre.

 

- Si no consiguen alcanzar Gaza, ¿qué es lo que esperan de la acción?

 

- Lo bonito de la resistencia pacífica es que siempre gana. Ya es un éxito que nos pongamos en marcha con esta acción política. En lo referente a Gaza, se habla casi siempre solo en aspectos humanitarios o de ayuda humanitaria. Sin embargo no se trata de una crisis humanitaria, sino mucho más de una crisis política. La crisis humanitaria es un síntoma de la crisis política. No se trata de una hambruna en el “Tercer Mundo” sino de una crisis intencionada y conscientemente provocada. Queremos romper el cerco de Gaza, llamar la atención al mundo de que ese cerco existe, de que es ilegal y de que es una parte más del proceso de ocupación.

 

- ¿Qué se puede hacer en Alemania y en Europa a favor de la resistencia de los palestinos e israelíes contra la ocupación?

 

- Preocuparse de que la gente esté informada, de que no sigan siendo indiferentes. Está comenzando a tomar forma un movimiento que se parece al movimiento antiapartheid. Es sólo el comienzo, pero estoy convencido de que crece permanentemente. Por ejemplo, el sindicato canadiense de carteros ha decidido no distribuir más correo israelí en Canadá. Si queremos conseguir algo debemos tener ideas en las que nosotros como consumidores, como sindicalistas o como intelectuales podamos ejercer una presión eficaz a través de un boicot cultural a Israel, de un boicot deportivo, etc. Existen muchas posibilidades para las que no necesitamos a los gobiernos. Podemos llevar nosotros mismos a la práctica sanciones contra la política de Israel. Si esto ocurre masivamente, en algún momento se arrastrará a los gobiernos.

 

- Usted ha publicado recientemente el libro “An Israeli in Palestine- Resisting Dispossession. Redeeming Israel” (“Un israelí en palestina. Resistir las ocupaciones. Redimir a Israel”) ¿Qué le motivó como activista para escribirlo?

 

- Es importante estar en el sitio y ejercer allí una resistencia activa. Pero no es suficiente. Sólo el activismo no derrotará a la ocupación. Se debe hacer también un análisis que permita explicar a un gran público en que consiste exactamente el problema. En este conflicto es Israel el más fuerte de los contendientes y en ese sentido debemos efectuar una interpretación. El modelo interpretativo por el que Israel es una víctima del terrorismo falla en la causa. Israel es ante todo la fuerza ocupadora y por lo tanto, también el principal responsable. Sobre la base de cambiar el modelo interpretativo podemos desarrollar razonablemente campañas y actividades. He intentado en el libro hacer eso que yo como activista en primera línea, he aprendido, en conexión con un análisis más amplio. Al final del libro hago un par de propuestas sobre la dirección en la que podemos continuar trabajando para poner en marcha un movimiento contra la ocupación a nivel mundial y que sea efectivo, un movimiento parecido al movimiento antiapartheid.

 

- ¿Cómo se presentan los próximos días y semanas?

 

- Los participantes en el viaje llegan poco a poco a Chipre. Así que tenemos todavía un par de días para prepararnos para situaciones concretas, para dar una vuelta por los barcos, etc. El 5 de agosto partimos. Para ahorrar carburante para nuestros medios de comunicación, etc., iremos a vela. Supuestamente, necesitamos dos días para llegar a Gaza. Entonces nos quedaremos algunos días allí. Sin embargo lo que quiero destacar muy especialmente es que todo esto no es cualquier acción simbólica, un asunto puntual. Porque si sale bien, el hecho de llegar a Gaza y romper el cerco, significará entonces que hemos roto realmente el cerco. Queremos abrir una brecha permanente a través de la cual los habitantes de Gaza puedan estar de nuevo unidos con el mundo.

 

- ¿Se les espera realmente en Gaza?

 

- Sí, claro. Vamos por la invitación de una gran cantidad de organizaciones de Gaza, por supuesto no nos autoinvitaríamos a ir. Toda la iniciativa esta acordada con la gente de allí. También por eso es tan significativa.

 

Domingo 03 de Agosto de 2008

UN CIERRE TARDÍO PARA EL FRACASO DE LA GUERRA DEL LÍBANO

EL LARGO ADIÓS DE OLMERT

La demorada decisión de Olmert no da lugar a un recambio inmediato, sino que abre lo que puede convertirse en una larga transición. Kadima no tiene la fuerza necesaria como para retener el poder sin alianzas con el centroderecha.

 

Por Sergio Rotbart

Desde Tel Aviv

El por muchos, esperado anuncio del premier Ehud Olmert, en el sentido de que no se presentará como candidato en las próximas elecciones internas de su partido, Kadima, implica el final de su liderazgo y, por ende, el inicio de la transición hacia un nuevo gobierno. La decisión es vista en Israel como una culminación tardía de la guerra del Líbano librada en 2006. Si los magros “resultados” de esa contienda militar no provocaron entonces la renuncia de Olmert, como ocurrió en el caso del entonces ministro de Defensa, Amir Peretz, y del jefe del ejército, Dan Halutz, la culminación de los dos años de supervivencia política, en un clima de desconfianza pública inaudito, ha sido precipitada por los numerosos escándalos de corrupción en que el primer ministro ha estado involucrado en las últimas semanas.

 

La demorada decisión de Olmert, sin embargo, no da lugar a un recambio inmediato, sino que abre lo que puede convertirse en una larga transición. Esto es así dado que los dos candidatos más probables a reemplazar al actual premier como líder del partido de gobierno, la canciller Tzipi Livni, y el ministro de Transportes, Shaul Mofaz, no tienen garantizado el apoyo parlamentario necesario para sostener la continuidad, tras el recambio de su cabecera, del gobierno de Kadima. Sin el sostén sustancial de uno o varios partidos socios, la fuerza política creada por Ariel Sharon carece de la capacidad de dirigir el país. Y es esta debilidad estructural la que explica la brecha existente entre su imagen pública de partido de centro, moderado, y sus alianzas con sectores de derecha que condicionan su margen de ejecución de programas y promesas preelectorales atractivas. Así, a modo de ejemplo, ya en el 2006 la prometida retirada de los asentamientos judíos en Cisjordania fue rápidamente reemplazada por la aventura bélica en el Líbano, el cerco y embargo absolutos de la Franja de Gaza y la escalada de la tensión en las relaciones con Irán. Con esa línea militarista es razonable identificar a Shaul Mofaz, lo que explica su mayor probabilidad para formar una coalición gubernamental con sectores de derecha como el partido Shas, Israel Beiteinu o los partidos ultranacionalistas que representan a los colonos de Cisjordania. Sin embargo, ante la opción de un llamado a nuevas elecciones, su potabilidad frente a una competidora como Livni es más que endeble.

 

La otra parte de la ecuación, lógicamente, indica que la actual canciller no tendría la virtud de asegurar la continuidad del gobierno de Kadima si fuera elegida como reemplazante de Olmert en las elecciones internas de ese partido, programadas para septiembre próximo. Se estima que Shas, un partido religioso de base popular pero cuya dirigencia se opone a “renuncias” territoriales como maniobra para conseguir mejores tajadas presupuestarias, se retiraría de la coalición en caso de que Livni ganara la disputa electoral en el partido gobernante. Su imagen moderada, apuntalada por el hecho de que es la responsable de las conversaciones con la dirigencia de la Autoridad palestina (AP) destinadas a llegar a un acuerdo basado en el principio de “dos estados para dos pueblos”, juega en su contra a la hora de negociar con los posibles socios parlamentarios. Pero, por el contrario, la favorecería si la transición se extendiera hasta la disolución del actual Parlamento (Knesset) y la realización de elecciones generales, en tal caso previstas para marzo de 2009.

 

La distancia que separa la dinámica partidaria interna, en la que prevalece la tendencia al nacionalismo intransigente, del imaginario público general, en el que habría mayoría a favor de una solución negociada con los palestinos, ha sido reflejada por las últimas encuestas. Un sondeo de opinión publicado el último viernes por el diario Haaretz arroja como resultado que, en caso de que las elecciones al Parlamento se efectuaran ahora, Tzipi Livni obtendría una mayoría de 26 mandatos, contra los 25 que cosecharía Benjamin Netanyahu. Así, por primera vez en varios meses, el líder del principal partido de la oposición, el Likud, perdería el primer puesto indiscutido a manos de la actual canciller. El logro contrasta –no está de más insistir– con la desventaja de Livni con respecto a Mofaz entre los 75.000 afiliados del partido de gobierno, y podría cambiar la relación de fuerzas entre ambos candidatos. Por otro lado, la misma encuesta señala que Shaul Mofaz no tiene chance siquiera de acercarse a los niveles de apoyo de los que goza Netanyahu en un comicio nacional, si éste se realizara actualmente.

 

Si este cuadro de situación se mantiene hasta fines de septiembre, cuando concluirán las elecciones internas de Kadima, sus consecuencias sobre el sistema político serían considerables. En primer lugar, el principal socio de la actual coalición gubernamental, el Partido Laborista, no se apresurará a generar un escenario que desemboque en nuevas elecciones, dado que en ningún caso supera los 17 mandatos (en el mejor de los casos) y su líder (y actual ministro de Defensa), Ehud Barak, apenas roza el 8 % del apoyo de los ciudadanos israelíes como candidato a próximo primer ministro. Se trata de casi un cuarto del respaldo favorable a Livni (22 %) y menos de un quinto del conseguido por Netanyahu (29 %). Este dato expresa la malograda intención del líder laborista por mejorar su reputación, ya que fue Barak quien impulsó a Olmert a dar un paso al costado cuando, en medio de las acusaciones por corrupción contra el premier, le planteó el ultimátum de llamado a elecciones internas de Kadima, pues de lo contrario provocaría la disolución de la Knesset. Pero tanto para los afiliados laboristas como para el grueso de la población, el tardío paso de Olmert no le dio al ministro de Defensa el fruto esperado. En cambio, sus consecuencias lo ubican hoy como el mayor perdedor de la jugada.

 

El balance entre la principal fuerza opositora y el principal socio de gobierno, favorable al Likud y contraproducente para el Partido Laborista, inducirá tanto a Barak como a Netanyahu, cada uno por separado, a invertir ingentes esfuerzos para que Shaul Mofaz sea coronado como sucesor de Ehud Olmert al frente de Kadima. Tal aspiración compartida por ambos líderes, además, se entiende mejor si se toma en cuenta que la mayoría del público prefiere claramente la convocatoria a elecciones antes que un nuevo viejo gobierno bajo la misma composición parlamentaria pero con un nuevo titular del partido dominante. En tal sentido, de acuerdo a los registros de opinión, gran parte de la sociedad expresó su alivio y alegría ante el anuncio del retiro efectuado por Olmert. Las noticias sobre las presuntas donaciones ilegales, las cuentas dobles en concepto de viajes al exterior aprovechados para fines personales y/o familiares, el dispendio de fondos públicos en hoteles y restaurantes de lujo, todas esas acusaciones contra el premier israelí terminaron por enterrar la poca misericordia que aún le prodigaban algunos círculos al avezado experto en supervivencia política.

 

Domingo 03 de Agosto de 2008

PASÓ ADELANTE LO DE ATRÁS

 

Por Juan Gelman

Las elecciones en EE.UU., los sucesos de Irak, las amenazas de guerra contra Irán empujaron a una orilla de la atención pública mundial un detalle no pequeño: Afganistán.

 

Un hecho lo ha devuelto a su antigua calidad de primicia: los talibán –casi barridos en dos meses a finales de 2001, un año y medio antes de la invasión de Irak– están causando allí más bajas norteamericanas que en Irak. En el mes de julio pasado, el número de militares estadounidenses caídos en Afganistán fue de 20 y de 11 en Irak (//icasualties.org/oif, 30-7-08). Hay actualmente 30.000 efectivos de EE.UU. a los que se suman otros 22.000 de la OTAN y, en conjunto, no pueden controlar la situación. Bastaron algunos centenares de comandos para derrocar al régimen talibán. La insurgencia es otro asunto.

 

El presidente Bush, los candidatos presidenciales Obama y McCain y los “halcones-gallina” de todo pelaje reclaman a gritos el incremento de tropas en Afganistán. Obama pidió 15.000 hombres más, el Pentágono habla de enviar 10.000, pero las condiciones del país, con zonas habitadas por tribus dispersas ingobernables y una extensa frontera con Pakistán de 2600 Km. mal vigilados, crean una paradoja: a más efectivos, más blancos para los talibán. Bien lo saben los soviéticos, que fueron derrotados y debieron retirar sus 100.000 soldados, casi el doble de los efectivos de la coalición aliada y el triple de los que el actual gobierno afgano podría desplegar. No pocos veteranos rusos de esa guerra sonreirán para sus adentros.

 

Es verdad que los talibán de entonces recibieron una robusta ayuda de EE.UU. en armas, dinero, inteligencia. Pero los soviéticos no conocieron los avances tecnológicos de la insurgencia: bombas sofisticadas al borde del camino, así como actos suicidas incesantes, otras fuentes de financiación y el empleo de nuevas tácticas a las que hoy debe hacer frente el ocupante. Grupos de hasta cien o más talibán no se limitan a emboscar y desaparecer: ahora reocupan aldeas y pueblos, sobre todo en el sur del país, y dan batalla frontal. Los bombardeos aéreos contra la insurgencia se han casi duplicado, como espejo de los ataques insurgentes: aumentaron un 52 por ciento en el primer semestre de 2008 en comparación con el mismo período del año anterior (www.cfr.org, 24-7-08).

 

También crece, desde luego, el número de civiles muertos bajo los cazas F-18 que no distinguen entre grupos guerrilleros y procesiones familiares que acompañan a una novia a encontrarse con su futuro esposo. El 6 de julio pasado, 47 hombres, mujeres y niños fueron así muertos y los sobrevivientes esperan todavía los resultados de la eventual investigación prometida por los mandos estadounidenses. Es la cuarta vez que sucede y esto no contribuye precisamente a ganar “mentes y corazones” en Afganistán. Para la población, los bombardeos norteamericanos no son de laya diferente a los que padecieron bajo la ocupación soviética.

 

El gasto en esta guerra asciende, para EE.UU., a más de 2800 millones de dólares por mes. Aun así, para algunos analistas militares un aumento de tropas en Afganistán nada solucionaría: tal vez los talibán nunca triunfen, pero la coalición encabezada por EE.UU. terminaría retirándose por mero desgaste, como tuvo que hacer el Reino Unido en 1921 tras enfrentar tres guerras independentistas. Aparte, pero no separada, se cuece la cuestión de los insurgentes en Pakistán: de sus filas salen muchos que cruzan tranquilamente la frontera y combaten con la resistencia afgana. No sólo pasan hombres, claro está.

 

La influencia de los talibán se ha extendido en el territorio tribal paquistaní lindante. El nuevo gobierno de coalición de Islamabad ha iniciado negociaciones con los pro talibán locales, pero su ejército sigue combatiéndolos: la presión de EE.UU. y de algunos países de la OTAN se exacerba por las bajas que les infligen. El primer ministro paquistaní, Yousaf Raza, se comprometió con W. Bush a asegurar las porosas fronteras de su país con Afganistán, pero asoma otro problema: el ISI, servicio de espionaje de Pakistán estableció fuertes vínculos con los talibán cuando éstos combatían a la ocupación soviética, vínculos que, al parecer, no se han debilitado mucho. Tal vez facilitaron el ataque suicida contra la Embajada de la India en Kabul que causó la muerte de 58 personas.

 

La financiación de los talibán afganos no es un secreto y aquí se tropieza con una doble paradoja: cuando estaban en el poder, prohibieron el cultivo de la amapola opiácea que la CIA, una vez derrocados, alentó para subvencionar sus propios operativos. Hoy Afganistán produce más del 80 por ciento de la heroína que va al mercado mundial. Financia también a los talibán que impusieron su veda.

 

Hace 24 siglos, Alejandro Magno peleó tres años contra las tribus afganas para conquistar el país. Infructuosamente. Se casó, entonces, con la hija del jefe enemigo y así pudo. Esta solución tampoco está al alcance de W. Bush.

 

Viernes 01 de Agosto de 2008.

EL HOY Y EL MAÑANA EN GAZA

 

Por Riyad Al Hadáis*, por Revista Pueblos

Gaza es hoy la cárcel a cielo abierto más grande del mundo. Su millón y medio de habitantes sobrevive a duras penas en esta franja de tierra ocupada ilegal e indefinidamente por el ejército israelí en el año 1967. Cuarenta años después la situación es insostenible. El bloqueo económico impuesto por la comunidad internacional en respuesta a la victoria de Hamas en las elecciones palestinas de 2006 está teniendo unos efectos devastadores sobre la población de la Franja de Gaza, que ve cómo sus condiciones de vida se deterioran progresivamente.

 

En el año 1948 (Al Nakba, “la catástrofe”) los palestinos se vieron obligados a abandonar sus tierras, entre ellos mi familia, debido a la brutalidad de las bandas sionistas (que luego evolucionaron hacía el ejército israelí) que cometieron numerosas masacres. Como resultado de Al Nakba, la mayoría de los palestinos tuvieron que huir o fueron desplazados a los países vecinos, como Cisjordania, bajo mandato jordano, o Gaza, bajo mandato egipcio. La Sociedad de Naciones (más tarde Naciones Unidas), bajo la presión de los recién liberados países árabes y de la ex Unión Soviética, determinó numerosas resoluciones que recogían los derechos y compromisos por parte de israelíes y palestinos, que no se llegaron a aplicar debido a la negativa de los mismos líderes árabes y palestinos y de Israel.

 

En el año 1967 tuvo lugar la Guerra de los Seis Días entre Israel y los ejércitos de Egipto y Siria; éstos fueron derrotados y el ejército israelí ocupó Cisjordania y la Franja de Gaza en lo que conocemos como Al Naksa (“el retroceso”). Israel declaró que todos los palestinos que residían en esas dos zonas y que se encontraban en ese momento en el extranjero no podían regresar a sus casas, originándose la segunda oleada de refugiados; mis padres, como otros tantos, fueron por segunda vez expulsados y refugiados de sus tierras. Desde su ocupación, Israel ha controlado totalmente Gaza tanto a través de sus colonos (expulsados en el año 2005) como de sus múltiples incursiones y ataques a la población civil por tierra, mar y aire.

 

Los llamados “procesos de paz” no satisfacían las demandas de los palestinos, lo que provocó el arranque de la primera Intifada en 1987, que terminó con los Acuerdos de Oslo en 1993 y con la formación de la Autoridad palestina. Pero los acuerdos fueron en detrimento de los palestinos, e Israel, que no cumplía ninguno de ellos, comenzó a imponer por “razones de seguridad”, medidas injustas como la prohibición a los ciudadanos de Gaza de trabajar en Israel.

 

En el año 2000, a partir de una visita del ex primer ministro Ariel Sharon a la explanada de las mezquitas en Jerusalén, uno de los lugares más sagrados del Islam, se originó la segunda Intifada, hecho que evidenció que el llamado “proceso de paz” estaba más lejos que nunca.

 

LA VICTORIA DE HAMAS

En enero de 2006 se llevaron a cabo las elecciones al Consejo Legislativo Palestino (PLC) con unos resultados sorprendentes: la victoria absoluta de Hamas. A pesar de la presencia de observadores internacionales y de la clara transparencia democrática de las elecciones, la comunidad internacional no aceptó los resultados por ir en contra de sus intereses. Personalmente no me sorprendió la victoria de Hamas por diferentes razones:

 

• La gran campaña pre-electoral que incluía visitas a domicilio para ganar el voto de las mujeres ante la desastrosa y poco organizada campaña de Al Fatah.

 

 • El voto de castigo por parte de los miembros de Al Fatah a sus dirigentes por no haber cumplido con ninguna de las promesas y expectativas del pueblo.

 

 • Desde su creación, la Autoridad palestina había sido dirigida por Al Fatah hasta sumergirse en la corrupción; los palestinos decidieron votar a Hamas con la esperanza de eliminar la corrupción y de mejorar sus condiciones de vida.

 

 • Hamas es uno de los principales movimientos políticos palestinos que ha hecho frente a Israel desde sus inicios y en la primera Intifada, siendo para muchos líder indiscutible de la segunda.

 

El presidente palestino Mahmoud Abbás nombró a Hamas para formar un gobierno de coalición pero los dirigentes de Al Fatah, junto a otras facciones políticas minoritarias, se negaron. Hamas formó su propio gobierno, aceptado por Abbás y el PLC pero sin contar con el apoyo de la comunidad internacional, que financiaba con ayuda externa al antiguo Gobierno de Al Fatah pero que no tenía ninguna intención de hacerlo con el nuevo. La comunidad internacional e Israel impusieron una serie de sanciones económicas, el famoso bloqueo al Gobierno de Hamas, suspendiendo cualquier tipo de ayudas y reteniendo Israel los ingresos fiscales palestinos, entre 35 y 50 millones de dólares al año, convencidos de que de esta manera Hamas se vería tan presionada que renunciaría al gobierno.

 

Israel llevó a cabo un interminable asedio a los palestinos, especialmente en la Franja de Gaza, prohibiendo la libertad de movimiento de personas y mercancías de dentro y de fuera de la Franja, disparándose así los niveles de desempleo y pobreza.

 

LA VIDA EN GAZA

La Franja de Gaza es una pequeña franja de tierra rodeada por Israel en el Norte con su muro del Apartheid, por el Este con la valla eléctrica, por el Oeste con el mar Mediterráneo y con Egipto por el Sur, por lo que se ha convertido en la cárcel al aire libre más grande del mundo con 41 Km. de largo y entre 10 y 14 de ancho. Con el buffer que impuso el ejército israelí (aproximadamente unos 2 Km. por cada lado) la Franja se ha hecho aún más pequeña. Aquí residen aproximadamente un millón y medio de personas, de las cuales un 69 por ciento son refugiadas.

 

Mi colega el doctor Basam Abu Hamad escribió hace unos meses:

 

“El bloqueo de la Franja de Gaza supone un castigo colectivo injustificado. El número de personas que viven en el umbral de la pobreza se ha duplicado, y casi diría que triplicado, desde el 2006, con más de un millón de personas según la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la OCHA a lo largo del año 2007: sólo en el primer semestre del año, el 58 por ciento de los palestinos vivía bajo el umbral de la pobreza y el 30 en situación de extrema pobreza. La prestación de servicios básicos por parte de las instituciones palestinas se vio seriamente socavada y la economía se redujo alarmantemente, contribuyendo a la violencia entre facciones políticas, sin precedentes e inimaginables para los palestinos, con la ola más grande de violencia en junio del 2007.”

 

“La política actual del Gobierno Israelí garantiza, según el Grupo Internacional de Crisis, el “no desarrollo, no prosperidad y la crisis humanitaria” de la Franja; desde entonces, los palestinos viven más inseguros y empobrecidos que nunca, con una situación que no para de empeorar. El Gobierno israelí no permite prácticamente el paso de productos básicos, a excepción de algunos alimentos y medicamentos, y tampoco permite la entrada ni la salida de sus ciudadanos. Estas acciones han tenido un impacto adverso en casi todos los sectores, especialmente del agua, electricidad, salud, agricultura y medio ambiente, etc. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) los ciudadanos de Gaza se están convirtiendo en la población más dependiente de ayuda exterior del mundo con un 75 por ciento de población que ya es parcial o totalmente dependiente de la ayuda humanitaria y de productos de emergencia, como medicamentos. La imposibilidad de importar materias primas para los sectores de industria y construcción ha agravado la brusca pérdida de mercados de exportación, con unos 65.000 trabajadores despedidos, con unas 450.000 personas a su cargo (según OCHA en el 2007).”

 

“Todas estas condiciones han repercutido negativamente en la situación socioeconómica y el estado de salud de la población, con el aumento de la pobreza y de las enfermedades originadas por ésta (como la malnutrición), el desempleo, el deterioro de los indicadores de salud pública y la disminución de la capacidad de la Autoridad palestina de pagar los sueldos a sus empleados que llevaron a cabo numerosas huelgas que afectaron a las organizaciones e instituciones de salud, educación, etc. Para hacer frente a estas huelgas, se llamó a muchos voluntarios que sustituían a los trabajadores, evidenciando que la lealtad política era más importante que la productividad. Una señal preocupante es la creciente desintegración del tejido social y de la pérdida de valores en la sociedad palestina, con la distorsión de la visión nacional (Tunnel Vision)”.

 

EL FUTURO

En la Franja de Gaza ningún palestino hace planes para el futuro. Con la separación política entre Al Fatah y Hamas, que ha agravado más la separación geográfica de Cisjordania y Gaza, y el aislamiento internacional, se han cumplido los sueños de Israel de ver a los palestinos enfrentados, divididos y cada vez más debilitados. En Yemen, la mayoría de palestinos perdieron totalmente la fe en sus dirigentes, debido a la extremadamente fría respuesta de ambas partes a la firma de los acuerdos de reconciliación. Cuando se firmaron los acuerdos en la Meca, la mayoría de palestinos salieron a la calle a celebrarlo, falsamente optimistas; no fue éste mi caso ya que dejé de confiar en ambos lados. Aun así, tengo la esperanza de que los palestinos llegaremos a la reconciliación y de que, a pesar de la separación geográfica, más distante que nunca debido a la separación política entre Al Fatah y Hamas, los palestinos de las dos zonas recuperarán el sentimiento de pueblo unificado contra las medidas terroristas, brutales e injustas de Israel.

 

Los palestinos no sólo somos de Al Fatah o de Hamas, hay muchas otras pequeñas facciones políticas, además de personas independientes que como yo tenemos mucho que decir. Esta separación política no puede durar mucho tiempo, es insostenible, y llegará un momento en que el pueblo palestino se rebelará contra Al Fatah y Hamas para lograr un cambio.

 

Está claro que con las medidas injustas impuestas por Israel en la Franja de Gaza así como la pasividad de la comunidad internacional, que mira y calla ante lo que hace el Gobierno israelí, el futuro es incierto. Llegamos a pensar que Israel acabará consiguiendo que los ciudadanos de Gaza pasemos a ser egipcios y los de Cisjordania que pasen a ser jordanos, medidas que nos aterran y que consideramos peores que las técnicas utilizadas en 1948; es lo que aquí llamamos la “transferencia”, estrategia soñada y adoptada por algunos ideólogos de la extrema derecha sionista, partidos políticos y activistas.

 

Los EE UU son los principales mediadores en el proceso de paz entre israelíes y palestinos, proceso que no tiene ningún tipo de futuro ya que Israel nunca cumple con sus acuerdos ni respeta los Derechos Humanos de los palestinos. Nadie contempla la formación real de un Estado palestino independiente con las fronteras anteriores al 1967, el derecho al retorno de los refugiados, reconocer Jerusalén como la capital de palestina y la libertad de los miles de prisioneros palestinos que cumplen condena en las cárceles de Israel.

 

El peligroso ciclo de violencia no parece que vaya a detenerse y el pueblo palestino, especialmente en la Franja de Gaza, seguirá sufriendo hasta que la comunidad internacional actúe para frenar la violencia y el terror de nuestro día a día ya que somos el blanco perfecto para las operaciones y ataques israelíes debido a que nos encontramos encerrados en una cárcel, en su cárcel.

 

* Riyad al Adassi es coordinador de la Union Health Work Comittees en Gaza. Artículo traducido del inglés para Pueblos por Mireia Gallardo. Este artículo ha sido publicado originalmente en el nº 32 de la Revista Pueblos, junio de 2008.

APARTHEID EN LA UNIVERSIDAD ISRAELÍ: ACADÉMICOS ISRAELÍES PROTESTAN POR EL VETO IMPUESTO POR EL EJÉRCITO ISRAELÍ A LOS ESTUDIANTES PALESTINOS

APARTHEID EN LA UNIVERSIDAD ISRAELÍ: ACADÉMICOS ISRAELÍES PROTESTAN POR EL VETO IMPUESTO POR EL EJÉRCITO ISRAELÍ A LOS ESTUDIANTES PALESTINOS

Jueves 31 de Julio de 2008  

APARTHEID EN LA UNIVERSIDAD ISRAELÍ: ACADÉMICOS ISRAELÍES PROTESTAN POR EL VETO IMPUESTO POR EL EJÉRCITO ISRAELÍ A LOS ESTUDIANTES PALESTINOS

 

Por Donald MacIntyre, The Independent /Rebelión

Traducido para Rebelión por LB

Las universidades israelíes se están preparando para un serio enfrentamiento con los militares del país tras denunciar que los extremadamente restrictivos criterios impuestos para la admisión de estudiantes palestinos socavan su libertad académica.

 

Los decanos de las seis universidades más prestigiosas del país han enviado una carta al ministro de Defensa Ehud Barak protestando contra el límite establecido para aceptar en Israel a un tope anual de 70 estudiantes palestinos y contra la norma vigente que les exige justificar ante los militares la excelencia académica de los candidatos palestinos como requisito para su admisión.

 

Un prominente profesor de la Universidad Hebrea ha advertido de que el reglamento —que incluye la prohibición a los estudiantes palestinos de cursar estudios “que podrían utilizarse contra el Estado de Israel”— prestará oxígeno a la campaña iniciada en Gran Bretaña y en otros lugares a favor del boicot contra las instituciones académicas israelíes. “Desde su creación, el Estado de Israel ha mantenido cuidadosamente una tradición de libertad académica... Esperamos que el ejército mantenga esta tradición y limite su actuación a cuestiones propias del ámbito de su autoridad, es decir, exclusivamente a evaluaciones de seguridad”, decía la carta, firmada por los rectores y decanos de las universidades de Tel Aviv, Hebrea, Ben-Gurion y Haifa, junto con el Instituto Weizmann y el Technion. Al mismo tiempo, cinco destacados profesores han solicitado unirse a una petición del Tribunal Supremo contra las restricciones. En una declaración jurada denunciando la idea de una cuota fija discriminatoria para los estudiantes palestinos, uno de ellos, el profesor Tzvi Mazeh, de la Universidad de Tel Aviv, declaró: “El pueblo judío sufrió durante muchos años restricciones a la libertad académica impuestas a los judíos europeos bajo la forma del infame ‘numerus clausus’”.

 

El origen de la petición se halla en un caso del Tribunal Supremo presentado hace casi dos años por la organización israelí pro derechos humanos Gisha en nombre de Sawsan Salameh, una estudiante cisjordana que había obtenido plaza para realizar un doctorado en química en la Universidad Hebrea de Jerusalén, pero a la que los militares impidieron entrar en la ciudad en aplicación de la prohibición indiscriminada imperante en la época que impedía acceso a los estudiantes palestinos a las universidades israelíes.

 

Como resultado del caso —reportado en su momento por The Independent— a la señora Salameh se le permitió continuar con su doctorado y la Corte Suprema pidió el Ministerio de Defensa que derogara la prohibición. El Ministerio de Defensa sustituyó las restricciones, y el tribunal pidió entonces que se modificaran. En lugar de ello, dijo ayer Gisha, el Ministerio “en realidad las hizo aún más severas”.

 

Desde entonces se ha negado la entrada al menos a otros dos estudiantes de Cisjordania. Gisha dijo que no sabía de ninguno al que le hubiera sido autorizada.

 

Además de recitar los habituales argumentos de seguridad para justificar el rechazo, los militares israelíes dicen que a los estudiantes palestinos sólo se les permite acceder a plazas en cursos de PhD y MA si “no hay ninguna alternativa práctica para el área de estudio solicitada que no sea Israel” y si realizan su solicitud de admisión al menos con cinco meses de antelación. Los solicitantes de permisos de entrada tendrán que proporcionar a los militares un informe elaborado por la universidad en el cual ésta explique los motivos de su admisión.

 

El profesor Ehud De Shalit, jefe del Instituto de Matemáticas de la Universidad Hebrea, escribe en su declaración jurada que: “El Estado puede, naturalmente, impedir la entrada a una persona, palestina o de otra nacionalidad, que suponga una amenaza. Pero eso no da el Estado derecho a interferir en los criterios que la universidad aplica para aceptar a sus estudiantes. Tan pronto como la candidatura de un estudiante ha sido aceptada, éste debe ser tratado, en términos de consideraciones académicas, igual que cualquier otro estudiante, ya venga de China, Francia o de Cisjordania”.

 

El profesor Moshe Ron, del Departamento de Literatura de la universidad, afirmó que en caso de no modificarse los criterios (para la exclusión de estudiantes palestinos en las universidades israelíes), “se estarán prestando argumentos a aquellos que buscan imponer un boicot académico contra Israel”.

 

Jueves 31 de Julio de 2008

CON O SIN OLMERT, PALESTINOS NO VEN CAMBIOS

 

Por Mohammed Assadi*, Reuters América Latina - UK

Abu al-Abed Abu Karsh percibe la renuncia del primer ministro israelí, Ehud Olmert, como algo casi irrelevante. Para muchos palestinos, los Gobiernos israelíes vienen y van sin que la paz esté más cerca.

 

La decisión de Olmert de renunciar luego de que su gobernante partido Kadima escoja a un nuevo líder en septiembre no sólo ha provocado una crisis en la política israelí.

 

El anuncio también ha dejado en la incertidumbre al presidente palestino, Mahmoud Abbas, quien podría tener que tratar de negociar un acuerdo para la creación de un estado con un primer ministro sin autoridad, cuyos compromisos podrían no ser cumplidos por su sucesor.

 

“Todos los líderes israelíes son iguales. Mira, ¿ha pasado algo desde 1993?,” se lamentaba Karsh, mercader de 43 años de la Ciudad de Gaza, refiriéndose a los acuerdos de paz entre Israel y los palestinos de Oslo en 1993.

 

Los analistas políticos palestinos dicen que la principal preocupación de Abbas serían unas elecciones anticipadas que podrían llevar al poder al líder del partido derechista de oposición Likud, Benjamin Netanyahu, un fuerte crítico de los intentos de Olmert por alcanzar la paz.

 

“Abbas tendrá que esperar al menos otro año,” dijo el analista palestino Hafeth al-Barghouthi.

 

Desde el comienzo, muchos palestinos percibieron la disposición de Olmert de llegar a un acuerdo de paz como algo que sólo decía para tranquilizar a los poderosos aliados de Israel en Washington.

 

“Con o sin Olmert, las negociaciones se han vuelto inútiles,” dijo Andel-Rail Mallos, un funcionario de alto rango en la Organización de Liberación palestina de Abbas.

 

Se refirió a la decisión de Olmert de continuar con la construcción de asentamientos dentro y alrededor de Jerusalén, una medida que Abbas considera una vergüenza.

 

“Ahora la ilusión de alcanzar un acuerdo de paz se está desvaneciendo,” dijo Hani al-Masri, un analista político palestino.

 

Masri sugirió que ahora Abbas podría dejar de enfocarse en las conversaciones con Israel para, en su lugar, reconciliarse con los islámicos de Hamas, quienes un año atrás tomaron el control de la Franja de Gaza.

 

Mientras los colaboradores de Olmert mantenían la esperanza el jueves de llegar a un acuerdo de paz con Abbas antes de que asuma un nuevo Gobierno, tanto israelíes como palestinos permanecían profundamente escépticos.

 

“Si él (Olmert) no pudo llegar a un acuerdo de paz cuando se encontraba en buenas condiciones, ¿Cómo podría hacerlo ahora?,” se preguntó Imad Saleh, un ingeniero de 37 años de Ramallah.

 

El residente Hebrón Mohammad al-Jamal dijo que la puerta giratoria de la política israelí hacía que los compromisos de Olmert perdieran su valor.

 

“Aquí iremos de nuevo intentando llegar a un nuevo acuerdo con el líder que los reemplace,” declaró cansado.

 

* Reporte adicional de Fadi Shana en Gaza, editado en español por Marion Giraldo

 

Miércoles 30 de Julio de 2008

LIMPIEZA ÉTNICA EN PALESTINA:

CONSTRUIR CASAS PARA SER DERRIBADAS

 

Por Lidón Soriano, La República - España

Ayer lunes 28 de Julio a la familia de Majid Abu ’Eisha y a otras 5 familias se les vino la casa encima.

 

Desgraciadamente en este caso la expresión no es retórica.

 

A las 4 de la madrugada del lunes 28 de Agosto del año pasado, las fuerzas de seguridad israelíes en numero desconocido pero que rondaba los 200 elementos. Despertaron a todas las familias y las hicieron salir del edificio a trompicones, sin permitirles coger nada, ni ropa, ni dinero, ni las joyas, ni los electrodomésticos, ni las fotos de toda una vida, nada, materialmente nada.

 

Los seis vehículos aparcados en el garaje fueron golpeados, los cristales rotos y después de revisarlos a conciencia, sin entender nadie que podían estar buscando en ellos, les permitieron sacarlos semidestrozados. Al Sr. Wael Awidah se le caen las lágrimas cuando me lo cuenta y cuando consigue calmarse me sigue contando que su mujer les pedía al soldado que le permitieran ponerse algo de ropa para no salir con el pijama a la calle y el soldado le decía que si quería cambiarse el iría con ella y que le daba solo 2 minutos.

 

EN TRES MINUTOS ESTABAN TODOS EN LA CALLE.

Los soldados y la policía se quedaron en la casa. Nadie sabía que estaban haciendo, aunque durante las ocupaciones de casas en Cisjordania en el periodo duro de la represión a la Intifada era frecuente que los soldados se dedicaran no solo a romper los muebles, pintar sobre cuadros y fotos y hacer sus necesidades por toda la casa, sino también era frecuente que robaran el dinero y las joyas de la familia dueña de la casa, que era confinada en una habitación o sacada al tejado o a la calle.

 

A lo largo del día gran cantidad de personas se fueron acercando a las inmediaciones de la casa, pues nadie podía acercarse en un perímetro acordonado por la policía y repleto de cuerpos de seguridad. También algunos internacionales se acercaron para intentar lo imposible: detener la demolición. La policía cargo duro contra ellos y contra muchos de los vecinos que allí se encontraban dando apoyo a la familia y protestando por el inminente derribo.

 

Las horas pasaban, interminables, densas, desesperanzadas y a las 18.30h en punto las cargas que el ejército había colocado en los cimientos de la casa hicieron explosión. La casa se vino abajo, un piso fue cayendo sobre otro, hasta que todo el edificio quedo convertido en un enorme amasijo de hierros retorcidos, ventanas rotas, tuberías, depósitos, bloques de cemento enterrando recuerdos y sueños de toda una vida.

 

Tras la demolición las fuerzas ocupantes abandonaron el lugar dejando tras de si una atmósfera de total incredulidad e inconsolable dolor. La gente fue acercándose a la casa y entre algunos familiares y amigos fueron sacando aquellos electrodomésticos que se habían salvado y aquellos recuerdos que a través de las rendijas creadas entre el caos del derrumbe sus brazos pudieron rescatar.

 

Le pregunté al Sr Awidah cual fue el motivo de la demolición y pensaba que me iba a decir que estaban construyendo sin licencia. Pero no, no fue esa la causa. La causa fue que en la planta que estaba construyendo (la 4ª) el arquitecto municipal denunció que las dimensiones se habían excedido en 20 cm. de ancho y 60 de largo. En vez de proceder a multarles o a obligarles a cambiar la construcción que estaban iniciando, su respuesta fue demoler no solo esa construcción, sino las casas de las 6 familias que allí vivían, en un claro ejemplo más de los castigos colectivos que el estado sionista aplica constantemente en toda Palestina contra la población cristiana y musulmana.

 

En este caso, la municipalidad de Jerusalén, como parte de sus estrategias de limpieza étnica para librarse de la población palestina les niega la concesión de licencias de construcción de forma sistemática. Muchas veces ante las peticiones de solicitud, ni tan siquiera reciben respuesta, en otras ocasiones, reciben la respuesta: Denegada. En otras les permiten empezar los trámites. Para ello tienen que abonar unas tasas de 10.000 shekels (unos 2000 E) que les permite durante un año conseguir todos los permisos para llevar a cabo la obra. Es en ese momento cuando empieza la tortura.

 

Les piden papeles, uno detrás de otro, les hacen repetir tramitaciones, alargan los tiempos de respuesta administrativa y en la mayoría de los casos se cumple el año sin que la familia haya podido cumplimentar las tramitaciones que les piden, por lo que pierden los 10.000 shecekls y tienen que volver a empezar a cumplimentar desde la primera solicitud. Por supuesto esto no sucede si vives en Jerusalén y eres judío, en ese caso, solo hay que pagar el permiso de obra, como en occidente, y si se cumplen los requisitos, adelante.

 

Pero si eres palestino da igual que necesites construir otra habitación porque has tenido una nueva hija o que tu hijo se ha casado y va a vivir con su mujer en la casa familiar, da igual que el tejado este a punto de venirse a bajo, a la municipalidad israelí le da absolutamente igual.

 

Su objetivo es claro: eliminar a la población palestina de Jerusalén y poder llevar acabo la judaización de la ciudad. Estos planes están claramente explicitados en el plan Jerusalén 2020, pero por si quedaba alguna duda las declaraciones de estos días del Primer Ministro Ehud Olmert considerando a la población palestina de Jerusalén como “un peligro interior” lo dejan bien claro.

 

Pienso en la casa que con tanto esfuerzo acabamos de hacernos mi compañero y yo, intento pensar que sentiría si las fuerzas de seguridad que teóricamente deben protegerte, fueran a destruirla, si la ley que teóricamente debe ampararte, te abandonara, criminalizándote por el simple hecho de haber nacido árabe y palestino. Pienso que sentiría al perder en ella todo cuanto poseemos, sabiendo que nadie va a indemnizarnos por lo ocurrido, ni a nivel material, ni, lo que resulta demoledor, a nivel humano, afectivo y sentimental. Y cuanto más trato de imaginar esa escena más dolor me entra y más rabia y más impotencia…

 

¿Que haría si llegar a sucederme algo así? No lo se, pero desde luego, cualquier cosa sería posible.

 

Cualquiera.

 

Martes 29 de Julio de 2008

EL ARTE DE RESISTIR EN PALESTINA

 

Por Ihab Jadallah*, Revista Pueblos

Por la mañana, la puerta de un estudio ubicado en Ramallah se abre para dejar paso a la luz y el ruido provenientes de la calle. Un grupo de jóvenes artistas dibuja viñetas y escribe reflexiones que acabarán siendo plasmadas en la obra más horrorosa jamás hecha en este país: el muro del Apartheid de Israel. Este muro, que transfigura el espacio, es empleado por estos jóvenes para colgar sus creaciones; de esta forma, tratan de demostrar que este muro impropio en este espacio es utilizado también de manera impropia. Sucesivamente, unos proyectan una película sobre el cemento del muro, otros hacen de él el fondo del escenario para su concierto y mientras tanto, otros “artistas” cavan un túnel por debajo para dejar claro que este muro de cemento no cumple con ninguna función de las que se supone que debería cumplir.

 

El arte y la resistencia en palestina han ido siempre de la mano. La tradición cultural milenaria que existía en palestina antes de 1948 nos traía un arte inspirado en la religión o la vida cotidiana, con variantes según la época. Pero el arte palestino sufrió un cambio radical a partir de esa fecha; los hechos históricos que marcaron a su pueblo se reflejaron, como veremos, en las distintas formas de expresión artística.

 

EL ARTE PALESTINO

El arte, como forma de expresión, se ha empleado al servicio de la causa palestina, para transmitir al mundo el dolor de una nación, esa pérdida irreversible que sufre diariamente el pueblo palestino desde el momento de la creación del Estado sionista de Israel y de su expulsión de estas tierras. Es imposible entender el arte palestino de los últimos sesenta años sin entrar en la historia de este pueblo; si en el mundo existe una amalgama indisoluble entre gente y tierra indiscutiblemente ésta se concreta en el pueblo palestino.

 

La música sigue siendo el arte más popular en palestina, conviviendo tanto los estilos tradicionales como las nuevas tendencias: rap, música electrónica, etc. El ha entrado en palestina como una forma de filosofía y de arte con grupos de jóvenes raperos palestinos que gritan con su poesía el sufrimiento de una nación. Algunos ejemplos son los grupos Ramallah Underground o AAM, pioneros de esta forma de expresión al calor de la segunda Intifada: las canciones de rap eran y son igual de explosivas que la propia Intifada, con la identidad y la revolución como temas claves.

 

Para poder hacer un análisis de cómo el arte y la resistencia palestina han ido siempre de la mano, tendré que remontarme a los años sesenta y setenta, cuando la resistencia palestina se encontraba en el Líbano, en pleno auge de creatividad. El movimiento del arte palestino coincidió con la formación del movimiento nacional en palestina y del establecimiento de la OLP, englobando cuestiones relativas a la identidad y la resistencia hasta el punto de que se hizo difícil imaginarse este movimiento o la forma de entender sus prácticas fuera de los límites de este contexto. La preservación de la identidad nacional palestina fue un proyecto dirigido por la OLP, que implicaba el patrimonio y el folclore y la vanguardia, traduciéndose en una forma de arte que reflejaba el grado de esta obsesión, en particular con la música, las canciones y la danza tradicional palestina (Dabkeh) o con las artes plásticas (pintura y cartel artístico).

 

La OLP se encontraba en plena actividad de resistencia, siendo un movimiento consciente de la importancia del arte como vía para poder expresarse y mantener viva una causa. Por ese motivo se apoyaba a todos los artistas, poetas y escritores del momento, desde Ghassan Kanafani y Mahmoud Darwish hasta las caricaturas del artista asesinado a manos de los servicios secretos israelíes, Naji el Ali. Todos estos artistas conforman una excelente muestra de la situación de tensión con la que el palestino vive, nos mira y nos denuncia, desde su éxodo, su refugio.

 

A finales de los sesenta y principios de los setenta, la OLP creó un equipo de cinematógrafos que acompañaba a los Fidayyen (combatientes) en sus operaciones para así poder documentar la vida de los revolucionarios, que aparecían como héroes en dichos documentales, así como la de los palestinos que vivían en los campos de refugiados en el sur del Líbano, Siria y Jordania.

 

El cine palestino de entonces también llamó la atención del resto del mundo; países como la ex Unión Soviética aportaron equipos cinematográficos y cámaras a los cineastas del momento a quienes además se les ofreció la oportunidad de recibir cursos y conferencias sobre cine. Es clara la influencia de estilo panfletario, pero a la vez de gran nivel expresivo, así como del montaje, de directores rusos como Eisenstein en los cortometrajes palestinos de la época, como Visita, de Qais El Zubaidi, por citar un ejemplo.

 

Desde Francia llegó el cine del gran Jean Luc Godard para rodar su laureado e inclasificable Ici et Allieurs, un documental de videoarte en el que se expresa la miseria de una población refugiada y se equipara la ocupación sionista de palestina con la ocupación Nazi de Alemania. En esta película Godard también compara a Golda Meir con Hitler a través del montaje, combinando discursos de ambos como el célebre de Golda Meir, “¿Qué son los palestinos? Jamás han existido.”

 

Durante la invasión del Líbano en el año 1982 la resistencia palestina fue expulsada del país y tuvo que refugiarse en diferentes lugares del mundo y con ella, el movimiento cinematográfico; el archivo cinematográfico del Líbano fue bombardeado e incapaz de recuperarse. Unos años más tarde, la primera Intifada encendió a la población y con ella nació de nuevo un pulso artístico que desarrolló múltiples formas de expresión.

 

Jerusalén, la ciudad santa, permanentemente sitiada y controlada por Israel, ha sido testigo de numerosas masacres a lo largo de los siglos. En los últimos años, las Intifadas han sido el escenario para la expresión de rabia, violencia y dolor por parte de una población oprimida, frustrada y que va en busca del verdadero cambio.

 

En los años 80 Jerusalén era el centro del movimiento cultural y artístico palestino, con el Teatro Nacional Palestino como máximo promotor, que consiguió reunir en un mismo escenario a actores y actrices palestinos de todo el territorio. Al final de las representaciones, la euforia de la juventud era tal que salían a las calles de Jerusalén para gritar al viento sus ansias de revolución, de paz y de una vida independiente y sin ocupación. La represión militar era brutal y la mayoría de jóvenes eran detenidos; los más afortunados conseguían esconderse en el teatro.

 

Las voces, los textos, las palabras que salían de la boca de los actores y las actrices no gustaban para nada al Gobierno israelí, ya que alentaban la revolución y permitían “dejar” pensar a la gente; no es de extrañar que la represión israelí al teatro acabase sellando sus puertas y suspendiendo así sus funciones.

 

Podemos considerar el Acuerdo de Oslo como la declaración oficial del fin de la primera Intifada y el comienzo de una nueva era. La ocupación y separación de Jerusalén respecto a Cisjordania provocó que fuera más difícil el acceso de los palestinos a la ciudad. Con el Teatro Nacional Palestino cerrado y el establecimiento de la Autoridad Nacional palestina en Ramallah, convertida en la capital administrativa, el movimiento cultural y artístico fue abandonando poco a poco Jerusalén para instalarse en la vecina Ramallah.

 

Este confuso momento de la historia, lleno de decepciones y nuevas esperanzas, fue un punto de inflexión para el movimiento creativo. Los artistas despertaron con nuevas preocupaciones y dudas colectivas, hecho que provocó que muchos llegaran a abandonar cuestiones importantes relativas a su existencia como individuos e incluso como artistas. Después de un período de transición, entre la esperanza, el dolor y la recuperación, el arte palestino empezó a caracterizarse por una mayor diversidad.

 

EL NUEVO ARTE PALESTINO

Las nuevas generaciones de artistas palestinos se distinguen por la expresión del arte a través de cualquier forma de práctica creativa. En el cine, nos encontramos con que la segunda Intifada llevó a un número considerable de jóvenes a convertirse en “documentalistas” para presentar sus propios puntos de vista del conflicto y del mundo. En muchos casos, los trabajos audiovisuales tenían poca importancia artística, quedándose en el mero reportaje informativo y hasta en muchos aspectos de carácter victimista. En el campo de la ficción se ha promovido una nueva cultura cinematográfica por parte de artistas de gran nivel que llevan muchos años trabajando en el mundo del cine, dentro y fuera de palestina, como Rachid Masharawi y Elia Suleiman, con trabajos premiados en los mejores festivales europeos. Estos son los directores que han dado paso a las nuevas generaciones de cineastas que hay en la actualidad, entre los que hay un gran número de mujeres.

 

Surgieron nuevos grupos musicales, sobre todo a partir de la oleada de los palestinos de la diáspora que regresaron a palestina y que influenciaron su música con nuevas tendencias, como el rap y la música electrónica; son numerosos los conciertos dentro y fuera del país así como la publicación de nuevos álbumes. Sin embargo, la nueva música palestina continúa siendo desconocida para la mayoría de la población y organizaciones como Sabreen (paciencia) intentan hacer llegar la música a los oídos de los palestinos.

 

El cambio político no fue el único aspecto que contribuyó a la formación de estas nuevas generaciones y movimientos de creación; las organizaciones locales surgidas a mediados de los años noventa apoyaron la cultura palestina en todas sus variantes. Centraron sus energías en la promoción y el fomento de los esfuerzos creativos, para llegar a comunicarse con el público local e internacional al mismo tiempo. Personalmente pienso que esta generación, mezcla de la primera y segunda Intifada, fue afortunada al recibir el apoyo de las instituciones locales; es la generación emancipada políticamente y de las presiones sociales, que vive con la resistencia en calma y en el sueño del proceso de paz, en un intento de liberar la creatividad de la ocupación y experimentando con nuevas tendencias artísticas. Todas estas nuevas posibilidades artísticas han permitido que los nuevos artistas puedan formarse y penetrar en áreas vedadas a sus antecesores: cine, videoarte, fotografía, diseño gráfico, etc.

 

Con la situación actual decadente y caótica de palestina, así como de los movimientos de resistencia, los artistas palestinos se han llegado a sentir menos implicados y más aislados de la realidad, con una mirada contemplativa y de reflexión, muchas veces desde la distancia. Ha llegado la separación del arte y la resistencia, con una actitud más individualista tanto de los artistas como de sus obras: mientras estaban acostumbrados a tratar la temática del conflicto y de la ocupación con la expresión del dolor de su pueblo, hoy los artistas expresan sus propios dolores e intereses como individuos. Se han dado cuenta de que han perdido la oportunidad de descubrirse a sí mismos debido a su inmersión total y profunda en la causa palestina; hoy les surge la necesidad de replantearse sus vidas para encontrarse a sí mismos.

 

Creo que el primer paso que habría que dar es identificar la existencia de esta nueva generación, promoviendo su papel en nuestra historia, y creer en su capacidad para que contribuyan a los tan esperados cambios.

 

* Ilab Jadallah es cineasta palestino. Artículo revisado por Mireia Gallardo. Este artículo ha sido publicado originalmente en el nº 32 de la Revista Pueblos, junio de 2008.

 

Lunes 28 de Julio de 2008

LA NOTICIA JAMÁS CONTADA DE NI'LIN:

LA RESISTENCIA AL ROBO DE TIERRA POR PARTE DE ISRAEL

 

Por Neve Gordon*, Counterpunch/Rebelión

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

“Un “terrorista” que conducía un buldózer mata a tres personas en Jerusalén al arrollarlas”, se leía en el titular de un artículo de CNN que describía el reciente atentado de un obrero de la construcción palestino que dejó tres israelíes muertos e incontables heridos. El buscador de noticias de Google indica que el brutal atentado fue mencionado en 3.525 artículos de prensa. USA Today, The New York Times, Los Ángeles Times, BBC, Fox News y Al Jazeera así como todos los demás medios principales de comunicación cubrieron el incidente. Otros medios de comunicación menos conocidos, como The Khaleej Times en los Emiratos Árabes Unidos, The Edmonton Sun en Canadá y B92 en Serbia, también recogieron el hecho. Es más, se podría asegurar que prácticamente todos los medios del mundo ofrecieron algún tipo de cobertura del ataque.

 

Otra búsqueda de noticias en Google, esta vez utilizando el nombre de Ni'lin, da como resultado sólo 75 entradas. Unos pocos de los principales medios de comunicación han recogido la noticia de la valiente resistencia contra el robo de tierra perpetrado por Israel que han mantenido los habitantes de esta ciudad palestina situada en la ocupada Cisjordania, pero ni CNN ni Los Ángeles Times ni USA Today lo han hecho. Fuentes como The Wall Street Journal y The New York Times ofrecieron un breve, nada más. Teniendo en cuenta que durante los dos últimos meses los residentes en Ni'lin han marcado un hito en la historia de la resistencia popular, la limitada cobertura de su campaña no es un mero descuido.

 

La historia de Ni'lin es la de una desposesión que no deja de aumentar. Los residentes en esta ciudad agrícola perdieron una gran parte de sus tierras en la guerra de 1948. Tras la de 1967, Israel se aprovechó de la ubicación de la ciudad cerca de la Línea Verde reconocida internacionalmente y empezó a confiscar sus tierras para asentamientos judíos. Primero se expropió 74 dunams (4 dunams equivalen a un acre) para el asentamiento de Shilat. Luego, otros 661 dunams para construir el asentamiento de Mattityahu. En 1985 se confiscaron 934 dunams para construir Hashmonaim y seis años más tarde, se apropiaron de 274 dunams para construir el de Mod'in Illit. Por último, en 1998, otros 20 fueron expropiados para el asentamiento de Menora. En total Israel se ha apoderado de más del 13% de las tierras de la ciudad para construir asentamientos.

 

En 2002 Israel empezó a construir el muro de separación, declarado ilegal por el Tribunal Internacional de Justicia. Hace poco se empezó a construir la sección al lado de Ni'lin; si se termina, Israel se apropiará de otros 2.500 dunams, o aproximadamente el 20% de la tierra que queda en posesión de sus habitantes.

 

Esta vez, sin embargo, ha sido demasiado para sus habitantes. A principios de mayo lanzaron su campaña para detener la desposesión y a pesar de los brutales intentos de detener el alzamiento (entre los que se incluyen un toque de queda y disparos que han costado cerca de 200 personas heridas), no tienen la menor intención de doblegarse. Esta no es una hazaña menor ya que los anales de la historia indican que es extremadamente raro que toda una ciudad se levante como una sola persona y lleve a cabo actos diarios de desobediencia, especialmente cuando se enfrentan a una respuesta tan violenta.

 

Los acontecimientos que se están desarrollando proporcionan además los ingredientes perfectos para una buena noticia. Durante los tres primeros días del toque de queda no se permitió a las ambulancias entrar en la ciudad; el cuerpo de una persona que había muerto permaneció a la entrada de la ciudad durante cuatro horas hasta que el ejército permitió a su familia recuperar sus restos; se impidió dejar la ciudad a una mujer que iba a dar a luz y tuvo alumbrar en casa; los soldados detuvieron a un niño de doce años en su casa y lo retuvieron durante dos días sin cargos; mujeres ancianas fueron golpeadas y tres residentes resultaron heridos de gravedad por armas de fuego.

 

Entonces, ¿por qué la mayoría de los medios no cubrieron la campaña mientras se estaba desarrollando? La razón es bien sencilla: cubrir la lucha en Ni'lin habría hecho añicos la percepción estereotipada del conflicto palestino-israelí que proporcionan los principales medios de comunicación. A diferencia del ataque con el buldózer, que refuerza la manera dominante de entender este conflicto, los acontecimientos de Ni'lin revelan una realidad mucho más compleja. La noticia no se refiere a palestinos que cometen actos de terrorismo contra la población civil, sino a actos populares de desobediencia civil que persisten a pesar de la despiadada represión de un poder ocupante.

 

Otro aspecto de Ni'lin que va en contra de los estereotipos existentes es que palestinos y judíos no luchan en lados diferentes de la contienda, sino que numerosos judíos israelíes y activistas internacionales permanecen al lado de los residentes palestinos mientras estos tratan de impedir que los buldózeres del ejército destruyan las tierras de Ni'lin's. Es más, entre los heridos hay muchos israelíes.

 

En otras palabras, la historia de Ni'lin es la historia de un pueblo colonizado que resiste a la ocupación. Esta no es la manera como la corriente dominante de los medios de comunicación acostumbra a retratar el conflicto israelí-palestino y a juzgar por los resultados de la búsqueda en Google, la mayoría de los responsables de esos medios no están dispuestos a cambiar su enfoque. La histórica campaña de Ni'lin, así como muchas otras campañas de masas y no violentas de desobediencia civil contra la ocupación en lugares como Bi'lin y A'ram, sigue sin ser publicable.

 

EPÍLOGO

Cuando el ejército israelí se dio cuenta de que la violencia sobre el terreno no podía detener la ofensiva de resistencia de los residentes empezó a detener a quienes protestaban, tanto palestinos como israelíes, con la esperanza de que enormes costes legales harían el trabajo. Para ayudar a cubrir los costes legales en Ni'lin, cliquear aquí http://www.awalls.org/donations.

 

* Neve Gordon enseña política en la Universidad de Ben-Gurion. Se pueden leer sus artículos y su último libro, Israel's Occupation (University of California Press)

 

Lunes 28 de Julio de 2008

OBAMA, EL LÍDER DEMÓCRATA, ASUMIRÍA UN ROL DE MEDIADOR ENTRE ISRAEL Y LA AUTORIDAD PALESTINA

SEÑALES DE LA GIRA POR MEDIO ORIENTE

Obama pasó más tiempo con los políticos israelíes, seduciendo al lobby judío en Washington. Dijo estar listo para apadrinar las negociaciones con Siria. Y agotar la diplomacia con Irán.

 

Por Sergio Rotbart

Desde Jerusalén

Al mismo tiempo que incrusta el papelito enrollado en una de las fisuras que separan los bloques que componen el Muro de los Lamentos, Barack Hussein Obama, cuya cabeza está cubierta por el tradicional solideo judío (kipá), dirige su mirada hacia arriba. Desde el extremo superior de la muralla, y del lado en el que se encuentra la Explanada de las Mezquitas, se asoma un árabe con su tradicional kefiá (pañuelo) cubriéndole la cabeza, y le grita: “¡Hussein, te equivocaste de lado!”. La escena, claro está, no fue registrada por ninguno de los cientos de periodistas locales y extranjeros que acompañaron al candidato a la presidencia de los Estados Unidos durante su visita fugaz en Israel y en la Autoridad palestina (AP). Simplemente es producto de la imaginación de Daniela London Dekel, caricaturista del diario Haaretz.

 

Como buena expresión del humor gráfico, el dibujo recrea un espacio real y lo convierte en el escenario de una situación ridícula o absurda. Pero, a la vez, la ocurrencia no dista demasiado de la realidad. Es entonces que podemos decir que, como en el caso de la caricatura de la dibujante israelí, su imagen vale más que las miles de palabras que podrían describir la estadía de Obama en Medio Oriente. En ella se condensan dos marcados contrastes que la caracterizaron: entre los distintos tiempos que el dirigente demócrata le dedicó a cada una de las partes del conflicto israelí-palestino y, en segundo lugar, entre sus promesas preelectorales dirigidas a una solución del enfrentamiento regional y sus actos destinados a captar el apoyo de los grupos y sectores del público norteamericano que le aseguren la victoria en las cruciales elecciones que se realizarán en su país en noviembre próximo.

 

El senador por Illinois, por cierto, invirtió gran parte del corto tiempo que estuvo en la zona a recorrer Israel y a encontrarse con sus dirigentes. En Ramalá (la “capital” de la AP), en cambio, estuvo apenas una hora. El presidente Mahmud Abbas y el primer ministro, Salam Fayad, no pudieron ocultar su desilusión por la negativa de la comitiva de Obama, pese a las insistencias de los dirigentes palestinos, a quedarse a almorzar en la Muqata, la sede de la AP que sirvió como cuartel general de Yasser Arafat durante la segunda Intifada. En el lado israelí, en cambio, el popular visitante exhibió sin límites su carisma y su pulido arsenal retórico. No cabe duda de que, mientras los pies de Barack Obama pisaban Jerusalén, Sderot y Tel Aviv, su mirada expectante apuntaba a Washington, donde el lobby proisraelí (AIPAC), cuya influencia política y mediática ha crecido notablemente en la cadencia de George W. Bush, aprueba o impugna cada palabra y cada gesto que el candidato de origen africano-musulmán emite con respecto de Tierra Santa. Por eso el muchachito formado en la Chicago de los campos universitarios donde surgió un discurso alternativo sobre la identidad afroamericana, en su reciente estadía en Israel aseguró y reaseguró que no hay valor más importante para la política exterior de su país que la seguridad del Estado judío.

 

Sin embargo, contrastando con algunas declaraciones anteriores sobre la “unificación” de Jerusalén bajo la soberanía israelí (afirmación que luego corrigió), las que hizo Obama en esta gira tienen matices importantes que lo diferencian de la línea de los halcones republicanos, y del actual candidato –más moderado que George W. Bush– de ese sector, John McCain. En primer lugar, el líder demócrata fue claro al sostener que los Estados Unidos, bajo su futura presidencia, tendrá una injerencia más notoria en el papel de mediador entre las dirigencias israelí y palestina con el propósito de impulsar las negociaciones sobre los límites, dimensiones y el carácter de un futuro Estado palestino. En segundo lugar, y aquí ya se puede ver un giro sustancial con respecto al actual gobierno con sede en Washington, Obama dijo estar dispuesto a apadrinar también las negociaciones que Israel viene manteniendo, de manera indirecta, con Siria sobre la devolución de las Alturas del Golán. Y tanto los dirigentes norteamericanos como los israelíes saben, o creen, que ése es el camino para apartar a Damasco del “eje del mal” regional comandado por Irán. Por su parte, el presidente sirio, Bashir el Assad, sabe, o cree, que el territorio conquistado por Israel en 1967 no alcanza para que la renuncia al trabajo que los iraníes le piden que haga en el Líbano, proveyéndole armas al Hezbolá, brinde como contraparte un rédito de igual o mayor valor que el garantizado mediante la alianza con Teherán. Para que la fórmula sea redituable, a esa meseta –hoy en manos de Israel– hay que añadirle el apoyo económico y militar de la potencia hegemónica. Obama, en tal sentido, ya le hizo un guiño al líder sirio.

 

Aquí, en este punto, se entrelaza el tercer contraste: la disposición del candidato demócrata a agotar la vía diplomática para persuadir a Irán de que desvíe el desarrollo de tecnología nuclear del carril armamentista, antes de recurrir al aumento de la presión económica o a las amenazas militares (tan redituables para los intereses de Bush, dado que instantáneamente se traducen en una nueva subida espectacular del precio del petróleo y, por otra parte, justifican los altos presupuestos militares, pero a la vez tan devastadoras para la economía del mundo y de la propia sociedad norteamericana). En este sentido ya pueden verse claros indicios por parte del actual gobierno en la intención de reparar, sobre el final de la segunda administración Bush, algo (tan poco y tan tarde) del daño causado por la vía de la fuerza militar. Por eso un diplomático norteamericano de alto rango, William Burns, y representantes de la Unión Europea se reunieron días atrás con una delegación iraní, a la que le propusieron suspender, durante un período de prueba, el programa nuclear a cambio de la cancelación de las sanciones económicas ya adoptadas contra Irán. Los representantes de este país, también expertos en exprimir al máximo la jugosa retribución que les brinda la dinámica de la confrontación total, aún no han dado una respuesta.

 

A todo esto, el gobierno israelí mira con preocupación y recelo la desaceleración de la cruzada antiiraní, a la que aporta su buena cuota de arsenal “disuasivo” (incluida una gran maniobra de la fuerza aérea sobre el Mar Mediterráneo) y de retórica incendiaria. Pero, en los últimos días, el gobierno norteamericano ha declarado abiertamente su oposición a la opción militar, incluso a una iniciativa israelí en ese rumbo. En Tel Aviv, tanto la corporación militar como el establishment político saben, o creen, que los años dorados que se iniciaron con la “guerra contra el terrorismo” el 11 de septiembre de 2001 ya están agotándose, y quién sabe cuándo volverán.

 

Viernes 25 de Julio de 2008

CISJORDANIA SE DESMORONA POR BLOQUEOS

 

Por Mel Frykberg, IPS Noticias / Bonsaidelainformacion

Las fuerzas armadas de Israel instalaron tres puestos de control más en la carretera entre el poblado de At-Tuwani y el meridional de Yatta, en el área cisjordana del territorio palestino.

 

Además de ser un fuerte centro económico en su región, Yatta, de 45.000 habitantes, brinda servicios claves de salud, la educación media y numerosas oficinas de la administración pública a las localidades que la circundan.

 

Esta ciudad se ubica ocho kilómetros al sur de Hebrón, una de las principales ciudades de Cisjordania con 200.000 habitantes, 30 kilómetros al sur de Jerusalén, reivindicada tanto por israelíes como por palestinos como capital.

 

Varias comunidades de las colinas al sur de Hebrón continúan con el suministro de productos básicos interrumpido. Los puestos de control agravan el problema, pues la carretera es la principal vía para el suministro de agua a zonas que sufren hoy una grave sequía.

 

Según pobladores del lugar, los bloqueos y controles duplicaron el precio del agua. El costo del transporte de agua se elevará 30 por ciento por la instalación de los nuevos puestos, según un trabajador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

No se trata de los únicos controles instalados en Cisjordania, a pesar de las promesas del gobierno israelí de que facilitaría el acceso y el tránsito interno de palestinos en territorios ocupados.

 

El Banco Mundial advirtió a comienzos de año que el sistema de vigilancia y control israelí causaba grandes perjuicios a la economía palestina, y que, de no atenuarlo, la caída en picada continuaría a pesar de los 7.400 millones de dólares en asistencia prometidos por la comunidad internacional.

 

El Ministerio de Justicia de Israel respondió que “en ocasiones, el acceso a ciertas carreteras se restringe por amenazas reales de seguridad”, pero acotó que, “de todos modos, esas restricciones se levantan tan pronto como una amenaza desaparece”.

 

La organización israelí de derechos humanos B’Tselem acusó al Ministerio de distorsionar la realidad. “Más de 300 kilómetros de caminos de Cisjordania están parcial o completamente vedados a los palestinos de manera permanente, sin que exista ninguna amenaza específica”, aseguró.

 

Además del daño económico, los controles impiden a los palestinos recibir tratamiento médico, pues las ambulancias son con frecuencia detenidas en los puestos o se las obliga a regresar al punto de partida, sin importar la gravedad del pasajero.

 

Muchas mujeres se han visto obligadas a parir en puestos de control y muchos pacientes murieron allí.

 

Pacientes que se dirigen a la sala de urgencias del Hospital Salfit, en el norte de Cisjordania, suelen pasar horas en los tres puestos de control del distrito, dijo a IPS el director local de salud primaria, el médico Bassen Abú May.

 

“Otro peligro que afrontan tanto los que van a pie como los que viajan en vehículos es el de sufrir disparos accidentales de soldados israelíes nerviosos”, dijo Abú May. “Eso ha sucedido. Para evitar el problema, muchos retrasan en la noche la búsqueda de tratamiento de urgencia y esperan hasta la mañana. Y el tiempo corre.”

 

Los israelíes aseguran que los controles y restricciones son necesarios para garantizar su seguridad. Pero los palestinos les acusan de imponerles un castigo colectivo a toda la población, y de proteger, en primera instancia, a los colonos judíos en Cisjordania.

 

“Esto está destruyendo el sustento de los palestinos, su economía, su agricultura, su educación y su salud”, dijo Saeb Erekat, el principal negociador de paz por el lado de la Autoridad Nacional palestina, a cargo del gobierno de Cisjordania.

 

Este territorio está dividido férreamente en tres cantones: el norte, el centro y el sur, de acuerdo con el informe emitido en enero por el entonces relator especial de la ONU para palestina, John Dugard.

 

Esta división limita la libertad de movimientos por Cisjordania de palestinos con propósitos sociales, médicos, empresariales o educativos.

 

El distrito de Naplusa, en el norte, está prácticamente rodeado por el ejército israelí, y sólo entran en la ciudad del mismo nombre cuentan con la documentación necesaria.

 

“El movimiento es más fácil dentro de esas áreas, pero entre ellas surgen dificultades por la combinación de controles de seguridad y otros obstáculos físicos”, según el informe de la ONU.

 

La instalación de puestos de control instauró, de hecho, un sistema de carreteras limitadas al uso de israelíes, lo cual obliga a los palestinos a usar rutas alternativas de tránsito restringido.

 

“Los nuevos obstáculos físicos limitaron el acceso a la tierra, los mercados y a los servicios y las relaciones sociales”, agrega el estudio del relator especial.

 

El sistema de autorizaciones israelí impide a los hacendados palestinos llegar a sus propios predios en el valle del Jordán, e incluso transportar sus productos. Las comunidades rurales están aisladas de las ciudades.

 

El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, dijo en abril a la secretaria de Estado (canciller) estadounidense Condoleezza Rice que su país había removido 61 de los 500 puestos de control de Cisjordania, como resultado de las promesas de la cumbre en Annapolis el año pasado.

 

Pero la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) advirtió que los controles habían ascendido de 566 en septiembre a 607 a fines de abril pasado. Para colmo, seis de los 61 controles listados por Barack seguían en su sitio.

 

Viernes 25 de Julio de 2008

APUNTEN CONTRA EL CHE GUEVARA CISJORDANO

 

Por Mel Frykberg, IPS Noticias

El ejército de Israel investiga el incidente en el que un soldado disparó a quemarropa un tiro con bala de goma en el pie del joven activista palestino apodado Che Guevara, quien estaba atado y con los ojos vendados.

 

Un vídeo colocado en el sitio de Internet YouTube muestra cómo el soldado, en presencia de un teniente coronel, abre fuego sobre el joven. El registro acaparó la atención de la prensa de Medio Oriente y de todo el mundo.

 

El 7 de julio, Ashraf Abu-Rahma, de 27 años y residente en la aldea de Bi'ilin, cerca de la cisjordana ciudad de Ramallah, fue arrestado por tropas israelíes, golpeado y obligado a permanecer sentado al sol durante horas, sin recibir agua.

 

Luego el soldado, deliberadamente, le disparó en el pie a menos de un metro de distancia, al parecer por orden de su comandante.

 

“Pensé que iba a ser arrestado, pero no que iban a dispararme”, dijo Ashraf a IPS.

 

Ashraf fue atendido por un médico militar. Afortunadamente, la gruesa bota que llevaba puesta absorbió el mayor impacto de la bala de goma, que le produjo una hemorragia interna en el dedo mayor de su pie.

 

El joven palestino se encontraba entre un grupo de vecinos y activistas internacionales que trataban de llegar a la vecina aldea de Ni'ilin con suministros de emergencia.

 

Varias semanas atrás, esa población fue sometida a toque de queda por cuatro días. Se impidió que las ambulancias evacuaran a los heridos. Las reservas de alimentos, agua y medicinas se agotaban rápidamente.

 

El ejército israelí implementó el toque de queda luego de violentas manifestaciones de protesta contra la expropiación de tierras.

 

Los militares afirmaron que los soldados recibieron una lluvia de piedras, mientras que los palestinos los acusaron de golpearlos, arrojarles gases lacrimógenos y dispararles balas de goma y munición de guerra antes de que reaccionaran con violencia.

 

Abdullah Abu-Rahma, presidente del Comité Popular de Bi'ilin contra el Muro y los Asentamientos, y familiar de Ashraf, dijo a IPS que habitantes de la aldea, junto con personas de varios países, incluido Israel, llevaban entonces leche, pan y medicinas a los residentes de Ni'ilin.

 

“Cuando estábamos llegando a la aldea, fuimos rodeados súbitamente por cuatro jeeps militares. Sin que existiera la menor provocación, comenzaron a arrojarnos gases lacrimógenos”, recordó.

 

Ashraf, activista conocido por los soldados, fue arrestado después de una disputa verbal.

 

“Recibí puñetazos y patadas mientras me conducían en un jeep durante varios minutos. Después de eso me vendaron los ojos, me ataron las manos y me obligaron a sentarme al sol, dolorido y sediento, durante tres horas”, dijo el joven palestino en la entrevista con IPS.

 

“Luego me tomaron de los brazos y me pusieron de pie. Los soldados hablaban entre ellos en hebreo. Aunque no entiendo el idioma, escuché la palabra 'gumi', que significa bala de goma. Después escuché un disparo y caí hacia atrás, dolorido y en un estado de conmoción, tras recibir el balazo en el pie”, agregó Ashraf.

 

Tras recibir atención médica, el joven fue liberado.

 

El incidente fue filmado por una adolescente palestina de 14 años, Salaam Kanan, quien entregó el vídeo a la organización de derechos humanos israelí B'Tselem, la cual, a su vez, lo hizo llegar a las autoridades militares.

 

Un portavoz del ejército dijo que el caso, al que describió como una “grave violación” a las reglas que deben seguir las tropas, estaba en proceso de investigación. El ministro de Defensa, Ehud Barak, condenó la conducta del soldado que efectuó el disparo.

 

El teniente coronel Omri Fruberg, comandante de la patrulla israelí, inicialmente negó haber estado presente. Pero cuando se difundió el vídeo, en el que se lo ve tomando por el brazo a Ashraf cuando el soldado abrió fuego, dijo que le había ordenado a su subordinado que lo intimidara, pero no que disparara.

 

IPS pudo averiguar que existe desde hace años una pésima relación entre Ashraf y el teniente coronel Fruberg.

 

El joven palestino es casi una leyenda en la zona y, por su combatividad, muchos lo llaman Che Guevara.

 

Ashraf logró detener la construcción de un asentamiento en tierras de la aldea, luego de treparse a una grúa en la que izó una bandera palestina. No obedeció las órdenes de bajar que le impartieron los soldados, a quienes les dijo que abandonaran “las tierras que están ocupando ilegalmente”.

 

Permaneció cinco horas trepado en la grúa y su foto apareció en muchos medios de prensa internacionales.

 

Ashraf también ha estado al frente de las manifestaciones organizadas semanalmente en Bi'ilin en protesta por la expropiación de tierras a manos de Israel, que serán utilizadas para ampliar el vecino asentamiento de Modi'in y construir el muro de separación.

 

El proyectado muro no sigue la llamada “línea verde”, que marca el límite entre Israel y la Autoridad Nacional palestina, y aislará a los palestinos de sus tierras. Tanto los asentamientos como el muro son ilegales, de acuerdo con el derecho internacional.

 

Ashraf recibió disparos en varias ocasiones y fue arrestado tres veces.

 

El Comité Popular de Bi'ilin contra el Muro y los Asentamientos, del que el joven palestino es un miembro activo, ha sido durante años un obstáculo para la política israelí, realizando campañas no violentas de desobediencia civil que le dieron credibilidad y apoyo internacional.

 

Incluso la Corte Suprema de Justicia de Israel se pronunció a favor de los habitantes de la aldea. En septiembre del año pasado ordenó que se modificara la traza del muro y que se devuelva parte de las tierras expropiadas.

 

El Comité también logró impedir la destrucción de varias casas en Bi'ilin, que según los israelíes habían sido construidas ilegalmente.

 

Organizaciones de derechos humanos aseguran que existe una política deliberada de demolición de hogares palestinos en áreas consideradas apropiadas para la ampliación de los asentamientos israelíes.

 

Ashraf acampó en varias de las viviendas que iban a ser destruidas noche tras noche, impidiendo que las cuadrillas de demolición hicieran su trabajo. Los soldados lo arrestaban, pero el joven volvía a instalarse en el lugar cuando lo liberaban.

 

Jueves 24 de Julio de 2008

EL MURO DE CISJORDANIA TODAVÍA ES ILEGAL

 

Por Khalid Amayreh, Al-Ahram Weekly/Rebelión

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

El 9 de julio de 2004 el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya emitió su veredicto que declaraba ilegal el llamado “muro de separación”, la gigantesca barrera que Israel estaba construyendo en Cisjordania.

 

El muro no se ha terminado de construir todavía, fundamentalmente debido a problemas de procedimiento y financieros. Pero cuando se termine, devorará cerca del 46% de Cisjordania, el 10% del cual quedará aislado en el lado “israelí” de la barrera. Casi con toda seguridad esto significa anexión.

 

A esto se añaden Jerusalén este y los pueblos árabes que lo rodean, que constituyen el 4% de la Cisjordania ocupada. Israel ya ha acordonado Jerusalén este junto con su población palestina calculada en un cuarto de millón de personas con una barrera de ocho metros de altura que los aísla del resto de Cisjordania.

 

El histórico fallo del TIJ determinó que la gigantesca barrera, construida en su mayor parte en tierra árabe ocupada por Israel en 1967, violaba el derecho internacional y debía ser demolido. El fallo también reafirmaba que todas las colonias judías construidas en Cisjordania, Jerusalén este y Gaza desde 1967 eran igualmente ilegales según el derecho internacional y debían ser desmanteladas.

 

El TIJ fallaba que los palestinos que sufren perdidas a consecuencia del muro debían ser indemnizados por Israel. Éste, envalentonado por su aliado-guardián, Estados Unidos, rechazó con actitud desafiante el veredicto argumentando que el TIJ no había tenido en cuenta su punto de vista.

 

De hecho, lejos de hacer el menor caso al veredicto del TIJ, en realidad Israel aceleró su apropiación de tierra palestina, apoyado el Tribunal Supremo Israelí que está en manos del ejército israelí de ocupación y que da el visto bueno y otorga a este robo de tierra la apariencia de una legalidad que no puede tener.

 

Los palestinos en general consideraron el veredicto una importante victoria para su causa. Sin embargo, pocos palestinos tenían esperanza alguna en las posibilidades reales de conseguir que la “comunidad internacional” dominada por Estados Unidos garantizara la implementación sobre el terreno del fallo del TIJ. Al fin y al cabo, muchas otras resoluciones de Naciones Unidos y de su Consejo de Seguridad que declaran ilegales y nulas acciones israelíes se han quedado reducidas a simple papel mojado.

 

En los últimos días palestinos de toda Cisjordania han recordado el cuarto aniversario del veredicto del TIJ con una determinación renovada de acabar con la ocupación de su tierra desde hace ya 41 años. Es más, la construcción de la horrible barrera, que muchos llaman “El muro del vergüenza” no es sino un síntoma de la ocupación israelí, lo mismo que la proliferación de las colonias y carreteras sólo para judíos israelíes por todos los territorios ocupados.

 

La semana pasada se celebraron ocho manifestaciones de protesta en Cisjordania, desde Jenin, al norte, hasta Belén, al sur. Los manifestantes, entre los que también había activistas extranjeros, llevaban banderas palestinas y corearon consignas pidiendo la demolición del muro.

 

En Deir Al-Ghusun cerca de Tulkarem (al norte de Cisjordania) las manifestaciones se dirigieron al muro que aísla sus huertos y granjas. Uno de los manifestantes calificó la apropiación de su tierra por parte del ejército israelí de “acto de expoliación”. Acusó a Israel de “engañar y mentir al mundo”.

 

“Primero dijeron que el muro era una estructura de seguridad, no una frontera política. Sin embargo hemos visto que todas las políticas y acciones israelíes indican que Israel considera que el muro constituye fronteras políticas”, afirmó un hombre de mediana edad.

 

Pero muy pronto las protestas fueron reprimidas por las fuerzas de ocupación que invadieron el pueblo a través de las puertas destinadas a exclusivo uso militar construidas en el muro. La finalidad de estas puertas es permitir al ejército israelí un fácil acceso a los pueblos palestinos adyacentes y facilitar así el control de la población local.

 

El 11 de julio campesinos palestinos y activistas extranjeros se manifestaron caminando hacia el muro en los pueblos de Jayyous, Niilin, Billin y Al-Khadr donde se enfrentaron con los soldados israelíes que defienden el muro. Los habitantes de los pueblos hablaron con amargura de los buldózeres militares israelíes que diezman y destruyen sus olivares centenarios y sus granjas ancestrales, de los que dependen en gran medida sus medios de subsistencia.

 

Los soldados israelíes, por su parte, no estaban de humor de permitir ni siquiera que las víctimas de la política de apartheid y de la limpieza étnica israelíes comunicaran pacíficamente al resto del mundo sus penalidades. Antes incluso de que los manifestantes llegaran al lugar donde estaban los diezmados olivares, los soldados de la ocupación enseñaron sus balas recubiertas de caucho, las bombas sonoras y los gases lacrimógenos. Un habitante del lugar resultó herido de gravedad y al menos 50 olivos ardieron debido a la explosión de las bombas y de los proyectiles de gases lacrimógenos.

 

Sin lugar a dudas el muro ha supuesto a los palestinos de Cisjordania unas pérdidas incalculables a nivel nacional, que atañen a todos los aspectos de su existencia y de su supervivencia. Según Abdul-Hadi Hantash, un cartógrafo y experto en asentamientos judíos, el muro mide 786 kilómetros de largo y está construido a lo largo de las mayores cuentas de reservas de agua, que producen al año 460 millones de metros cúbicos de agua en su mayoría potable. Aproximadamente un 5% de esta cantidad va a los palestinos mientras que Israel se apropia del resto.

 

Hantash afirmó que el muro ya ha dejado aislados a más de 70 pueblos y aldeas palestinos con una población total de 223.000 personas. También ha sido la causa de que se arranquen o destruyan 108.000 árboles crecidos, de los cuales 84,000 son olivos.

 

Hantash afirmó que la Autoridad palestina no debía considerar el muro como una cuestión aparte. “Esta siniestra muralla es una parte integral de la política de asentamientos judíos. Es un síntoma de la ocupación y como todos sabemos, no se pueden erradicar los síntomas sin previamente tratar la causa de raíz”.

 

Hantash intervino el 11 de julio en un simposio celebrado en Dura, cerca de Hebrón, para recordar los cuatro años que han pasado desde que el TIJ emitió su histórico veredicto en contra del muro.

 

Talab Al-Sanie, un palestino miembro del Parlamento israelí que también participó en el simposio, señaló que la construcción del muro se debió a un deseo irrefrenable por parte de Israel de imponer unilateralmente límites políticos entre Israel y un posible Estado palestino.

 

Al-Sanie argumentó que, sin embargo, el veredicto del TIJ demostraba que el muro era “un fenómeno ilegitimo producto de otro fenómeno igualmente ilegítimo, a saber, la ocupación israelí de tierra árabe”. Señaló que Israel simplemente estaba tratando de resolver sus problemas y temores demográficos a expensas del pueblo palestino.

 

“Los judíos tienen que darse cuenta de que la ocupación militar no les proporcionará seguridad. También deben entender que su enemigo no es el pueblo palestino, sino la ocupación, cuyo fin acabaría con el conflicto en la zona”.

 

Al-Sanie denunció que la mayoría de los israelíes, especialmente su gobierno y la clase dirigente militar, justifican la continua expansión de los asentamientos judíos por toda Cisjordania y a ambos lados del muro de “separación” con este temor.

 

Jueves 24 de Julio de 2008

SERIE DE HOJAS INFORMATIVAS “DETRÁS DE LOS BARROTES: MUJERES PALESTINAS EN PRISIONES ISRAELÍES”

 

Por Departamento de Derechos Humanos, Comité Democrático Palestino - Chile

“Serán atendidos con prioridad absoluta los casos de las mujeres encinta y de madres con niños de corta edad a su cargo, que sean arrestadas, detenidas o internadas por razones relacionadas con el conflicto armado.” Artículo 76 (2)

 

“Todo recluso recibirá de la administración, a las horas acostumbradas, una alimentación de buena calidad, bien preparada y servida, cuyo valor nutritivo sea suficiente para el mantenimiento de su salud y de sus fuerzas.” Artículo 20 (1)

 

INTRODUCCIÓN

Desde el inicio de la ocupación israelí en 1967, la población de los Territorios Palestinos ha sido víctima del mayor índice mundial de encarcelamientos. Se estima que más de 700.000 palestinos han sido detenidos por Israel, 10.000 mujeres entre ellos, lo cual constituye un 27% del total del pueblo palestino.

 

Entre 15-20 palestinos son arrestados diariamente por las fuerzas israelíes, lo que repercute negativamente en cientos de familias y demás estructuras sociales.

 

Las mujeres palestinas han jugado un papel fundamental haciendo frente a la ocupación israelí no sólo a nivel de política y social sino que, en ciertos casos, también militarmente. La mayoría de ellas han sido bien detenidas bien encarceladas en prisiones / centros israelíes. Desde el inicio de la segunda Intifada en el 2000, su número asciende ya a más de 700.

 

HECHOS

De acuerdo con cifras relativas a mayo del 2008, más de 9.080 prisioneros políticos palestinos se encuentran recluidos en prisiones, centros de detención y campos israelíes. Entre ellos cabe destacar 74 mujeres palestinas (incluidas 2 prisioneras de 16 y 17 años de edad de un total de 327 menores, y 17 madres con 60 niños). Un gran porcentaje no ha sido formalmente acusado de crimen alguno ni ha visto realizado su derecho a un proceso judicial.

 

Actualmente se cuentan 5.689 prisioneros sentenciados, 2.588 detenidos y 803 bajo detención administrativa. Este tipo de detención es legítimo de acuerdo con las órdenes militares aplicables en el Territorio Palestino Ocupado y la legislación nacional israelí. Oficialmente es una medida dirigida a prevenir el peligro que un individuo en particular posee para la seguridad del estado durante un corto periodo de tiempo. Sin embargo, el entendimiento del concepto seguridad del estado no ha sido definido de forma clara. Como consecuencia, el uso de la detención administrativa por arte del Estado de Israel viola las restricciones impuestas por el derecho internacional. Por medio de esta medida, miles de palestinos han sido detenidos durante largos periodos como meses e incluso años, sin haber sido debidamente procesados o informados de los cargos que se le imputaban. Aunque la posibilidad de recurrir la detención es posible desde un punto de vista teórico, en la práctica las órdenes militares obstruyen el acceso de los detenidos y el de sus abogados a los archivos necesarios los cuales son custodiados con total confidencialidad.

 

De un total de 73 prisioneras, únicamente 52 han sido sentenciadas, 5 de ellas a cadena perpetua, mientras que otras 11 recibieron condenas de más de 10 años de encarcelación. 21 mujeres continúan esperando ser juzgadas, y 6 se encuentran bajo detención administrativa.

 

A tres prisioneras residentes de Gaza se les ha negado el derecho a recibir visitas de sus familiares desde junio del 2007, fecha del inicio del aislamiento y asedio de la Franja por parte de Israel. Tampoco se les permite mantener comunicación telefónica con sus parientes.

 

Las prisioneras palestinas se encuentran repartidas entre tres prisiones distintas, particularmente en Telmond (Sharon), Neve Tirza (Ramleh) y Al-Jalameh (Kishon). La gran mayoría (93%) están recluidas en Telmond. Las tres instituciones están localizadas fuera de los límites del Territorio Palestino Ocupado lo cual constituye una flagrante violación del Artículo 76 del Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra (Convenio IV) que lee “Las personas protegidas inculpadas quedarán detenidas en el país ocupado y, si son condenadas, deberán cumplir allí su castigo.” La violación de esta norma no hace más que añadir mayor dificultad a las visitas por parte de familiares y el acceso de abogados.

 

Aunque el recurso a la tortura está expresamente prohibido tanto por la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CCT, 1987) como por el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDCP, 1966), instrumentos estos ratificados por Israel, existen sin embargo casos documentados por organizaciones de derechos humanos. Algunas mujeres han denunciado haber sido encadenadas durante nueve horas consecutivas durante el interrogatorio además de haber sufrido intimidaciones, amenazas y humillaciones. No es raro que se les prive de sueño e incluso que sean golpeadas. Tras su arresto, son raramente informadas de los cargos que se le imputan o el lugar donde están siendo transferidas. Otras han confesado incluso haber sufrido maltratos físicos ante sus propios hijos.

 

Las prisioneras sufren condiciones extremas de detención debido a la escasez y calidad de la comida, el hacinamiento de las celdas, camas incómodas, falta de luz natural debido a las cortinas de hierro que cubren las ventanas, privación de los mínimos estándares relativos a servicios médicos e higiene, y aislamiento del mundo exterior.

 

La prevención de visitas de familiares, incluidos los mismos hijos, es una práctica común. Como consecuencia, las presas se ven obligadas a mantener contacto con sus seres queridos a través de sus abogados. El uso de teléfonos está terminantemente prohibido y el correo se encuentra limitado; las cartas sólo pueden ser enviadas a través de delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) una vez éstas han sido comprobadas por oficiales de seguridad.

 

A lo largo de los años, se han dado casos de mujeres embarazadas encarceladas. Esto produce gran preocupación puesto que el encarcelamiento de mujeres en cinta supone un gran riesgo no sólo para la futura madre, sino también para el parto así como posterior crecimiento y desarrollo del recién nacido. Numerosos factores de riesgo durante el embarazo junto con una dieta nutricionalmente pobre, la falta de historiales obstétricos, altos niveles de ansiedad, depresión y falta de cuidados adecuados, pueden tener consecuencias fatales.

 

En la actualidad, dos prisioneras se encuentran recluidas incomunicadas prohibiéndoseles todo contacto con otras presas. Aunque esta forma de castigo ha sido aceptada por el DIH, tal confinamiento jamás debe ser impuesto a prisioneras de salud delicada, y debe estar siempre acompañado por visitas diarias por parte de un oficial de medicina.

 

ABANDONO MÉDICO DE MUJERES PALESTINAS EN PRISIONES ISRAELÍES

Las condiciones generales de salud de las prisioneras pueden ser calificadas de pobre. Actualmente el 25% de ellas sufre algún tipo de enfermedad tratable.

 

No es raro que experimenten pérdida de peso, debilidad, anemia y falta de hierro debido a la escasa cantidad de comida y la ausencia de los nutrientes dietéticos necesarios. Si eso no fuera bastante, las prisioneras también están expuestas a tratos severos (castigos físicos y psicológicos, y humillación) por parte de los oficiales encargados de los centros penitenciarios los cuales no tienen en cuenta las condiciones y necesidades especiales de las presas enfermas ni de las embarazadas. Todos estos factores contribuyen al sufrimiento de las futuras madres que no cuentan con los cuidados médicos y condiciones necesarias ni con una dieta especial apropiada a sus circunstancias.

 

Condiciones de encarcelación difíciles como la falta de aire fresco y luz natural, humedad en el invierno, calor durante el verano, insectos, suciedad, hacinamiento en las celdas, dietas pobres junto con el estrés, y el sufrimiento que conlleva la falta de comunicación con sus familiares, pueden derivar en perturbaciones menstruales.

 

Muchas de las presas sufren de reumatismo y problemas dermatológicos debido a la humedad que se filtra en sus celdas durante el invierno. En contraste, el verano trae consigo la falta de ventilación y aire fresco, y la prevalecía de cucarachas y otros insectos que contribuyen en la proliferación de enfermedades cutáneas. A pesar de ello, las autoridades penitenciarias se han negado a facilitar productos de limpieza.

 

Las prisioneras que padecen de enfermedades tratables como asma, diabetes, problemas relacionados con el riñón, anemia, cáncer y ataques, no disfrutan de una atención médica adecuada. Las enfermedades oculares empeoran debido a las condiciones de encarcelación como la ausencia de luz del sol. Sus necesidades nutricionales no son tenidas en cuenta.

 

LA FALTA DE PERSONAL CUALIFICADO, RECURSOS Y CUIDADOS MÉDICOS ESPECIALIZADOS

La falta de personal cualificado para atender las necesidades físicas y mentales de las prisioneras da lugar a largos retrasos en la provisión de atención médica y tratamientos de mala calidad e interrumpidos lo que acentúa el deterioro físico de aquellas presas que padecen enfermedades crónicas y degenerativas como cáncer. Más aún, los tratamientos dirigidos a la salud mental destacan por su ausencia.

 

Hasta la fecha, las prisiones y centros de detención no disponen de servicios ginecológicos a pesar de que las prisioneras se han venido quejando larga y continuamente de tal ausencia exigiendo visitas ginecológicas regulares. Cuando las presas necesitan ser hospitalizadas en instituciones israelíes, el cuidado ginecológico que se les ofrece no tiene en cuenta las diferencias culturales lo cual causa mayor estrés entre las pacientes. En el caso de mujeres palestinas solteras, los doctores palestinos hacen uso de exámenes internos como última opción recurriendo siempre en primer lugar a escáneres abdominales o generales. Algunas mujeres han denunciado que tal opción no les fue ofrecida en los hospitales israelíes. Actualmente, 3 mujeres necesitan de cuidados especiales mientras que otras 8 han exigido visitar a un ginecólogo fuera de la prisión.

 

El cuidado dental facilitado por las autoridades penitenciarias – particularmente en la prisión de Telmond -es inadecuado. Tres mujeres con problemas dentales importantes han venido exigiendo desde el pasado 2003, permiso para ser tratadas dentro de la prisión por un dentista de fuera a su propio cargo. Sin embargo, sus exigencias han sido rechazadas por 5 años consecutivos.

 

Algunas de las prisioneras padecen de desórdenes causados por estrés post-traumático y por depresión debido no sólo a las violaciones de derechos humanos de las que son víctimas en prisión (condiciones de encarcelación y detención extremas, falta de contacto con sus familias, etc.) sino también por experiencias relacionadas con la ocupación anterior a su ingreso en prisión. Aquellas prisioneras recluidas por largos periodos de tiempo necesitan de cuidados psicológicos especiales. En la actualidad, existen dos casos que requieren terapia profesional. Sin embargo, ninguna prisión facilita estos servicios.

 

Como resultado de la presión ejercitada por los abogados desde el comienzo del proyecto “Protección de Prisioneras y Detenidas Palestinas en Prisiones Israelíes” en enero del 2008, las autoridades de la prisión de Telmond han autorizado la visita de dos psicólogos, dos visitas de un dentista y una visita de un doctor especializado en medicina ortopédica. La primera visita de un ginecólogo está prevista para mediados de Junio. Desafortunadamente, las autoridades penitenciarias retienen el privilegio de dictaminar cuando la visita es o no necesaria. Ningún acuerdo ha sido alcanzado el cual permita la continuación de visitas de doctores especializados, las cuales pueden ser negadas en cualquier momento.

 

MUJERES EMBARAZADAS ENCADENADAS

Entre los años 2003 y 2008, cuatro mujeres presas han dado a luz en circunstancias extremas recibiendo cuidados pre y post natales insuficientes. Entre ellas, se incluye el caso de A.M., una mujer de poco más de cuarenta años procedente de la Franja de Gaza y que en la actualidad continúa siendo prisionera junto a su hijo de 5 meses.

 

Las presas que están a punto de dar a luz son trasladas al hospital encadenadas de pies y manos, y bajo estricta supervisión militar. A su llegada al hospital, las parturientas son encadenadas a sus camas hasta que acceden a la sala de partos. Tras el parto, las cansadas madres vuelven a ser encadenadas a sus respectivas camas. Esta es una experiencia que deben afrontar solas puesto que la visita de familiares está prohibida.

 

El encadenamiento anterior al parto posee la potencialidad de causar complicaciones como hemorragias o descenso del latido cardíaco del futuro bebe. En caso de que la intervención mediante cesárea sea necesaria, un retraso de tan solo 5 minutos puede tener consecuencias catastróficas (por ejemplo, daños permanentes en el cerebro del bebe).

 

A TRAVÉS DE SUS PROPIOS OJOS

EL TESTIMONIO DE UNA DETENIDA EMBARAZADA

A.M., una embarazada de poco más de 40 años procedente de Gaza y madre de 8 niños, fue arrestada en el paso de Beit Hanoun (Erez). Tras su arresto, fue trasladada a la prisión de Hasharon. En vista de su edad, A.M. necesitaba de un mayor nivel de cuidados y supervisión médica. Sin embargo, sufrió una preocupante pérdida de peso a la vez que fatiga general debido, entre otras cosas, a la calidad y escasez de la comida y las severas condiciones de encarcelamiento. En enero del 2008, sintiendo los primeros dolores del parto, la detenida fue trasladada al Hospital Meir en Kfar Saba donde la encadenaron de pies y manos hasta inmediatamente antes de su acceso a la sala de partos. Tras el parto, A.M. fue nuevamente esposada. Tuvo que sufrir esta experiencia inhumana completamente sola puesto que tanto a su marido como a familiares, todos ellos residentes de Gaza, se les negó el necesario permiso para visitarla.

 

A.M. describe su dolorosa historia: “Tras el parto, me encadenaron una mano y una pierna a la cama. Permanecí en esta posición durante varias horas antes de que me llevaran de vuelta a mi habitación. Me permitieron ver a mi bebe tan solo dos veces al día para que lo alimentase”. A.M. continúa detenida en la prisión de Telmond por portar explosivos con el fin de ejecutar una acción militar aunque no ha sido formalmente acusada todavía. Después de 6 meses desde el nacimiento de su bebe, éste no conoce aún a su padre ni a sus hermanos.

 

OBLIGACIONES DE ISRAEL DE ACUERDO AL DERECHO INTERNACIONAL

El Estado de Israel está obligado a respetar, proteger y cumplir los derechos contemplados en la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CCT,1987), el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, (PIDCP, 1966) y el Convenio IV de Ginebra (1949) como estado parte de tales tratados. En cuanto a los documentos elaborados bajo el marco de las Naciones Unidas relativos al tratamiento de prisioneros, aunque si bien no son instrumentos legalmente vinculantes, se les debe conceder la debida importancia como principios elaborados por las Naciones Unidas y como herramientas de gran importancia en el campo de los derechos humanos.

 

Numerosos instrumentos internacionales reconocen el derecho a la salud de las mujeres, tanto prisioneras como civiles, en tiempos de conflicto:

 

- La Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, 1969.

 

- Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra de 1949.

 

- Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de conflicto armado de 1974.

 

- Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de Reclusos de 1955.

 

- Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados Internacionales, 1977.

 

- Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos, 1990.

 

- La Declaración y Plataforma de Acción de Pekín, Conferencia de la ONU sobre la Mujer, 1995.

 

Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de 1981 y su Protocolo Facultativo de 1999.

 

- Convención sobre los Derechos del Niño, 1990, y su Protocolo Facultativo relativo a la participación de niños en los conflictos armados, 2002.

 

Para más información sobre la temática de derechos humanos de mujeres palestinas en prisiones israelíes, por favor contacte con la dirección de correo electrónico info@aseerat.ps

 

Addameer

Mandela Institute

Palestinian Counselling Center

La Serie de Hojas Informativas “Detrás de los Barrotes: Mujeres Palestinas en Prisiones Israelíes” es publicada como parte del proyecto “Protección de Prisioneras y Detenidas Palestinas en Prisiones Israelíes” fundado por el Gobierno de España en favor de UNIFEM como un proyecto de la ONU implementado por las siguientes organizaciones no gubernamentales palestinas: Addameer, Prisoners’ Support and Human Rights Association, Mandela Institute for Human Rights y Palestinian Counselling Center (PCC). Las opiniones aquí expresadas pertenecen a los mismos autores y no representan necesariamente la opinión de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), UNIFEM, Naciones Unidas o cualquiera de sus organizaciones afiliadas.

 

Con el apoyo de:

                                   - El Consulado General de Agencia Española

                                   - España de Cooperación Internacional en Jerusalén

 

Miércoles 23 de Julio de 2008

DESHEREDADOS

 

Por Antonio Pampliega, Público.es

Un cuarto de millón de refugiados palestinos vive hacinados en campamentos repartidos por Líbano

 

Dos carros blindados del Ejército libanés custodian la entrada al asentamiento de Nahar al Bared, situado en la ciudad de Trípoli a 85 kilómetros al norte de Beirut. Los días de esplendor de este campo de refugiados palestinos (fue el segundo en importancia de todo el Líbano) son cosa del pasado. Hoy, la tristeza y la desolación son las únicas a las que no se les veta la entrada a esta ciudad fantasma. Lo que fue uno de los centros neurálgicos de los refugiados palestinos (daba cobijo a más de 30.000 personas) está arrasado. Sólo los escombros y las casas derruidas dan una idea de lo que fue este asentamiento.

 

“Los milicianos de Fatah al Islam atacaron varios puestos del Ejército libanés en Trípoli, causando varios muertos e importantes destrozos. Los guerrilleros se refugiaron en el interior del campamento de Nahar al Bared y se hicieron fuertes”, explica a Público un oficial del ejército libanés que nos acompaña en el recorrido por el perímetro exterior de esta urbe devastada. “Después de tres días de intensos combates, el 23 de mayo de 2007 se firmó un alto el fuego para que la ONU entrara al campo de Nahar al Bared a suministrar ayuda humanitaria y agua a los refugiados. Cuando se disponía a abandonar el asentamiento, francotiradores de Fatah al Islam abrieron fuego contra ellos”, relata el sargento Ahmad Talal.

 

“Visto que la situación no mejoraba, nos vimos obligados a utilizar medidas más drásticas para acabar con los milicianos y usamos fuego de mortero sobre la ciudad para hacerlos salir. Fue una dura batalla que duró casi tres meses y donde murió mucha gente; entre ellos soldados libaneses, guerrilleros y civiles. Nosotros intentamos causar el menor daño posible a los civiles, pero los milicianos se mezclaban entre la población y era imposible distinguir quién era el terrorista”, trata de justificarse el sargento.

 

CERRADO A CAL Y CANTO

Nahar al Bared, un año después de la tragedia, permanece cerrado a cal y canto. No se puede acceder al interior del campamento a no ser que se tenga un permiso especial que tarda dos meses en tramitarse. “Sí, por supuesto, los trabajos de reconstrucción han comenzado y van a buen ritmo”, afirma el oficial mientras se atusa el bigote. Pero desde el exterior no se ven máquinas trabajando en el desescombro de las casas para comenzar con la reconstrucción, sólo soldados, fuertemente armados, custodiando todo el perímetro. Junto al antiguo campo de refugiados se ha levantado el nuevo Nahar al Bared pero no es ni una ínfima parte de lo que fue el anterior. La mayoría de los habitantes ha preferido emprender su vida lejos de lo que fue durante décadas su hogar.

 

La Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda de los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha estimado que el coste de la reconstrucción de este campamento superaría los 300 millones de dólares. Hasta el momento, nadie ha puesto ni un euro y las ruinas permanecen inmutables al paso del tiempo.

 

A unos cinco kilómetros de Nahar al Bared se levanta el campo de refugiados de Beddawi. Este enorme asentamiento acogió a la práctica totalidad de la población civil que huía de los combates.

 

“Nosotros acogimos al 70% de los refugiados”, explica a Público el líder palestino Abu Amara, responsable del campamento. “Como no teníamos medios para alojarlos a todos tuvimos que habilitar la escuela para que pudieran dormir los primeros meses”, continúa Amara.

 

CALOR INSOPORTABLE

“La UNRWA comenzó a levantar viviendas prefabricadas, pero al ser de metal, en verano el calor era tan intenso que era imposible vivir dentro, por lo que nosotros tuvimos que sufragar los costes de nuevas viviendas y levantarlas nosotros mismos”, relata Amara apurando una taza de té mientras habla sin cesar de la precaria situación de quienes huyeron de Nahar al Bared.

 

Amara viste con las ropas de camuflaje del Ejército palestino. Todo el mundo sabe quién es y le paran en la calle para saludarle. “Aquí soy como el primer ministro”, se jacta. La gente le respeta y le quiere. Tras él, su guardia pretoriana, cinco milicianos fuertemente armados con Kalashanikov, vigilan todos los movimientos de su líder.

 

El asentamiento de Beddawi da una idea muy clara de la situación. Calles angostas y sin asfaltar, sucias, donde la basura se acumula en las aceras; las paredes están decoradas con cárteles que hacen referencia al “genocidio palestino” como lo califican ellos, con fotografías de Arafat o de mártires que han atentado contra Israel y a los que se venera con auténtica devoción. Algunas tímidas banderas amarillas de Hizbolá decoran las fachadas de los edificios pero aquí predominan cuatro colores: el negro, el rojo, blanco y el verde, los que forman la bandera palestina. Todos los que viven en Beddawi son palestinos, situación que se repite en todos los campamentos de refugiados del Líbano.

 

Amara nos invita a una humilde casa donde su propietaria, una anciana de avanzada edad y que tiene un sencillo bastón como compañero de viaje, habla sobre su desgracia. “Tenemos que dormir en colchones sobre el suelo y usar los zapatos como almohada. Nadie nos ayuda”, relata Em Mahmoud. “¡No somos perros, somos palestinos!, pero no nos quieren en ningún lado. Somos los desheredados de palestina”, continúa la mujer, que no puede aguantar las lágrimas y se derrumba gritando que quiere morir en palestina, en su casa. La imagen se repite. El lamento y las lágrimas. “Todos vivíamos mejor en Nahar al Bared pero nadie hace nada por reconstruirlo. Yo tenía una casa de dos plantas, donde vivía con toda mi familia. Ahora sólo tengo dos habitaciones donde dormimos 11 personas”, se lamenta Rafe, un granjero que se vio obligado a abandonarlo todo para salvar a su familia. Rafe sufre de cataratas en el ojo derecho, del que casi ha perdido la visión completa, pero no recibe ninguna ayuda médica.

 

La extrema pobreza es el pan nuestro de cada día en Beddawi. Los más perjudicados son aquellos que se vieron obligados a huir al amparo de la noche de Nahar al Bared para salvar sus vidas. Lo han perdido todo y sobreviven en este nuevo asentamiento gracias a la caridad de Amara y sus hombres que tratan de abastecerles de todo lo que necesitan. Sólo las risas de los niños jugando por la calle son capaces de romper con la tristeza que se respira en Beddawi.

 

LA MISMA ESTAMPA EN BEIRUT

Un enorme cartel con el escudo de Al Fatah, organización fundada por Yasser Arafat entre 1957 y 1959, preside la entrada al campamento de Burj el-Barajneh, que con 45.000 personas tiene el dudoso honor de ser el más importante de Beirut.

 

“Este campamento se fundó en 1948 [el año en que se fundó el Estado de Israel] y vinimos para quedarnos sólo unos meses, porque pensábamos que era una situación pasajera, pero ya va para 60 años”, explica a Público Abu Bader, máxima autoridad del campamento. Bader tiene más pinta de político que de miliciano. No lleva uniforme, sino pantalones de pinzas y camisa de cuadros.

 

Durante los primeros años, la UNRWA se volcó con ellos prestándoles toda la ayuda humanitaria. “Gracias a ellos conseguimos salir adelante”, puntualiza Bader. Los refugiados palestinos de Burj el-Barajneh contaron con ayuda de otros países árabes que se solidarizaron con su causa y mensualmente entregaban 100 dólares a cada familia. Pero la situación cambió radicalmente tras la guerra civil. “Al Fatah utilizó el dinero y la ayuda humanitaria para sus fines y compró armas para usarlas contra los cristianos, causando un baño de sangre. Al final quienes sufrieron las consecuencias fueron los civiles que dejaron de recibir ayuda de los países árabes”, dice mientras apura el tercer cigarrillo.

 

Actualmente, el asentamiento de Burj el-Barajneh sólo recibe la ayuda humanitaria de la UNRWA y muy puntualmente de Al Fatah y de Hamás, que entregan dinero a sus afines, lo que provoca graves enfrentamientos dentro del campamento; ya que las facciones tienden a luchar por el control de determinados barrios. “Todo el mundo va armado aquí. No para luchar contra el Ejército libanés, sino para defenderse de los propios palestinos”, admite Bader. Burj el-Barajneh dispone de dos hospitales que no dan abasto y que sólo tienen capacidad para atender pequeñas intervenciones. Les faltan materiales y les sobra suciedad y ganas de ayudar. La última tecnología de la que disponen es una máquina de Rayos X con más de 20 años de servicio. Las urgencias son derivadas a los hospitales de Beirut. Pero el problema que esto supone es que deben hacerse cargo de las facturas. Es decir, que los palestinos deben correr con todos los gastos. “La gente pide dinero a la familia, a los vecinos e incluso a nosotros mismos, todos tratamos de colaborar porque en el futuro nosotros podemos necesitar ayuda”, explica Bader.

 

La sanidad es utilizada por el Gobierno de Fuad Siniora para tratar de conceder la nacionalidad libanesa a los palestinos. “Israel y EE.UU. han prometido a Siniora 5.000 millones de dólares sin logra que los palestinos nos nacionalicemos. Así Israel nos impediría regresar a nuestras casas. [Siniora] nos promete sanidad gratis si accedemos, de lo contrario no nos ayuda en nada - desvela Bader-. Pero Hizbolá nos alienta a que sigamos siendo fieles a nuestra nación a palestina”.

 

Martes 22 de Julio de 2008

EN EL CHECK POINTS DE BELÉN: EL MURO DE LAS LAMENTACIONES

 

Por Laura Raíces, Rebelión

Para entender la estructura y extensión del muro construido por Israel en palestina basta con imaginar enormes corrales con miles de personas en su interior controladas con lupa, donde solo unos pocos pueden entrar y salir. Quienes permanecen dentro sufren además humillaciones, matanzas y destrucciones de sus hogares y comercios. Así considera el gobierno israelí a los palestinos, como un ganado a exterminar.

 

Hace una semana he vuelto de palestina y he podido observar la inmensidad que tiene el Muro del Apartheid construido por Israel, lo cierto es que en comparación el muro de Berlín resulta minúsculo. El muro que cerca las zonas palestinas tiene 10 m. de alto y una extensión actual de 413 Km. (de los 786 Km. proyectados), en comparación, el muro berlinés tenía 3,6 m. de alto y una extensión de 160 Km. Pero más allá de las cifras, el muro israelí implica la persistencia diaria de querer destruir un pueblo que además es patrimonio de una de las culturas más antiguas, Como si vivir dentro de cuatro paredes fuera poco, además se los condena a ver como matan a sus hijos, a la destrucción constante de sus hogares, al robo del agua, al encarcelamiento diario y a millones de maltratos que los humillan constantemente.

 

Lo cierto es que las consecuencias del muro son enormes e innumerables, una de las experiencias que me ha tocado vivir hace solo dos semanas ha sido presenciar el control israelí en el muro que separa Belén de Jerusalén este. Es importante aclarar que ambas zonas corresponden a palestina, con la diferencia que Jerusalén posee una soberanía compartida entre Israel (Jerusalén oeste) y palestina (Jerusalén este), eso en teoría. Lo cierto es que el muro israelí ha dividido ilegalmente Belén de Jerusalén este, por lo cual cuando un palestino quiere pasar de un lado al otro de sus tierras debe pasar un control israelí que irrisoriamente les pedirá tener un permiso especial para poder entrar a Jerusalén este, es decir, a sus propias tierras. Por lo cual la ilegalidad de este control se cumple abiertamente y en todos los puntos.

 

LOS CHECK POINTS

Este punto de control en Belén es fundamental para los palestinos, ya que dado el bloqueo impuesto por el muro muchos de ellos buscan trabajar en Jerusalén…y los israelíes lo saben, precisamente por eso los humillan a diario. Hace solo dos semanas hemos presenciado, junto a un grupo con el que he viajado, como funciona el check poíno (punto de control) de Belén y la experiencia ha sido tan dura e inhumana que nos dejó a muchos con el corazón en la boca y más perplejos ante la irracionalidad israelí.

 

Llegamos alrededor de las 4:30 de la mañana, si bien nos habían informado de la situación con la que nos encontraríamos, el chocarse cara a cara con esa realidad superó lo que esperábamos ver. El check poíno se asemejaba más a un campo de concentración que a un punto de control, lo cierto es que esperaba encontrarme con una entrada similar a cualquier punto fronterizo donde los militares controlen quienes pueden o no pasar.

 

Este control debería estar abierto las 24 horas para cualquier persona que desee cruzar el muro, pero como la lógica israelí consiste en hacer la vida imposible a los palestino violando constantemente la legalidad, el control lo abren alrededor de las 5 de la mañana. La entrada consiste en una un camino muy estrecho formado por barras de acero y un techo de chapa, dando la sensación de que se está entrando a un sistema carcelario. La mayoría de las palestinos que cruzan este control saben que son seleccionados cuidadosamente para poder trabajar en Jerusalén, pero con eso no es suficiente, todos aquellos que deseen pasar deben demostrar tener un permiso que les permita entrar a Jerusalén este (recordemos que Jerusalén este es zona también palestina pero ocupada por los israelíes). A su vez, los permisos son de muy corta duración ya que la principal lógica israelí consiste en hacer la vida imposible al palestino. En el caso de que, por ejemplo, sea un permiso laboral debe renovarse cada tres meses, por lo cual ningún palestino puede llegar tarde a trabajar a Jerusalén, un despido significaría perder la entrada a Jerusalén y con ello las posibilidades de conseguir un trabajo que les permita vivir en Belén. Tan terrible es la imposición de este muro que incluso quienes pueden atravesarlo llegan a considerarse afortunados, salvos los israelíes, claro, que pueden entrar y salir a cualquier zona palestina.

 

Debido a este miedo constante de perder el trabajo muchas personas ya están desde temprano haciendo la cola para pasar el control israelí, y muchos otros pasan la noche para poder estar primeros en el control. Al llegar no sabíamos realmente como actuar y cómo tomarían los palestinos nuestra presencia allí, la humillación de tener que pasar todos los días este control y que para colmo estemos nosotros ahí para verlo podía ser interpretado como una humillación mayor. Lo cierto es que los palestinos nos han sorprendido durante todo el viaje, tiene una humanidad tan grande que nos han hecho avergonzarnos de nuestra egoísta forma de actuar o pensar. Apenas llegamos un palestino a la entrada nos ofreció un café. Nos acercamos un poco hasta donde empezaba la cola, mientras la gente nos saludaba y hacían bromas. Preguntamos entonces desde que hora estaban, muchos nos contaban que desde las tres de la mañana esperando que a las cinco abran el control.

 

Nuestro contacto con una ONG nos permitió acceder al check poíno, esta organización se dedica a controlar dos o tres veces por semana de qué manera se realiza el control y elaborar luego informes que presentan a determinados organismos para denunciar esta situación. Accedimos así, junto a esta ONG, hasta el principio de la cola, aunque no sabíamos si los palestinos nos dejarían o no pasar, pero nuevamente nos sorprendieron, no solo nos dejaron pasar sino que con sus manos iban formado un puente para que pasemos más fácilmente. Al llegar al principio de la cola se observaba una entrada enrejada formada por una puerta giratoria de barras de metal, en suelo de esa entada 6 o 7 mujeres sentadas aguardaban al principio de la fila, ya que los palestinos consideran que las mujeres y los niños tienen el privilegio de pasar antes que los hombres. Cuanto más estábamos con los palestinos más admirábamos su valor y humanidad, mientras esperábamos que se abriera la puerta de control los palestinos bromeaban entre sí y con nosotros, tienen una particular forma de bromear en las perores situaciones, como una forma de mantenerse vivos. Incluso muchas personas que llegaban tarde a la cola se colaban por encima de los barrotes (como se ve en la imagen más arriba), ante lo cual nuestra reacción fue indignarnos ante la injusticia de que muchas personas llevaban toda la noche esperando como para que alguien se les colase, pero una vez más la solidaridad palestina nos demostró que los equivocados éramos nosotros, se enojaban solo unos segundos con quien se había colado y enseguida ya estaban bromeando con él, porque entendían que también era un trabajador que tenía que pasar al otro lado y que por algún motivo se le había hecho tarde para llegar, pero que estaba sufriendo las mismas circunstancias que ellos, por lo cual no era justo que encima se enojaran con él, porque entendían y compartían su dolor. Enseguida me sentí avergonzada, agaché la cabeza y una vez más me di cuenta cuanto me quedaba por aprender de esta gente con un corazón tan grande que no hay muro que lo abarque.

 

A las 5 y 10 se acerca a la puerta del control un joven de no más de 25 años, justo por detrás de la puerta giratoria hay un puesto de control enfrente del cual se sitúa un detector de metales. El joven tranquilamente comienza a abrir la puerta giratoria (siempre desde su cabina), al desbloquear la puerta giratoria los palestinos comienzan a pasar, y cada cierto número el soldado israelí bloquea la puerta, lo importante era que el numero nunca fuera exacto, a veces dejaba pasar a 3 a 5 a 4 a 2, de tal manera que los palestinos no puedan calcular cada cuantos se bloqueaba la puerta y de esta manera sientan no solo el desconcierto sino las barras de metal que les da en la cara al bloquearse de pronto la puerta. Lo mismo hacía el soldado para controlar el tiempo que tardaba en volver a abrir la puerta, cada 5 minutos, 10, depende del grado de odio hacia los palestinos que tuviera esa mañana.

 

Un vez que pasaban la puerta los palestinos debían enseñar en alto el permiso que les habilitaba a pasar hacia Jerusalén e inmediatamente enfrentarse al detector de metales, en este caso el militar israelí (desde su cabina, claro) empeñado en humillarlos, ni siquiera los miraba a la cara, mientras que los palestinos enseñaban en alto que tenían el dichoso papel, ellos mismos nos contaban que dependiendo del humor del soldado a veces verificaban cada uno los permisos (lo cual eternizaba la entrada) y otras veces los dejaban pasar mostrando el permiso en alto pero sin siquiera mirarlos a la cara. Por lo cual era muy difícil de calcular cuanto tiempo podía tardarse en pasar el check poíno. Pero el control recién empezaba.

 

Una vez que pasaban el detector, los palestinos tenían que correr casi medio kilómetro para llegar al siguiente punto de control, una vez dentro se formaba una segunda cola donde nuevamente debían pasar por un detector de metales. Aquí nuestro grupo ya se había dividido en dos, mientras unos mirábamos lo que sucedía en el primer control el resto del grupo ya estaba observando el segundo control, luego decidimos cambiarnos para poder observar el segundo control y aquí vemos como dos militares caminan detrás del primer grupo que regresaba, pero manteniendo cierta distancia. Cuando nuestro grupo se dirige entonces al segundo control, los militares (que no parecían mayores de 18 años) nos siguen. Llegamos entonces al segundo control donde se habían formado dos filas para pasar el detector de metales, a la vez que arriba de ellos se veía una plataforma desde la cual los dos militares que nos habían seguido ahora nos estaban observando. Si bien este control se hacía eterno para los palestinos que debían ir a trabajar, la persona de la ONG que nos acompañaba nos comentaba que hoy se había agilizado bastante la entrada ya que los militares querían darnos una buena imagen de que se portaban bien con los palestinos… ¡menos mal que lo aclaró!

 

Para pasar el detector debían quitarse todo aquello que pudiera hacer sonar la alarma, incluso algunos calzados que tuvieran hebilla de metal. Pasaban así al tercer y último control que consistía en una máquina que detectaba las huellas dactilares de las personas como si fueran criminales, debían poner allí sus manos mientras los militares desde una cabina les hacían preguntas, pero nunca se enfrentaban cara a cara con un palestino, como si pudieran contagiarles algo de humanidad… o tal vez era que se les caía la cara de vergüenza y necesitan un muro para ocultarse.

 

Finalmente, tras toda esta odisea, lograban pasar a la otra parte del muro, solo para ir a trabajar por unas horas a Jerusalén y volver a pasar estos mismos controles a la vuelta para poder llegar a su casa con su familia, si es que aun los israelíes habían dejado en pie la casa o su familia.

 

Esta reseña no es más que una de las consecuencias del muro que los palestinos deben sufrir a diario y de la cual deberían avergonzarse y lamentarse los israelíes a diario de la misma manera que lo hacen sobre el muro de las lamentaciones.

 

Lunes 21 de Julio de 2008

LAS DIVERSAS CARAS DE LA OPRESIÓN ISRAELÍ EN PALESTINA:

CUATRO MUROS PARA ENCERRARLOS A TODOS

 

Por Julien Salingue, juliensalingue.com /Rebelión

Traducido por Caty R.*

Este artículo es el último que pongo en línea antes de mi partida. No voy a intentar, sería imposible, hacer un resumen de las 11 semanas pasadas en los territorios palestinos. En vez de eso trataré de presentar una síntesis de lo que considero los cuatro componentes esenciales de la opresión israelí.

 

Todo el mundo sabe que desde el año 2002 Israel está construyendo un muro gigantesco en Cisjordania. Lo que no se observa con frecuencia es que ese enorme muro de hormigón no es el único que ha erigido el Estado de Israel, aunque es el más obvio. Efectivamente, en la actualidad los palestinos chocan con cuatro muros que les impiden llevar una vida digna y conseguir sus derechos nacionales: un muro de hierro, un muro de alambre, un muro de cristal y un muro de hormigón.

 

EL MURO DE HIERRO: EL EJÉRCITO ISRAELÍ

“Aparte de los que están prácticamente ‘ciegos’ desde la infancia, todos los sionistas moderados han comprendido hace mucho tiempo que no existe la más mínima esperanza de obtener el acuerdo de los árabes de la tierra de Israel para que ‘palestina se convierta en un país con una mayoría judía (…) La colonización sionista, incluso la más limitada, debe completarse, es decir, llevarse a cabo ignorando la voluntad de la población autóctona. Por lo tanto, dicha colonización sólo puede seguir y desarrollarse bajo la protección de una fuerza independiente de la población local: un muro de hierro que la población autóctona no pueda atravesar” (1).

 

Esas líneas fueron escritas a principios de los años 20 por Vladimir Jabotinsky, líder de la corriente “revisionista sionista” de la que surgió el Likud y, entre otros, los primeros ministros Begin, Shamir y Sharon. Dichas líneas describen la doctrina del “muro de hierro”: en la medida en que los árabes de palestina se opondrán a la creación de un estado judío en un territorio en el que son ampliamente mayoritarios, el movimiento sionista debe dotarse de un ejército poderoso, apoyado por los países imperialistas, que favorecerá la colonización y que, cuando llegue el momento, permitirá a los judíos imponer un hecho consumado a la población autóctona.

 

A pesar de la posición minoritaria de la corriente revisionista en el movimiento sionista (dominado por los laboristas de Ben Gurion), la doctrina del muro de hierro tiene muchos imitadores y en realidad fue uno de los factores que condujo a la creación de diversas milicias judías armadas; las más famosas fueron la de Haganá (creada en 1920), Irgun (1931) y el grupo Stern (1940). Estas milicias aterrorizaron a los habitantes árabes y fueron responsables de la salida forzosa de 800.000 personas durante los años 1947-49. Fue el grupo Stern, dirigido por Menahem Begin, el que perpetró la masacre de Deir Yassin en abril de 1948. Después de la declaración de independencia de Israel, la Haganá constituyó la columna vertebral del ejército israelí, el Tsahal, que absorbió rápidamente a las demás milicias.

 

Desde los orígenes del Estado de Israel, el componente militar ha desempeñado un papel clave para llevar a cabo la limpieza étnica indispensable para el establecimiento del estado judío sobre un territorio poblado mayoritariamente por no judíos. El muro de hierro, el ejército, sigue siendo actualmente uno de los pilares fundamentales de la política israelí. La lista de generales que se han convertido en ministros o primeros ministros es demasiado larga para citarla aquí, pero incluye, por ejemplo, a los generales Allon, Dayan, Rabin, Sharon, Barak, Ben Eliezer, Zeevi o Mofaz… En el parlamento actual los generales representan el 10% de los cargos elegidos. Cuando los generales pasan a la vida política no dejan de ser militares y este hecho dirige sus decisiones y grandes orientaciones políticas, como demostró ampliamente la añorada Tanya Reinhardt (2).

 

Además, “Israel es el único país democrático en el que el jefe del ejército asiste a todas las reuniones del gobierno” (3). Y además, “los generales tienen un arma que ningún político puede permitirse el lujo de ignorar: el control absoluto de los medios de comunicación. Casi todos los «corresponsales» y «comentaristas» militares son obedientes servidores del jefe del ejército y publican, como si se tratase de sus propias opiniones, las instrucciones del jefe del Estado Mayor y sus generales” (4). Este poder de los generales sobre los medios de comunicación permite mantener un clima de miedo permanente en una sociedad impregnada de contradicciones pero en la que el temor a la agresión extranjera y la unidad nacional, tras las operaciones militares, son sus cimientos. Por lo tanto, así se legitima un presupuesto militar faraónico: los gastos militares por habitante son 15 veces superiores en Israel que en Estados Unidos. El ejército israelí es uno de los más importantes del mundo y, con mucho, la primera fuerza militar de la región y la única potencia nuclear de Oriente Próximo.

 

El muro de hierro que quería Jabotinsky, entendido como un poderoso ejército que desempeña un papel principal en el desarrollo del proyecto sionista apoyado por los países imperialistas existe, por lo tanto, claramente. En la actualidad se encarna en la ocupación militar de Cisjordania y el asedio de Gaza. Los palestinos de los territorios ocupados son los testigos y víctimas directas de las decisiones que guían la política represora de las autoridades de la ocupación desde hace 60 años. Sus enfrentamientos cotidianos con el ejército en los puestos de control, las redadas o los miles de procesos judiciales militares, son la trágica ilustración de esta primera dimensión de la opresión israelí: la imposición, por la fuerza, de los hechos consumados del sionismo.

 

La tarea asignada al muro de hierro definido por Jabotinsky hace 85 años, es más actual que nunca: “Afirmamos que el sionismo es ético y justo. Y puesto que es ético y justo, se tiene que hacer justicia con independencia de que José, Simón, Iván o Ahmed estén de acuerdo o no” (5).

 

EL MURO DE ALAMBRE: LOS CAMPOS DE REFUGIADOS

“La tierra de Israel está habitada por los árabes (…) Debemos prepararnos para expulsarlos del país por la fuerza de las armas, como hicieron nuestros padres con las tribus que vivían allí; si no, nos encontraremos frente a un problema representado por la presencia de una población extranjera numerosa, de mayoría musulmana, que está acostumbrada despreciarnos desde hace generaciones. Actualmente no somos más que el 12% del conjunto de la población y sólo poseemos el 2% de la tierra” (6).

 

Eso es lo que declaraba, a finales del siglo XIX Israel Zengwill, uno de los primeros colaboradores de Theodor Herzl, considerado el “padre fundador” del sionismo. palestina no era, al contrario de la falacia que propagó el movimiento sionista, “una tierra sin pueblo”. Los sionistas eran conscientes de este hecho y por eso, desde el principio, proyectaron la expulsión de los autóctonos para permitir la construcción de un Estado judío.

 

El plan de división de 1947 otorgaba un poco más del 55% de palestina al Estado judío. El objetivo declarado de los dirigentes sionistas es conquistar palestina entera:

 

“La aceptación del reparto no nos compromete a renunciar a Cisjordania. No se puede pedir a nadie que renuncie a su sueño. Aceptaremos un Estado en las fronteras que se fijan hoy, pero las fronteras de las aspiraciones sionistas son asunto de los judíos y ningún factor externo podrá limitarlas” (David Ben Gurion) (7).

 

Pero los judíos sólo representan un tercio de la población. Por lo tanto, la limpieza étnica era inevitable.

 

Los trabajos de los historiadores palestinos, además de los de los nuevos historiadores israelíes, especialmente Ilan Pappe y Benny Morris (8), han establecido que aproximadamente 800.000 palestinos fueron expulsados de sus tierras durante la gran expulsión de 1947-49, la “Nakba”. Por otra parte, han demostrado que dicha expulsión no fue un daño colateral de la guerra árabe israelí de 1948, sino que fue el resultado de un plan preciso, el “plan Daleth”, dirigido a limpiar la tierra palestina de la mayor parte posible de sus habitantes árabes. Así, más de la mitad de las 800.000 expulsiones tuvieron lugar antes de que empezase la guerra, lo que invalida la tesis comúnmente divulgada de que los aldeanos huían de los combates entre los ejércitos árabes y el ejército israelí.

 

¿Todos los refugiados huyeron por las amenazas directas de las milicias judías o algunos abandonaron sus tierras por miedo a las masacres? Los que discuten la tesis de la expulsión hacen de esta cuestión un asunto fundamental y se refieren constantemente a inencontrables registros radiofónicos que demostrarían que los regímenes árabes llamaron a los palestinos a huir de sus tierras. Más allá del hecho de que los trabajos históricos más recientes han demostrado ampliamente el carácter programado y sistemático de las expulsiones, este «debate» no es más que un juego de manos para desviar la atención de una verdad histórica que nadie puede negar: cualesquiera que fuesen las motivaciones que empujaron a huir a cada uno de los refugiados, ninguno de ellos ha podido regresar jamás a sus tierras.

 

Lo mismo que los otros cientos de miles de palestinos que han engrosado los contingentes de refugiados en otras oleadas de expulsión, especialmente en junio de 1967. Actualmente, según las cifras oficiales de la ONU, hay más de 4,5 millones de refugiados palestinos. Existen 59 campos, algunos todavía cercados de alambre, en Gaza (8 campos), Cisjordania (19), Jordania (10), Siria (10) y Líbano (12). A esta cifra hay que añadir los refugiados no registrados por la UNRWA. Según la Oficina Central palestina de Estadística (PCBS), en la actualidad hay alrededor de 7 millones de refugiados palestinos por todo el mundo, sobre una población total de poco más de 10 millones.

 

Por lo tanto, más de dos tercios de los palestinos son refugiados a quienes Israel niega el derecho de regresar a sus tierras. Como dijo Hussam Khadr, miembro de Fatah en el campo de Balata, ex diputado, y actualmente preso: “la causa palestina es la causa de los refugiados”. Esto autoriza a cualquier observador mínimamente serio de la cuestión palestina a decir que cualquier “regulación” se atasca en las reivindicaciones del reconocimiento de la expulsión y el derecho de retorno se convierte así en descabellado y/o inadmisible. El muro de alambre que encierra al 70% del pueblo palestino en los campos y en un estatuto de refugiados permanentes es el segundo dispositivo insoslayable de la opresión fabricada por Israel.

 

EL MURO DE CRISTAL: EL ESTATUTO DE LOS PALESTINOS DEL 48

“Están los ciudadanos árabes del Estado de Israel. Esa es nuestra principal preocupación. Que no acaba en Gaza. Que no acaba en Judea y Samaria (Cisjordania). Tenemos que enfrentarnos a nuestra principal preocupación” (Gideon Ezra, actual ministro israelí de Medio Ambiente y miembro del Kadima).

 

Existe un tercer muro que encierra a la población palestina y constituye un aspecto a menudo subestimado, o ignorado deliberadamente, de la opresión israelí. Es el “muro de cristal”, utilizando una metáfora del periodista Jonathan Cook, que encierra a los palestinos de 1948, los mal denominados “árabes israelíes”.

 

La minoría palestina en Israel, estimada en 1,3 millones de miembros (es decir, algo menos de un quinto de la población israelí), está compuesta por los palestinos que permanecen en las tierras conquistadas por Israel en 1947-49 y sus descendientes. El trato que inflige Israel a esta minoría y las medidas radicales que les impone una gran parte del establishment sionista, son reveladores de la inevitable discrepancia entre la realización del proyecto sionista del establecimiento de un Estado judío en palestina y la satisfacción de los derechos naturales del pueblo palestino.

 

En virtud de la ley marcial que rigió de 1949 a 1966, los palestinos de Israel disfrutan desde 1967, en teoría, de los mismos derechos que todos los israelíes. Sólo en teoría porque las discriminaciones, aunque no están inscritas en la ley, persisten y se desarrollan. Del ministerio de Asuntos Religiosos, que no dedica más que el 2% de su presupuesto a las comunidades palestinas de Israel y rechaza acordar créditos para los cementerios «no judíos», a los numerosos municipios que se abstienen de utilizar la lengua árabe para la señalización de las carreteras, los casos de discriminación institucional son legión.

 

Si añadimos la discriminación en la contratación laboral, en el alojamiento o la debilidad de los créditos asignados por el Estado para el desarrollo económico y social de las ciudades y pueblos árabes (el 54,8% de los palestinos del 48 vive por debajo del umbral de la pobreza frente al 20,3 de los judíos), e incluso la negativa a reconocer la existencia de algunos de esos pueblos, está implantado un sistema de discriminación “paralegal” que Jonathan Cook denomina “un muro de cristal”. Un muro de cristal que encierra totalmente a los palestinos de Israel en un estatus de ciudadanos de segunda, que sigue siendo invisible y permite a Israel afirmar que es un Estado democrático y no discriminatorio.

 

Las políticas discriminatorias frente a los palestinos a menudo se asumen por los dirigentes israelíes en nombre del interés superior de la construcción del Estado judío. Así, Ariel Sharon afirmaba en 2002 que mientras que los judíos tienen los derechos “sobre” las tierras de Israel, los palestinos tienen los derechos “en” el Estado de Israel. Así se entiende mejor por qué la reivindicación democrática elemental promovida por Azmi Bishara, ex diputado palestino en la Knesset (acusado por el ejército israelí de conspiración y exiliado desde 2007, N. de T.), de la transformación de Israel en un “Estado de todos sus ciudadanos” preocupa a todos los que intentan ocultar que Israel, lejos de ser “judío y democrático” es más bien, según las palabras de otro diputado, Ahmed Tibi, “democrático desde el punto de vista de los judíos y judío desde el punto de vista de los árabes”.

 

Los palestinos de Israel y sus derechos nacionales son un obstáculo para la edificación de un Estado judío en palestina, De ahí que los encierren en un estatus de ciudadanos de segunda acusados constantemente de conspirar contra Israel, un fenómeno que se aceleró desde septiembre de 2000. Si el sueño sionista de un «Gran Israel» librándose de la población palestina ha fallado, algunos dirigentes israelíes agitan la amenaza demográfica y no dudan en comparar a los palestinos de Israel con un «cáncer» que hay que tratar de forma radical.

 

De los partidarios de la expulsión masiva, representados especialmente por el ex viceprimer Ministro Lieberman, a aquellos como Ehud Olmert, que proponen «separar» las zonas árabes más densamente pobladas (a ejemplo de lo que ha sucedido en Gaza y corre el riesgo de ocurrir en los cantones de Cisjordania), existe un amplio consenso en la afirmación de que el futuro de los palestino de Israel no está en Israel. Las cifras recientes indican que el 75% de los judíos israelíes son favorables a una transferencia de las zonas árabes densamente pobladas al hipotético «Estado palestino».

 

El muro de cristal que encierra a los palestinos del 48 en una posición de ciudadanos de segunda es la tercera dimensión de la opresión israelí. Puede ser imperceptible para quienes no quieren verlo. Cada uno deberá preguntarse, por lo tanto, cómo un diputado israelí (Effie Eitam) ha podido declarar recientemente en la Knesset, sin preocuparse por las consecuencias, enfrentándose a los representantes de los palestinos del 48: «Algún día os expulsaremos de este edificio y de la tierra del pueblo judío».

 

EL MURO DE HORMIGÓN: LOS CANTONES

“Israel tiene la obligación de poner fin a las violaciones del Derecho Internacional de las que es autor. Tiene la obligación de detener ipso facto las obras de construcción del muro que está construyendo en el territorio palestino ocupado, incluido dentro y alrededor de la periferia de Jerusalén Este, desmantelar inmediatamente la estructura construida en dicho territorio y derogar o dejar sin efecto, desde este momento, los actos legislativos y reglamentarios correspondientes” (Dictamen de la Corte Internacional de Justicia del 9 de julio de 2004) (10).

 

Por lo tanto, el muro de Cisjordania se ha declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia. Pero eso no impide que Israel prosiga la construcción y tenga previsto terminarlo en 2010. Al final, el muro medirá más de 800 kilómetros. Un muro de hormigón que llega a veces a 8 metros de altura; la presunta «barrera de seguridad» integrará “de hecho” alrededor del 45% de Cisjordania y al 98% de los colonos del Estado de Israel y destazará “el Estado palestino” en tres territorios aislados, que a su vez se subdividirán en 22 pequeños enclaves “conectados” por los túneles construidos bajo las carreteras de uso exclusivo de los colonos, que medirán alrededor de 1.250 kilómetros (11). Una parte de los 600 puestos de control y las barreras que actualmente cubren Cisjordania desaparecerán, los demás se mantendrán para controlar las entradas y salidas de los cantones. En dichos cantones verá la luz una entidad palestina auto administrada que algunos se atreverán, incluso, a llamar “Estado”.

 

Aunque el muro se empezó a construir en 2002, su origen se remonta, de hecho, mucho más allá. Exactamente al 10 de junio de 1967, cuando acabó oficialmente la Guerra de los seis días. Al final de la guerra, Israel había conquistado efectivamente, entre otras cosas, el resto de la palestina teóricamente repartida en 1947 y la capacidad de ejercer su autoridad sobre Cisjordania y la Franja de Gaza. Una victoria militar más rápida y más fácil que la del 48, pero con una diferencia fundamental: al contrario de lo que pasó entonces, la mayoría de los palestinos no se fueron. Por lo tanto, el hecho militar creó un problema a los dirigentes sionistas: En ese momento Israel tuvo que asumir a los palestinos de Cisjordania y Gaza, que se sumaron a los palestinos del 48. La pretensión del Estado de Israel de ser al mismo tiempo un estado judío y democrático apareció, por lo tanto, seriamente amenazada.

 

Para responder a esa contradicción, un general laborista, Igal Allon, presentó al Primer Ministro Levi Eshkol, en julio de 1967, una solución alternativa a la expulsión, que comprometería el apoyo internacional del que gozaba el Estado de Israel. La filosofía del “Plan Allon” es la siguiente: renunciar a la soberanía sobre las zonas palestinas más densamente pobladas conservando el control exclusivo sobre el valle del Jordán, la ribera occidental del mar Muerto y Jerusalén, donde los límites municipales se expandieron considerablemente. Así se establecería una entidad palestina constituida por cantones aislados y con las atribuciones de soberanía limitadas. Allon no respondía a la cuestión de si dicha soberanía sería confiada a los autóctonos, a Jordania o a Egipto.

 

Aunque el Plan Allon no se adoptó oficialmente por el poder israelí, es el que guiará, con ciertas variaciones, la política del Estado sionista desde el año 1967. La disposición de las colonias, el trazado de las carreteras de circunvalación reservadas a los colonos y la fragmentación progresiva de Cisjordania son la aplicación concreta del plan del general Allon. Los Acuerdos de Oslo y la división de Cisjordania en zonas A, B y C, están directamente inspiradas en dicho plan. Incluso el general Sharon, ferviente partidario de la expulsión de los palestinos, acabó adoptando, con modificaciones, el Plan Allon. En ese sentido está la “retirada unilateral” de Gaza en 2005 que, lejos de ser un “gesto de paz”, es una decisión pragmática de abandono y asedio de una zona palestina muy densamente poblada. La decisión de construir el muro, si la interpretamos debidamente como la renuncia a la anexión del conjunto de Cisjordania, no es más que la aplicación de la última etapa del Plan Allon.

 

El muro traza los límites de los cantones palestinos, las zonas demasiado pobladas que no quiere administrar Israel. Ese es el “Estado palestino” del que hablan los dirigentes israelíes, que jamás se han planteado la restitución de los territorios ocupados en 1967. ¿Cómo explicar, si no, que continúe la colonización a un ritmo cada vez más desenfrenado, a pesar de los llamados “procesos de paz”? Efectivamente, en la actualidad viven en Cisjordania más de 500.000 colonos (frente a los escasos 200.000 de principios de los años 90), su número crece a un ritmo tres veces superior al del resto de la población israelí y pronto representarán el 10% de la población judía de Israel.

 

El muro de hormigón, del que ya se han construido más de 500 kilómetros, es la expresión más patente, 60 años después de la gran expulsión y 41 años después de la ocupación de toda palestina, de la cuarta dimensión de la opresión israelí: la negación del derecho de los palestinos a ejercer una auténtica soberanía.

 

CONCLUSIÓN, EL QUINTO MURO: EL MURO DE SILENCIO

Muros de hierro, de alambre, de cristal y de hormigón: inmateriales o trágicamente reales, estos cuatro muros son el símbolo de las diversas caras de la opresión de la que es víctima el pueblo palestino. Los tres últimos son los que encierran los tres componentes de la nación palestina (refugiados, palestinos del 48 y palestinos de los territorios ocupados) en diversos estatutos de ciudadanos de segunda. El primero, el muro de hierro, el ejército israelí, es el medio por el que el Estado de Israel creó y perpetúa la opresión.

 

Quisiera hablar de otros muros. Especialmente de las celdas en las que se pudren 11.700 presos políticos palestinos, entre ellos docenas de diputados o ex diputados, ex ministros, un ex viceprimer ministro, el ex presidente del Consejo legislativo y numerosos alcaldes y concejales. Entre esos 11.700 presos, varios miles nunca han sido juzgados. Otros varios miles están condenados por los tribunales militares sin pruebas, sobre simples presunciones o por “delitos de intención”, como el joven francopalestino Salah Hamouri (12).

 

Pero hay otro muro que quiero recordar en esta conclusión. Un muro que se diferencia sustancialmente de los demás, en la medida en que quienes han decidido su construcción no son los dirigentes sionistas o el establishment israelí. Ese quinto muro, al que se enfrentan todos los días desde hace sesenta años los palestinos, es el silencio ensordecedor de la “comunidad internacional” ante la negación de sus derechos nacionales.

 

Un muro de silencio tanto más incomprensible para los palestinos porque se trata de la misma comunidad internacional que con regularidad, especialmente la ONU, recuerda la obligación de respetar esos derechos. La ONU creó, por la Resolución 181, el Estado de Israel y lo acepta en su organización con la condición de que cumpla las demás resoluciones, especialmente la 194, que afirma el derecho de retorno de los refugiados. Ya vemos el resultado.

 

El silencio de la “comunidad internacional” es todavía más sorprendente cuando se compara con las grandilocuentes declaraciones de apoyo a Israel, a su seguridad, y las no menos grandilocuentes condenas a la resistencia palestina, que contribuyen, todavía un poco más, a aislar a los palestinos y asfixiar sus reivindicaciones.

 

A pesar del aislamiento y el abandono de muchos de sus dirigentes, los palestinos no renuncian a conseguir sus derechos. Aunque saben que Israel cuenta con el apoyo incondicional de los dirigentes de las mayores superpotencias, ellos siguen llamando todos los días a las poblaciones del mundo entero para romper el silencio, para volcar la lógica actual que, en nombre de “la paz”, va en el sentido de la protección de Israel y la consolidación, en vez de la destrucción, de los muros que los encierran.

 

(1) Vladimir Jabotinsky, Le Mur de Fer, Nous et les Arabes, 1923. En línea:

(2) Détruire la Palestine, ou comment terminer la guerre de 48, Ed. La Fabrique, Paris, 2002.

(3) Uri Avnery, The Army has a State

(4) Idem

(5) Vladimir Jabotinsky, op. cit.

(6) Israel Zengwill, citado por Mahmoud Muharib en su artículo Sionisme: transfert et apartheid

(7) Citado por Simha Flapan, The Birth of Israel: Myth and Realities, Pantheon Books, Nueva York, 1987.

(8) Ver, entre otros, Benny Morris, The Birth Of The Palestinian Refugee Problem Revisited, Cambridge University Press, 2003, Ilan Pappe, La guerre de 1948 en Palestine, éditions La Fabrique, Paris, 2000, y Le nettoyage ethnique de la Palestine, Fayard, Paris, 2008 (En español: La limpieza étnica de palestina, traducido por Luis A. Noriega Hederich, Ed. Crítica).

(9) Citado por Jonathan Cook en Blood and Religion, The Unmasking of the Jewish and Democratic State, Pluto Press, Londres, 2006.

(10) Dictamen de la Corte Internacional de Justicia, 9 de julio de 2004.

(11) Stop the Wall

(12) Artículo sobre Salah Hamouri.

 

* Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.

Nablus, una ciudad doblemente ocupada

Nablus, una ciudad doblemente ocupada

Lunes 21 de Julio de 2008

CRÓNICAS DESDE PALESTINA:

NABLUS, UNA CIUDAD DOBLEMENTE OCUPADA

 

Por Lidón Soriano, Rebelión

Nablus es especial. La primera vez que la pisé en aquel verano de 2003 en que los toques de queda eran frecuentes y cruelmente interminables, así lo sentí. Y así lo sigo sintiendo. Sin embargo algo ha cambiado, algo está cambiando. En enero me llamó poderosamente la atención el inusual orden existente en medio del tumultuoso trafico en toda la zona del centro de la ciudad: rotondas nuevas, bordes de las aceras de colores, barandillas para que la gente no pase por en medio de las calles. Sin embargo esta vez la sensación ha ido mas allá y he sentido que estaban despojando a la ciudad vieja de Nablus de parte de su esencia; casi, casi, quitándole el corazón. Esta vez los cambios no se han quedado solo en un lavado de cara, no se han quedado solo en unas señales de tráfico nuevas, en más policías en las calles, en más soldados armados (los cuales, por cierto, en base a los acuerdos firmados entre la Autoridad palestina e Israel, no pueden enfrentarse a las fuerzas de Ocupación y cada vez que entra el ejercito israelí, lo primero que hacen es esconderse debajo de las piedras). No, los cambios esta vez iban más allá: no hay puestos ambulantes, no hay colorido, no hay gritos de vendedores, no hay colas para acceder al corazón de la ciudad vieja.

 

Pero lo que más ha impactado es que todas las noches que hemos pasado en Nablus he escuchado algo que no había oído antes: un silencio permanente, aséptico, extraño, sólo roto por los cánticos del imán en la mezquita durante el rezo de la madrugada. La ciudad vieja de Nablus se hizo celebre durante la segunda Intifada por ser el corazón de la resistencia armada, por ser el cobijo de los defensores de su pueblo, puesto que, como he dicho antes, ni las fuerzas de seguridad ni el ejército hacen esa necesaria y obligatoria labor en una situación de ocupación. Durante todas las noches el ejército era combatido en sus prácticamente diarias incursiones a la ciudad vieja y a los campos de refugiados. Y era combatido y en ocasiones repelido por la legítima resistencia armada. Estas noches no ha habido ni un solo tiro y no porque el ejercito israelí no haya entrado en la ciudad, no, han entrado y se han llevado detenidos a dos personas una noche, a tres la otra, a dos concejalas del ayuntamiento, otra. El ejército israelí sigue llevando a cabo las actividades propias de una potencia ocupante cuyo objetivo final es la limpieza étnica del pueblo al que ocupa. La única diferencia es que, en base al plan de seguridad que la Autoridad palestina esta aplicando, acordado conjuntamente con Israel, esta vez, estas veces, no hay oposición y las fuerzas de ocupación hacen su trabajo sucio sobre el camino barrido por la Autoridad palestina. En Annapolis, como en la hoja de Ruta, como en Oslo, la principal exigencia a la Autoridad palestina era el control, léase la desaparición, de la resistencia armada. Arafat nunca se atrevió a dar ese paso, pero Mahmoud Abbas, más “democrático”, “pacífico” y accidentalizado lo ha dado y empezó el verano pasado declarando ilegal la lucha armada, obligándoles a abandonar las armas.

 

Desde entonces muchas conversaciones se han llevado a cabo entre personas del ejecutivo palestino y algunos representantes de la resistencia armada. La AP ofrecía a todo aquel que depusiera las armas un puesto en las fuerzas de seguridad tras pasar un periodo de varios meses en prisión. Algunos de los integrantes de las Brigadas de AL Aqsa, perteneciente a Al Fatah, aceptaron. Los que no, han tenido que esconderse. Los integrantes de las Brigadas de Abu Ali Mustafa, pertenecientes al FPLP, no aceptaron la orden de Abbas y en enero, durante una semana, las fuerzas de seguridad de la AP tuvieron rodeado el campo de refugiados de Al Ain, núcleo central de esta milicia, presionando a los resistentes para que se rindieran. No lo hicieron y diversas presiones políticas interpalestinas consiguieron deshacer el cerco impuesto en el campo de AL Ain. Ahora también están escondidos. Por primera vez en muchos años hemos podido hacer fotos en la ciudad vieja de Nablus. Ahora ya no ponemos en peligro los escondites de la resistencia, ahora solo son bellas piedras llenas de historia. No es poco, pero quizás tampoco suficiente. El pueblo, en general, se queja, los precios de la comida han subido, la gasolina esta por las nubes, sus salarios cada vez mas bajos, no hay trabajo, más gente traspasa la barrera de la pobreza. Y mientras tanto la AP se dedica a maquillar la ocupación, a disfrazar la situación, a encarcelar a su propia gente, a acabar con una de las formas de resistencia, en vez de centrar todos sus esfuerzos en terminar con la ocupación. El gobernador de Nablus lo dijo muy claro: “Empezamos a implementar el Plan de Seguridad por Nablus porque sabíamos que si aquí tenia éxito, podríamos aplicarlo en toda Cisjordania”. Más claro: agua. Los 7.5 billones de dólares que supuestamente iban a darse a la AP para solucionar los problemas del pueblo palestino parece que sólo han sido dedicados a armas nuevas para los cuerpos de seguridad, a nuevos coches, a nuevas infraestructuras para controlar y adocenar al pueblo e incluso han comprado unas motos tremendamente potentes. Y yo me pregunto: ¿para qué? Si no pueden salir ni de su propia ciudad...

 

Nablus era el corazón de la resistencia armada y entre Israel y la AP han conseguido convertirla en Cisjordania en una mera anécdota. Afortunadamente el pueblo palestino tiene muchas formas de resistir, todas igual de válidas, todas igual de dignas y desde luego su mera existencia es su mayor arma. Pero creo que, desgraciadamente, no deberíamos olvidar que el muro no caerá haciéndole pintadas, ni los colonos se irán tirándoles anacardos, ni los judíos franceses se lo pensaran dos veces antes de venir si aquí los sonidos mas fuertes que se escuchan son los petardos del Tauyini. No, toda resistencia tiene su razón de ser, sus objetivos y sus victorias y si no que se lo pregunten a Hizbula. ¿Alguien se imagina a Israel liberando a Samir Al-Kantar a cambio de unas palmaditas en la espalda? Pudimos ver las imágenes de la liberación en Nablus y fue algo impresionante, realmente increíble. La gente estaba realmente emocionada. Israel sufrió otra derrota a manos de Hizbula, los únicos que le plantan cara, los únicos que le doblegan, los únicos que le obligan a ceder y si lo consiguen, no es, precisamente con flores de colores.

 

Lunes 21 de Julio de 2008

HABLEMOS DE SIONISMO

 

Por Mauricio Amar*, Revista Hoja de Ruta** /Rebelión

El sionismo ya no parece ser un concepto escuchado en nuestros días, salvo en dos instancias: entre los que reivindican esta ideología en sus encuentros anuales, organizaciones y redes internacionales, y en las voces de quienes son contrarios a los efectos de la ocupación de palestina y a las políticas del Estado de Israel. Tanto para el periodista que hace coyuntura como para la política internacional, términos como sionismo o bien simplemente no son parte del vocabulario, o bien son cosa del pasado, toda vez que el Estado de Israel parece haber adquirido una legalidad bajo una forma conceptual propia, más allá de la ideología sobre la que se sostiene. Pero en esto último parece haber algo interesante. ¿El Estado de Israel se creó por el sionismo político y luego dejó de ser sionista por definición? ¿Actualmente quienes son sionistas? ¿Sólo los colonos fundamentalistas o los partidos de extrema derecha israelí?

 

Es normal, creo yo, que en la medida en que el conflicto palestino-israelí ha sido resignificado por los medios de comunicación masivos de acuerdo a los poderes fácticos que los atraviesan y constituyen, sea posible tergiversar los hechos para establecer una hegemonía que en el plano formal elimine los conceptos que aparecen contrarios a la época en que se tratan. La hegemonía se plantea así como la imposición por parte de un grupo dominante de una visión de mundo en la que son imperceptibles las dominaciones y más bien aparecen como universales los valores a los que se adscribe ese grupo. Por eso podemos entender que el concepto “sionismo” no se encuentre en boga, porque la estrategia de quienes ejercen poder ha sido validar un sistema de reglas que omite aquellos elementos que en otro contexto parecieran ser normales, pero que dado el fin del choque frontal entre las ideologías, hoy aparece anacrónico.

 

Estas rearticulaciones de las redes de poder han permitido invisibilizar aquello que se encuentra detrás de la ocupación militar, de los crímenes de lesa humanidad, de la confiscación del agua, de la anexión de tierras, de la colonización, de los campos de concentración, de los territorios de excepción. Sin el sionismo como concepto explicativo, anulado por los medios y la política oficial, estos hechos parecen enmarcados en la guerra milenaria, en el conflicto permanente entre iguales o desiguales a veces, en fin, se logra la reedificación de la realidad como si esta hubiese sido siempre así, al tiempo que permite categorizar en tiempo estático las acciones, quitándoles su historia, los elementos de su devenir. Así aparece un palestino de Gaza, que ha vivido bajo ocupación militar toda su vida como un “terrorista” que puede ser aniquilado porque su vida es un obstáculo a algún proceso de paz levantado entre aquellos que no hablan de sionismo, pero sí de terrorismo.

 

El mayor logro del sionismo ha sido entonces su eliminación del vocablo. Ahora que los nazis, los comunistas y el mismo capitalismo (tan presente en nuestras vidas) ya no son objeto de discusión, el sionismo ha advertido su posibilidad de caer en el mismo descrédito. Sin embargo, así como el término capitalismo ha desaparecido del diccionario para establecer una hegemonía completa, el sionismo se nos aparece como invisible, orgullo de un Estado fundado por pioneros que con mochila y fusil habrían creado un hogar para el pueblo judío. Propongo entonces que tratemos de hablar de sionismo, de poner los conceptos relevantes sobre la mesa e indagar en su posibilidad actual de explicar el fenómeno de la cuestión palestina.

 

No es posible analizar el sionismo sin tener en cuenta el contexto en el que nace. Las persecuciones a los judíos en Europa, los progroms, las diferencias sociales justificadas en una supuesta extranjería permanente de quienes profesaban una religión, convirtieron a un grupo bastante grande de europeos en un “pueblo clase”, cuya característica particular se encontraba en participar de las sociedades europeas de una manera tangencial, desde afuera, sin que existiera realmente ese afuera. Ante esa imposibilidad de existir a un costado de los discursos de la modernidad, sobre todo cuando los judíos habían sido importantes promotores de esa modernidad, aparecen opciones como la de asimilarse completamente a las sociedades de origen, o bien replantear la cuestión judía a partir de una nueva forma de nacionalismo. El fundador del sionismo político, Theodor Herzl, pasó por una etapa asimilacionista, pero fue el propio racismo europeo el que le hizo ver la realidad de otra manera.

 

Herzl terminó promoviendo la creación de un estado satélite del imperialismo en un territorio que se encontraba en manos del Islam turco otomano. La conquista de ese territorio por parte de la población judía de Europa serviría para redimir la imagen del judío, que pasaría a ser la punta de lanza del imperialismo occidental, al mismo tiempo que pondría una valla de seguridad que separaría definitivamente la historia de los judíos de la de Europa (1). Aquí hay elementos interesantes de tratar. El sionismo puede ser entendido como un hijo que asesina a su padre para fundar una nueva alianza, es el miembro de la familia que ’se va’ para nacer de nuevo con las vestiduras del colonialismo y el imperialismo que, a fin de cuentas, son el universo simbólico posible bajo el cuál puede existir.

 

El sionismo nace del exterminio judío en Europa y como tal no pudo concebirse en otros términos más que como la redención de los judíos, pero al mismo tiempo también de la Europa colonial de la cuál habían formado parte. Por ello, la cuestión del sionismo en palestina parte con lo esencial del imperialismo, la conquista territorial. Así mismo, en el imaginario sionista y por supuesto el israelí actual, Israel es un Estado moderno frente a una barbarie árabe y musulmana. Concebirse en estos términos no es gratuito y supone, como voy a plantear el problema más grave del sionismo y al mismo tiempo su propia crisis permanente.

 

Si usted observa el mapa de palestina y Oriente Medio (hoy donde debiera decir palestina dice Israel) no tardará en darse cuenta de la importancia estratégica de este territorio. La franja costera llamada palestina es el puente que une Asia con África, y si agregamos los países que se ubican al norte, podemos llegar a conformar un paso completo entre tres continentes. Esta característica no es menor, pues si bien por haber sido un punto estratégico palestina ha debido soportar invasiones continuas y prácticamente ninguna independencia absoluta, por otra parte, ese mismo hecho la convirtió históricamente en un lugar de encuentro entre distintas culturas. Lo que hace el sionismo al instalarse en palestina es terminar con la idea de puente intercultural y convertir al territorio en el lugar privilegiado de un grupo con poder sobre el territorio.

 

El sionismo se postuló como el instrumento más eficaz del imperialismo occidental cuando este rebuscaba fórmulas para reposicionarse en Oriente Medio. Tanto el imperialismo en su forma tributaria, como imponían británicos y franceses en la zona, como de tipo sionista tienen por componente base el racismo en la medida en que generan un sistema político económico basado en la desigualdad moral y material de las naciones, lo que conlleva la sumisión y la explotación de los gobernados por parte de los gobernantes a través tanto del uso opresivo de la fuerza como por otros medios (2). La diferencia fundamental del sionismo con las otras formas de imperialismo es que al representarse así mismo como la vanguardia de la cultura occidental su búsqueda consiste en instalarse poblacionalmente, “trasladándose por completo” a la zona a la que aspira gobernar. Este hecho es particular del sionismo y no puede ser comparado ni siquiera con las cruzadas medievales, dado que estas enviaban población a vivir a los territorios ocupados que mantenían los lazos sanguíneos y culturales con sus países de origen (3).

 

Hay un devenir en el concepto de sionismo en la medida en que ciertos logros comienzan a concretarse. Desde el primer congreso sionista de Basilea (Suiza) en 1897 hasta la creación del Estado de Israel en 1948 hay un paso fundamental desde un sionismo en construcción que admitía incluso la posibilidad de habitar palestina junto a los palestinos, a un sionismo cuyas prácticas delataban la influencia del racismo europeo más exacerbado. Sin esencializar al sionismo en una sola posición ideológica, es evidente que dentro del movimiento terminaron primando las visiones que no consideraban la posibilidad de incluir a los árabes dentro del proyecto nacional. El momento histórico de definición del sionismo, desde el congreso de Basilea hasta 1948, coincide también con la maduración de la idea de crear un Estado árabe en palestina, un Estado que de formarse, con todos los vicios de clase inherentes a los Estados nacionales, al menos hubiese correspondido a los intereses y a las relaciones de poder internas de las comunidades que habitaban palestina, como en la mayoría de los países del mundo.

 

El primer logro objetivo del sionismo fue la Declaración Balfour de 1917, enviada por el gobierno británico a uno de los organizadores del lobby sionista en Europa Lord Rothschild. Allí se planteaba que “El Gobierno de Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de este objetivo, quedando bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en palestina ni los derechos y el estatuto político de que gocen los judíos en cualquier otro país.” Si consideramos que las comunidades no judías de palestina representaban en 1917 más del 80% de la población del país, comprenderemos la coherencia entre el discurso sionista y el imperialista británico, que a su vez había ya hecho un mapa divisorio en áreas de influencia con Francia (Tratado de Sikes-Picot de 1916) y también había prometido a los árabes la independencia a cambio de la ayuda para derrocar al imperio turco otomano.

 

Lo que hacen británicos y sionistas es lo que siempre han hecho los imperios: ignorar al otro con esa lógica hegeliana en la que sólo existe el que tiene poder. Y podría parecer extraño que Europa viese con buenos ojos traspasar un territorio probablemente ganado a otro grupo poblacional como los judíos embarcados en el proyecto sionista, pero debemos comprender también que el sionismo, ya en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial disponía de estructuras políticas, de órganos financieros y económicos, que se orientaban con clara decisión a lograr la conquista del territorio palestino (4). Y esas organizaciones, fundamentales para el lobby, actuaban dentro de los Estados europeos, a diferencia del nacionalismo palestino, cuyos capitales de influencia se encontraban sólo en la posesión de las tierras que los británicos y sionistas buscaban controlar.

 

De ahí que el paso fundamental del sionismo fuese la compra de tierras a los grandes hacendados árabes (que de todas maneras no superó el 5% del total de tierras en control del sionismo antes de la creación de Israel) y la prohibición de vender o arrendar tierras a los árabes que quedaron viviendo dentro del Estado sionista, una vez que se fundara. La tierra en este sentido es un elemento potente para comprender el despojo al que fue sometido el pueblo palestino, pero al mismo tiempo para confirmar la importancia de la posesión de los medios productores de riqueza como forma de forzar al exilio a los “desterrados“.

 

Ahora bien, el sionismo obtuvo su carta triunfal con las masacres nazis de la Segunda Guerra Mundial. Para muchos esta afirmación suena demasiado fuerte considerando que millones de seres humanos fueron asesinados brutalmente. Sin embargo, es preciso aclarar que los gestores del sionismo compartían intereses con los verdugos de los judíos en Europa, toda vez que tanto el asesinato como la expulsión masiva daban lugar a una consolidación de su propuesta política de crear un Estado donde los judíos se encontraran a salvo del racismo. Sin embargo, como ya planteado, el sionismo nace en un contexto racista y por ello (aunque no es una causalidad) su universo simbólico también se nutre de estos elementos. No está de más indagar en las similitudes entre el sionismo y el propio nacionalsocialismo, como la teoría de un espacio vital (desde el Nilo al Éufrates) o asumirse en la categoría de pueblo con características superiores (el pueblo elegido).

 

El desarrollo del sionismo no se deshizo de estos elementos, sino que al contrario, al construirse discursivamente en contra de ellos (en contra de los nazis y el fascismo) logra establecer una hegemonía coherente para sus seguidores (incluso superando la barrera religiosa) y para el mundo en general, que sin embargo se sostiene, al igual que el nazismo, en la exclusión del otro como principio constitutivo de la propia identidad.

 

Pero el problema del sionismo radica fundamentalmente en que las tres etapas por las que ha pasado (fundacional, institucional y de crisis (5)) lo han llevado a reformular sus estrategias de acuerdo a una realidad práctica. Lo que vemos hoy en palestina no es un cambio del sionismo en términos de valoraciones respecto a la población no judía, a la que sigue comprendiendo como un “otro“ y “bárbaro“, sino una readecuación de las estrategias sionistas de acuerdo al rol que juega el Estado de Israel en el concierto internacional. La disyuntiva que marca actualmente la crisis del sionismo se refiere fundamentalmente a: reforzar el carácter judío de Israel o perseverar en las aspiraciones territoriales que le dieron origen (la creación de un Gran Israel desde el Nilo hasta el Éufrates). En ambos casos, cualquiera que sea la determinación que sigan los grupos sionistas predominantes, el problema del sionismo seguirá siendo la oposición que entre la identidad judía basada en sus términos exclusivistas y la integración al contexto en el que está inserto. La solución de un solo Estado donde convivan las personas que deseen ser parte de él sin distinción ni discriminación étnica ni religiosa, no es la que promueve hoy el sionismo, en ninguna de sus vertientes, porque de ese modo se estaría perdiendo el principio de un espacio vital exclusivo para los judíos.

 

Actualmente la hegemonía del sionismo es importante en Israel. Sesenta años de educación institucionalizada dan resultados respecto a la manera en que los israelíes ven a sus vecinos. Una encuesta realizada por un instituto israelí este año reveló, por ejemplo, que el 70% de la población está en desacuerdo con devolver las Alturas del Gozan que Israel ocupó a Siria en 1967 (6). Esto nos habla de la importancia que tiene hoy para la población común y corriente de Israel (7) la supuesta ’indefensión’ de su Estado frente a sus vecinos árabes, así como la legitimidad que ha adquirido para la sociedad israelí la reticencia a entregar territorios que se han adquirido a través de las guerras. Esto en parte, porque la construcción del propio Israel es producto de guerras y su población altamente militarizada mira al mundo desde esta perspectiva, como si la realidad tuviese que construirse así.

 

Los problemas del sionismo no sólo afectan a los países con los que tiene fronteras, sino también lo es para los palestinos que viven dentro del propio Estado sionista. Un estudio de la Universidad de Haifa en 2007 reveló que el 75 por ciento de estudiantes judíos en Israel piensa que los árabes son ignorantes, incultos y sucios (8). Si consideramos que los árabes israelíes son un quinto de la población del Estado, el problema del racismo no puede ser visto sólo como una postura estatal hacia fuera o hacia los Territorios Ocupados en los que existe una jurisdicción militar. El problema se encuentra dentro y probablemente la solución se encuentre también ahí.

 

En los últimos años ha sonado con fuerza la idea de crear un Estado binacional en la palestina Histórica. Algunos sectores de la izquierda israelí, que no se reconocen como sionistas, la han promovido en conjunto con grupos de palestinos de dentro y fuera del Estado. Esta posibilidad abriría, por cierto, algunas esperanzas de que en palestina nuevamente se pudiese vivir como antaño, sin importar la religión o el origen étnico. Sin embargo para que ello ocurra los propios israelíes tendrían que superar la base constitutiva del sionismo: el racismo.

 

Para concluir, creo que es necesario plantear la necesidad de hablar con los términos más explicativos posibles, dándoles un significado que permita no sólo su comprensión sino también su aplicación a realidades concretas. El sionismo es una ideología nacionalista que nace en un contexto racista, que se construye simbólicamente a través de los elementos del antisemitismo europeo de los siglos XIX y XX, y actualmente es la base ideológica que sostiene a un Estado, que por consiguiente, ha institucionalizado a través de su marco jurídico interno y sus relaciones internacionales las prácticas racistas que le dan sentido. La responsabilidad de la comunidad internacional es evidente, pero en este juego de poder el sionismo ha establecido una hegemonía que hace que sus estrategias no sean del todo perceptibles. Ese es el triunfo del sionismo, pero quizás también la causa de su final.

 

1. Ver Herzl, Theodor: “El Estado judío”, Ediciones La Semana, Jerusalén, 1982.

2. Al Kayyali, Abdul Wahhab: “Las raíces históricas de la alianza imperialista-sionista”, Ponencia presentada en el Congreso Internacional sobre Sionismo y Racismo, Bagdad 1976. Trad. Beatriz Morales Bastos. URL disponible en: http://www.al-moharer.net

3. Aunque es innegable el parecido de ambas construcciones simbólicas y también de las consecuencias que tuvieron para Oriente Medio.

4. Ver José U. Martínez Carreras: “50 años del Estado de Israel”, Cuadernos de Historia Contemporánea Nº 21, Madrid 1999, pp. 355-363.

5. Fundacional es el período de 1897 a 1948, donde se consolida la idea de fundar un Estado judío. La etapa institucional va de 1948 hasta 1967, momento de integración del Estado de Israel a la comunidad internacional y de consolidación de una estructura jurídica interna. Etapa de crisis es aquella que va de 1967 hasta la actualidad. Luego de ocupados los Territorios Palestinos Israel se ve presionado por la comunidad internacional para fijar sus fronteras de manera definitiva, generando un replanteamiento de los intereses del sionismo en el concierto internacional y respecto a los propios judíos.

6. Ver Nueva Sion Online. URL disponible en:

 http://nuevasion.com.ar/nota.asp?IDNoticia=0005668

7. Susceptible de ser manipulada por los medios, por supuesto.

8. Ver AOL Noticias. URL disponible en: http://www.aol.es/noticias/story/La-mitad-de-los-jud%C3%ADos-israel%C3%ADes-no-quiere-%C3%A1rabes-en-sus-barrios-seg%C3%BAn-una-encuesta/4141124/index.html.

 

* Mauricio Amar es sociólogo de la Universidad de Chile y director de la Oficina de Información Chileno-palestina

** Publicado en Revista Hoja de Ruta Nº 18, julio/agosto de 2008.

 

Viernes 18 de Julio de 2008

ACTIVISTAS Y PARLAMENTARIOS SUDAFRICANOS ESPANTADOS ANTE EL RÉGIMEN SEGREGACIONISTA ISRAELÍ: “PEOR QUE EL APARTHEID”

 

Por Gideon Levy, Haaretz /Rebelión

Traducido para Rebelión por LB

Pensé que se sentirían como en casa en los callejones del campamento de refugiados de Balata, en la cashba y en el puesto de control de Hawara. Pero dijeron que no hay comparación: para ellos el régimen de ocupación israelí es peor que cualquier cosa que hayan conocido en Sudáfrica bajo el régimen del apartheid.

 

Esta semana visitaron Israel 21 activistas pro derechos humanos procedentes de Sudáfrica. Entre ellos había miembros del Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela. Al menos uno de ellos tomó parte en la lucha armada y al menos dos fueron encarcelados. Había dos magistrados de la Corte Suprema Sudafricana, una ex viceministra, miembros del Parlamento, abogados, escritores y periodistas. Blancos y negros, cerca de la mitad de ellos judíos que se hallan actualmente en conflicto con las actitudes conservadoras de la comunidad judía de su país. Algunos de ellos han estado aquí antes, para otros es su primera visita.

 

Durante cinco días realizaron una visita no convencional a Israel: no visitaron Sderot, ni el ejército israelí, ni el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero sí Yad Vashem, el Memorial del Holocausto, y celebraron una reunión con el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dorit Beinisch. Pasaron la mayor parte de su tiempo en los territorios ocupados, allí donde prácticamente nunca va ningún invitado oficial, lugares que la mayoría de los propios israelíes procuran evitar.

 

El lunes visitaron Nablús, la ciudad más aprisionada de Cisjordania. De Hawara a la cashba, de la cashba a Balata, de la Tumba de José al monasterio del pozo de Jacob. Viajaron desde Jerusalén a Nablús por la autopista 60, observando las aldeas palestinas encercadas que no tienen acceso a la carretera principal y contemplando las “carreteras para los indígenas” que pasan por debajo de la carretera para uso de los judíos. Miraban y guardaban silencio. Bajo el régimen de apartheid no había carreteras segregadas. Atravesaron el puesto de control de Hawara en silencio: ellos jamás conocieron semejantes barreras.

 

Jody Kollapen, que fue jefe de Abogados por los Derechos Humanos durante el régimen del apartheid, observa en silencio. Contempla el “torniquete” en el que masas de palestinos permanecen atascadas de camino a sus trabajos, o de visita a sus familiares o en ruta al hospital. La activista israelí por la paz Neta Gozan, que vivió durante varios años en la ciudad sitiada, explica que los israelíes sólo autorizan al 1% de los habitantes a abandonar la ciudad en coche, lo que convierte a los privilegiados en sospechosos de colaboracionismo con Israel. Nozizwe Madlala-Routledge, ex viceministra de Defensa y de Sanidad y actualmente miembro del Parlamento Sudafricano, una figura venerada en su país, contempla a una persona enferma a la que transportan de un lado a otro del puesto de control en una camilla y se queda atónita: “¿Privar a las personas de atención médica? Por Dios, las personas mueren a causa de eso”, dice con voz apagada.

 

Los guías turísticos -activistas palestinos- explican que los israelíes mantienen sellada la ciudad de Nablús mediante seis puestos de control. Hasta 2005 uno de ellos estaba abierto. “Los puestos de control tienen, supuestamente, fines de seguridad, pero cualquier persona que quiera realizar un ataque no tiene más que pagar los 2 euros que cuesta un taxi y viajar por las carreteras de circunvalación o caminar por las colinas. El verdadero objetivo es hacer la vida difícil a los habitantes. La población civil sufre”, dice Said Abu Hijla, profesor en la Universidad Al-Najah de Nablús.

 

En el autobús hice migas con mis dos vecinos: Andrew Feinstein, hijo de supervivientes del Holocausto casado con una musulmana de Bangladesh y que sirvió seis años como diputado del CNA, y Nathan Gefen, cuyo compañero es musulmán y que en su juventud fue miembro del movimiento derechista Betar. Gefen participa activamente en el Comité contra el SIDA de su país, asolado por esa enfermedad.

 

“Miren a izquierda y derecha”, dice la guía a través de un altavoz, “en la cima de cada colina, en Gerizim y Eval., hay un puesto avanzado del ejército israelí que nos observa”. Aquí pueden ver agujeros de bala en la pared de una escuela, eso es la Tumba de José, vigilada por un grupo de policías palestinos armados. Aquí había un puesto de control, y aquí es donde los israelíes mataron a tiros a una transeúnte hace dos años. El edificio gubernamental que había aquí los israelíes lo bombardearon y destruyeron con aviones de combate F-16. En la Segunda Intifada los israelíes mataron a un millar de vecinos de Nablús, 90 de ellos en la Operación Muro Defensivo (más muertos que en Jenin). Hace dos semanas, el día en el que entró en vigor la tregua de la Franja de Gaza, los israelíes cometieron lo que por el momento son sus dos últimos asesinatos aquí. Ayer por la noche los soldados israelíes volvieron a entrar y detuvieron a más gente.

 

Ha llovido mucho desde la última vez que los turistas visitaron este lugar. Ahora hay una novedad: los innumerables carteles de homenaje que tapizan las paredes para conmemorar a los caídos han sido sustituidos por monumentos de mármol y placas de metal en todos los rincones de la cashba.

 

“No tire el papel en el inodoro, porque tenemos escasez de agua”, les dicen a los invitados en las oficinas del Comité Popular de la Cashba, situadas en lo alto de un espectacular y antiguo edificio de piedra. La ex viceministra toma asiento a la cabecera de una mesa detrás de la cual cuelgan los retratos de Yasser Arafat, Abu Jihad y Marwan Barghouti –el líder del Tanzim encarcelado por los israelíes. Los representantes de los vecinos de la cashba describen las penurias que tienen que soportar. El 90% de los niños del barrio antiguo sufren de anemia y malnutrición, la situación económica es calamitosa, las incursiones nocturnas israelíes continúan y algunos habitantes no están autorizados a abandonar la ciudad bajo ningún concepto. Salimos a dar un paseo por el sendero de devastación causado por el ejército israelí en los últimos años.

 

Edwin Cameron, juez del Tribunal Supremo de Apelación, dice a sus anfitriones: “Vinimos aquí ayunos de conocimiento y anhelamos saber. Estamos conmocionados por lo que hemos visto hasta ahora. Está claro para nosotros que la situación aquí es intolerable”. En un cartel pegado en una pared exterior se ve la fotografía de un hombre que pasó 34 años en una cárcel israelí. Mandela estuvo encarcelado siete años menos. Uno de los miembros judíos de la delegación está dispuesto a decir que la comparación con el apartheid es muy pertinente y que los israelíes son más eficaces que los sudafricanos a la hora de aplicar el régimen de separación de razas. Si dijera todo eso públicamente sería atacado por los miembros de la comunidad judía, afirma.

 

Bajo una higuera situada en el centro de la cashba uno de los activistas palestinos explica: “Los soldados israelíes son cobardes. Por eso se abrieron paso con bulldozers. Al hacerlo mataron con las excavadoras a tres generaciones de una misma familia, la familia Subí”. Aquí está el monumento de piedra erigido en honor de la familia: el abuelo, dos tías, la madre y dos niños. Sobre la piedra figuran inscritas las siguientes palabras: “Nunca olvidaremos, nunca perdonaremos”.

 

No menos hermoso que el famoso cementerio parisino Père-Lachaise, el cementerio central de Nablús descansa a la sombra de un gran bosque de pinos. Entre los cientos de lápidas destacan las de las víctimas de la Intifada. Aquí está la tumba reciente de un muchacho al que los israelíes mataron hace unas semanas en el puesto de control de Hawara. Los sudafricanos caminan silenciosamente entre las tumbas, deteniéndose ante la sepultura de la madre de nuestro guía, Abu Hijla. Los israelíes la acribillaron con 15 balazos. “Te prometemos que no nos rendiremos”, escribieron sus hijos en la lápida de la mujer que era conocida como “la madre de los pobres.”

 

El almuerzo tiene lugar en un hotel de la ciudad. Habla Madlala-Routledge: “Es difícil para mí describir lo que estoy sintiendo. Lo que veo aquí es peor que lo que nosotros sufrimos. Pero me animo al comprobar que también aquí hay gente valiente. Queremos apoyarles en su lucha por todos los medios posibles. Hay un buen número de judíos en nuestra delegación y estamos muy orgullosos de que sean ellos los que nos hayan traído aquí. Ellos están demostrando su compromiso para apoyarlos a ustedes. En nuestro país fuimos capaces de unir todas las fuerzas en una sola lucha, y hubo blancos valientes, incluidos judíos, que se sumaron al combate. Espero que podamos ver a más judíos israelíes unirse a su lucha”.

 

Fue viceministra de defensa entre 1999 y 2004. En 1987 pasó algún tiempo en la cárcel. Más tarde le pregunté de qué manera la situación aquí es peor que el apartheid. “El control absoluto de la vida de las personas, la falta de libertad de movimientos, la omnipresencia del ejército, la separación total y la sistemática destrucción que hemos visto”.

 

Madlala-Routledge piensa que la lucha contra la ocupación aquí no está teniendo éxito a causa del apoyo de USA a Israel. No ocurría lo mismo con el apartheid, a cuya destrucción contribuyeron las sanciones internacionales. Aquí la ideología racista se ve reforzada también por la religión, cosa que no ocurría en Sudáfrica. “El discurso sobre la ’tierra prometida’ y el ’pueblo elegido’ añade al racismo una dimensión religiosa que nosotros no teníamos”.

 

Igualmente duras son las observaciones realizadas por el editor en jefe del Sunday Times de Sudáfrica, Mondli Makhanya, de 38 años. “Cuando observas desde lejos sabes que las cosas están mal, pero no sabes hasta qué punto. No hay nada que pueda prepararte para enfrentarte al mal que hemos visto aquí. En cierto sentido, esto es peor, peor, peor que todo lo que nosotros tuvimos que soportar. Los niveles de apartheid, racismo y brutalidad son peores que en el peor período del apartheid.”

 

“El régimen del apartheid consideraba a los negros como seres inferiores; no creo que los israelíes vean a los palestinos como seres humanos en absoluto. ¿Cómo puede un cerebro humano maquinar esta separación total, las carreteras segregadas, los puestos de control? Lo que nosotros tuvimos que pasar fue terrible, terrible, terrible, y sin embargo, no hay comparación. Esto es más terrible aún. Además, nosotros sabíamos que aquello se acabaría algún día. Aquí no hay fin a la vista. El final del túnel es más negro que un tizón.”

 

“Bajo el apartheid los blancos y los negros se reunían en determinados lugares. Los israelíes y los palestinos ya no se juntan nunca. La separación es total. Tengo la impresión de que a los israelíes les gustaría que los palestinos desapareciesen. Nunca hubo nada de eso en nuestro caso. Los blancos no querían que los negros desaparecieran. Vi a los colonos en Silwan [al Este de Jerusalén]: gente que quiere expulsar a otras personas de su propia tierra”.

 

Después caminamos en silencio a través de los callejones de Balata, el mayor campamento de refugiados de Cisjordania, un lugar que hace 60 años estaba destinado a ser un refugio temporal para 5.000 refugiados y donde hoy viven 26.000. En los oscuros callejones, de la anchura de una persona delgada, prevalecía un silencio opresivo. Todo el mundo estaba absorto en sus pensamientos y sólo la voz del almuédano rompió la quietud.

 

Viernes 18 de Julio de 2008

CARTA ABIERTA AL MINISTRO DE DEFENSA ISRAELÍ, EHUD BARAK, DEL PADRE DE ABIR ARAMIN, NIÑA DE DIEZ AÑOS QUE MATARON LOS SOLDADOS CON UNA BALA DE CAUCHO DELANTE DE SU HERMANA AREEN, DE ONCE

 

Por Bassam Aramin*, Yaba Yaba/Rebelión

Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R**.

 

Honorable general Ehud Barak, usted no me conoce personalmente. Soy un luchador por la paz y trabajo con todas mis fuerzas y capacidad para conseguir una paz justa que traiga calma y prosperidad a palestinos e israelíes juntos. Personalmente, he padecido su criminal ocupación y he pagado un precio muy alto. En primer lugar, me encarcelaron a los 17 años y pasé siete años de mi vida en sus bárbaras prisiones. En segundo lugar, ¿ha leído usted o quizás ha oído hablar de lo que le pasó a Abir Aramin? Esta niña tenía diez años cuando sus soldados la mataron con una bala de caucho a una distancia de unos 5 metros, el 16 de enero de 2007, delante de su hermana Areen, de 11 años. A pesar de eso yo, el padre de Abir -que en paz descanse- creo en el derecho del pueblo israelí, como en el derecho de todos los pueblos, a existir y vivir en paz y seguridad. Por lo tanto, ¿por qué usted no cree en nuestro derecho a disfrutar de las mismas cosas, señor?

 

¿Dónde estaba el carácter democrático de su Estado cuándo sus valientes soldados asesinaron a mi hija ante los ojos de sus amigos a la entrada de su escuela en Anata? ¿Dónde estaban sus ideales democráticos cuándo archivó el expediente de la investigación sobre el asesinato de Abir por falta de pruebas, a pesar que el crimen está claro y se cometió ante más de diez testigos? ¿Abir era realmente una amenaza para sus soldados, señor?

 

Aún conservo las armas con las que Abir amenazó a sus soldados. Tengo en mi mano su mochila escolar reforzada y acorazada y, por supuesto, la lapicera que ella cargó con peligrosos cartuchos de minas de grafito; y su libro de matemáticas, en cuya clase tenía un examen el mismo día que, por supuesto, incluía instrucciones detalladas de cómo preparar armas químicas. Además llevaba un sacapuntas que seguramente se podría usar como arma para apuñalar a alguien. Por último, hallé entre sus cosas dos trozos de chocolate que quizás contuvieran un poco de uranio enriquecido que sin duda habría conducido a la devastación de su Estado, si Abir no hubiera cedido a la tentación de tomarlos en la mano para saborearlos segundos antes de que la asesinaran.

 

Aquí tengo que felicitar a sus soldados por su magnífica habilidad para incapacitar y matar con semejante y mortal precisión. La bala de Abir entró exactamente a un centímetro del hipotálamo, lo que originó un coma inmediato y después la muerte que la llevó ante Dios y le ahorró el dolor y la angustia permanentes que quiero expresar en este documento.

 

Por lo tanto, señor, Abir Aramin se puede añadir a la lista de grandes éxitos y logros de la seguridad en el nombre del Estado de Israel. Pero yo, como padre de esa niña, señor ministro y general, pido que como mínimo asuma la responsabilidad de ese asesinato y se abra un proceso. Es su obligación llevar al soldado que asesinó a Abir ante un tribunal para que pueda ser juzgado un criminal asesino.

 

Creo que no hay ninguna solución militar al conflicto, y cuando esos cobardes asesinaron a mi hija declaré que no quería venganza, quiero justicia, aunque la venganza es mucho más fácil. El verdadero combatiente es quien opta por el camino más difícil, la causa de la paz. La venganza es el camino de los cobardes.

 

Señor, el pueblo palestino no puede seguir pagando eternamente el miedo y las sospechas del pueblo israelí. Libere a mi pueblo de esta abominable ocupación para que su pueblo pueda vivir en prosperidad y librarse del miedo.

 

Durante sesenta años, la población palestina ha pagado el precio de la ocupación militar israelí, una ocupación que se celebra como el establecimiento del Estado israelí festejando las contiendas que vierten la sangre de los combatientes palestinos, mujeres, niños y ancianos, sin distinción. El pueblo palestino en general es el blanco de su máquina de guerra que no protege a los pequeños de los grandes. Nuestro pueblo se enfrenta al mismo asesino desde 1956 en Gaza. Y seguimos.

 

No le recordaré ahora las matanzas que su gobierno ha perpetrado contra mi pueblo; usted las conoce mucho mejor que yo. Yo leí y oí hablar de ellas, pero usted tomó parte.

 

La pregunta que le propongo a usted es esta: a la luz de su rica experiencia militar y como alguien que ha visto pasar sesenta años de conflicto, ¿cuándo tendrá Israel la fuerza para terminar el conflicto militarmente y obtener una victoria completa sobre el pueblo palestino? ¿Usted sigue creyendo que lo que no se puede conseguir por la fuerza se conseguirá mediante más fuerza? ¿La ocupación guarda en la manga otros métodos adicionales de masacres que el pueblo palestino todavía no ha tenido la desgracia de conocer?

 

Si es el caso, quizás sea una buena idea para el gobierno israelí utilizar esos métodos. Y acaso podrá lograr esa tentadora victoria total… en otros 60 años.

 

Señor ministro, ¿cuándo entenderá que el conflicto entre nosotros no se solucionará con el ejército? A pesar de todos los esfuerzos y la arrogancia de la ocupación, no pueden evitar que nuestros hijos lancen piedras sobre los soldados ocupantes. ¿Cómo podrá detener la rebeldía palestina? Es un sueño que nunca se hará realidad, ni en 1.000 años. ¿Por qué no les dice la verdad a los residentes de Ashkelon y Sderot: que no hay una solución que pueda detener los Qassam que les lanzan desde una Gaza destruida y sitiada, salvo el final de la ocupación?

 

Esta es la verdad de la que usted ha estado escapando durante mucho tiempo.

 

Créame, señor, usted no gana nada por seguir deteniendo a la gente. Más de 750.000 palestinos han sido detenidos desde 1967 hasta hoy. ¿Qué resultado se ha logrado excepto una creciente determinación por nuestra parte para el enfrentamiento y la resistencia?

 

La política de la ocupación sólo contribuye a crear cada vez más gente que se levanta para luchar contra la ocupación y se niega a aceptar su yugo. Entre los presos palestinos encerrados en sus cárceles están los más sabios y eruditos de nuestro pueblo, los más sensibles y humanistas. Se han educado en la tradición de la libertad y la democracia y por esta razón nunca estarán de acuerdo en aceptar la ocupación y el sometimiento. Esos hombres y mujeres combaten por la paz; y si usted quiere hacer realidad la paz no tiene otra opción que poner en libertad a esos combatientes. Combatientes por la paz, por encima de todo.

 

¿Cuáles han sido realmente los beneficios de su estrategia de demoliciones de casas, arranques de árboles, confiscación de tierras con dudosas razones, para después establecer asentamientos ilegales en esas mismas tierras? ¿Cuánto ha ayudado que usted erigiera vergonzosos puestos de control en cada esquina, carretera o cruce de Cisjordania y Gaza para humillar a los residentes, obreros, estudiantes y líderes políticos? ¿Cuál es la conveniencia de todo esto, señor?

 

¿Cuándo se saciarán las sanguinarias balas de sus soldados de la sangre de nuestros hijos? ¿Cuándo se sentirá satisfecho de derramar sangre palestina y nos dejará vivir en paz? ¿Cuándo se marchará de nuestros ríos y nuestro cielo? ¿Cuándo dejarán sus soldados de escribir en sus cascos «nacido para matar»? ¿No se cansa de ver a sus valerosos hombres matando niños todos los días? ¿Cómo puede usted impedir a la población de Gaza que adquiera gas para cocinar y al mismo tiempo enviarles gases lacrimógenos, tanques y aviones de guerra?

 

Sólo ahora entiendo la voluntad de una mujer israelí en Italia; mi colega Eidan y yo la conocimos cuando participamos en una marcha por la paz de Perugia a Assissi como representantes de Combatientes por la Paz. Cuando le pregunté, “¿Usted no piensa regresar a Israel?”, me respondió que “había jurado que si Ehud Barak ganaba las elecciones, abandonaría Israel para siempre”. Esa mujer sigue viviendo en Italia porque usted, señor, sigue una política que afirma que no existe el interlocutor palestino.

 

No podría enumerar en esta pequeña misiva la magnitud de los fracasos morales que han dañado la sociedad israelí. El periódico Yediot Ahronot informó de que el 40% de los nuevos reclutas de las IDF tiene antecedentes penales y esto puede explicar en gran medida la larga lista de los crímenes contra la población civil palestina que los soldados cometen durante su servicio militar. Se supone que éste es el ejército más distinguido y moral del mundo entero, ¿no? ¿Por eso encontramos que el 25% de los soldados del ejército de la ocupación participaron en casos de torturas y castigos a civiles inocentes o fueron testigos de semejantes actos?

 

Señor, quiero contarle que he leído el vergonzoso informe, que horrorizaría a cualquier persona con conciencia, que informa de las torturas a niños en Hebrón, como el estrangulamiento para comprobar cuánto tiempo pueden aguantar sin respirar, que fueron perpetradas por capitanes de su ejército, el ejército más ético del mundo. La corona de laurel de la vergüenza de la ocupación.

 

Señor, ¿cómo justifica que sus soldados utilicen a niños de 10 años como escudos humanos a los que llevan atados delante de sus patrullas cuando van a buscar a personas para capturarlas o a enfrentarse a una manifestación? ¿Qué ley internacional lo permite? Estoy intentando comprender si esa utilización de los niños como escudos humanos de alguna forma estará relacionada con la ciencia de la guerra «moderna», porque la imputación que oigo en todos los casos de matanzas de niños en particular y de ciudadanos palestinos en general, es que son los combatientes palestinos quienes utilizan a sus propios ciudadanos como escudos humanos para esconderse detrás. ¿Cómo puede haber una justificación y distinción legales no sólo en la terminología israelí, sino también en la internacional, entre los israelíes y los palestinos?

 

¿Cómo puede justificar las muertes de los inocentes que pretenden cruzar tranquilamente los puestos de control que sus soldados pusieron en absolutamente todas las entradas de pueblos, ciudades o campamentos que impiden a las mujeres embarazadas llegar a los hospitales para, simplemente, dar a luz? ¿Usted estaría de acuerdo si eso le ocurriera a su esposa? ¿Qué haría en ese caso?

 

A pesar de todo hay militares, soldados que se utilizan para luchar contra la población palestina, que a la hora de la verdad descubrieron que sólo son peones en manos de la ocupación. Personas que han tenido la valentía de declarar que se niegan a ser ocupantes y que han expuesto las mentiras de sus líderes que afirman que están tendiendo su mano a la paz pero no encuentran interlocutores en el bando palestino. Soldados israelíes que descubrieron que nunca se habían enfrentado a un combatiente palestino y su trabajo cotidiano consistía en cazar escolares, aplicar cierres, destruir casas y establecer puestos de control y barricadas para detener a niños que no tienen ni trece años. Esos soldados han tomado una postura moral y valiente y, sin ninguna dificultad, han descubierto a un compañero en el corazón del movimiento palestino, personas que vieron pasar la primavera de su juventud en las prisiones de su ocupación.

 

Juntos fundaron la organización Combatientes por la Paz. El propio nombre revela la falsedad de sus declaraciones y de la política que afirma que no hay ningún compañero para la paz. Esta organización, unida en ética y valentía, está compuesta por personas de ambos lados que entienden que sólo hay un enemigo común que niega el camino hacia la paz y la posibilidad de vivir juntos como dos naciones. El enemigo común es la ilegal e inmoral ocupación israelí. Soy miembro de esa organización y llamo a todos los que de verdad quieren la paz para que se unan a nosotros.

 

Nosotros decimos la verdad y sólo la verdad a nuestros pueblos. Nos comprometemos a la resistencia pacífica a la ocupación y desde esta misiva llamo al pueblo de nuestra nación palestina, que ha escrito una página de la historia como paradigma de resistencia y capacidad de recuperación y ha tenido la humanidad para resistir decenios de abusos y ocupación con la más pura constancia. También llamo al pueblo de Israel a aceptar la responsabilidad moral e histórica del establecimiento de los dos Estados juntos y a una Intifada pacífica, nacional y humanista, un levantamiento contra esta ocupación injusta que ha convertido a sus hijos en criminales de guerra y asesinos abyectos. Ustedes, israelíes, dejen de enviar soldados –sus hijos- a matar a los nuestros, porque la sangre de los palestinos inocentes perseguirá a sus soldados y a los generales de su ejército hasta que sean juzgados por tribunales internacionales como los demás criminales de guerra de todo el mundo. Usted debe aprender esta lección. El honorable general debe de ser consciente de que la mayoría de los capitanes y generales del ejército israelí tienen prohibido entrar en cualquier Estado europeo porque allí serán personas en busca y captura, para ser arrestados y llevados ante los tribunales como criminales de guerra y por crímenes contra la humanidad.

 

Una última palabra: la sangre de Abir permanecerá como una corona negra en la frente de cada israelí y cada judío del mundo hasta que su asesino sea llevado ante la justicia y pase el resto de sus días en la cárcel, entre los asesinos y los criminales.

 

Traducido al inglés por Mimi Asnes

* Bassam Aramin es uno de los fundadores de “Combatientes por la Paz” y presidente de Alquds por la Democracia y el Diálogo (AFDD).

** Carlos Sanchis y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

 

Jueves 17 de Julio de 2008

ANATA: UNA ISLA PALESTINA RODEADA POR UN MURO DE INTOLERANCIA (CRÓNICAS DESDE PALESTINA II)

 

Por A.G. (Brigada de cooperación con palestina)

Tras los “obstáculos” del aeropuerto, por fin, llegamos a nuestro objetivo: Anata. Una pequeña ciudad de 30.000 habitantes que incluye entre su población al campo de refugiados de Shu Afat donde 20.000 personas se hacinan en tan sólo un kilómetro cuadrado.

 

La mayoría de estos refugiados provienen de la población expulsada a la fuerza en la Nakba: la catástrofe que supuso la destrucción por parte del sionismo armado de 500 poblaciones palestinas en 1948. Los refugiados que se establecieron en Jerusalén fueron a su vez expulsados en 1967 de la zona tomada por el ejército israelí dando lugar a este campo de refugiados.

 

En la foto se puede apreciar a la izquierda el campo de refugiados y a la derecha un asentamiento israelí de colonos. La diferencia entre ambos es evidente: mientras en el primero las familias tienen que ir construyendo nuevas plantas en las casas para ir acogiendo a los nuevos miembros, es decir, se produce un crecimiento en vertical por la falta de espacio, en el asentamiento de colonos se distinguen modernas casas unifamiliares y amplias zonas para su futura expansión, desarrollándose en horizontal.

 

También se puede apreciar el muro que separa los dos enclaves. Un muro que acabara rodeando Anata por todas partes menos por una que conecta la ciudad con Jerusalén. Lógicamente el paso está vigilado por un check-poíno israelí. Lo curioso y a la vez dramático es que más del 50% de la población de Anata no puede ir a Jerusalén porque poseen la tarjera verde que les identifica como palestinos de los territorios ocupados. Si esta barbaridad se consuma, miles de palestinos, hombres, mujeres y niños se encontrarán encerrados de por vida sin posibilidad alguna de salir de este nuevo gheto.

 

Llama la atención la corta memoria que tienen las autoridades israelíes. Todavía el mundo se escandaliza con la vergüenza del gheto de Varsovia y los gobernantes de Israel repiten, copian, imitan los métodos genocidas de los nazis del III Reich que asesinaron a seis millones de judíos, entre otros colectivos -gitanos, rusos, polacos, comunistas, republicanos españoles, etc.

 

Una injusticia nunca debería ser reparada con otra.

 

Jueves 17 de Julio de 2008

SED EN LOS TERRITORIOS PALESTINOS

 

Por Alice Gray, Lifesource.ps/Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

 

¿Quién dice que el agua no tiene color, olor o sabor? El agua tiene un color que se revela a sí mismo en el desarrollo de la sed… Y el agua tiene el olor del agua, una fragancia que es el perfume de la brisa vespertina cuando sopla desde un campo ahíto de espigas meciéndose en una extensión luminosa que se derrama como los puntos de luz destellantes que dejan las alas de un pequeño gorrión revoloteando bajito”.

 

                        Mahmoud Darwish (Memoria para el olvido, Beirut, agosto de 1982)

 

“El agua es fundamental para la vida y la salud. El derecho humano al agua es esencial para poder tener una vida sana y humanamente digna. Es un requisito previo para la realización del resto de los derechos humanos”.

 

                        Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas.

 

La crisis del agua ha comenzado muy pronto este año en los Territorios Palestinos. En decenas de pueblos y ciudades por toda Cisjordania y la Franja de Gaza, la gente espera oír ansiosamente el gorgoteo del agua en las cañerías, abriendo azoradamente los grifos, observando anhelantes que aparezcan las primeras gotas de agua, esperando ver si se convierten en chorro o siguen gorgoteando hasta acallarse después de unos cuantos segundos. Otros tantos observan y esperan la llegada de los tanques de agua que les acercan el líquido vital desde fuentes lejanas atravesando un sinfín de obstáculos conformados por los bloqueos de carreteras, los controles y cierres militares colocados por las autoridades israelíes, una característica inherente a la ocupación militar y colonización en curso de los Territorios Palestinos.

 

Es un verano especialmente duro para los palestinos de Cisjordania y Gaza. Incluso en años normales, la mayoría de los palestinos sufre problemas de suministro de agua. Según la Autoridad palestina para el Agua, en Cisjordania, alrededor de 220.000 palestinos no disponen de conexión con la red de canalización del agua, viéndose obligados por tanto a depender para su abastecimiento del agua de los camiones- cisterna, del agua de lluvia recogida y de manantiales naturales no tratados. Todas esas fuentes son susceptibles de contaminación; según el Comité de Ayuda Médica palestina, es bastante frecuente que los pueblos palestinos tengan problemas de salud asociados con el agua de mala calidad [1]. Además, para las comunidades que dependen del agua que les llega en tanques-cisterna, esa situación implica un inmenso problema por el coste que supone, de cuatro a siete veces más que el agua que llega por la red de tuberías.

 

Incluso en los pueblos conectados a la red, el suministro de agua no es continuo ni seguro. Según el Proyecto para el Control del Agua, Alcantarillado e Higiene, sólo el 46% de las comunidades de Cisjordania disponen de cobertura total a partir de la red de tuberías de agua. El resto sufre interrupciones en el suministro que pueden durar desde unas pocas horas a varias semanas e incluso meses.

 

En la Franja de Gaza, aunque la inmensa mayoría de la población está conectada a la red de agua, hay grandes problemas con su calidad. Un impresionante 90% del agua suministrada a los gazanos no alcanza los niveles que la Organización Mundial de la Salud ha fijado para el agua potable. Esto se debe a la degradación de los Acuíferos de Gaza, la única fuente de agua potable para su población, que sencillamente no contienen agua suficiente para poder satisfacer la demanda de la atestada población de Gaza, en la que el 70% de sus componentes están registrados como refugiados. El nivel del acuífero va disminuyendo año tras año y va filtrándose el agua salada del cercano Mar Mediterráneo, amenazando con inutilizar todo el acuífero si no se adoptan medidas para revertir la situación. Las interrupciones en el suministro de agua para los vecinos de Gaza son la consecuencia de las operaciones del ejército israelí y de las restricciones en la entrada de productos en Gaza, que dañan la infraestructura del agua o que imposibilitan el suministro de electricidad a los pozos y estaciones que funcionan mediante bombeo eléctrico.

 

En años normales, cuando llegan los tórridos veranos del Oriente Medio, cada vez son más frecuentes los cortes de suministro de agua a los palestinos, al mismo tiempo que las reservas de agua natural van bajando y la presión en la red de agua disminuye. Las autoridades israelíes, que controlan una gran proporción de las tuberías más importantes de agua en Cisjordania, cierran las válvulas a los pueblos palestinos para asegurar que el suministro a los asentamientos israelíes, que se abastecen de la misma red, sea constante [2]. Las operaciones del ejército en Gaza han destrozado la infraestructura del agua y cerrado las centrales eléctricas, cortando el suministro de agua a decenas de miles de personas. El agua de lluvia, recogida durante el invierno y almacenada en cisternas contra esas situaciones de emergencia, empieza a disminuir y los palestinos esperan angustiados que las primeras lluvias de la primavera caigan sobre la tierra reseca y restauren el nivel de los acuíferos subterráneos, lagos, ríos y cisternas, volviendo verdes, una vez más, las inhóspitas laderas.

 

Los palestinos esperan mientras, al otro lado el Muro, en Israel y en los asentamientos israelíes de Cisjordania, la historia es harto diferente. Los aspersores mantienen verde el césped, las flores brotan en los bien cuidados jardines, los niños juegan en las piscinas, la gente puede ducharse dos veces al día y, para la inmensa mayoría, no hay crisis de agua alguna, o existe sólo en sentido abstracto, como una conciencia nebulosa de que Israel está situado en una de las regiones más áridas sobre la tierra. La realidad de la escasez del agua que atormenta a los palestinos apenas afecta a la mayoría de los israelíes y, además, Israel puede mantener un sector agrícola por valor de miles de millones, que exporta a Europa cosechas intensivas que necesitan de gran cantidad de agua (como los aguacates, cítricos y hierbas), una actividad que equivale esencialmente a exportar agua.

 

Parece extraño que realidades tan diferentes puedan coexistir en un área geográfica tan pequeña. Más extraño es aún cuando uno se da cuenta de que ambas poblaciones, la israelí y la palestina, obtienen su agua de tres fuentes principales, el Acuífero de la Montaña, el Acuífero Costero y el Río Jordán, que corre a lo largo de las fronteras de Israel y los Territorios Palestinos. Seguramente que si hubiera crisis de agua, no lo sentiría todo el mundo por igual. Los palestinos sufren cortes de agua todos los años, mientras no es así para la mayoría de los israelíes (con la notable excepción de los beduinos).

 

La verdad del asunto, una verdad bastante desagradable, es que cada año los territorios palestinos tienen encima la espada de Damocles de una crisis del agua a causa del monopolio israelí sobre esos recursos, obstaculizando el desarrollo hidráulico palestino. El rendimiento total del Acuífero de la Montaña, del Acuífero Costero y del Río Jordán es de aproximadamente 1.720 millones de metros cúbicos de agua por año en un año medio, del cual Israel utiliza unos 1.444 millones de metros cúbicos, dejando tan sólo 275 millones de metros cúbicos para los palestinos [3]. A pesar de la aridez de la región, es una realidad que se dispone de suficiente agua en Israel y los Territorios Palestinos para que todos tengan el suministro mínimo recomendado por la OMS que posibilita mantener un nivel decente de vida: 100 litros por persona y día. Muchos palestinos reciben una cantidad muy por debajo de esa cifra. En algunas zonas, el suministro medio es de tan sólo 10 litros por persona y día durante los tórridos meses del verano, incluso en años de relativa abundancia de agua [4].

 

Este año no es un año medio. Este año se registra la peor sequía que la zona ha visto en esta década. Este año las cosechas y los árboles se marchitan y agonizan en los campos, y los pastores luchan por encontrar agua para sus ganados. Según un informe de Naciones Unidas publicado en enero, la lluvia caída el pasado invierno sobre los Territorios Palestinos significó apenas el 26% de la media interanual, disminuyendo hasta el 13% en la región de Hebrón [5]. Incluso los israelíes están preocupados este año. En mayo, Uri Shani, el Director de la Autoridad del Agua israelí advirtió que el nivel del Mar de Galilea (conocido como lago Kinneret por los israelíes y lago Tiberiades por los árabes) caerá este verano por debajo de la “línea roja”, lo que hace que no se pueda asegurar que se continúe bombeando agua desde esa fuente en las cantidades en que normalmente se hace [6].

 

El mar de Galilea es parte del sistema del río Jordán y normalmente suministra 570 millones metros cúbicos de agua por año a los israelíes [7], la mayoría de la cual es bombeada a través de las conducciones nacionales israelíes de agua que llevan el suministro a pueblos y granjas del centro y el sur del país. Si ese suministro se reduce, es muy probable que los campesinos israelíes sean los que más afectados resulten, ya que el sector agrícola israelí es el que más agua utiliza en el país, y es probable que la Autoridad del Agua reduzca las cuotas de agua a los campesinos para proteger el suministro doméstico. Además, esa Autoridad puede proteger a los israelíes de a pie de sentir los efectos de la escasez de agua enfrentando el déficit en el suministro doméstico obteniéndola de otros recursos, muy posiblemente a expensas de los ya agobiados palestinos.

 

En el momento actual, Israel ha reconocido los derechos palestinos al agua, pero no los ha cuantificado, dejándoles expuestos a la carencia de agua. En 1995 se alcanzó un acuerdo temporal (Acuerdo Interino de Oslo) que estipulaba que cada parte mantendría la actual utilización del compartido Acuífero de la Montaña hasta que tuvieran lugar las negociaciones sobre el Estatuto Permanente; esto significó que los israelíes disfrutarían del 80% del agua, mientras que a los palestinos se les garantizaba tan sólo el uso del 20% de ese recurso. Esta sesgada utilización fue en sí consecuencia de las restricciones israelíes al desarrollo del agua palestina desde que empezó la ocupación de 1967, cuando Israel proclamó que todos los recursos de agua eran propiedad del estado israelí, fijando cuotas de bombeo de pozos y creando un sistema de permisos que ahogó el desarrollo del agua para los palestinos. Según el Acuerdo de Oslo, también se debería haber permitido a los palestinos que desarrollaran un suministro adicional de hasta 80 millones de metros cúbicos de agua de fuentes situadas dentro de Cisjordania, que ayudaran a aliviar su inmediata escasez de agua.

 

Incluso con ese añadido, la cantidad de agua asignada a los palestinos apenas bastaba para cubrir sus necesidades básicas, no permitía desarrollar el sector agrícola y no tenía en cuenta el crecimiento de la población a medio o largo plazo. Las negociaciones para el Estatuto Final debían haber concluido a los cinco años del Acuerdo Interino. Sin embargo, como han brillado por su ausencia hasta este mismo día, no se ha registrado mejora alguna en la situación del agua de muchas de las necesitadas comunidades palestinas.

 

De los 80 millones de metros cúbicos adicionales prometidos, se han conseguido menos de la mitad, a pesar de los altos niveles de financiación internacional a tal fin. Una razón importante que permite esta situación es que el Acuerdo de Oslo acepta que los israelíes veten los proyectos de desarrollo palestinos; y además crea un inmenso, complicado y burocrático sistema de permisos que muchas ONG internacionales y locales que trabajan sobre el terreno no han podido negociar. El 60% de la masa de tierra de Cisjordania permanece bajo control total israelí, y los proyectos en esas zonas requieren permisos adicionales de las autoridades israelíes. Casi todas las comunidades palestinas que no están conectadas con la red de aguas (unas 220.000 personas) se encuentran en zonas controladas por los israelíes [8].

 

Los esfuerzos para ayudar a todas estas personas se han visto consistentemente obstaculizados y desbaratados en el curso de los trece años transcurridos desde la firma del Acuerdo de Oslo. Por ejemplo, en abril de este año, la OXFAM británica, que se había implicado en dos proyectos importantes alrededor del agua en el término de Hebrón, tan escaso en agua, cerró su oficina en la zona ante la imposibilidad de conseguir permisos para hacer su trabajo [9]. Debido a la continúa frustración de no poder poner en marcha proyecto alguno a causa de la negativa a conceder los permisos y a la pérdida de tiempo y dinero que esta situación les causaba, la ONG se ha visto obligada a cancelar sus muy necesitados esfuerzos para llevar agua a las sedientas comunidades del sur de Hebrón, que se cuentan entre las más necesitadas en Cisjordania.

 

Con el correr de los años, como los palestinos no han podido acceder a sus propios y necesarios recursos han pasado cada vez más a depender de la compra de agua a la compañía de agua israelí Mekorot. El pasado año, los palestinos compraron 43,9 millones de metros cúbicos de agua a Mekorot, lo que constituye alrededor del 50% del suministro doméstico para Cisjordania. Esta agua no está garantizada (con excepción de 5 millones de metros cúbicos transferidos a Gaza), si Mekorot decide no vendérsela a los palestinos, no hay ningún acuerdo vinculante que les obligue a hacerlo así. Si se decide que esa agua se queda en Israel, para uso doméstico, para la agricultura o la industria, puede así hacerse, dejando sedientos a los palestinos.

 

Debido a la sequía de este año, hay gran preocupación de que esto sea precisamente lo que pase. Hasta ahora, los cortes de agua que normalmente empiezan a tener lugar en julio se iniciaron en mayo, y la situación parece deteriorarse según el calor se intensifica. Mekorot controla directamente en la actualidad el suministro de agua a 250 comunidades palestinas en Cisjordania, que la obtienen de la misma red que sirve a los asentamientos israelíes. En los últimos años, a lo largo de los meses de verano, se han cerrado en múltiples ocasiones las válvulas que abren el suministro para los pueblos palestinos, muchas de las cuales están situadas dentro de los mismos asentamientos, para asegurar que haya bastante presión en la red de agua que permite el suministro constante de agua a los asentamientos, donde los aspersores continúan dejando caer agua sobre extensiones de verde césped en agudo contraste con el mundo de polvo y sed que las cercanas comunidades palestinas se ven obligadas a soportar como consecuencia (10).

 

En junio, el Proyecto para el Control de la Higiene, el Agua y el Alcantarillado emitió un informe sobre las severas reducciones decididas en el suministro de agua a varios pueblos de la zona de Nablus a los que Mekorot normalmente suministra. En la actualidad, los suministros de agua que reciben suponen tan sólo el 15% de la tarifa normal, obligándoles a comprar suministros adicionales de tanques de agua a un coste de 20 shekels por metro cúbico (más de cinco veces el precio del agua canalizada). Muchas familias están ya sufriendo por la crisis económica, muchas han visto sus tierras confiscadas y han perdido su sustento en el sector agrícola como consecuencia de la Ocupación israelí, por lo que les ha sido imposible encontrar un empleo alternativo. Mucha gente no puede permitirse ese gasto adicional, por lo que están reduciendo su consumo de agua a niveles tales que están impactando negativamente en su salud y en la de sus niños.

 

Las violaciones del derecho al agua no se limitan a Cisjordania. Este año, la Franja de Gaza sigue bajo un inmisericorde embargo que restringe los suministros de fuel a las centrales eléctricas que bombean las redes de agua y de alcantarillado. El 21 de enero de 2008, la Autoridad para el Agua palestina reconoció que el 40% de las casas de la Franja de Gaza no tenían agua corriente y, al día siguiente, aparecieron una serie de informes en los que se denunciaba que las aguas residuales estaban fluyendo por las calles [11]. En marzo, informes de los trabajadores de Cruz Roja sobre la situación en la zona advertían que la crisis de los saneamiento era “grave y empeoraba por momentos” [12]. Como el verano prosigue su curso y el calor aumenta, el sufrimiento causado por el agua insuficiente y los suministros de agua contaminados y las aguas fecales corriendo junto a las casas es probable que se agudice mientras prosigue el aplastamiento israelí de Gaza.

 

La situación que se está creando en Gaza está obligando a la ayuda internacional a transformarse más y más en ayuda de emergencia, y se está lejos de intentar abordar el subyacente problema de degradación medioambiental que puede causar finalmente la destrucción del Acuífero de Gaza hasta el punto que ya no haya agua limpia que suministrar a la población de la Franja. Lo mismo ocurre en Cisjordania, donde debido a la difícil situación del desarrollo, la financiación se concentra cada vez más en la asistencia inmediata para llevar agua a las comunidades mediante tanques a precios permisibles o a construir cisternas, más que a abordar el problema de la inseguridad del agua y, sobre todo, lo único que hace la insuficiente infraestructura es crear dependencia y vulnerabilidad, al mismo tiempo que contribuye a destruir el medio ambiente palestino.

 

La verdad es que hasta que no sean reconocidos y protegidos los derechos al agua de los palestinos y hasta que no se levanten las restricciones sobre el desarrollo palestino, cada año que pase los palestinos aprenderán a conocer el color del agua demasiado bien, a sentir cómo pincha la sed en una garganta reseca y a temer por la viabilidad de su futuro mientras se mueren de sed en medio de la abundancia, en una crisis que sus ocupantes les han creado. Mientras que el pueblo de Israel y la comunidad internacional permitan que el gobierno israelí valore el bienestar de los judíos por encima del de los árabes y valore el beneficio de su sector agrícola [o de su verde césped] por encima de los derechos humanos de los palestinos, proseguirá esta incalificable injusticia, la negativa al agua, que es el más fundamental de los recursos vitales, el requisito precio para la consecución del resto de derechos humanos.

 

Notas:

            [1] Dr Ghassan Hamdan, Comité de Ayuda Médica Palestino, comunicación personal, mayo de 2008.

[2] WaSH MP (2005): Water for Life: Continued Israeli Assault on Palestinas Water, Sanitation and Hygiene during the Intifada. Water, Sanitation and Hygiene Monitoring Program.

[3] Israeli Hydrological Service (2003), Evolution of the Exploitation and State of Israel’s Water Sources until Autumn 2003; Palestinas Central Bureau of Statistics (2008); Annual Available Water Quantity in the Palestinas Territory by Region and Source in 2006.

[4] PWA (2005) Water Supply in the West Bank, 2005. Directorate General of Resources and Planning, Palestinas Water Authority.

[5] FAO and OCHA (2008) Drought: the latest blow to herding livelihoods. United Nations Food and Agriculture Organization, United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs. Jerusalén, 23 de enero de 2008.

[6] Hillel Fendel (2008) Israeli Water Authority Director: Crisis expected in July. Israel National News (www.IsraelNN.com), 18 de mayo de 2008.

[7] Israeli Hydrological Service (2003), Evolution of the Exploitation and State of Israel’s Water Sources until Autumn 2003.

[8] Yousef Awayes, Palestinas Water Authority, comunicación personal, mayo de 2008.

[9] Michael Bailey, Oxfam, comunicación personal, marzo de 2008.

[10] WaSH MP (2004, 2005, 2006) Water for Life reports. Water, Sanitation and Hygiene Monitoring Program.

[11] COHRE (2008) Hostage to Politics: The impact of sanctions and the blockade on the human right to water and sanitation in Gaza. Centre on Housing Right and Evictions.

[12] Ron Taylor (2008) Gaza: “Bad and getting worse”. LifeSource News, www.lifesource.ps.

 

Jueves 17 de Julio de 2008

LAS MURALLAS DE PALESTINA

 

Por Laura Caorsi, El Correo Digital (Vizcaya) - España

El Viaje de... Iñigo Urkullu: «Sentí que el aire estaba cargado y que podía pasar cualquier cosa»

 

El viaje es duro, pero Iñigo Urkullu recomienda conocer palestina. “Merece la pena recorrer los bazares de Nablus, en el zoco, y la tumba de Yasser Arafat, con su mausoleo, en Ramalá”, dice. Y, por supuesto, ver los baños turcos, las muestras folclóricas de danza y el particular estilo de vida de los beduinos.

 

Sentado en su despacho de Sabin Etxea, en Bilbao, Iñigo Urkullu despliega una serie de fotos sobre la mesa. Son imágenes de palestina, la Franja de Gaza, Ramalá y Belén, que ilustran su viaje a Oriente Próximo en 2006, cuando presidía la comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco. “Fui allí con Izaskun Bilbao y otros representantes políticos para analizar in situ el conflicto”. Quería comprender el problema de cerca, sin más intermediarios que los muros de cemento, así que la travesía no fue de placer, pero sí de aprendizaje.

 

Con paciencia de maestro y sin prisa, durante una hora enseña y explica las fotos. Una a una, las instantáneas ceden sitio a los relatos y muestran los contrastes del lugar. Son distintas entre sí, aunque en todas se adivina la tragedia. “Ésta es de cuando fuimos a un hospital en Gaza. Tuvimos suerte de llegar a la ciudad, porque hay controles militares que impiden el paso. En especial, a la población palestina, que vive a diario la arbitrariedad de los puestos fronterizos”.

 

La pregunta, quizá infantil, se antoja inevitable. ¿La vida allí se parece en algo a lo que vemos por televisión? Según él, “es peor”, y su respuesta no ofrece dudas. “Desde que aterrizamos en Tel Aviv, los controles eran impresionantes. Llegamos a Ramalá a las dos de la mañana y sentí que el aire estaba cargado; que en cualquier momento podía pasar cualquier cosa. Al día siguiente era sábado y, por lo tanto, festivo. Las calles estaban vacías. Cuando salí, sentí que todo el mundo me miraba desde las ventanas, que me observaban ocultos tras las cortinas”.

 

Aquélla era una sensación difícil de constatar. Los controles militares, no. “Fue espeluznante ver cómo un zepelín vigilaba desde lo alto la actividad de los ciudadanos. Y en Gaza... La vida es muy dura en esa ciudad. Por un lado, tiene la mayor densidad de población del planeta y, por otro, la gente se vuelca a las calles, ya que no tiene adónde ir. La salida al mar está vedada y existen varios grupos paramilitares de distintas facciones. La percepción es que estás en una ciudad sin ley en la que cualquiera puede actuar de repente sin que sepas quién es o por qué”.

 

Las murallas que atraviesan la zona también le causaron desconcierto, y no sólo por lo que implican, sino también por la velocidad con la que avanzan. “Imagínate que vives frente a la casa de tus padres y que despiertas un día con el muro en mitad de la calle. Si antes tardabas un minuto en cruzar, ahora tienes que ir hasta el final de la muralla e intentar que los militares te permitan pasar para ver a tu familia. De un día para otro, el muro te parte la vida”.

 

La imagen contrasta, sin duda, con la realidad que se vive en Belén. “Es una ciudad pequeñita y la iglesia está gestionada por los franciscanos, aunque allí conviven tres religiones”.

 

Jueves 17 de Julio de 2008

ISRAEL TRASPASA TODAS LAS LÍNEAS ROJAS EN CISJORDANIA

 

Por: Khalid Amayreh - Palestine Information Center/IAR Noticias

Hasta hace unos pocos años la mayoría de las actividades armadas israelíes en los territorios ocupados tenían fundamentalmente el objetivo de obligar a los palestinos a aceptar su estatus de esclavos perpetuos estrechamente controlados por sus amos judíos.

 

El ejército de ocupación podía demoler casas, cerrar campus universitarios y detener a sospechosos de terrorismo durante largos periodos de tiempo.

 

El mensaje era claro: no sueñen siquiera con la libertad porque hagan lo que hagan no les servirá de nada, el mundo no les ayudará porque nosotros controlamos a Estados Unidos y Estados Unidos controla el mundo; nosotros somos la raza superior.

 

Ahora el objetivo del ejército israelí es la sociedad palestina en su conjunto. Está atacando directamente las instituciones educativas, sociales, económicas e incluso médicas.

 

Resulta muy interesante el hecho de que todo esto está teniendo lugar bajo la escandalosa rúbrica de “conversaciones de paz” entre el Estado sionista y la Autoridad palestina respaldada por Estados Unidos, que se supone protege a los palestinos y sus intereses nacionales de la nefanda conducta de Israel.

 

Al hacerlo Israel está cruzando efectivamente todas las antiguas líneas rojas, violando todas las consideraciones concebibles exigidas por la decencia humana. Es una política de lucha libre ideada para empobrecer y debilitar a la comunidad palestina obligando a los palestinos a dedicar la mayor parte de su tiempo y energía a desvivirse por sus más inmediatas necesidades cotidianas.

 

Esta semana el ejército israelí destrozó y saqueó instituciones civiles, incluyendo una escuela, un centro médico y un centro comercial en el corazón de Nablus, la segunda ciudad más grande de Cisjordania. Destrozó y saqueó instituciones que da la casualidad que están en una zona que situada bajo control de la AP según los desafortunados Acuerdos de Oslo.

 

Los periodistas y los ciudadanos ordinarios estaban conmocionados viendo material escolar básico destrozado y pisoteado por un ejército del que Israel afirma ad nauseam que es el más moral del mundo.

 

Pues bien, es un “ejército moral” que ordena a sus soldados asaltar orfanatos, internados y comedores de beneficencia y destrozar la comida que está a punto de ser servida a niños pobres, muchos de los cuales han perdido a sus padres a causa de las balas israelíes.

 

Al fin y al cabo, la moral es una cuestión relativa. También los nazis creían que sus ejércitos eran los más morales de todos los ejércitos. Al parecer los judíos sionistas están recorriendo el mismo camino y esgrimiendo los mismos argumentos.

 

Hace unos pocos meses, el ejército israelí llevó a cabo un “holocausto”, por utilizar la misma palabra que la empleada por un cristiano pacifista, contra instituciones de caridad islámicas en la zona de Hebrón. El “ejército de judíos” atacó escuelas, negocios, orfanatos y comedores de beneficencia. Los soldados, que actuaban como gángsteres y criminales comunes, llegaron incluso a robar y destrozar máquinas de coser y tiendas de ropa. Incluso confiscaron zapatillas deportivas para niños y ropa interior y después lo arrojaron a los canales de aguas residuales a las afueras de la ciudad. Sí, esto ocurrió en un Estado que afirma ser un faro para las demás naciones y la única democracia en Oriente Próximo.

 

Israel, un país cuya propia existencia se basa en el asesinato, la falsedad y el robo, afirma que sus “acciones” son necesarias para luchar contra el terrorismo, en referencia a la resistencia palestina a la siniestra ocupación de Israel, incluyendo la resistencia no violenta.

 

Sin embargo, es más que obvio que las instituciones atacadas no tienen absolutamente ninguna relación con ninguna organización política, incluyendo Hamas, el mantra cuya invocación Israel cree que justifica cada crimen que se pueda concebir contra los indefensos palestinos, su dignidad y sus propiedades.

 

Por otro lado, uno se ve inexorablemente obligado a preguntar en qué puede ayudar a combatir el “terrorismo” tanto el destruir aulas y destrozar material escolar como destrozar comedores de beneficencia y asaltar las salas de ginecología de los hospitales.

 

¿Creen el ejército y el gobierno israelí, y los judíos en general que se granjean el cariño de los niños palestinos para la coexistencia pacífica destruyendo sus aulas, destrozando su material escolar y atando a los maestros palestinos a postes de la luz y golpeándolos salvajemente?

 

De hecho Israel está castigando a los palestinos por el propio hecho de sobrevivir, por su propia existencia y por negarse a morir y a desaparecer, igual que los nazis lucharon contra los judíos debido a su propia existencia, supervivencia y negativa a desaparecer.

 

Israel querría que los palestinos murieran y se desvanecieran de la faz de la tierra sin oponer la menor resistencia y lo más tranquilamente posible.

 

Esta enfermedad mental de los israelíes explica la absoluta maldad e insidia de su infame trato cotidiano a los palestinos ordinarios. El modo de pensar colectivo de Israel espera simplemente que las víctimas palestinas se comporten como las víctimas del nazismo, se rindan a su ineluctable destino sin hacer demasiado ruido.

 

Por desgracia, parece que el mundo en general está en connivencia con Israel en ella crucifixión del pueblo palestino.

 

Incluso la Autoridad palestina de Ramalá, que afirma que defiende y salvaguarda los intereses nacionales palestinos, está consintiendo el terrorismo genocida de Israel, hasta tal punto de que el propio Israel ha llegado a considerar a la AP como una especie de Judenrat (*) palestino.

 

Uno hubiera esperado que Mahmoud Abbas, el presidente de la AP, iva a adoptar una postura clara en contra de los crímenes israelíes en Nablus y Hebrón.

 

Sin embargo, su ensordecedor silencio ante estos crímenes abominables confirma la total incapacidad de este hombre para liderar a los palestinos.

 

Pero, entonces, siendo realistas, ¿qué podemos esperar de una autoridad que no tiene autoridad, de una entidad cuya propia existencia y supervivencia depende de las dádivas de potencias extranjeras que ellas mismas da la casualidad que están siempre a la entera disposición de Israel?

 

Por lo que se refiere a occidente, el asunto es aún más escandaloso. Los gobiernos occidentales, que mantienen un ejército de informantes, de representantes de ONGs, de diplomáticos y de observadores en Cisjordania, conocen perfectamente bien el alcance de la barbarie y del terrorismo israelí contra los palestinos indefensos.

 

Hace escasas semanas un diplomático europeo daba a entender a este escritor que “informamos a nuestros gobiernos de cada aspecto de la represión israelí contra los palestinos”.

 

Sin embargo, cuando le pregunté por qué esos gobiernos no actuaban en relación a la información de la que disponían, con un olorcillo de vergüenza el diplomático contestó: “Bien, eso es otra cuestión. Nuestros gobiernos tienen otras consideraciones. No siempre pueden hacer lo que deberían hacer. No pueden disgustar a determinados grupos de presión tanto internos como externos”.

 

Estamos hablando de gobiernos en su mayoría moralmente fallidos cuyos dirigentes no dejan de parlotear acerca de “derechos humanos, democracia y libertades civiles” cuando vienen a visitar la palestina ocupada.

 

Pues bien, hemos oído estas historias demasiadas veces y durante demasiado tiempo, tanto que la mayoría de nuestro pueblo ya ha perdido la fe en la democracia occidental, una enorme mentira que sólo significa hipocresía y conspiración.

 

Qué otra cosa explica el lamentable silencio occidental en relación al ataque israelí idéntico al de los nazis contra la propia existencia del pueblo palestino.

 

(*) N. de la T.: El Judenrat era el Consejo Judío creado por los nazis durante la ocupación.

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

 

Martes 15 de Julio de 2008

LA OCUPACIÓN ISRAELÍ RECUERDA EL “APARTHEID” A JUDÍOS DE SUDÁFRICA

 

Por Ricardo Mir De Francia, El Periódico de Catalunya - España

• El grupo compara la situación con la segregación racial que dominó su país

 

• “La fragmentación del territorio se parece a los ’bantustanes’”, dice una ex-diputada

 

“Siento mucha tristeza, nunca esperé este grado de inhumanidad”, afirmó Andrew Fenstein, ex-diputado judío del Congreso Nacional Africano (CNA) de Nelson Mandela, tras ver cómo la barrera de separación israelí cerca el pueblo palestino de Biddu por tres de sus costados. Había oído historias de niños encarcelados por tirar piedras, de campesinos apartados de sus campos o de tierras confiscadas para erigir asentamientos. “El contexto es distinto, pero veo muchos paralelismos con el apartheid”, afirmó.

 

Fenstein forma parte de una delegación de 21 activistas surafricanos de los derechos humanos que esta semana visitó Israel y los territorios ocupados palestinos. En Ramala hablaron con expresos políticos palestinos; en Hebrón comprobaron como la presión de los colonos y el Ejército hebreo ha forzado a miles de personas a abandonar sus casas y comercios; de camino a Naplusa se enfrentaron a la red de carreteras segregadas impuesta en Cisjordania: las buenas para los colonos, los caminos de cabras para los palestinos; en Biddu o Bilín se toparon con pueblos aprisionados por el muro y, en todos partes, oyeron del sistema kafkiano de permisos que los palestinos necesitan para entrar en Israel.

 

Ninguno de ellos pudo resistirse a las comparaciones con el apartheid, el sistema de segregación racial impuesta por los colonos boërs holandeses sobre la mayoría negra sudafricana durante casi cuatro décadas. “El sistema de permisos y las dificultades de movimiento son casi idénticas, pero en otros aspectos Israel es peor. Allí no había muros, ni carreteras separadas, ni este control increíble sobre el individuo. El mismo Foucault lo encontraría asombroso”, afirmó el juez Dennis Davis, uno de los padres de la Constitución sudafricana y figura prominente de la comunidad judía en su país.

 

La exdiputada Bárbara Hogan, expresa política, la fragmentación de Cisjordania le recuerda a los bantustanes. “A los negros se les obligó a vivir en estas reservas sin oportunidades económicas y con las peores tierras. Como ocurre aquí, necesitaban permisos para entrar en las áreas de los blancos”. Todos comprenden que Israel debe adoptar medidas de seguridad, pero las consideran desproporcionadas. “Son tan extraordinarias que afectan a los derechos humanos más básicos. A la larga solo les traerá inseguridad”, afirmó la exviceministra de Defensa, Nozizwe Madlala-Routledge.

 

Martes 15 de Julio de 2008

“EL LOBBY PROISRAELÍ DE EE.UU. PERJUDICA A ISRAEL”

 

Por Enric Tomás, La Vanguardia - España

Stephen Walt es profesor de la Kennedy School de la Universidad de Harvard y co-autor, junto a John Mearsheimer, del libro El lobby israelí, en el que analiza la poderosa influencia de este grupo de presión en el diseño de la política exterior de EE.UU. en Oriente Medio. Walt visitó Barcelona recientemente con motivo de la Barcelona Summer School in International Politics, que organiza cada año el IBEI.

 

Cuando nos referimos al lobby israelí de EE.UU., ¿de qué estamos hablando?

 

El lobby israelí de EE.UU. es una coalición de un amplio número de personas y organizaciones de los que algunos son judíos americanos y algunos no. La posición común que estas personas comparten es la de apoyar una relación especial entre Israel y EE.UU., en la que Washington dé un apoyo total a Tel Aviv sin importar lo que haga. Esta es la posición básica.

 

¿No hay fisuras en este apoyo a Israel dentro del lobby?

 

Dentro del lobby no se coincide en todas los asuntos. Algunos grupos en esta amplia coalición están a favor de una solución al conflicto entre palestinos e israelíes mediante la convivencia de dos estados, mientras que otros se oponen fuertemente a esto. Pese a ello, sí coinciden en defender una relación especial entre Israel y EE.UU.

 

¿Dentro del lobby proisraelí hay también grupos cristianos?

 

Sí, son grupos evangélicos, que se refieren a sí mismos como cristianos sionistas. El apoyo de éstos a Israel suele ser de línea dura. Por ejemplo, defienden la idea del Gran Israel, que incluye todos los territorios palestinos. Esto está basado en su interpretación de la Biblia: Una de las condiciones para que Jesucristo vuelva a la tierra es que los judíos controlen a todos los palestinos.

 

Así, estos grupos cristianos utilizan a Israel para llevar a cabo sus ideas teológicas.

 

Exactamente. En el libro demostramos, además, que las organizaciones más poderosas dentro del lobby, incluyendo los cristianos sionistas, están defendiendo políticas que no son buenas ni para EE.UU. ni para Israel.

 

En su obra se refiere al profundo ascendiente de este lobby en la Administración de EE.UU. ¿Cómo se lleva a cabo esta influencia?

 

Hay distintos mecanismos: uno es intentar que la gente que les apoya pueda acceder a cargos electos. Este lobby está muy atento a quien se presenta para el Congreso o para la presidencia de EE.UU., y cuál es su opinión sobre Oriente Medio. Si gusta, le ayudan con dinero. Por otro lado, los grupos del lobby publican distintos artículos, textos, informaciones para intentar que otros estadounidenses tengan una visión favorable a Israel y, naturalmente, atacan a quien se muestra crítico con la actitud de Tel Aviv. Finalmente, logran influir en la Administración colocando a su gente en posiciones clave del Gobierno, como el departamento que diseña las políticas de Washington en Oriente Medio. Esto no se diferencia de como funcionan otros grupos de presión.

 

¿Cómo se percibe desde Israel el papel de este lobby, que pese a querer ayudar, a veces es más un problema que una solución?

 

Algunos líderes israelíes, como el ex primer ministro Isaac Rabin, se han mostrado a disgusto con el rol de este lobby. Rabin, por ejemplo, quería hacer pasos hacia la paz y los miembros del lobby se oponían. Le daré dos ejemplos de cómo el papel del lobby es malo para Israel: uno son los asentamientos. Muchos israelíes entienden que el intento de colonizar Cisjordania fue un error. Estados Unidos no pudo hacer nada para parar la construcción de asentamientos porque el lobby lo impidió, cuando lo mejor hubiera sido detener la creación de colonias hace muchos años. Otro ejemplo lo encontramos con la guerra del Líbano de hace dos años. El lobby apoyó la estrategia de Israel de atacar a Hizbulá, en vez de intentar buscar otra solución al conflicto.

 

¿Qué papel tuvo y tiene el lobby proisraelí en la invasión de Irak y en la retórica sobre un posible ataque militar a Irán?

 

Respecto a Irak, toda la idea de invadir este país y derrocar a Saddam Hussein fue obra de los neoconservadores, de los que algunos son judíos y otros no, y que forman parte de la línea dura del lobby proisraelí. Éstos presionaron a Clinton y a Bush en su primer mandato para ir detrás de Saddam, aunque no tuvieron éxito. Después del 11-S, pudieron persuadir a Bush de que era una buena idea, algo que nunca antes pudieron hacer. Derrocar a Saddam iba a ser, para ellos, bueno para Israel, EE.UU., Irak y la región en general. Se equivocaron. Por lo que refiere a Irán, sólo los neoconservadores piensan en un ataque a Irán, pese a que todo el mundo lo ve como un problema.

 

Durante el proceso de primarias, los candidatos a la presidencia de EE.UU. acudieron a hablar ante el AIPAC, uno de los grupos más potentes dentro del lobby. ¿Por qué tienen que hacerlo?

 

En primer lugar, déjeme decir que el hecho que los candidatos acudan a hablar ante el AIPAC y, una vez allí, muestren su devoción hacia Israel es un indicativo de cuán poderosa es esta organización. Si el candidato no logra su apoyo va a tener difícil la elección, porque los judíos americanos son grandes financiadores de campañas. Por otro lado, no estar en sintonía con este grupo no significa ganar el apoyo de otros grupos igualmente poderosos. Finalmente, y es muy interesante, lo que ha cambiado este año, quizás por primera vez, es que todos los candidatos fueron criticados por complacer con sus discursos al lobby tanto como lo hicieron. Esto sugiere que EE.UU. está empezando a darse cuenta que la influencia de estos grupos de presión de línea dura no es saludable para el país.

 

¿Cuál es la relación entre el lobby proisraelí de EE.UU. y la prensa del país?

 

Hay esta idea histórica del control judío de los medios de comunicación, algo con lo que no estoy de acuerdo. No obstante, si hay mucha gente en la prensa que es proisraelí y así lo escribe o comenta. Por otro lado, hay organizaciones dentro del lobby que controlan todo lo que se publica y presionan para que se den informaciones favorables a Israel, y se enfadan cuando se publica alguna noticia crítica. Por eso, muchos periodistas hacen mucha autocensura para no ser atacados por estas organizaciones. No es, pues, que el lobby controle a la prensa, sino que trabajan muy duro para asegurarse que haya una correcta cobertura de los asuntos israelíes. Esto no es saludable, porque significa que no podemos tener una conversación sobre política exterior americana.

 

¿Qué papel jugará este lobby en las próximas elecciones a la presidencia de EE.UU.?

 

Ya se ha visto como los candidatos han acudido a hablar ante el AIPAC para obtener el apoyo del lobby proisraelí. Creo que este grupo de presión hará lo mismo que ha hecho en el pasado, es decir, asegurarse que el próximo presidente de EE.UU. no hace nada para la creación de un estado palestino. Para hacer esto se necesitaría una presión equidistante a Israel y a la ANP. Pero no creo que ni Obama ni McCain lo quieran.

 

¿Así, al lobby no le importa quien gane para seguir con su empeño de proteger a Israel?

 

Dentro del lobby hay diferentes opciones, pero no creo que la política estadounidense en Oriente Medio vaya a cambiar gane quien gane.

 

Entonces, ¿no cree que ni Obama ni McCain vayan a traer un gran cambio?

 

Si miras las posiciones de Obama y de McCain y de las personas que están a su alrededor ves que apuestan por que EE.UU. tenga un papel dominante a nivel militar en los asuntos internacionales. Pienso que mucha gente va a estar sorprendida de qué poco cambia la política exterior estadounidense. De todos modos, sí va a haber una mejora respecto a Bush, que es, de lejos, el peor presidente de EE.UU. de los últimos años. Pero, pese a ello, ninguno de los dos candidatos va a tomar una dirección opuesta a la llevada hasta ahora en lo que respecta a política exterior. El estilo será diferente y sonará mejor, pero no cambiará.

 

Lunes 14 de Julio de 2008

ISRAEL LANZA EN CISJORDANIA UNA GUERRA GENERAL CONTRA LAS INSTITUCIONES CIVILES

 

Por Khalid Amayreh, La Haine.org

El 8 de julio, el ejército del régimen israelí arrasó todo el norte de la ciudad de Nablus, asaltando colegios, comercios, instituciones de beneficencia, clubes deportivos y un importante centro médico.

 

Varios testigos dijeron que hasta 130 vehículos blindados de transporte de tropas del ejército israelí asaltaron el centro de Nablus poco después de que fuerzas leales al dirigente de la Autoridad palestina, Mahmud Abbas, recibieran la orden del gobernador simbólico Yamal Muhesen de volver a sus barracones y permanecer allí hasta nueva orden.

 

Miles de “fuerzas de la seguridad nacional” palestina, entrenadas por los estadounidenses, están estacionadas en Nablus, pero sus tareas se limitan a combatir a los activistas anti-israelíes, especialmente a los miembros de Hamas y de las organizaciones de la Yihad Islámica.

 

Los objetivos de la agresión israelí más reciente incluyen un colegio de niñas, que fue absolutamente arrasado, un importante centro médico, que ofrece servicios sanitarios gratis o semigratis a los pobres y desempleados, un centro comercial, un centro recreativo, una compañía de seguros y las oficinas de una serie de ONG.

 

Una de esas ONG es la Sociedad Nafha, que controla el trato israelí hacia los prisioneros políticos y de la resistencia palestinos en las cárceles y campos de detención israelíes.

 

Fuentes locales dijeron que soldados especiales y agentes del Shin Beth confiscaron docenas de ordenadores y diverso equipamiento de oficina, así como sumas no reveladas de dinero en efectivo. Los soldados también destrozaron gran cantidad de muebles. El Shin Beth es la principal agencia de la inteligencia interior de Israel y controla eficazmente todos los aspectos de la vida de los palestinos de Cisjordania. La operación empezó poco después de la medianoche y duró cerca de cuatro horas, según dijeron los testigos.

 

Antes de abandonar la ciudad, los oficiales del Shin Beth entregaron a los propietarios declaraciones escritas por las que les informaban que la propiedad de sus negocios y bienes había sido transferida al ejército israelí.

 

La declaración advertía también que cualquier palestino que se aventurara a entrar en los establecimientos cerrados sería encarcelado por un mínimo de cinco años.

 

El ejército israelí proclamó que los comercios e instalaciones médicas asaltadas formaban parte de la infraestructura civil de Hamas y podían estar implicados en la transferencia de dinero al movimiento.

 

Sin embargo, los propietarios y funcionarios de la Autoridad palestina rechazaron vehementemente esas acusaciones, diciendo que no eran sino instituciones y negocios normales que funcionaban dentro de los límites de la ley.

 

Un co-propietario de un almacén-departamento comercial confiscado y clausurado por el ejército israelí dijo a los informadores que “están castigándonos por ser religiosos”.

 

“En cualquier lugar de este mundo nuestro, la gente es inocente hasta que se prueba su culpabilidad. Aquí, en la supuesta única democracia de Oriente Próximo, nos arrestan, destruyen nuestros hogares, confiscan nuestras propiedades y destruyen nuestros negocios, y todo ello sin decirnos ni una palabra”.

 

“Por eso, ¿cuál es la diferencia entre Israel y la Alemania nazi?”, dijo el hombre que pidió mantener el anonimato por miedo a ser arrestado por sus declaraciones.

 

El hombre, que estaba visiblemente enfadado, dijo: “somos un pueblo religioso, rezamos y damos limosna y ayunamos durante el mes del Ramadán, pero no tenemos nada que ver con Hamas ni con ninguna otra organización. Destruir nuestros negocios y arrasar nuestras vidas por la mera sospecha de que podríamos estar afiliados a Hamas es un sucio acto criminal”.

 

LA GUERRA CONTRA EL ISLAM

Uno de los empleados del Centro Médico Tadamun, que fue cerrado y confiscado, acusó al estado israelí de emprender una guerra general contra el Islam parecida a la guerra que el Tercer Reich declaró contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

 

“Hago un llamamiento a todos los musulmanes y árabes del mundo para que respondan a esta manifiesta agresión contra el Islam y los musulmanes. Israel está buscando simplemente destruir el Islam. Quieren destruir nuestras mezquitas, quieren destruir nuestra vida, quieren borrar la religión islámica de palestina”, dijo Punir S. Aníbal.

 

“El estado terrorista proclama que Hamas es el objetivo. No crea esas mentiras. Su objetivo es la religión misma del Islam, porque el Islam es el último obstáculo que impide que Israel liquide la causa palestina”.

 

Aníbal hizo un llamamiento a los gobiernos de Egipto, Jordania, Qatar, Mauritania y Turquía, así como a otros Estados que valoran la justicia y la humanidad para que corten inmediatamente sus lazos con “esta entidad criminal que se dedica a asesinar niños y a matarles de hambre y que encima va y dice que lo hace en nombre de la civilización occidental”.

 

“Y les digo a esos países árabes y musulmanes que debían sentirse avergonzados. Están contemplando como estos viles criminales destruyen poco a poco y paso a paso a la comunidad palestina y se limitan a mirar como si lo que sucede en Nablus y Hebrón estuviera sucediendo en un planeta lejano”,

 

“¡Despertad! Echar a sus embajadores de vuestros países. Mostradles que palestina os importa”.

 

PROVOCANDO A HAMAS

Hani al Masri, un importante periodista y columnista de Nablus, opinaba que los ataques israelíes contra la ciudad tenían el objetivo de provocar a Hamas para que “rompiera la tregua en Gaza”.

 

“Israel quiere mostrar que la relativa calma en Gaza no significa que las manos de Israel vayan a quedarse quietas en Cisjordania. Sencillamente, Israel no quiere que los palestinos tengan un momento de paz”.

 

Al Masri dijo que aunque la dura represión israelí contra las instituciones islámicas iba a socavar el “sector de los servicios públicos” de la ciudad, serviría también para aumentar las simpatías públicas y el apoyo hacia Hamas.

 

“Y eso minará también la imagen de la Autoridad palestina, porque las mismas instituciones que Israel se dedicó a arrasar la pasada noche habían sido también atacadas por la Autoridad palestina.

 

“Esto va a hacer que la gente piense que la AP e Israel están operando y colaborando ilegalmente contra Hamas a plena luz del sol”.

 

Hamas mismo acusó de connivencia con Israel al régimen apoyado por occidente en Ramallah y de estar destruyendo a la sociedad palestina para que Israel pueda imponer sus capitulaciones sobre los palestinos y liquidar su causa.

 

“Hamas condena firmemente los crímenes sionistas sin precedentes contra la sociedad palestina y sus intereses económicos y organizaciones civiles”, dijo un comunicado distribuido por Hamas el pasado martes.

 

El comunicado acusa a la AP de colaborar y coordinarse estrechamente con las fuerzas ocupantes.

 

Llegaron incluso a confiscar los alimentos

 

El lunes, el periódico israelí Ha’aretz citó a un portavoz del ejército israelí diciendo que el ejército de ocupación tenía como objetivo las instituciones educativas y benéficas islámicas de Cisjordania.

 

El portavoz dijo que el propósito de la campaña del ejército ocupante contra las instituciones islámicas era fortalecer a la Autoridad palestina, que EE.UU. apoya, y debilitar a la oposición islámica palestina.

 

“Hablamos de fortalecer a los elementos moderados, como es la Autoridad palestina, pero actualmente la AP tiene poco control sobre la zona. El pueblo palestino prefiere a Hamas, porque son menos corruptos y más eficaces”.

 

El portavoz fanfarroneó sobre los ataques a guarderías, centros de atención sanitaria e instituciones de beneficencia e “incluso contra cocinas de beneficencia y orfanatos…” “Docenas de asociaciones fueron clausuradas y se confiscaron los alimentos”.

 

Este mismo año, con anterioridad, el ejército ocupante israelí llevó a cabo una campaña especialmente draconiana contra los orfanatos y guarderías de Hebrón, cerrando varias instituciones y dejando a miles de huérfanos y niños de familias humildes sin refugio.

 

Los bienes confiscados fueron varios edificios, autobuses escolares, mobiliario de oficina, ayudas educativas, pupitres, máquinas de coser, ropas y zapatos.

 

Muchos de los artículos robados por ejército israelí de las instituciones de Hebrón, incluida la ropa de los niños, cacharros de cocina, refrigeradores, alimentos y productos lácteos y ordenadores, fueron más tarde encontrados en un basurero situado en las afueras del asentamiento de Kiryat Arba’a.

 

La campaña fue ampliamente condenada por las organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, el aliado-guardián de Israel, Estados Unidos, manifestó su apoyo a las medidas israelíes.

 

Sin embargo, como es habitual en esas circunstancias, Israel vomitó en la cara del mundo: “Ningún país puede decirle a Israel lo que tiene que hacer. Hacemos lo que queremos”.

 

La claramente vengativa campaña contra instituciones palestinas tales como colegios, hospitales, orfanatos y negocios está generando mucho odio hacia Israel y los judíos entre un pueblo que lleva ya aguantando más de 41 años de ocupación militar de estilo nazi.

 

Nael Salameh es un comerciante palestino de Nablus. Dice que Israel se está comportando como un toro enloquecido.

 

“Un ejército que se dedica a arrasar cocinas de beneficencia, orfanatos y comercios sencillos no se diferencia mucho de los gangster y de los criminales comunes. Un estado que se comporta como los gangster y los criminales comunes no puede durar mucho”.

 

Salameh dijo que Israel estaba poniendo al pueblo palestino al borde del abismo. “Además, ¿quién dice que el suicida-bomba es un producto de la cultura y la sociedad palestina? No es así. El suicida-bomba es primero y ante todo un sub-producto inevitable del terror y la crueldad de estilo nazi contra la sociedad palestina. Eso es lo que el mundo debería comprender”

 

Palestine Information Center

 

Lunes 14 de Julio de 2008

JUNTO A ÁRABES E ISRAELÍES BAJO EL PARAGUAS DE LA FLAMANTE UNIÓN DEL MEDITERRÁNEO

SARKO INVOLUCRA A EUROPA CON MEDIO ORIENTE

En su jugada diplomática más ambiciosa hasta ahora, el presidente francés lanzó una alianza regional que incluye a viejos rivales y el espacio ya está rindiendo frutos con las conversaciones sobre palestina y las alturas de Golán.

 

Por Eduardo Febbro

Desde París

Sobre un fondo azul que simbolizó el color del Mediterráneo, Nicolas Sarkozy dio forma y contenido a su, hasta ahora, proyecto más ambicioso y personal en el terreno de las relaciones internacionales: el lanzamiento del foro de cooperación Unión por el Mediterráneo, UPM, que reúne a 43 países: los 27 de la Unión Europea y la totalidad de las naciones de la ribera del Mediterráneo. La UPM quedó conformada oficialmente el domingo y con ello el presidente francés logró lo que parecía imposible: reunir en torno de una misma mesa a países distanciados por antagonismos territoriales y religiosos como es el caso de los países árabes e Israel.

 

En un breve fin de semana Sarkozy obtuvo que los presidentes de Siria y Líbano se comprometieran a mantener sus relaciones diplomáticas, también consiguió que, antes de la cumbre, el presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abbas, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, manifestaran juntos su vocación irreversible de llegar a un acuerdo de paz. Por último, con el clima de paz suscitado por la cumbre, el jefe de gobierno israelí envió un mensaje al presidente sirio, Bashar Al Assad, a través del primer ministro turco, Tayyip Erdogan. Israel y Siria, técnicamente en guerra desde la creación del Estado hebreo, en 1948, han mantenido tres rondas de negociaciones indirectas desde marzo, siempre a través de Turquía.

 

Nicolas Sarkozy inició su maratón diplomático reuniendo en el Palacio del Elíseo a Mahmud Abbas y Ehud Olmert. El primer ministro israelí dijo que ambas partes se estaban acercando “al momento en que debemos tomar decisiones importantes” y luego admitió que “nunca hemos estado tan cerca de un acuerdo”. A su vez, Mahmud Abbas resaltó que la “amistad” de Sarkozy con Israel y palestina le permite “desempeñar un papel importante para ayudar al éxito del proceso de paz en pocos meses”. El presidente de la Autoridad palestina también reconoció que, pese a los bloqueos existentes y la perpetua cuestión de la extensión de la colonización israelí en los territorios palestinos, se habían “iniciado negociaciones en profundidad con Israel. Continuaremos los esfuerzos. Somos bastantes serios”. Según informaron fuentes cercanas a la delegación israelí, Olmert prometió a Abbas la liberación de un nuevo grupo de prisioneros palestinos. Es preciso, con todo, moderar el alcance que pueden tener estas declaraciones que parecen augurar un desenlace positivo. En primer lugar, israelíes y palestinos se han reunido en forma regular desde el relanzamiento del proceso de paz, en noviembre pasado, pero el problema planteado por las colonias judías en Cisjordania y Jerusalén Este bloquea lo esencial de las discusiones. En segundo lugar, el primer ministro israelí no está en condiciones de sellar un acuerdo. Las acusaciones de corrupción contra Olmert constituyen un obstáculo mayor para el proceso de paz, tanto más cuanto que, para muchos observadores, los días de Olmert al frente del gobierno están contados.

 

En el marco majestuoso del Grand Palais Nicolas Sarkozy lanzó luego la creación de la Unión por el Mediterráneo. Esta iniciativa reunió en un mismo espacio a los protagonistas de un antagonismo sin fin cuyo escenario es Oriente Medio. La cumbre de París aplacó por unas horas la enemistad histórica entre la casi mayoría de los países árabes e Israel y ello produjo una imagen inédita en la que se vio al primer ministro Israelí sentado a pocos metros del presidente sirio Bashar Al Assad. En este sentido, en su discurso de apertura, Sarkozy saludó a “todos los países árabes” y agradeció “el gesto de paz” simbolizado en su presencia. El mandatario reconoció que, para los presentes, había sido un esfuerzo acudir a París porque cada uno “lleva en él recuerdos de injusticia, de dolor, de sueños rotos que no se borrarán nunca”. Pero Sarkozy también recalcó que se debe mirar hacia el futuro y hacer un “esfuerzo similar” al “que hicieron los europeos para poner un término al engranaje fatal de la guerra y la violencia que, siglo tras siglo, instauró la barbarie en el corazón de la civilización europea”. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que copreside la UPM, expresó su deseo de que la fase que se inicia ahora sea “la de la paz en Medio Oriente”.

 

Las frases llenas de buenas intenciones y de invocaciones a la paz no pueden ocultar la complejidad de ejercicio futuro y los enfrentamientos que perduran en el presente. Incluso si Nicolas Sarkozy marcó una fecha en la historia de los diálogos multilaterales entre Europa y el Mediterráneo, las dificultades son, a menudo, un rompecabezas. Por ejemplo, prueba de ello es la ausencia de la tradicional foto que reúne a todos los participantes a las cumbres. No hay, de esta reunión, una imagen única y global.

 

En un terreno más práctico se retuvieron seis proyectos concretos: las autopistas del mar, la descontaminación del Mediterráneo, la protección civil, un plan solar Mediterráneo así como la creación de una universidad euromediterránea y una agencia para desarrollar pequeñas y medianas empresas.

 

La cumbre de París significó también el regreso al primer plano internacional del presidente sirio Bashar Al Assad. Pero su estadía en París está lejos de haber complacido a todo el mundo, tanto más cuanto que Al Assad asistirá este 14 de julio a los desfiles de la fiesta nacional francesa. Su presencia en el desfile militar provocó “malestar” entre soldados franceses para quienes Siria es responsable del atentado contra un puesto militar francés en el Líbano. En 1983, una explosión voló el edificio Drakkar en Beirut donde estaban estacionadas tropas franceses de la Fuerza Multinacional de Interposición. El atentado costó la vida a 58 soldados. La Asociación Internacional Soldados por la Paz consideró que la asistencia del presidente sirio al desfile del 14 de julio era “un atentado a la memoria” de las 58 víctimas del atentado. Este lunes, delante de Al Assad desfilará un destacamento de Cascos Azules de la ONU. Muchos observadores de la época vieron la mano de siria detrás de este atentado reivindicado en aquel entonces por un grupo islámico desconocido. La presidencia francesa aclaró el domingo que sigue siendo “un error histórico” atribuirle a Siria la responsabilidad de ese acto terrorista. No existe, hasta hoy, ninguna aprueba directa que vincule a Damasco con este atentado que, hace 25 años, llevó a su grado máximo el conflicto libanés. Tres minutos antes de que explotara la bomba en el destacamento francés, otra explosión destruyó el cuartel general de Estados Unidos instalado cerca del aeropuerto de Beirut. 239 soldados norteamericanos murieron antes que los 58 franceses.

 

Domingo 13 de Julio de 2008

LANZO AYER EN PARIS LA UNIÓN POR EL MEDITERRÁNEO

EL MEDITERRÁNEO DE SARKOZY

Es un foro de proyectos y acercamiento entre la Unión Europea, el norte africano y Medio Oriente que arrancó con hazañas como reunir a sirios y libaneses a negociar, y sentar a árabes e israelíes alrededor de la mesa.

 

Por Eduardo Febbro

Desde París

El marco es espectacular, los invitados son un conjunto de países dispares que tienen en común su vecindad con el mar Mediterráneo o su pertenencia a la Unión Europea. La iniciativa es del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la idea central consiste en reunir en París a 43 jefes de Estado o de gobierno para fundar la UPM, la Unión por el Mediterráneo. Apuesta fuerte de la presidencia de la Unión Europea que Francia asume por un período de seis meses, la UPM es una obra personal y ambiciosa de Nicolas Sarkozy. Tiene, también, perfiles imprecisos debido a la disparidad de sus integrantes y, en casos como el de Israel y siria, a raíz de los antagonismos regionales. Este foro de cooperación que nace hoy en la capital francesa coloca en un mismo espacio a 43 dirigentes: los 27 de los países de la Unión Europea, 10 del Este y el Sur de la cuenca del Mediterráneo, Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Marruecos, Mauritania, siria, Túnez, Turquía, y el presidente de la Autoridad palestina, a quienes se les agregan los presidentes de Albania, Croacia, Bosnia, Montenegro y el príncipe de Mónaco.

 

La Unión por el Mediterráneo empezó a plasmarse con la férrea oposición del presidente libio, Muammar Gadafi, quien boicotea la cumbre, al tiempo que Alemania y Turquía sembraron dudas sobre la coherencia y el funcionamiento de un grupo de países tan distintos. Para Gadafi, el proyecto es “espantoso” y “peligroso”, y obligará a los árabes a reconocer a Israel y ponerse bajo la bota de los europeos.

 

“La región del Mediterráneo determinará si el Norte choca con el Sur, si el terrorismo y el fundamentalismo logran imponer su violencia y su intolerancia al resto del mundo”, explicó Sarkozy. La UPM abarca a 765 millones de personas y se extenderá de las orillas danesas de Groenlandia a los desiertos de Jordania. La UPM se articula en torno de la cooperación sobre temas como la lucha contra la contaminación, el desarrollo de la energía solar y la seguridad civil. Sus proyectos más inmediatos son la descontaminación del Mediterráneo, las “autopistas marítimas”, la lucha contra las catástrofes naturales, el desarrollo de la energía solar, la educación, la creación de pequeñas y medianas empresas y la seguridad alimentaria.

 

ASSAD

Uno de los grandes momentos de esta cumbre es la presencia simultánea del presidente sirio, Bachar al Assad, y del premier israelí, Ehud Olmert. Tel Aviv y Damasco mantienen desde hace décadas serios antagonismos y recién hace unos meses las dos capitales entablaron un diálogo a través de Turquía. Ankara organizó un diálogo indirecto sobre el tema central que los divide desde finales de los años ’60: la exigencia de Damasco de que Jerusalén se retire de la meseta del Golán, que Israel ocupó en 1967 y anexó en 1981. Ambas capitales ya habían hablado de este tema en 2000 gracias a una mediación de Washington, pero no hubo acuerdo. Las negociaciones chocaron con la realidad de la meseta del Golán y la condición siria de que Israel la devuelva íntegramente, hasta las orillas del lago Tiberíades, la principal reserva de agua dulce de Israel.

 

La progresiva salida de escena de Estados Unidos en Medio Oriente permitió a Sarkozy tomar la iniciativa y ofrecer a siria un escenario de primer plano. Ayer, luego de recibir en el Elíseo al presidente sirio, París y Damasco publicaron un comunicado conjunto que destaca que Assad expresó a Sarkozy su “fuerte determinación” de “establecer relaciones diplomáticas con el Líbano”. Otro tema sensible evocado por el mandatario sirio en París fue el del supuesto programa de armas nucleares iraníes. Assad dijo que Irán no tiene “ninguna intención de poseer tal arma”. Sarkozy ya ganó una apuesta inicial. Líbano y siria jamás entablaron relaciones diplomáticas desde la proclamación de la independencia libanesa a finales de los ’60. Assad tiene previsto reunirse a última hora de la tarde con el nuevo presidente libanés, Michel Suleiman, en presencia de Sarkozy y del emir de Qatar, Hamad Bin Khalifa Al-Thani.

 

La presencia de Assad, ausente por años de este tipo de cumbre, le da un cariz único a la reunión en París, porque a la misma mesa se sienta el israelí Ehud Olmert. La agenda no prevé un encuentro directo entre ambos, pero si se dan apenas un apretón de manos ya sería un hecho histórico entre países que están legalmente en guerra desde 1948.

 

Nicolas Sarkozy logró montar un dispositivo compuesto por actores que tienen intereses geopolíticos opuestos. La canciller alemana Ángela Merkel rechazó el proyecto inicial, que se limitaba a los países del contorno mediterráneo. Merkel temió una “explosión” de la construcción europea y exigió –y obtuvo– que la UPM integre a los 27 países de la UE. Sarkozy debió superar también la hostilidad de países árabes como Argelia, reticentes a meterse en una Unión que incluya a Israel.

 

La principales innovaciones de este foro están en las fuentes con que se financiarán los proyectos, muchas de origen privado, y de su estructura institucional. Sarkozy no quiere dejar la impresión de un nuevo mecanismo dominado por el Norte sino lanzar un proceso administrado en común. La UPM funcionará con dos copresidentes, uno del Norte y otro del Sur. No obstante, los intereses divergentes de los 43 integrantes de este foro son tales que su coherencia puede tornarse borrosa. La ausencia de progresos tangibles en el proceso de paz de Medio Oriente limita el alcance de la declaración final, de la cual, según trascendió, referencias como “fin de la ocupación” de los territorios por parte de Israel o “instauración de una zona sin armas de destrucción masiva” no figurarán en la declaración final.

 

No obstante, Nicolas Sarkozy consiguió que en la foto estuvieran prácticamente todos: Assad, Mahmud Abbas, el presidente argelino Abdelaziz Buteflika, Olmert y hasta el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, un hombre que desconfía de Francia porque Sarkozy no quiere el ingreso de Turquía en la Unión Europea. Sarkozy desplegó mucha energía para promover el retorno de Europa a una zona de influencia en Medio Oriente. El calendario le facilita las cosas. De aquí al año que viene, Estados Unidos vivirá una suerte de receso diplomático debido a las elecciones presidenciales de noviembre y la posterior instalación de los nuevos equipos en la Casa Blanca. Esa situación deja, no obstante, una pregunta en suspenso sobre los alcances de la capacidad europea para mover las piezas en Medio Oriente. ¿Quién se animará a dar un paso cuando el principal sostén de Israel, es decir, Washington, está distraído, por el momento, con otras preocupaciones?

CUATRO AÑOS DE INCUMPLIMIENTO DEL FALLO DE LA HAYA: EL “MURO DEL APARTHEID” SIGUE MÁS VIVO QUE NUNCA EN CISJORDANIA

CUATRO AÑOS DE INCUMPLIMIENTO DEL FALLO DE LA HAYA: EL “MURO DEL APARTHEID” SIGUE MÁS VIVO QUE NUNCA EN CISJORDANIA

Jueves 10 de Julio de 2008

CUATRO AÑOS DE INCUMPLIMIENTO DEL FALLO DE LA HAYA: EL “MURO DEL APARTHEID” SIGUE MÁS VIVO QUE NUNCA EN CISJORDANIA

 

Fuente: Gara - Bilbao, España

Hace cuatro años, el Tribunal de La Haya declaró ilegal el muro que divide Cisjordania. Cuatro años después, el Gobierno sionista sigue construyéndolo ante el silencio de la comunidad internacional. Ayer, los palestinos volvieron a denunciarlo en la calle, enfrentándose a los gases lacrimógenos y pelotas de goma. “¡Qué esperan los israelíes de los agricultores cuando les despojan de sus árboles! Queremos vivir”.

 

Hace ya cuatro años, el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) declaró ilegal el muro impuesto por Israel al pueblo palestino en Cisjordania. Lejos de acatar el contenido de dicha sentencia, por cierto, no vinculante, el Gobierno israelí sigue construyendo esta barrera, verja o muro, dependiendo de la forma que adquiere al rodear las ciudades o aldeas palestinas y serpentear por territorio ocupado.

 

Las obras se iniciaron en 2002 y aún continúan. El pasado mes de mayo, se construyeron 409 kilómetros, lo que representa un 57% del trazado final. Otros 66 kilómetros, un 6% más, está actualmente en construcción. Sus consecuencias sobre la población han sido devastadoras. Israel, además, ha hecho caso omiso de las recomendaciones del tribunal, que le exhortó a desmantelar la barrera levantada en Cisjordania e indemnizar a los palestinos afectados, para quienes este “muro del apartheid” busca despojarles de sus tierras e impedir un futuro Estado palestino.

 

Según datos de la Oficina de la ONU de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), hasta la fecha, Israel ha edificado en torno al 60% del recorrido proyectado, de un total de 723 kilómetros. Denunció que 52 comunidades rurales palestinas quedarán despojadas de sus tierras. Este es el caso, por ejemplo, de Jayyus, en el distrito de Kalkilia, en el norte de Cisjordania.

 

“El muro ha transformado una vida feliz en sufrimiento”, denunció el alcalde Mohamed Taher Jaber. Antes, el 80% de la población de Jayyus vivía de labrar sus fértiles tierras que daban pepinos, cítricos, olivos, tomates, pimientos, aguacates y almendras. Aquella época ha quedado en el recuerdo de los más mayores. La realidad es bien distinta. El 70% de los habitantes está en paro y quienes pueden trabajar sus parcelas deben pedir “un permiso especial” para acceder a ellas atravesando unas puertas asignadas, que únicamente se abren tres veces al día.

 

De sus 3.500 vecinos, sólo 170 tienen este permiso. Israel lo niega sistemáticamente bajo el paraguas de “la seguridad”. “¿Por qué no nos otorgan permisos? Porque así la tierra queda en desuso y después de tres años pueden alegar la ley de ausencias”, remarcó a la corresponsal de Efe Sharif Omar Jalid. Aunque sí tiene “permiso”, a sus 65 años no puede trabajar solo la tierra, pero a ninguno de sus tres hijos se lo conceden. Muy pocos campesinos pueden, por tanto, gozar de seis pozos de agua, 50.000 olivos y árboles frutales y 70 invernaderos.

 

En este cuarto aniversario de la incumplida e inútil resolución judicial, muchos palestinos salieron a las calles para exigir la demolición del muro.

 

En Nilin, al este de Ramallah, al menos siete personas, entre ellas activistas extranjeros, resultaron heridas por impactos de pelota de goma y el efecto de los gases lacrimógenos. Decenas de palestinos respondieron lanzando piedras contra los soldados y las máquinas para nivelar la tierra. Un soldado y un obrero que trabaja en la edificación del muro sufrieron heridas.

 

“Nuestro objetivo es parar las máquinas y recordar la decisión del Tribunal de La Haya. ¡Qué esperan los israelíes de los agricultores cuando les despojan de sus árboles! Queremos vivir”, exclamó a AFP Salah al Khawaja, uno de los organizadores de la protesta. Hassan Moussa, de 33 años, acudió con su hijo de siete años para expresar su rechazo a las intenciones de Israel de “expulsar a los palestinos de sus tierras» y oponerse a este muro que «afecta a todo el mundo”.

 

Cerca de Belén, los militares cargaron contra una manifestación de 150 personas. Las movilizaciones se repitieron en Tulkarem y Qalqiliya, al norte.

 

La OLP exigió a la comunidad internacional que obligue al Estado sionista a cumplir el dictamen del TIJ. El asesor presidencial y jefe del equipo negociador, Saeb Erekat, criticó la falta de actuación del resto de países frente a Israel.

 

La ONG israelí Betselem recordó que el Gobierno no ha cumplido las exigencias del Tribunal, que “canceló tres tramos”.

 

Y, mientras, el pueblo palestino sigue afrontando como puede las terribles consecuencias de esta barrera de “la vergüenza” y el silencio de la comunidad internacional.

 

MILICIANO MUERTO

Un miliciano palestino murió ayer en la ciudad cisjordana de Jenín por disparos de soldados israelíes cuando, según la versión hebrea, trataban de detenerlo. El fallecido, de 27 años, era miembro de las Brigadas Abu Amar, ligadas a al-Fatah.

 

NUEVAS COLONIAS

El Gobierno ha aprobado la construcción de otros 1.800 asentamientos judíos en la parte este de Jerusalén. La Comisión de Distrito de Vivienda ha autorizado la edificación de 920 pisos en el barrio de Har Homá y de otros 880 en el de Pisgat Zeev.

 

CIERRE DE SEDES BENÉFICAS, INCAUTACIÓN DE BIENES Y MÚLTIPLES REGISTROS EN NAPLUSA

Tropas israelíes irrumpieron ayer en un centro de estudios coránicos y en el Ayuntamiento de Naplusa, bajo control de Hamas. Tras hacer estallar la puerta principal, rompieron varias oficinas. Los soldados confiscaron varios ordenadores, material de oficina, mapas y una “importante cantidad de documentos”, según explicaron testigos presénciales.

 

“Es una agresión contra la autoridad palestina y todos ciudadanos de Naplusa”, denunció Hafez Chahine, responsable municipal. Precisó que los soldados entraron en las oficinas del alcalde, Adli Yais, y su suplente, May al Handabali, y que se llevaron dos ordenadores, además de documentos.

 

Además de en el Ayuntamiento, entraron en tres mezquitas, llevándose consigo todos los bienes, y confiscaron cuatro autobuses escolares. En la cercana localidad de Qablan, clausuraron una escuela coránica y entraron en el edificio de Dar al Quran. En la puerta principal del edificio dejaron una nota en la que se daba cuenta de su cierre por un periodo de dos años. En los últimos tres días, el Ejército ha intensificado los registros en asociaciones caritativas y otros establecimientos vinculados a Hamas. Acusa a estos organismos de “ser parte de una infraestructura terrorista”.

 

El martes, el Ejército clausuró las sedes de seis organizaciones benéficas relacionadas con el movimiento islámico y anunció el cierre temporal de medio centenar de tiendas ubicadas en un centro comercial administrado por Hamas. Las fuerzas de seguridad palestinas afirmaron que más de 120 vehículos armados israelíes irrumpieron de noche en Naplusa que, con cerca de 180.000 habitantes, es la localidad más poblada de Cisjordania.

 

Los comerciantes que no acaten la orden, que entrará en vigor el próximo 15 de agosto, deberán enfrentarse a una pena de 5 años de prisión.

 

Una fuente militar israelí justificó estos cierres bajo el argumento de que “los beneficios generados en sus tiendas para patrocinar el terrorismo”.

 

En protesta por estas medidas y en solidaridad con las entidades afectadas, para ayer había convocada una huelga parcial en el comercio. Ya el lunes, el diario israelí “Haaretz” advirtió de que el Ejército intensificará su campaña contra la supuesta “estructura civil” de Hamas en Cisjordania, cerrando el mayor número de asociaciones.

 

El diputado de Hamas Yehya Moussa afirmó que estas acciones militares “están condenadas al fracaso, tal y como ha ocurrido hasta ahora. No servirán más que para generar un mayor apoyo a nuestro movimiento”.

 

En declaraciones a un periódico palestino, remarcó que “Hamas se ha ganado el corazón de los ciudadanos por su constante defensa de los palestinos”. Moussa destacó también que “el fin de la ocupación y de las agresiones israelíes está cerca”.

 

El también electo Mohammed al Ghoul reclamó la intervención de los países musulmanes y árabes para parar las agresiones israelíes.

 

Miércoles 09 de Julio de 2008

CUATRO AÑOS DESPUÉS DEL FALLO DEL TIJ ISRAEL CONTINÚA CONSTRUYENDO EL MURO DE APARTHEID EN CISJORDANIA

 

Fuente: EcoDiario.es - Madrid, España / Agencia EFE

Cuatro años han transcurrido desde que el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) declarara ilegal el muro de Apartheid que Israel erige en Cisjordania, mientras continúa su construcción pese a las reclamaciones de los palestinos y diversos organismos.

 

Pese al dictamen no-vinculante de la corte el 9 de julio de 2004, el Ejecutivo israelí sigue implacable la construcción de la barrera, verja o muro de separación, según la forma que adquiere al rodear ciudades o aldeas palestinas y serpentear por el territorio ocupado.

 

Iniciado este proyecto en 2002 con el objetivo de impedir la infiltración de atacantes en Israel o los asentamientos judíos, su construcción sigue provocando polémica y sus consecuencias sobre la población palestina son devastadoras.

 

Israel ha hecho caso omiso de las recomendaciones del tribunal internacional que exhortaban a desmantelar la barrera levantada en Cisjordania e indemnizar a los palestinos afectados, que la califican de “muro del apartheid”, destinado a despojarles de sus tierras e impedir un futuro Estado viable.

 

Cuando concluya su construcción, el 87 por ciento de su trazado quedará dentro de Cisjordania, frente al 13 por ciento que transcurrirá por la Línea Verde, la frontera imaginaria aceptada internacionalmente tras la primera guerra árabe-israelí de 1948-49.

Según datos de la Oficina de la ONU de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), hasta la fecha Israel ha construido en torno al 60 por ciento del recorrido proyectado, de un total de 723 kilómetros, 200 después del dictamen del TIJ.

 

El “muro” ha cambiado radicalmente las vidas de numerosos campesinos, que han quedado atrapados no sólo por los obstáculos físicos sobre el terreno, sino también por la burocracia israelí que les somete a un régimen de “permisos” para poder tener acceso a sus propias cosechas.

 

La OCHA denuncia que 52 comunidades rurales palestinas quedarán desconectadas de sus tierras como consecuencia de la cerca, como es el caso de aldea de Jayyus, en el distrito de Kalkilia (norte de Cisjordania).

 

“El muro ha transformado una vida de felicidad en sufrimiento”, se lamenta Mohammed Taher Jaber, alcalde de esta población en la que antaño el 80 por ciento de sus habitantes vivía de labrar sus fértiles terrenos con cultivos como el pepino, cítricos, olivos, tomates, pimientos, aguacates y almendras.

 

En la actualidad, el 75 por ciento de sus vecinos se encuentra en el paro y los privilegiados que trabajan en sus parcelas cuentan con permisos especiales para acceder a ellas atravesando unas puertas asignadas, que sólo se abren tres veces al día.

 

Seis pozos de agua, 50.000 olivos y árboles frutales y 70 invernaderos quedaron al alcance de unos pocos campesinos.

 

La barrera que separa Jayyus de sus 860 hectáreas de terrenos está compuesta por una verja con sensores electrónicos, cuyo trazado se introduce unos seis kilómetros en el territorio de Cisjordania y la separa del vecino asentamiento judío de Zufin.

 

Los habitantes de esta colonia tienen sus ojos puestos en las parcelas palestinas hoy situadas en esta especie de “tierra de nadie” para su expansión, denuncia la OCHA.

 

De los 3.500 vecinos de Jayyus sólo unos 170 tienen permisos y muchos renuncian a solicitarlos, pues en la mayoría de los casos Israel los deniega aduciendo razones de “seguridad”, o que no “existe una conexión con la tierra”, se quejan sus vecinos.

 

Con este sistema, quedan excluidos campesinos que arriendan parcelas, jornaleros, familiares de segundo grado o herederos que por un método ancestral de anotación de apellidos no pueden demostrar que son descendientes de los propietarios.

 

Sharif Omar Jalid tiene permiso, pero a sus 65 años no puede trabajar solo la tierra y a ninguno de sus tres hijos les conceden autorización.

 

“¿Por qué no nos otorgan los permisos? Porque así la tierra queda en desuso y después de tres años pueden alegar la ley de ausencias” para confiscarla, argumenta.

 

Miércoles 09 de Julio de 2008

GAZA AÚN BAJO SITIO, PESE A LA TREGUA

 

Por Adam Morrow y Khaled Moussa al-Omrani, IPS Noticias - Uruguay

A pesar del torrente de recriminaciones mutuas, la frágil tregua entre Israel y el palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ya se encuentra en su tercera semana de vigencia, aunque poco se ha hecho para aliviar el bloqueo de la franja de Gaza.

Sin embargo, Israel se ha movido lentamente para cumplir su promesa, incluida en el acuerdo de cese del fuego que se alcanzó con la mediación de Egipto, de permitir el libre tránsito de suministros humanitarios hacia ese territorio.

 

“Los reiterados cierres de los cruces fronterizos son una muestra de la falta de seriedad de Israel” respecto del cumplimiento de lo pactado, dijo Ismail Heniya, líder del gobierno de Hamás en Gaza.

 

“Para que la tregua sobreviva, debe abrir la frontera y levantar su bloqueo”, agregó.

 

Luego de varios meses de negociaciones en El Cairo, Israel y Hamás -junto con otras facciones menores de la resistencia palestina- aceptaron la propuesta egipcia de “calma” (tahdia) a principios del mes pasado. A pesar de las mutuas reservas, entró oficialmente en vigor el 19 de junio.

 

El acuerdo contempla el cese de las operaciones militares israelíes en Gaza a cambio de la suspensión de los ataques con cohetes lanzados por Hamás desde ese territorio. Pero sus disposiciones no se extienden a Cisjordania, gobernada por el presidente de la Autoridad Nacional palestina, Abú Mazen, del secular y moderado partido Fatah, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos.

 

A mediados del año pasado, Hamás tomó por las armas el control de Gaza, donde se había impuesto en las elecciones parlamentarias locales de 2006.

 

Lo más importante para Hamás, y los 1,5 millones de palestinos que viven en Gaza, es que el acuerdo también establece que se reabrirán gradualmente los pasos fronterizos que conectan al territorio con el mundo exterior, incluido el de Rafah, en el límite con Egipto, el único que no se encuentra bajo control directo de Israel.

 

Desde que el movimiento islamista tomó el control de Gaza hace un año, Israel ha mantenido herméticamente “sellados” todos los cruces fronterizos. El gobierno egipcio, por su parte, también cerró el de Rafah, citando la ausencia de un tratado formal.

 

El bloqueo, apoyado por Estados Unidos y la Unión Europea, ha destruido la economía de Gaza y privado a gran parte de su población de suministros vitales, como alimentos y medicinas. Algunos observadores describieron a Gaza como “el mayor campo de concentración del mundo”.

 

Poco después de la entrada en vigor del acuerdo, el 19 de junio, Israel reabrió cuatro de los cruces, pero volvió a cerrarlos el 24, luego de que el grupo de resistencia palestina Jihad Islámica se adjudicara un ataque con cohetes a la ciudad israelí de Sederot, en represalia por la muerte de cuatro de sus líderes en Cisjordania.

 

Esos pasos fronterizos fueron rehabilitados cuatro días más tarde, para ser nuevamente cerrados la semana pasada. Según funcionarios israelíes, la medida se tomó a causa de dos nuevos disparos de cohetes desde posiciones en Gaza, pero los grupos palestinos negaron unánimemente su responsabilidad en esos supuestos ataques.

 

Abdelaziz Shadi, director del programa de estudios israelíes en la Universidad de El Cairo, señaló que Israel aprovecha esporádicos ataques con cohetes, reales o imaginarios, para justificar el mantenimiento de su completo dominio sobre el territorio controlado por Hamás.

 

“Israel puede determinar fácilmente la fuente de esos lanzamientos y castigar a los responsables”, dijo a IPS. “En cambio, prefiere sancionar colectivamente a toda la población de Gaza, privándola de comida, medicinas y combustible”, agregó.

 

“El cierre de fronteras confirma que, en lo que se refiere a Gaza, Israel es todavía una potencia ocupante, a pesar de la llamada ’retirada’ del territorio en 2005”, señaló Shadi.

 

Según funcionarios israelíes, citados por la prensa el miércoles pasado, un total de 150 camiones cargados con suministros esenciales habían recibido permiso de ingresar a Gaza desde el comienzo de la tregua. Esa cifra, sin embargo, no ha sido confirmada por fuentes independientes.

 

El tránsito entre Egipto y Gaza, a través del cruce de Rafah, no ha sido más intenso.

 

Entre el 1 y el 3 de julio, las autoridades egipcias abrieron ese paso para un limitado número de personas. Pero de las alrededor de 2.000 que supuestamente iban a efectuar el cruce, entre ellas algunas que querían realizarlo por razones de salud, apenas alrededor de 300 fueron autorizadas.

 

El miércoles, centenares de palestinos frustrados por las largas demoras, se abrieron paso a la fuerza. Personal de seguridad egipcio empleó mangueras para dispersar a la multitud que arrojaba piedras.

 

A fines de enero, más de 500.000 palestinos se volcaron hacia Egipto, luego de destruir parte del muro que bloquea la frontera común de 14 kilómetros. La mayoría compró bienes de primera necesidad antes de regresar a sus hogares.

 

La frontera fue cerrada 10 días después, en medio de limitados enfrentamientos entre palestinos y las autoridades egipcias. En esa oportunidad, el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Ahmed Aboul-Gheit, declaró que le “romperían las piernas” a cualquiera que intentara aproximarse sin autorización.

 

La semana pasada, policías de Hamás, en cooperación con las autoridades egipcias, convencieron a la airada multitud para que se retirara y el cruce fue reabierto. Los líderes del movimiento islamista, en tanto, continúan urgiendo a El Cairo para que la frontera permanezca abierta en forma permanente.

 

Miércoles 09 de Julio de 2008

HACIA LA TERCERA INTIFADA

 

Por Mohammad Jadallah*, Revista Pueblos

En palestina, tras más de siete años desde que empezara la segunda Intifada, la realidad que nos rodea es alarmante. Las pérdidas humanas son numerosas, sin precedentes, y con implicaciones también en la esfera de lo político: el ex presidente palestino Yasser Arafat murió envenenado por los israelíes; Abu Ali Mustafa, máximo dirigente del Frente de Liberación Popular, y Ahmad Yassin, máximo dirigente de Hamas, fueron asesinados por parte del ejército israelí con un ataque aéreo “selectivo”; en estos años más de 5.000 mártires han caído en manos del ejército israelí. Los heridos por las operaciones (daños colaterales, tal y como los denomina Israel) sobrepasan las 60.000 personas, de las cuales 1.500 sufren de invalidez permanente. Y no hay que olvidar a los miles de prisioneros políticos en las cárceles israelíes, como Ahmad Saadat o Marwan Barghouti, entre otros parlamentarios y ministros.

 

Las pérdidas económicas también son importantes, llegando al colapso total de la economía palestina, especialmente como consecuencia de la destrucción de las infraestructuras en todas las ciudades debido a las demoliciones de casas y los bombardeos que lleva a cabo Israel, lo que deriva en que en muchos casos el paisaje en palestina se convierta en un amasijo de piedras y hierros. Los niveles de pobreza y desempleo han llegado a límites desproporcionados, con un 70 por ciento de la población viviendo con menos de dos dólares al día. Todas estas condiciones han forzado una situación de frustración e incertidumbre, dañando los valores mismos de la sociedad palestina.

 

Una de las victorias más importantes de Israel y a la vez, una de nuestras pérdidas más grandes, ha sido la lucha interna entre las facciones políticas de Al Fatah y de Hamas por controlar los territorios, lo que ha causado la división política, geográfica y demográfica entre Cisjordania y la Franja de Gaza. Esta división arriesga seriamente el futuro de una nación palestina al mismo tiempo que desemboca a favor del plan israelí de separar y aislar las dos áreas del país, lo que ya había planeado anteriormente el ex primer ministro Ariel Sharon cuando se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza. Israel aceleró la construcción de nuevas colonias judías en Cisjordania para recolocar a los colonos de Gaza y dividir aún más en cantones separados entre sí la tierra palestina, encapsulando a los palestinos en guetos o en cárceles a cielo abierto, como en el caso de la Franja.

 

EL PROCESO DE PAZ

Con algunos años de interrupciones forzadas, la mayoría de veces debido a las continuas operaciones y ataques del ejército israelí en los territorios ocupados palestinos, han pasado ya más de 18 años desde que ambas partes se enrolaran en una serie de negociaciones políticas, directas e indirectas, con o sin mediadores. En el año 1991 empezó en Madrid el proceso de paz, culminado con los Acuerdos de Oslo firmados en Washington en 1993, que al poco tiempo llegaron a un callejón sin salida dado su incumplimiento.

 

La Conferencia de Annapolis (Estados Unidos), celebrada el pasado mes de noviembre, fue un nuevo intento de renovar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos para poner fin al conflicto. Parecía que de esa conferencia iba a salir el proceso final de paz y que la creación de un Estado palestino sería posible en los próximos años (finales de 2009), por lo que la población palestina entró en una ola de esperanzas e ilusiones. Para tal fin, ambas partes empezaron las negociaciones bilaterales que debían implementar la famosa “Hoja de Ruta”, en cuyo primer artículo se expone claramente que la construcción de colonias por parte de Israel es totalmente ilegal y que se tiene que frenar la construcción de nuevas viviendas. Pero esta misma semana hemos sabido que se van a construir más de 1.400 viviendas ilegales entre una colonia ortodoxa de Cisjordania y la zona Este de Jerusalén; por contra, más de 25.000 casas están en orden de demolición por parte del Gobierno israelí, la mayoría también en Jerusalén, por no “tener permisos”, y se continúan confiscando las tierras a los palestinos, favoreciendo la edificación israelí.

 

El grado de colonización es tal en la ciudad de Jerusalén que las pocas zonas verdes y abiertas que tenían los palestinos están llenándose ahora de bloques de cemento para los colonos provenientes de EE UU y de las ex repúblicas soviéticas. Es bien conocido el objetivo político por parte del Gobierno israelí de mantener dos tercios de población judía frente a un tercio de población palestina a partir de sus políticas de expulsión y residencia, aunque les está siendo difícil debido al retorno de los palestinos que se han quedado en el otro lado del muro o por la temida bomba demográfica de la población palestina.

 

Israel se niega a reconocer que existen los palestinos, tanto si son cristianos como musulmanes; no nos reconoce como tales y con este principio justifica su ocupación y sus medidas políticas. Hasta en los grupos de la más extrema derecha sionista se llega a decir que los palestinos eran un pueblo nómada que llegó y ocupó las tierras de los judíos, una de las tantas manipulaciones de la historia que elaboran los sionistas, con la ayuda y apoyo de los EE UU.

 

Las negociaciones de paz están más paradas que nunca y siguen sin obtenerse frutos de ellas. Son negociaciones que no hacen más que acabar con el tiempo de los palestinos mientras los israelíes son los que ganan este tiempo para poder seguir con su plan de ocupación geográfica y económica en los territorios ocupados palestinos. Estas negociaciones no muestran puntos claros de referencia basados en la leyes internacionales, no tienen garantía de ningún tipo, prácticamente sin representación internacional (con la excepción de los EE UU, mediadores y controladores principales, siempre a favor de los intereses de Israel) y tampoco se llega a un acuerdo sobre el objetivo de las negociaciones ni sobre el fin de las agresiones por parte de Israel a la población civil: ataques militares, colonias, confiscación de tierras, el muro del Apartheid, los cientos de checkpoints repartidos por todo el territorio, etc.

 

Las perspectivas de la vida política en palestina son miserables, especialmente cuando los máximos dirigentes de la Autoridad Nacional palestina (ANP) han colaborado en las numerosas negociaciones, tan dañinas y poco fructíferas para el pueblo palestino. Personalmente creo que el papel de los negociadores se ha convertido en el de puros analistas políticos, expertos en describir las políticas de Israel, que no temen en terminar las negociaciones para el proceso de paz, olvidando que su misión es la de buscar una política eficaz, poderosa y válida que use la fuerza del pueblo palestino; ya que su único objetivo es el de mantener las negociaciones indefinidamente, mientras unos pierden el tiempo y la vida y lo ganan los otros.

 

Todos los acuerdos de Oslo han fracasado o, directamente, no se han aplicado, especialmente por parte de Israel. Para muchos, Yasser Arafat sólo era un obstáculo para la paz. Una vez fallecido, lo sustituyó el actual presidente palestino Mahmoud Abbás, que favorece los intereses de los EE UU y de Europa. Lo mismo podríamos decir del primer ministro Salaam Fayyades, impuesto en el cargo por parte de los propios estadounidenses. Ambos gozan de la simpatía y del apoyo absoluto del Gobierno de Washington y de Israel, aunque no quieran reconocerlo y, sin embargo, si hablamos del efecto en su pueblo, sus medidas políticas han sido totalmente inútiles y han ido en detrimento del pueblo palestino, ya que la violencia ha ido en aumento, como vemos en los ataques en Gaza, o en la continua construcción de colonias, que se ha incrementado 11 veces el año pasado.

 

¿NEGOCIAR EN ESTAS CONDICIONES?

La ANP mantiene el argumento de que las negociaciones con Israel son la única estrategia que tiene el pueblo palestino, abandonado completamente por sus dirigentes, como única alternativa para llegar a los acuerdos y satisfacer sus demandas. Los representantes del Gobierno se llenan la boca con palabras vacías de protesta y de condena que no pretenden más que calmar y anestesiar a la opinión pública, haciendo sentir a la población que todos navegan en el mismo barco de la ocupación y el sufrimiento. Por otra parte, Hamas sigue defendiendo el argumento de que la lucha armada es la única vía para enfrentarse a la ocupación militar israelí. Las condenas repetidas por parte de la ANP a los ataques de Israel y a las mismas acciones de Hamas, son una muestra de lo ridícula e impotente que es su política y de cómo se han convertido en actores del show del proceso de paz.

 

Es evidente que la política de Abbás es débil, frágil y ordinaria; basada en una posición de críticas al partido de la oposición, Hamas, y de la claudicación ante la UE y EE UU. Repetidamente condena los ataques a los civiles israelíes pero cuando se trata del asesinato de su propio pueblo calla ante Israel y condena a Hamas. La opinión pública palestina se siente insultada ante esta ingenua neutralidad, unida a los claros lazos de amistad, nunca reconocidos, con los dirigentes americanos e israelíes, que convierte a los palestinos en funcionarios a su servicio pero viéndolos como enemigos para su propio pueblo. Son muchas las voces que exigen la dimisión de Abbás y de todo su gabinete de ministros, lo que no quiere decir que apoyen a Hamas y su política; más bien al contrario, son muy críticos con el partido, especialmente tras la toma de poder por la fuerza de la Franja de Gaza en junio de 2007. Estas voces proclaman la aparición de nuevas alternativas y de un cambio que les devuelva la esperanza de ver la unidad de los palestinos y la creación de un Estado palestino soberano.

 

No hay que olvidar que la ANP está sumergida en la corrupción total por parte de sus dirigentes y cada semana nos llegan nuevas noticias de casos de corrupción; los escándalos dañan a la opinión pública palestina, agravando su desconfianza e incertidumbre en torno a sus dirigentes al ver que no se toma ninguna medida contra los culpables. El presidente Abbas es incapaz de implementar y respetar las leyes.

 

La corrupción lo destruye todo. La mayoría de palestinos acusados de corrupción han empezado a buscar refugio en el extranjero al ver que el barco de palestina empieza a hundirse. El mismo Saeb Ereikat, uno de los integrantes de la mesa de negociación, ha facilitado la caída de la ANP, admitiendo que la popularidad del presidente Abbás ha caído por debajo de los límites de hace un año, tanto por los crecientes niveles de corrupción como por su incapacidad en los procesos de paz.

 

El pueblo palestino está cargado de ira, euforia e indignación ante esta situación, tanto por las agresiones por parte de Israel como por la corrupción y la mala gestión en la ANP y el estancado proceso de paz. No ve ninguna solución al conflicto que satisfaga sus demandas y necesidades y se está perdiendo la idea de un Estado palestino unido para pensar más en la anexión de Gaza a Egipto, la de Cisjordania a Jordania o, simplemente, en eternizar la ocupación militar israelí en todos los territorios.

 

Todos estos elementos conforman el escenario de una lucha perpetua, duradera e interminable, con el continuo sufrimiento de nuestro pueblo. Una tercera Intifada parece inminente; esta vez, contra la ocupación militar israelí y contra la misma Autoridad Nacional palestina.

 

* Mohammad Jadallah es médico, analista y activista palestino. Este artículo ha sido publicado originalmente en el nº 32 de la Revista Pueblos, junio de 2008.

 

Martes 08 de Julio de 2008

LÍDER DE FPLP: “TENEMOS QUE RECONSIDERAR LA TREGUA PORQUE LA SITUACIÓN DE GAZA NO HA CAMBIADO”

 

Por Saed Bannoura - IMEMC News.

Traducido y editado por OICP

Jamil Mizhir, miembro del Comité Central del Frente Popular para la Liberación de palestina (FPLP), pidió hoy reconsiderar la tregua patrocinada por Egipto entre Hamas e Israel, y declaró que la situación en Gaza se ha mantenido sin cambios: el asedio continúa. Las fronteras permanecen cerradas y la ocupación viola reiteradamente la tregua.

 

Mizhir añadió que la ocupación israelí está utilizando esta tregua con el fin de continuar sus ataques en la Ribera Occidental Ocupada.

 

“Debemos reconsiderar la cuestión de la tregua y Egipto debe presionar a Israel para que ponga fin a su violaciones”, Mizhir dijo que “Israel no ha abierto los cruces, excepto para la entrada de productos básicos, no ha aumentado la cantidad de bienes que se deben permitir según lo señalado por la tregua”.

 

También dijo que Israel no permitió la entrada de materiales necesarios para garantizar el funcionamiento de las fábricas y de miles de trabajadores.

 

Al comentar sobre el actual cierre del terminal fronterizo de Rafah, Mizhir dijo que el sufrimiento del pueblo palestino es cada vez mayor, y las personas siguen privadas de sus derechos básicos, como la libertad de circulación.

 

“¿Cuál es la utilidad de esta tregua, si Israel no aplica las condiciones básicas del acuerdo?” y añadió “a nuestros estudiantes todavía se les impide viajar y los pacientes aún están estancados en Gaza”.

 

Refiriéndose al papel de Egipto, Mizhir planteó que Egipto ha hecho esfuerzos, pero Israel sigue violando el acuerdo y sigue en curso su agresión contra el pueblo palestino.

 

Mizhir también dijo que espera que las conversaciones internas palestinas allanarán el camino para poner fin al conflicto y dijo que espera que la visita de Abbas a siria tenga efectos positivos en la reanudación de las conversaciones internas.

 

Añadió que el FPLP y otros grupos están realizando sus máximos esfuerzos para lograr la unidad nacional, y que el FPLP se reunió con dirigentes de Hamas y de Fatah y les ha proporcionado los nombres de los presos políticos en poder de Hamas en Gaza y de Fatah en la Ribera Occidental, pidiendo su liberación.

 

Concluyó que la liberación de los presos será un gran avance para las conversaciones y podría llevar a resultados positivos.

 

Martes 08 de Julio de 2008

UN VÍDEO MUESTRA LA PALIZA DE UNOS COLONOS DE HEBRÓN A UN PALESTINO

 

Por Ricardo Mir De Francia, El Periódico de Catalunya - España

La brutal violencia de los sectores más extremos entre los colonos judíos asentados en Cisjordania volvió a quedar al descubierto este fin de semana. Un grupo de colonos detuvo el sábado a un palestino de 31 años en los montes del sur de Hebrón y, tras atarlo a un poste del teléfono, le dio una paliza durante 40 minutos. Parte de la secuencia fue grabada en vídeo por la organización árabe israelí de derechos humanos Taayush. Ataques de esta naturaleza suelen quedar impunes. Fuentes de la policía israelí informaron de la detención de dos colonos.

 

El vídeo comienza cuando un grupo de soldados acude al lugar del linchamiento. Mientras la víctima, Madahat Abú Kirash, está atada al poste en cunclillas, un colono discute con los militares. Instantes después, llega otro colono, vestido con atuendo religioso y kipá, se encara con un soldado y, tras empujarle, aprovecha para pisar al palestino en las costillas. Según el relato de Abú Kirash, profesor, todo empezó cuando se dirigía con varios agricultores a labrar sus campos en esta región de colinas pedregosas y pobreza extrema. En la distancia, observaron un incendio y, al acercarse para apagarlo, fueron atacados por cuatro colonos del asentamiento salvaje de Asael.

 

SIN APROBACIÓN OFICIAL

Salvaje es el adjetivo empleado por Israel para referirse a las colonias construidas sin aprobación oficial, más de un centenar. También las llaman ilegales para diferenciarlas del resto, a pesar de que todas son ilegales, según la ley internacional, al construirse en territorio ocupado y, en muchas ocasiones, en tierras expropiadas o robadas a sus propietarios palestinos.

 

“Me pegaron por todo el cuerpo durante 40 minutos, especialmente en la cabeza y el estómago”, relató la víctima al diario electrónico Ynet. De acuerdo con su versión, los soldados contemplaron la paliza desde lejos sin actuar y solo al final se acercaron.

Este tipo de agresiones son el pan de cada día en regiones como Hebrón, cuna de los colonos más radicales. El mes pasado, varios de ellos atacaron con bates de béisbol a dos ancianos palestinos y a sus sobrinos por dejar que su rebaño se acercara a los límites del asentamiento. Su violencia es tan habitual que varias oenegés internacionales se dedican a escoltar al colegio a los niños palestinos o a los campesinos durante la recolecta.

 

Los colonos envenenan pozos, talan olivares, asaltan a los escolares y agreden a los pastores. Tampoco se cortan cuando visitan la región diplomáticos extranjeros o políticos israelíes de izquierda. Hace unos días, tiraron cubos de agua hirviendo a una delegación de Meretz, el partido de la izquierda israelí. Esta violencia casi siempre queda impune.

 

Lunes 07 de Julio de 2008

LA SITUACIÓN DE LOS REFUGIADOS BEDUINOS EN CISJORDANIA

 

Por Comité Español de la UNRWA

Es difícil determinar el tamaño exacto de la población beduina. Las asociaciones de beduinos estiman que unos 50.000 de ellos viven en Cisjordania; muchos son refugiados aunque no todos están registrados con la UNRWA. Muchos beduinos aún llevan vidas seminómadas dentro de los confines de unas restricciones cada vez mayores impuestas por el ejército israelí y por las zonas de asentamientos. Otros han sucumbido o han optado por vivir en pueblos generalmente ubicados en la periferia de las áreas palestinas establecidas. Muchas comunidades beduinas se sienten aisladas y abandonadas por la sociedad media palestina y por los políticos, quienes no se están ocupando de sus problemas y necesidades.

 

En las siguientes líneas se destacan los principales problemas inmediatos que afectan actualmente a los refugiados beduinos, entre ellos la sequía y el precio de conseguir agua; la falta de pienso para los animales y su elevado precio; las limitaciones de las tierras de pastoreo; las órdenes de evacuación y demolición; la ausencia de centros sanitarios accesibles y la dificultad en los procedimientos relacionados con los servicios y registro de refugiados en la UNRWA. Asimismo, se detallan los problemas más urgentes dentro de ciertas comunidades de refugiados y las posibles estrategias de intervención que se han sugerido.

 

ENTORNO Y LOCALIZACIÓN

La mayoría de los refugiados beduinos en Cisjordania provienen de la región de Beer Sheva. Después del conflicto de 1948, se asentaron principalmente en los distritos de Hebrón, Belén y Jerusalén, así como en el valle de Jordán, especialmente en los alrededores de Jericó. Los beduinos se dividen en clanes, entre los que se incluyen los Jahalin, Rashayida y Qa’abneh, que a la vez se subdividen en pequeños subclanes familiares. Por ejemplo, el clan de los Jahalin se divide en las familias Abu Darok, Salamat y Saraya.

 

Los clanes y subclanes de beduinos siguen siendo comunidades muy cerradas, lo que supone una dificultad a la hora de recoger datos exhaustivos para las comunidades mixtas de clanes: los Mukhtars (jefes de un clan) no suelen colaborar o contar con los Mukhtars de los pueblos vecinos. Esta falta de un frente unido dentro de la comunidad beduina perjudica los intentos de conseguir ayuda y reconocimiento.

 

Las entrevistas con las comunidades beduinas se llevaron a cabo en las zonas de Ramadin (al sur de Hebrón, en las proximidades de la Línea Verde), Rashayida (Belén); al sur del desierto de Judea, en los alrededores de Ar Rawa’in; en el pueblo de Al Eizariya (Jerusalén); en Arab al Jahalin (entre los asentamientos de Ma’ale Adumim y Kedar); en el área de Abu Daros, en los alrededores de Al Jib y Beit Hanina; en el área de Mu’arrajat (entre Jericó y el pueblo de At Tayba); en Ras el Asin, cerca de Al Auja; en el pueblo de Fasayil en el valle de Jordán; y en los Zfin beduinos, en la llamada seam zone (aquellas tierras entre el Muro de Separación y la Línea Verde), cerca de Qalqiliya.

 

En las entrevistas con las diferentes comunidades beduinas, que se han centrado especialmente en las comunidades de refugiados, se refleja la necesidad de trabajar urgentemente en las siguientes áreas:

 

AGUA

Las comunidades que viven en el sur de Cisjordania, en especial al sur de Hebrón y sur de Belén en el desierto de Judea, se enfrentan a la peor sequía en una generación. Durante el invierno de 2005-2006, hubo escasas precipitaciones en estas zonas ya de por sí áridas; en la actualidad la mayor parte de los pozos del pueblo están vacíos o se encuentran a menos del 20% de su capacidad habitual.

 

El consejo del pueblo de Um Ad Daraj-Az Zuweidin, ubicado en el desierto de Judea al sureste de Hebrón, declaró que en abril de 2006 los pozos del pueblo tenían 30mm de precipitaciones y que la media anual tenía que haber sido de 150 mm. A causa de esto actualmente las comunidades beduinas que viven al sur de Cisjordania se enfrentan a graves problemas con el agua.

 

Muchas comunidades no cuentan con sistemas de canalización por lo que el agua tiene que comprarse y transportarse en camiones cisterna, una medida cara e insostenible debido a su precio: 5 shékels por metro cúbico. Para pagar el agua, las familias tienen que vender su ganado, lo que reduce el número de sus bienes, o comprar a crédito. Sin embargo, muchas comunidades se encuentran actualmente tan consumidas por la deuda que los proveedores están negando los servicios hasta que no se hayan efectuado todos los pagos. Los beduinos del pueblo de Ramadin con los que se ha hablado estiman que cada familia tiene una media de 2.000 dínares jordanos de deuda.

 

Las comunidades también han perdido muchos animales debido a la sequía. En febrero de 2006, los beduinos de Abu Mousa, al sur de Ar Rawa’in en el desierto de Judea, perdieron entre 5 y 6 corderos al día debido a las extremas condiciones del tiempo. Esto se vio empeorado por el hecho de que algunos beduinos, principalmente refugiados en esta región, fueron apartados de las tierras de pastoreo por el ejército israelí durante la época de parición de las ovejas.

 

Los efectos de la sequía no sólo afectan a los beduinos y a los refugiados, sino a todos aquellos que dependen de la tierra, incluyendo miles de personas que viven en las cuevas y los fellahin (agricultores) de la zona. Tan graves son los problemas que muchos están considerando vender todos sus rebaños y abandonar su vida seminómada, clara señal de la desesperación de las comunidades. Se necesita ayuda urgentemente. Las comunidades no pueden permitirse comprar agua al precio de mercado y necesitan cierta ayuda económica como apoyo al dinero con el que viven.

 

Todos los refugiados con los que se han mantenido conversaciones en las comunidades de Ramadin; Arab Ar Rashayida; Ar Rawa’in al sur del desierto de Judea; las zonas de Hathaleen y Hameeda An Najeda; Al Eizariya; Bir Nabala; Ras al Ein; Jericó y Fasayil, han manifestado la urgente necesidad de ayuda con el agua.

 

PIENSO PARA ANIMALES

La sequía ha llevado de nuevo a la escasez de tierras de pastoreo, especialmente en la zona sur de las montañas de Hebrón y el desierto de Judea; como resultado, los beduinos tienen que comprar cantidades considerables de pienso que no pueden permitirse pagar. Al igual que sucede con la crisis para pagar el agua, las comunidades venden su ganado o compran pienso a crédito. De nuevo y es comprensible, algunos proveedores no quieren continuar vendiéndoles si no les pagan.

 

Algunas comunidades han abandonado sus tradicionales khirbets (pequeñas aldeas) y tierras de pastoreo, y se han ido al norte en busca de tierras de pasto naturales. Un ejemplo son los refugiados beduinos Abu Mousa, situados varios kilómetros al sur del pueblo de Ar Rawa’in. La comunidad, de entre unos 200-300 refugiados, vive normalmente todo el año en la zona de Immartadah, y aunque de forma regular se ven sometidos al hostigamiento del ejército israelí, confiscación de animales y demoliciones, han conseguido permanecer en la zona. Sin embargo, durante marzo de 2006, toda la comunidad emigró hacia Ar Rawa’in al norte, con la esperanza de encontrar tierras para pastar y un mejor acceso al agua, pues esta zona cuenta con canalizaciones. Esto supuso una carga mayor para la comunidad existente y causó rivalidad sobre el acceso a la tierra y servicios. Las tierras de pastoreo de esta zona no son mucho mejores que en el sur, y en abril de 2006 varias familias del área de Wadi Ghar del pueblo de Ar Rawa’in, metieron a sus animales en un camión (pagando 1.000 shékels por camión) y los transportaron a la región de Nablus en busca de tierras.

 

También existen casos de familias de otras zonas, como los Jahalin en el área de Al Eizariya, cerca del asentamiento de Ma’ale Adumim, que transportaron sus animales a la región de Nablus. Aunque esta es una medida cara y drástica, muchas familias piensan que no hay otra alternativa si quieren seguir con sus vidas seminómadas.

 

ACCESO A LA TIERRA, RESTRICCIONES Y DEMOLICIONES

Además del problema del acceso a tierras improductivas, las tierras para pastoreo se están viendo limitadas por el ejército israelí por la ampliación de los asentamientos y puestos militares ilegales. Esto añade más presión al estilo de vida beduino así como incrementa los efectos de la sequía. El ejército israelí ha declarado muchas áreas en el sur del desierto de Judea y valle de Jordán como zonas militares cerradas, aunque en la mayoría de los lugares no existen carteles que indiquen este estado.

 

Extensas zonas al sur y este del desierto de Judea se encuentran oficialmente prohibidas a los beduinos, aunque estos siguen utilizando muchas zonas como pasto cautelosamente, pues no tienen lugares alternativos donde acudir. Si se les descubre, pueden ser detenidos, su ganado confiscado y sus refugios demolidos.

 

Otras áreas tradicionales de los beduinos están siendo desalojadas para la ampliación de los asentamientos. Inextricablemente conectado a esto, se encuentra la política de demolición de las autoridades israelíes de todas las construcciones hechas sin permiso en el Área C.

 

ARAB AR RASHAYIDA Y SUR DEL DESIERTO DE JUDEA

En el pasado, los beduinos Rashayida que vivían en Arab ar Rashayida y las zonas al sur del desierto, tenían acceso libre a la zona sur del desierto de Judea, al sur de Ar Rawa’in hacia Rujm en Naqa y Ein Gedi. Sin embargo, durante los últimos dos años, el hostigamiento de las Fuerzas de Defensa de Israel ha aumentado y en el año 2005 se llevaron a cabo diversas demoliciones en las áreas de refugiados beduinos al sur de la antigua base jordana en Immartadah. Desde entonces los refugiados al sur del desierto de Judea han vivido con el temor constante de sufrir más demoliciones y se han desplazado de forma regular para evitar las patrullas itinerantes del ejército israelí.

 

Muchas familias del pueblo Ar Rawa’in solían pasar los meses de invierno en Wadi Ghar, pero en noviembre de 2005 el ejército israelí dio órdenes de evacuación a varias familias. En enero de 2006 cuatro viviendas de familias beduinas fueron demolidas, y además se mató a varios de sus animales y se confiscaron varias de sus herramientas. Otras familias se arriesgaron a permanecer en el valle hasta que en abril de 2006 tuvieron que marcharse debido a la aridez de las tierras. Varias de estas familias se desplazaron a las áreas de Nablus, otras a Ar Rawa’in.

 

AT  GIGA

El aislado pueblo de At Giga ubicado a 4km al sureste de Hameeda An Najada y cercano a la Línea Verde también ha sufrido demoliciones recientemente. El pueblo lo componen 30 familias de las cuales doce son refugiadas registradas. El pueblo se encontraba antiguamente en Israel pero en 1948 fue desarraigado por completo y desplazado 400 m hacia el interior de Cisjordania. Hace tres años, el ejército israelí demolió por completo el pueblo, pero los aldeanos han vuelto y reconstruyeron sus casas en la zona.

 

Desde la reconstrucción de cada edificio, incluyendo la escuela y la mezquita, se han recibido órdenes de demolición. Las últimas se recibieron en abril de 2006 y ahora las familias viven con el constante temor de sufrir las demoliciones en cualquier momento. En la actualidad, muchos beduinos llevan a pastar a sus animales a Israel, pues tienen acceso limitado en Cisjordania, pero son conscientes de que si se descubren los rebaños, estos serán confiscados.

 

REFUGIADOS EN LA BARRERA DEL ASENTAMIENTO DE KARMEL

Unos 100 refugiados beduinos registrados en la UNRWA viven cerca de la barrera del asentamiento de Karmel, frente a la carretera 317. Todos ellos son miembros de la familia Il Hadeel y en junio de 2005 recibieron órdenes de demolición de varios de sus refugios. Si las demoliciones se llevan a cabo, siete familias de refugiados, sumando un total de entre 35 y 40 personas, se quedarán sin hogar. El caso está actualmente en manos de los tribunales. Esta familia ha vivido aquí desde 1948, y proviene originalmente de Arad.

 

Existen aproximadamente veinte órdenes de demolición, recibidas a principios de 2005, en las cercanas áreas de Hameeda An Najada y Khashem Ad Daraj-Hathaleen. La zona alberga un total de unos 4.000 beduinos, parte de ellos refugiados y otra parte no refugiados, ambos grupos enfrentándose tanto a los problemas de las demoliciones como a los problemas con el agua y el pienso para animales mencionados anteriormente.

 

ÁREA DE AL EIZARIYA

La comunidad beduina de Al Eizariya ha sufrido desplazamientos y demoliciones debido a la ampliación del asentamiento de Ma’ale Adumim y la construcción de la barrera. Unas 250 familias beduinas, todas ellas refugiadas y la mayoría registradas, viven ahora en “al Jabal”, en las afueras de El Eizariya.

 

Anteriormente en 1997, sin previo aviso, el ejército israelí demolió las casas y construcciones de 35 familias beduinas Salamat-Jahalin que vivían de la tierra, y que ahora es Ma’ale Adumim. El ejército israelí llegó una mañana, acordonó la zona y transportó las posesiones de los beduinos a “al Jabal”. Los beduinos se negaron a desplazarse y pasaron nueve noches durmiendo en el suelo mientras un abogado israelí llevaba el caso a los tribunales. El tribunal sentenció que el ejército israelí no podía desplazarles sin encontrar antes unas tierras alternativas. El ejército israelí se vio obligado a negociar con los beduinos y como consecuencia se acordó una oferta de compensación.

 

Cada familia recibió entre medio y un dunum y medio (unidad de superficie equivalente a 1.000 m2), de tierra y entre 15.000 y 38.000 shékels dependiendo del tamaño de la familia, para reubicarlas en “al Jabal”, una pequeña montaña entre el pueblo de El Eizariya y un vertedero cercano. Las 35 familias, todas refugiadas y la mayoría registradas en la UNRWA, se desplazaron a este lugar entre 1999 y 2000 después de haber recibido las compensaciones. Desde entonces más familias beduinas que viven en los alrededores han recibido órdenes de evacuación y demolición para dejar sitio a la ampliación de Ma’ale Adumim, y ahora 250 familias, las últimas llegadas en 2003, se encuentran hacinadas en las tierras de “al Jabal”. La montaña está atestada y no hay espacio para guardar los animales, por lo que muchas familias tienen que vender su ganado y buscar trabajos de baja categoría en los asentamientos o pueblos cercanos.

 

La propiedad de la tierra es un problema de gran importancia. Según las autoridades israelíes, la tierra que se dio a los beduinos, en arrendamientos a 98 años, era tierra del Estado. Sin embargo, los habitantes de Abu Dis la reclaman como suya, aunque no poseen documentos que lo prueben ante un tribunal. A los Jahalin les preocupa que cuando se termine la barrera alrededor del asentamiento de Ma’ale Adumim se encontrarán en la zona cisjordana y entonces las familias Abu Dis reclamarán su tierra y serán de nuevo desplazados, pero esta vez sin ninguna compensación.

 

Además de este desplazamiento, en septiembre y octubre de 2005, otras 140 familias (55 pertenecientes al clan Salamot y 85 al clan Sayara) recibieron órdenes de evacuación de las tierras entre “al Jaba” y Ma’ale Adumim, y entre los asentamientos de Ma’ale Adumim Kedar eb Wadi Abu Hindi. Todas las familias son refugiadas aunque no todas ellas están registradas en la UNRWA. Un abogado israelí ha aceptado el caso en nombre de la comunidad y se han comenzado las negociaciones.

 

Las Fuerzas de Defensa de Israel quieren desplazar a las familias a otra montaña situada entre el vertedero y el pueblo de As Sawahira ash Sharqiya, pero los beduinos se niegan a ello porque las tierras pertenecen al pueblo de Sawahira y no habrá lugar suficiente para las nuevas casas, ni tierras para el pasto de los animales. Los beduinos no quieren ser como las familias que viven en las montañas, quienes se han visto obligadas a abandonar su tradicional forma de vida y cambiar a un estilo de vida semi-urbano.

 

El ejército israelí ha propuesto otra opción: reubicar a las familias en las tierras entre Mishor Adumim y Jericó. Esta zona se encuentra lejos de otros pueblos y comodidades y las tierras de pastoreo se verían limitadas por la carretera 1 y la base militar al sur. Los beduinos no quieren aceptar una compensación de las autoridades israelíes y desean quedarse donde se encuentran actualmente, donde han vivido desde 1948.

 

Existen un total de 2.000 beduinos Jahalin, la mayoría refugiados registrados, en los alrededores de Ma’ale Adumim, y todos ellos se verán en algún momento desplazados por el ejército israelí a zonas fuera de la burbuja de Ma’ale Adumim. Actualmente están pagando un representante jurídico, pero resulta demasiado caro y están buscando ayuda exterior. Igualmente les gustaría conocer qué acciones tomará la UNRWA si se ven desplazados y qué nuevos servicios se establecerán en una futura localización especialmente si se encuentra muy lejana a los limitados servicios que ahora existen. También hay beduinos Jahalin que viven en la Ruta 1, cuya situación necesita una nueva evaluación.

 

EL PUEBLO DE FASAYIL

El 8 de febrero de 2006 el pueblo de Fasayil en el valle de Jordán sufrió varias demoliciones. Los beduinos, muchos de ellos refugiados, han vivido en este lugar desde la década de 1980, pero en los últimos dos años han sufrido de forma continua los hostigamientos el ejército israelí para desocupar la zona.

 

Algunos de los refugios recibieron órdenes de demolición entre 2003 y 2004, y en septiembre de 2005 el ejército israelí demolió los refugios de ocho familias en el mismo lugar. Aunque los reconstruyeron, en diciembre de 2005 el ejército israelí volvió y dieron a las familias 45 días para desalojar la zona. El 8 de febrero de 2006 llegó el ejército israelí y demolió las casas y refugios para los animales. Algunos de los beduinos desmantelaron sus propios refugios para evitar los destrozos del ejército israelí. Diecinueve familias se vieron afectadas, de las cuales ocho desmantelaron sus propios refugios para evitar que el ejército israelí destrozara sus otras posesiones. De las otras once familias, ocho eran beduinas refugiadas. Como algunas de las familias refugiadas estaban registradas en Belén y no en Jericó, no recibieron la ayuda de la UNRWA, lo que causó ciertos enfrentamientos entre las familias. Los refugiados han conseguido reconstruir algunos de los refugios en el mismo lugar, otros viven en tiendas y no tienen intención de marcharse de la zona, colindante con otros 200 beduinos aproximadamente que también han vivido en la zona desde la década de 1980.

 

ACCESO A CENTROS DE SALUD

Todas las comunidades de beduinos refugiadas con las que ha hablado la UNRWA han hecho hincapié en la falta de centros de salud y en la creciente necesidad de atención sanitaria dadas sus condiciones de vida cada vez peores, especialmente debido a la falta de suministros de agua tratada en muchas zonas. El personal sanitario con el que ha hablado la UNRWA ha venido notando un mayor aumento de las enfermedades producidas por el agua en mal estado, especialmente en las zonas periféricas. Se espera que durante los meses de verano, la salud de muchas comunidades empeore aún más.

 

Las grandes áreas de refugiados beduinos al sur del desierto de Judea carecen de centros de salud permanentes en sus alrededores y normalmente reciben el servicio de una clínica de la UNRWA o de las autoridades palestinas una vez a la semana o cada dos semanas. Esto es lo que ocurre en las zonas de Hameeda An Najada y Ar Rawain, y en la zona sur del desierto.

 

Los refugiados beduinos en el área de Al Eizariya están registrados en la UNRWA, pero en la Ciudad Vieja de Jerusalén, y ahora que se ha construido la barrera, tienen graves problemas para acceder a los centros de salud; los beduinos refugiados en Mu’arrajat y Ras el Ein no tienen fácil acceso a estos servicios en ninguna dirección.

 

Todas las comunidades han pedido a la UNRWA que reconsidere su política de salud con respecto a ellos y que establezca más puntos de salud y clínicas móviles para las zonas más aisladas.

 

ÁREAS DE AT GIGA Y HAMEEDA AN NAJADA

At Giga se encuentra a 4 Km. al sureste de Hameeda An Najada, muy cercana a la Línea Verde. El pueblo alberga a 30 familias, de las cuales 12 son refugiadas registradas. No existen centros sanitarios. El punto más cercano es una clínica palestina móvil que pasa una vez a la semana durante solo 2 horas en Hameeda An Najada. En el pueblo vive un hombre refugiado que está paralizado de cuello hacia abajo y necesita atención médica constante. Depende de la buena voluntad de los otros vecinos para que le lleven al centro de Yatta. También necesita urgentemente una silla de ruedas. Serían de gran ayuda en esta región las visitas del equipo sanitario móvil de la UNRWA.

 

El incidente acontecido el 2 de marzo de 2006 refleja la necesidad de instalaciones sanitarias en esta zona, cuando una mujer mayor refugiada fue atacada cerca de su casa por personas del asentamiento de Karmel, al lado de la valla que separa el asentamiento. En el incidente, a la mujer le rompieron una pierna y aunque el ejército israelí estaba cerca, nadie le ofreció ayuda médica. Unos niños la llevaron arrastrando hasta su casa y un vecino la llevó en coche hasta el centro de salud de Yatta.

 

Se suma a lo anterior la falta de centros de salud en los pueblos vecinos de Najada, Hathaleen, Um Malhere y Zuweidin, todos ellos con poblaciones de refugiados parciales que están sufriendo gravemente por los efectos de la sequía. Las clínicas de las autoridades palestinas de estos pueblos solo abren una vez a la semana durante un par de horas. Fuera de este horario los habitantes de los pueblos, más de 4.000 personas, tienen que desplazarse hasta Yatta para recibir asistencia sanitaria, y para ello tienen que pasar el asentamiento y cruzar la carretera 317, lo que resulta un problema y continuará siéndolo hasta que se coloque la barrera en esta carretera.

 

ÁREA DE AL EIZARIYA (JERUSALÉN)

En su mayoría los beduinos de Al Eizariya, que suman varios miles en total y muchos de ellos refugiados en la UNRWA, están registrados para recibir asistencia sanitaria en la Vieja Ciudad de Jerusalén. Sin embargo, con la construcción de la barrera alrededor de Jerusalén, es difícil acceder a estos servicios. Recientemente el ejército israelí ha prohibido entrar a varias mujeres que intentaban cruzar la barrera para ir al centro de salud. Ahora las familias tienen que pagar por asistencia sanitaria que no pueden permitirse, lo que resulta una carga extra a las ya difíciles condiciones en las que viven, especialmente debido a la sequía de este año y los gastos extras para pagar el pienso de los animales y el agua.

 

La comunidad pidió que el equipo sanitario móvil de la UNRWA visite las zonas beduinas que se encuentran alrededor del pueblo de Al Eizariya y los asentamientos de Ma’ale Adumim y Kedar hasta que se pueda llegar a una solución permanente como son los puntos de salud.

 

ÁREAS DE MU’ARRAJAT Y RAS EL EIN

El área de Mu’arrajat ubicada a lo largo de la carretera 409 entre el pueblo de At Tayba y Jericó la componen varias zonas separadas de beduinos refugiados. La mayor parte de las familias pertenece al clan Qa’abneh y están registradas en Jericó, Ramala o la Vieja Ciudad de Jerusalén. No existen centros de salud cercanos, y aquellos que se encuentran registrados en Jerusalén tienen los mismos problemas que los beduinos de Al Eizariya, con la carga añadida de la distancia y más puntos de control militares, que también suponen un problema para los que se dirigen a Ramala o Jericó.

 

Las áreas beduinas de Ras El Ein cuentan con una mayoría de refugiados principalmente registrados en Jericó o Ramalá. Sin embargo, no pueden abandonar la zona sin pasar antes por el punto de control de Yitav, por lo que a menudo tienen problemas en el control de An Nuwei’ma cuando intentan entrar en Jericó. La alternativa es un centro de salud privado en Al Auja. El acceso a la asistencia sanitaria es un gran problema para las comunidades de estas áreas; las visitas de centros de salud móviles podrían ser parte de la solución.

 

EDUCACIÓN

La mayoría de las áreas beduinas que se han visitado cuentan con escuelas y la mayor parte de los niños refugiados asisten a las instalaciones disponibles. Sin embargo, con frecuencia las distancias a las escuelas son agotadoras, especialmente para los más pequeños, y en general no existen medios de transporte o tiene que contratarse un medio privado.

 

Los niños del pueblo de At Giga (al sur del desierto de Judea) caminan 4km cada día por terrenos irregulares pues no existe medio de transporte. Los niños de primaria se quedan en el pueblo pero la escuela construida recientemente tiene una orden de demolición y si se lleva a cabo estos niños también tendrán que caminar largas distancias para ir a otra escuela.

 

Los niños beduinos de las áreas de Ras El Ein asisten a la Escuela Básica de la UNRWA en Al Auja y cada día tienen que pagar un taxi que les lleve. Sin embargo, todos los días el mini bus sufre retrasos en el punto de control de Yitav y los niños llegan tarde con frecuencia. El transporte es caro y en el autobús los niños van hacinados. Debería estudiarse el problema del transporte escolar para los niños refugiados beduinos, especialmente hacia las escuelas de la UNRWA.

 

Los niños beduinos refugiados que van a escuelas donde son una minoría, a menudo tienen problemas para integrarse y ser aceptados por los otros niños. Esto conlleva una alta tasa de abandono escolar en estas zonas. Un ejemplo de esto son los niños beduinos Salfit: 10 de ellos iban a la escuela palestina en Salfit, pero ahora tienen una pequeña escuela privada montada en una tienda en su propia comunidad. Aunque reciben fondos privados, actualmente esta situación no es sostenible y se necesita una solución alternativa para los niños. Muchos niños beduinos refugiados necesitan ayuda para integrarse en el nuevo sistema escolar establecido.

 

REGISTRO DE REFUGIADOS

 

ZFIM

En la zona interior entre el Muro y la Línea Verde (la llamada seam zone), al norte de Qalqiya, viven 100 beduinos refugiados, entre el muro y el asentamiento de Zfim. Son la familia Jihadmi, originarios del área de Ramadin. Esta área es oficialmente conocida como Arab ar Ramadin ash Shamali y estos beduinos son parientes de los que viven en el otro lado, justo al sur del punto de control de la Línea Verde de Jaljoulia en Arab ar Ramadin al Janu y Arab Abu Farda.

 

Cada viaje a la oficina de la UNRWA en Nablus les cuesta a los refugiados 50 shékels, y pueden tardar hasta cuatro horas debido a los puntos de control. Por esto se estima que un 25% de la población refugiada de Zfim no está registrada. Sería muy útil si se pudiera concertar una reunión con un representante en Qalqiliya para intentar solucionar este problema.

 

FASAYIL – VALLE DE JORDÁN

Como se ha indicado en el apartado anterior sobre las demoliciones, el 8 de febrero de 2006 el ejército israelí demolió varios refugios de beduinos refugiados en Fasayil por estar construidos ilegalmente en las tierras del Área C, aunque la comunidad llevaba viviendo allí desde la década de 1980.

 

HOSTIGAMIENTO DE LOS ASENTAMIENTOS

Existen una serie de problemas para los beduinos relacionados con las gentes de los asentamientos: muchas zonas de refugiados beduinos se encuentran en los alrededores por lo que el acceso se ha visto limitado o se ha vuelto peligroso debido a la presencia de los asentamientos y los puestos militares ilegales. Un ejemplo de esto es el área de Om il Hair cerca de la barrera del asentamiento de Karmel.

 

REFUGIADOS EN LA BARRERA DEL ASENTAMIENTO DE KARMEL

Los refugiados beduinos en esta zona solían vivir de la tierra que ahora es el asentamiento. Fueron desahuciados en la década de 1980. Desde entonces se han visto sometidos a hostigamientos continuos y despiadados, amenazas y abusos físicos. El incidente más reciente ocurrió el 2 de marzo de 2006 cuando una mujer mayor, una refugiada registrada en la UNRWA, fue atacada físicamente por miembros del asentamiento, quienes le rompieron la pierna mientras caminaba cerca de su casa. Estas personas sólo pararon cuando llegó el ejército israelí e intervino. Se presentó una denuncia en la policía israelí, pero como suele ser habitual, no se ha recibido ninguna respuesta y sin duda no se actuará contra los atacantes. En 2005 miembros del asentamiento de Karmel robaron veinticinco ovejas; también ha aumentado recientemente el número de asaltos. El objetivo de estas personas es incorporar las tierras beduinas a la extensión del asentamiento.

 

Lunes 07 de Julio de 2008

SABRA-CHATILA. SUPERVIVIENTES OLVIDADOS

 

Por Mikel Ayestarán, ABC Madrid - España

“Nos obligaron a estar de pie sobre los cadáveres de nuestros propios vecinos. Mi hermana quiso tapar mis ojos, pero un soldado se lo prohibió porque querían que viéramos lo que estaba ocurriendo”. Amina Sakaa es una superviviente de la matanza de Sabra y Chatila. Nunca olvidará aquellos 16, 17 y 18 de septiembre de 1982 en los que la Falange Cristiana, con el consentimiento del Ejército de Israel, dirigido por el entonces Ministro de Defensa, Ariel Sharon, entró a estos dos campos de refugiados situados en Beirut y masacró a miles de personas.

 

No hay datos concretos sobre el número de muertos, de cuatrocientos, según los libaneses, hasta los cuatro mil que aseguran los palestinos. Como ocurre con todo en Líbano, en vez de recordar y buscar el perdón entre comunidades, se dedicó un parque a los caídos y punto y final, como si nada hubiera ocurrido en este suceso que Naciones Unidas reconoce como «genocidio».

 

Del mítico campo de Sabra sólo quedan los cuatro edificios del antiguo hospital Gaza, uno de los mayores logros de la Organización por la Liberación de palestina (OLP) hoy convertido en una verdadera colmena humana. Mil familias ocupan las habitaciones, quirófanos y demás instalaciones del centro. Hacinados, rodeados de basura, sin luz ni agua corriente, sobreviven como animales. Chatila, por su parte, mantiene su estatus de campo de refugiados y, según datos de Naciones Unidas, allí viven 8.370 personas registradas, y al menos otras tres mil sin control alguno.

 

El número de palestinos crece —ya son casi medio millón, más del diez por ciento de la población del Líbano—, pero ahora tienen menos espacio que en 1948, cuando los israelíes ocuparon sus casas y les echaron de su tierra. De los dieciséis campos originales, quedan doce. Tres fueron destruidos durante la guerra de los campos y recientemente, en la lucha entre el Ejército libanés y Fatah al Islam, Nahr al-Bared fue reducido a escombros. “Después de sesenta años, nuestras condiciones han empeorado. Somos más, pero no tenemos derecho a un solo metro cuadrado extra, ni a levantar nuevas casas en los campos”, lamenta el analista palestino, Gaby Jammal.

 

LEYES ESTRICTAS

La legislación libanesa es estricta respecto a los palestinos. Con la premisa de que “no se asienten y terminen olvidándose de que algún día volverán a su tierra”, aseguran diferentes abogados consultados, esta dureza se traduce en que no pueden desempeñar 82 oficios, no tienen derecho a comprar una casa, ni a formar una empresa o una ONG… Todo esto ha generado una situación de doble moral que emplean los libaneses para conseguir mano de obra cualificada a mitad de precio, o prestar sus nombres para que ciudadanos palestinos puedan emprender nuevos negocios. “He nacido en Líbano, pero nunca seré libanés. Soy médico, pero tengo que trabajar sin contrato, ni seguro, porque un palestino no puede ejercer la Medicina en Líbano. Así que el dueño del Hospital me paga menos que a un auxiliar de enfermería libanés. Aun y todo, es mejor que estar en los campos”, señala un doctor que prefiere mantener el anonimato.

 

La lista de empleos vetados a palestinos va desde ingenieros, médicos o abogados hasta porteros de edificios o asistentes de oficina, todo ello en nombre de la seguridad nacional. Una mujer libanesa casada con un hombre palestino no pasa la ciudadanía a sus hijos, sí a la inversa; los palestinos que quieren ir a la universidad deben pagar tasa más altas… “Los cristianos tienen miedo a que seamos ciudadanos de pleno derecho porque esto supondría la ruptura del equilibrio de sectas en el país. A nadie le importan los derechos humanos, es un juego político. Estamos en peor situación que los que viven en siria y Jordania”, se lamenta Bassam Jamil Hubeichi, director de la Organización palestina de Derechos Humanos en el campo de Mar Elías.

 

Privados del acceso al trabajo, sanidad y educación, los refugiados palestinos viven sumidos en la miseria, dependiendo de la ayuda internacional. La UNRWA (organismo de Naciones Unidas para el auxilio de los refugiados palestinos) estima que más del sesenta por ciento vive por debajo de la línea de pobreza. Las constantes denuncias, sin embargo, no han servido para mejorar sus condiciones de vida.

 

MILICIAS EN LOS CAMPOS

Los campos son como pequeños guetos, pero la presión social libanesa atraviesa sus límites. Aunque la mayoría es suní, los carteles y banderas que comparten espacio con las fotos de Arafat y los líderes de Hamás, son las de Hizbolá, la gran formación chií libanesa. Los rumores que apuntaban a un posible reclutamiento de milicianos palestinos para luchar del lado suní en la última confrontación entre gobierno y oposición, que acabó con la toma del Oeste de Beirut por parte del “Partido de Dios”, eran falsos. Hasán Nasralah es un héroe para los palestinos y Hizbolá un modelo para la resistencia frente a Israel, además de un importante apoyo económico para la maltrecha economía de los refugiados. Las fotos del clérigo están en cada calle de Chatila, un campo situado a apenas unos minutos caminando de Dahia, el auténtico feudo chií del país.

 

“La clave está en no volver a las armas, no cometer los errores de los ochenta cuando Arafat y sus hombres controlaban el país. Lo que hoy sufrimos es consecuencia de aquello”, asegura el nuevo responsable de seguridad de un campo que hoy es un modelo para el resto porque ha logrado confeccionar patrullas de seguridad internas compuestas por miembros de todas las facciones palestinas.

 

Ni la Policía, ni el Ejército libanés tienen acceso a los campos. La seguridad es competencia estricta de los propios palestinos, que debido a la extrema pobreza se enfrenta ahora también al narcotráfico y a la llegada de grupos extremistas cuyas ideas calan rápidamente entre una juventud desanimada por el futuro que les espera en Líbano, tal y como ocurrió en Nahar al-Bared. Sesenta años después de su expulsión de palestina y veintiséis años después del genocidio de Sabra y Chatila, los palestinos siguen transmitiendo de generación en generación el sueño de la vuelta a casa, un sueño que se convierte en pesadilla en cada campo de refugiados

 

Lunes 07 de Julio de 2008

LAS DIFICULTADES PERSISTEN EN LOS TERRITORIOS PALESTINOS OCUPADOS: LAS TRABAS ISRAELÍES IMPIDEN QUE LA ECONOMÍA CISJORDANA DESPEGUE

 

Por Ricardo Mir de Francia, El Periódico de Cataluña, España

• El Ejército ha erigido 607 barreras en un territorio similar a Tarragona provincia

• Occidente solo ha entregado el 10% de la ayuda prometida para reforzar a Abbás

 

Al poner el pie en Ramalá, la capital administrativa de la Cisjordania palestina, se aprecia un aparente dinamismo económico. Desde la conferencia de Annápolis, que relanzó el proceso de paz con Israel en noviembre del 2007, se han abierto algunos bares y se están construyendo miles de viviendas, tres hospitales y un parque. Pero es una impresión engañosa, según Mohammed Shtayye, presidente del Consejo Económico Palestino de Desarrollo y Reconstrucción. “Solo crece el sector inmobiliario porque es el único negocio seguro. El resto de los proyectos son anteriores a Annápolis”, afirma.

 

A su juicio, hay un abismo entre la realidad y los vaticinios de desarrollo proyectados por Occidente en Annápolis y sus ramificaciones financieras -la conferencia de donantes de París y la de inversores de Belén-. “Las tres son círculos interrelacionados. París y Belén se hicieron asumiendo que habría progreso político, pero al no haberlo, las inversiones privadas no llegan”. Tampoco lo ha hecho al ritmo esperado el dinero de los donantes. De los 5.100 millones de euros a tres años prometidos en París, solo ha llegado a Ramalá un 10%, y todo se ha destinado al pago de los funcionarios de la Autoridad Nacional palestina. Ni un céntimo ha ido a proyectos.

 

El gran problema de la economía palestina sigue siendo, según el Banco Mundial, las restricciones al movimiento de personas y mercancías impuestas por Israel. Solo en la Cisjordania ocupada, equivalente en tamaño a la provincia de Tarragona, hay 607 controles y barreras, una cifra en aumento desde Annápolis.

 

BARRERAS QUE FRAGMENTAN

Estos controles desconectan ciudades de pueblos y junto a los asentamientos, las carreteras para colonos y las bases militares, fragmentan el territorio. Para comerciar con Israel, destino del 90% de la producción palestina, hay que esperar horas y vaciar las cargas de los camiones, un proceso que dispara los costes.

 

Tampoco es fácil exportar al extranjero. Las mercancías palestinas esperan días y semanas en los puertos israelíes para superar las inspecciones y el papeleo burocrático. La cervecera Taybeh ha optado por dejar de exportar. “Hemos rechazado contratos de Canadá, EE.UU. y Sudáfrica porque nos hacen la vida imposible en las aduanas”, asegura Maria Khoury en la fábrica familiar.

 

Siete meses después de Annápolis, donde se prometió revitalizar la economía cisjordana para reforzar al presidente Abbás y demostrar en Gaza los beneficios de apoyar a los moderados frente a los radicales de Hamás, los resultados son descorazonadores. El crecimiento no supera el 1% del PIB y el paro solo ha bajado dos décimas, hasta situarse en el 19%. Únicamente ha reflotado el turismo “al aumentar la percepción de seguridad en el extranjero”, según el empresario hostelero Elías Elharja.

 

La empresa privada aguarda algún gesto de Israel, tras el optimismo generado por el foro de inversores de Belén que promovió Tony Blair, enviado del Cuarteto. Allí se cerraron contratos por valor de 900 millones de euros, pero muchos siguen en cuarentena. “Israel niega el visado para regresar a varios empresarios extranjeros que acudieron a Belén”, dice Mohammed Shtayye.

 

Tampoco autoriza desde hace dos años la frecuencia de Wataniya, la segunda operadora de móviles palestina. En juego están 2.500 empleos. Ni siquiera despegan los proyectos abanderados por Blair: un parque agroindustrial en Jericó y otro industrial en Yenín.

 

Domingo 6 de Julio de 2008

¿HABRÁ O NO HABRÁ?

 

Por Juan Gelman

¿Guerra con Irán? Los “halcones-gallina” la quieren antes de que W. Bush termine su mandato, en enero del 2009. Pese a las genuflexiones de Obama ante el Comité estadounidense-israelí de asuntos públicos (AIPAC, por sus siglas en inglés), el poderoso lobby pro-Israel no le cree mucho. Tampoco Tel Aviv y las dos instancias actúan como pinza para que el ataque se produzca. Durante su disputa con Hillary Clinton por la candidatura del Partido Demócrata, el probable futuro presidente de EE.UU. habló de reunirse con el presidente iraní para zanjar las diferencias mediante negociaciones diplomáticas. Corrido abruptamente al centro, Obama ha atenuado no poco tal posibilidad, pero lo dicho, dicho está. Y, se sabe, la confianza mata al hombre.

 

La fuerza aérea israelí llevó a cabo el mes pasado una maniobra masiva sobre el Mediterráneo oriental y Grecia, que sería el simulacro de un bombardeo a Irán. El mismo día en que el New York Times publicaba esta información –20 de junio—, el primer ministro de Israel Ehud Olmert se reunía secretamente con el coronel (R) Aviam Sela. Este aviador no es cualquier aviador: fue el cerebro de la operación que destruyó el reactor nuclear iraquí de Osirak en 1981. Según fuentes israelíes, Olmert habría consultado a Sela sobre la posibilidad de un operativo similar contra Irán (Ma’ariv, 22-6-08). No sorprende: en su discurso ante el AIPAC, Olmert llamó a “la comunidad internacional” a tomar “medidas drásticas” contra Irán (www.mfa.gov.il, 3-6-08). El viceprimer ministro israelí Shaul Mofaz fue más lejos: señaló que el ataque contra Irán es “inevitable” (Reuters, 6-6-08).

 

La razón que se esgrime es siempre la misma, pero ahora se cocina con carbones de histeria: Tel Aviv proclama que Irán poseerá bombas nucleares en un par de años y que es imprescindible impedirlo, aunque los 16 servicios de Inteligencia norteamericanos han coincidido en que Teherán cesó su programa de producción de la bomba en el año 2003. Pero una cosa fue destruir un reactor nuclear en Irak –un solo blanco– y otra muy distinta bombardear las dispersas y subterráneas instalaciones nucleares iraníes. Israel necesita la intervención de su socio mayor, EE.UU., y del tema se ocupa el AIPAC junto con el vicepresidente Dick Cheney. Por lo pronto, la Casa Blanca aumentó en 170.000 millones de dólares la ayuda militar a Tel Aviv. Y el lobby pro-israelí está trabajando duro para que el Congreso apruebe la imposición de un bloqueo naval a Irán.

 

Se trata del proyecto de resolución 580 del Senado y 362 de la Cámara de Representantes, cuya aprobación el AIPAC y Tel Aviv consideran decisiva. La medida cuenta ya con el patrocinio de 30 senadores y de 220 representantes de los dos partidos. Su texto es hipócrita: proclama que “nada de esta resolución se entenderá como una autorización para llevar a cabo una acción militar”, pero declara que el Congreso solicita al presidente “que encabece un esfuerzo internacional para aumentar inmediata y dramáticamente la presión sobre Teherán a fin de que suspenda de manera verificable sus actividades de enriquecimiento de uranio, entre otras cosas prohibiendo la exportación de productos petroquímicos a Irán” (www.govtrak.us/congress, 2-6-08).

 

Teherán anunció que, en el caso de un ataque, “actuaría definitivamente para imponer su control sobre el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz”, por el que pasa el 40 por ciento del petróleo que el mundo consume. La respuesta, que revela planes hechos, no se hizo esperar: el vicealmirante Kevin J. Cosgriff, comandante de la 5ª Flota de EE.UU. con base en Bahrein, vociferó que al Estrecho “no lo van a cerrar (los iraníes)”. No se les permitirá que lo cierren. Nuestro control del Golfo Pérsico y del Estrecho de Ormuz sería una de nuestras acciones” (AFP, 30-6-08). La guerra, pues.

 

Está claro que EE.UU. no sólo quiere petróleo: su objetivo es, además, geopolítico, imperial. Los conservadores “realistas” y no pocos jefes del Estado Mayor Conjunto se han opuesto a la aventura iraní: temen que el conflicto se regionalice, que se multipliquen los atentados terroristas en suelo estadounidense y/o contra los intereses de EE.UU. en el exterior y, sobre todo, saben que el precio del oro negro se irá a las nubes –aumentó un 50 por ciento en lo que va del 2008– y que podría llegar a los 200 dólares por barril y más. También seguirá subiendo el descontento del pueblo norteamericano por el encarecimiento de la gasolina y de los productos de primera necesidad: un sondeo de Los Ángeles Times/Bloomberg reveló que el 70 por ciento de los interrogados sufre graves problemas financieros y que más del 80 por ciento culpa a la Casa Blanca de no haber hecho lo debido para solucionarlos (www.calendarlive.com, 25-6-08).

 

El fenómeno más curioso –o no– es que la comunidad judía de EE.UU., que el AIPAC dice representar, se opone sin medias tintas a una acción militar contra Irán. La última encuesta sobre el tema es la de USA Today/Gallup y muestra que el 73 por ciento de los judíos estadounidenses se inclina por “los esfuerzos económicos y diplomáticos” para que Irán detenga su programa nuclear; sólo el 18 por ciento se pronunció a favor de una “acción militar” (www.pollingreport.com, 2/4-11-07). Tal vez estos resultados molestaron al AIPAC: desde noviembre del año pasado no se han vuelto a realizar encuestas similares.

 

Viernes 04 de Julio de 2008

A PROPÓSITO DE LA “SEGURIDAD DE ISRAEL”: NO, SEÑOR SARKOZY, LO QUE ESTÁ AMENAZADO ES LA SEGURIDAD DE LOS PALESTINOS

 

Por Silvia Cattori (www.silviacattori.net)/Rebelión

Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos

“Israel tiene derecho a defenderse”, esto es lo desde hace años oímos repetir hasta la náusea a todos los dirigentes de Europa y de Estados Unidos. Y ahora, con más insistencia aún, a Sarkozy. Durante su discurso del 23 de junio de 2008 ante el [parlamento israelí] Knesset, declaró: “Francia no transigirá nunca con la seguridad de Israel”. Lo que quiere decir de hecho es que Israel tiene derecho a agredir a quien le plazca (1).

 

¿Y la seguridad de los palestinos? ¿Cuál de estos dirigentes nos ha hablado alguna vez de garantizar la seguridad de los palestinos?

 

Sin embargo, ¡quienes viven en la inseguridad permanente son los palestinos (sin ejército ni Estado)! Entonces, en realidad, ¿quién amenaza a quién?

 

Las estadísticas publicadas por B’Tselem, el Centro Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados [2], indican claramente que desde el 29 de septiembre de 2000 (inicio de la segunda Intifada) al 31 de mayo de 2008 los israelíes han matado a 4.830 palestinos (de ellos 947 niños), mientras que durante el mismo periodo los palestinos han matado a 1.055 israelíes (de ellos 123 niños) en respuesta a los ataques mortales de los israelíes.

 

Así pues, en este largo periodo los palestinos representan el 82% de los muertos, esto es, 4.6 palestinos muertos por cada israelí.

 

El Departamento de Relaciones Nacionales e Internacionales de la OLP publicó unas cifras muy similares sobre las víctimas palestinas desde que se inició la segunda Intifada [3], indicando además que:

 

- 674 palestinos, de ellos 300 mujeres, habían sido asesinados en los denominados «asesinatos selectivos», es decir, ejecuciones extra-judiciales;

 

- unos 40.000 palestinos habían resultado heridos;

 

- 60.000 palestinos fueron secuestrados, 11.000 de los cuales continúan todavía detenidos en condiciones muy duras;

 

- 7.512 casas fueron completamente destruidas, bien con el pretexto de carecer de permiso de construcción, bien para la construcción del llamado muro «de separación».

 

Pero aún más terrible que estas cifras calculadas para el conjunto de este periodo es el espectacular empeoramiento del carácter violento y mortífero de la represión israelí desde la toma de control por parte de Hamas en Gaza en marzo de 2006.

 

Un artículo de Patrick O’Connor del 4 de noviembre de 2006 revelaba que “los palestinos, ya sometidos a una ocupación militar y a la aplastante violencia israelí, han sido asesinados a un ritmo de 26 palestinos por israelí muerto desde que Hamas tomó el poder el 29 de marzo de 2006 [491 palestinos frente a 19 israelíes], y de 76 palestinos por israelí desde el 1 de julio [381 palestinos frente a 5 israelíes]. Aunque los grandes medios de comunicación nos sigan hablando de un  «conflicto» entre «dos partes», en el curso de estos siete últimos meses lo que ha habido es pura y simplemente una masacre” [4].

 

Por consiguiente, teniendo únicamente en cuenta esta aritmética macabra (que no registra a los miles de inocentes masacrados por Israel durante su última guerra contra Líbano ni muestra todo el sufrimiento humano que hay detrás de cada una de estas cifras), es absolutamente inmoral hablarnos constantemente de la “seguridad de Israel” sin preocuparse nunca de la seguridad de los palestinos.

 

Y este discurso es tanto más inmoral cuanto que ¡los palestinos viven bajo la ocupación y que, además, a ellos también se les pide garantizar la seguridad de Israel!

 

¡Desde cuando se exige al ocupado garantizar la seguridad del ocupante!

 

¿Se les exigía a los resistentes franceses (calificados de “terroristas” por los nazis) que garantizaran la seguridad del ocupante alemán?

 

Ahora bien, declarando durante su visita a Mahmoud Abbas en Belén, “que podía comprender el estado de ánimo de las familias israelíes que viven con el temor en el vientre” y que “la seguridad estará mejor garantizada cuando los palestinos tengan un Estado” [5], Sarkozy ha demostrado muy claramente que lo único que le preocupa es la seguridad del ocupante: los palestinos sólo tienen derecho a cierta consideración en la medida en que contribuyen a esa seguridad.

 

Sarkozy fue incluso más lejos. Sus palabras suenan a una negación del derecho de los palestinos a resistir a la ocupación (derecho que, sin embargo, reconoce el derecho internacional) y a una apología de la colaboración con el ocupante: “lo que garantizará la perennidad y la seguridad del Estado de Israel con la que me he comprometido (es el combate político de toda mi vida) es la creación de un Estado palestino dentro de sus fronteras, democrático, moderno, en el que habrá hombres como Mahmoud Abbas u otros, pero hombres como él traídos por las urnas y no por las armas, donde no habrá más que una autoridad para hacer reinar la autoridad, el ejército palestino y no las milicias o una banda terrorista” [6].

 

¡Cuando todo el mundo sabe que Hamas llegó al poder precisamente por medio de un escrutinio perfectamente democrático cuyos resultados Estados Unidos y la Unión Europea se las han ingeniado para torpedear, estas palabras son un auténtico insulto al pueblo palestino y a la verdad pura y simple!

 

Ni la ocupación continua de los territorios palestinos ni las masacres que Israel ha perpetrado ahí ni la política de apartheid practicada por el Estado de Israel [7] han impedido a Sarkozy, ante el Knesset:

 

- declarar que se sentía honrado de poder dirigirse a esta “Asamblea que es el símbolo de una de las democracias más auténticas del mundo”;

 

- afirmar su “admiración por estas mujeres y hombres excepcionales que querían un Estado en el que estuviera garantizada "una completa igualdad de derechos sociales y políticos para todos los ciudadanos, sin distinción de creencia, raza o sexo"”;

 

- asegurar que “no hay ningún otro país en el mundo cuya propia existencia esté hasta ese punto ligada a la afirmación de un ideal de justicia y de una voluntad de vivir en paz” [8].

 

Estas palabras son totalmente contrarias a la verdad.

 

Sin embrago, ¡nuestros dirigentes se dan codazos para clamar a porfía que hay que garantizar la “seguridad de Israel”!

 

Y también los medios de comunicación convencionales siguen acreditando la idea de que son los israelíes quienes están amenazados y de que es ellos a quien hay que “proteger”.

 

La perversión del lenguaje siempre ha sido un arma eficaz de propaganda y de lavado de cerebro. Así, la agresión permanente se convierte en “el derecho a defenderse”; los resistentes que defienden a su pueblo contra los agresores israelíes se convierten en “terroristas”, en “activistas” o en “extremistas”, es decir, en una categoría deshumanizada contra la que se puede tirar a matar; un Estado que practica abiertamente el apartheid se convierte en “una de las democracias más auténticas del mundo”.

 

Lo único que hay que hacer entonces es repetir machaconamente el mensaje. Ya lo dijo Joseph Goebbels, el siniestro organizador de la propaganda del III Reich: basta con repetir constantemente una mentira para convertirla en verdad y cuanto mayor es la mentira, mejor funciona.

 

Notas:

 

1] Véase: “Discours de M. le président de la République à la Knesset”, lunes 23 de junio de 2008, página web de la presidencia de la República Francesa.

[2] Véase: http://www.btselem.org/english/Statistics/Casualties.asp.

[3] Véase: “The second Intifada: 4950 Palestinians killed including 945 children”, Ameen Abu Wardah - IMEMC News, 18 de octubre de 2007.

[4] Véase: “Israel’s Large-Scale Killing of Palestinians Passes Unreported”, Patrick O’Connor, The Electronic Intifada, 4 de noviembre de 2006.

Véase también el comentario del artículo antes mencionado hecho por Nidal con el título de “L’assassinat sous forme de tableau Excel”, tokborni.blogspot, 5 de noviembre de 2006.

[5] Véase: “VISITE D’ETAT EN ISRAEL ET DANS LES TERRITOIRES PALESTINIENS, CONFERENCE DE PRESSE CONJOINTE DU PRESIDENT DE LA REPUBLIQUE, M. NICOLAS SARKOZY, ET DU PRESIDENT DE L’AUTORITE PALESTINIENNE, M. MAHMOUD ABBAS - PROPOS DE M. SARKOZY – (Belén, 24 de junio de 2008)”.

[6] Véase nota 5.

[7] Véase: “Omar Barghouti: Aucun État n’a le droit d’exister comme État raciste”, par Silvia Cattori, silviacattori.net, 6 décembre 2007, http://www.silviacattori.net/article344.html. Versión en castellano “Omar Barghoutti: Ningún Estado tiene derecho a existir como un Estado racista”.

“Le Comité de l’ONU exhorte Israel à retirer sa loi sur la citoyenneté, à démanteler le Mur, à lier le Fonds National Juif aux principes antidiscriminatoires et à reconnaître les villages non reconnus”, Centro jurídico Adalah – Boletín de Adalah - Volumen 34, Marzo de 2007.

“A propos d’Israel, saviez-vous que...”, par Haitham Sabbah, 30 de octuobre 2007.

[8] Véase nota 1.

 

Jueves 3 de Julio de 2008

A 60 AÑOS… RECORDANDO LA CATÁSTROFE PALESTINA

 

Por Shuruk Duqqa* - Indymedia - Venezuela

Todos los años en el mes de mayo, los palestinos recuerdan su desplazamiento forzado y la desposesión de sus tierras (al-Nakba = la catástrofe) resultado del establecimiento del Estado de Israel hace 60 años, y piden que se implemente el derecho de los refugiados a volver a sus casas y a que se les restablezcan sus propiedades según el derecho internacional y la resolución 194 de la Asamblea General de Naciones Unidas.

 

MENTIRA

Israel ha vivido insertando una mentira a la humanidad, especialmente a su comunidad de judíos-sionistas diciendo que los palestinos en 1948 decidieron por ’voluntad propia’ retirarse del país. Esta frase por muy simple que parezca es la que ha mantenido a miles de judío-sionistas con la conciencia ’tranquila’. Pero cómo pensar que esto es cierto cuando millones de palestinos lucharon contra amenazas, torturas, humillaciones y demás barbaries por permanecer en SU PAÍS y resistir como resisten desde hace más de 60 años y lo continúan haciendo; no sólo en la misma palestina, sino en diversas partes del mundo, donde se han visto obligados a vivir una cultura diferente, donde se han visto obligados a callar algunas veces, donde los persiguen, donde son señalados como terroristas y donde viven la tortura del no retorno a SUS TIERRAS ORIGINARIAS.

 

DESTRUCCIÓN

Desde la toma de posesión del nefasto e inmoral gobierno israelí; por cierto siempre gobernado por criminales de guerra (David Ben Gurion, Golda Meir, Menahem Beguin, Ariel Sharon), los palestinos han tenido que soportar y vivir la agonía de que les confisquen sus tierras, les destruyan sus casas, sean presos de forma autoritaria, sin cargos en contra, y sin juicio justo; donde son asesinados a quema ropa, donde les quitan el agua, la luz y hasta los alimentos, los separan en ghetos, bajo un apartheid considerado peor que el vivido hace años en Sudáfrica, al igual que el muro de Berlín, donde el universo entero prometió que jamás dejarían que algo así sucediese en el mundo, y hoy vemos un muro más grande y más destructor en la misma palestina, el denominado muro de la vergüenza de 700 Km. de longitud, y 8 metros de altura, el cual trae consecuencias negativas directamente en la vida de los palestinos, donde tienen que vivir la agonía de vivir a 100 metros de sus familiares y no poder visitarlos, porque los separa ese muro racista que divide a palestina en aldeas y vecindades y se los prohíbe el ejercito israelí, porque ahora ellos son quienes deciden el futuro de los palestinos. ¿Cómo se sentiría usted si cada vez que quisiera salir a visitar a su familia o simplemente ir de compras un extraño se lo prohíba o decida cuándo lo dejará ir o no? Verdaderamente no debe ser nada fácil resistir todo esto.

 

EL SILENCIO UNIVERSAL

El mundo hoy estando en el siglo XXI donde todos hacen promesas de querer y luchar por un mundo mejor, donde se vela por una paz ’justa y verdadera’, pasan en silencio y por debajo de la mesa hechos atroces, e inigualables que a diario ocurren en palestina. El mundo calla frente a todas las atrocidades que impune y deliberadamente ha cometido y continúa cometiendo Israel desde hace más de 60 años y todo esto sólo porque cuenta con el apoyo del imperio norteamericano quien les garantiza que todo eso quedara oculto y disfrazado.

 

IRONÍA

Que irónico debe ser que extraños y enemigos, deban decidir tu futuro, que irónico que los usurpadores de tu tierra, ocupantes y genocidas ’cuiden’ de ti, de tus deberes y tus derechos, que irónico que estos decidan la seguridad de tu país, y que estos decidan cuando tú debes y/o puedes ir o no a TU PAÍS.

 

FRACASO

Israel pese a todo esto fracasa cada vez que un palestino alza su voz, cada vez que nos negamos a olvidar toda la historia, sino que más bien la recordamos fielmente, y jamás la olvidaremos, cada vez que matan a un palestino, los torturan y los hieren, los palestinos se levantan con más ganas de resistir y de demostrarle al mundo que su voz sigue intacta y que gritarán hasta que la justicia por fin llegue a ellos. Pero los responsables de la Nakba no han conseguido romper la voluntad del pueblo palestino ni borrar su identidad nacional, ni con el desalojo, ni con las masacres, ni con la transformación de las ilusiones en desengaños ni con la falsificación de la historia. Tras seis décadas no han conseguido ni forzarnos a la ausencia o al olvido ni borrar la realidad palestina de la conciencia del mundo mediante su falsa mitología y la fabricación de una inmunidad moral que confiere a la víctima del pasado el derecho a crear sus propias víctimas. No hay nada como un verdugo sagrado. Hoy la memoria de la Nakba confluye con la lucha palestina en defensa de su ser, de su derecho natural a la libertad y a la autodeterminación en un fragmento de su patria histórica, y ello tras haber concedido para hacer posible la paz más de lo que nunca fue necesario desde el punto de vista de la legalidad internacional.

 

Hoy a 60 años de la catástrofe palestina grito ¡YA BASTA! Ya basta de hipocresía, ya basta el silencio, es hora que nuestras voces se alcen y digan que queremos paz, esa paz que nos merecemos, paz en palestina, paz en el mundo, porque es la paz que todos anhelamos, pero por la cual no actuamos con la suficiente sinceridad y verdad para lograrla.

 

¡PAZ JUSTA EN PALESTINA Y EL MUNDO AHORA!

 

RESISTIR ES EXISTIR

 

* Joven activista por los derechos humanos, miembro del foro itinerante de participación popular.

 

Jueves 3 de Julio de 2008

BLOQUEO ENTURBIA EL AGUA

 

Por Mel Frykberg, IPS Noticias

Más de 70 toneladas de aguas servidas, o parcialmente tratadas, deben volcarse a diario al mar en este territorio palestino a causa del bloqueo israelí. Organizaciones humanitarias temen por la contaminación y sus consecuencias en la salud de la población.

 

“La salud de los 1,5 millones de habitantes de Gaza está en peligro”, dijo a IPS Mahmoud Daher, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras la divulgación de un informe de esa agencia sobre una serie de análisis realizados al agua contaminada de este territorio palestino.

 

El asedio israelí se traduce en falta de combustible, electricidad y repuestos necesarios para hacer funcionar las plantas de tratamiento de agua potable y residual.

 

El resultado es que los sistemas hídricos y de saneamiento están al borde del colapso porque sólo se tiene la energía necesaria para que funcionen las usinas de desalinización y de tratamiento, las bombas domésticas y las que llevan las aguas servidas fuera de las áreas pobladas por un plazo limitado.

 

Después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) se arrogó por la fuerza el control de Gaza en junio de 2007, tras ganar las elecciones parlamentarias palestinas de enero de 2006, Israel consideró territorio hostil a esa franja territorial de 360 kilómetros cuadrados y densamente poblada, selló la frontera y decretó un embargo que contó con el respaldo de la comunidad internacional.

 

Desde entonces, el Estado judío sólo deja entrar un mínimo de suministros humanitarios a este territorio, y eso tras una intensa intervención y presión mundial.

 

Además de reducir de forma drástica el suministro de combustible y electricidad, Israel prohibió la importación de repuestos fundamentales que, según organizaciones humanitarias, son necesarias para hacer funcionar la infraestructura de Gaza.

 

A fin de evaluar el grado de contaminación, la OMS tomó muestras de agua de mar en 13 zonas de riesgo en cinco municipalidades de la franja de Gaza. También se realizaron dos análisis microbiológicos para estudiar la presencia de excrementos humanos y animales.

 

Los resultados mostraron que tres áreas de la franja de Gaza y una de la ciudad fronteriza de Rafah están contaminadas con heces humanas (coliformes fecales) y animales (estreptococo fecal). La concentración bacteriana encontrada fue de 30,8 por ciento.

 

Además, en la ciudad de Gaza, son tres las áreas contaminadas con heces animales. La concentración fue 23,1 por ciento.

 

El peligro es que el agua de mar contaminada se filtre al acueducto subterráneo tras los dos años de sequía.

 

La sequía implica que los 160 millones de metros cúbicos de agua que se extraen de las napas freáticas de la franja de Gaza no se pueden reponen porque el promedio de lluvias sólo alcanzó los 85 millones de metros cúbicos anuales en los últimos dos años.

 

“El déficit es reemplazado por agua de mar contaminada que se filtra al acueducto y nos obliga a excavar cada vez más profundo para cubrir el suministro”, dijo a IPS Monther Shoblak, gerente general de la Compañía de Agua de las Municipalidades Costeras, órgano responsable de gestionar los servicios de agua y saneamiento.

 

“Estamos muy preocupados por el posible brote de enfermedades causadas por el agua contaminada como tifoidea, cólera, disentería y gastroenteritis”, añadió Daher, de la OMS.

 

Tras la divulgación de los resultados de los análisis de la OMS, la Autoridad de Agua palestina recomendó el mes pasado a los residentes de Gaza hervir el agua para cocinar y beber a causa de la escasez de hipoclorito de sodio, compuesto químico empleado como desinfectante.

 

La OMS también indicó que los nitratos encontrados en el agua potable de Gaza, procedentes de las aguas servidas y de los químicos empleados por la agricultura, y que se filtran a las napas freáticas, tienen una concentración 13 veces mayor que los estándares de seguridad internacionales.

 

Los doctores de Gaza señalaron que las altas concentraciones de nitratos son, en parte, responsables de la gran cantidad de casos de anemia entre los palestinos. Aunque también la pobreza y la desnutrición, exacerbada por el embargo económico y la consiguiente destrucción de la economía del territorio, tiene responsabilidad en el problema.

 

La situación se agrava más con la escasez de energía y combustible, y la limitada cantidad filtros de agua y surtidores de combustible.

 

Eso implica que los 135 pozos, las tres plantas de tratamiento y las cuatro estaciones de bombeo de agua de lluvia que hay en Gaza, todas a petróleo o electricidad, están casi paralizadas.

 

Sólo 20 pozos funcionan con electricidad, y debido a los cortes hay que hacerlos funcionar con generadores de emergencia, pero tampoco existe el suficiente combustible.

 

Según la Compañía de Agua de las Municipalidades Costeras, sólo 37 de las 122 bombas de agua tienen combustible. Eso hace que 30 por ciento de los habitantes de Gaza tengan agua potable de cuatro a ocho horas una vez por semana, 40 por ciento cada cuatro días y 30 por ciento una vez cada dos días.

 

La comunidad internacional brinda ayuda financiera y técnica. Pero tres plantas de tratamiento de aguas servidas planificadas quedaron en suspenso a causa del bloqueo, dijo a IPS Mide Bailey, de la organización humanitaria Oxfam en Jerusalén.

 

Oxfam está asociada a la Compañía de Agua de las Municipalidades Costeras y participa en la financiación y construcción de varios proyectos de agua y saneamiento en todos los territorios palestinos.

 

“El Banco Mundial financia una usina de tratamientos de aguas residuales en Beit Lahiya, en el norte de Gaza, el Banco de Desarrollo Alemán contribuye con otra en la mitad de la franja de Gaza y el gobierno japonés, con otra más en Khan Yunis, en el sur”, indicó Bailey.

 

Pero pese a la disponibilidad de fondos, todos debieron suspender las operaciones pues ninguna empresa constructora comenzará a trabajar a sabiendas de que no podrán contar con los suministros necesarios y de que los israelíes no las dejarán entrar a este territorio, apuntó.

 

Una planta de tratamiento de aguas residuales en Beit Lahiya, también financiada por el Banco Mundial, fue terminada, aunque un año después de lo previsto y gracias a la intervención directa del ex primer ministro británico Tony Blair (1997-2007), ahora representante de la Unión Europea en el llamado Cuarteto de impulsores de la paz en Medio Oriente, también integrado por Estados Unidos, la ONU y Rusia.

 

El frágil y provisorio cese del fuego que entró en vigor el 20 de junio pretendía aliviar la situación de alguna manera y lograr que Israel aliviara el asedio, pero el Estado judío volvió a sellar la frontera luego de que varios misiles fueran disparados contra su territorio, a lo que siguió el asesinato de varios combatientes de la resistencia en Cisjordania.

 

El acuerdo es resultado de varios meses de negociaciones entre representantes de Israel, Hamas y mediadores egipcios.

 

La ONU también acusó a las Fuerzas de Defensa Israelíes de haber cometido siete violaciones al cese del fuego. Dos civiles de Gaza recibieron varios disparos por acercarse demasiado de la valla fronteriza, alegaron los israelíes.

 

Jueves 3 de Julio de 2008

LAS POLÍTICAS DISCRIMINATORIAS DE ISRAEL DEJAN CISJORDANIA SIN AGUA

 

Fuente: Informe de B’Tselem, Electronic Intifada/Rebelión

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

La falta crónica de agua en Cisjordania debida a una distribución injusta de las fuentes de agua que comparte los palestinos e Israel será mucho más grave este verano debido a la sequía de este año. En el norte de Cisjordania el consumo de agua ha descendido a un tercio de la cantidad mínima necesaria.

 

La sequía de 2008, la peor de la década en la zona, agrava la intrínseca y constante falta de agua en Cisjordania. En el norte de Cisjordania ha habido este año un 64% de lluvias en relación a la media, mientras que en el sur ha habido un 55%. A consecuencia de ello el agua de lluvia almacenada ya se ha consumido. La Autoridad del Agua palestina (PWA, por sus siglas en inglés) calcula que el déficit de agua en Cisjordania es de entre 42 y 69 millones de metros cúbicos (m3). El consumo total de agua en Cisjordania es de 79 m3. La PWA ya ha solicitado a la Compañía de Agua Israelí, Mekorot, un suministro de emergencia de ocho m3.

 

GRAVE FALTA DE AGUA PARA LAS NECESIDADES PERSONALES

Según la Organización Mundial de la Salud, la cantidad per capita mínima necesaria para las necesidades domésticas y urbanas es de cien litros al día. Debido a la falta crónica de agua, el consumo de agua en el norte de Cisjordania ha descendido a un tercio de esta cantidad. En Tubas, el consumo per capita es de 30 litros; en Jenin, es de 38 litros. En Nablus y en las Colinas de Hebron del sur la cifra es ligeramente superior a 50 litros al día.

 

El consumo medio per capita en toda Cisjordania es de 66 litros, dos tercios de la cantidad mínima establecida por la OMS. Esta cifra incluye el agua para el ganado, lo que significa que la cantidad de agua consumida para uso personal es aún menor.

 

En comparación, la media de agua consumida en las ciudades israelíes es de 235 litros y de 214 litros en los municipios, esto es, 3,5 superior al consumo de agua en Cisjordania.

 

PUEBLOS QUE NO ESTÁN CONECTADOS A LA RED DE SUMINISTRO DE AGUA

Un total de 227.500 palestinos en 220 ciudades y pueblos de Cisjordania no tienen en absoluto conexión a la red de suministro de agua, un 75% de los cuales están en el norte de Cisjordania. Otros 190.000 palestinos viven en pueblos que sólo tienen una conexión parcial a la red de suministro de agua. Aproximadamente el 20% de los palestinos de Cisjordania no tienen conexión a la red de suministro de agua.

 

Incluso en las ciudades y pueblos palestinos que tienen una red de suministro de agua, éste no es regular la mayor parte del año. El agua sólo se suministra unas horas al día y a veces de forma rotatoria. En las zonas remotas puede faltar durante días o semanas. Los residentes en las comunidades cuyo suministro de agua está conectado a Mekorot informan de que la compañía los discrimina reduciendo el suministro a los residentes palestinos para poder satisfacer la creciente demanda de los asentamientos israelíes.

 

Para agravar las cosas, los granjeros palestinos se enganchan ilegalmente al suministro de agua de las comunidades palestinas en la denominada zona C por los acuerdos de Oslo. Las autoridades israelíes, encargadas de hacer cumplir la ley en dichas zonas, no acaban con este robo.

 

AGUA A PRECIOS EXAGERADOS

Al carecer de un suministro de agua regular, muchos palestinos tienen que comprar agua en el mercado privado. El año pasado el precio de un metro cúbico de agua era de entre 15 y 20 shekels, de tres a seis veces más caro que el precio pagado en los hogares israelíes. Se espera que este año los precios serán aún más altos. Los altos índices de paro y de pobreza en Cisjordania han convertido el precio del agua en una importante carga para una parte muy importante de la población.

 

DISCRIMINACIÓN EN LA DIVISIÓN DE LAS FUENTES DE AGUA

Israel tiene el control total de las fuentes de agua que comparten los palestinos e Israel, fundamentalmente el Acuífero Mountain, y por medio de una orden militar prohíbe que los palestinos caven pozos sin permiso. Al mismo tiempo, Israel saca de Cisjordania, especialmente del valle del Jordán, unos 44 m3, cinco millones más de lo que suministra a la Autoridad palestina. Israel asigna a los palestinos sólo el 20% del Acuífero Mountain e impide a la PWA desarrollar otras fuentes adicionales de agua que puedan abastecer de más agua a los palestinos de Cisjordania.

 

LAS OBLIGACIONES DE ISRAEL SEGÚN EL DERECHO INTERNACIONAL

Como potencia ocupante, el derecho internacional exige a Israel asegurar el orden público y la seguridad del territorio que ocupa, sin discriminación. Además, el Acuerdo Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que Israel ha ratificado, garantiza el derecho a agua potable limpia sin discriminación. El derecho internacional también garantiza a los palestinos el derecho a utilizar y a disfrutar libremente de sus recursos naturales.

 

B’Tselem hace un llamamiento al gobierno de Israel para que garantice, inmediatamente y sin discriminación, un suministro de agua adecuado y regular a todos los residentes en Cisjordania. B’Tselem urge también al gobierno a que permita a la Autoridad palestina desarrollar nuevas fuentes de agua.

 

Jueves 3 de Julio de 2008

LA CULTURA DEL ENGAÑO

 

Por Boaventura de Sousa Santos*

El ex secretario de prensa del presidente Bush, Scott McClellan, acaba de publicar un libro titulado Lo que pasó: dentro de la Casa Blanca de Bush y la cultura del engaño en Washington. El furor político y mediático que causó proviene de dos revelaciones: cuando ordenó la invasión de Irak, la administración Bush sabía que Irak no tenía armas de destrucción masiva y montó una poderosa “campaña de propaganda” para llevar a la opinión pública norteamericana y mundial a aceptar una “guerra innecesaria”; los grandes medios de comunicación fueron “cómplices activos” de esa campaña, no sólo porque no cuestionaron a las fuentes gubernamentales, sino también porque encendieron el fervor patriótico y censuraron las posiciones escépticas contrarias a la guerra.

 

Estas revelaciones y las reacciones que causaron tienen implicaciones que las trascienden. Ante todo, es sorprendente todo este escándalo, pues tales revelaciones no traen nada nuevo. Las informaciones en que se basan eran conocidas al momento de la invasión, a partir de fuentes independientes. En ellas me basé en aquel momento para justificar en varios artículos mi total oposición a una guerra que, además de “innecesaria”, era injusta e ilegal. Esto significa que las voces independientes fueron estigmatizadas como ideológicas y antipatrióticas, tal como hoy criticar a Israel equivale a ser considerado antisemita. En 2001, en Egipto, antes de que la máquina de propaganda comenzara a devorar la verdad, el propio secretario de Estado Colin Powell decía que no había ninguna información sólida de que Irak tuviese armas de destrucción masiva.

 

Esto me lleva a la segunda implicación de estas revelaciones: el futuro del periodismo. La máquina propagandística del Departamento de Defensa se asentó en tres tácticas: imponer la presencia de generales de reserva en todos los noticieros de televisión, con el objetivo de demostrar la existencia de armas de destrucción masiva; tener a todos los medios bajo observación y llamar a sus directores o propietarios ante la mínima señal de escepticismo u oposición a la guerra; invitar a periodistas de confianza de todo el mundo para convencerlos de la existencia de las armas y luego enviarlos de regreso a sus países poseídos de la misma convicción belicista. Vimos esto, trágica y grotescamente, en muchos países de Europa y América latina.

 

La verdad es que en Washington y en todo el país circulaban por los medios independientes informaciones que contradecían ese “lavado de cerebros”, muchas provenientes de generales y de antiguos funcionarios de la Casa Blanca. ¿Por qué no se les ocurrió a esos periodistas “de confianza” verificar en forma cruzada las fuentes, como les exigía su código deontológico? Para bien del periodismo, algunos de ellos procuraron resistir la presión y sufrieron las consecuencias. Jessica Yellin, hoy en la CNN, en aquel momento en el canal ABC, confesó públicamente que los directores y dueños del canal la presionaron para que escribiera notas a favor de la guerra y censuraron todas las que eran más críticas. Un productor fue despedido por proponer un programa con la mitad de las posiciones a favor de la guerra y la otra mitad de las posiciones en contra. Quien resistió fue considerado antipatriota y amigo de los terroristas. Esto mismo ocurrió en nuestros países. ¿Cuántos periodistas fueron sujetos a la misma intimidación? ¿Cuántos artículos de opinión contrarios a la guerra fueron rechazados? Y los que escribieron propaganda e intimidaron a sus subordinados, ¿alguna vez se retractarán, pedirán disculpas, presentarán su renuncia? Es que ellos colaboraron con un crimen: un millón de iraquíes muertos, decenas de miles de soldados norteamericanos heridos y muertos y un país totalmente destruido.

 

Todo esto habrá sido el precio no de la democracia –ridículo concebir como democrático a este Estado colonial y más fracturado que Somalia–, sino del control de las reservas de petróleo en el Golfo y de la promoción de los intereses petroleros, de la industria militar y de la reconstrucción, en la que los dueños de los medios tienen fuertes inversiones.

 

Para disfrazar el problema moral de los cómplices de la guerra y la destrucción, algunos comentadores de derecha han recurrido a la más desconcertante y desesperada justificación de la guerra: si no estaban las armas de destrucción masiva, por lo menos estaba la convicción de que ellas existían. Ahora, el libro de McClellan acaba de eliminar ese argumento. ¿A qué recurrirán ahora? Lo trágico es que la máquina de propaganda continúa montada y ahora está dirigida a Irán. Su funcionamiento será tanto más difícil cuanto mejores condiciones tengan los periodistas para cumplir con su código deontológico.

 

* Doctor en Sociología del Derecho; catedrático de las universidades de Coimbra (Portugal) y de Wisconsin (EE.UU.).

Traducción: Javier Lorca.

 

Miércoles 02 de Julio de 2008

CRÓNICA DESDE LOS CAMPOS DE REFUGIADOS PALESTINOS DE LÍBANO

 

Por Manuel Tapial, Rebelión

Escribo estas líneas desde el campo de refugiados palestinos de Ein El Hilweh, en el Sur de Líbano. En este campo viven casi 100.000 personas y está fuertemente amurallado con alambre de espino en la parte superior de los muros, estando controladas sus entradas y salidas por un fuerte despliegue del ejército libanés. Durante algo más de un mes estaré conviviendo con los compañeros que muy afortunadamente por mi parte me han acogido en su casa, el Centro de Solidaridad Social de Ein El Hilweh, y con los cuales estamos estableciendo unos protocolos de trabajo conjunto para el ciclo 2008-2009. Espero que sea capaz de trasmitiros todo aquello que aquí me toque vivir.

 

Adjunto tres fotografías; la primera es una visión general del campo donde se puede visualizar su extensión, la segunda es uno de los muchos controles que se pueden apreciar en Beirut y la tercera es de uno de los muchos jóvenes que ante la falta de esperanza ha decidido ser miliciano.

 

Son ya 6 días los que llevo en los campos de refugiados, en concreto en el de Ein El Hilweh de Sidón, al Sur de Líbano. La estancia aquí es tensa, sobre todo cuando uno sale y entra del campo y está expuesto a las burlas de los militares libaneses, que chequean a todo el mundo protegidos por muros de hormigón, tanques y una infinidad de armas M16 que cuelgan de sus hombros. Estos seis días me parecen que son ya 3 meses. Los vecinos de la calle donde me alojo ya me reconocen y me saludan en un pobre español y mis compañeros de trabajo se esfuerzan por que me sienta cómodo e integrado y nunca borran un buen gesto hacia mí o una tierna sonrisa. Cristina y Mustafa, esos refugiados que han visitado el local de la Asociación Haydée Santamaría varias veces son mis anfitriones y en sus oficinas han habilitado una habitación para alojarme.

 

En estos días es increíble ver el día a día de las más de 80.000 personas que aquí viven. La hostilidad del ejército a las entradas y salidas, que yo mismo he tenido que sufrir aún teniendo permiso para estar en el campo, la mezcla de olores: a zotal, a basura, a perfumes que adornan los opacos cuerpos de las mujeres y a las especias subastadas en la calle del mercado, las paredes; pintadas de graffitis con poco arte, llenas de carteles de los más de 15 grupos organizados en el campo llamando a sus fieles a luchar por sus reivindicaciones, las escuelas de la UNRWA y los centros sanitarios con sus guardias de seguridad privados que al fin y al cabo son miembros de las milicias de Al Fatah, del FPLP, de la Yihad... milicias armadas con viejos kalashnikovs que no esconden y de los cuales presumen... todo ello en un gueto construido sobre terreno prestado desde hace ya 60 años a este pueblo convertido en nómada.

 

Pasear por Beirut, por no decir pasear por Líbano, es como pasear en un país en guerra donde una tregua no establecida puede romperse en cualquier momento. Cada esquina tiene su pequeña trinchera con sus tanques, sus cadenas de pinchos para evitar que ningún coche se pase los miles de controles militares que tiene la ciudad, sus 4 o 5 militares que en posición de alerta no dejan de vigilar visualmente a toda una sociedad sospechosa.

 

La situación en el norte de Líbano tampoco hace predecir una mejora de la situación y casi justifica la presencia del ejército libanés en cualquier rincón del país. Desde que he llegado aquí, las noticias sobre atentados o disturbios armados en Trípoli son una constante. Ante esto, los palestinos están tranquilos. Saben que es un conflicto armado es un conflicto interno que de momento a ellos no les afecta. De momento.

 

El motivo de este viaje es valorar y establecer las relaciones necesarias para en el año 2008-2009 el Festival Interpueblos pueda dar comienzo desde aquí, desde este conflictivo país que aloja en su lecho a mas de 300.000 refugiados palestinos a los cuales se les aplica una inmoral doctrina de NO tener derecho al trabajo y mucho menos, el derecho al retorno que todos anhelan.

 

Me decía Adel, un nuevo amigo palestino, que lo primero que les enseñan a sus hijos a la vez que su nombre es la ciudad de la que ha sido desalojada la familia de tal manera que trasmiten de una generación a otra sus deseos de retorno, de ser un Estado, un pueblo unido. También me recalcaba que cuando los jóvenes pierden la esperanza y no divisan futuro, ese es el momento en el que deciden dar el paso a empuñar las armas... ¿Tendremos algo de responsabilidad la comunidad internacional en esto? Yo creo firmemente que sí.

 

Otro de los puntos reseñables, y no es nuevo, es que entre los propios palestinos no se ponen de acuerdo sobre las prioridades estratégicas que han de tener como pueblo. El conflicto más notable y conocido por todos es el que mantienen Al Fatah y Hamas, aquí también representados, con nuevos grupos en este escenario que, aunque con una trayectoria corta y sin mucha fuerza política son muy fuertes militarmente, generando más conflictos dentro de los campos de los que los propios palestinos desearían. La gente está cansada y desea no solo el retorno, sino poner fin a un conflicto que se ha cobrado ya muchas vidas y que para su resolución, únicamente confían en la Comunidad Europea y en España concretamente, por su posición justa con aquellos puntos que a los palestinos se refieren. Lo que aquí no saben es que España vende armas a Israel mientras en foros internacionales defiende sus causas.

 

Ser español en un campo de refugiados palestino le hace a uno sentirse como en casa, especialmente cuando las políticas exteriores que se hacen con respecto a palestina por el país de uno, son de condena hacia Israel... Recientemente ha llegado la noticia de que la Audiencia Nacional española ha aceptado a trámite una querella contra militares israelíes por un bombardeo en Gaza en el que murieron el supuesto terrorista que querían matar y varios niños y mujeres de las casas adyacentes. Aquí la gente entiende que de seguir su curso y terminar en condena, sentaría un precedente histórico, ya que lo que se entiende que está en juego es el fin de la inmunidad del Estado de Israel sobre las masacres cometidas sobre los palestinos. Por supuesto, esta noticia la celebré entre mis ya conocidos amigos, y los nuevos que desde que he llegado no han dejado de guardarme y cuidarme siendo mis interpretes, mi guías y mis palabras. En estos días me he convencido de que somos nosotros desde España los que tenemos que tomar la iniciativa de la defensa del “Derecho Palestino”, la Europa neoconservadora de la restricción de las libertades y los derechos, alineada con EE.UU., no tardará en acabar de machacar a esta población completamente indefensa. Ningún cohete Kazan de los que pueda lanzar Hamas desde la franja de Gaza justifica la masacre de estos niños, estas mujeres y estos jóvenes que en mi día a día me acompañan.

 

Martes 01 de Julio de 2008

RETORNO SÍ, ¡PERO PARA LOS PALESTINOS!!!!!

 

Por Hindu Anderi, Radio Nacional de Venezuela - Venezuela

La controversial ley Directiva Retorno, recientemente aprobada por el Parlamento Europeo, mediante la cual no solo se fijan normas para la admisión de extranjeros sino que además se asumen métodos bárbaros para su expulsión, es la demostración de que el "choque de civilizaciones", más que una teoría, es la realidad que actualmente vive la humanidad.

 

La teoría de Samuel Huntington señala que “los estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos del panorama internacional, pero los principales conflictos de la política global ocurrirán entre naciones y grupos de naciones pertenecientes a diferentes civilizaciones.”

 

Si damos crédito a los que señalan que el modelo occidental es el autodenominado “la civilización”, y las naciones orientales y pobres del planeta que son la mayoría, son vista como “la barbarie”, ya existe entre ambas una confrontación cultural, del occidente con el oriente que no necesariamente se refiere a naciones que comparten la misma ubicación geográfica. Se deduce de ello, que Occidente considera tanto a los árabes, africanos, asiáticos y latinos como “bárbaros” y los condena a la marginación.

 

La división existente entre los movimientos socialistas en Europa, facilitó la aprobación de esta ley sobre flujos migratorios que contradice toda lógica social y humana y que es considerada por Amnistía Internacional como un “retroceso en materia de derechos humanos que criminaliza la migración”. Algunos parlamentarios europeos votaron a favor de este texto por demás controversial que entrará en vigencia el año 2010.

 

La Directiva Retorno ha contado con el drástico rechazo por parte de intelectuales, artistas, organizaciones de derechos humanos, ecologistas, comunistas, socialistas y países de la Comunidad Andina de Naciones.

 

Esta ley permite la detención de los expulsables hasta de año y medio, práctica desdeñable para cualquier gobierno que se denomine democrático. El presidente de Ecuador, Rafael Correa por su parte, la calificó como una “agresión” y la rebautizó como “Directiva de la vergüenza”. Entre otras cosas porque este reglamento viola los derechos humanos a tal punto que establece que tanto los adultos como los menores de edad, lactantes, niños y adolescentes, son igualmente expulsables y no podrán regresar en un período de cinco años al territorio de donde han sido echados.

 

La Comisión Europea estima que el número de inmigrantes ilegales es de 8 millones, quienes viven clandestinamente, y que cada año ingresan de manera legal a Europa alrededor de 2 millones de personas, a quienes ahora quieren expulsar o echar en condiciones humillantes para que regresen a sus tierras de origen.

 

Europa quiere privilegiar los servicios y derechos a los ciudadanos originarios de su región; garantizar como Estados Unidos lo hace la atención a la población blanca. Lo demostró cuando el huracán Katrina azotó a los estados de Florida, Bahamas, Luisiana y Mississippi, mayoritariamente de población afrodescendiente, que fue abandona a su suerte. Unas dos mil personas fallecieron víctimas del fenómeno natural.

 

Esta ley aprobada por el Parlamento Europeo no sólo es deleznable como dezlenable e injusta es la política de no retorno que Israel aplica al pueblo palestino, desplazado de su territorio desde hace 60 años.

 

La Organización de Naciones Unidas, en 1951 decretó como Refugiado “…todas aquellas personas que huyen legalmente de su país debido a un temor bien fundado de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas…”. Sin embargo, según los movimientos de derechos humanos, por lo menos a 7 millones de palestinos desplazados en el mundo, el estado sionista de Israel les niega el derecho a retornar a su tierra, de los cuales por lo menos 1 millón 500 mil sobreviven en campos de refugiados, discriminados, sometidos a practicas terroristas y a masacres.

 

La fuerza de ocupación israelí, que cuenta con el silencio y la complicidad de la mayor parte de la llamada “comunidad internacional” representada en los gobiernos, argumenta que los palestinos desplazados no tienen lugar en esa tierra, pero abre programas para que judíos de todas partes del mundo ingresen a ese territorio. Incluso es tan descarada esta práctica que todo ciudadano independientemente de su nacionalidad, si se convierte al judaísmo puede optar por la nacionalidad israelí y vivir allí. Incluso las autoridades de las embajadas en los distintos países están obligadas a facilitar los trámites y recursos para el traslado. Porque el fin último es no dejar espacio para el retorno de los palestinos.

 

Hoy con toda justicia los inmigrantes que escogieron una tierra para trabajar y vivir, protestan en contra de la ley de inmigración aprobada por Europa, y por fortuna su protesta tiene espacio en los medios. También millones son las voces que se levantan, con menos oportunidad mediática, y claman porque se respete el derecho que tiene el pueblo palestino de retornar voluntariamente a su tierra. ¡No a la Directiva Retorno… Retorno sí, pero para los palestinos!

 

Martes 01 de Julio de 2008

LA QUINTA COLUMNA DE FATAH

 

Por Khalid Amayreh, Palestine Info/Rebelión

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

Mientras que la vasta mayoría de los palestinos han dado la bienvenida al alto el fuego que ha mediado Egipto entre el movimiento Hamas e Israel, la “quinta columna” dentro de Fatah respaldada por Estados Unidos ve la tahdiaa o breve calma en Gaza como una amenaza existencial a su propia supervivencia.

 

Desde que hace casi diez días se llegó al frágil alto el fuego, estos peligrosos elementos no han ahorrado esfuerzos para tratar de frustrar la tregua disparando primitivos proyectiles a través de la frontera. También han acusado a Hamas de traicionar la resistencia y de minar los intereses vitales del pueblo palestino.

 

Por supuesto, la pretendida preocupación por la resistencia es claramente falsa e insincera. Es una distracción expuesta y barata que tiene el objetivo de desdibujar el propósito real de estos matones, concretamente provocar que Israel revoque el alto el fuego, lleve a cabo una invasión total de Gaza para destruir a Hamas y entregue el territorio costero a los agentes de Israel y Estados Unidos. ¿No es acaso esto exactamente esto lo que estos “dirigentes de Fatah” han estado sugiriendo a las agencias occidentales y a los corresponsales israelíes, siempre en “condiciones de anonimato”?

 

Todos nosotros sabemos y la gran mayoría de los palestinos saben que estos mercenarios rinden cuentas en primerísimo lugar al general estadounidense Keith Dayton, que sirve de hecho como Alto Comisionado de Estados Unidos en Ramalá y que, a su vez, rinde cuentas a Elliot Abram que, más o menos es el representante del AIPAC en la administración Bush*.

 

Como todos sabemos, Abrams siempre ha trabajado enérgicamente para avivar las llamas de la guerra civil entre los “moderados” respaldados por occidente y los “elementos extremistas” dirigidos por Hamas. En realidad ha hecho varias declaraciones públicas de ese tenor, pero el absorto en sí mismo régimen de Ramalá no ha hecho caso alguno y ha preferido creer que Abrams sólo bromeaba.

 

Desde un principio el objetivo de la administración Bush era, y probablemente lo sigue siendo, empujar a la sociedad palestina a una especie de violenta y sangrienta implosión que acabe permitiendo a Israel y los neocons de Washington liquidar la causa palestina de una vez por todas.

 

Esto es exactamente lo que Abrams tenía en mente el pasado verano cuando dio el visto bueno a la transferencia de enormes cantidades de dinero y de cargamentos de armas al hombre de Estados Unidos en Gaza, Muhammed Dhalan.

 

Todos conocemos el final de la historia cuando Hamas se movió rápida y decisivamente para adelantarse a los criminales planes de Abrams acabando con el golpe de Estado en gestación de Dahlan y derrocando a sus hombres y cohortes en Gaza.

 

Derrotadas, amargadas y expulsadas, estas personas nunca han dejado de urdir complots para sembrar en Gaza las semillas de la guerra civil y la violencia.

 

Intentaron cuanta conspiración se pueda concebir para derrotar a Hamas y que realmente era en favor de Israel, incluso cuando el ejército de ocupación israelí estaba matando a decenas de civiles palestinos.

 

En un momento dado la Quinta Columna en Fatah pareció estar completamente acoplada a Israel en la batalla común contra Hamas. Dice mucho de ello su connivencia con Israel y Estados Unidos en mantener el riguroso bloqueo al millón y medio de habitantes de Gaza. Esto constituye un estigma de vergüenza en las frentes de los traidores y de quienes los apoyan que permanecerá en ellos durante el resto de sus vidas.

 

Al no haber logrado desplazar a Hamas, bajo la rúbrica de resistencia estos traidores están tratando ahora de sabotear el alto el fuego de Gaza. Esto ocurre mientras decenas de miles de “fuerzas” de Fatah están trabajando en estrecha coordinación con el ejército de ocupación israelí para acosar y erradicar a los auténticos luchadores por la libertad (incluyendo los propios luchadores de Fatah) en Cisjordania. Obviamente, esto se hace en favor de Israel y para obtener el certificado de buena conducta de personas del estilo de Bush, Rice, Dayton y Abrams.

 

Soy consciente de que Fatah no es un movimiento monolítico. También estoy seguro de que el movimiento incluye a muchos elementos dignos y patrióticos que rechazan el vergonzoso comportamiento de algunos elementos del grupo que afirman hablar y actuar en nombre de Fatah cuando en realidad están a la entera disposición de Israel y la CIA.

 

Por desgracia, estos peligrosos elementos tienen el dinero (dólares estadounidenses) y los medios no sólo para corromper Fatah desde dentro, sino también para desestabilizar el frente interno palestino, todo ello al servicio de Israel y de sus diabólicos designios contra nuestro pueblo y su causa justa e imperecedera.

 

Por ello, es imprescindible que los verdaderos patriotas de Fatah se muevan rápida y decisivamente para debilitar a estos quintacolumnistas e impedirles que consigan que el más amplio movimiento político en palestina se transforme de un movimiento de liberación en una entidad colaboracionista.

 

Los dirigentes de Fatah, especialmente aquellos que han pasado muchos años en las cárceles y mazmorras israelíes, deberían entender que estos ambiciosos arribistas no sólo están buscando la desaparición de Hamas. También buscan la desaparición de Fatah, así como la liquidación del la causa nacional palestina, incluyendo el derecho al retorno de los refugiados palestinos.

 

Son los enemigos desde dentro. Si no los eliminas, te eliminan a ti.

 

* AIPAC es el principal y más poderoso lobby judío de Estados Unidos (N. de la T.).

PROHIBIDO VOLVER A CASA

PROHIBIDO VOLVER A CASA

Lunes 30 de Junio de 2008

PROHIBIDO VOLVER A CASA, NI DE TURISTA: ISRAEL IMPIDE REGRESAR A JERUSALÉN A LOS PALESTINOS QUE SE VAN A VIVIR FUERA

 

Por Juan Miguel Muñoz, Diario El País - España

Lo habitual es que los emigrantes sufran peripecias en el país de acogida, y que les tiendan puente de plata para regresar. Israel rompe moldes. Lo sabe Zeina Emile Saman Ashrawi, de 26 años, palestina cristiana y residente en Estados Unidos. A los 17 años emigró a Pensilvania para rematar sus estudios secundarios. Se casó y vive en Virginia. Regresaba cada año a su Jerusalén natal para visitar a su familia. Abomina de la violencia, como su madre, la diputada Hanan Ashrawi, vieja conocida de la política palestina que se dio a conocer en la Conferencia de Paz de Madrid (1991). Este año, salvo milagro, Zeina no verá a sus parientes. No puede volver a su casa. El Gobierno israelí se lo ha prohibido. “No soy una criminal, ni una amenaza. He sido expulsada de mi hogar. Soy una de tantos”, afirma Zeina.

 

Esta política afecta gravemente a la comunidad árabe cristiana

 

Los árabes jerosolimitanos sólo disponen de una tarjeta de identidad azul y de un documento de viaje expedidos por el Ministerio del Interior israelí. Zeina Ashrawi renueva cada año ese papel azul. Hace cola con su padre desde las 4.30. Y también acude anualmente, como hizo en agosto de 2007, a renovar su documento de viaje a la Embajada de Israel en Washington. Carece de alternativa. Se ha acostumbrado a este “vuelva usted mañana”, aunque en este caso no hay mañana, y a la arbitrariedad.

 

Primera sorpresa. La funcionaria de la embajada le explicó: “No sé si podremos extender su documento de viaje”, en el que se especificaba su condición de “residente” en Jerusalén. Tras algunos trámites, Zeina recibió una llamada. Le otorgaban el visado. Pero ya convertida en turista. Con tres meses de vigencia. De nada le valía hace 10 meses, porque pensaba viajar en julio de 2008. Zeina se tragó su cambio de estatus. A comienzos de este mes se presentó de nuevo en la embajada, aunque fuera para obtener el visado turístico. Segunda sorpresa. Le reclamaron la fecha de expiración de su pasaporte jordano y de la Carta Verde estadounidense, documento inútil para viajar al exterior desde Estados Unidos. Facilitó los datos por teléfono, después los envió mediante fax. “Les he proporcionado los documentos una y otra vez, y pensé que pretendían que pasara el tiempo y no pudiera lograr el visado a tiempo”, ha explicado Zeina. No se trataba de eso.

 

La tercera sorpresa llegó contundente. Horas después de remitir los datos y documentos, Zeina recibió una llamada. Escuchó a la funcionaria: “Su visado ha sido rechazado y sus documentos de identidad (azul) y de viaje ya no son válidos. Lo siento, pero esta decisión no es mía, procede de Israel”.

 

La medida afecta a todos los palestinos, pero Yusef Daher, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, dibuja un panorama sombrío para la comunidad cristiana de la Ciudad Santa. “Hoy somos 9.000 personas, pero esta política israelí provocará un descenso del 15% en la población cristiana”, afirma. “Mientras los judíos pueden inmigrar al amparo de la Ley de Retorno, incluso los conversos, los nativos de Jerusalén son considerados residentes temporales”, precisa Daher, alarmado por el endurecimiento progresivo de la normativa. “Originalmente, la ausencia durante siete años de Jerusalén significaba la pérdida del derecho a vivir en tu propia ciudad. Ahora, a Israel le basta la prueba de la residencia en otro país para laminar este derecho”.

 

La denegación de documentos es la punta del iceberg de una política que Hamoked -ONG israelí dedicada a la protección de los derechos individuales- califica sin tapujos de “limpieza étnica” y “racista”. El muro de cemento de nueve metros que rodea Jerusalén convierte en un suplicio la vida cotidiana de decenas de miles de palestinos, desvinculados paulatinamente de la ciudad; la prohibición de reunificación familiar a los ciudadanos árabe-israelíes casados con palestinos, y la denegación de permisos para construir viviendas a los vecinos árabes abonan el desarraigo.

 

Lunes 30 de Junio de 2008

INTENTOS FRACASADOS DE SIONIZAR LA RED

 

Fuente: Desertpeace/Rebelión

Traducción de Germán Leyens e Ilustración de Ben Heine

"Este sitio fue ‘hackeado’ por su manifiesto contenido antisionista. Israel no está interesado en gente como vosotros que son cargas en el proceso de una toma de decisiones en el gobierno. Si os oponéis a lo que llamáis la ‘ocupación israelí’ entonces aquí no hay sitio para vosotros.”

 

Lo anterior es lo que apareció ayer en numerosos sitios de la Red. Todos los sitios en cuestión lograron eliminar la inmundicia enviada por los hacker. Una vez más han fracasado los intentos de silenciar la verdad. La inspiración para semejantes acciones proviene de acciones similares iniciadas por Google, Blogspot, Daily Kos y Wikipedia. A diferencia del mantra del profesor que es “publica o muere” el suyo parece ser “publica y muere.”

 

Ayer, sólo instantes después de que mi asociado, Uruknet, publicó simultáneamente ESTO, ellos también fueron hackeados y durante varias horas no pudieron publicar nada, hasta que sus ingenieros rectificaron la situación.

 

Michael Rivero de What Really Happened dijo ayer que ‘Servidores en Israel, 195.189.140.23, sólo un ejemplo, han estado tratando de penetrar mediante la fuerza bruta a mis servidores durante los últimos días.’ En el pasado reciente, su sitio también fue hackeado exitosamente.

 

Otros ejemplos de sitios censurados (no es lo mismo que ser hackeados) por Blogspot o Google son:

 

• A Mother From Gaza

• An Arab Woman Blues

• Axis of Logic

• Crimes and Corruptions of the New World Order News

• DesertPeace

• DictatorshipWatch.com

• PeacePalestine

• Uruknet

 

Kos inició su censura persiguiendo primero a no palestinos quienes se pronunciaron por sus derechos. Poco después silenciaron a los propios palestinos... pero sólo en su sitio... ¡NADA O NADIE PODRÁ SILENCIARNOS!

 

Al revisar las listas de mis visitantes en mi contador de visitas, descubrí numerosas visitas repetidas de las oficinas de AIPAC, la ADL, varias oficinas gubernamentales de EE.UU. e Israel y, desde luego, por último pero no menos importantes, sionistas locales.

 

Los organismos mencionados podrán considerar que el contenido de mi blog es objetable. PERO, aún más objetable es que lo que escribo es verdad.

 

Al respecto estoy dispuesto a ‘llegar a un acuerdo’ con los que no gustan de mi blog... Si se cumplen las siguientes condiciones no volveré a escribir sobre ningún tema político, y me concentraré en la jardinería y en la cría de pájaros... Las condiciones a cumplir son las siguientes:

 

1. La ocupación de Palestina por los sionistas DEBE TERMINAR DE INMEDIATO.

 

2. El muro del apartheid DEBE SER DEMOLIDO DE INMEDIATO.

 

3. El sitio de Gaza y el permanente holocausto DEBEN TERMINAR DE INMEDIATO.

 

4. Las prácticas genocidas contra el pueblo palestino en su conjunto DEBEN TERMINAR DE INMEDIATO.

 

5. HAY QUE DECLARAR DE INMEDIATO UN ESTADO DE PALESTINA independiente, dirigido por el gobierno elegido por el pueblo palestino.

 

Si TODO LO MENCIONADO puede ser acordado DE INMEDIATO, mi blog será historia... Si no, estaré presente durante mucho tiempo, así como todos mis asociados y amigos.

 

Viernes 27 de junio de 2008

QUERELLA CONTRA MILITARES ISRAELÍES POR UN BOMBARDEO EN PALESTINA EN LA AUDIENCIA NACIONAL ESPAÑOLA

 

Por Antonio Segura, Gonzalo Boye, Raúl Maillo, Juan Moreno, al Quds/CSCA

Esta querella se presenta en la Audiencia Provincial promovida por el Centro Palestino de Derechos Humanos –y en su nombre Raji Sourani- en representación de seis familiares de los palestinos asesinados el día 22 de julio del año 2002, por una bomba de una tonelada de peso lanzada por la aviación israelí sobre el populoso barrio de Al Daraj, en la ciudad de Gaza. En Israel ha sido infructuoso enjuiciar a los acusados, correspondientes a la cadena de mando de dicha operación de terrorismo de estado, ante la evidente política de impunidad que ejercen los ocupantes. Diversas organizaciones sociales y de solidaridad, entre las que se encuentran la Asociación Al-Quds de Solidaridad con los Pueblos del Mundo Árabe y el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, han facilitado el trabajo del Centro Palestino en la elaboración de la documentación, traducción y recopilación de pruebas que se presentaron ante los abogados citados para que se procediera a la presentación de la misma. Caso en el que hemos trabajado todos conjuntamente durante dos años. Por fin, el día 24 de junio, se ha presentado la querella, esperando que, tras el juicio correspondiente, la sentencia de satisfacción política, moral y económica a las víctimas y sirva como aliciente para impedir la impunidad israelí. Las acciones coordinadas que están llevando a cabo las organizaciones sociales y solidarias en Palestina y en Europa vienen a llenar el vacío que ha dejado la Comunidad Internacional en el tema palestino, es más, suplantan a los gobiernos en su búsqueda de la justicia, mientras que estos mismos gobiernos, haciendo dejación de su papel político, se dedican a reuniones de donantes, actuando como simples organizaciones humanitarias que no tratan, en ningún caso, de resolver el problema de fondo: la ocupación de Palestina y toda la cadena de crímenes que se vienen cometiendo con total impunidad sobre la población civil palestina y sus bienes. El Centro Palestino de Derechos Humanos de Gaza ha iniciado y lleva casos abiertos por las acciones del ejército israelí en países tan diversos como Gran Bretaña, Estados Unidos Nueva Zelanda, Suiza y Holanda. Este es el primer caso que se presenta en España en búsqueda de justicia para las víctimas civiles de la ocupación israelí.

 

En unos momentos en que muchos se cuestionan los ataques indiscriminados que realizan las fuerzas armadas israelíes en contra de la población palestina, estamos ante la primera ocasión en la historia judicial europea en que se presenta una querella criminal en contra de personas que, por su condición de funcionarios dentro del Gobierno de Israel, y por su propia actuación personal aparecen como responsables de unos hechos incardinables entre otros en el artículo 611 del Código Penal español.

 

No se trata de una querella en términos generales sino que:

 

a.- se presenta en nombre y representación de víctimas directas de los ataques o de sus familiares más cercanos en los casos de las personas asesinadas,

 

b.- se dirige específicamente en contra de las personas que aparecen como responsables directos tanto en la cadena de mando como en la propia ejecución del hecho, y

 

c.- se interpone en España en cumplimiento de la legalidad nacional y de los compromisos internacionales suscritos por España.

 

Los hechos objeto de esta querella criminal sucedieron el día 22 de julio del año 2002, entre las 23.30 y las 24.00 horas, cuando un avión de combate israelí F16 lanzó una bomba de una tonelada sobre el barrio de Al Daraj de la Ciudad de Gaza. Según han manifestado los funcionarios israelíes el objetivo principal de dicho ataque era la casa de Sala Shehadeh, quien era sospechoso de ser un comandante de Hamas, por lo que el objetivo confesado de dicha misión era asesinarlo.

 

Si bien la casa de Sala Shehadeh fue alcanzada directamente por la bomba, como la misma se encontraba situada en uno de los lugares residenciales de mayor densidad de población en el mundo por lo que como consecuencia de la explosión causada por la bomba murieron quince personas –la mayoría de ellos niños y bebés- y 150 resultaron heridas –algunas de ellas con lesiones graves y secuelas permanentes, ocho casas de los alrededores fueron totalmente destruidas, otras nueve casas resultaron destruidas parcialmente y una veintiuna sufrieron daños moderados.

 

Al día siguiente del bombardeo, es decir el 23 de julio de 2002, el portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes declaró que: “El ataque de anoche del IDF fue dirigido a Salah Shehade y solamente a él. El ataque fue preciso, y fue llevado a cabo con tecnología apropiada. El objetivo es frustrar actividades terroristas futuras próximas mediante un ataque a la fuente misma, es decir Shehade. No hubo intención de hacerles daño a miembros de su familia o a otros civiles.

 

El IDF siente todos los daños ocasionados a personas inocentes. Desgraciadamente, esto es lo que puede ocurrir cuando un terrorista utiliza a civiles como escudos humanos y sus hogares como lugares para refugiarse.”

 

La tecnología sofisticada que poseen las Fuerzas Aéreas Israelíes (IAF) incluyen vigilancia aérea y otros medios de inteligencia, por lo que el tamaño de la bomba –una tonelada- las características del barrio que fue atacado –una de las poblaciones que presentan más densidad en el mundo, hacían prever la magnitud de las muertes, lesiones y destrucciones causadas a personas que supuestamente no eran el blanco buscado, si nos atenemos a lo que han declarado desde la IDF.

 

Resulta aterrador revisar testimonios con el del testigo Ra’ed Mohamad Ibrahim Mattar, quien señaló que en el momento del bombardeo vivía en la casa de al lado de Salah Shehadeh, una construcción de tres pisos y de 160 metros cuadrados junto con su familia, y que relata:

 

“Eran alrededor de las 11.40 pm, yo estaba durmiendo en mi casa junto con mi familia. Me desperté con el sonido de una explosión y no había electricidad. Me di cuenta que estaba caminando en un terreno desigual en ruinas. No me di cuenta de que la casa ya estaba demolida. Cuando iba caminando me caí de mi piso en la primera planta al suelo. Grité por ayuda y toqué la puerta. Mi hermana Maha abrió la puerta y me dijo que la casa estaba destruida sobre nosotros. Entré al edificio para encontrar a mi padre y mi madre intentado salvar a mi hermano Ibrahim, que estaba atrapado debajo de un pilar de cemento. Intenté ayudarlo y levantar algunas de las ruinas que estaban sobre él. Luego lo dejé, busqué una linterna y fui a buscar a mi esposa en el piso pero no la encontré. Bajé nuevamente. Mi madre me preguntó por mi familia y le dije que no había encontrado a nadie. Después de eso no sentí nada hasta que desperté en el hospital. Supe lo que había sucedido al día siguiente, me dijeron que mi esposa y tres de mis hijos habían muerto como consecuencia de la explosión y que la casa, donde está mi piso resultó muy dañada y totalmente demolida en los tres pisos, incluyendo las posesiones y muebles.”

 

Cuando algunos se preguntan el motivo por el cual España ha de ser competente para la investigación y enjuiciamiento de estos hechos debemos remitirnos, junto a lo ya dicho en materia de legislación y compromisos internacionales, al no menos relevante hecho que tras los sucesos el movimiento “Yesh Gvul”, en Israel, tras varios intentos fallidos de correspondencia con las autoridades israelíes, presentó una solicitud el día 30 de septiembre de 2003 ante el Tribunal Superior Israelí instándole a que exigiera al Fiscal General y al Abogado General Militar a abrir una investigación criminal con vistas a iniciar una investigación y juzgar a todas las personas en la cadena del mando del bombardeo.

 

El Estado de Israel respondió con dos argumentos:

 

a.- el primero, que la operación fue proporcional al objetivo militar de asesinar a Shehadeh, y

 

b.- el segundo, que el resultado de dicha operación no había sido intencionado.

 

Tras la contestación de la demanda, el 3 de marzo de 2004, el Tribunal Superior suspendió el asunto a la espera de una decisión relativa a otra demanda interpuesta por el Comité Público contra la Tortura en Israel en enero de 2002, la cual cuestionaba la legalidad de la política de asesinatos del Estado de Israel. En relación con esta última demanda, el día 16 de febrero de 2005 tuvo lugar una vista, sin embargo el asunto fue también suspendido de manera indefinida como consecuencia del compromiso del entonces Primer Ministro en la Cumbre de Sharm-el Sheik en enero de 2005 de suspender la política de asesinatos o “matanzas preventivas”.

 

El movimiento Yesh Gvul solicitó al Tribunal Superior la reapertura de la investigación penal y solicitaron una vista, la cual fue fijada para el 27 de julio de 2005, que finalmente se celebró el 5 de septiembre de ese año siendo el asunto suspendido indefinidamente.

 

Con posterioridad, en noviembre de 2005, la oficina del Fiscal General aceptó volver a abrir las causas provenientes de ambas demandas, realizándose el día 11 de diciembre de 2005 una vista relativa a las dos, donde el Tribunal Superior dictaminó que la demanda relacionada al bombardeo de Al Daraj dependía del resultado de la demanda relativa a la política de asesinatos, dándole un plazo de 20 días al Fiscal General para presentar motivos legales, lo cual no fue realizado.

 

Finalmente el día 13 de enero de 2006 el Tribunal dictó sentencia con respecto al caso de la política de asesinatos, en la cual refrenda los principios de proporcionalidad y distinción, señalando que:

 

“El enfoque de la ley consuetudinaria internacional relativo a los conflictos armados de naturaleza internacional es que los civiles están protegidos de los ataques del ejército. Sin embargo, dicha protección no existe para los civiles “durante el tiempo en que participen en hostilidades” (§51(3) de El Primer Protocolo). Hacer daño a dichos civiles, inclusive si resulta en muerte, está permitido a condición de que no existan otros medios que les dañen menos, y a condición que civiles inocentes cercanos no resulten heridos. Los daños a los últimos deben ser proporcionales. Esta proporcionalidad está determinada en función de un criterio basado en valores que busca el equilibrio entre la ventaja militar y los daños civiles. Como hemos visto, no podemos establecer que un ataque preventivo es siempre legal, al igual que no podemos establecer que siempre es ilegal. Todo depende de si las normas del derecho consuetudinario internacional relativo a conflictos armados internacionales permiten dicho ataque preventivo o no.”

 

Sin embargo dichos principios no fueron aplicados al ataque realizado en Al Daraj, donde murieron 15 personas y hubo 150 heridos civiles, mediante una bomba de una tonelada lanzada en plena zona residencial. Por otra parte, tampoco se dictó sentencia en la demanda sobre este asunto. Por eso, el 21 de diciembre los abogados de Yesh Gvul solicitaron al Tribunal Superior que designara un nuevo tribunal para ver esta demanda, pero hasta la fecha de hoy no hay prevista una vista sobre el asunto.

 

En resumidas cuentas al Estado de Israel no le interesa investigar ni enjuiciar hechos sobre los cuales ellos mismos tienen una responsabilidad clara.

 

Dentro de las múltiples gestiones realizadas a lo largo de estos años, se solicitó al Ministerio de Defensa Israelí que se indemnizara a las víctimas, el cual se negó argumentando que el Estado no era responsable por los daños y perjuicios ocasionados. Con posterioridad, el 18 de diciembre de 2003, se presentó una demanda de indemnización en nombre de la familia Mattar, a los que se unieron otros demandantes, pero con motivo de la modificación de las leyes de ilícito civil en Israel, las que impiden que los Palestinos puedan reclamar daños y perjuicios del Gobierno de Israel, se espera que la demanda sea desestimada.

 

El Estado de Israel ha declarado, en sus contestaciones a las demandas, que el asesinato en sí mismo fue legal y que la operación militar realizada por este motivo fue proporcional al objetivo legítimo de asesinar a Shehadeh, ya que el potencial para la muerte de civiles y la destrucción de bienes fue tomado en cuenta antes de autorizar y llevar a cabo dicho bombardeo.

 

Así, el Estado de Israel ha señalado que:

 

“Es importante subrayar que una de las consideraciones centrales, que se tomaron en cuenta durante todas las fases de preparación de la operación contra Shehadeh y su aprobación fue la consideración de proporcionalidad – la obligación de asegurarse que el atacar a Shehadeh no supondría atacar la población civil de los alrededores, desproporcionado con los objetivos militares que la operación quería lograr. Las discusiones se centraron mayormente en el tema de atacar a civiles como consecuencia de atacar a Shehadeh”

 

“Después de la discusión, por ejemplo, se decidió de llevar a cabo el ataque tarde por la noche (alrededor de medianoche) cuando se suponía que habría pocos peatones en al calle cerca de la casa Shehadeh”

 

“También, toando estos factores en consideración, se decidió utilizar una bomba de 1000 Kg. (la cantidad de explosivos necesarios para lograr con probabilidad razonable el objetivo de la operación) y no dos bombas de 500 Kg.. cada una, porque la utilización de dos bombas aumentaría considerablemente el riesgo de no dar en el blanco, y como consecuencia poner en peligro un edificio cercano al blanco intencionado, ya que una de las bombas podría caer directamente en aquél.”

 

“Al final, después de recibir información precisa de inteligencia sobre el escondite de Shehadeh, se decidió ejecutar la operación conforme al esquema descrito anteriormente. Esta decisión se tomó al más alto nivel, habiendo descrito la importancia de poner fin a la actividad de Shehadeh, a pesar de la información y los cálculos de daños a otras personas que pudieron ocurrir como consecuencia del ataque.”

 

Estos hechos han sido repudiados por toda la comunidad internacional como ilegítimos y desproporcionados, debido a la adelantada y sofisticada tecnología militar con la que cuenta el Estado de Israel como también con el grado de muerte, lesiones y destrucción ocasionada con dicho ataque.

 

Así, el Reino Unido ha sostenido que dicho bombardeo no fue legal ni proporcional. El entonces Secretario de Estado de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth de dicho gobierno señaló el día 23 de julio de 2002 en las sesiones de la Cámara de los Comunes:


“Me voy a asegurar de que la opinión del honorable caballero, que creo que es compartida por toda la Cámara, relativo a la naturaleza injustificada y desproporcionada del ataque y sus consecuencias sea transmitida al embajador, y mediante él, al Gobierno de Israel”.

 

Con posterioridad, y a raíz del asesinato del Sheik Yassin por el Gobierno de Israel, el 30 de marzo de 2004, confirmó que el Gobierno Británico considera la política de “los llamados asesinatos –matanzas sin más” son: “ilegales, injustificados y contraproducentes, y dañan al argumento que Israel sostiene frente al mundo. El hecho de que las matanzas causaron no sólo la muerte de las personas que Israel considera responsables del terrorismo, sino también transeúntes totalmente inocentes, niños inclusive, simplemente subraya el carácter ilegal del enfoque y su efecto contraproducente.”

 

De la misma manera, dicho ataque fue condenado en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el día 24 de julio de 2002, como ilegítimo y desproporcionado.

 

En resumidas cuentas existe, por parte de la comunidad internacional, un convencimiento sobre la brutalidad e ilegalidad de dichas acciones pero ningún tipo de actividad judicial se ha desplegado para exigir responsabilidades a los autores materiales y estatales de dichos sucesos, siendo esta la primera vez que se realiza.

 

Para una mejor comprensión de los hechos objeto de la querella que se presenta resulta interesante analizar el comportamiento de los querellados y su posicionamiento ante tan criminal actuación.

 

Dan Halutz responsable directo de estos hechos, quien ha aceptado con orgullo la responsabilidad de la misión en una entrevista realizada con Haaretz el día 21 de agosto de 2002 manifestando que:

 

“La información fue muy precisa. Sin embargo, a veces no se tiene control sobre todo tipo de cosas que ocurren en un espacio que no se tiene a la vista. En retrospectiva, resultó que simplemente no tenía parte de la información, que cambió en el transcurso de la operación...el proceso de toma de decisiones fue correcto, equilibrado, adecuado y prudente.”

 

A los pilotos que realizaron el ataque, con posterioridad, en la misma entrevista señaló que les dijo:

 

“por la noche podéis dormir tranquilamente. Por cierto, yo también duermo bien. Vosotros no sois los que eligen los objetivos, y no fuiste los que eligieron el objetivo en este caso particular. No sois responsables del contenido del objetivo. Vuestra ejecución fue perfecta. Fantástico. Y lo vuelvo a repetir: Aquí no hay ningún problema que les afecta. Hicieron exactamente lo que les dijeron hacer. No se desviaron de ello ni en un milímetro a la derecha o a la izquierda. Cualquiera que tenga un problema con esto que venga a verme.”, y “Es importante para mí que sepan que yo les apoyo al cien por cien, y que estoy al frente, delante de vosotros. Las críticas que se oyen en casa y en el exterior no tienen nada que ver con vosotros. Me pongo como mampara para hacer una separación entre vosotros y las críticas. Todos estos detractores y personas de grandes almas me pueden criticar a mí, y vosotros no tenéis nada que ver con esto.”

 

En el año 1982 asimismo, con motivo de protestas generalizadas por las muertes y lesiones de muchos civiles en el Líbano debido a las “operaciones militares” israelíes, señaló ante la televisión de ese país que no aceptaba el concepto de refugiados inocentes, sino que la mayor parte de ellos son colaboradores.

 

También en una entrevista en televisión con posterioridad al ataque de Al Daraj, cuando se le pregunta que se siente cuando se lanza una bomba sobre una vivienda residencial, señaló que lo único que sintió fue un pequeño temblor en el ala del avión.

 

En la entrevista antes señalada publicada en Haaretz niega admitir que los civiles son inocentes, y anteriormente en una entrevista dada a la BBC reconoce que “de vez en cuando ocurren incidentes y personas que no están involucrados pagan por esta guerra fea”, pasando a describir una misión de asesinato con cuatro helicópteros en el año 2001 en la cual estuvo al mando.

 

Cuando el Tribunal Superior de Israel le ordenó, en el transcurso de la solicitud de ascenso, justificar sus comentarios acerca de este bombardeo, aceptó dichos comentarios pero intentó “quitarles importancia”.

 

Otro de los querellados es Ariel Sharon, Primer Ministro de Israel en ese entonces, quien también solicitó que se llevara a cabo dicha operación y ha elogiado públicamente la misión de bombardeo como “uno de nuestros mayores éxitos”.

 

No menos relevante es Benjamín Ben-Eliezer, en el momento del bombardeo ocupaba el puesto de Ministro de Defensa Israelí. Éste, en una entrevista realizada a la BBC2 admitió ser responsable de la decisión de llevar a cabo el asesinato de Shehadeh Salah y relata su conversación con su secretario militar, Mike Hezog, como:

 

“Yo dije, ´¿has comprobado con todos?´ Quería decir el jefe de inteligencia, los tipos militares. Él dijo, ´he comprobado con todos. Todo está limpio, todos lo recomiendan´ Yo dije, ´Buena suerte´”

 

En el momento del bombardeo, Michael Herzog, era secretario militar de Ben-Eliezer. Este ha admitido que había actuado como enlace entre éste y las otras personas que tomaron la decisión de conseguir la autorización para la operación. Esta operación se llevó a cabo con su organización y asistencia.

 

Giora Eiland, era Jefe de la División de Planificación de las IDF. En una entrevista realizada por la BBC en febrero de 2002 establece cuatro condiciones para realizar asesinatos programados por parte del Ejército de Israel, en la cual no rechaza la posibilidad de víctimas civiles señalando que “lo hacemos cuando creemos que podemos garantizar muy pocas víctimas civiles”.

 

En otra entrevista al mismo medio, transmitida en octubre de 2005 admitió ser responsable como planificador principal de la operación, y tener responsabilidad conjunta por la decisión de utilizar una bomba de una tonelada: “Era posible que una bomba de menos de una tonelada no hiciera el trabajo...que era matarle...Decidimos utilizar la bomba grande. En retrospectiva, esto fue un error.”

 

Con respecto a Moshe Ya’alon, en la fecha que se realizó el bombardeo se desempeñaba como Jefe del Estado Mayor de las IDF y se reportaba directamente al Primer Ministro.

 

En una entrevista publicada en Haaretz el día 29 de agosto de 2002 admitió haber participado en la decisión de llevar a cabo el asesinato de Salah Shehadeh con el objetivo de derribar el edificio con una tonelada de explosivos y de tomar las medidas para llevarlo a cabo:

 

“Fuimos a atacar a una persona que no tenía precedentes, ya que era el comandante de brazo terrorista de Hamas, tanto en Gaza como en Judea-Samaria. Esta es una persona responsable de matar a centenares de personas. Se aferró de forma sistemática a la población civil porque conocía nuestras sensibilidades. En bastantes casos, evitamos atacarlo porque estaba con su mujer o con sus hijas, Shehadeh tenía seis hijas. Más recientemente, nos hicimos las cosas más fáciles y dijimos que aunque su mujer estuviera con él, le atacaríamos. Además hubo una discusión acerca de si no sería correcto atacarle aunque estuviera con sus hijas. Pero decidimos que no, decidimos que no le haríamos daño a sus hijas.”

 

“La tarde-noche del sábado anterior al ataque, tuvimos una discusión. Teníamos claro que para derribar el edificio nos haría falta una tonelada [de explosivos], y la pregunta era si usar una bomba de una tonelada o dos de media tonelada. Nuestra experiencia era de haber lanzado 160 bombas en territorio de Palestina sin matar una sola víctima civil inocente, pero la preocupación era que dos bombas elevaban el riesgo estadístico de fallar.”

 

“Entonces envié a las fuerzas aéreas para que hicieran sus deberes y volvieron con la respuesta de que una bomba de una tonelada era más segura. La evaluación que hicieran del resultado era que se destruiría la casa de Shehadeh y habría daños en el edificio vacío adyacente, y de ventanas rotas en la zona y revestimientos de hojalata de las chozas hojalata saldrían volando por los aires. Habría heridos, pero no muertos. En retrospectiva, sin embargo, resulta que el edificio contiguo no estaba vacío. La ejecución por parte de las fuerzas aéreas fue perfecta, pero la falta de información relativa a la casa adyacente presentó un problema. Se mataron a seis niños en esa casa.”

 

Abraham Dichter era el Director del Servicio General de Seguridad (GSS) y reportaba directamente al Primer Ministro, Ariel Sharon. El GSS trabaja en estrecha colaboración con las Fuerzas Aéreas Israelíes (IAF) y suministra la inteligencia necesaria para llevar a cabo “asesinatos selectivos”, incluido el proponer objetivos y proporcionar información sobre el paradero de los objetivos. La aprobación final para dispararle al objetivo desde el aire viene del GSS, mientras que las IAF deciden si se puede ejecutar una orden en cuanto a las condiciones meteorológicas en el momento del ataque.

 

La participación conjunta el GSS (también denominado Agencia de Seguridad Israelí o ISA) y las IDF a los niveles más altos está confirmada en el informe del Ministerio Israelí de Asuntos Exteriores del 2 de agosto de 2002. Dicho informe admite que el bombardeo fue una empresa conjunta entre las IDF y la ISA y concluye diciendo:

 

“Las ISD y la ISA seguirán luchando contra el terrorismo y evitar ataques terroristas contra ciudadanos israelíes, a la vez que seguirán tomando todas las medidas posibles para evitar herir a civiles inocentes en los alrededores.”

 

Debido a una demanda civil presentada contra Abraham Dichter en los EE.UU. en relación con este bombardeo, el embajador de Israel en dicho país señaló en una carta enviada al Tribunal que las demandas “cuestionaba[n] acciones soberanas del Estado de Israel, aprobadas por el gobierno de Israel en defensa de sus ciudadanos de ataques terroristas.”

 

Abraham Dichter participó en la decisión de autorizar el “asesinato selectivo” de Shehadeh y tuvo parte en la planificación de la operación de utilizar una bomba de una tonelada para ejecutarlo. Como jefe del GSS no tomó las medidas adecuadas y necesarias para impedirles a sus subordinados bajo su mando llevar a cabo el bombardeo, y/o no denunció, disciplinó o castigó a sus subordinados por llevar a cabo el bombardeo.

 

Doron Almog, por último, como Comandante del Mando Sur de las IDF (responsable de toda la Franja de Gaza) y sólo un nivel por debajo del Jefe del Estado Mayor, participó en la planificación de la operación y la aprobó personalmente.

 

De la misma manera, y como en todos estos tipos de operaciones de las IDF, el comandante de las tropas en la zona designada para ser destruida habría tenido que asegurarse que todas las tropas bajo su mando estaban fuera de la zona del objetivo del bombardeo en dicho momento, por lo que no se habría llevado a cabo ésta hasta que dicho comandante se hubiera asegurado de que no había tropas de las IDF dentro de la zona del objetivo.

 

Viernes 27 de junio de 2008

SACANDO EL CARNÉ DE CONDUCIR EN RAFAH:

LO QUE HA CAMBIADO ISRAEL EN 15 AÑOS

 

Por Neve Gordon, Counterpunch / Rebelión

Traducido para Rebelión por LB

Solo necesité un instante para comprender por qué mi relato acerca de unos cuantos incidentes relativamente anodinos que se habían producido hacía años en mi instituto produjeron semejante efecto en los universitarios a los que impartí clases durante el semestre del otoño del 2006.

 

En una de mis anécdotas hacía alusión a algunos compañeros míos de clase que vivían en los asentamientos judíos del extremo norte de la Península del Sinaí. Era 1981 y al año siguiente se verían forzados a abandonar sus hogares como parte del acuerdo de paz entre Israel y Egipto; ahora bien, en ese momento, le dije a mis alumnos, la evacuación no parecía algo inminente, por lo menos para muchos adolescentes para los cuales cada año se prolonga indefinidamente. Una cuestión que sí nos preocupaba, continué, era aprender a conducir. Conté a mis alumnos cómo mis amigos de las comunidades agrícolas ubicadas en el Sinaí y en la pequeña ciudad de Yamit tomaban sus lecciones en la ciudad palestina de Rafah y fueron los primeros en obtener el carné de conducir.

 

A mis alumnos de la facultad de políticas y administración de la Universidad Ben-Gurion esta historia les pareció incomprensible. Simplemente, no podía imaginar a israelíes adolescentes tomando clases de conducción en el centro de Rafah, una población que en sus mentes no es más que un nido de terroristas plagado de túneles utilizados para el contrabando de armas procedentes de Egipto, armas que posteriormente serán utilizadas contra objetivos israelíes.

 

Aunque la diferencia de edad media entre yo y mis alumnos es tan sólo de 15 años, nuestras perspectivas son radicalmente diferentes. Cuando yo era estudiante en la escuela agrícola Eshel Hanasi, a menudo hacía auto stop para regresar de la escuela a mi casa en Beer Sheva en los taxis palestinos de la Franja de Gaza. En el contexto actual del conflicto palestino-israelí algo así es simplemente inconcebible. Los taxis de los territorios ocupados no pueden entrar en Israel, e incluso si pudieran obtener un permiso de entrada los judíos de Israel tendrían miedo de usarlos.

 

Hace dos décadas los palestinos eran parte integrante del paisaje de Israel, principalmente como obreros ínfimamente remunerados que construían casas, limpiaban calles y realizaban tareas agrícolas. Sin embargo, en los últimos años han desaparecido, literalmente. En la década de 1980 la mayoría de los israelíes y de los palestinos podían viajar libremente entre los territorios ocupados e Israel y, en muchos aspectos, se sentían seguros al hacerlo. En estos momentos los palestinos están encerrados en la Franja de Gaza y los israelíes no están autorizados a entrar en la zona. Los palestinos de Cisjordania están encerrados detrás de una barrera de separación y sólo los colonos judíos que viven se desplazan libremente entre Cisjordania e Israel.

 

En consecuencia, la mayoría de mis estudiantes nunca han hablado con palestinos de los territorios ocupados, excepto quizás como soldados durante su servicio militar. Su conocimiento de los palestinos se limita, por lo tanto, a pequeñas briznas de noticias de tres minutos de duración referidas casi siempre a ataques palestinos contra objetivos israelíes o a ataques militares israelíes contra ciudades palestinas.

 

La reacción de los estudiantes frente a mis experiencias adolescentes es, por lo tanto, comprensible, aunque pone de manifiesto una cuestión fundamental que a menudo se pasa por alto: a saber, que la ocupación israelí ha cambiado drásticamente en los últimos cuatro decenios, y en particular desde el estallido de la segunda Intifada en el año 2000. Algunos de los cambios —los más perniciosos son la actual expansión de los asentamientos y el cierre hermético de la Franja de Gaza y de Cisjordania, que en muchos sentidos han sido factores determinantes del ascenso de Hamas— se examinan con frecuencia en los medios de comunicación y son correctamente interpretados como obstáculos para la posibilidad de que los israelíes y los palestinos lleguen a un acuerdo de paz basado en la solución de dos Estados. El cambio que casi nunca se menciona es la actual falta de contacto entre los israelíes de a pie (en contraposición a los soldados y los colonos) y los palestinos.

 

El muro de separación construido en el interior de los territorios palestinos es lo que mejor simboliza este cambio. Uno de sus muchos efectos devastadores es la ruptura de prácticamente todo contacto cotidiano entre los dos pueblos. La generación más joven a ambos lados de la Línea Verde ya no ve a los “otros” como seres vivos de carne y hueso, sino como estereotipos a menudo empapados en prejuicios y suposiciones racistas.

 

La alienación entre los judíos de Israel y los palestinos sirve por tanto a los intereses de todos los que le gustaría presentar a la otra parte como un perpetuo y mortal enemigo.

 

Los efectos de este cambio no deberían subestimarse. Por decirlo rápidamente, parece que la generación (judía) más joven dentro de Israel es menos proclive que nunca a apoyar a un líder que tenga el coraje de iniciar un acuerdo de paz justo basado en la plena retirada a las fronteras de 1967, en la devolución de Jerusalén Oriental y en algún tipo de solución creativa para los refugiados palestinos.

 

Trágicamente, después de 41 años de ocupación la solución de dos Estados parece más lejana que nunca. La paz en el presente contexto, como ha argumentado convincentemente el activista pro paz israelí y ex miembro del Knesset Uri Avnery, es como franquear un abismo. No se puede hacer a pasitos cortos sino solamente dando un gran salto. Las reacciones de mis estudiantes sugieren que la distancia entre los dos pueblos está haciéndose cada día mayor.

 

Martes 24 de junio de 2008

REFUGIADOS PALESTINOS, UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD

 

Por Suhail Hani Daher Akel*, Rebelión

El exilio de los palestinos constituye una grave violación a los principios básicos de la ley internacional de los derechos humanos y un crimen contra la humanidad. Israel es el responsable.

 

La población de Palestina ocupada es de 3.8 millones de palestinos (según censo julio 2005), entre ellos casi 300 mil viven en Jerusalén ocupada. Por su parte, 1.4 millón de palestinos viven en la línea de 1948, bajo bandera israelí.

 

Se estima en más de 6 millones de desplazados y refugiados palestinos. Incluidos los refugiados palestinos de 1948, luego de la unilateral creación de Israel sobre Palestina y el robo de su tierra.

 

Las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1948, en su resolución 194, obligó a Israel el retorno de los refugiados palestinos a sus hogares. La potencia ocupante convirtió la resolución en tinta sobre papel y nunca la respeto. El mundo calló.

 

Los refugiados registrados por la UNRWA, superan los 4.5 millones de palestinos. Los no registrados desde 1948, alcanzan 1.54 millón. Luego de la guerra de ocupación israelí de 1967, 753 mil palestinos más fueron convertidos en refugiados, perdiendo sus hogares y sus tierras.

 

Según Naciones Unidas, el 20 de Junio se conmemora el “Día del Refugiado”. Después de 60 años de exilo, para los palestinos fue un día más en su largo camino de sufrimiento.

 

Con motivo de la fecha. Las estadísticas de la agencia de refugiados United Nations Relief Works Agency (UNRWA), registraron en los finales de 2007, la conmovedora cifra de 4.56 millones de refugiados palestinos. De ellos, el 41.7 por ciento vive en Jordania, el 23 por ciento en la Franja de Gaza, 16.3 por ciento en la Zona Norte de Palestina (Ribera Occidental), 9.9 por ciento en Siria y el 9.1 por ciento se encuentra en el Líbano.

 

El porcentaje de los refugiados en el territorio palestino ocupado, en el año 2006, representó el 44.6 por ciento de la población palestina. De los cuales, el 19.4 por ciento vive en la Ribera Occidental y 25.2 por ciento en la Franja de Gaza.

 

Según datos propiciados por la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS siglas en inglés), los refugiados en Palestina ocupada se caracterizan por ser una población joven. El 45.8 por ciento están por debajo de los 15 años de edad, en relación del 45.3 por ciento de los no refugiados. Mientras, el 2.8 por ciento son mayores de 65 años.

 

La terrorista sionista y luego premier israelí Golda Meir, solía decir en la década del ’70: “no les tengo miedo a los guerrilleros (fedayines) palestinos, sino al vientre de las mujeres palestinas”.

 

El grado de fertilidad de los refugiados en el territorio palestino ocupado en el 2006, fue de 5 nacimientos por mujer madre. Tasa similar, tuvo la mujer palestina refugiada en Jordania, en el 2000. En Siria, 3 en el 2003 y con más de 3 nacimientos en los campos del Líbano en 2006.

 

Más del 2.6 por ciento de los refugiados se ven afectados por discapacidad, a diferencia del 2.4 ciento de los no refugiados. Además, el 9.8 por ciento sufren enfermedades crónicas y están medicados.

 

Sobre el índice del desempleo. Los refugiados mayores de 15 años en Palestina, durante el primer trimestre de 2008, pasaron los niveles del 26.1 por ciento, comparado con el 20 por ciento de los no refugiados.

 

En el tema del analfabetismo. Los refugiados mayores de 15 años en el territorio palestino durante el primer trimestre 2007, marcó el 5.7 por ciento, frente al 6.5 por ciento de los no refugiados. El grado de analfabetismo entre los palestinos de los campos de refugiados de Jordania en el 2000, fue aproximadamente del 17.6 por ciento. En Siria, durante el 2006, superó el 16.5 por ciento y en el Líbano llegó al 25.5 por ciento.

 

Finalmente, la tasa de deserción escolar de los niños refugiados de 6 años en adelante, alcanzó el 22.6 por ciento en las escuelas palestinas durante el 2006. El 23.4 por ciento de ellos, fueron varones y 21.8 por ciento, mujeres.

 

En mi condición de refugiado palestino desde 1948, estoy apesadumbrado por la indiferencia y la falta de reacción del mundo por este flagelo.

 

(*) Ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina

 

Lunes 23 de junio de 2008

“ISRAEL NOS CASTIGA POR NEGARNOS A MORIR”, DECLARA UN PARLAMENTARIO PALESTINO

 

Por Khalid Amayreh, The Palestinian Information Center/Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Un parlamentario palestino recientemente liberado de las cárceles israelíes ha acusado a Israel de “adoptar tácticas nazis” y aplicárselas a los prisioneros palestinos. Bassem al Za’arir, de 45 años, que vive en la ciudad de Sammou, al suroeste de Hebrón, ganó un escaño en las elecciones para el Consejo Legislativo Palestino de enero de 2006.

 

Sin embargo, pocos meses después, Za’arir y docenas de parlamentarios, ministros de gabinete, alcaldes y otros funcionarios elegidos de orientación islámica fueron violentamente secuestrados por soldados israelíes como parte de un conjunto de actuaciones generalizadas contra los seguidores y simpatizantes de Hamas.

 

Israel manifestó que los secuestros eran una respuesta a la captura de un soldado del ejército ocupante israelí por parte de los combatientes palestinos por la libertad. Sin embargo, Hamas sostiene que la enemistad judía frente al Islam fue el principal motivo que impulsó esas actuaciones, que implicaron también el arresto de miles de supuestos activistas islámicos así como el cierre y confiscación de numerosas instituciones educativas y asistenciales islámicas.

 

ABSURDO SISTEMA JUDICIAL

Al-Za’arir calificó su detención de 24 meses de “inmensa experiencia traumática”.

 

“Si cualquier tribunal de cualquier lugar del mundo hubiera llevado mi caso, no habría permanecido en la cárcel ni un solo día. Pero Israel y Justicia son un escandaloso oxímoron. Y creo que los israelíes mismos son conscientes de ese escándalo”.

 

El parlamentario palestino dijo que, en un determinado momento, el fiscal del ejército israelí le confundió con otra persona y pretendió castigarle por las violaciones perpetradas por otro.

 

“No sé cómo describir el sistema judicial israelí. Imagine que querían culparme por las declaraciones hechas por Mahmoud al Zahhar (otro dirigente de Hamas de Gaza) a la cadena de televisión Al Yasira, como si yo fuera responsable de todas las palabras pronunciadas por personas y dirigentes que no le gustan a Israel”.

 

Al-Za’arir dijo que la principal razón tras la encarcelación colectiva de docenas de parlamentarios, alcaldes y ministros de gabinete fue “castigar al pueblo palestino por haber elegido a todas esas personas”.

 

“Su mensaje fue muy claro, nosotros estamos por encima de vosotros y por encima de vuestra voluntad nacional y que Israel, y sólo Israel, tenía la última palabra, y que es Israel, no el pueblo palestino, quien decide quién representa a los palestinos”.

 

Al Za’arir dijo que las acusaciones presentadas en contra de casi todos los secuestrados eran absolutamente parecidas.

 

“Me acusaron de pertenecer a una organización anti-israelí que actúa en contra de los intereses de Israel y de suponer una amenaza para la seguridad de la región en que vivimos”.

 

DESCRIBIÓ LAS ACUSACIONES COMO “PREPARADAS, IMPRECISAS Y FALSAS”.

“Cuando le dije al juez que yo participé en unas elecciones que el gobierno israelí había aprobado y que si la participación en esas elecciones iba contra la ley, Israel debía haber aclarado previamente que pensaba a arrestar a todos los que participaran en ellas”.

 

“Sin embargo, el fiscal general del ejército israelí sostuvo que el gobierno israelí tenía derecho a cambiar retrospectivamente de opinión. Entonces nos dijo que nos habían arrestado como represalia por la captura de Gilad Shalit”.

 

EXTENDIDA VIOLENCIA

Al-Za’arir definió el trato aplicado a los prisioneros palestinos de “esencialmente bestial”.

 

“Nos trataron exactamente como los nazis trataron a los judíos durante la II Guerra Mundial. Sí, no había cámaras de gas, pero la mentalidad, el rencor y la virulenta hostilidad eran las mismas. La forma en que tratan a los prisioneros palestinos está planeada para humillar, insultar, atormentar y causar tanto dolor psicológico y emocional como sea posible”.

 

Citó, como ejemplo, los registros de los prisioneros desnudos que de vez cuando llevan a cabo.

 

Señaló que incluso a Aziz Duweik, portavoz del Consejo Legislativo Palestino, le colocaron grilletes como si fuera un peligroso criminal.

 

Dweik, profesor de Planificación Urbana, formado en EE.UU., fue violentamente secuestrado de su casa en Ramalá hace casi veinte meses. Las tropas israelíes arrasaron y saquearon también su hogar.

 

“No hay justicia ni decencia ni civismo en el sistema de justicia israelí en lo que respecta a los no judíos en general y a los palestinos en particular. Sí, tratan a su propio pueblo (judíos) de acuerdo con la ley, pero el imperio de la ley termina en cuanto empiezan los derechos palestinos. Estamos fuera de la protección de la ley, nuestras vidas y derechos dependen casi completamente del humor y capricho del Shin Bet (la principal agencia de inteligencia interior de Israel).

 

Al parlamentario palestino se le castigó con la técnica de tortura del “viaje de la muerte”, por el que se hace viajar a los prisioneros cientos de kilómetros por todo Israel confinados en una cámara de metal que parece un horno y va sujeta encima de un coche.

 

“Imagine la agonía que supone estar metido hasta 24 horas en una cámara mugrienta a altas temperaturas y casi sin oxígeno. Es un auténtico calvario”.

 

Israel retiene en la actualidad a unos 12.000 prisioneros políticos y de la resistencia palestino, la mayoría sin acusaciones ni juicio.

 

Muchos de los detenidos son profesionales de alto nivel, como profesores de facultad, doctores, maestros y periodistas, que fueron arrestados por su oposición, no violenta, a la ocupación israelí.

 

En los últimos años, Israel ha venido aplicando cada vez más la denominada detención administrativa, por la cual un determinado activista político palestino y crítico de la ocupación israelí puede estar encarcelado hasta nueve años sin acusación ni juicio.

 

Lunes 23 de junio de 2008

CAMBIOS EN LA DEMOGRAFÍA PALESTINA

 

Por Iqbal Tamimi, Palestinian Think Tank/Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Desde que en 1948 se produjo la Nakba, Israel ha ido expulsando al 85% de la población palestina de su tierra. Esto ha hecho que Gaza se transforme en la zona del mundo más densamente poblada.

 

Desde la Nakba, la cifra de la población palestina se ha multiplicado por siete, a pesar de la dura situación y trágicas circunstancias en que transcurre su vida, según afirmó el Director de Estadísticas Palestinas, el Dr. Luai Shabana. En la actualidad, Israel ocupa las tres cuartas partes de Palestina y ha destruido 531 grupos de población.

 

La grave situación palestina representa una etapa oscura en la historia moderna. La población palestina fue expulsada de su patria, privada de sus tierras, casas y propiedades y obligada a buscar refugio por todo el mundo, enfrentando todo tipo de sufrimientos y tragedias.

 

NAKBA SIGNIFICA CATÁSTROFE = LIMPIEZA ÉTNICA

El término “catástrofe” se utiliza habitualmente para describir desastres naturales como terremotos, volcanes y huracanes.

 

Pero la grave situación palestina o “catástrofe” no es el resultado de ninguna causa natural, sino de un acto de limpieza étnica, destrucción y expulsión de gente desarmada de su tierra; el desplazamiento de una población con objeto de instalar a otro grupo ocupando su patria. Ese horror no sobrevino como fruto de una crueldad de la naturaleza, fue el resultado de esquemas militares inducidos y de colusión entre estados.

 

En 1948 había 1,4 millones de palestinos viviendo en 1.399 pueblos y ciudades de Palestina. 800.000 fueron expulsados y obligados a buscar un lugar donde refugiarse en los países vecinos y en otras partes del mundo.

 

Los datos documentados en la página de Internet “En memoria de Palestina” revelan que, desde la Nakba, Israel se ha apoderado de 774 pueblos y ciudades palestinas y destruido otros 531. Las fuerzas ocupantes cometieron más de 70 masacres contra los palestinos y asesinaron a más de 15.000.

 

HECHOS DEMOGRÁFICOS

La realidad demográfica actual es la siguiente: después de 60 años, la población palestina se ha multiplicado por siete.

 

La población palestina era de 1,4 millones en 1948, mientras que las estimaciones para 2008 son de 10,5 millones. Cinco millones siguen viviendo aún en Palestina, según las estadísticas de finales de 2007. Mientras, los continuos esfuerzos para importar judíos de todas las partes del mundo para albergarles en las tierras de los palestinos expulsados han logrado alcanzar los 5,5 millones, por lo que prosigue sin pausa el proceso de construcción de asentamientos para esos recién llegados en las tierras usurpadas palestinas.

 

Según estimaciones y estadísticas, los árabes palestinos y los judíos tendrán cifras de población similares en 2016.

 

Según datos de la Agencia de Ayuda al Refugiado, el número total de refugiados palestinos en Jordania, Siria, Líbano y los territorios palestinos, a finales de 2007, era de casi 4,6 millones. El 42% está en Jordania, el 10% en Siria, el 9% en el Líbano, el 16% en Cisjordania y el 23% en la Franja de Gaza.

 

Una tercera parte de los refugiados palestinos vive en 59 campos, repartidos en 10 campos en Jordania, 10 en Siria, 12 en Líbano, 19 en Cisjordania y 8 en la Franja de Gaza. El tamaño medio de la familia palestina en Jordania es de 5,1 personas, mientras que la media en Siria es de 4,1 y de 3,8 en el Líbano.

 

Estas son las cifras mínimas estimadas sólo de refugiados palestinos registrados. No se incluyen los palestinos que fueron expulsados después de 1949, o después de la ocupación de 1967. Y no incluyen a los palestinos que fueron evacuados a la fuerza de Cisjordania en 1967 tras la guerra (y que no eran refugiados de las zonas evacuadas en 1948).

 

Se estima que la cifra de residentes palestinos a los que Israel no consiguió echar a la fuerza de su patria en 1948 es de 154.000 ciudadanos. La cifra estimada en el sesenta aniversario de la Nakba reveló que esa cifra había crecido hasta convertirse en 1,2 millones (su ratio es de 103,7 hombres por cada 100 mujeres palestinas).

 

El tamaño medio de una familia palestina es de 4,7 personas. El 40,2% de la población es menor de 15 años, y el 3,2 supera los 65.

 

La densidad de población en Palestina en 1948 era de 73 personas por kilómetro cuadrado, comparado con 389 personas por kilómetro cuadrado de 2007.

 

La densidad de población total en los territorios palestinos al final de 2007 era de 625 personas por kilómetro cuadrado. En Cisjordania era de 417 personas por kilómetro cuadrado y en la Franja de Gaza había aumentado hasta 3.881 personas por kilómetro cuadrado.

 

En Israel, la densidad de población total, tanto árabes como judíos, en 2007 era de 317 personas por kilómetro cuadrado. La mayor parte de los colonos judíos están siendo ubicados en Jerusalén en un intento de transformar la ciudad en una ciudad completamente judía.

 

A finales de 2007, la cifra de asentamientos judíos en Cisjordania llegó a 144, y la de colonos a medio millón. El 54,6% viven en Jerusalén, el 42% de ellos en tierra palestina árabe robada por la fuerza tras la ocupación israelí de Cisjordania de 1967.

 

Fuentes:

* Oficina Central Palestina de Estadística

* Dr. Wael R. Ennab, Director del Programa Académico para el Estudio de las Migraciones Involuntarias

* Universidad Nacional de An Nayah, Cisjordania

* Dr. Justin McCarthy, Profesor de Historia, Universidad de Louisville, Kentucky.

 

Lunes 23 de junio de 2008

YA SON MÁS DE SEIS MILLONES LOS REFUGIADOS PALESTINOS REPARTIDOS POR TODO EL MUNDO, SEGÚN OCEP

 

Fuente: Agencia Europa Press

La Oficina Central de Estadísticas Palestina (OCEP) hizo ayer públicos los resultados de su último estudio, que asegura que el número de refugiados palestinos repartidos por el mundo supera ya los seis millones.

 

El informe, recogido por la agencia de noticias Wafa, cita fuentes de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA por sus siglas en inglés), que apuntan a que el total de refugiados registrados era de 4,56 millones a finales de 2007. De ellos, el 41,7 por ciento viven en Jordania, el 23 por ciento en la Franja de Gaza, el 16,3 por ciento en Cisjordania, el 9,9 por ciento en Siria y el 9,1 por ciento en Líbano. Además, se estima que el número de refugiados no registrados podría ser de 1,5 millones.

 

El estudio del OCEP indica que en 2006 los refugiados suponían el 44,6 por ciento de la población de los Territorios Palestinos. “Los refugiados de los Territorios Palestinos se caracterizan por su juventud. El 45,8 por ciento tienen menos de 15 años, frente al 45,3 por ciento de los no refugiados. Además, el 2,8 por ciento tiene 65 años o más, frente al 3,1 de la población no refugiada”, explica el informe.

 

El porcentaje de población menor de 15 años entre los refugiados en Jordania en 2000 es del 41,7 por ciento, del 33,1 por ciento en Siria en 2003 y del 33 por ciento en Líbano en 2006.

 

La media de hijos de las mujeres palestinas refugiadas era de 4,9 en 2006. Esta tasa es similar en Jordania (4,6) por datos de 2000, mientras que ésta es inferior en Sira (2,4) y Líbano (2,3), según los datos de 2006.

 

De media, los hogares de los Territorios Palestinos cuentan con 6,3 personas, según los datos de 2006, mientras que en Jordania, Siria y Líbano son de 5,4, 4,1 y 3,8, respectivamente.

 

También los refugiados se ven más afectados por las discapacidades y lesiones, ya que un 2,6 por ciento de los refugiados tiene algún tipo de discapacidad frente al 2,4 por ciento de los no refugiados.

 

Además, el 9,8 por ciento de los refugiados padecen alguna enfermedad crónica y reciben medicación, un porcentaje superior al 9,4 por ciento correspondiente a la población no refugiada.

 

Con respecto a la tasa de desempleo, contando a los refugiados mayores de 15 años que viven en los Territorios Palestinos, el 26,1 no tenía empleo, frente al 20 por ciento de los no refugiados.

 

Y en educación, sin embargo, el analfabetismo en los mayores de 15 años era entre los refugiados del 5,7 por ciento, frente al 6,5 de los no refugiados, según los datos del primer trimestre de 2007.

 

En Jordania, la tasa de analfabetismo era del 17,6 por ciento, según datos de 2000, mientras que en Siria el porcentaje de 2006 llegaba al 16,5 por ciento. Por último, entre los refugiados de Líbano, llegaba en 2006 al 25,5 por ciento.

 

Domingo 22 de Junio de 2008

¿ENTONCES, OBAMA?

 

 Por Juan Gelman

El periódico israelí Haaretz se refirió a la cuestión: el Instituto de Washington para políticas en el Lejano Oriente (WINEP, por sus siglas en inglés) había publicado la versión final del informe preparado por su grupo de trabajo sobre el futuro de las relaciones EE.UU.-Israel. Señala: “El título es llamativo: ‘Cómo profundizar la cooperación EE.UU.-Israel frente al desafío nuclear iraní’. Pero no menos llamativa es la lista de las personas que avalaron el informe: Tony Lake y Susan Rice, de la campaña de Obama, Vin Weber, James Woolsey del campo de McCain” (www.haaretz.com, 15-6-08). Los dos candidatos a la presidencia, el pacifista (¿o no?) demócrata y el neohalcón republicano, juntos en la fundamentación de una guerra contra Irán.

 

El WINEP es un think-tank financiado por el Comité estadounidense-israelí de asuntos políticos (AIPAC, por sus siglas en inglés), el lobby más poderoso de Washington, pro Tel Aviv, desde luego. “Hay una manera –propone Haaretz– de ponerlo en forma de titular periodístico: los asesores de Obama y de McCain están de acuerdo: EE.UU. e Israel deben considerar una acción militar preventiva contra Irán”. Que, para que no ocurra, debe abandonar su presunto programa de fabricación de armas nucleares. Esto es curioso: al finalizar el año pasado, los 16 servicios estadounidenses emitieron por consenso su Estimación Nacional de Inteligencia (NIE, por sus siglas en inglés) en la que asientan que Teherán canceló en el 2003 la pretensión de fabricar bombas nucleares y que es improbable que produzca el uranio enriquecido necesario para ello antes del 2010 o el 2015 (www.odni.gov, 3-12-07). Pareciera que esa conclusión disgustó a Obama y McCain.

 

El informe del WINEP subraya que la NIE “tuvo la no buscada consecuencia de mitigar el sentido de urgencia de la presión (sobre Irán)”. Se preocupa por Israel, al que insatisfacen la distensión y contención a la manera de la Guerra Fría, hecho que lo puede empujar a una acción independiente. Tel Aviv, por lo demás, no oculta sus intenciones. El viceprimer ministro israelí Shaul Mofaz declaró públicamente que las sanciones de la ONU a Teherán son ineficaces y que “no hay otra alternativa” que la guerra. El primer ministro Olmert se reunió con W. Bush para concertar una acción conjunta, según anticipó el periódico israelí conservador Yediot Aharonot. Y el futuro mandatario de EE.UU. –sea demócrata, sea republicano– ya está de acuerdo.

 

Durante las internas demócratas, Obama habló de negociar con Irán, pero el informe del grupo de trabajo que firmaron sus dos asesores principales pide que se inicie “un diálogo nacional” para convencer al pueblo norteamericano de que Irán es un peligro nuclear. También recomienda que cada uno de los dos candidatos nombre un par de consejeros con capacidad de decisión para integrar un foro que analizaría la aplicación de “opciones coercitivas (como un embargo a las exportaciones de petróleo de Irán o a sus importaciones de productos petroquímicos”, así como “una acción militar preventiva”. Claro que el informe no menciona que Israel posee 150 bombas atómicas, según declaró el ex presidente Jimmy Carter (www.timesonline.co.uk, 26-5-08). Para qué recordarlo.

 

Obama se opuso a la guerra contra Irak desde el primer momento y habló de la necesidad de un cambio en EE.UU. que abarcara a la política exterior. Pero lo primero que hizo al día siguiente de ganar las internas fue presentarse ante una asamblea del AIPAC, amenazar a Irán, proclamar “Jerusalén indivisa, capital de Israel para toda la eternidad” –una muletilla que hasta los neoconservadores han retirado de circulación–, pedir 30 mil millones de dólares adicionales de ayuda militar a Tel Aviv y culpar solapadamente a los palestinos del congelamiento del proceso de paz callando que hace 40 años que las tropas israelíes ocupan los territorios destinados por la ONU a la creación de un Estado palestino. Los silencios de Obama son más elocuentes que él.

 

El Partido Demócrata basó su prédica en la retirada de los efectivos de Irak durante las elecciones intermedias del 2007 y así logró un tenue control en la Cámara de Representantes y el Senado. Nunca pudo imponer cláusulas vinculadas con el regreso a casa de las tropas a la asignación de sumas enormes para la ocupación de Irak y Afganistán. El Pentágono presiona: ahora exige que antes del 4 de julio que viene el Congreso apruebe una nueva partida de 165.000 millones de dólares para financiar las dos guerras. Los demócratas están dispuestos a votarla sin condiciones ya. Se habrán cansado.

 

Jueves 19 de junio de 2008

PREMIAR AL AGRESOR

 

Por Meir Margalit*, Rebelión

La iniciativa Europea que está por aprobarse próximamente, de elevar el nivel de cooperación entre Israel y la Unión Europea, es una bofetada a la paz y a la justicia.

 

Aquellos estadistas europeos que suponen que elevando el nivel de cooperación con Israel, le hacen a ella un favor, están muy equivocados. Dicho reconocimiento se percibe en Israel como una aprobación implícita de su política militarista, y por ende apuntala aun más la ocupación. La actitud europea no sólo no es ética, sino contraproducente para el propio Israel. Si la UE realmente apoyara a Israel, tendría que presionarla hasta que finalice la ocupación militar de los territorios palestinos. Esto es lo mejor que le podría pasar a Israel, ya que más allá de los estragos que provoca al pueblo palestino, la ocupación esta desgarrándola por dentro y terminara aniquilándolo. Israel está dotado de un mecanismo de auto-destrucción que funciona a partir de la ocupación de los territorios árabes durante la guerra de los 6 días en junio del 67, y desde entonces, el Estado de Israel va de mal en peor. Si Europa quisiera realmente salvar a Israel de sí mismo, tendría que desactivar ese mecanismo fatal, poniéndole en claro que la comunidad internacional no aceptara la violación masiva de derechos humanos que Israel esta perpetuando en los territorios ocupados.

 

Se trata por sobre todo de una actitud ética y moral, ya que aquel que recompensa al agresor se transforma en cómplice de sus agresiones. Más allá de lo ético, dicha iniciativa contradice sus propias reglamentaciones, que estipulan claramente, que cada Estado que firma acuerdos con la Unión Europea se compromete a respetar los derechos humanos. Israel no cumple con tales reglamentaciones y se ha convertido en una gran maquinaria de violación de derechos humanos. ¿Por qué, entonces, abrirle nuevas puertas y optimizar la relación con Israel en lugar de inducirla a acabar con estas descaradas violaciones?

 

Este tipo de respaldo es el abono con el que florece la ocupación. Israel oprime y Europa respalda al opresor. Esto constituye una falta de vergüenza, y de honestidad. Europa, que ya hace casi un siglo ha abandonado sus manías imperialistas, no puede apoyar a un Estado que todavía esta incrustado en su fase imperialista y expansionista. Europa, que ha implantado un código inmutable de respeto por los derechos humanos para con sus países no puede eximir a Israel de ese código. El mensaje que Europa transmite es doble y desconcertante. Por un lado la UE apoya a movimientos pacifistas israelíes a través de millones de euros invertidos en planes de apoyo a la paz, y por otro lado, refuerza la línea dura y la ocupación. Con una mano, acaricia a los activistas pacifistas que luchan contra la ocupación, con la otra apoya la política agresiva del gobierno responsable de aquella ocupación. En español esto se denomina- hipocresía! En nombre de todos aquellos israelíes que luchamos por la paz y la justicia, me tomo el permiso de hacer una propuesta a la Unión Europea- dejen de financiar a nuestras organizaciones y paralelamente dejen de apoyar al Estado de Israel. Si así lo hicieran, ustedes ahorrarían dinero mientras que nosotros ahorraríamos el sufrimiento que este conflicto produce a miles de palestinos e israelíes.

 

Por apego a mi país, le ruego a España que no apruebe dicho convenio. Lo mejor que Europa puede hacer por Israel es presionarlo hasta que cambie la política que está implementando en el Oriente Próximo. Más allá de intereses económicos o de presiones estadounidenses, Europa debe ser leal a sus principios y tomar una decisión ética que no premie a Israel por su conducta descarada, sino que le ayude a salir del pantano en el que está estancada.

 

Jerusalén, 16 de junio de 2008

 

* Meir Margalit pertenece al Israelí Committee Against Mouse Demolitions.

 

Jueves 19 de junio de 2008

¿EL PRIMER PASO HACIA UNA PAZ DURADERA?: UNA DISCULPA

 

Por Uri Avnery, Counterpunch/Rebelión

Traducido para Rebelión por LB.

Esta semana el Primer Ministro de Canadá ha realizado en el Parlamento una declaración dramática: ha pedido perdón a los pueblos indígenas de su país por las injusticias que durante generaciones cometieron contra ellos los sucesivos gobiernos de Canadá.

 

De esta manera, la Canadá blanca trata de hacer la paz con las naciones nativas, cuyo país conquistaron sus antepasados y cuya cultura los gobernantes blancos han tratado de extirpar.

 

Pedir perdón por los errores del pasado se ha convertido en parte de la moderna cultura política.

 

Una cosa así nunca es fácil. Los cínicos podrían decir: paparruchas. Sólo son palabras. Y las palabras, después de todo, son mercancía barata. Sin embargo, esos actos tienen en realidad un profundo significado. A un ser humano —y no digamos a una nación entera— siempre le resulta difícil admitir las iniquidades y atrocidades que ha cometido. Tal reconocimiento implica rescribir la narrativa histórica que constituye la base de su cohesión nacional. Requiere un cambio drástico en los libros escolares y en la perspectiva nacional. En general, los gobiernos suelen ser contrarios a tales iniciativas debido a la presión que ejercen en todos los países los demagogos nacionalistas y de los mercachifles del odio.

 

El Presidente de Francia ha pedido disculpas en nombre de su pueblo por las fechorías del régimen de Vichy, que entregó a judíos a los exterminadores nazis. El Gobierno checo ha pedido disculpas a los alemanes por la expulsión en masa de la población alemana al final de la Segunda Guerra Mundial. Alemania, por supuesto, ha pedido disculpas a los judíos por los crímenes del Holocausto. Recientemente, el gobierno de Australia ha pedido perdón a los aborígenes. E incluso en Israel se hizo un débil esfuerzo para curar una grave herida interna cuando Ehud Barak pidió perdón a los judíos orientales por la discriminación que han sufrido durante muchos años.

 

Pero nos enfrentamos con un problema mucho más difícil y complejo relacionado con las raíces mismas de nuestra existencia nacional en Israel.

 

Creo que la paz entre nosotros y el pueblo palestino —una paz real, basada en una conciliación real— debe comenzar con una disculpa.

 

En mi mente me imagino al Presidente del Estado o al Primer Ministro dirigiéndose a una sesión extraordinaria de la Knesset y pronunciando un discurso histórico del siguiente tenor:

 

“Señora presidenta, Honorable Knesset,

 

En nombre del Estado de Israel y de todos sus ciudadanos me dirijo hoy a los hijos e hijas del pueblo palestino, dondequiera que se encuentren.

 

Reconocemos haber cometido contra ustedes una injusticia histórica y les pedimos humildemente perdón.

 

Cuando el movimiento sionista decidió establecer un hogar nacional en este país al que nosotros llamamos Eretz Yisrael y ustedes Filastin, no tenía ninguna intención de construir nuestro Estado sobre las ruinas de otro pueblo. De hecho, casi nadie en el movimiento sionista había puesto sus pies en este país antes del primer Congreso Sionista de 1897, ni tenía la más remota idea de cuál era la situación real aquí.

 

El ardiente deseo de los padres fundadores de este movimiento era salvar a los judíos de Europa, donde se estaban arremolinando en aquel tiempo los ominosos nubarrones del odio antijudío. En Europa oriental los pogromos se sucedían con virulencia y en toda Europa se advertían indicios del proceso que eventualmente habría de conducir al terrible Holocausto en el que perecieron seis millones de judíos.

 

A ese propósito básico se sumaba la profunda devoción que los judíos han profesado a lo largo de generaciones al país en el que se escribió la Biblia, el texto que define a nuestro pueblo, así como a la ciudad de Jerusalén, hacia la cual los judíos han orientado sus plegarias durante milenios.

 

Los fundadores sionistas que vinieron a este país eran pioneros que portaban en sus corazones los más nobles ideales. Creían en la liberación nacional, en la libertad, en la justicia y en la igualdad. Nos sentimos orgullosos de ellos. Desde luego, no soñaban con perpetrar una injusticia de dimensiones históricas.

 

Todo esto no justifica lo que sucedió después. La creación del hogar nacional judío en este país ha supuesto una profunda injusticia para ustedes, el pueblo que vivía aquí desde hacía generaciones.

 

No podemos seguir ignorando el hecho de que en la guerra de 1948 —que para nosotros es la Guerra de la Independencia y para ustedes la Nakba— unos 750.000 palestinos se vieron obligados a abandonar sus tierras y hogares. Por lo que respecta a las circunstancias precisas de esta tragedia, propongo la creación de una “Comisión de la Verdad y la Reconciliación” integrada por expertos de ambos lados cuyas conclusiones serán incorporadas a los libros escolares, tanto a los suyos como a los nuestros.

 

No podemos seguir ignorando el hecho de que durante 60 años de conflicto y guerra se les ha impedido realizar su derecho natural a la independencia en su propio Estado nacional libre, un derecho confirmado por la Asamblea General de Naciones Unidas en aquella resolución del 29 de noviembre de 1947 que constituyó la base jurídica para el establecimiento del Estado de Israel.

 

Por todo ello, les debemos una disculpa, y quiero expresarla con todo mi corazón.

 

La Biblia nos dice: “Quien encubre sus pecados no prosperará, mas quien los confiesa y los abandona alcanzará misericordia” (Proverbios, 28, 13). Es evidente que la confesión no es suficiente. Tenemos también que abandonar los agravios que hemos causado en el pasado.

 

Es imposible hacer volver atrás la rueda de la historia y restablecer la situación que existía en el país en 1947, del mismo modo que ni Canadá ni los Estados Unidos pueden retrotraerse 200 años. Debemos construir nuestro futuro juntos a partir del deseo común de avanzar, de sanar lo que pueda ser curado y de reparar lo que pueda ser reparado sin infligir nuevas heridas, sin cometer nuevas injusticias y sin causar más tragedias humanas.

 

Les ruego que acepten nuestras disculpas con el mismo espíritu con el que se las ofrecemos. Pongámonos a trabajar juntos para una solución justa, viable y práctica de nuestro secular conflicto, una solución que no puede satisfacer todas las justas aspiraciones ni enderezar todos los agravios, pero que permitirá que nuestros pueblos vivan su vida en libertad, paz y prosperidad.

 

Esta solución es evidente para todos. Todos sabemos en qué consiste. Ha surgido de nuestras dolorosas experiencias, moldeada a golpes por las lecciones que hemos extraído de nuestros sufrimientos, cristalizada por los esfuerzos de nuestras mejores mentes, tanto de las suyas como de las nuestras.

 

Esta solución significa, simplemente, que ustedes tienen los mismos derechos que nosotros y que nosotros tenemos los mismos derechos que ustedes: derecho a vivir en un Estado propio, bajo nuestra propia bandera, regidos por leyes promulgadas por nosotros, gobernados por un gobierno libremente elegido por nosotros mismos, en la esperanza de que sea un Gobierno bueno.

 

Uno de los mandamientos fundamentales de nuestra religión —como de la suya y como la de todos los demás— fue formulado hace 2000 años por el rabino Hillel: No hagas a otros aquello que no deseas que otros te hagan a ti.

 

En la práctica, eso significa lo siguiente: su derecho a establecer de inmediato el Estado libre y soberano de Palestina en todos los territorios ocupados por Israel en 1967 y el reconocimiento inmediato del Estado de Palestina como miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas.

 

Las fronteras del 4 de junio de 1967 serán restauradas. Confío en que a través de negociaciones libres podamos ponernos de acuerdo en torno a un mínimo de intercambios territoriales que sean beneficiosos para ambas partes.

 

Jerusalén, tan cara a todos nosotros, debe ser la capital de ambos Estados: Jerusalén Oeste, incluido el Muro Occidental, será la capital de Israel, y Jerusalén Oriental, incluyendo Al-Haram al-Sharif, que nosotros llamamos el Monte del Templo, será la capital de Palestina. Lo que es árabe será de ustedes y lo que es judío será nuestro. Pongámonos a trabajar juntos para mantener la ciudad como una realidad viva, abierta y unida.

 

Evacuaremos los asentamientos israelíes, que han sido fuente de tanto sufrimiento y tantas iniquidades para ustedes, y nos llevaremos a los colonos a casa, con excepción de aquellas pequeñas áreas que se unirán a Israel en el marco de los canjes territoriales que libremente acordemos. También desmantelaremos toda la parafernalia de la ocupación, tanto física como institucional.

 

Debemos abordar con corazón abierto, compasión y sentido común la tarea de hallar una solución justa y viable para la terrible tragedia de los refugiados y de sus descendientes. A cada familia de refugiados debe permitírsele elegir libremente entre diferentes soluciones: la repatriación y el reasentamiento en el Estado de Palestina con generosas ayudas; permanecer donde están; o emigrar a cualquier país de su elección, también con generosas ayudas. Y, sí: también ha de reconocérseles la posibilidad de regresar al territorio de Israel en un número aceptable consensuado con nosotros. Los propios refugiados deben ser un socio de pleno derecho en todos nuestros esfuerzos.

 

Confío en que nuestros dos Estados —Israel y Palestina—, viviendo uno al lado del otro en este amado pero pequeño país, rápidamente se equipararán en los ámbitos humano, social, económico, tecnológico y cultural, creando una relación que no sólo garantizará nuestra seguridad, sino también el rápido desarrollo y la prosperidad para todos.

 

Juntos trabajaremos por la paz y prosperidad en toda nuestra región sobre la base del mantenimiento de estrechas relaciones con todos los países de la zona.

 

Comprometidos con la paz y decididos a crear un futuro mejor para nuestros hijos y nietos, pongámonos de pie e inclinemos la cabeza en recuerdo de las innumerables víctimas —judías y árabes, israelíes y palestinas— de este conflicto nuestro que ya ha durado demasiado tiempo”.

 

Un discurso así es, a mi juicio, absolutamente necesario para abrir un nuevo capítulo en la historia de este país.

 

Tras pasar varias décadas reuniéndome con palestinos de toda condición he llegado a la conclusión de que los aspectos emocionales del conflicto no son menos —sino tal vez incluso más— importantes que los políticos. Un profundo sentimiento de injusticia impregna las mentes y acciones de todos los palestinos. Sentimientos de culpabilidad inconscientes o semiconscientes perturban el alma de los israelíes, alimentando en ellos una profunda convicción de que los árabes nunca harán la paz con Israel.

 

No sé cuándo un discurso así será posible. Depende de muchos factores imponderables. Pero sí sé que sin un discurso así los simples acuerdos de paz alcanzados mediante regateos entre diplomáticos no serán suficientes. Como demostraron los acuerdos de Oslo, construir una isla artificial en medio de un piélago de tormentosas emociones simplemente no sirve para nada.

 

Las excusas públicas presentadas por el Primer Ministro canadiense no son lo único que podemos aprender de ese país de América del Norte.

 

Hace 43 años, el gobierno canadiense adoptó una medida extraordinaria con el fin de hacer la paz entre la mayoría anglófona y la minoría francófona de sus ciudadanos. La relación entre esas dos comunidades ha sido una herida abierta desde el día en que los británicos conquistaron Canadá unos 250 años atrás. Se decidió sustituir la bandera nacional de Canadá, que se basaba en la británica “Union Jack”, por una nueva bandera nacional que exhibía la hoja de arce.

 

En aquella ocasión el Presidente del Senado dijo: “La bandera es el símbolo de la unidad de la nación, ya que, más allá de toda duda, ella representa a todos los ciudadanos de Canadá, sin distinción de raza, idioma, credo u opinión”.

 

De eso también podemos aprender algo.

 

Jueves 19 de junio de 2008

GAZA CON EXPECTATIVAS DIVERSAS

 

Por Matías Zibell, BBC Mundo

Las primeras horas de la tregua entre Hamas e Israel han encontrado a los palestinos de la Franja de Gaza entre cautelosos y esperanzados y han dividido a ese millón y medio de personas entre pesimistas y optimistas.

 

Khalil Zakariya se ubica en el bando de los pesimistas. Para él la tregua durará “unas horas, ni siquiera unos días”.

 

Su compatriota Jawad Ebeid es un poco menos negativo. Él cree que como otros períodos de calma en el pasado, éste se extenderá por una semana, pero ni siquiera eso lo contenta.

 

“La calma que nosotros queremos no debe servir sólo para la reapertura de las fronteras. Ellos (los israelíes) han convertido a Jerusalén en una ciudad judía, tomaron el control de Cisjordania y devastaron Gaza, y aquí estamos, ¿desesperados buscando un poco de paz para que se abran los pasos fronterizos? No necesitamos esta reapertura”, dijo a la BBC.

 

Pero Zienab Qassim no coincide con Jawad. “A mí como estudiante este acuerdo me da la oportunidad de moverme libremente dentro y fuera de Gaza. Yo estoy feliz”.

 

Aunque la reapertura de los pasos fronterizos aún no ha tenido lugar, Mohammed Salman también rescata motivos para celebrar. “Yo soy un hombre de negocios; tengo una fábrica que en este último año apenas ha trabajado, yo espero que la tregua entre palestinos e israelíes dure para siempre”.

 

EL DESVÍO DEL PAN

“La gente básicamente está esperando los resultados de la tregua en el terreno”, dijo por teléfono desde la ciudad de Gaza el periodista palestino Osama Damo a BBC Mundo.

 

“Muchos han llamado esta mañana a las estaciones de gasolina para averiguar si el combustible ya llegó. Las conversaciones en las oficinas tienen como tema central qué puntos del acuerdo han sido aplicados. Pero hasta el momento no ha ocurrido nada significativo en la vida cotidiana de las personas”, informó Damo.

 

Según el periodista palestino, más allá del pesimismo u optimismo general, la gente de Gaza tenía necesidad de esta tregua para sentir que podía vivir una vida normal.

 

Así lo confirmó a la BBC otro habitante de la Franja, Rami Abu-Dand, quien manifestó su esperanza de que el acuerdo “ayude a la gente a romper el aislamiento que le han impuesto y resuelva esta crisis”.

 

Pero no todos tienen la misma esperanza o la misma desconfianza. Algunos como Abu al-Abed creen que no se debió pactar “con el enemigo”.

 

“No al cese al fuego, no a la rendición y no a una solución pacífica con Israel, porque Israel sólo coopera cuando uno usa la fuerza contra ellos”, opinó este palestino.

 

Miércoles 18 de junio de 2008

UN VALLE ASEDIADO POR LOS ASENTAMIENTOS:

LAS EXPROPIACIONES CONTINÚAN EN CISJORDANIA.

 

Por Eugenio García Gascón, Público.es - España

Encajonado entre dos colinas y discurriendo por un valle muy estrecho pero fértil está Wadi Fuqqin, un pequeño y elástico pueblo palestino de Cisjordania que se estira todo lo que puede por las laderas, evitando ocupar las huertas de abajo, donde se cultivan berenjenas, pepinos, cebolletas y calabacines.

 

En estos días, los vecinos de Wadi Fuqqin recolectan las verduras, aunque el campo sólo da trabajo a una pequeña parte de sus 1.200 habitantes. El resto tiene que buscar empleo en la cercana Belén o incluso en los asentamientos judíos que hay en la zona, donde los palestinos generalmente construyen las viviendas que luego ocupan los colonos.

 

En lo alto de la ladera oeste está Tzur Hadasa. A primera vista aparenta ser un asentamiento judío, pero en realidad no lo es, ya que se encuentra del otro lado de la línea verde, la frontera entre Israel y Cisjordania desde 1948 hasta 1967.

 

VIVIENDAS DE JÓVENES

Aunque está dentro de Israel, en el límite de Cisjordania, en Tzur Hadasa los precios de las viviendas son muy competitivos y esto hace que una parte importante de la población joven de Jerusalén, que está 10 kilómetros al norte, venga a vivir aquí.

 

En la montaña este, también a la vista de Wadi Fuqqin, se encuentra Betar Ilit, un asentamiento en toda regla integrado por familias judías ultraortodoxas, que se asienta en tierras confiscadas a Wadi Fuqqin y a poblaciones de otras dos aldeas palestinas.


 

Fundado en 1985, Betar Ilit cuenta hoy con cerca de 35.000 habitantes y sigue expandiéndose por las colinas que Israel continúa confiscando en la zona, hasta el punto de que en la actualidad es la localidad israelí con el crecimiento de población más rápido, teniendo en cuenta tanto las ciudades israelíes como los asentamientos de los territorios ocupados.

 

También es la localidad con el mayor índice de natalidad. Se estima que la población alcanzará las 100.000 personas en 2010. “Continuamente tenemos problemas con los colonos”, dice Ibrahim Sukkar, de 52 años, mientras toma una taza de café turco en la terraza de su casa, en la ladera este de Wadi Fuqqin.

 

“Antes, los colonos bajaban de la montaña y se acercaban hasta la alberca del pueblo, una alberca que llena un pequeño manantial y que es el agua que utilizamos para regar las huertas y beber. Los colonos bajaban y se bañaban en la alberca. Decían: ‘Esta agua es santa porque aquí vivió el rey David”, relata.

 

“Ahora los colonos siguen bajando a la alberca, pero ya no se bañan. En lugar de ello, arrojan basura y animales muertos al agua para envenenarla. El resultado es que ya no podemos usar el agua para beber. Sólo para regar la huerta”, explica.

 

Ibrahim saca una abultada carpeta, la extiende sobre la mesa, y extrae un gran número de documentos escritos en hebreo y en árabe. Son órdenes de expropiación. Desde 1985, Israel ha expropiado grandes extensiones de Wadi Fuqqin. Las expropiaciones continúan a día de hoy.

 

“Hace unos años, contratamos a un abogado de Al-Haq -una organización de abogados que ayuda a los palestinos-, pero no sirvió de mucho. Las expropiaciones continuaron. El abogado nos contó la respuesta que recibió de los israelíes: ‘Esto no tiene nada que ver con el derecho a la propiedad, sino con la política”.

 

En 1948, cuando se creó Israel, Wadi Fuqqin tenía un territorio de 9.000 dunam-medida de superficie turca equivalente a 1.000 metros cuadrados-, es decir, 900 hectáreas. Tras las sucesivas expropiaciones ha pasado a tener sólo 1.500 dunam, equivalente a 150 hectáreas.

 

OTRO MURO

“Ahora los israelíes dicen que van a construir un muro que aísle completamente Wadi Fuqqin, un muro parecido al de Qalquiliya”, dice en referencia al muro de hormigón armado de ocho metros de altura que se está construyendo en Cisjordania, con 638 kilómetros previstos. “Rodeará todo el pueblo y sólo dejará una salida”, concluye Ibrahim.

 

Martes 17 de junio de 2008

PESCADORES DE GAZA EN LA RED ISRAELÍ

 

Por Nora Barrows-Friedman, IPS Noticias - Uruguay

Cuando el sol cae sobre el mar Mediterráneo, los pescadores de Gaza parten en sus barcos para recoger las redes con las capturas del día: caballa, sardinas y salmonetes, que se venden en los mercados callejeros. Pero bajo la presión militar israelí se hace cada vez más dificultoso para ellos ganarse la vida.

 

El bloqueo impuesto por Israel en junio de 2007, con el objetivo de aislar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que el año pasado tomó por las armas el control del territorio luego de haber triunfado en las elecciones parlamentarias de 2006, derivó en una severa escasez de combustible y en el colapso prácticamente total de la infraestructura económica.

 

Las fábricas se vieron forzadas a cerrar y las exportaciones cesaron a causa del bloqueo. El suministro de electricidad en Gaza es intermitente y las plantas de tratamiento de residuos cloacales debieron reducir su actividad o directamente abandonarla.

 

En consecuencia, millones de litros de desechos sin tratar son arrojados al mar, creando serios riesgos sanitarios en un momento en el que los hospitales sufren de falta de medicinas y equipos a causa del bloqueo israelí.

 

La escasez de combustible se agravó en los últimos meses y ahora los palestinos usan el aceite en el que cocinaron el tradicional falafel -croquetas de porotos y habas- o gas licuado, normalmente empleado en las cocinas, en sus automóviles, generadores y motores eléctricos.

 

Ya casi no se ven automóviles en las calles de Gaza, que solían estar atiborradas de ellos. Para quienes pueden comprar gasolina las colas son largas y el gobierno de Hamas impone un estricto racionamiento.

 

Los efectos devastadores del bloqueo económico se sienten en todos los sectores y el pesquero no es la excepción.

 

Mohammed Matar, un pescador que vive en el campamento de refugiados de Nuseirat, no tiene combustible para el pequeño motor de su barco. Es muy dificultoso encontrar repuestos y hasta resulta casi imposible conseguir redes a un precio razonable en Gaza.

 

Matar enfrenta serios problemas para mantener a su familia, agravados por las severas restricciones impuestas por Israel. Los barcos de los pescadores son hostigados por buques y helicópteros de ataque israelíes si se alejan más de 12 kilómetros de la costa.

 

“Vengo todas las madrugadas a las 2.30 para salir con mi barco a recoger las redes, con la esperanza de que estén repletas de pescado. Vuelvo a arrojarlas por la tarde, a las 17.30 y otra vez a las 22.30. Es una vida dura. Todo depende del clima y de los israelíes, que a veces prohíben que los pescadores salgan al mar”, relató a IPS.

 

“Forma parte de su política en Gaza y mencionan 'razones de seguridad' como excusa. Si nos permitieran salir a aguas internacionales, podríamos pescar atún, róbalo y otras especies grandes, lo que sería muy lucrativo para nosotros”, señaló Matar.

 

La industria pesquera de Gaza generaba casi 10 millones de dólares anuales antes de la imposición del bloqueo. Ahora se está hundiendo.

 

La médica y activista por los derechos humanos Mona al-Farra, de la Media Luna Roja palestina, dijo a IPS que la economía de Gaza ha estado históricamente centrada en torno de la actividad pesquera.

 

“Eso es parte del pasado. Si los pescadores necesitan redes, o repuestos, o si los motores deben ser arreglados, ¿qué pueden hacer? Con el bloqueo no se permite el ingreso de ningún tipo de mercaderías. En estos días es casi imposible ganarse la vida. La política israelí afecta directamente a 8.000 pescadores y, en total, a 40.000 personas, contando a las familias que dependen de esta industria”, agregó.

 

En Gaza viven 1,5 millones de palestinos, condenados a un desastre humanitario, dijo al-Farra. Israel, agregó, sólo permite el paso del mínimo imprescindible de combustible y suministros, para entonces comenzar una nueva ola de restricciones.

 

“La psicología de las personas ha cambiado muchísimo. Es desmoralizante para los pescadores no poder realizar su actividad”, señaló al-Farra.

 

“Ayudamos a Matar a comprar un nuevo barco y suministros, pero resulta caro. Quiero ayudar a todos los ciudadanos de Gaza a trabajar independientemente y no depender de la ayuda del exterior. Si sólo cuentan con eso es completamente desmoralizante. Este es uno de los objetivos de Israel: hacer que los palestinos dependan de las migajas que les otorgan”, aseguró.

 

A pesar de las condiciones adversas, Matar explicó a IPS por qué continúa con su actividad día tras día. “A veces nos encontramos con delfines en el mar. Ellos vienen y juegan con nosotros. No son un peligro. Amo sentarme en la plaza y mirar las olas. El mar me enseña a ser paciente”, afirmó.

 

Lunes 16 de junio de 2008

LEILA KHALED, LÍDER DEL FRENTE POPULAR POR LA LIBERACIÓN DE PALESTINA (FPLP): “TERRORISMO ES LA OCUPACIÓN”

 

Por Vieiros.com / Rebelión

Entre 1969 y 1970, con algo más de veinte años, participó en el secuestro de dos aviones de pasajeros. En la actualidad sigue luchando por una Palestina libre. Leila Khaled, presidenta de la Unión General de Mujeres Palestinas, miembro del Consejo Nacional Palestino, miembro del Buró Político del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) e historia viva de la resistencia visito Galiza el pasado mes de abril invitada por la asociación Galiza por Palestina.

 

¿Es usted una terrorista?

 

- Las instituciones, gobiernos y países que están en contra de la paz siempre consideraron la resistencia como un acto terrorista, pero en realidad la ocupación es el terrorismo. Por lo tanto, la base del terrorismo en el mundo es Estados Unidos e Israel. Yo me considero parte del pueblo palestino que resiste a la ocupación, y la resistencia es un derecho que tiene cualquier pueblo ocupado.

 

¿Qué es el terrorismo?

 

- El terrorismo se define con la ocupación y con las instituciones que ocupan territorios por la fuerza militar. Detener a la gente sólo por poseer una ideología distinta también se define como terrorismo. Como también lo es la destrucción de casas y de árboles en Palestina y apoderarse del agua. Todas esas formas de actuar que violan los derechos del pueblo palestino son terrorismo.

 

Durante los años cuarenta, la violencia golpeaba Palestina, debido a la actividad de grupos armados judíos como Irgun (Etzel). El 22 de julio de 1946, un centenar de personas mueren en el Hotel King David de Jerusalén tras una acción de este grupo -liderado por Menachem Bejín, que luego sería primer ministro de Israel y Premio Novel de la Paz. En este sentido, en el documental /Leila Khaled Hijacker/, de Lina Makboul, se hace una reflexión: “¿Es correcto ser terrorista? Siempre y cuando ganes...”

 

- Nunca aceptamos el terrorismo. Lo que sí se acepta es la resistencia; así lo reconoce todo el mundo. Incluso en la constitución de la ONU hay un artículo que reconoce a los pueblos ocupados el derecho a resistir incluso con las armas. Estados Unidos cambió el concepto de terrorismo acusando a pueblos como el de Irak, Líbano, Palestina, Afganistán de ser terroristas, simplemente por resistir ante la ocupación.

 

¿Por qué tras la guerra de los Seis Días, con 25 años, decide formar parte de la FPLP y tomar las armas? (En 1969 secuestró el vuelo TWA 840 Roma-Atenas y lo desvió a Damasco; en 1970, participó en el secuestro múltiple de cuatro aviones, en relación con el Septiembre Negro, y fue detenida -su compañero Patricio Argüello murió- y liberada 28 días después en un intercambio de prisioneros).

 

- Simplemente por el hecho de haber una ocupación y por ser una refugiada al igual que otros ocho millones que se encuentran fuera de Palestina.

 

¿Cómo evolucionó la relación de los palestinos con Jordania, tras los acontecimientos del Septiembre Negro, en 1970, y con el Líbano, tras los combates en el campo de refugiados de Nahr Al Bared, en 2007?

 

- En el año 1948 muchísimos palestinos huyeron (tras el fin del mandato británico y con el inicio de la Guerra de Palestina, el llamado /Nakba/ o Desastre) a refugiarse a Jordania, Líbano y Siria, viviendo en campos de refugiados. Pero tras varios años, empezaron a vivir en ciudades. En 1951, Jordania incluye a Cisjordania dentro de su territorio, por lo que los palestinos allí residentes se convierten en ciudadanos jordanos. Los palestinos en Jordania representan más del 75% de la población.

 

Por otro lado, en el Líbano hay palestinos que viven en las ciudades y los hay que viven en los campos de refugiados, pero a estos les está prohibido trabajar en el país. Esto dificulta mucho su vida y facilita su expulsión. Muchos jóvenes palestinos se vieron obligados a ir a trabajar a países del Golfo (Pérsico) para poder alimentar a sus familias. No obstante, hubo siempre una unión entre palestinos y libaneses para enfrentarse a la ocupación y a los ataques de Israel.

 

¿Cómo describiría la situación de los refugiados, en especial el de las mujeres?

 

- Hay dos tipos de refugiados: los que viven en la propia Palestina y los que viven fuera, en Jordania, Siria, .... La situación de cada refugiado depende del país. En Jordania son ciudadanos con los mismos derechos. En Siria también, pero no pueden trabajar en el gobierno ni votar y tampoco pueden solicitar la nacionalidad; cuentan con un documento identificativo especial. En el Líbano, como ya dije, no tienen derecho a trabajar, así que la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo) les ofrece puestos de profesores. La mujer sufre la ocupación por igual, pero si estamos hablando de que un hombre no puede encontrar trabajo, eso ya sería totalmente imposible para una mujer.

 

¿Qué política aplica Israel en relación con los campos de refugiados?

 

- Israel intenta eliminarlos. También aquellos que están fuera de Palestina. En 1982 cometió una matanza horrible en el Líbano, en los campos de Sabra y Shatila. Los refugiados palestinos sufren continuos ataques. Las condiciones de vida son pésimas... las condiciones sanitarias son muy malas.

 

La tasa de desempleo en Gaza y Cisjordania, según datos de 2001 de la Iniciativa Palestina para la Promoción del Diálogo y la Democracia Global (MIFTAH), ascendía al 57%. Esto incluye no sólo a los que perdieron sus empleos en Israel, sino también a los que no pueden salir a trabajar por culpa del bloqueo de las carreteras...

 

El motivo de que esta tasa sea tan alta es que la industria en Palestina no está asentada. Las últimas estadísticas señalan que el paro alcanza el 80% en Gaza y el 45% en Cisjordania. La mayoría de los palestinos dependen de la agricultura; plantan principalmente olivos, almendros, naranjos y también verduras. Pero la situación impide que puedan comercializar estos productos fuera de Gaza, porque está rodeada y nadie puede salir de allí. En Cisjordania tienen menos dificultades. Por otra parte, el gobierno israelí confiscó y continúa confiscando tierras, muchas para construir sus colonias y asentarse.

 

Dejando a un lado la política, ¿cuál es la actitud de la Unión Europea hacia Palestina en el campo económico?

 

- La mejor ayuda que puede aportar la UE a los palestinos, además de la económica, es la política. Sin embargo, tal y como se vio en 2006, cuando Hamas ganó las elecciones, la UE cerro el grifo. Aportan dinero al gobierno palestino según sea su comportamiento político. Además, cualquier ayuda tiene que pasar por el control de los EUA. La UE está muy influenciada por los EUA.

 

El pasado 29 de noviembre, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, advertía en una entrevista en el diario /Haaretz/: “O se establecen dos estados, o Israel desaparecerá”. Comparaba la situación con Sudáfrica, cuando la mayoría negra consiguió pasar por encima del /Apartheid/. ¿Es la demografía el arma más poderosa de los palestinos?

 

- No he oído hablar de esa noticia, pero lo que sí te puedo decir es que Israel siempre va a permanecer allí por motivos militares, económicos... Es una reacción muy natural por parte de los palestinos tener hijos al ver que cada día se están muriendo. Además, tradicionalmente les gusta tener muchos miembros en la familia. Normalmente, alrededor de siete y en otros casos, doce o trece.

 

El FPLP ha solicitado a la comunidad internacional que rompa los acuerdos económicos con el gobierno del Estado de Israel, concretamente piden “un boicot a los productos israelíes, así como la anulación de los acuerdos militares”...

 

- Tenemos la esperanza de que los países socialistas apoyen de alguna manera a los palestinos. No les pedimos que vayan a luchar a Palestina, sino que simplemente no les faciliten armamento a los israelíes. También pedimos el boicot para que se resientan sus empresas y esto provoque pérdidas en la economía de Israel y, de este modo, se nos facilite un poco continuar resistiendo contra la ocupación.

 

Y llegado el momento de negociar, hacerlo en unas condiciones más equilibradas entre las dos partes.

 

En las negociaciones realizadas hasta el momento no se ha visto para nada esta igualdad. Son negociaciones sin rumbo, porque por el momento siempre fueron favorables a los intereses israelíes. Por eso nosotros, desde la FPLP, rechazamos las negociaciones. Somos conscientes de que no nos van a llevar a ningún punto de encuentro entre las partes.

 

¿Se refiere a las conversaciones de Annapolis entre Mahmud Abbas y Ehud Olmert del pasado mes de noviembre?

 

- Hablo de todas, desde las de Oslo hasta las de Annapolis.

 

¿No comparten lo acordado en Oslo?

 

- En esas negociaciones se habló de todo excepto de nuestros derechos. No se habló de retirar las tropas israelíes del territorio palestino, de las fronteras de 1967 (antes de la Guerra de los Seis Días); no se habló de Jerusalén, ni tampoco de los asentamientos ilegales de los colonos; ni de los refugiados ni del agua. Por tanto, ¿que se fijó?

 

Israel simplemente se reunió con dirigentes palestinos y no se responsabilizó de comportarse como una fuerza ocupante, delegando en ellos toda la responsabilidad. El gobierno de Palestina no tiene ningún poder sobre su situación, ni sobre el agua, ni sobre sus fronteras. Si el presidente quiere salir del país tiene incluso que pedirle permiso a Israel.

 

Sin embargo, con Oslo llegó el reconocimiento mutuo de ambos Estados.

 

- Nunca se reconoció nada en esos acuerdos. Por eso los EUA presentaron otra hoja de ruta para solucionar el conflicto. No consiguieron nada... tener un Estado palestino, sí, pero en la práctica no existe.

 

¿Cuál son para usted los principales errores y los principales logros de Yasser Arafat?

 

- Fue, principalmente, quien dirigió la resistencia armada y también el representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y por lo tanto el representante del pueblo palestino y de la revolución. El error que cometió fue a firmar los acuerdos de Oslo con Israel. Pudimos ver como lo mantuvieron tres años 'encarcelado' (recluido y bombardeado en la Muqata, sede de la Autoridad Nacional Palestina) hasta que murió. Por los hechos se ve que Arafat intentó formar un Estado palestino junto con el israelí, pero Israel no quiere ni eso.

 

¿Cuál sería para el FPLP el mapa soñado de la región?

 

- La mejor solución sería que los refugiados regresaran la Palestina, y que Israel lo aceptara y trabajara en ese sentido. Así podríamos convivir con los israelíes en esa tierra, con los mismos derechos y con la posibilidad de tomar decisiones políticas en igualdad. Creemos que formar un estado político único democrático puede solucionar el conflicto.

 

¿Un estado en el que convivan palestinos e israelíes, no dos estados?

 

- Sí, absolutamente.

 

¿Qué papel juegan los países del entorno de Palestina, especialmente Irán, y las corrientes islamistas más extremistas de estos países, en su enfrentamiento con el Estado de Israel?

 

- Los países más próximos a Palestina son Egipto, Siria, Líbano y Jordania. Egipto y Jordania firmaron acuerdos de paz con Israel. Israel invadió el Líbano cuatro veces y aún ocupa parte de su territorio. También una gran parte de Siria está ocupada. Por lo tanto, palestinos, sirios y libaneses compartimos el mismo sufrimiento.

 

Siria, además, es uno de los países que rechazó el proyecto israelí-americano para la zona, y apoya la resistencia del pueblo palestino; también lo hacen grupos religiosos libaneses. Yo no conozco ningún país extremista islamista, sólo conozco Irán, que es un país islamista.

 

En Palestina se aprecia una progresiva islamización de los movimientos de la resistencia cuando, tradicionalmente, este espacio estuvo ocupado principalmente por formaciones laicas. ¿A qué es debido?

 

- Es cierto. El movimiento nacionalista de Gamal Abdel Nasser (ex presidente de Egipto y símbolo del anticolonialismo árabe) no se llevó a cabo. Tampoco los proyectos nacionalistas de los movimientos laicos dentro de Palestina. Eso facilitó a los movimientos islamistas el atraer cada vez más gente hacia su ideología. Las creencias religiosas influyen mucho en el pueblo palestino; muchos creen que les va a ayudar a conseguir la paz. Por otra parte, los movimientos comunistas acabaron por desintegrarse.

 

El 11 de abril de 1944, dos días después de nacer usted, en plena II Guerra Mundial, Anna Frank escribía en su diario: “¿Quién hizo a los judíos diferentes al resto de la gente? ¿Quién permitió que sufriéramos tanto hasta el día de hoy? Fue Dios quien lo hizo, pero será también él quien nos vuelva levantar una y otra vez...”. ¿Considera que la situación que están viviendo los palestinos en el Estado de Israel es similar a la vivida por los judíos en Europa?

 

- En primer lugar, Dios no tiene nada que ver con la creación de gentes diferentes. Todos somos iguales. Toda la gente nace igual, a pesar de las diferencias de color, de sangre o de cualquier otra cosa. El propio humano es el que crea las diferencias. El movimiento sionista usó este tipo de pensamientos para divulgar que el judío es diferente del resto de la humanidad y, por lo tanto, justifican ahora su sufrimiento al que le seguirá la paz.

 

Es cierto que los nazis arrasaron con toda Europa y que mataron muchísima gente. Pero no sólo mataron a judíos, también a otras personas. Lamentablemente, estamos viendo que las barbaridades que antes cometieron los nazis contra el pueblo judío, actualmente las están cometiendo contra los palestinos.

 

Lunes 09 de junio de 2008

ENTREVISTA CON ILAN PAPPÉ Y NOAM CHOMSKY:

EL FUTURO DE ISRAEL Y PALESTINA

 

Por Frank Barat, CounterPunch/Rebelión

Traducido para Rebelión por Sinfo Fernández

Barat: Gracias por aceptar esta entrevista. En primer lugar, me gustaría preguntarles si en estos momentos están trabajando en alguna cuestión que deseen que conozcamos.

 

Ilan Pappé: Estoy terminando varios libros. El primero es una sucinta historia de la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza, tengo otro sobre la minoría palestina de Israel y un tercero sobre los judíos árabes. Y estoy completando un volumen corregido en el que se compara la situación de Sudáfrica con la de Palestina.

 

Noam Chomsky: La serie habitual de artículos, charlas, etc. No tengo tiempo ahora para proyectos mayores.

 

Barat: Un parlamentario británico manifestó hace poco que había notado un cambio en los últimos cinco años respecto a Israel. Los parlamentarios británicos están actualmente firmando peticiones EDM [las conocidas como “Early Day Motion”, moción sin fecha fija de debate] de condena a Israel en mayor cantidad que nunca antes y nos dijo que ahora era más fácil expresar críticas hacia Israel aunque se estuviera hablando en un campus estadounidense.

 

También, en las últimas semanas, John Dugard, investigador independiente sobre el conflicto palestino-Israelí para el Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas manifestó que el “terrorismo palestino es la consecuencia ‘inevitable’ de la ocupación”; el Parlamento Europeo adoptó una resolución que decía que “la política de aislamiento de la Franja de Gaza ha sido un fracaso tanto a nivel político como humanitario” y las Naciones Unidas y la UE han condenado a Israel por el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza en la Franja de Gaza.

 

¿Podría eso interpretarse como un cambio general en la actitud hacia Israel?

 

Ilan Pappé: Los dos ejemplos indican un cambio significativo en la opinión pública y en la sociedad civil. Sin embargo, el problema permanece igual que en los últimos sesenta años: estos impulsos y energías no se concretan, y no es probable que lo hagan en un futuro próximo, en políticas actuales sobre el terreno. Y así, la única forma de enriquecer esta transición y apoyar desde abajo las políticas actuales es desarrollando la idea de las sanciones y el boicot. Esto puede dar una orientación clara a los muchos individuos y ONG que durante años han venido mostrando su solidaridad con la causa palestina.

 

Noam Chomsky: Ha habido un cambio muy evidente en los últimos años en los campus estadounidenses y también en relación a las audiencias generales. No hace tanto tiempo que la protección policial era la nota habitual en las charlas en las que se criticaban las políticas israelíes; las reuniones se interrumpían, las audiencias eran muy hostiles y ofensivas. Pero ahora es bien diferente, con excepciones aisladas. Los apologistas de la violencia israelí tienen ya que estar, frecuentemente, a la defensiva y actuar a la desesperada en vez de mostrarse arrogantes y despóticos. Pero la crítica frente a las acciones de Israel es débil, porque se suprimen, sistemáticamente, los hechos fundamentales. Esto es especialmente verdad en el decisivo papel estadounidense bloqueando todas las opciones diplomáticas, minando la democracia y apoyando el sistemático programa de Israel de socavar cualquier posibilidad de eventual acuerdo político. Es típica la caracterización de EE.UU. como “honesto intermediario”, incapaz, de alguna manera, de ejercer sus cualidades benéficas y no sólo en este terreno.

 

Barat: La palabra apartheid es cada vez más utilizada por las ONG y organizaciones asistenciales para describir las acciones de Israel hacia los palestinos (en Gaza, en los Territorios Ocupados Palestinos, pero también en el mismo Israel). ¿Se puede comparar la situación en Palestina e Israel con el apartheid sudafricano?

 

Ilan Pappé: Hay similitudes y diferencias. La historia colonialista tiene muchos capítulos en común y pueden encontrarse algunos de los rasgos del sistema del apartheid en las políticas israelíes hacia su propia minoría palestina y hacia los territorios ocupados. Sin embargo, algunos aspectos de la ocupación son aún peores que la realidad del apartheid de Sudáfrica, y algunos aspectos de las vidas de los ciudadanos palestinos de Israel no son tan nefastos como lo eran en los días del apartheid. Bajo mi punto de vista, el principal punto de comparación es de orden político. El movimiento anti-apartheid, el ANC, las redes de solidaridad que se desarrollaron con el pasar de los años en Occidente, deberían inspirar una campaña más firme y eficaz a favor de los palestinos. Por esto se necesita aprender de la historia de la lucha contra el apartheid, en vez de insistir demasiado en comparar el sistema sionista con el del apartheid.

 

Noam Chomsky: No hay una respuesta definitiva a esas cuestiones. Hay parecidos y diferencias. Dentro del mismo Israel hay graves discriminaciones, pero se está lejos del apartheid sudafricano. Dentro de los territorios ocupados, ya es otra historia. En 1997, al dar la temática de un discurso en la Universidad Ben Gurion en una conferencia sobre el aniversario de la guerra de 1967, leí un párrafo de la historia de Sudáfrica. Y no fue necesario comentar nada.

 

Mirándola más de cerca, la situación en los territorios ocupados difiere en muchas formas del apartheid. En algunos aspectos, el apartheid sudafricano era más vicioso que las prácticas israelíes, y en otros al contrario. Por mencionar un ejemplo, la Sudáfrica blanca dependía del trabajo negro. No podían expulsar a la inmensa mayoría de la población. Durante una época, Israel confió en la mano de obra barata palestina fácilmente explotable, pero ha sido reemplazada desde hace tiempo por los miserables de la tierra de Asia, Europa del Este y algunos otros lugares. Los israelíes respirarían en su mayoría aliviados si los palestinos desaparecieran. Y no es ningún secreto que las políticas que han ido conformando se ajustan bien a las recomendaciones de Moshe Dayan de después de la guerra de 1967: Los palestinos “continuarán viviendo como perros, y el que lo desee puede largarse”. Recomendaciones más extremas se han hecho por muy considerados humanistas de la izquierda en los EE.UU., por ejemplo, Michael Walter, del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton y editor del periódico socialista democrático Dissent, quien aconsejó hace 35 años que ya que los palestinos eran “algo marginal en la nación”, se les debería “ayudar” a marcharse. Se estaba refiriendo a los ciudadanos palestinos del mismo Israel, una posición que se ha hecho familiar más recientemente a causa del ultraderechista Avigdor Lieberman, y que ahora está siendo recogida por los medios dominantes israelíes. Dejo a un lado a los auténticos fanáticos, como el Profesor de Derecho de Harvard Alan Dershowitz, que declara que Israel nunca mata a civiles, sólo a terroristas, por lo cual la definición de “terrorista” sería la de “asesinado por Israel”; e Israel confiaría en conseguir una ratio de matar de 100 a cero, lo que significa “exterminar completamente a las bestias”. No es poco significativo que los defensores de estos puntos de vistas sean considerados con respeto en círculos cultos de EE.UU., y también de Occidente. Uno puede imaginar la reacción si esos comentarios se hicieran sobre los judíos.

 

Sobre la pregunta, repito, no puede haber una clara respuesta porque la analogía no es apropiada.

 

Barat: Israel ha dicho recientemente que boicoteará la Conferencia sobre los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Durban porque “va a resultar imposible impedir que la conferencia se convierta en un festival de ataques contra Israel” y también ha cancelado un encuentro con funcionarios de Costa Rica sobre la decisión de la nación centroamericana de reconocer formalmente un Estado palestino. ¿Es probable que Israel se muestre renuente a aceptar cualquier tipo de crítica hacia sus políticas para hacerlas finalmente fracasar?

 

Ilan Pappé: Uno confía en que en algún momento les salga el tiro por la culata. Sin embargo, esto depende de los equilibrios de poder regionales y globales, no sólo de la “reacción desmesurada” de los israelíes. Los dos, principalmente el equilibrio de poder y la intransigencia israelí puede que estén interconectados en el futuro. Si se produce un cambio en la política estadounidense o en su papel hegemónico en la política de la región, más que una continuada inflexibilidad israelí, eso puede animar a la comunidad internacional a adoptar una postura más crítica contra Israel y ejercer presiones sobre el estado judío para que ponga