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COMISIÓN de APOYO al PUEBLO PALESTINO

RECORTES DE PRENSA

ASUMIÓ LA NUEVA AP

GRAVE DENUNCIA JUDICIAL CONTRA EL EJERCITO ISRAELI

APOYO EUROPEO PARA EL NUEVO GOBIERNO PALESTINO

ACUERDO DE HAMAS Y FATAH PARA REPARTIR CARGOS

CUMBRE PALESTINO-ISRAELI QUE NO LOGRO ACUERDOS

TAMBALEANTE, OLMERT ADMITIÓ QUE PLANIFICÓ LA GUERRA CON HEZBOLÁ

 


Viernes 23 de Marzo de 2007

CONDENA DE LA ONU A ISRAEL POR SEGREGAR A LOS PALESTINOS

Acusan a Israel de “apartheid”

 

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Jerusalén

Empleando idéntico término al utilizado por el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter en su último libro, el relator de derechos humanos de Naciones Unidas para los territorios palestinos, John Dugard, acusó ayer a Israel de emplear prácticas propias del colonialismo y del apartheid en Cisjordania y Gaza. “Los colonos someten a muchos palestinos a un régimen de terror, especialmente en Hebrón”, afirmó Dugard.

 

El relator, de nacionalidad sudafricana, añadió en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrado en Ginebra que Israel muestra “escaso respeto por la vida de las familias palestinas, miles de ellas separadas por las leyes israelíes” que prohíben la reunificación familiar de árabes-israelíes con sus cónyuges palestinos. Precisamente, el miércoles fue prorrogada esa normativa. “Por supuesto que hay similitudes entre la ocupación de los territorios palestinos y el régimen del apartheid en Sudáfrica”, insistió Dugard. El embajador de Israel ante la comisión, Isaac Levanon, aseguró que el informe es tendencioso y que “no contribuye a un diálogo constructivo entre Israel y los palestinos”.

 

Hay muy poco de constructivo en la cinta difundida ayer por la edición electrónica del diario israelí Yediot Ahoronot, unas imágenes que sustentan las palabras de Dugard. Tres policías de fronteras acorralan a un joven de 17 años, Hindawi Qawarik, entre un vehículo militar y una pared y le propinan al menos ocho manotazos y puñetazos en la cabeza y el cuerpo. No debía ser ningún miliciano buscado por el ejército porque tras los golpes dejan marchar a Qawarik, quien aseguró que antes le habían golpeado con el fusil en las piernas. Sucedió el miércoles en Hawara, un pueblo cercano a Nablus, en Cisjordania. Zahava Gal-On, diputada del partido izquierdista Meretz, apuntó: “Es increíble que la policía utilice la violencia porque creen que nadie los está viendo y que no serán castigados. Las imágenes muestran la brutalidad de la ocupación en los territorios ocupados”.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

Domingo 18 de Marzo de 2007

SEÑALES DE RUSIA, EUROPA, ARABIA SAUDITA Y HASTA EE.UU.

Cede el boicot contra Palestina

A pesar de la cerrada negativa de Israel de aflojar el cerco económico y migratorio sobre Palestina hasta tanto no se cumplan las condiciones de la comunidad internacional, sus aliados mantienen contactos con sectores afines del gobierno de unidad.

 

Por Sergio Rotbart

Desde Tel Aviv


Israel no reconocerá al nuevo gobierno palestino de unidad ni mantendrá contactos con sus representantes, aunque éstos sean miembros de Fatah. Así lo declararon la Oficina del Primer Ministro y el Ministerio de Relaciones Exteriores en Jerusalén, aclarando que la negativa israelí se basa en la falta de disposición del nuevo gabinete palestino a aceptar las condiciones que exige el Cuarteto (el bloque diplomático que integran los Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU): el rechazo de la vía violenta, el reconocimiento del Estado de Israel y de los acuerdos firmados por la OLP. “Nosotros esperamos que la comunidad internacional sostenga firmemente sus principios y rechace cualquier contacto con un gobierno que le dice no a la paz y a la reconciliación”, dijo Mark Reguev, vocero del Ministerio de Exterior. Con todo, el premier israelí, Ehud Olmert, continuará el canal de diálogo con el titular de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas (Abu Mazen).

 

Si hasta ahora el no reconocimiento israelí al gobierno de Hamas estuvo en concordancia con el embargo decretado contra la instancia palestina por la comunidad internacional, ahora, ante un gabinete de “unidad nacional” patrocinado por Arabia Saudita, difícilmente esa confluencia de intereses entre la posición israelí y algún tipo de consenso multilateral pueda mantenerse intacta. Los primeros indicios de un resquebrajamiento de esa alianza los ha dado Rusia, que expresó su disposición a desbloquear las relaciones con el nuevo gobierno palestino, y Francia y Gran Bretaña que, aunque de manera más ambivalente, también se pronunciaron en ese sentido. Incluso el gobierno norteamericano, de acuerdo con algunas fuentes, mantendrá relaciones extraoficiales con el designado ministro palestino de Economía y asesor financiero de la OLP, Salam Fayyad, aun cuando el gobierno del que formará parte no esté dispuesto a rechazar la oposición armada ni a aceptar los acuerdos de paz firmados entre la OLP e Israel.

 

La intervención saudita en la formación del nuevo gobierno palestino, resultado del acuerdo firmado entre los dirigentes de Fatah y de Hamas en La Meca días atrás, fue decisiva y es una clave para entender la envergadura del esfuerzo invertido en esta iniciativa por parte del principal estado árabe interesado en crear un bloque capaz de frenar las aspiraciones hegemónicas de Irán. El rey de Arabia Saudita Abdullah, anfitrión de la cumbre de reconciliación celebrada en La Meca, le prometió al titular de la AP, Abu Mazen, que no lo dejaría solo ante un paso que implica un reto no sólo para la política norteamericana ante su rival político, Hamas, sino también para sus propios correligionarios de Fatah, muchos de ellos reacios, hasta el último momento, a tragar la píldora de la unidad nacional. Dándole a su gesto el respaldo material verdaderamente aliviante para su interlocutor, Abdullah ordenó transferir de inmediato a la AP 650 millones de dólares y se comprometió a que la suma final de la ayuda llegará al billón de la misma moneda. Para que ese dinero llegue a los territorios palestinos, los sauditas deberán convencer a las autoridades norteamericanas pertinentes a que levanten el embargo que rige contra las cuentas bancarias del gobierno palestino.

 

Cuando el premier israelí, Ehud Olmert, dijo la semana pasada que él veía “elementos positivos” en la iniciativa saudita, a la que su gobierno debe “considerar muy seriamente”, no se refería, claro está, al pacto entre Fatah y Hamas firmado en La Meca, sino a la iniciativa de paz del rey Abdullah adoptada por la Liga Arabe en la cumbre de Beirut de 2002. Ese programa aspira a la normalización de las relaciones entre todos los países árabes con Israel a cambio de que este último se retire de los territorios palestinos ocupados desde 1967, incluido Jerusalén oriental, destinada a ser la capital de un futuro estado palestino independiente. Además, la iniciativa saudita contempla una “solución justa y acordada” del problema de los refugiados palestinos conforme con la resolución 194 de la ONU. Olmert, quien recientemente afirmó, en un gesto algo inusual, que es un “primer ministro no popular”, como lo indican las encuestas (el grado de confianza que los israelíes le brindan, de acuerdo con un último sondeo, es del 2 %) habló favorablemente de la iniciativa saudita dos días después de que el jefe de la oposición, Benjamin Netanyahu, hiciera algo parecido en una entrevista periodística, intentando superar al premier por la izquierda. Pero, al margen de las motivaciones político-sectoriales, lo cierto es que la negativa de hablar con el nuevo gobierno palestino y, al mismo tiempo, ver con buenos ojos el plan de paz diseñado por el rey Abdullah se convertirán, en muy poco tiempo, en los términos de una flagrante contradicción. Ello se debe a que la Liga Arabe volverá a tratar la iniciativa saudita el próximo 28 de marzo en Riyadh, y en esa cumbre participarán representantes de Hamas en el nuevo gabinete palestino, que es, no está de más repetirlo, producto de otra iniciativa saudita. En esa reunión, por lo tanto, ambos programas se fusionarán en uno solo, que será rubricado por los países miembros de la Liga Arabe.

 

Ehud Olmert muestra ahora un súbito interés por añadirle a su estrategia de gobierno, centrada en la supervivencia tras la debacle del Líbano, algún “horizonte negociador” que llene, de alguna manera, el vacío de posguerra. En lugar de buscarlo aquí nomás, al alcance de la mano, tras las posibilidades que se abren con la formación del nuevo gobierno palestino, el premier israelí prefiere esquivar el camino directo y tomar un nuevo atajo que, como lo demuestran los abundantes ejemplos del pasado, seguramente conduce al abismo.

 

Domingo18 de Marzo de 2007

Asumió la nueva AP

  

El gobierno de unidad de la Autoridad Palestina (AP), integrado por el partido Al Fatah del presidente Mahmud Abbas y por el movimiento islamista radical Hamas del primer ministro Ismail Haniyeh prestó juramento el sábado, en ceremonias simultáneas organizadas en Gaza y en Ramala, en Cisjordania, después de haber sido investido por el Parlamento. En la ceremonia de investidura, Abbas tendió la mano a Israel para lograr la paz, mientras que Haniyeh reiteró los derechos de los palestinos a proseguir con la resistencia, aunque prometió ampliar la tregua con los israelíes en la Franja de Gaza. Israel, que considera a Hamas como una organización terrorista, no tardó en señalar que boicoteará al nuevo gobierno, tal como lo hizo con el gabinete precedente compuesto por islamistas. “Rechazamos la violencia en todas sus formas y buscamos un reglamento basado en la legitimidad internacional, a través de negociaciones con el objetivo de alcanzar una paz plena”, declaró Abbas ante el Consejo Legislativo Palestino.

 

Sábado 17 de Marzo de 2007

GRAVE DENUNCIA JUDICIAL CONTRA EL EJERCITO ISRAELI

Escudos humanos en Palestina

     

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Jerusalén

Fue terminantemente prohibido por el Tribunal Supremo de Israel hace dos años, pero el ejército hizo caso omiso. El fiscal militar, Avihai Mandeldlit, ha abierto una investigación sobre una práctica que viola flagrantemente las normas internacionales con las que se debe conducir cualquier ejército y toda potencia ocupante: el empleo de civiles como escudos humanos para proteger a los soldados.

 

Sucedió en la invasión que las fuerzas armadas hebreas llevaron a cabo en Nablus, Cisjordania, hace tres semanas. Con un agravante añadido: se utilizó como protección durante las redadas casa por casa a una niña palestina de 11 años y a un adolescente de 15. El joven relató que era obligado a abrir puertas, ventanas y armarios en las viviendas en las que los soldados buscaban a presuntos milicianos palestinos. Estos dos casos han sido documentados por la ONG de derechos humanos israelí Betselem. Pero hay otra prueba mucho más contundente que las declaraciones de los afectados. La cadena de televisión Associated Press grabó cómo un hombre adulto también era forzado a punta de fusil a acompañar a los uniformados.

 

También ayer trascendió que el ejército ha vuelto a efectuar ejercicios de entrenamiento consistentes en tomar aldeas al asalto. Ha sucedido esta semana en Beit Lid, un pueblo cercano a Tulkarem en Cisjordania, y es la tercera vez que ocurre en los últimos treinta días. No se trata de que los servicios de espionaje hayan recabado información sobre la presencia de milicianos que preparan atentados, ni de la caza y captura de presuntos terroristas. Como en el caso de los escudos humanos, caben pocas dudas de que la denuncia es cierta. Fueron varios reservistas del ejército quienes acudieron a la ONG Yesh Din (Existe Justicia) y aseguraron que una brigada de paracaidistas tomó Beit Lid. Una portavoz del ejército declaró que en los entrenamientos se cumple el protocolo, pero Michael Sfard, un asesor legal de Yesh Din, afirma que los asaltos se produjeron en poblados que no son conocidos por su hostilidad a la ocupación, que ponen en riesgo la vida de soldados y civiles y que desatan el pánico entre la población.


Las activas ONG israelíes plantean infinidad de denuncias sobre los maltratos que policías y militares infligen a palestinos y también a ciudadanos árabes-israelíes. El sábado pasado fue detenido Waal al Qarawi, un hombre en cuarentena que fue conducido a una comisaría de Jerusalén. Al día siguiente, poco antes de ser enterrado, se hallaron señales de violencia en su cadáver.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

Viernes 16 de Marzo 2007

APOYO EUROPEO PARA EL NUEVO GOBIERNO PALESTINO

Israel mantiene firme el boicot

     

Por Donald Macintyre *

Desde Gaza

Los gobiernos europeos ayer comenzaron cautelosamente a ver la posibilidad de relajar el largo año de boicot internacional después que un gobierno de coalición de “unidad nacional” fuera acordado finalmente por las dos principales facciones rivales palestinas. Fatah, Hamas y otros pequeños grupos acordaron un elenco ministerial que ahora incluirá una pequeña mayoría de Fatah y miembros independientes, en la esperanza de ponerle fin al conflicto armado interno y levantar gradualmente el bloqueo económico a la Autoridad Palestina. Israel dijo inmediatamente que la formación de un nuevo gobierno bajo el primer ministro de Hamas, Ismail Haniyeh, era “un paso atrás y no hacia adelante” y se comprometió a no tratar con ninguno de sus ministros, pertenecieran o no a Hamas.

 

Pero los gobiernos europeos –incluyendo a Francia y Gran Bretaña– opinaron distinto al señalar que ellos buscarían mantener contactos con miembros que no pertenecieran a Hamas en el nuevo gobierno, especialmente con el respetado internacionalmente Salam Fayad, que regresa a su tarea preelección como ministro de Finanzas. Mientras Estados Unidos se reservaba su posición, Francia y Gran Bretaña recibieron con beneplácito lo que la Cancillería británica llamó “un paso en la dirección correcta” gracias a los “esfuerzos continuos” del presidente palestino, Mahmud Abbas, para asegurar la “reconciliación entre palestinos”. Mientras insistía en que todavía esperaba que el nuevo gobierno estuviera basado en las tres condiciones impuestas por la comunidad internacional (reconocimiento de Israel, no violencia y respeto de los acuerdos previos), también decía que juzgaría al nuevo gobierno “por sus acciones”.

 

El vocero del Ministerio del Exterior de Israel dijo que extractos del borrador del programa del gobierno publicado en sitios web de Fatah y Hamas mostraban que la nueva coalición no lograba reunir esas condiciones. Dijo que el borrador del programa, que será presentado en una reunión del consejo legislativo mañana, había “endurecido” las posiciones del documento de los prisioneros sobre el que estaba basado –por ejemplo poniendo en duda su “respeto” por acuerdos previos entre Israel y Palestina–. Añadió: “Por lo tanto, Israel no tratará con este nuevo gobierno y esperamos que la comunidad internacional se mantenga firme en sus propios principios y se niegue a tratar con un gobierno que dice no a la paz y no a la reconciliación”. Pero Saleh Zidan, el nuevo ministro de Asuntos Sociales del Frente Democrático para la Liberación de Palestina de izquierda y pro dos Estados, dijo que por primera vez Hamas no se oponía a que un presidente palestino condujera las negociaciones de un acuerdo de paz con Israel.

 

Añadió: “Hamas no formará parte del proceso de paz, pero no pondrá obstáculos en su camino, el problema que tenemos es Israel. ¿Cómo puede avanzar el proceso de paz cuando el primer ministro Ehud Olmert es tan débil?”. El nuevo ministro de Interior, Hani Kawamseh, se enfrenta a la enorme tarea de imponer la seguridad interna, especialmente en una Gaza cada vez más anárquica.

 

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

 

Jueves 15 de Marzo de 2007

ACUERDO DE HAMAS Y FATAH PARA REPARTIR CARGOS

Se selló la unidad palestina

     

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Jerusalén

El sábado se votará en el Parlamento un nuevo gobierno de unidad palestino que encabezará el islamista Ismail Haniya, secundado por un viceprimer ministro de Al Fatah. Dirigentes de Hamas y del partido rival insistieron ayer en que todo está pactado, aunque nada concreto trascendió y se mantiene la incógnita sobre la identidad del responsable de la cartera de Interior. Lo que no admite duda es que Israel continuará boicoteando al Ejecutivo.

 

Su constitución afectará también las incipientes relaciones que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha entablado con el presidente, Mahmud Abbas. Después de un año de boicot económico de la comunidad internacional al gobierno de Hamas y de docenas de muertos en los choques armados entre la milicia islámica y los leales a Fatah, dirigentes de las dos facciones afirmaron que todas las diferencias han sido superadas. Aunque todavía quedaba por develar quién será el ministro del Interior –cargo crucial que deberá controlar los cuerpos policiales fieles a uno y otro partido–, ayer los rumores indicaban que podría tratarse de Faddel Abu Hein, un psiquiatra que trabajó durante años con organizaciones humanitarias palestinas y que, aunque no milita en ningún partido, estaría más cerca de los hombres de Hamas. El resto de carteras parecen adjudicadas. Nueve ministros pertenecerán a Hamas, seis al partido del presidente, Mahmud Abbas, y nueve serán independientes.

 

Sólo ha sido posible el acuerdo después de que, a finales de enero, los enfrentamientos a balazos colocaran a Cisjordania y Gaza al borde de la guerra civil. Y ha sido imprescindible que el rey Abdulá de Arabia Saudita pusiera todo su empeño, y unos cuantos cientos de millones de dólares, para que los adversarios alcanzaran el pacto para formar el Ejecutivo el 8 de febrero. Precisamente a finales de este mes se celebra en Riad una cumbre de la Liga Arabe vital para el porvenir más inmediato de los palestinos, y Abbas y Haniya no podían presentarse con Cisjordania y Gaza en plena reyerta. Con todo, debe prevalecer la cautela. En los últimos días han sido asesinados dos milicianos de Hamas en Gaza.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

Lunes 12 de Marzo de 2007

CUMBRE PALESTINO-ISRAELI QUE NO LOGRO ACUERDOS

Olmert y Abbas no se entienden

     

Por Eric Silver *

Desde Jerusalén

Ehud Olmert, el primer ministro israelí, y Mahmoud Abbas, el presidente palestino, no lograron conseguir ningún avance anoche, después de reunirse durante más de dos horas.

 

Un funcionario israelí describió la cumbre, la segunda en un mes, como constructiva. Sin embargo, los dos líderes no pudieron demostrar ningún resultado concreto, excepto la extensión del horario operable del cruce Karni, una ruta comercial entre Israel y la Franja de Gaza, a la que calificaron como un acto de “buena voluntad”. No obstante, el paso, esencial para la ciudad de Gaza, podría volver a cerrarse si Israel lo considera necesario para su seguridad.

 

Poco antes de la reunión en la residencia de Olmert en Jerusalén, la emisora de televisión Al Jazeera había difundido un audio con la voz de Ayman al Zawari, el lugarteniente de Osama bin Laden, quien cuestionaba a Hamas por haber firmado un acuerdo con Fatah para crear un gobierno de unidad nacional. “Lamento tener que informarle a la comunidad islámica esta dolorosa verdad, pero Hamas cayó en el pantano de la rendición”, dijo con dramatismo el número dos de Al Qaida.

 

Olmert se niega a tratar con el nuevo gobierno palestino hasta que éste reconozca al Estado de Israel, renuncie a la violencia y se comprometa a cumplir con los acuerdos previos firmados por la Organización de Liberación Palestina (OLP), del difunto Yasser Arafat. Sin embargo, ayer le dijo a su gabinete que estaba listo para empezar a discutir “seriamente” una iniciativa realizada por Arabia Saudita en 2002, que presentaba un plan de paz a cambio de que Israel se retirara de todos los territorios que ocupó desde la guerra de 1967. Pero Israel sigue insistiendo en que los saudíes saquen una cláusula, agregada por la Liga Arabe, que defiende el derecho de todos los refugiados palestinos de volver a sus hogares en Israel.

 

Además, no sólo las negociaciones entre palestinos e israelíes están estancadas, sino también las de Hamas y Fatah. Por eso, ayer militantes de las dos facciones se enfrentaron por primera vez desde que sus dirigentes habían firmado un acuerdo para compartir el poder, un mes atrás. Hoy, cada uno culpa al otro de romper la tregua. Hamas asegura que los hombres de Fatah los emboscaron. Fatah sostiene que Hamas comenzó a disparar sin razón alguna. Lo cierto es que este tiroteo generó más enfrentamientos que se expandieron desde la ciudad norteña de Beit Hanoun hasta la capital, Gaza. Un palestino murió y otros ocho resultaron heridos.

 

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

Viernes 9 de Marzo de 2007

TAMBALEANTE, OLMERT ADMITIÓ QUE PLANIFICÓ LA GUERRA CON HEZBOLÁ

En su peor momento político, el primer ministro israelí compareció ante la comisión investigadora y asumió la responsabilidad de haber planeado la guerra del Líbano cuatro meses antes de que estallara.

 

Por Juan Miguel Muñoz *

Desde Jerusalén


Aún no hace un año que Ehud Olmert venció en las elecciones israelíes y su partido, Kadima, ya hace agua, con el primer ministro al borde del hundimiento. La corrupción rampante y los inminentes informes sobre la gestión de la guerra contra Hezbolá y el abandono que padecieron el millón de civiles que viven cerca de la frontera con Líbano pasan facturas. Las encuestas son demoledoras: sólo el 3 por ciento de los consultados lo votaría hoy. Olmert, en todo caso, se la ha jugado a una carta, asumiendo toda la responsabilidad por el manejo de la contienda.

 

Ehud Olmert ha cambiado su aspecto físico –ya no se tapa la calva–, pero su imagen política ha caído hasta cotas desconocidas en la reciente vida política israelí. Las investigaciones por corrupción que pesan sobre él y varios de sus ministros acrecientan día a día su descrédito. Es una tendencia que viene de lejos. Tal vez por ello decidiera arriesgar el todo por el todo en su declaración, el 1º de febrero, ante la Comisión Winograd, que investiga el desempeño de las Fuerzas Armadas y de las instituciones durante la guerra contra Hezbolá el verano pasado.

 

Olmert rechazó ante la comisión presidida por el juez Eliyahu Winograd que su gobierno se guiara por la improvisación. El jefe del Ejecutivo aseguró que, cuatro meses antes de la contienda, decidió responder con una amplia operación militar a la captura de soldados israelíes, ya que en noviembre de 2005 la guerrilla chiíta había intentado secuestrar a uniformados hebreos. También afirmó que dio órdenes al Estado Mayor para que diseñara planes de represalia y señaló que su predecesor, el carismático Ariel Sharon, habría procedido de igual manera. Convencido de que la comisión lo liberará de culpas –y habiendo dimitido ya el jefe del Estado Mayor, Dan Halutz–, Olmert confía en que asumiendo la responsabilidad puede salvar el pellejo.

 

A finales de este mes se harán públicos los informes de la comisión. Pero son muchos y graves los problemas añadidos que afronta su partido. El experimento de Kadima –partido fundado por Sharon en noviembre de 2005, tras abandonar el Likud– se tambalea, al tiempo que la oposición ya ha afilado los cuchillos.

 

El ex jefe de gobierno Benjamin Netanyahu, líder ahora del Likud, aseguró el miércoles que varios parlamentarios de Kadima están negociando para regresar a su antiguo hogar político. Y por primera vez ha comenzado a sugerir la opción de formar una nueva coalición de gobierno. Sería la alternativa a unas elecciones anticipadas que todavía tropiezan con escollos, porque la mayoría de los diputados se resiste a abandonar sus escaños.

 

Sin ir más lejos, ayer se supo que la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, mantuvo un enconado cruce de palabras con su hermano, también miembro de Kadima, tras anunciar que se cambiaba de filas. “He perdido la confianza en el liderazgo de Olmert. Netanyahu, a pesar de las calumnias, está preparado para asumir la responsabilidad. Habla con los hechos. Espero que Tzipi vuelva también al Likud”, dijo Eli Livni.

 

Tzipi es la prueba de que el personalismo es la nota dominante del sistema político. Poco importan los partidos. Si Olmert apenas roza el 3 por ciento de simpatías, su ministra de Exteriores es la preferida del público, con el 22 por ciento en los sondeos, por encima de los demás dirigentes. Y conviene recordar que Livni no esconde su apetito por convertirse en primera ministra de Israel.

 

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

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