Ajuste informativo, de opinión y anális
El II Congreso Mundial de Agencias de Noticias, en Estepona (Málaga), ha premiado a tres fotografías de la española EFE, la francesa AFP y la azerbayana Azertac como las mejores imágenes en las categorías de deportes, desastres y celebraciones, respectivamente. Tras el recuento de los votos emitidos por los representantes de las noventa agencias de ochenta países que han participado en el certamen, una instantánea del fotógrafo de France Press Mahmud Hams que refleja a un grupo de palestinos corriendo para refugiarse de un misil israelí se ha alzado con el primer premio en la categoría de desastres.
(Al final del índice comienzan los artículos)
1 - LÍBANO SALVAJE - Por Robert Fisk
2 - ESCENARIO - Dividir para reinar - Por Santiago O’Donnell
3 - SURGE UNA NUEVA DIVISIÓN EN PA LESTINA - Por Ignacio Cembrero
4 - UNA PROCESIÓN ACOMPAÑÓ AL DIPUTADO LIBANÉS ASESINADO - Por Robert Fisk
5 - LA PESADILLA CONTINUA - Por Robert Fisk
6 - TELONES - Por Juan Gelman
7 - PELIGROS IGNORADOS - Por Robert Fisk
8 - BENEDICTO XVI CONTRA BARTOLOMÉ DE LAS CASAS - Por José Pablo Feinmann
9 - TODOS PIERDEN CUANDO EL EJERCITO VUELVE A TRENZARSE CON LOS MILICIANOS PALESTINOS -
Por Robert Fisk
10 - HÉROES DE LA HEROÍNA - Por Juan Gelman
11 - PARA FATAH AL ISLAM LA RUTA A JERUSALÉN PASA POR EL LÍBANO -
Por Robert Fisk
12 - SUNNITAS VERSUS SUNNITAS - Por Robert Fisk
13 - DETRÁS DEL BAÑO DE SANGRE - Por Robert Fisk
14 - Israel, KATSAV ZAFÓ DE LA CÁRCEL
15 - MATARON A TRECE PALESTINOS
16 - BLAIR SE DESPIDE PARA MEDIAR EN MEDIO ORIENTE - Por Marcelo Justo
17 - TEL AVIV EXCARCELA A 250 PALESTINOS, AL QAIDA APOYA AL GOBIERNO DE HAMAS EN GAZA - Por Sal Emergí
18 - DIFUNDEN UN AUDIO DEL SOLDADO ISRAELÍ CAPTURADO EN GAZA HACE UN AÑO - Por Donad Macintyre
19 - PRISIÓN PARA SHARON JÚNIOR
20 - OLMERT APRUEBA 350 MILLONES PARA CISJORDANIA
21 - MATAN A SEIS SOLDADOS DEL CONTINGENTE ESPAÑOL EN EL SUR DEL PAÍS
22 - LAS RAZONES DETRÁS DE LA SORPRENDENTE VICTORIA MILITAR DE HAMAS EN LA FRANJA - Por Sergio Rotbart
23 - EL LASTRE DE LÍDERES CORRUPTOS - Por Juan Miguel Muñoz
24 - FEROZ COMBATE ENTRE EL EJERCITO Y FATAH AL ISLAM
25 - SIETE MUERTOS EN LOS COMBATES ENTRE SOLDADOS Y MILITANTES ISLAMISTAS DE HAMAS - Por Juan Miguel Muñoz
26 - ABBAS CERRO LA PUERTA A UNA RECONCILIACIÓN CON HAMAS - Por Donad Macintyre
28 - OPTIMISMO EN LA CASA BLANCA TRAS LA CUMBRE POR LA SITUACIÓN EN PALESTINA - Por Antonio Caño
29 - LOS ABUSOS DE LA SEGURIDAD PREVENTIVA DE AL FATAH -
Por Donad Macintyre
30 - EL GOBIERNO ISRAELÍ DARÁ ALICIENTES AL NUEVO GABINETE DE EMERGENCIA PALESTINO - Por Sergio Rotbart
31 - EE.UU Y EUROPA REANUDAN SUS APORTES A LOS PALESTINOS - Por Donad Macintyre
32 - EL PRESIDENTE PALESTINO DECRETO LA ILEGALIDAD DE HAMAS
33 - ABBAS NOMBRO UN GOBIERNO PROVISORIO, PERO HAMAS LO DESCONOCE
34 - TRIBUNAL ESPECIAL DE LÍBANO - Por Mercedes López San Miguel
35 - DESDE CISJORDANIA, EL PRESIDENTE ABBAS INTENTA FORMAR UN GOBIERNO PROVISORIO
36 - Cambio de figuritas laboristas en Israel después del voto partidario
37 - LA LIGA ÁRABE INTENTARA FRENAR LA VIOLENCIA
38 - EL PRESIDENTE PALESTINO DISOLVIÓ EL GOBIERNO E IMPUSO EL ESTADO DE EXCEPCIÓN - Por Sal Emergí
39 - Gaza se parecía a Bagdad, en otro día de violencia entre palestinos - Por Sal Emergí
40 - MATAN A UN DIPUTADO ANTISIRIO DEL BLOQUE DE HARIRI, A SU HIJO Y A OTRAS OCHO PERSONAS - Por Georgina Higueras
41 - EL LABORISTA SIMÓN PERES SUCEDERÁ A KATSAV - Por S. E.
42 - LOS COMBATES INTERPALESTINOS DEJARON AL MENOS 28 MUERTOS EN GAZA - Por Donad Macintyre
44 - EL EX PREMIER ISRAELÍ TRIUNFO EN LAS INTERNAS DEL PARTIDO - Por Sal Emerg
45 - 14 MUERTOS ENTRE HAMAS Y AL FATAH
46 - ISRAEL ESTÁ DISPUESTO A NEGOCIAR CON SIRIA, PERO NO DESCARTA LA GUERRA - Por Sergio Rotbart
47 - FUEGO EN LA FRANJA
48 - UNA FUERZA PALESTINA PARA FRENAR LA VIOLENCIA - Por Georgina Higueras
49 - TURQUÍA INVADIÓ EL NORTE DE IRAK - Por Patrick Cockburn
50 - HACE 40 AÑOS GANO LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS A SIRIA, JORDANIA Y EGIPTO - Por Sergio Rotbart
51 - DOCE CIVILES MURIERON EN UN BOMBARDEO EN EL LÍBANO
52 - HECHOS DE LA VIDA - Por Juan Gelman
53 - ROSAS Y GRANADAS - Por Robert Fisk
54 - SALE TERCERO EN LAS PRIMARIAS LABORISTAS EN ISRAEL - Por Donad Macintyre
55 - ISRAEL DETUVO A UN MINISTRO Y A DECENAS DE FUNCIONARIOS DE HAMAS - Por Donad Macintyre
56 - BOMBARDEO A CIVILES Y MILICIANOS DE FATAH AL ISLAM
57 - MURIÓ EL DOS DE FATAH AL ISLAM
58 - ÉXODO MASIVO DE REFUGIADOS
59 - POR SEGUNDO DIA, EL EJERCITO BOMBARDEO EL CAMPO DE REFUGIADOS PALESTINO
60 - ISRAEL AMENAZÓ A LOS JEFES DE HAMAS - Por Sal Emergí
61 - FATAH AL ISLAM
62 - ISRAEL INTENSIFICA SUS OPERACIONES
63 - UNA FEROZ BATALLA EN LÍBANO DEJO DECENAS DE MUERTOS
64 - LA REACCIÓN ISRAELÍ A LA VIOLENCIA EN LOS TERRITORIOS OCUPADOS - Por Sergio Rotbart
66 - UNA PROVOCACIÓN FALLIDA - Por Juan Gelman
67 - ENFRENTAMIENTO ENTRE HAMAS Y AL FATAH DEJA AL MENOS DIECISÉIS MUERTOS - Por Eric Silver
68 - TRAS EL REBROTE DE LA VIOLENCIA ENTRE HAMAS Y AL FATAH - Por Juan Miguel Muñoz
Ajuste informativo, de opinión y análisi
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Miércoles 27 de Junio de 2007
LÍBANO SALVAJE
Por Robert Fisk *
¿Cuál contingente de las Naciones Unidas en el sur del Líbano será el próximo? Es una macabra, terrible pregunta después del ataque con cochebomba que mató a seis soldados españoles del fuerte ejército internacional de 13 mil hombres el domingo a la noche, pero una que se están preguntando los funcionarios de la Fuerza Interina de la ONU –UNIFIL– en sus reuniones de inteligencia. Porque el ejército de la ONU de 30 países bajo la comandancia de cuatro generales de la OTAN –los españoles contribuyeron con 1100 soldados– obviamente va a ser atacado nuevamente. Las expresiones habituales de determinación de los líderes occidentales de que no van a retirarse –tan reminiscente de la guerra de Irak– no van a cambiar eso.
¿Serán los franceses, que son los que tienen los muros de cemento más altos alrededor de su base? ¿O los italianos con sus gruesos blindados, poca protección, parecería, después de que la bomba del domingo hizo estallar uno de los vehículos blindados españoles en el aire? ¿O algunos de los contingentes más pequeños, más vulnerables? Qatar tiene una pequeña unidad ahí. También la tiene China. ¿Los terroristas libaneses se animarán a tocar al Ejército del Pueblo? Hasta los cuarteles de la ONU en Beirut tienen ahora un muro de cuatro metros de alto.
De cualquier manera, la ONU –y miles de tropas occidentales– están ahora en la línea de fuego en otro país árabe, y el pedido del gobierno libanés de que no lo dejen luchar contra sus enemigos solo refleja la preocupación del fracturado gabinete de Fouad Siniora de poder ser abandonado mientras la violencia continúa creciendo en intensidad y área geográfica. Las batallas del domingo en Trípoli entre el ejército libanés y los militantes islamistas, que tomaron un bloque de departamentos en la ciudad, claramente probaron que la brutal lucha guerrillera alrededor de la ciudad no había terminado de ninguna manera. El ejército, sin mostrar evidencia, informó que los muertos incluían a tres sauditas, dos libaneses y un checheno. Y ahora resulta que una mujer se encontraba entre aquellos muertos por el ejército –aparentemente la mujer de uno de los milicianos, Bassem el Sayyed, que según se dice tiene la ciudadanía australiana–.
Lo que es indiscutible es que los muertos inocentes incluían a un oficial de la policía libanesa, Khaled Khodr, que vivía en un edificio de departamentos en el distrito de Abu Samra, junto con sus dos hijas –una de cuatro años y la otra de ocho– y su suegro. Los vecinos dijeron que fueron usados como escudos humanos por los hombres armados y luego fueron ejecutados fríamente, mientras el ejército se cerraba sobre el edificio. La identidad de los hombres armados era discutida: algunos dijeron que eran miembros de Fatah al Islam –el mismo grupo que pelea en el ejército libanés en el campo de refugiados de Nahr el Bared en el norte– o de un grupo llamado Ahl al Hadith, cuyo líder, Nabil Rahim, está prófugo.
En la ONU, todos los sospechosos de siempre están siendo considerados para el ataque sobre las tropas españolas; los sirios, cuyo canciller condenó vigorosamente el ataque, o Hezbolá, que ha estado tratando de proteger al personal de la ONU de combatientes del tipo de Al Qaida; o Al Qaida mismo, cuyos partidarios en el Líbano fueron alentados a “resistir” el ejército de las Naciones Unidas por el vise de Al Qaida, Ayman al Zawahiri. La ONU observó que Fatah al Islam declaró hace sólo unos pocos días que era la ONU la que estaba disparando a sus combatientes en Nahr el Bared desde el mar.
La ONU tiene barcos de guerra alemanes patrullando sus costas –por la ridícula suposición de que Siria podría abastecer a Hezbolá con armas por mar–, pero el ejército libanés ya mostró una grabación de sus propias anticuadas cañoneras construidas en Gran Bretaña, disparando hacia el campo. La susceptibilidad de la actual negativa francesa de hablar con Siria fue enfatizada cuando la mujer del presidente Nicolás Sarkozy, Cecilia, negó a un diario libanés el contenido de un informe francés de que ella se había reunido con la hermana del presidente sirio Al Assad, Bouchra, cuyo marido, Assef Chawkat, es el jefe de los servicios de inteligencia siria.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Domingo 24 de Junio de 2007
ESCENARIO
Dividir para reinar
Por Santiago O’Donnell
No pasa muy seguido que una derrota militar en una guerra civil sea considerada como una oportunidad para los perdedores, pero la situación en Medio Oriente da para todo. Esta semana, Palestina quedó partida en dos, política, geográfica, ideológica y militarmente. Tras una semana de enfrentamientos callejeros que produjeron más de cien muertos, tropas islamistas del partido Hamas tomaron por la fuerza los puestos de seguridad que controlaban sus rivales de Al Fatah en la Franja de Gaza. El liderazgo de Fatah se limitó a Cisjordania y desde allí el presidente Mahmud Abbas, que además lidera Fatah, disolvió el gobierno de unidad con Hamas, después de tres meses de difícil cohabitación. Nombró en su lugar un gobierno provisorio encabezado por el economista independiente Salaam Fayad e instó a Tel Aviv y Occidente a acelerar las negociaciones para la creación de un Estado palestino dispuesto a convivir con Israel. El nuevo gobierno se hizo fuerte en Cisjordania, mientras que Hamas y su líder, Ismael Haniye, quedaron en control de la Franja de Gaza. Ahora hay dos Estados palestinos.
En Gaza, con 1,5 millón de habitantes, la mayoría en campamentos de refugiados y bajo condiciones de extrema pobreza, gobierna un partido que ha sido declarado como organización terrorista por Estados Unidos, Europa e Israel, que no reconoce el Estado israelí y que por esas razones está aislado políticamente y asfixiado por un boicot económico que ya lleva más de un año.
En Cisjordania, donde viven 2,5 millones, hay menos pobreza, menos refugiados y el control militar lo sigue ejerciendo el ejército israelí, gobierna el nuevo niño mimado de Occidente. En tres días de existencia, el flamante gobierno palestino bis ha conseguido que Estados Unidos levante el embargo y le gire fondos para equipar su aparato de seguridad, y que Israel le destrabe más de 500 millones de dólares en impuestos retenidos desde el inicio del boicot.
El premier israelí Ehud Olmert y el presidente norteamericano George Bush declararon esta semana, tras reunirse en la Casa Blanca, que el nuevo gobierno que Abbas formó en Cisjordania representa una oportunidad única para lograr la paz en Medio Oriente y revivir la promesa que hizo Bush hace cinco años de “exportar democracia” a la región. Suena bien, pero hay ciertos detalles que no conviene pasar por alto.
Cuando Fatah ganó las elecciones palestinas en el 2005, Israel le dio la espalda. Lo consideraba, con razón, un partido débil, corrupto, incapaz de controlar a sus milicias y permeable a todo tipo de enjuagues y negociados. Al año siguiente Hamas sorprendió al mundo con una decisiva victoria legislativa que le dio el derecho a formar su propio gobierno. Ese gobierno fue inmediatamente denunciado y boicoteado por occidente. Así las cosas, las condiciones de vida en Palestina se deterioraron rápidamente y los cohetes caseros palestinos empezaron a llover sobre el sur de Israel. El secuestro del soldado Gilad Shalit en un puesto fronterizo en junio del año pasado derivó en una invasión israelí de los territorios palestinos, que a su vez encendió la guerra del Líbano, cuyo resultado inconcluso debilitó Tel Aviv y fortaleció a la guerrilla chiíta islamita libanesa de Hezbolá. Fue entonces que entró en escena el gobierno de Arabia Saudita, sunnita como Hamas y Fatah, para sellar un acuerdo en Meca para un gobierno de unidad integrado por las dos facciones. Hamas aceptó ceder parte del poder que había ganado legítimamente en las elecciones con la esperanza de romper el aislamiento, pero el gesto fue ignorado por Israel y sus aliados. A pesar del optimismo inicial de Europa y la Liga Árabe, Tel Aviv, con apoyo de Washington, impuso su criterio de evitar cualquier negociación hasta que Hamas reconociera a Israel y renunciara a la violencia. Abandonado a su suerte, sin resultados para calmar la impaciencia de los más radicalizados, inflado de armas por un contrabando hormiga desde Egipto, el gobierno de unidad estalló a los tres meses. La guerra entre las facciones militares de los dos partidos produjo el quiebre y tanto Fatah como Hamas se declararon víctimas de un golpe de Estado.
En términos éticos el problema podría resumirse así: Israel y Occidente prefieren que los palestinos sean gobernados por Abbas y sus aliados, pero los palestinos prefieren que los gobierne Hamas y así lo demostraron en las urnas. El apoyo de Occidente a Fatah va en contra de su prédica de defender la democracia más allá de las ideologías.
En términos políticos el problema es más complicado. El nuevo primer ministro que acaba de nombrar Abbas no alcanzó ni el 3 por ciento de los votos en las elecciones del 2006 que ganó Hamas. Abbas también se encuentra en un momento de debilidad tras su contundente derrota militar y su coqueteo con Israel lo debilita aún más porque la mayoría de los palestinos considera que no ha conseguido nada a cambio: ni la libertad de los presos políticos ni la expulsión de los colonos israelíes de territorios palestinos, ni el retiro del ejército israelí de Cisjordania. Lo que ha conseguido Abbas, opinan sus detractores, es partir Palestina para servírsela en bandeja al enemigo, con Gaza convertida en una cárcel y Cisjordania en una colonia de Israel.
“Los palestinos votaron por Hamas el año pasado no porque aprueban sus slogans, ni porque quieren vivir en un Estado islámico, ni porque apoyan los ataques a civiles israelíes, sino porque Hamas no se contaminó con la complacencia hacia Israel y la corrupción de Fatah. Los líderes de Fatah son vistos como meros policías de una ocupación perpetua. Hamas ofrecía una alternativa”, escribió Sari Makdisi, profesora de la UCLA, en Los Ángeles Times.
El panorama internacional tampoco es demasiado alentador para los partidarios de la idea de dos Palestinas. La novedad sorprende a los aliados de Abbas en un mal momento. Acosado por la derecha tras la debacle del Líbano, el premier israelí Ehud Olmert no tiene mucho margen para resucitar su plan de retirarse unilateralmente de Cisjordania. Y Bush, el presidente norteamericano, transita los últimos meses de un gobierno cada vez más repudiado. Resignado a buscar éxitos fáciles para maquillar su currículum, no va a arriesgar la poca iniciativa que le queda en el pantano de Medio Oriente, más allá de las declaraciones de ocasión.
Tampoco es seguro que el gobierno de Hamas en Gaza termine siendo el desastre que augura Occidente. Hamas es una organización más disciplinada y verticalista que Fatah y tal como sucedió con la OLP primero y Fatah después, el ejercicio del poder puede llevarlo a adoptar posiciones más moderadas hacia Israel y a un acercamiento con Egipto que sirva para aliviar el calvario que significa vivir en la Franja.
En Cisjordania puede ocurrir exactamente lo contrario. La falta de legitimidad de origen de su gobierno, sumada al desprestigio que le significa su apoyo a la ocupación israelí y a la falta de control sobre sus irascibles milicias, abonan el terreno para que Cisjordania se convierta en otro Irak, con una fuerza de ocupación asediada por atentados con coche bomba en medio de un escenario de guerra civil. Si las células dormidas de Hamas entran en acción en Cisjordania, será difícil para Israel ceder territorios y control militar.
Hasta la ayuda económica prometida puede convertirse en un boomerang. Los impuestos retenidos por Israel pertenecen a todos los palestinos. ¿Cómo hará el gobierno de Fatah para repartir la parte correspondiente a Gaza sin que pase por Hamas, que controla con mano de hierro todo lo que sucede en la Franja?
Con Palestina dividida, con la facción mayoritaria aislada del mundo y con Occidente jugado a favor de una burocracia enclenque y corrupta que perdió el favor de su gente, cuesta entender el optimismo de Bush y Olmert y su discurso de exportar democracia. Salvo que se lo mire desde la siempre vigente ideología colonialista de dividir para reinar, que no es lo mismo que exportar democracia.
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Viernes 15 de Junio de 2007
SURGE UNA NUEVA DIVISIÓN EN PALESTINA
Por Ignacio Cembrero *
En menos de 24 horas, todo ha cambiado a peor. En la frontera sur de Israel aparece un mini-Estado islamista; los interlocutores palestinos mimados por Occidente han sido barridos por Hamas y una nueva división entre Gaza y Cisjordania surge en Palestina. La Casandra de Israel ya lo advirtió hace casi dos años cuando el ejército israelí se retiró de esa franja de 365 kilómetros cuadrados en donde se hacinan 1,4 millón de palestinos: “Si nos vamos de Gaza, Gaza nos perseguirá”.
La toma de control, ayer, de ese territorio al sur de Israel –donde vive el 37 por ciento de los palestinos– por el movimiento islamista Hamas confirma que ese vaticinio se ha cumplido. Con su retirada de Gaza, Israel no ha logrado deshacerse del problema. La inesperada victoria de una facción radical, tachada de terrorista por los países occidentales y que se niega a reconocer al Estado judío, es ante todo un revés para Israel que tanto se alegró, a lo largo de los últimos ocho meses, de las escaramuzas entre Hamas y su rival Al Fatah.
Ahora emerge en su frontera sur el embrión de un mini-Estado islamista dirigido por una milicia bien armada y entrenada, parecida a la libanesa chiíta de Hezbolá –ambas reciben ayuda de Irán–, a la que combatió hace un año con escaso éxito en su frontera norte.
Frente a Hamastán, como llaman los halcones israelíes a la nueva entidad, el Estado judío tiene, a grandes rasgos, dos opciones. La primera es levantar un cordón sanitario en torno del enclave radical, aislándolo aún más de Israel de lo que ya lo está. Por eso ve con buenos ojos el envío de una fuerza de la ONU que Hamas rechaza y a la que nadie quiere aportar tropas. La segunda opción consiste en “efectuar una ofensiva terrestre” como propugna, por ejemplo, el ex jefe de Estado Mayor Moshe Yaalon antes de que misiles palestinos caigan sobre las ciudades de Ashkelon o Kyriat Gat. “Israel no tiene ninguna intención de reocupar Gaza”, aseguró ayer Miri Eisin, portavoz del primer ministro.
El triunfo militar de Hamas asesta también un duro golpe al presidente palestino Mahmud Abbas, cuyo movimiento, Al Fatah, ya sufrió un gran revés en las urnas en enero de 2006. Perdió las elecciones legislativas frente a Hamas, que obtuvo la mayoría absoluta de escaños.
Abbas ha sido el único interlocutor de EE.UU. y de la Unión Europea que, a partir de marzo de 2006, boicotearon al gobierno elegido democráticamente porque sus miembros pertenecían a una organización que calificaban de terrorista. Bruselas cortó, por ejemplo, la cooperación con la Autoridad Palestina, aunque mantuvo la ayuda humanitaria –84 millones de euros en 2006– que ayer suspendió ante la virulencia de los combates.
Con Abbas no sólo se mantuvieron los contactos, sino que Washington puso en marcha un programa de ayuda militar, por importe de 45 millones de euros, para reforzar a los cinco mil hombres de su guardia presidencial, contrapeso de Hamas.
Hamas ha demostrado ahora en Gaza su supremacía militar y, aunque con más dificultades, podría también adueñarse de Cisjordania si no fuese porque Al Fatah cuenta allí con el velado respaldo del ejército de Israel. Entre israelíes y palestinos han provocado ahora la segunda partición de Palestina.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Viernes 15 de Junio de 2007
UNA PROCESIÓN ACOMPAÑÓ AL DIPUTADO LIBANÉS ASESINADO
Ayer fueron los funerales del sunnita Walid Eido, el de su hijo y otras ocho víctimas de un atentado ocurrido el miércoles en el oeste de Beirut.
Por Robert Fisk *
Desde Beirut
Todos estaban obsesionados por las cifras. Es verdad, el cortejo fúnebre se dirigía al cementerio de las mártires de Chatila, es verdad que Saad Hariri –hijo del ex premier asesinado cuyos asesinos serán juzgados ahora por la ONU– caminaba a la vanguardia. Pero eran los números los que importaban. Llegó un llamado a mi celular de un miembro del Parlamento libanés –los lectores pueden debatir su identidad– cuando el esqueleto carbonizado de Walid Eido estaba todavía caliente dentro de su automóvil bombardeado. “Robert, sólo necesitan matar a tres más y Siniora no tiene mayoría parlamentaria”.
Las primeras palabras de la editorial de L’Orient Le Jour de ayer eran: “70... 69... 68”. Si los miembros del Parlamento que apoyan al gobierno de Fouad Siniora llegan a 65, no hay más “mayoría” en el Parlamento. De manera que no era asombroso que ayer estuvieran reclamando que el presidente prosirio Emile Lahoud permita elecciones para cubrir las bancas de los miembros de la asamblea asesinados, que esas elecciones deber llevarse a cabo aun si Lahoud se niega a aprobarlas. Los miembros del Parlamento pueden ser perdonados por perder sus bancas por la insatisfacción popular en el Líbano, pero ¿por qué deben perder sus bancas por bombas o por la precisión –y aquí estamos hablando del ex ministro Pierre Gemayel– de un rifle AK-47?
El funeral de Eido, junto con el de su hijo Khaled (otros ocho murieron con ellos en la explosión del automóvil en el oeste de Beirut el miércoles), fue un asunto cansador, sombrío y penoso. “Omar, Omar”, gritaba la multitud, aferrándose a su califa, y “Fuera Hezbolá de los suburbios del sur”, una exigencia que floreció con una serie de referencias obscenas a Sayed Hassan Nasrala, el líder de Hezbolá. Este era un funeral sunnita y enterraban a sus muertos al lado del Gran Muftí de Jerusalén, el Jeque al Husseini que trató de mantener la existencia de Palestina (y jugueteó con Hitler, para disgusto de Israel y de Occidente). Saad Hariri –más noble a la vista de lo que tiende a ser en palabras– encabezaba la procesión.
Marchó frente a edificios con huellas de balas de la guerra civil –un recordatorio fantasmagórico de todo lo que esperamos evitar en los días por venir– y frente al cementerio de guerra francés de 1941. Los “libertadores” franceses libres enterrados ahí eran, muchos de ellos, musulmanes argelinos e indochinos (como se los llamaba entonces) y sus adversarios franceses partidarios del gobierno de Vichy volvieron a Francia bajo una tregua que les permitió luchar nuevamente contra los aliados.
Walid Eido era un juez respetado, un sunnita opositor a Siria, un hombre que había llamado al campo Hezbolá del centro de Beirut una “ocupación” y había sido asesinado, como les sucedió a muchos opositores a Siria en el Líbano. No, por supuesto que esto no es una prueba de que Siria cometió el hecho. Como no hay pruebas de que todos los otros opositores a Siria fueron asesinados por Damasco (¿Hariri? ¿Gibran? ¿Kassir? ¿Gemayel? ¿Ahora Eido?). Y como de costumbre, no hay nadie arrestado. Mártir, mártir, mártir; así es como la prensa llama siempre a los Caídos del Líbano. Supongo que es más fácil así.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Jueves 14 de Junio de 2007
LA PESADILLA CONTINUA
Por Robert Fisk *
desde Beirut
Una señal de estos tiempos. Llegué a casa en Beirut desde París, apenas estuve veinte minutos en mi departamento cuando las ventanas de mi oficina se abrieron de golpe y una tremenda explosión se sintió en toda la capital del Líbano. A unos 500 metros, por la cornisa se veían nubes de humo que subían del Staff Sporting club. Soldados que gritaban, los policías que trataban de mantener alejados a los primeros periodistas, pero me escabullí por las ruinas al lado del mar con un viejo amigo fotógrafo libanés y nos encontramos entre los restos de un tren fantasma para turistas, las vías y los vagones destrozados. “Entre bajo su propia responsabilidad”, se lee sobre el túnel y del otro lado hay un automóvil incendiándose con el cadáver de la última víctima de los asesinatos en el Líbano.
Y no “cualquier” víctima. El hombre en el vehículo incendiado es Walid Eido, un miembro del Parlamento de Beirut, un ex juez, muy venerado –antisirio, por supuesto, de lo contrario no estaría muerto– y un partidario de Saad Hariri, el hijo del asesinado ex primer ministro Rafik que fue muerto en una explosión aún mayor el 14 de febrero de 2005, a mil metros del otro lado de mi departamento. ¿Qué sucede en Beirut que convierte esta hermosa ciudad bendecida por el sol tan rápidamente en un crematorio? Eido fue muerto con su hijo Khaled y vi sus cadáveres, quemados, cubiertos con bolsas de plástico baratas para que los fotógrafos codiciosos no pudieran usar los últimos restos mortales en la primera plana. Dos guardaespaldas de Walid Eido murieron con ellos. El Sporting era un lugar frecuentado por los hombres de Hariri, pero, como de costumbre, este asesinato debe haber estado bien planeado, bien coordinado, pagado con mucha anticipación.
Y qué golpe para el cuerpo político de campo de Hariri. El partido mayoritario de Hariri es el motivo por el cual sobrevive el gobierno de Fouad Siniora, apoyado –que Dios los ayude– por los estadounidenses, abandonado por Hezbolá que convenció a seis ministros chiítas de que renunciaran al gabinete el año pasado. ¿Podría haber habido un objetivo más devastador para los enemigos del gobierno libanés? Walid Eido, un ex juez que representaba a un distrito en la dura zona Basta musulmana sunnita de Beirut, un político populista que constantemente había condenado la “interferencia” de Siria en el Líbano y que más recientemente había volcado la acción política de Hezbolá contra el gobierno. Cuando el grupo de la milicia prosiria, que resistió los devastadores bombardeos de Israel al Líbano el verano pasado, armó sus carpas en el centro de Beirut como un intento de derrocar al gobierno de Siniora, fue Eido quien se refirió a eso como “ocupación”.
¿Y cuál será la reacción a este último y más indignante de los asesinatos? En el momento inmediato después de la bomba, en medio de los escombros del tren fantasma y los autitos chocadores volcados y las piletas cubiertas con cenizas al lado del Mediterráneo, sólo había estupor. Pero en el Líbano cada crisis es peor que la anterior. Cada asesinato –de un político comunista, de un prominente periodista, de un miembro del Parlamento cristiano, cada estallido de la violencia de la guerrilla (61 soldados libaneses han muerto luchando contra Fatah al Islam en el norte del Líbano)– impulsa más y más al Líbano hacia el abismo. En los últimos meses las bombas han explotado cerca de la medianoche, un complejo industrial aquí, centro comercial cristiano o musulmán allá, siempre demasiado tarde para causar muertes masivas. Y éste es el punto, por supuesto, amenazar más que matar. ¿Pero qué pasa si la próxima bomba estalla a mediodía y no a medianoche? ¿Cuántas muertes entonces? Esta es la pesadilla con la que viven ahora los libaneses. En las áreas de la clase trabajadora de Basta, esta noche la multitud se pudo contener (por un ejército en su mayoría chiíta musulmán), ¿pero qué pasará mañana? Habla del enorme valor de los libaneses el haberse negado a embarcarse en otra guerra civil a pesar de cada provocación. Pero las provocaciones no han terminado. La situación puede empeorar y mucho. Anoche, al lado de los autitos chocadores había una patente quemada: 101437. Los detectives libaneses tomaron nota del número. Pero –y me canso de decir esto en mis informes– ni un solo asesinato ha sido resuelto desde 1976.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Jueves 14 de Junio de 2007
TELONES
Por Juan Gelman
Lo dijo el vocero de la Casa Blanca Tony Snow. Finalmente. EE.UU. piensa mantener tropas en Irak por mucho tiempo. Snow equiparó esa situación con la de Corea del Sur, donde hay 53.000 soldados norteamericanos desde la guerra con el Norte que estalló en 1950. Tomando en cuenta el contexto –por ejemplo, el número de naves de guerra que EE.UU. sigue concentrando en el Golfo Pérsico–, no se trata sólo de Irán: Irak fue el primer paso de la construcción de un imperio colonial en Medio Oriente y el poderío militar que seguirá de pie en su territorio habla de un proyecto de control que abarcaría también a Siria, Líbano, las zonas petroleras de Arabia Saudita y aun las estepas de Asia Central mediante el tendido del oleoducto Bakú (Azerbaiján)-Tbilisi (Georgia)-Ceyhan (Turquía). Washington ha comenzado ya las hostilidades con Rusia, por ahora verbales: ha descubierto de repente que Putin es un autócrata.
La “revelación” de Snow es hace tiempo conocida. El Pentágono está invirtiendo miles de millones de dólares en la construcción de cuatro bases en Irak. El periodista Thomas Rick visitó el año pasado la base Balad Air, ubicada a 68 kilómetros al norte de Bagdad, y su descripción no deja lugar a dudas sobre la intención de utilizarla de manera permanente (The Washington Post, 4-2-06). Ese complejo militar alberga vecindarios donde viven sus 20.000 efectivos –con aire acondicionado–, la sede de una unidad especial de operaciones conjuntas rodeada de muros muy altos que confirman su secreto, cuatro grandes comedores, un hospital, una muy larga pista de aterrizaje, 250 naves aéreas y ciertas “amenidades”: restaurantes Subway y Popeye’s, un Burger King abierto las 24 horas, un Starbucks de imitación, un par de tiendas. Habrá más: Internet, TV por cable y teléfonos para llamadas internacionales. De base militar transitoria poco tiene. Más bien es una isla estadounidense militarizada en territorio hostil.
Una semana antes de la publicación del artículo de Rick, el general Mark Kimmett, segundo del comando central de los ocupantes en materia de planificación y estrategia, había declarado paladinamente: “Ya hemos entregado importantes zonas de territorio a los iraquíes... No se trata sólo de un plan, es nuestra política no tener base permanente alguna en Irak” (seattlepi.nwsource.com, 28-1-06). No otra cosa había expresado el entonces jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld: “No se planea por ahora la instalación de bases permanentes en Irak. Es un tema que ni siquiera hemos conversado con el gobierno iraquí”. La base Balad Air ya estaba construida. Pareciera que, bajo el gobierno Bush, la mentira es un monopolio de Estado.
Tony Snow subrayó que la presencia ad infinitum de tropas norteamericanas en Irak sólo serviría para fortalecer su seguridad interna y no para agresiones a terceros países. Pero los bombardeos a Irán no sólo están previstos, fueron publicitados. El pretexto para la permanencia por tiempo indefinido de 30.000 a 50.000 militares es el de siempre: emplear el territorio iraquí como plataforma en la lucha contra Al Qaida y otros grupos terroristas. Esto entrañaría la retirada de buena parte de los 160.000 efectivos estadounidenses hoy en Irak y cabe imaginar que W. Bush procura una suerte de consenso bipartidario para continuar la ocupación aunque el gobierno pase de un republicano a manos de un demócrata en las próximas elecciones presidenciales. Así, el programa de los “halcones-gallina” no se vería perturbado. Contra la opinión de sus votantes, la cúpula del partido demócrata ya ha capitulado al aprobar el enorme presupuesto de guerra del año fiscal 2007-08. En Irak, EE.UU. no está dispuesto a bajar el telón.
En cambio, no se pudo levantar el del teatrito del prestigioso Colegio Wilton de Connecticut, en el que 16 estudiantes de teatro iban a representar “Voces en conflicto”, una obra sobre Irak. La pieza consiste en una serie de monólogos que recogen la palabra de soldados que allí combaten y “describen gráficamente la violencia y una ambigüedad moral que parecía cuestionar la ecuanimidad de la guerra” (The Christian Science Monitor, 12-6-07). El decano del colegio, Timothy Canty, canceló en marzo la representación porque podía herir los sentimientos de deudos de los caídos y de familiares de los efectivos en Irak. El hecho motivó que Edward Albee y una treintena más de conocidos dramaturgos firmaran una carta de protesta y que varios teatros de Nueva York ofrecieran sus instalaciones para que la obra llegue al público. Los actores tal vez pronuncien frases como la del soldado Donald Hudson Jr.: “¿Por qué seguimos todavía en este país que no nos quiere?”. O ésta, del capitán Jeff Leonard, que atiende a efectivos traumatizados por la guerra: “Estoy cansado de ver llorar a jóvenes en la plenitud de su vigor” (www.vaiw.org, 12-6-07). Se sabe: una contienda bélica produce mutilaciones de todo tipo.
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Domingo 03 de Junio de 2007
PELIGROS IGNORADOS
Por Robert Fisk *
Mirado superficialmente tiene sentido. Un grupo de islamistas radicales combatiendo al ejército libanés en medio de las ruinas del campo de refugiados Nahr el Bared. Nahr el Bared significa “el río frío”, aunque allí no hay tal río. Sólo hay bombardeos del ejército libanés. De hecho, los helicópteros Gazelle estuvieron disparando durante todo el día ayer. Aparentemente, otro capítulo de la guerra contra el terrorismo.
En realidad, se trata de otra tragedia dentro del mismo conflicto (aunque deberíamos borrar la palabra terrorismo). Los Gazelles no tienen cohetes –-una cortesía de Estados Unidos en respuesta al temor de Israel de que fueran utilizados contra sus fuerzas–. Los belgas incluso habían ofrecido tanques Leopardos, pero Estados Unidos vetó la iniciativa para evitar que los libaneses eventualmente los usaran contra los israelíes. En conclusión, los libaneses están suficientemente armados para combatir a los palestinos, pero no para enfrentar a sus enemigos de la frontera sur.
¿Siria apoya a Fatah al Islam? Probablemente sí. Pero un discurso familiar empezó a escucharse ayer. La Cruz Roja Internacional llamó a “todas las partes” a acordar un cese de fuego, una frase usada promiscuamente durante la guerra civil de 1975-1990 en el Líbano, como si los milicianos palestinos fueran combatientes en un conflicto civil, en vez de los asesinos de veinte soldados libaneses. Ayer la BBC se sumaba a este clima de guerra, al referirse al “laberinto de edificios de concreto y angostos pasillos” que es Nahr el Bared, como si los campos de refugiados en Medio Oriente no fuesen todos iguales.
Entonces, ¿puede el ejército libanés realmente pelear la guerra estadounidense en el norte de su país? A pesar de estar compuesto por chiítas, sunnitas, drusos y cristianos, el ejército se ha mantenido unido. Sin embargo, no fue creado para pelear las guerras de Occidente en Medio Oriente. Hace sólo una semana, en el sur del país, se reunieron en secreto oficiales de inteligencia franceses, italianos y españoles –designados a las embajadas en Beirut– con importantes jefes del movimiento guerrillero Hezbolá, el mayor enemigo de Israel en el Líbano.
Hezbolá les aseguró –como ellos esperaban– que sus soldados, que participan de la renovada misión de paz internacional en el sur libanés, serían protegidos de Al Qaida y de sus amigos en Fatah al Islam. También les dijeron que si Israel volvía a atacar en los próximos meses, habría una guerra mucho más cruenta que los 34 días de conflicto en junio y julio pasado. Al norte del río Litani, Hezbolá está construyendo nuevas rutas y bunkers, estratégicos en una eventual futura batalla con Israel –este avance pasó inadvertido gracias al nuevo conflicto que estalló en el norte del país en las últimas semanas–.
Como los campos de refugiados en el norte están muy aislados, y como Beirut sobrevive a pesar de los ataques nocturnos de desconocidos (como siempre se los llama), el país todavía presenta una imagen de paz y relativa normalidad. Pero la verdad es que está en grave peligro y –como en Afganistán e Irak– nosotros seguimos ignorándolo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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Domingo 27 de Mayo de 2007
BENEDICTO XVI CONTRA BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
Por José Pablo Feinmann
Notable es cómo se reparten las indignaciones en este mundo. Hay muertes de todo tipo y valor. Hay muertes de primera, de segunda y hay muertes que no valen nada, ni una línea en algún diario pueblerino. Bueno, todo esto ya se sabe, ya nadie puede decir nada nuevo sobre los horrores de este mundo. Lo que significa que se siguen produciendo ante la indiferencia generalizada o ante la impotencia o, peor todavía, el desinterés absoluto, ese estado de ánimo que nos protege de todo y nos mantiene fríos, aislados de la suerte de los otros y dispuestos sólo a lamentar nuestra propia muerte, si nos dan tiempo.
Cuando el líder iraní Mahmud Ahmadinejad propuso un congreso para negar la existencia del Holocausto judío en los campos nazis de exterminio todos se indignaron y con razón, el tipo se pasó de la raya, está loco, es un nazi iraní desbocado y algo habrá que hacer. El líder iraní busca una cosa que nadie se atreve a decir salvo en conversaciones privadas. Lo que Ahmadinejad busca decir no sea acaso que el Holocausto no existió sino plantear –a través de semejante infundio– una cuestión implanteable: ¿por qué el Holocausto judío es el único Holocausto? O ¿por qué es el único que se escribe con mayúsculas? Esto tiene sus respuestas. El Holocausto judío fue el más racionalmente planeado de la historia y el que fue realizado solamente por el odio, sin ningún beneficio posterior. Fue sólo el odio y el deseo de destruir al Otro, al judío, lo que llevó a los nazis a esa masacre. Los motivos ofrecidos por Hitler y Goebbels durante la lucha por el poder (que los judíos se robaban los dineros de los alemanes y los hambreaban porque dirigían la economía del país) eran meras excusas para hacer lo que hicieron: la solución final, eliminar a todos los judíos de Europa para, de este modo, limpiarla.
Este horror permanece (hoy) como un reaseguro histórico para la existencia del Estado de Israel. Lo que una vez ocurrió puede volver a ocurrir. También es un poderoso antecedente para la violencia del Leviatán israelí. Todo Estado es una organización de la violencia. Un judío victimario y no víctima era impensable antes de la existencia del Estado judío. Pero la estratificación de la fe trae con ella la dogmatización. Esta dogmática se organiza en el Estado como la fe cristiana se organizó en la Iglesia. Los cristianos de los orígenes, los perseguidos por los romanos, los que morían en el Coliseo, los que vivían en las catacumbas, los que eran perseguidos, se hicieron poderosos cuando crearon su Iglesia, y, más aún, cuando la Iglesia se transformó en Estado eclesial, en Ecclesia. Aquí, los antiguos cristianos ya no son perseguidos, persiguen. El cristianismo se expresa ahora en una casta sacerdotal que se sostiene en una única, vertical y autoritaria lectura del Evangelio. El Estado judío cumple esa función de poder. Ya no habrá judíos indefensos perseguidos porque a algún tirano de la Tierra se le ha despertado la locura de matarlos. El Estado judío, obviamente, se remite al Holocausto como lo que él, ese Estado, existe para impedir. En suma, la existencia del Estado judío es ofrecer una tierra de seguridad y protección a todos los suyos para que nunca se repita Auschwitz.
Así las cosas, el Holocausto funciona como la memoria de lo que fue y de lo que no debe ser más. En tanto figura de “lo que no debe ser más” el Holocausto es una justificación de la política del Estado de Israel y de su práctica guerrera. Si hemos entendido esto entenderemos que el iraní Ahmadinejad eligió certeramente dónde pegar. Si él negara la existencia del Holocausto el Estado de Israel perdería su justificación de custodio de “lo que no debe ser más”. Perdería la más fuerte justificación de las guerras en que se implica. Ahmadinejad se equivoca: nunca podrá demostrar que el Holocausto no existió porque sí, existió. Pero (y aquí estamos tratando de entender una atrocidad que dijo el papa Benedicto XVI) se trataría de analizar por qué otros holocaustos no sólo no se escriben con mayúsculas sino que pueden ser negados por completo o el país que los cometió puede festejar desmedidamente los quinientos años de la fecha en que llegó a las tierras americanas a cometerlo. Esto ocurrió en Barcelona en 1992. Una impudicia. Una fiesta de nuevos ricos (no hacía mucho que España había entrado en la Unión Europea). Un despliegue fastuoso para festejar una conquista que mató a millones de seres humanos. “Por lo que a la raza humana se refiere (escribe Hegel en sus olímpicas Lecciones sobre la filosofía de la historia universal), sólo quedan pocos descendientes de los primeros americanos. Han sido exterminados unos siete millones de hombres”. Hegel no sabía nada. No tenía datos. Esa falta de información implicaba desconocer millones de muertos. Acaso la cifra total llegue a cincuenta millones. Pero, ¿a quién le importa? Si no bien uno habla de esto saca patente de indigenista, populista, americanista y otros horrores. Y la opulenta España festejó esos quinientos años con el fasto de un Imperio victorioso, henchido de orgullo. Imaginen un desfile de miles de neonazis, respaldados por el Estado alemán, festejando el aniversario de la Solución Final. Así, con mayúsculas.
¿A qué viene esto? Ya lo habrán adivinado. El papa Benedicto XVI dijo que la evangelización de América latina no había sido la imposición de una cultura extraña. Benedicto no debe haber leído a fray Bartolomé de las Casas. O no, vayamos por otro lado porque esto no se lo cree nadie. Benedicto leyó a Bartolomé de las Casas porque tuvo tiempo de sobra para leer todo lo que quisiera, hasta el mismísimo El capital del ateo Marx. Lo leyó (a Bartolomé), pero es como si no lo hubiera hecho. En rigor, a De las Casas lo leyeron todos pero nadie le da importancia. Un clérigo loco, dicen, que hablaba de los indios como si tuvieran alma, como si fueran seres humanos. Y no lo eran. El alma se la traían los europeos. Se la entregaban con la evangelización. Por eso Benedicto dice que la evangelización no es una cultura extraña. ¿Cómo va a ser extraña para un pobre indio la posesión del alma, del evangelio, de la cultura europea? El imperialismo europeo tuvo una característica muy propia con respecto a otros. Europa, a partir de 1492, establece algo que podemos llamar sistema-mundo, y que es la globalización que el capitalismo impone a partir de esa fecha. El capitalismo es globalizador por definición. La burguesía lo es. La burguesía a la que Marx le cantó alabanzas en el Manifiesto. La clase revolucionaria por excelencia. Cuando el Imperio romano ocupaba territorios y mataba a todos sus habitantes lo hacía en nombre de “la grandeza de Roma”. Cuando, antes, Alejandro el Magno se devoraba el mundo conocido (que era todo el mundo: el mundo era conocido en tanto lo conociera Alejandro; si no, no existía), lo hacía en nombre de la gloria de Alejandro, del poder de Alejandro, de la furia guerrera de Alejandro, de su fuerza y de su vitalidad. No hay valores que sirvan de estandartes a estos imperios. Es el capitalismo el que conquista en nombre de valores que lo autorizan. España conquista para evangelizar, para llevar el alma de Cristo a las almas rústicas de esos indígenas sin Dios. Sin Dios cristiano. Inglaterra –en China y en India– conquista en nombre del Progreso, de la Civilización, de la Cultura.
¿Qué creen que pensaba Francia cuando en 1830 entró en Argelia? Les llevaba las Luces de la Ilustración a esos negros de mierda, con perdón: pero así lo decían. Más de un siglo después, uno de esos negros, un martiniqués, escribiría un libro al tiempo que se moría de leucemia. Fueron a verlo, en su agonía, dos escritores de la revista francesa Les Temps Modernes. El martiniqués les dijo: “Quiero que Sartre escriba el prólogo”. Y luego les habló durante horas de la Crítica de la razón dialéctica, que había leído en su lecho de moribundo. El martiniqués mejoró algo y se encontró con el autor de la Crítica, Sartre, en Roma. Ahí hablaron durante horas. El martiniqués murió al poco tiempo en Washington, donde pudieron llevarlo a ver si se salvaba. Sartre escribió el prólogo a Los condenados de la tierra, que era el título que el martiniqués le había puesto a su libro. El martiniqués, sé que aún no lo he dicho, se llamaba Franz Fanon. Sartre escribió el prólogo y en él escribió: “Nuestras víctimas nos conocen por sus heridas y por sus cadenas: eso hace irrefutable su testimonio. Basta que nos muestren lo que hemos hecho de ellas para que conozcamos lo que hemos hecho de nosotros mismos”. Y también afirmará, muy calmosamente, que el europeo se ha hecho hombre fabricando esclavos y monstruos.
Pero qué ingenuo es uno: ¡citar el prólogo de Sartre a Fanon! ¿Acaso no están todos de acuerdo en que es una apología de la violencia? Fuera, no vale. Sartre estaba tan loco como Fanon moribundo. ¿A quién escuchar entonces? A Bartolomé de las Casas, tal vez. Les decía a los españoles: “Estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes (...) ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas?” Pero no, Bartolomé. Usted no entiende. Estas gentes, es cierto, estaban mansas y pacíficas en sus tierras, pero había que evangelizarlas, de lo contrario se habrían quedado sin alma para siempre. ¡Ah, el Evangelio! La espada y la Cruz. Y ahora Benedicto dice con total tranquilidad que todo fue para bien. Y le sale a responder Hugo Chávez, que es –quién no lo sabe– un enemigo de la democracia, de la república, del ALCA, un populista y para colmo un negrito. Y Chávez cita, en su favor, a Bartolomé de las Casas ignorando que el bueno de Bartolomé tenía una solución para los males de América latina: propuso reemplazar a los indios por negros. Trayendo negros de Africa se acabarían las matanzas en América. O sea que, si por don Bartolomé fuera, Chávez, de no haber nacido en otra temporalidad de la historia, estaba en Venezuela pero reemplazando a un indio y trabajando como un negro. Igualmente, ante los dichos del Papa, el dictador populista, proteccionista y autoritario venezolano dijo: “Su Santidad el Papa no puede venir a negar el holocausto indígena”. (Transcribo esta declaración de un matutino prestigioso y serio. Notemos cómo, para ser tal cosa, hay que escribir “holocausto indígena” con minúsculas y “Santidad” con mayúsculas.)
Del modo que sea, todo va a seguir como está. Para que estas cosas cambien tiene que haber un cambio histórico y la historia, últimamente, parece tender más a volverse pedazos que a cambiar. Si el genocidio americano y, por ejemplo, el armenio no le importan a nadie es porque no tienen ninguna función estratégica. El Holocausto judío la tiene y forma parte esencial del desarrollo trágico que tienen los hechos en el Oriente del Estado israelí, de la guerrilla palestina, del Estado de Ahmadinejad, de los resistentes iraquíes y de la estrategia bélica global del Imperio norteamericano.
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Jueves 24 de Mayo de 2007
TODOS PIERDEN CUANDO EL EJERCITO VUELVE A TRENZARSE CON LOS MILICIANOS PALESTINOS
En el Líbano, la historia se repite
Las decenas de heridos que dejaron tres días de bombardeos del ejército libanés contra islamistas de Fatah al Islam están internados en el Hospital Safad. El cronista cuenta cómo intentan sobrevivir los habitantes del campo palestino entre la destrucción y el olvido de las autoridades libanesas.
Por Robert Fisk *
Desde el campo de refugiado Nahr el Barad, norte del Líbano
Es un lugar de furia palestina –y casi tanta sangre palestina–. Los niños gimiendo de dolor, desconfiando de los extraños y poco paternales médicos, la mujer de mediana edad mirándonos con un ojo, una serie de tubos insertados en su estómago, una serie de caras sombrías, hombres jóvenes enojados, sus cuerpos y piernas destrozados. Estaba Youssef al Radi de ocho años, herido ayer a la mañana con esquirlas en el brazo y la espalda y traído al hospital palestino Safad en Badawi, sus pies sangrando, su pequeño cuerpo en una enorme camilla mientras la enfermera trataba de cubrirlo con una manta. No le han dicho que su madre murió a su lado. Ni que su padre está todavía en el campo Nahr el Barad. Y no mencionemos a Aiman Hussein, de seis años, que fue alcanzado por hasta cien pedazos de metal de una granada del ejército libanés –en el cuello y la espina dorsal, la tibia, el pie, la espalda, en todos lados–. Los médicos debieron llevarlo urgentemente a Trípoli porque no podían operar. Visiten el hospital Safad, si se animan.
O bajen de su automóvil en la línea del frente del ejército libanés en Nahr el Barad y caminen entre los soldados sudados, cansados a quienes se les ha dicho que están defendiendo la soberanía del Líbano al combatir con los hombres armados de Fatah al Islam –que todavía están ocultos en las aplastadas y humeantes ruinas en el borde del campo palestino–. Algunos de los edificios parecen encaje irlandés y el minarete verde de una mezquita tiene un agujero de proyectil de artillería justo debajo de la plataforma desde donde se escuchaba el llamado de los muecín cinco veces al día, como si un gigante le hubiera dado una trompada. Hasta hay un campo de carpas gastadas que debe haber sido como se veía este campo cuando los abuelos de esos niños heridos llegaron por primera vez aquí desde Palestina, en 1948.
Los transportes blindados de soldados estaban enterrados en la rica tierra, y los soldados estaban refugiándose detrás de un grupo de casas derruidas y garajes. Encontramos a dos coroneles que amablemente nos ofrecieron café y a un teniente que había vivido en Montreal que llamó a un amigo mutuo nuestro, un coronel del ejército libanés, que se rió a carcajadas en el celular: “Robert, ¿que estás haciendo en Nahr el Barad?”. Como si no lo supiera.
Miré el campo. ¿Valía la pena todo este dolor, las calles vacías, los edificios de departamentos destruidos con humo gris saliendo todavía de sus ventanas? Los soldados libaneses afirmaban que tratan de no herir a civiles –bueno, puedo recordar otro ejército que dice lo mismo, ¿no es así?–, pero ¿se debía matar o herir a tantos palestinos por los crímenes de unos pocos, algunos –no sabemos cuántos– ni siquiera de Palestina, sino de Siria o Yemen o Arabia Saudita? Justo detrás de mí estaba el puesto de control donde los hombres armados de Chaker el Absi (nacido en Jericó en 1955, más tarde un piloto Mig en Libia, según su hermano en Jordania) masacraron a cuatro soldados este fin de semana, cortándoles las cabezas y dejándolas sobre el camino. La mayoría de las tropas a mi alrededor eran del norte del Líbano –como lo eran los soldados asesinados–. ¿Había existido un sentimiento de venganza más que disciplina militar cuando primero abrieron fuego? Por cierto había gritos de venganza en el hospital Safad –nombrado, en honor a la misma ciudad palestina preIsrael de donde originalmente provenían muchas familias de refugiados de Nahr el Barad– y Fatah, el viejo Fatah de la OLP de Arafat, ahora tenía hombres armados en las calles para proteger el personal médico y los nuevos refugiados heridos del próximo estallido de furia. Todo el día, las ambulancias iban y venían con heridos del campo, las sirenas sonando, dejando a los heridos y los enfermos y a los hombres y mujeres ancianos que no podían soportar más. Les daban pequeñas porciones de pan como animales recién llegados al mercado, no pude dejar de pensar, y volvían a salir.
Habían escuchado todas las declaraciones políticas. Nicolás Sarkozy, el nuevo presidente francés, había hablado por teléfono con el primer ministro libanés, insistiendo en que no debía aflojar a la “intimidación” –quizás él pensaba que los palestinos eran la misma clase de “basura” como la que él llamaba a los árabes que hicieron disturbios en los suburbios de París el año pasado– y el presidente Bush le dio su apoyo al gobierno libanés y al ejército. Y Walid Jumblatt dijo del presidente sirio que “el ejército libanés debiera aplastar a Fatah al Islam de una vez por todas para evitar que Assad convierta al Líbano en un segundo Irak”. Eso es lo que se dice ahora, que otra nación árabe soberana puede convertirse en un nuevo Irak. Los argelinos decían lo mismo hace dos días, que los terroristas suicidas islamistas estaban tratando de convertir a Argelia en “un nuevo Irak”. ¿Qué hemos desatado ahora?, me pregunté todo el día ayer. Bueno, se le puede preguntar a Suheila Mustafa que estuvo ayer al lado de la cama de su hermana Samia de 45 años, tan terriblemente herida en la cara por el fuego de proyectiles del ejército que no podía hablar ni enfocarnos con su ojo izquierdo hinchado. “Nos acabábamos de despertar cuando escuchamos las primeras ráfagas de fuego”, dijo. “Mi hermana estaba a mi lado y se cayó con su cabeza sangrando. Estuvo perdiendo sangre desde las 5.50 de la mañana hasta las 3 de la tarde. Por fin mi hermano nos trajo en su automóvil. Pero déjeme decirle esto. El pueblo palestino ha escuchado a Walid Jumblatt y le agradecemos y que siga disparándonos. Y me gustaría agradecer al primer ministro Siniora, y decir muchas gracias –realmente gracias– a George Bush y a Condoleezza Rice. Quiero agradecerles por esos proyectiles y estas heridas que estamos sufriendo. Y si Rice realmente quiere enviar más material al ejército libanés, mejor que se apure. Hay una mujer todavía en el campo que está embarazada y el niño en su vientre nacerá y crecerá y será un hombre y entonces veremos!”
Por supuesto, uno quiere que Suheila recuerde –quizás no su hermana terriblemente herida– que los palestinos son huéspedes en el Líbano, que al permitir que Fatah al Islam se instale en el borde de su campo, al norte del Líbano, están invitando a su propia muerte. Pero el estado de víctima –y que no quede duda de la integridad o la dignidad de ese estado de víctima– se ha convertido en un pozo para los palestinos, en el que han caído. La catástrofe de su desalojo y huida de Palestina en 1948, su casi destrucción en la guerra civil libanesa, su cruel sufrimiento a manos de los invasores israelíes –la masacre de Sabra y Chatila en 1982 donde 1700 fueron masacrados– y ahora esto, han instalado a este pueblo en una permanente prisión de sufrimiento.
Encontré a una anciana en el hospital Safad, sollozando y gimiendo. Tenía 75 años, dijo, y su hija acababa de traer a su propio niño de 2 meses y ésa era la quinta vez que había sido “desplazada”. Usó esa palabra “desplazada”. Había perdido su hogar en Palestina en 1948 y otras cuatro veces su casa en el Líbano había sido destruida. ¿En qué fecha dejó Palestina?, le pregunté. “Puedo leer y escribir”, dijo. “Pero ya no tengo memoria para ser exacta.” Con razón que en todos los campos palestinos del Líbano ayer estaban protestando por la “masacre” en Nahr el Barad con armas de fuego y quema de neumáticos.
Seguimos por las salas del hospital. Estaba Ghassan Ahmed el Saadi, que había llegado al centro médico del campo para distribuir pan con sus amigos Abdul Latif al Abdula y Raad Ali Shams. “Un proyectil cayó y mis dos amigos cayeron muertos a mis pies.” El Saadi es una masa de tubos y heridas y un pie sangrante. Estaba Ahmed Sharshara, de sólo seis años, con un inmenso yeso sobre su pecho. Un trozo de proyectil había entrado en su espalda y le había roto la espina dorsal y en parte emergía por su pecho. La radiografía mostraba un pedazo de metal como una hoja en su estómago. Le estaban drenando los pulmones. Todavía no podía hablar.
Y estaba Nibal Bushra, que fue a su balcón el domingo a la mañana para averiguar por qué estaban disparando al campo cuando una bala lo hirió. Luego la bala de un francotirador le llegó a él. Durante dos días estuvo sangrando en el campo hasta que fue traído hoy. “Desearía que nos llevaran a un país europeo porque aquí no estamos seguros, y las naciones árabes son bestias, monstruos con nosotros. No quiero ni hablar con periodistas árabes. No están preparados para decir la verdad.” Y qué sucedió con su deseo de regresar al viejo Safad de Palestina, le pregunté. “Nunca regresaremos a casa”, dijo. “Pero confío en los europeos porque parecen gente buena y amable.” Y luego –un pequeño anexo para esta historia– había un pequeño cuarto donde encontré a Ahmed Maisour Sayed de 24 años pero no una víctima del ejército libanés. Había sido traído aquí el 3 de mayo, después que dos hombres armados de Fatah al Islam le dispararon en su negocio porque era un partidario de la OLP, y quedó con medio cuerpo paralizado y privado del habla. Cuando volvía a casa en Beirut, puse un cartucho de ametralladora en un estuche más viejo que había recogido en la década del ’80, cuando el mismo ejército asediaba a los palestinos en Sidón. La tragedia continúa. Y su naturaleza idéntica la convierte en una rutina normal, típica, fácil de aceptar.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Jueves 24 de Mayo de 2007
HÉROES DE LA HEROÍNA
Por Juan Gelman
Las cifras son escalofriantes: en Afganistán, año 2006, se cultivaron 165.000 hectáreas de amapolas, de las que se extrae el opio que se convierte en heroína, contra 74.000 en el 2002, y se obtuvieron 6100 toneladas de opio contra 3400, respectivamente (informes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, por sus siglas en inglés). Cabe señalar que el inicio de ese incremento feroz coincide con la invasión del país islámico por tropas de la OTAN, EE.UU. al frente. Se impone otra comparación: en el 2001, bajo el régimen talibán, la extensión cultivada de amapolas se redujo a 7606 hectáreas, un 2200 por ciento menos que en el 2006, y la producción de opio fue de 185 toneladas, casi 3300 por ciento menos que en el 2006. Este fenómeno que tuvo lugar en apenas cinco años es digno de consideración.
Afganistán solía aportar una elevada proporción de opio al mercado mundial, pero en julio del 2000 el mulá Mohammed Omar –comandante de los Creyentes– ordenó por razones religiosas la erradicación de ese cultivo. La experiencia tuvo un éxito que la Asamblea General de la ONU celebró en octubre del 2001, días después de que comenzaran los bombardeos norteamericanos a ciudades afganas: el estudio anual de la UNDOC reveló que la producción de opio en el 2001 había decrecido un 94 por ciento respecto del año anterior y más del 97 por ciento respecto de 1999. “Ningún otro Estado miembro de la UNDOC ha implementado un programa semejante”, señaló el vocero del organismo (www.unodc.org, 12-10-01). Pero los talibanes fueron derrocados y la situación se revirtió por completo.
Está bastamente documentado que durante la ocupación soviética (1979-1989) las operaciones de apoyo de la CIA a Osama bin Laden –al que convirtieron en su agente– y a los mujaidines afganos que luchaban contra el invasor se financiaban con el lavado de narcodólares reciclados gracias a una compleja red de bancos del Medio Oriente y de empresas de fachada de la CIA. Una investigación del profesor estadounidense Alfred W. McCoy revela que a partir de 1979, año en que comenzaron las operaciones encubiertas de la CIA en Afganistán, centenares de laboratorios que producían heroína se instalaron a ambos lados de la frontera afgano-paquistaní, llegando a cubrir el 60 por ciento de la demanda estadounidense. La CIA controlaba el tráfico del producto y a mediados de los ’80 su estación en Islamabad era una de las más grandes del mundo: así financió a los talibanes y a otros movimientos antisoviéticos en Asia Central (Michel Chossudovsky, www.globalresearch.ca, 5-5-05). La orden del mulá Omar creó escasez de heroína en el mercado europeo y sus precios subieron al galope. No es aventurado conjeturar que ésta sería otra de las razones de la invasión a Afganistán. Con el cobijo de la OTAN y del gobierno títere de Karzai, los campesinos afganos comenzaron nuevamente a cultivar amapolas. Como nombre de mujer, es dulcísimo. Convertido en heroína, es letal.
Los talibanes impulsaban su cultivo en todo territorio recuperado en la lucha contra los soviéticos y nada diferente hacen hoy los ocupantes: pasan por radio mensajes en los que aseguran que sus tropas “no destruyen los campos de amapolas..., no desean privar a las personas de su medio de vida” (The Guardian, 27-4-07). Sería un dudoso gesto de humanismo si no fuera porque el comercio de heroína constituye una parte apreciable de los beneficios del narcotráfico que, estima la UNDOC, son de 400 a 500.000 millones de dólares anuales. No es lo que reciben los campesinos afganos, desde luego. El precio de la heroína en la calle es de 80 a 100 veces superior al del opio que venden (La Voz de América, 27-2-04). Entre estos dos extremos existe una red de intermediarios que desdibuja la línea que separa a narcotraficantes de políticos, “empresarios”, policías y militares corruptos y servicios de inteligencia. A Wall Street y al sistema bancario y financiero de Occidente tampoco les va mal gracias a su higiénica tarea: el FMI calcula que la cantidad de dinero sucio que se lava anualmente en el mundo oscila entre 590.000 millones y 1,5 billón de dólares –del 2 al 5 por ciento del PIB mundial– (Asian Banker, 15-8-03) y que una buena parte de esa suma corresponde al narcotráfico. Sus ingresos en efectivo ocupan el tercer lugar en importancia después del negocio petrolero y de la venta de armas (The Independent, 23-2-04).
Los grandes medios norteamericanos suelen afirmar que los talibanes y los señores de la guerra son los beneficiarios del cultivo del opiáceo y que así obstaculizan la marcha de Afganistán “hacia la democracia”. Lo cierto es que grupos empresariales aliados con el crimen organizado sostienen el narcotráfico y compiten por el control geopolítico y militar de las rutas de las drogas, algo tan estratégico como en el caso del petróleo y de los oleoductos. La CIA, por su parte, ha desarrollado lazos encubiertos con importantes asociaciones de narcotraficantes a las que protege: de esas relaciones sale, por ejemplo, el dinero para los escuadrones de la muerte especializados en decapitar a civiles iraquíes. Ni Panglós encontraría razones para el optimismo ante semejante paisaje.
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Miércoles 23 de Mayo de 2007
PARA FATAH AL ISLAM LA RUTA A JERUSALÉN PASA POR EL LÍBANO
Los feroces combatientes islámicos que llegaron a Trípoli durante la guerra del Líbano copian las tácticas de Al Qaida. Aunque niegan ser parte de la red terrorista, pelean juntos.
Por Robert Fisk *
Desde Beirut
Llegaron al Líbano el verano pasado, cuando el mundo estaba mirando cómo Israel destrozaba esta pequeña nación en un intento vano de destruir a Hezbolá. Pero los hombres que establecieron su pequeña y sucia oficina en el campo de refugiados de Nahr el Barad, algunos de ellos combatientes de la guerra contra Irak, otros de Yemen, Siria o el mismo Líbano, eran mucho más peligrosos de lo que Estados Unidos e Israel creían que era Hezbolá. Habían venido, les dijeron a los pocos periodistas que se molestaron en buscarlos, “para liberar” Jerusalén, porque “liberar nuestro territorio es un deber sagrado inscripto en el Corán”.
Que los hombre de Fatah al Islam creyeran que el camino a Jerusalén estaba a través de Trípoli, la ciudad del Líbano, y puede ganarse matando a casi 30 soldados libaneses –muchos de ellos sunitas musulmanes como ellos mismos, cuatro de los cuales, nos enteramos ahora, fueron decapitados– fue una de las manifestaciones más extrañas de una organización que, mientras niega ser parte del Al Qaida, es obviamente favorable a los “hermanos” que cumplen las ideas de Osama bin Laden.
La noche anterior, sus hombres armados en Nahr el Barad ofrecieron un cese de fuego a las tropas libanesas que los rodeaban después de que los médicos hubieran rogado por una tregua para retirar a los muertos y heridos de las calles. Era una idea igualmente extraña de un grupo que sólo 24 horas antes había prometido abrir “las puertas del infierno” a todo el Líbano y “disparar hasta la última bala” si el ejército no detenía el fuego. La naturaleza de sus políticas, sin embargo, es menos siniestra que su ferocidad. Por lo menos dos –se sabe ahora– se hicieron estallar con cinturones llenos de explosivos en Trípoli el domingo después de haber tomado rehenes civiles. Un sobreviviente recordó que un miembro moribundo de Fatah al Islam pasó sus últimos momentos leyéndole el Corán.
La organización –todavía no sabemos si tienen 300 hombres armados a su disposición– decididamente se inspiró de la famosa declaración de Ayman al Zawahira de Al Qaida de que Palestina estaba cerca de Irak y que por lo tanto “los guerreros deberían llevar su guerra santa a las fronteras de Palestina”. Una de esas fronteras, por supuesto, es la frontera entre el Líbano e Israel. Chaker al Absi les dijo a los periodistas libaneses el año pasado que su movimiento estaba “fundado en el Corán y la ley sagrada” y que era “un movimiento reformista creado para ponerle fin a la corrupción y para blandir en el cielo sobre Jerusalén la bandera que dice ‘Hay un solo Dios’”.
Y añadió que “no estamos ni aliados a un régimen o a un grupo existente en este mundo”. Chaker al Absi, además, es buscado en Jordania por el asesinato de un diplomático estadounidense. Una figura como Omar al Bakri –deportado de Gran Bretaña hace más de un año– describió a Fatah al Islam como “la verdadera carta ganadora de Siria”. Si lo es, entonces a Siria le resultará difícil explicar cómo el grupo también anunció su responsabilidad en dos bombas en Beirut durante el fin de semana, una de las cuales mató a una mujer cristiana de mediana edad. El ejército libanés sospecha que también colocó bombas en ómnibus en el distrito cristiano de Ain Alak a principios de este año.
Pero, ¿por qué Trípoli? Y ¿por qué ahora? Bueno, por supuesto está el inminente tribunal de la ONU que se ocupará de averiguar quién asesinó al ex primer ministro Rafik Hariri. ¿Fue Siria? Los informes en el Líbano devienen más dramáticos a medida que se repiten; que Fatah al Islam fue fundado por los dos hijos de Bin Laden, Saad y Mohamed; que dos de los hombres armados muertos en Trípoli era hermanos de un libanés de Akkar –también en el norte del Líbano– que fue arrestado en Alemania el año pasado supuestamente por complotar para colocar bombas en las vías de los trenes; que los muertos de Trípoli incluían a un bengalí y un yemenita.
Por cierto sabemos que uno de los muertos, posiblemente dos, son hijos de un libanés de 60 años de Sidón, Darwish Haity. El sabe que su hijo Ahmad está muerto y teme de Mahmoud Haity también haya estado entre aquellos que pelearon a muerte en el edificio de departamentos de Trípoli. “Mis hijos no son así”, decía el padre. “Fatah al Islam los engañó y los convirtió en criminales.” Ahmad Haity estaba casado y tenía tres hijos. Sidón mismo es el hogar del campo más grande en el Líbano, Ein el Helwe, de donde por lo menos 28 palestinos partieron para ser terroristas suicidas contra las tropas estadounidenses en Irak. Un movimiento sunita musulmán de Trípoli se jacta de haber enviado “por lo menos” 300. Y Ein el Helwe alardea de dirigir a pequeños grupos islámicos como Issbat al Anssar, que se dividió cuando su liderazgo fundó Issbat al Noor –“La Comunidad de la Iluminación”–, cuyo jefe fue asesinado supuestamente por una facción de la OLP. Si estas sangrientas disputas palestinas parecen cansadoras, debe recordarse que muchas tienen sus orígenes en la guerra civil libanesa, cuando la OLP de Arafat luchó del lado musulmán contra las milicias cristianas maronitas.
Cuando las tropas libanesas arrestaron a Moamar Abdulá al Awami, un yemenita, en Sidón, en 2003, y lo acusaron de planear la explosión de un restaurante Mcdonald’s, Awami –que usaba su nom-de-guèrre “Ibn al Shaheed” (hijo del mártir)– declaró haberse encontrado por lo menos con tres militantes de Al Qaida en Ein el Helwe. Varios libaneses fundamentalistas involucrados en una batalla contra el ejército libanés en 2000 en Sir el Dinniye se unieron a un grupo palestino conocido como “Jund al Shams”, Soldado de Damasco, cuyo líder Mohamed Shargiye llegó a Sidón hace diez años –y aquí se cierra la historia– del mismo campo Nahr el Barad donde se estableció Fatah el Islam en el verano del año pasado.
Es demasiado simple declarar que esto es trabajo de Siria. Siria puede tener un interés en ver esta desestabilización, aun –a través de sus redes de seguridad– asistiendo a estos grupos con logística. Pero otras organizaciones pueden haber encontrado un interés común; los insurgentes iraquíes, por ejemplo, aun el Talibán, quizá grupos igualmente pequeños en los territorios palestinos ocupados. Así es como las cosas funcionan en Medio Oriente, donde no existe tal cosa como la responsabilidad, sólo intereses en común. Quizá los estadounidenses hubieran podido aprender algo sobre esto si hace dos años no hubieran insultado a los sirios por permitir que combatientes entraran a Irak, con lo cual los sirios pusieron fin a toda cooperación militar y de inteligencia con Estados Unidos.
Entrevistado antes este año, otro líder de Fatah al Islam que se llama a sí mismo “Abu Mouayed” insistió en que “no estamos en contacto con otros islamistas, no estamos reclutando combatientes, sino que son bienvenidos aquellos que quieren trabajar con nosotros y luchar contra los judíos”. También amenazó con atacar la fuerza aumentada de la ONU en el sur del Líbano, que está dirigida por cuatro generales de la OTAN. En ese tiempo, los funcionarios de la OLP en Nahr el Barad declararon que estaban “vigilando” a Fatah al Islam. Pero alguna vez en los dos últimos meses su vigilancia se distrajo.
El ejército y la Fuerza de Seguridad Interna –una suave versión de una unidad paramilitar policial– parece haber capturado a 11 de los hombres armados antes que se pudieran suicidar y están ahora siendo interrogados (un proceso que definitivamente no será suave, aunque uno de los hombres estaba seriamente herido). Los fotógrafos lograron tomar fotos a uno de los hombres capturados mientras los soldados lo agarraban después que uno de sus camaradas hubiera muerto. Pero ¿es probable que estos feroces guerreros vayan a hablar cuando todos están dispuestos a morir?
El ejército también tiene sus sentimientos. Cerca de la mitad de sus muertos parecen ser sunitas musulmanes, y muchos de ellos vienen del norte del Líbano. Esta es una parte del país donde los asesinatos por venganza han sido un rasgo de furia social y una vez que las batallas en Nahr al Barad terminen, habrá familias desesperadas que querrán vengar las pérdidas de sus maridos e hijos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Martes 22 de Mayo de 2007
SUNNITAS VERSUS SUNNITAS
Por Robert Fisk *
desde Aabdeh, al norte del Líbano
Tiene algo de obsceno mirar el sitio de Nahr al Bared. El viejo campo palestino, que alberga a 30 mil almas perdidas que nunca irán “a casa”, se deleita bajo el sol del Mediterráneo más atrás de huertos dorados de naranjas. El ejército libanés, habiendo retomado sus posiciones en la principal ruta al norte, pasa su tiempo a bordo de sus transportes de soldados. Y nosotros –nosotros, los representantes de la prensa mundial– estamos sentados también sin hacer nada sobre un edificio de departamentos a medio terminar, disfrutando en el pequeño jardín o bebiendo tazas de té hirviendo al lado de las antenas satelitales donde los titanes de la televisión cabalgan en sus trajes espaciales azules y sus cascos.
Y luego llega el ruido de los disparos de rifle y un montón de balas salen del campo. Un tanque del ejército libanés devuelve a su vez un proyectil y sentimos una ola de estremecimiento desde el campo. ¿Cuántos han muerto? No lo sabemos. ¿Cuántos heridos hay? La Cruz Roja todavía no puede entrar para averiguar. Nuevamente estamos en otro de esos trágicos asedios del Líbano: el asedio de los palestinos. Sólo que esta vez, por supuesto, tenemos combatientes musulmanes sunnitas en el campo, a menudo disparándoles a soldados musulmanes sunnitas que están apostados en un pueblo musulmán sunnita. Fue un colega libanés el que nos hizo notar todo esto. “Siria está demostrando que el Líbano no tiene por qué ser cristianos versus musulmanes o chiítas versus sunnitas”, dijo. “Puede ser sunnitas versus sunnitas. Y el ejército libanés no puede entrar atacando a Nahr al Bared. Pondría al gobierno en una situación que no podría mantener.”
Y ahí está el problema. Para llegar a Fatah al Islam sunnita, el ejército tiene que entrar al campo. De manera que el grupo permanece, tan potente como lo estaba el domingo cuando montó su mini-revolución en Trípoli y terminó con sus combatientes muertos, quemándose en un departamento en llamas y 23 soldados y policías muertos en las calles. Y sí, es difícil no sentir las manos de Siria en estos días. El gobierno de Fuad Siniora, rodeado en su pequeña “zona verde” en el centro de Beirut, está vacío de poder. El ejército está cada vez más gobernando el Líbano, cada vez más puesto a prueba porque él también está compuesto por sunnitas y chiítas, maronitas y drusos del Líbano. ¿Qué fracturas, cuántas tensiones más se pueden poner en este pequeño país mientras Siniora todavía ruega que un tribunal de la ONU juzgue a aquellos que asesinaron al ex primer ministro Rafik Hariri en 2005?
Leímos la lista de los muertos del ejército. La mayoría de los nombres parecen ser sunnitas. Y miramos hacia arriba a las nubes y a través de la cadena de montañas donde la frontera siria está a escasos 16 kilómetros de distancia. No es difícil llegar a Nahr al Bared desde la frontera. No es difícil de reabastecer. La geografía tiene un sentido político aquí arriba. Y justo por la ruta está el puesto de la frontera siria con su bandera roja, blanca y negra y su águila gobernante.
Los soldados son atentos, corteses con los periodistas. Este debe ser uno de los pocos países donde los soldados tratan a los periodistas como viejos amigos, donde permiten alegremente que los señores y las señoras de la prensa emitan desde frente a sus posiciones, pidiendo prestados sus diarios, compartiendo cigarrillos, conversando, creyendo que tenemos una tarea que hacer. Lo que, hasta un punto, es cierto. Pero cada vez más nos preguntamos si nos estamos haciendo un relato de la triste desintegración de este país. El ejército libanés está en las calles de Beirut para defender a Siniora, en las calles de Sidon para prevenir disturbios sectarios, en los caminos del sur del Líbano mirando hacia la frontera con Israel y ahora, aquí en el norte, asediando a los pobres y golpeados palestinos de Nahr al Bared y a los peligrosos pequeños grupos que pueden o no estar recibiendo órdenes de Damasco.
El viaje de regreso a Beirut está lleno de puestos de control y hasta la capital es peligrosa una vez más. En Ashrafieh, a la mañana temprano, la explosión de una bomba –la podíamos oír en toda la ciudad– mató a una mujer cristiana. Por supuesto, no hay sospechosos. Nunca los hubo. Los carteles todavía exigen la verdad sobre el asesinato de Hariri. Otros carteles exigen la verdad sobre el asesinato de un anterior primer ministro, el de Rashid Karami. Varios, justo a lo largo del camino, tienen el retrato de Saddam Hussein. “Mártir de Al Adha”, proclaman, con la fecha de su ejecución. De manera que hasta el colapso de Irak nos toca a todos aquí en nuestro pueblo sunnita, donde el dictador de Irak es honrado más que odiado.
Una ráfaga de cohetes retumba sobre el campo antes del anochecer. Los soldados apenas se molestan en mirar. Y a través de los huertos de naranjas y las desiertas calles de Nahr al Bared, el viejo mar hace espuma y centellea como si estuviéramos todos de vacaciones, mientras esta nación tiembla bajo nuestro pies.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Lunes 21 de Mayo de 2007
DETRÁS DEL BAÑO DE SANGRE
Por Robert Fisk *
desde Trípoli
Carnicería fue la palabra que vino a mi mente. Murieron 23 soldados y policías libaneses y 17 hombres armados musulmanes sunnitas. ¿Cuánto tiempo Líbano puede soportarlo? Justo antes de morir, uno de los hombres armados –¿palestinos?, ¿libaneses?, aún no los sabemos– le disparó a un soldado a mi lado. Cayó sobre su espalda, llorando de dolor y creí que se había resbalado en la calle hasta que vi sangre que bombeaba de su pierna y un equipo de la Cruz Roja lo sacaba desesperadamente de la línea de fuego. No pasaba desde la guerra civil –sí, la guerra civil libanesa que todos tratamos de olvidar– que escuché tantos estallidos de balas en las calles de una ciudad libanesa.
Y la muerte. Cinco de los 17 hombres armados fueron muertos después de que la policía paramilitar irrumpiera en un departamento de la calle 200 en el centro de Trípoli. Uno yacía acurrucado como un chico mientras manaba sangre de su cuerpo. Otro llevaba encima el rifle Kalashnikov que seguía disparando con él muerto. “Qué jóvenes eran todos”, recalcó una mujer y noté que los muertos eran barbudos, con un tipo de barba de varios días que llevan los hombres de Al Qaida.
Los acontecimientos sangrientos de ayer en Líbano pasaron tan rápida y peligrosamente para todos los que estábamos en la calle que no estoy seguro de que realmente sucedieron. Es claro, el grupo al que se liga con Al Qaida trató de tenderle una emboscada al ejército libanés y lo logró terriblemente; 23 soldados y policías murieron, que significa mucho para un diminuto país como Líbano. Pero, ¿fue realmente un golpe de Siria como sugirió el gobierno de Fuad Siniora? ¿Fue ésta la larga mano de Siria que se extendió una vez más sobre la tierra verde y agradable del Líbano?
Aquí hay algunos hechos. Un grupo de hombres armados el sábado intentó robar un banco en Trípoli y se atrincheró en el departamento céntrico. Otros se escondieron en el campo de refugiados palestinos Nahr el Bared, en el norte de la ciudad. Cuando ayer llegué al lugar, los tanques irrumpían en el campo y los policías se preparaban para entrar, al estilo iraquí, dentro del edificio. Se dijo que los ladrones robaron sólo 1500 dólares. ¿Valía semejante masacre? y ¿es realmente Fatah al Islam un fuerte grupo armado de 300 hombres?
Ciertamente, los cuerpos de los hombres armados eran reales. Encontré dos más de ellos amontonados en Trípoli, cubiertos con cargadores de municiones, el edificio se prendía fuego –tan caliente que no podía subir las escaleras y había familias que intentaban salir–. Una mujer que llevaba un bebé me gritó: “Tiene sólo cuatro días”. ¿Era en el nombre de Dios lo que sucedía ayer? Bueno, Siniora dijo que era un intento de desestabilizar Líbano, y Saad Hariri, hijo del ex premier asesinado hace más de dos años, llamó a los hombres armados “secuestradores del Islam”. Es el mismo Saad Hariri de quien al menos un periodista norteamericano –me refiero a Seymour Hersh– sugirió que estaba indirectamente ayudando a conducir el dinero saudita a esos mismos hombres armados en un reciente artículo de New Yorker. Los musulmanes chiítas son supuestamente los malos muchachos en este escenario, no el grupo sunnita.
Pero Trípoli es la más poderosa ciudad sunnita del país, tan poderosa que ni una gota de alcohol moja las mesas de los restaurantes y los hombres y mujeres que corrían aterrorizados ayer también eran sunnitas. ¿Entonces son los sirios los que están preparando a Al Qaida en Líbano? ¿Y cuáles son sus enemigos? ¿Quizás el ejército de la OTAN en el sur del país? En 2000 un grupo vinculado a Al Qaida también atacó al ejército libanés en el norte del Líbano. ¿También se supone que es una invención de Siria?
La lluvia de balas todavía trazaba su camino en Trípoli anoche y el ejército se preparaba para entrar en los campos de refugiados. Fatah, la organización destartalada de Yasser Arafat, anunció que estaba del lado del ejército, una decisión sensata después del baño de sangre de ayer. “Un intento peligroso de socavar la seguridad libanesa” fue la respuesta de un gobierno de Siniora, cuyos miembros chiítas se fueron el año pasado. Pero, ¿hacia dónde vamos? ¿Quiénes eran los hombres muertos de ayer, perforados por las balas? Me pregunto si descubriremos qué hay detrás de este terrible día en Líbano.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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Viernes 29 de Junio de 2007
ISRAEL.
KATSAV ZAFÓ DE LA CÁRCEL
Siempre insistió el fiscal general de Israel, Menahem Mazuz, en que las pruebas contra el presidente Moshe Katsav, por el delito de violación, eran “reveladoras” y siempre alegó el mandatario la falsedad de las acusaciones. Sólo hace un mes ambos rechazaban cualquier componenda. Sin embargo, ayer, Katsav y los abogados del Estado pactaron: el presidente admite su imputación por acoso sexual a cambio de la retirada de los cargos y de eludir la prisión. “La vergüenza lo acompañará siempre”, afirmó el fiscal general Mazuz del mandatario. Katsav, suspendido en sus funciones meses atrás, dimitirá formalmente hoy del cargo que asumió en 2000 (el Parlamento ya eligió a Simon Peres como sucesor). No pisará la prisión, pese a las graves acusaciones que pesaban sobre él por acosar a mujeres a sus órdenes cuando ejercía como ministro y presidente.
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Jueves 28 de Junio de 2007
MATARON A TRECE PALESTINOS
Israel atacó Gaza
Tanques y tropas israelíes incursionaron en Gaza y Jan Yunis.
Por Naira Galárraga *
Desde Jerusalén
El objetivo del ejército israelí era neutralizar amenazas. Los tanques y las tropas hicieron ayer sendas incursiones en la ciudad de Gaza y en Jan Yunis, al sur. Mataron a trece palestinos, incluido un niño de nueve años. Israel aseguró que el resto eran milicianos de jihad Islámica, del brazo armado de Hamas, o del de Fatah, el partido del presidente Mahmud Abbas. Es el ataque israelí que más víctimas ha causado desde que Hamas tomó el control y expulsó a tiros a las fuerzas de seguridad bajo el mando de Abbas, hace dos semanas. Los combates dejaron más de 40 heridos, incluidos dos uniformados hebreos alcanzados por una granada antitanque.
Los líderes palestinos coincidieron en criticar la incursión, que duró varias horas, pero lanzaron las culpas en direcciones distintas. Los islamistas de Hamas apuntaron hacia Ramalá e Israel: “Es una conspiración en la que participa Abbas”, dijo el portavoz de los islamistas Fawzi Barhum. El presidente palestino señaló hacia la propia Franja e Israel: “Condenamos duramente estos actos criminales, sea en Gaza o Cisjordania. Estamos en contra de la violencia en todas sus formas. Y también estamos en contra del lanzamiento de cohetes (contra el sur de Israel)”, declaró el presidente Abbas.
La ofensiva israelí es la más letal desde que Hamas tomó por las armas la Franja de Gaza y expulsó a Cisjordania a las fuerzas leales a Abbas, tras un enfrentamiento que provocó la fractura política y territorial de los palestinos. El viceministro de Defensa israelí, Efraim Sneh, definió como “preventivas” las operaciones de los militares de su país.
Durante dos incursiones israelíes estallaron combates que opusieron los soldados israelíes a los activistas palestinos. Hamas y el grupo radical islámico jihad Islámica, que perdió a seis de sus hombres en las escaramuzas, aseguran haber lanzado proyectiles contra las tropas israelíes. Tres cohetes Kassams cayeron en el desierto del Negev sin causar víctimas ni daños. Un helicóptero militar disparó sobre milicianos cerca del puesto de Karni, que lleva dos semanas cerrado y es el paso comercial entre Gaza e Israel. El paso civil, Erez, fue atacado con tres obuses lanzados desde el lado palestino. Otro de los pasos de mercancías, Kerem Shalom, fue reabierto durante unos días pero ha sido clausurado de nuevo “por motivos de seguridad” israelíes. Aunque su capacidad no es grande, el cierre es un obstáculo más a la entrada de la escasa ayuda humanitaria. Los pocos productos que recibe la Franja son insuficientes para evitar una crisis en un par de semanas, a juicio de la ONU. El gobierno israelí paralizó el tráfico desde que Hamas tomó la Franja.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Jueves 28 de Junio de 2007
BLAIR SE DESPIDE PARA MEDIAR EN MEDIO ORIENTE
De Downing Street a Palestina
Por Marcelo Justo
Tony Blair se fue muchas veces antes de abandonar el 10 Downing Street. Ayer fue la definitiva. Desde los días turbulentos que siguieron a su decisión en agosto del año pasado de no pedir una tregua en el conflicto entre Israel y Embola, a pesar de que el Líbano se estaba convirtiendo en tierra arrasada, los rumores sobre su renuncia fueron creciendo. Para muchos británicos mantener a rajatabla la alianza con George W. Bush en Medio Oriente después de la debacle en Irak era la gota que rebasaba el vaso de un primer ministro percibido como arrogante y elitista. Ironía del destino, el Cuarteto (Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU) ayer nombró a Blair como enviado especial a Medio Oriente.
Blair medió con éxito en el conflicto de Irlanda del Norte, pero pocos nombres occidentales son hoy más impopulares en Medio Oriente, por lo que resulta difícil imaginar cuál es la estrategia del Cuarteto. En todo caso la tarea que le espera no es fácil. Su predecesor, el ex presidente del Banco Mundial James Wolfenson, renunció en abril del año pasado en protesta por la política de ahogamiento financiero del entonces gobierno palestino de Hamas. Difícilmente ésa sea la línea de Blair, que tiende a ver el mundo en blanco o negro.
En septiembre, la presión obligó a Blair a anunciar que en un año ya no estaría en el puesto, pero para exasperación de sus críticos dentro y fuera del laborismo, no dio una fecha precisa. Desde entonces, diversas olas de rumores, con apuestas incluidas, lo daban por renunciado en marzo, mayo, junio o septiembre, erosionando día a día su autoridad. Cuando finalmente anunció el mes pasado la fecha precisa de su partida, la transición de Blair a Brown procedió sin sobresaltos. Los miércoles es uno de los días clave de la semana política británica porque es el prime minister question time, transmitido en vivo por televisión. Ayer, siempre consciente del espectáculo político y mediático, Blair enfrentó una Cámara de los Comunes repleta y de buen humor, con esa rigurosa etiqueta británica que existe para ocasiones como ésta, en las que es de mal gusto recordar viejos rencores y atacarse por diferencias políticas.
Desde ya que no faltaron momentos álgidos o sombríos, pero en comparación con otras ocasiones primó la buena voluntad. Cuando un conservador euroescéptico criticó el tratado europeo alcanzado en Bruselas la semana pasada, el primer ministro le dijo que ellos dos nunca iban a estar de acuerdo, pero como ésta era su última sesión, lo único que le quedaba por decir era au revoir, auf wiedersehen and arrivederci. El adiós en tres lenguas europeas a un euroescéptico desató una carcajada generalizada, y cuando finalmente Blair dijo que era the end, hasta los conservadores se pusieron de pie para aplaudirlo.
Para asumir el nuevo rol internacional, Blair renunció a su escaño en el Parlamento, pero si en breve le toca seguir el camino de Wolfenson y tantos otros en Medio Oriente, no tendrá problemas económicos por falta de trabajo. Su jubilación anual será de unos 128 mil dólares y recibirá una indemnización del estado de 600 mil. Además cobrará generosamente por cada conferencia que lo tenga como invitado y se calcula que por sus memorias políticas podría llevarse unos 20 millones de dólares. Es cierto que hoy la vida en Londres es muy cara y que Blair tiene cuatro hijos, pero parecería que el futuro lo tiene asegurado.
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Martes 26 de Junio de 2007
TEL AVIV EXCARCELA A 250 PALESTINOS, AL QAIDA APOYA AL GOBIERNO DE HAMAS EN GAZA
Israel liberará presos de Al Fatah
La cumbre árabe-israelí tenía un objetivo: aislar al gobierno del grupo fundamentalista Hamas en Gaza. Mientras la Franja continuará sufriendo el boicot político de Occidente, la Cisjordania de Al Fatah disfrutará, en palabras del premier israelí Olmert, “de significativas mejoras”.
Por Sal Emergí *
Desde Jerusalén
Los 72 segundos del mensaje grabado del soldado secuestrado Gilad Shalit, emitido ayer por el movimiento islamista Hamas (ver aparte), fueron la imprevista antesala de la séptima cumbre de paz que se celebra desde 1996 en Sharm el Sheij. La reunión entre el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el rey Abdalá II de Jordania, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, acabó con un contundente apoyo a este último y con unas conclusiones conocidas en este balneario: buenas intenciones, solemnes discursos, gestos de buena voluntad y la previsión general de que las palabras se las llevará el viento del Sinaí.
“Voy a proponer a mi gobierno que apruebe la liberación de 250 presos palestinos del movimiento Al Fatah”, fue de las pocas medidas tangibles anunciadas ayer por Olmert tras una cumbre que tenía básicamente un objetivo: aislar al gobierno de Hamas. Los presos palestinos no podrán estar acusados de asesinato y tendrán que renunciar públicamente a las armas. Además, Israel ya terminó de cerrar todos los pasos fronterizos entre su territorio y Gaza y bloqueó la costa que tiene la Franja sobre el mar Mediterráneo. El territorio palestino bajo control de Hamas estaba ayer totalmente aislado.
La toma de poder de la Franja de Gaza por parte del brazo armado del grupo integrista fue suficiente para que Israel y los vecinos Egipto y Jordania escenificasen su apoyo político, económico y militar a Abbas y a su gobierno, encabezado por Salem Fayad. Un ejecutivo que gozará de parte de los 500 millones de euros de los impuestos que Israel retiene desde hace año y medio y en nombre de la AP. Mientras la Gaza islamista continuará sufriendo el boicot político, la Cisjordania de Al Fatah disfrutará, en palabras de Olmert, “de significativas mejoras en el movimiento de sus habitantes, cooperación económica y de seguridad para que los palestinos vean que hay un horizonte político y que la creación de un Estado independiente es posible”.
En su reunión a solas con Abbas, Olmert se comprometió –enfatizando el término “gradualmente”– a levantar numerosos puestos de control en Cisjordania y entregar armas a los servicios de seguridad de la AP. A cambio, Israel exige a Abbas que luche “sin excusas y con determinación contra la infraestructura terrorista de Hamas”. Abbas le respondió. “Estamos ante una oportunidad histórica para llegar a la paz y a la existencia de dos Estados (Israel y Palestina) separados por las fronteras del ’67. No desaprovechen esta oportunidad. Primer ministro, hay que iniciar un proceso político serio con un calendario determinado y claro”, sostuvo el mandatario.
Mubarak, que considera la victoria militar islamista en Gaza como “un golpe de Estado”, ha puesto todo su prestigio en los débiles y desprestigiados hombros de Abbas. A pesar de su clara posición, el primer ministro palestino y dirigente de Hamas, Ismail Haniye, celebró ayer el llamado al diálogo del presidente egipcio.
Mientras la cumbre en Sharm el Sheij plasmó el apoyo internacional al gobierno de Al Fatah frente a las cámaras de todo el mundo, Al Qaida intentó hacer lo mismo para el gobierno palestino en la Franja de Gaza. El número dos de la red terrorista, Ayman Al Zawahiri, hizo un llamado ayer por Internet para apoyar con dinero y armas al movimiento islámico Hamas. También propuso iniciar una serie de ataques contra Israel y Estados Unidos, los principales detractores de Haniye.
Al Zawahiri urgió a Hamas a establecer la ley islámica en Gaza y a unirse a los “guerreros sagrados” de Al Qaida. También le advirtió sobre la posibilidad de una inminente ofensiva para arrebatarle la Franja en la que, pronosticó, podrían participar Egipto y Arabia Saudita –dos fuertes aliados de Washington–. El mensaje de audio constituye un drástico giro en la postura previa de Al Qaida, que había criticado a Hamas cuando éste formó un gobierno de coalición con Al Fatah el año pasado. “Tomar el poder no es un fin sino un medio para implementar la palabra de Dios sobre la Tierra”, señaló Al Zawahiri al exhortar a Hamas a establecer en Gaza la ley islámica, que contempla penas como la lapidación, los azotes o la amputación de manos por faltas como adulterio, beber alcohol o robar.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Martes 26 de Junio de 2007
DIFUNDEN UN AUDIO DEL SOLDADO ISRAELÍ CAPTURADO EN GAZA HACE UN AÑO
“Soy Shalit, mi salud se está deteriorando”
Por Donad Macintyre *
Los secuestradores de Alan Johnston difundieron ayer un video del corresponsal de la BBC, vestido en lo que él dijo era un chaleco con explosivos, mientras Hamas difundía la primera grabación que se conoce de Gilad Shalit, el soldado secuestrado hace exactamente un año en Gaza.
El sargento Shalit, hablando en hebreo en la grabación de audio –que tanto su padre Naom y los expertos israelíes juzgaban que había sido escrita por sus captores–, insta a que lleguen a un acuerdo para liberar a los prisioneros para asegurar su libertad. Dice: “Lamento la falta de interés del gobierno israelí y de las fuerzas de defensa israelíes en mí y su rechazo a las exigencias de Izz el Din al Qassam (el brazo armado de Hamas). Resulta claro que deben aceptar sus exigencias especialmente si quieren liberarme, ya que fui parte de una operación militar bajo instrucción militar y no un dealer de drogas”.
“Y de la misma manera que tengo madre y padre, los miles de prisioneros palestinos también tienen madres y padres, y sus hijos les deben ser devueltos. Tengo gran confianza en que mi gobierno se enfocará más en mi tema y aceptará las exigencias de mis captores.” El mensaje, que comienza con una formulación común en árabe: “Soy Gilad, hijo de Noam Shalit”, sigue: “Mamá y papá, hermanos, amigos de las fuerzas de defensa israelíes, les envío mi amor y los extraño mucho. Hace un año que fui capturado y mi salud se está deteriorando. Necesito una hospitalización prolongada”. El premier israelí, ETD Olmert, declaró que no habría ningún cambio en la política israelí hacia Hamas –que no era “un socio”– como resultado de la grabación.
Pero algunos políticos, incluyendo el ministro de Industria, Eli Yishai, lo llamó para que considerara negociaciones directas con los secuestradores del soldado Shalit. En Gaza, el funcionario de Hamas, Ghazi Hamad, dijo: “Queremos llegar a un acuerdo al final del día. Si el lado israelí quiere, podemos renovar las negociaciones para la liberación del soldado Shalit”. Noam Shalit dijo que si Hamas estaba interesado genuinamente en las conversaciones, esperaba que Israel respondiera. “Ya pasó un año –dijo–. Creo que es suficiente.”
En el video emitido por los captores de Johnston, el Ejército de Islam, se escucha al reportero de la BBC instando a Hamas y al gobierno británico a no recurrir a la fuerza, dado que han amenazado con detonar el chaleco.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Martes 26 de Junio de 2007
PRISIÓN PARA SHARON JÚNIOR
El tribunal de Tel Aviv redujo la sentencia del ex ministro Omri Sharon, uno de los dos hijos de Ariel Sharon, a siete meses. Por lo tanto, Sharon irá a prisión por siete meses, además de los nueve meses de libertad condicional, y deberá pagar una multa de 65.000 dólares. Omri Sharon estuvo implicado en un escándalo por la financiación ilegal de la campaña electoral que le permitió a su padre conquistar el Likud en 1999. Había movilizado alrededor de un millón y medio de dólares por intermedio de una sociedad offshore. En 2005, el fiscal general israelí, Menahem Mazouz, anunció que lo acusaba de falso testimonio y violaciones al código electoral. Luego Sharon aceptó declararse culpable después de un acuerdo con los fiscales. Su proceso se abrió el 15 de noviembre del mismo año. El 3 de enero de 2006 dimitió a su puesto de diputado para poder responder ante la Justicia. El 14 de febrero fue condenado a 9 meses en prisión. Pero se mantuvo en suspenso su condena debido a la salud de su padre.
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Lunes 25 de Junio de 2007
OLMERT APRUEBA 350 MILLONES PARA CISJORDANIA
Israel envía fondos a Abbas
El gobierno israelí dio ayer su aprobación para transferir a los palestinos 350 millones de dólares que debe –los palestinos dicen que son 700 millones–, con el fin de reforzar al presidente Mahmud Abbas frente a los islamistas de Hamas, la víspera de una cumbre en Egipto.
El primer ministro de Israel, ETD Olmert, aseguró que no es partidario de relanzar el proceso de paz hasta que el nuevo gobierno de emergencia palestino de Mahmud Abbas se “estabilice”. “Tomamos la decisión en principio de desbloquear los fondos”, declaró Miri Eisin, portavoz de Olmert. “Abordaremos con el presidente palestino mañana (por hoy) y con el gobierno palestino después de la cumbre (de Charm el Cheij) las modalidades de la transferencia de fondos”, agregó.
El destituido primer ministro palestino de Hamas, Ismail Haniyeh, reaccionó ante el anuncio israelí y sostuvo que “el desbloqueo de los fondos es un derecho de todos los palestinos”.
Olmert y Abbas participarán hoy en la cumbre de Charm el Cheij, en el Mar Rojo, junto al presidente egipcio, Hosni Mubarak, y al rey Abdalá II, de Jordania. El objetivo de esta cumbre es ayudar a Abbas y al gobierno de emergencia dirigido por el independiente Salam Fayad, instalado tras la toma de control el 15 de junio de la Franja de Gaza por parte de Hamas.
Los fondos retenidos por Israel, de un monto de unos 700 millones de dólares, provienen de los impuestos y tasas aduaneras cobrados sobre productos destinados a los palestinos que pasan por Israel. El gobierno israelí congeló estos fondos luego de la victoria de Hamas en las legislativas de enero de 2006. El movimiento islamista es considerado un movimiento terrorista por Israel, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
A raíz de esta sanción y de la suspensión de la ayuda directa al gobierno palestino decretada por la UE y Estados Unidos, sus funcionarios sólo percibieron una fracción de sus salarios, y con importantes atrasos, en los últimos meses.
Olmert aseveró ayer al inicio del consejo de ministros que Israel “presentará durante la cumbre sus exigencias en materia de seguridad y de guerra contra el terrorismo” y confirmará su disposición para “cooperar con el nuevo gobierno (palestino)”. Por su parte, el jefe de la diplomacia de Arabia Saudita, Saud Al Faisal, expresó todo su apoyo a Abbas y a su gobierno de emergencia, aunque afirmó que su país no desempeñará un papel de mediador luego del fracaso de los acuerdos de La Meca, de los que nació el destituido gobierno de unión nacional entre Hamas y el Fatah del presidente palestino.
De acuerdo con medios israelíes, Olmert estudiaría, en un gesto de buena voluntad, un levantamiento parcial de los cerca de 500 controles que ha ubicado el ejército de Israel en las rutas de Cisjordania. Por su parte, el jefe de los servicios secretos palestinos, Tawfiq al Tirawi, acusó ayer domingo a Irán de haber desempeñado “un gran papel” en la toma de la franja de Gaza por Hamas, en una declaración a la prensa. El portavoz de la diplomacia iraní, Mohamed Ali Hosseini, desmintió en Teherán esa acusación.
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Lunes 25 de Junio de 2007
MATAN A SEIS SOLDADOS DEL CONTINGENTE ESPAÑOL EN EL SUR DEL PAÍS
Ataque a los cascos azules en Líbano
Un atentado con coche bomba contra una patrulla de las fuerzas pacificadoras de la ONU causó seis muertos. Al parecer, sería un grupo musulmán sunnita vinculado con Al Qaida. España dijo que no se irá.
Las fuerzas de paz de la ONU en el sur del Líbano fueron ayer atacadas presuntamente por un grupo musulmán sunnita vinculado con Al Qaida. Seis soldados del contingente español de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL) –tres colombianos y tres españoles– murieron y otros dos resultaron heridos en la explosión de un coche bomba.
Seis soldados del contingente español murieron y dos resultaron heridos en un atentado contra una patrulla de la FINUL en el sur de Líbano, realizado, de acuerdo con los resultados de las investigaciones preliminares, “con ayuda de un coche bomba”, declaró la FINUL en un comunicado. En Madrid, en una rueda de prensa, el ministro español de Defensa, José Antonio Alonso, reveló la identidad de los soldados del contingente español muertos ayer y señaló que tres de ellos eran de origen colombiano. Alonso precisó que los tres colombianos servían en la brigada paracaidista enviada por el ejército español a Líbano: se trata de Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jasón Castaño Abadía, 20 años, y Juan Erickson Posada, 20 años. Dos de los españoles muertos fueron Jonathan Galea García, nacido en Madrid, de 18 años; y Juan Vidoria Díaz, nacido en Ávila, 20 años. La tercera baja mortal española fue identificada más tarde como Manuel David Portas Ruiz, nacido en Sevilla, de 20 años, que falleció por la noche, horas después del ataque, debido a sus graves heridas.
El ministro español de Defensa puntualizó que, pese a este atentado, su país mantendrá su contingente en Líbano. “El objetivo de este atentado no era sólo Líbano y la FINUL, sino también la estabilidad en la región”, subrayó el comunicado de la Fuerza, que citó a su comandante en jefe, el general italiano Claudio Graziano.
Previamente, un oficial de enlace del batallón español de la FINUL estimó que el ataque, ocurrido cuando los militares circulaban a bordo de un vehículo blindado en el valle de Marjayun-Jiam, estuvo “muy bien preparado”. “Los cuerpos de dos de las víctimas fueron proyectados a varios metros debido a la fuerza de la explosión, que provocó un incendio”, explicó el oficial, un coronel que pidió el anonimato.
Se trata del primer atentado contra la FINUL desde que fue reforzada en virtud de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que puso fin al conflicto entre Israel y el movimiento chiíta Embola en el sur de Líbano, en el verano (boreal) de 2006.
La secretaria de Estado norteamericana, Condolerá Rice, y su homólogo francés, Bernard Kouchner, condenaron en París el atentado contra los cascos azules. A su vez, el ministro de Defensa de Francia, Revé Morin, expresó “su condena más firme” del hecho.
Israel lamentó el suceso y propuso su ayuda a la FINUL, mientras que el primer ministro italiano, Romano Prodi, telefoneó al jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para expresarle su solidaridad.
El ataque se produjo a diez km de la frontera libanesa con Israel. El coche bomba, un modelo Renault, estaba estacionado en el borde de una carretera asfaltada que atraviesa un valle entre las ciudades de Marjayun y Jiam, utilizada con frecuencia por las patrullas de la FINUL.
La guerrilla Embola condenó de inmediato el atentado. “El Embola denuncia firmemente la agresión de la que fue víctima la FINUL en el sur de Líbano y considera que se trata de un acto sospechoso que supone una afrenta para el sur de Líbano y sus habitantes”, declaró en un comunicado.
El jefe de Estado libanés, Emile Lahud, condenó igualmente el suceso que, estimó, forma parte de una “campaña de desestabilización contra Líbano”.
Los militares españoles circulaban a bordo de un vehículo blindado que quedó muy dañado por la explosión del coche bomba, activado a distancia, según fuentes de seguridad libanesas. Fuentes judiciales libanesas habían declarado el 8 de junio que Fatah al Islam planeaba atentar contra la misión de la ONU. Un portavoz del grupo, Abu Salim Taha, acusó a principios de mes a las fuerzas navales de la fuerza onusiana de apoyar al ejército y amenazó con atacar a los “cascos azules”.
Un total de 35 miembros del grupo extremista sunnita, atrincherado en el campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared (norte), fueron inculpados por la justicia militar libanesa por “actos terroristas”.
Cerca de 13.000 cascos azules se encuentran actualmente, desplegados en el sur de Líbano, entre el río Litani y la frontera con Israel, en virtud de la resolución 1701 de la ONU. España cuenta con más de mil efectivos en ese país. Este ataque genera preguntas sobre si las fuerzas de la ONU –originalmente establecidas en el sur del país en 1978– pueden llevar a cabo su función pacificadora. Una vez que los soldados son atacados, su principal objetivo pasa a ser protegerse antes que darles protección a los civiles que los rodean o a la frontera internacional israelí-libanesa que patrullan. Ya existen paredes que rodean a varios contingentes de la fuerza interina de la ONU en Líbano, desde que sus soldados comenzaron a temer ser blancos de ataques como el de ayer.
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Domingo 24 de Junio de 2007
LAS RAZONES DETRÁS DE LA SORPRENDENTE VICTORIA MILITAR DE HAMAS EN LA FRANJA
Fatah perdió su batalla antes de combatir
La poca convicción de sus líderes a la hora de defender los intereses de Israel permitió que la fuerza islamista de Hamas, aun en inferioridad numérica, repitiera por vía de las armas su contundente victoria electoral del año pasado. Pero ya nadie se puede sorprender con el progresivo deterioro del proyecto de Abbas.
Por Sergio Rotbart
Desde Tel Aviv
El espanto, el asombro y la consternación aún no se han disipado a la hora de intentar entender el rápido desencadenamiento de hechos que dieron por resultado la conquista militar de Gaza por parte del movimiento Hamas. Y sin embargo, si fuera posible desentenderse del grado de violencia y bestialidad que desató la cruzada contra Al Fatah, un análisis más amplio y distanciado del suceso colocaría el asombro en un contexto que lo desarticularía rápidamente.
No es, por cierto, la primera derrota que sufre Fatah a manos de Hamas en los últimos años. La anterior, ocurrida en enero de 2006, no tuvo lugar en el terreno militar sino en el escenario político por excelencia: en las elecciones al Consejo Legislativo (Parlamento) los islamistas les ganaron a los representantes del nacionalismo laico por un amplio margen. En el acto electoral se cristalizaron las tendencias que venían perfilándose en la población palestina durante mucho tiempo: el rechazo a la corrupción y las prebendas que brinda el usufructo personal-sectorial del poder, que caracterizan a buena parte de la dirigencia de Fatah y a sus interminables divisiones internas y, fundamentalmente, la percepción generalizada de que su proyecto político, basado en los acuerdos de paz firmados con Israel, no conduce a la meta anhelada, un estado palestino independiente. Fatah se mostraba incapaz de revertir el encogimiento, desmembramiento y aislamiento progresivos –productos de la política israelí oficial– de la base territorial sobre la que se levantará tal Estado.
La victoria electoral de Hamas no expresó una conversión masiva de los palestinos a los fundamentos religiosos del Islam, sino que más bien canalizó la protesta ante una dirigencia desvinculada de las necesidades concretas de la gente e impotente para ponerle fin a la ocupación israelí y a lo que se percibe como su expansionismo territorial. La retirada unilateral de Gaza, por otra parte, llevada a cabo por el gobierno de Ariel Sharon a fines de 2005, fortaleció la campaña propagandística de Hamas, que veía a la evacuación del ejército y de los colonos israelíes como una victoria contundente de su “resistencia armada”. Ante el ascenso de Hamas por la vía democrática, el gobierno israelí logró crear el consenso internacional necesario para instrumentar el embargo económico y el boicot diplomático a la Autoridad Palestina (AP), argumentando que cualquier apoyo llegaría a manos del movimiento fundamentalista, que no reconoce al Estado israelí ni está dispuesto a renunciar al terrorismo. La muerte de dos soldados y el secuestro de un tercero, Ariel Shalit, perpetrados por una célula palestina vinculada a Hamas en la frontera sur entre Israel y la Franja de Gaza, el 25 de junio de 2006, desencadenó la dura represalia militar israelí. Cientos de civiles murieron en Gaza a causa de los ataques del ejército y, además, fue detenida la conducción política de Hamas en Cisjordania y en Jerusalén oriental, incluidos ministros y miembros del Parlamento. A modo de respuesta, unos meses después, los milicianos de Hamas intensificaron los ataques con cohetes Qassam contra la localidad de Sderot y otros poblados israelíes lindantes con la Franja de Gaza.
Alternando con la “resistencia” contra Israel, entre cese de fuego y reanudación de la lucha se intensificó la disputa violenta entre Hamas y Fatah por el reparto y control de los aparatos de seguridad de la AP. Resabios de la tradición que dejó como herencia Yasser Arafat, que sabía maniobrar como nadie entre facciones rivales que competían por su grado de lealtad a la voluntad del “Reis”, los organismos encargados de mantener el orden no responden a una autoridad central, sino que cada cual cuenta con su comandancia propia. En Gaza, la mayoría de ellos respondían a Mohammed Darhan, el líder local del Fatah. Los intentos de Hamas por obtener la cuota que le correspondía en el dominio de las fuerzas de seguridad oficiales no prosperaron, lo cual condujo a una radicalización de los enfrentamientos armados entre las fuerzas rivales. Paralelamente, el embargo económico y aislamiento del gobierno encabezado por Ismael Haniyeh llevaron al líder de Hamas a estrechar los vínculos con Irán, cuyo gobierno no dudó en prestarle a su pequeño aliado ayuda económica (se estima que la militar es contrabandeada a Gaza a través del límite con Egipto). Este es el contexto en el que tuvo lugar la cumbre de La Meca, auspiciada por la monarquía saudita para contrarrestar la influencia iraní en los territorios palestinos, en la que el máximo dirigente del Fatah y titular de la AP, Mahmud Abbas (Abu Mazen), acordó con los principales líderes de Hamas, Ismail Haniyeh y Khaled Mashal, cabeza de la conducción del movimiento islamista radicada en Siria, la formación de un gobierno de “unidad nacional”. El interés común a ambas facciones de la dirigencia palestina, lógicamente, era obtener el levantamiento del embargo internacional a la AP. Pero la iniciativa no dio el resultado anhelado, dado que, salvo los países árabes que la auspiciaron, el resto de la “coalición antiterrorista” no cambió su posición: Estados Unidos y los estados de la Unión Europea mantuvieron la política de sanciones propiciada por Israel (que retuvo, tras la formación del gobierno de Hamas, los ingresos que le corresponden a la AP en concepto de impuestos).
El acuerdo de cogobierno entre Fatah y Hamas tampoco logró frenar la escalada de violencia en Gaza en torno del dominio de los aparatos de seguridad, cuya dinámica alcanzaba en cada etapa un pico de gravedad más alarmante que el anterior. Cuando, por otro lado, las partes combatientes calculaban que los efectos contraproducentes de la lucha intestina eran excesivos, pretendían encubrirlos recurriendo a una nueva ola de ataques con cohetes artesanales disparados contra los poblados israelíes. En medio del fuego cruzado de las bandas armadas de una u otra organización palestina, y de la represalia militar israelí, la inmensa mayoría de la población de la Franja de Gaza, alrededor de 1,4 millón de habitantes, es rehén permanente de una violencia infernal a la que hay que sumarle la pobreza extrema, la altísima desocupación y la grave restricción a la libertad de movimiento impuesta por el cerco israelí.
La última y decisiva ronda de combates entre milicianos de Hamas y miembros de Fatah pertenecientes a los aparatos de seguridad de la AP puso en evidencia la escasa disposición de los últimos a luchar contra el asedio de los primeros y a defender los bastiones de su movimiento en Gaza, que cayeron uno tras otro en cuestión de escasos días, a pesar de la superioridad numérica de la que gozaba el movimiento supeditado a Mahmud Abbas. La rendición, explican varios comentaristas, se debió a que los hombres de Fatah y sus comandantes en los organismos de seguridad no creían que estaban librando una guerra que era su guerra, sino la de Hamas contra Mohammed Darhan, ausente del campo de batalla al igual que muchos de sus lugartenientes, sobre los que pende una oscura sombra de corrupción y despotismo. Con sinceridad profunda y dolida ilustró esa última derrota Mahmud Darwish, el poeta nacional palestino, en un poema publicado recientemente en el diario Al-Hayat. En una parte reza lo siguiente: “Un hombre me preguntó: ¿Acaso puede un hambriento defender una casa cuyos dueños la abandonaron para ir de viaje a la riviera francesa o italiana, no importa cuál de ellas, en las vacaciones de verano? Respondí: no la defenderá. Me preguntó: ¿Acaso yo y otro yo somos dos? Respondí: tú y tú son menos que uno”.
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Domingo 24 de Junio de 2007
EL LASTRE DE LÍDERES CORRUPTOS
La mugre de Abbas
Por Juan Miguel Muñoz *
Desde Gaza
No hay alternativa. Si Al Fatah, la organización laica y nacionalista fundada por Yasser Arafat, desea sobrevivir, es urgente una limpieza a fondo en su liderazgo. Se masca la primera víctima. La derrota militar de las fuerzas de Al Fatah ante Hamas en Gaza amenaza con arruinar la carrera política de Mohamed Darhan, el dirigente más mimado por Occidente e Israel. Líderes del partido –incluido el carismático Maruan Barghuti, encarcelado en Israel– exigen un juicio a Darhan y a la camarilla de corruptos que han llevado al movimiento al desastre en las urnas y en el campo de batalla.
Abdulhakim Awad, portavoz del partido, aseguró ayer desde El Cairo que Al Fatah se prepara para elecciones anticipadas tanto legislativas como presidenciales. Y, lógicamente, no puede concurrir con el lastre que representan varios de sus dirigentes manchados por la corrupción y por sus vínculos con Israel.
No es sólo Darhan, jefe de los cuerpos policiales de Al Fatah humillados en Gaza. Muchos de los veteranos jerifaltes que acompañaron a Yasser Arafat en el exilio se han resistido siempre a toda reforma y a dejar paso a dirigentes más jóvenes. Ahora pueden pasar al ostracismo.
Para empezar, el presidente palestino, Mahmud Abbas, eliminó el lunes el Consejo de Seguridad Nacional, organismo que encabezaba Darhan, hundido en el descrédito. Cuentan en medios escritos árabes que Yibril Rajoub, uno de los máximos prebostes de Al Fatah en Cisjordania, se mofaba de los logros militares de su enemigo Darhan cuando éste se presentó en Ramalá, tras la derrota de sus fuerzas policiales en Gaza la semana pasada.
También relatan que el general Dayton, el oficial estadounidense que entrena a los cuerpos de seguridad leales a Abbas y diseña sus estrategias, se ha negado a reunirse con él. Incluso Omar Suleiman, jefe de los servicios de espionaje egipcios, se siente engañado por Darhan y sus promesas de victoria en el combate a la milicia islamista.
Pintan bastos. Tras un cauteloso silencio, Barghuti, líder de la segunda Intifada y condenado a cinco cadenas perpetuas por Israel, ha emitido un comunicado esclarecedor. “Llamo a la formación de un comité de emergencia compuesto por respetados líderes cuyo mandato será revivir el movimiento, reconstruir sus instituciones y hacer que asuman su responsabilidad aquellos que han desempeñado sus cargos con ineptitud y métodos corruptos... Llamo al presidente a designar una nueva dirección de Al Fatah en Gaza con los líderes que han permanecido en la Franja”. Sin mencionarlo, es evidente que aludía a Darhan.
Sí lo nombraron directamente los líderes de Al Fatah de Gaza. En una conferencia ante la prensa, Ahmed Hilles, uno de los líderes de la organización en Gaza –enemigo acérrimo de Darhan y crítico de la estrategia de acoso y derribo al gobierno de Hamas–, ha exigido la creación de un tribunal que procese y castigue severamente a Darhan.
El desfalco de fondos públicos durante una década es crucial para explicar el descalabro de Al Fatah en las urnas. Ahora se añade el escarnio de la humillante derrota a manos de las milicias islamistas en la Franja de Gaza.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Sábado 23 de Junio de 2007
FEROZ COMBATE ENTRE EL EJERCITO Y FATAH AL ISLAM
Rebrote de violencia en Líbano
Violentos combates estallaron ayer en torno del campo palestino de Nahr al Bared, en el norte del Líbano, pese a que el ministro de Defensa, Elías Murr, había anunciado el fin de las operaciones militares contra los milicianos islamistas de Fatah al Islam. Estos enfrentamientos opusieron durante la tarde del viernes al ejército, que recurrió al disparo de cañonazos, el mortero y la metralleta pesada, contra los islamistas.
Los miembros de Fatah al Islam utilizaron armas automáticas y lanzacohetes contra los soldados libaneses. Por la mañana se habían escuchado disparos, aunque de forma esporádica, tras los intensos bombardeos de los días anteriores que permitieron al ejército apoderarse de las posiciones del grupúsculo islamista en el norte del campo. El ministro libanés de Defensa había anunciado el jueves que las operaciones militares habían “finalizado” pero que el ejército permanecería alrededor del campo “hasta la rendición” de los islamistas. Los jihaidistas de Fatah al Islam, acusados de estar vinculados con Al Qaida, se encuentran atrincherados en Nahr al Bared desde el 20 de mayo, cuando una serie de ataques y emboscadas contra soldados desembocaron en sangrientos combates.
En total, 143 personas, entre ellas 76 militares y al menos 50 islamistas, murieron desde esa fecha en los enfrentamientos internos más violentos en Líbano desde la guerra civil (1975-1990). Murr exigió especialmente la capitulación del jefe de Fatah al Islam, Chaker al Abssi. “Aunque esté muerto, que nos entreguen su cuerpo”, declaró. En la misma línea, el ejército señaló el viernes en un comunicado que no podía “renunciar a la aplicación de la justicia, que empieza por la entrega de los criminales que masacraron a los militares”.
Por otra parte, el portavoz de la unión de ulemas palestinos, Mohamad Hajj, que negocia con el grupo, afirmó el viernes que los islamistas habían anunciado un alto el fuego unilateral. “Pude entrar en contacto con su portavoz, Chahin Chahin. Me pidió que anunciara que mantienen un alto el fuego”, aseguró. Los ulemas palestinos viajaron ayer a Beirut para pedir a las organizaciones islamistas palestinas, en particular a Hamas y la Jihad Islámica, que intervengan ante las autoridades con el fin de “llegar a una solución definitiva”, según Hajj.
Los negociadores afirman desde hace varios días que los dirigentes de Fatah al Islam se encuentran ilocalizables y que los contactos se mantienen con figuras de segunda fila. Los doce campos palestinos de Líbano están controlados fundamentalmente por las formaciones político-militares palestinas, en particular por Fatah, el movimiento del presidente Mahmud Abbas.
Estos grupos se habían comprometido a velar por la seguridad en el sur de Nahr al Bared, donde todavía residen los 2000 refugiados de los 31.000 que no abandonaron el lugar en las últimas semanas. El ejército libanés acusó a estas organizaciones de no haber cumplido su promesa.
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Jueves 21 de Junio de 2007
SIETE MUERTOS EN LOS COMBATES ENTRE SOLDADOS Y MILITANTES ISLAMISTAS DE HAMAS
Israel atacó en la Franja de Gaza
Militares israelíes invadieron una franja de un kilómetro en las cercanías de Kisufim. Hamas contestó con una salva de cohetes Kassam. También hubo combates en Cisjordania. El nuevo ministro de Defensa israelí, ETD Barak, sería partidario de invadir Gaza. Pero no habrá acuerdo posible si no se afianza Abbas.
Por Juan Miguel Muñoz *
Desde Gaza
Seis días después de la toma de Gaza por el movimiento fundamentalista Hamas, Israel lanzó el primer ataque de cierta envergadura sobre la Franja de Gaza. Militares israelíes invadieron al menos un kilómetro el territorio en las cercanías de Kisufim, en el centro de ese territorio palestino. Cinco personas, cuatro de ellos milicianos islamistas, perecieron en los combates; varios hombres más fueron detenidos y las excavadoras derribaron una casa en la que se escondían los milicianos. La respuesta en forma de cohetes Kassam no se demoró. Dos proyectiles cayeron en el desierto del Negev y al sur de Ashkelón sin causar daños y la aviación israelí contestó bombardeando oleadas de proyectiles caseros sobre Gaza. También en Yenín, en el norte de Cisjordania, otros dos activistas –uno de Al Fatah y otro de Jihad Islámica– murieron a balazos en enfrentamientos con los militares.
Miles de soldados rodean la Franja a la espera de órdenes. Algunos analistas militares aseguran que el nuevo ministro de Defensa, el laborista ETD Barak, es partidario de una amplia operación terrestre en Gaza para desmantelar o al menos dañar el arsenal de Hamas, bien nutrido después de requisar miles de fusiles y armamento de mayor calibre a los cuerpos de seguridad dependientes del presidente, Mahmud Abbas. En la capital de la Franja, son mayoría quienes opinan que el gobierno israelí optará por los bombardeos y el asesinato de dirigentes islamistas, pero no buscará reocupar el territorio, abandonado hace dos años tras la evacuación de los colonos judíos.
Mahmud Zahar, uno de las primeras figuras de Hamas, aseguró que el gobierno de Ismail Haniyeh puede controlar el disparo de cohetes, pero que “no se convertirá en guardián de la frontera israelí”. Zahar añadió que Hamas declararía una tregua si el ejército israelí detiene sus ataques. No hay posibilidad alguna de que esto suceda. Quizá por eso, anoche, ya entrada la madrugada, cinco cohetes Kassam cayeron sobre la ciudad israelí de Sderot, causando solamente daños materiales. Minutos después, la Jihad Islámica se adjudicó los ataques.
A pesar de reanudar los ataques a la Franja de Gaza, Israel decidió ayer abrir el cruce fronterizo de Erez para todos aquellos palestinos, sin vínculo con las facciones militantes, quieran dejar el territorio y refugiarse en Cisjordania. Anoche había más de 250 personas en el cruce que separa Gaza de Israel. Esperaban que Tel Aviv cumpliera su promesa. Muchos son miembros de Al Fatah o de sus fuerzas de seguridad y temen que ellos y sus familias sean detenidas por Hamas.
En el centro de Gaza, en tanto, miles de seguidores de Hamas protestaban contra el presidente palestino, “el traidor e infiel”. El movimiento islamista había convocado a sus militantes a manifestarse a la salida de la oración de la noche en las mezquitas para repudiar a Abbas, quien ayer acusó a los islamistas en un discurso de haber “violado la legalidad” y los calificó de “terroristas”. “¿Quién es más criminal? ¿Los que defienden Gaza o los que le piden a Olmert que invada Gaza?”, preguntaba el orador de Hamas, frente a una multitud enardecida.
La asociación de Abbas con el gobierno de Israel se hizo más fuerte ayer en las calles de Gaza después que se conociera que los dos mandatarios se reunirán la semana que viene, para sellar el apoyo de Tel Aviv al nuevo gobierno palestino. Uno de los puntos centrales de la agenda será el levantamiento del embargo económico y la liberación de los 600 millones de dólares de ingresos en concepto de impuestos que habían sido congelados por la administración israelí desde que Hamas asumió el gobierno, en enero de 2006.
Si el mandatario palestino quiere emerger a ojos de Israel como un dirigente digno de crédito, deberá emplearse con firmeza para que en Cisjordania reine la calma. La tarea es descomunal. No ya por la resistencia que ofrecerán las milicias de Hamas y Jihad Islámica. Sus propias filas, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Al Fatah, son imposibles de controlar. Están formadas por numerosos grupos que responden a distintos caciques locales –varios de ellos opuestos al apaciguamiento– que con frecuencia operan con milicianos islamistas.
Es el argumento que utilizó gran parte de la clase política israelí para despreciar a Abbas en su primer año de mandato (2005), cuando Hamas nada pintaba en la arena política: si el presidente palestino es incapaz de poner orden en su propio partido, no podrá imponer ningún acuerdo suscrito con Israel a las demás facciones palestinas.
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* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
Jueves 21 de Junio de 2007
ABBAS CERRO LA PUERTA A UNA RECONCILIACIÓN CON HAMAS
“No dialogo con terroristas asesinos”
Por Donad Macintyre *
Desde Gaza
Los funcionarios de Hamas que comenzaron a buscar un proceso de reconciliación con Fatah recibieron una dura declaración ayer por parte del presidente palestino Mahmud Abbas cuando dijo que “no hay diálogo con esos terroristas asesinos”. Algunos funcionarios de Hamas habían dicho anteriormente que estaban buscando una respuesta al sismo profundo entre Gaza y Cisjordania después de la caída de la Autoridad Palestina gatillada por la victoria sangrienta de la facción islámica en la cruenta lucha interna de la semana pasada. Al mismo tiempo, siguieron presionando a los secuestradores del corresponsal de la BBC, Alan Johnston, capturado hace 100 días ayer, expresando la creciente impaciencia ante su fracaso para liberarlo y advirtiendo que la facción usaría “todos los medios” para liberarlo si fuera necesario.
Ghazi Hamad, un asesor clave de Ismail Haniyeh, quien se negó a aceptar su remoción como primer ministro por Abbas, enfatizó la importancia de reunificar las dos partes de cualquier futuro Estado Palestino y declaró: “Estamos tratando de hallar una solución. Hamas no está interesado en controlar Gaza. No estamos tratando de construir un Estado o imperio en Gaza”. Pero Abbas usó un discurso inusitadamente fuerte en Ramalá para afirmar que Hamas estaba tratando de hacer precisamente eso y se había embarcado en un “proyecto oscuro” que incluía un intento de asesinarlo haciendo estallar su automóvil con 225 kilos de explosivos cuando hizo una visita presidencial planeada a Gaza el mes pasado.
Hamad, un ex editor de periódicos que es uno de los más prominentes entre los relativamente pragmáticos en Gaza, admitió que todavía no tenía una específica solución a la crisis, pero esperaba que hubiera contactos, posiblemente a través de la mediación internacional de terceros partidos. “Es muy difícil. Hay dos gobiernos y dos primeros ministros”, dijo. “Pero en algún momento nos tendremos que sentar juntos. El presidente Abbas no puede controlar las cosas sin Hamas y Hamas no puede controlar la situación sin Fatah.”
En una relajada evaluación de la actual crisis, Hamad afirmó antes del intransigente discurso de Abbas de anoche –cuyos asesores dijeron que pronto se reuniría con el primer ministro israelí, ETD Olmert– que el presidente “estaba en una trampa”, porque actualmente era incapaz de influenciar en los hechos en Gaza. Pero se tomó la molestia de reconocer que la situación planteaba serios problemas para Hamas también. “No es fácil para Hamas aceptar esta situación porque queremos una autoridad unificada”, dijo.
En el primer ataque aéreo sobre Gaza desde el conflicto interno de la semana pasada, ayer Israel respondió a un ataque con cohete Qassam sobre Israel, disparando misiles a dos lanzadores de cohetes. Mientras, tanques israelíes entraron en el sur de Gaza matando a siete militantes palestinos en un intercambio de fuego. Hamas dijo que habían localizado y disparado contra tropas encubiertas que entraban al pueblo cercano de Kissufim desde Israel, y que luego estas había enviado refuerzos blindados. El ejército dijo que la operación estaba planeada y era parte de una ofensiva mayor.
Mahmud Zahar, que hasta marzo fue ministro de Exterior en el gobierno de la Autoridad Palestina dominado por Hamas, dijo que no era tarea de Hamas “proteger las fronteras de Israel”, pero que haría lo mismo si Israel parara sus ataques. Si no lo hacía, “el pueblo palestino se defenderá”, dijo. Zahar rechazó las acusaciones durante la crisis cada vez más profunda entre Fatah y Hamas de que él había sido el líder de la línea dura de Hamas que se oponía a continuar la coalición con Fatah, diciendo que había firmado un acuerdo en La Meca que logró el tratado de coalición. Dijo que cuando Abdel Aziz Rantisi era el líder de Hamas antes de ser asesinado por Israel en 2004, “la gente dijo que él era un halcón y los demás palomas. Ahora me llaman halcón a mí y están buscando a las otras palomas”.
Mientras las familias, amigos y colegas llevaban a cabo vigilias en todo el mundo en apoyo de la liberación de Johnston, Haniye les dijo a los reporteros aquí: “Resulta claro que nos estamos acercando al punto de tener que tomar una decisión. Esperamos terminar lo antes posible”.
También pidiendo la rápida liberación de Johnston, Zahar dijo que se habían mantenido conversaciones con miembros de la gran familia Dogmush –cuyos miembros son culpados en Gaza por el secuestro– y que ellos sostienen que se oponían fuertemente al secuestro. El ejército de Islam, conducido por Mamtaz Dogmush, se adjudicó la responsabilidad por el secuestro. En un incidente por separado ayer, se informó que otro miembro de la familia había sido muerto en un secuestro y disparos por lo que miembros del clan Dogmush culparon a la familia que dijeron que estaba ligada políticamente a Hamas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Miércoles 20 de Junio de 2007
OPTIMISMO EN LA CASA BLANCA TRAS LA CUMBRE POR LA SITUACIÓN EN PALESTINA
Bush y Olmert prometen apoyo para Abbas
A partir de la separación de Palestina en dos Estados, uno pro Occidente, con sede en Cisjordania, y otro islámico, basado en Gaza, Bush propuso reabrir las negociaciones con el presidente Mahmud Abbas. Olmert apoya un acuerdo, pero puso condiciones. Asimismo, hablaron de la situación humanitaria en Gaza.
Por Antonio Caño *
Desde Washington
Los máximos dirigentes de Estados Unidos e Israel coincidieron en que éste es un momento idóneo para relanzar las negociaciones con vistas a la creación de un Estado palestino y prometieron toda la ayuda de su parte para fortalecer, de cara a esa misión, al presidente palestino, Mahmud Abbas, frente “a la amenaza de radicalismo y terrorismo” que representa la organización islamista Hamas. Tanto el presidente George Bush como el primer ministro israelí, ETD Olmert, insistieron en que una vez que se ha separado política y geográficamente de Hamas, Abbas es el hombre indicado para conducir esas negociaciones. Bush calificó a Abbas como “el presidente de todos los palestinos” y “una voz de moderación en un entorno extremista”.
Después del alzamiento militar de Hamas en Gaza y la decisión posterior de Abbas de formar un gobierno exclusivamente con la más moderada y secular organización Al Fatah, la administración norteamericano ha decidido suspender el embargo económico al gobierno palestino y facilitarle ayuda económica para intentar su consolidación.
Ayer, el presidente norteamericano dio un paso más y animó al primer ministro israelí a reanudar las conversaciones con Abbas. “Una negociación para crear un Estado palestino con el que se pueda convivir pacíficamente forma parte de los intereses fundamentales de Israel”, dijo Bush.
Olmert prometió “hacer todos los esfuerzos posibles para cooperar con Abbas”. “Como ustedes –dijo el primer ministro israelí–, yo quiero fortalecer a los moderados.” Pero inmediatamente añadió una serie de condiciones que los dirigentes palestinos tienen que cumplir para que esa posible negociación pueda ser fructífera, especialmente un mayor esfuerzo para garantizar la seguridad de Israel. “Los palestinos tienen que convencerse de que tienen que combatir a los terroristas”, advirtió Olmert.
Bush compartió esas demandas, pero fue más enfático en sus esperanzas. “Esperamos –dijo– que el presidente Abbas y el primer ministro Fayad, que es un buen tipo, se fortalezcan hasta un punto en que puedan conducir a los palestinos en una nueva dirección.”
Después de varios meses de auténtica parálisis, la reunión de ayer en la Casa Blanca entre Bush y Olmert puede ser el punto de partida de un nuevo intento por parte de Estados Unidos de encontrar algún tipo de arreglo entre israelíes y palestinos.
Al reanudar “un pleno nivel de contactos de gobierno a gobierno” con los palestinos, como anunció el lunes la secretaria de Estado, Condolerá Rice, la administración norteamericana queda en mejor posición para impulsar las negociaciones que Bush defendió ayer públicamente.
Para que esas negociaciones pudieran siquiera entrar en una senda verosímil, sería necesario que el fortalecimiento de Abbas no se quede en la retórica de sus aliados occidentales. El dinero fresco de Estados Unidos y Europa podría contribuir a ese fortalecimiento; alguna concesión política de Israel, también. Pero la fortaleza de Abbas la tiene que certificar, en última instancia, la población palestina, y esto es mucho más incierto en las actuales circunstancias.
Por el momento es sólo una quimera, pero el gobierno estadounidense vislumbra en Palestina una oportunidad de reivindicar su política antiterrorista. Bush hizo en sus declaraciones de ayer un paralelismo entre las violentas disputas entre palestinos con la guerra de Irak: “En ambos sitios, como en Líbano, los terroristas atacan a la democracia”.
En la visión un tanto maniquea que esta administración suele tener de Cercano Oriente, lo que no se está consiguiendo en Irak tal vez podría conseguirse en Palestina. “Eso exigirá mucho trabajo”, reconoció Bush, pero añadió que, con la aportación del gobierno de Abbas, “se puede conseguir la creación de un Estado palestino y la derrota del terrorismo”.
Washington –e Israel, por supuesto– ha descartado cualquier posibilidad de sumar a Hamas a un próximo intento de discusión sobre el futuro de Palestina. “Las esperanzas de que Hamas se convierta en una fuerza razonable se han perdido por completo después de ver lo que hacen a su propia gente”, manifestó ayer Olmert.
Pero tanto Olmert como Bush prometieron que, en su objetivo de aislar a Hamas, no se olvidarán de la población de Gaza, donde la organización islamista se ha quedado como único poder. “Israel no será indiferente a la situación humanitaria en Gaza”, dijo el primer ministro israelí.
Condolerá Rice ha anunciado que la administración norteamericana intentará hacer llegar ayudas a la población de Gaza por vías indirectas, a través de la ONU o de organizaciones humanitarias, con objeto de evitar una radicalización de los habitantes de esa zona y un mayor respaldo a las tesis de Hamas.
Ese es, en realidad, el riesgo que está latente en este momento, y no sólo en Gaza. Una radicalización del conjunto de la población palestina como fruto de nuevas frustraciones es un escenario temible pero en absoluto descartable.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Miércoles 20 de Junio de 2007
LOS ABUSOS DE LA SEGURIDAD PREVENTIVA DE AL FATAH
Gaza después de la batalla
Por Donad Macintyre *
Desde ciudad de Gaza
Con el sello de Seguridad Preventiva, y marcado como “documento secreto”, el que estaba en el suelo instruía al lector a reunir información sobre un Abdel Rahman Salah Shadeh Karnua. La mayoría de los archivos secretos del más odiado, por Hamas, de los aparatos de seguridad palestinos, había sido cuidadosamente reunido y destruido por la victoriosa facción islámica después de lo que había sido el decisivo y el más sangriento combate de la guerra civil de cinco días.
Si había una sensación real de cambio de régimen en Gaza ayer, era aquí, en los cuarteles de la Seguridad Preventiva, donde los marcos chamuscados de las ventanas, las paredes llenas de agujeros de balas, un camión incendiado, el gran parche de sangre seca sobre el sucio piso de una oficina, el techo de metal corrugado retorcido de un cobertizo, todo daba fe de la ferocidad de la lucha del jueves pasado. Hace tres años, Raed Ali, ahora de 26 años, era uno de los militantes Hamas con pasamontaña que llevaban los propulsores de cohetes. Peleó contra las fuerzas israelíes en las calles del distrito de Zeitoun en la ciudad de Gaza, donde seis soldados israelíes murieron al estallar su vehículo blindado. Ayer, este delgado joven barbudo, con un AK 47 colgado de su hombro, un celular en su bolsillo y un flamante uniforme de fajina de sargento de la fuerza de 3000 miembros ejecutivos de Hamas, estaba orgulloso de mostrarnos lo que él veía como las celdas de prisioneros liberados de lo que en la época de Yasser Arafat había sido el principal centro Fatah para los interrogatorios de los detenidos políticos.
Es difícil deslindar los relatos que ambos lados tienen de las ejecuciones llevadas a cabo por el otro durante la batalla, cada uno negado por el otro. El sargento Ali dijo que habían encontrado cinco cuerpos ejecutados por los hombres de seguridad de Fatah antes de su derrota, de los que Hamas había identificado a uno como el de su propio Issam al Juja. Fatah dice que por lo menos siete de sus hombres fueron ejecutados a sangre fría en la calle frente al edificio después de la batalla. Negándose a aceptar esto, el sargento Ali señaló el graffiti en las paredes de las celdas, una de las cuales tenía un dibujo de un hombre, presumiblemente el artista, detrás de las rejas con las palabras “Oh Dios, juro que esto es una injusticia”.
En la burbuja que salía de su boca había una pequeña botella, de la clase que el sargento Ali afirmó era insertada en el recto del prisionero como instrumento de tortura. “Todos los palestinos en la Franja de Gaza odiaban a la Seguridad Preventiva”, declaró el sargento Ali. En cuanto al resultado del conflicto que costó más de 90 vidas la semana pasada señaló: “Por supuesto que estamos muy contentos ahora, porque la victoria se logró para la seguridad de los ciudadanos de Gaza”. No, dijo, la batalla no había sido tanto contra Fatah como contra el “equipo del golpe” liderado por Darhan y Abu Shbak. “Todos queremos lograr la unidad nacional”, insistió.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Martes 19 de Junio de 2007
EL GOBIERNO ISRAELÍ DARÁ ALICIENTES AL NUEVO GABINETE DE EMERGENCIA PALESTINO
Israel, EE.UU. y la UE apoyan a Abbas
“El presidente palestino, Mahmud Abbas, debe seguir fortaleciendo su fuerza y su capacidad en Cisjordania, para evitar una situación similar a la que se ha creado en Gaza”, dijo Olmert. Aclaró que Israel actuará con la comunidad internacional para encontrar soluciones a los problemas humanitarios en la aislada Franja de Gaza.
Por Sergio Rotbart
Desde Tel Aviv
Israel colaborará con el nuevo gabinete palestino de “emergencia nacional” formado tras el apoderamiento militar de la Franja de Gaza por parte del movimiento islamista Hamas. El gobierno israelí considera la posibilidad de liberar el dinero que la corresponde a la Autoridad Palestina (AP) en concepto de impuestos (alrededor de 560 millones de dólares) y que fuera confiscado luego de que Hamas ganara las últimas elecciones al Consejo Legislativo, en marzo de 2006. Con la nueva conducción palestina encabezada por Salam Fayad, que responde al titular de la AP, Mahmud Abbas, y goza del respaldo de las autoridades norteamericanas, el premier ETD Olmert se manifestó dispuesto a contribuir a su éxito mediante la posible concesión de medidas alicientes. “Abbas debe seguir fortaleciendo su fuerza y su capacidad en Cisjordania, para evitar una situación similar a la que se ha creado en Gaza”, le dijo Olmert al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con quien se reunió en Nueva York.
En cuanto a la posición frente a la nueva realidad en Gaza, controlada por Hamas, el premier israelí señaló: “Tomaremos en cuenta todas las necesidades humanitarias en la Franja. No intervendremos ni introduciremos fuerzas a su interior, pero no permaneceremos a un lado observando cómo ejecutan inocentes”. Olmert aclaró que Israel actuará junto con la comunidad internacional para encontrar soluciones a los problemas humanitarios que, según se estima, surgirán en los próximos días. De ello se desprende que, contrariamente a las declaraciones de algunos dirigentes, Israel no cortará el suministro de agua, electricidad y servicios médicos de emergencia. De acuerdo con la estimación de los factores que se ocupan del traslado de mercaderías del lado israelí al palestino, el stock de productos básicos existente en Gaza alcanzará para, a lo sumo, dos semanas. Organizaciones israelíes defensoras de los derechos humanos llamaron al gobierno a abrir los pasos fronterizos no sólo para permitir el ingreso de alimentos sino, además, la salida de refugiados a Cisjordania y el traslado de heridos a centros de atención médica del lado israelí. En tal sentido se pronunció también el ministro de Justicia, Daniel Friedmann. Las autoridades militares, que controlan el cierre de los puestos limítrofes, sólo permitieron el ingreso al territorio israelí de algunos dirigentes de Al Fatah, que lograron escapar de la cruzada de purgas brutales perpetradas por milicianos de Hamas.
La separación política entre Gaza (“Hamastan”) y Cisjordania (“Fatahland”) no deja de generar enormes dudas acerca del futuro de los palestinos y de su aspiración a crear un estado independiente propio, así como sobre sus relaciones con Israel. Para muchos, tal división es sólo un episodio transitorio, dado que la Franja de Gaza no puede existir como entidad desvinculada de Cisjordania, y ambas constituyen, como lo afirman los representantes del movimiento nacional palestino, una unidad. La apropiación de cada territorio a manos de cada uno de los movimientos rivales, Al Fatah y Hamas, pone en cuestión la existencia misma del proyecto nacional compartido.
En el orden práctico, además, el nuevo gobierno de Salam Fayad no podrá adoptar una política de omisión o aislamiento de Gaza sólo porque esa franja está dominada por Hamas, a no ser que quiera perdurar en el poder sabiendo que está actuando en base al mismo argumento esgrimido por Israel. Sin la aprobación del Parlamento palestino, muchos de cuyos miembros pertenecen al Hamas y están detenidos en Israel, Fayad no puede aspirar a llegar muy lejos, sobre todo teniendo en cuenta que dentro del propio Al Fatah pocos ven con buenos ojos el inmediato apoyo que le propiciaron al flamante primer ministro los gobiernos norteamericano e israelí. El problema radica en que, esta vez, tras los sucesos sangrientos ocurridos la semana pasada en Gaza, nadie cree probable que Abu Mazen e Ismail Haniyeh (el líder del Hamas y primer ministro del gobierno de unidad, destituido por el titular de la AP) vuelvan a sentarse alrededor de una mesa de negociaciones. Seguramente se requerirá la intervención de Egipto y Arabia saudita para alcanzar algún nuevo acuerdo de cogobierno. También los países árabes, a pesar de que condenaron a Hamas, entienden que una partición de Palestina no favorece a sus intereses y prefieren que el movimiento fundamentalista no se retire del campo político.
Hamas, por su parte, sostiene que su intención no era crear un gobierno alternativo ni desconectarse de Cisjordania, sino que se vio forzado a luchar contra las fuerzas que responden a Mohammed Darhan, el hombre fuerte del Al Fatah en la Franja de Gaza, responsable del sistema de seguridad local, debido al ejercicio corrupto y despótico de su autoridad. Su cuota de los espacios de poder acaparados por Darhan, que no logró obtener aún luego de las elecciones de principios de 2006, fue lo que el movimiento islamista quiso conseguir mediante una guerra de aparatos que amenazó convertirse en una guerra civil. La legitimidad de Abbas y la eliminación de Al Fatah –siempre según sus dirigentes– no estaban en juego. Y, de hecho, varios hombres de Al Fatah que no estaban supeditados a Darhan aún circulan libremente e intactos en Gaza. Tras el “saneamiento”, Ismail Haniyeh dijo que estaba dispuesto a negociar con Abbas un nuevo acuerdo de unidad. Es que el líder de Hamas sabe ya hace más de un año que no es posible gobernar Gaza en condiciones de embargo y aislamiento absolutos.
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Martes 19 de Junio de 2007
EE.UU Y EUROPA REANUDAN SUS APORTES A LOS PALESTINOS
Levantan el boicot económico
Por Donad Macintyre *
Desde Jerusalén
Anoche, Estados Unidos y la Unión Europea levantaron su boicot político y económico de quince meses contra el gobierno palestino, después de que el presidente Mahmud Abbas expulsara al movimiento militante Hamas de su gabinete. Pero un alto funcionario de la ONU instó a la comunidad internacional a que no aislara aún más a Gaza controlada por Hamas, mientras que, en el cruce de Erez con Israel, por lo menos un palestino fue muerto cuando un grupo que trataba de abandonar el territorio se encontró entre dos fuegos.
Karen Koning AbuZayd, jefa de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unraw), pidió que no se reduzca la asistencia al 1,5 millón de residentes de Gaza mientras ésta se intensificaba para Cisjordania. AbuZayd, cuya agencia provee educación, servicios médicos y asistencia alimentaria de emergencia a los refugiados en Gaza, dijo: “Gaza es más pobre que Cisjordania y la gente sufre más. Toda la comunidad internacional debe comprender que no debe aislar aún más esta pequeña franja de tierra. Se debe aliviar el sufrimiento permitiendo el acceso para que la gente y los bienes puedan entrar”. En Washington, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condolerá Rice, dijo: “No dejaremos a 1,5 millón de palestinos en manos de una organización terrorista. No vamos a abandonar a los palestinos que viven en Gaza”. El líder Fatah encarcelado, Marwan Barghouti, pidió ayer la destitución de todos los comandantes de la fuerza de seguridad de la Autoridad Palestina y de los líderes Fatah responsables de la derrota a manos de Hamas la semana pasada. Lo último parece ser una referencia a Mohamed Darhan, el “hombre fuerte” de Fatah en Gaza que estaba en El Cairo por un tratamiento médico durante la mayor parte de la lucha de la semana pasada. Fue acusado por algunos funcionarios de Hamas de montar un “golpe” contra el liderazgo de Hamas.
En un acontecimiento posterior, un alto funcionario de Hamas, el ex ministro de Exterior Mahmoud al Zahar intensificó la presión sobre los secuestradores del periodista de la BBC Alan Johnston para liberarlo, declarando: “Si no lo van a liberar tranquilamente, vamos a usar todos los medios posibles para liberarlo sano y salvo. Estoy esperando verlo”. Anoche hubo informes de un refuerzo de fuerzas de Hamas alrededor del complejo donde están ubicados los sospechados secuestradores de Johnston. Zahar dijo que ayer era la “última oportunidad” para que los secuestradores liberaran al periodista de la BBC. Habló 24 horas después de que los secuestradores de Johnston negaran haber alcanzado un trato y amenazaran con matar a Johnston si las negociaciones se hacían “difíciles”. Fuentes cercanas a las negociaciones dijeron que las partes habían estado hablando hasta tarde en el día.
Hubo un muerto y unos diez palestinos heridos en Erez y militantes y tropas israelíes intercambiaron disparos en el cruce, donde unos 60 palestinos, incluyendo mujeres y niños, habían estado aguardando con la esperanza de que se abriera el cruce para dejarlos pasar a Israel y hacia Cisjordania. Se creía que algunos eran oficiales de Fatah de mediano rango, incluidos en una lista que les permitía pasar. El ejército israelí dijo que los militantes habían detonado una granada y les habían disparado a los palestinos que estaban esperando y que sus tropas luego dispararon a los militantes. El ejército dijo que no había identificado a los blancos y que luego envió servicios de rescate del otro lado de la frontera para ayudar a evacuar los heridos.
AbuZayd confirmó que la Unraw había reanudado las operaciones normales en Gaza después de restringirlas a alimentos de emergencia y a asistencia médica sólo durante la peor parte de los cinco días de lucha entre Hamas y Fatah la semana pasada, que costó unas 90 vidas palestinas. “No obstante, soy consciente de la amenaza potencial sobre mi personal en el lugar y estoy manteniendo la situación de seguridad bajo supervisión constante”, señaló AbuZayd.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
Martes 19 de Junio de 2007
BARAK REGRESÓ
El Parlamento israelí ratificó ayer la decisión del gabinete de nombrar al ex primer ministro y recién electo dirigente laborista ETD Barak como ministro de Defensa –lugar reservado para el líder del laborismo, según el acuerdo con Kadima, el partido de ETD Olmert–. Tras obtener la mayoría de los votos de la cámara, Barak, que no es diputado, ha jurado su cargo y se ha sentado en la mesa del gobierno en el Pleno. Barak obtuvo 46 votos a favor y 22 en contra, y tras haber jurado el cargo recibió las felicitaciones de numerosos diputados. Dalia Itzik, presidenta del Parlamento, recordó que a finales de 2000, cuando Barak dimitió como primer ministro, dijo: “Puede ser que aún regrese”.
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Lunes 18 de Junio de 2007
EL PRESIDENTE PALESTINO DECRETO LA ILEGALIDAD DE HAMAS
Asumió el gabinete de Mahmud Abbas
La jura del gobierno de emergencia, formado por independientes, dejó a los palestinos con dos gobiernos. Uno es liderado por el proscrito Hamas en Gaza y el otro por Fatah en Cisjordania.
Los palestinos ya tienen dos gobiernos. El presidente y líder de Fatah, Mahmud Abbas, presidió ayer la jura de un gabinete de emergencia y proscribió los grupos armados de la facción islamista Hamas. El economista Salam Fayad juró en Ramalá como primer ministro ante Abbas, quien había destituido al anterior ejecutivo de unidad después de que Hamas controlara bajo la fuerza la Franja de Gaza. Gran parte de la comunidad internacional respalda al nuevo ejecutivo.
La asunción del nuevo primer ministro y su gabinete fue posible gracias a uno de los dos polémicos decretos promulgados ayer por Abbas, donde elimina una disposición que obligaba al gobierno palestino a ser aprobado por el parlamento. La controvertida medida se enmarca en una compleja situación donde, al estar el poder legislativo bajo control de Hamas desde enero del año pasado –control legitimado por mayoría absoluta en elecciones generales–, resultaba imposible lograr la aprobación de la cámara para este gabinete afín a Al Fatah. A través de un segundo decreto presidencial, Abbas ilegalizó además a Hamas y a todas las milicias afines a los islamistas. En el texto, explica su decisión de “considerar a la Fuerza Ejecutiva y a todas sus milicias como ilegales”, y las responsabiliza de un “golpe militar contra la legitimidad palestina y sus instituciones”.
Zanjado ese obstáculo legal, el nuevo gobierno está así constituido por 12 ministros –en su mayoría tecnócratas sin afiliación política–, que también ayer juraron sus cargos, en reemplazo de los ministros que componían el gobierno de unidad de Al Fatah y Hamas. La jura del nuevo gabinete deja a los palestinos con dos gobiernos: el liderazgo de Hamas encabezado por el depuesto primer ministro Ismael Haniyeh en Gaza y el nuevo, presidido por Fayad en Cisjordania. Abbas aseguró que el recién nombrado gobierno de emergencia será “el gobierno de todos los palestinos” y subrayó que su prioridad será “el levantamiento del embargo internacional que pesa sobre el ejecutivo palestino y la consecución de una relación única con todas las naciones”.
El presidente, que además es el máximo referente del movimiento Al Fatah, aseguró estar dispuesto a aplicar la ley y el orden “porque hay una autoridad, una ley y una sola fuerza de seguridad en todas las zonas de nuestra patria, en Cisjordania y Gaza”. Asimismo, advirtió que “será castigado quien tenga un vínculo con Hamas, según la ley vigente y las disposiciones del estado de emergencia”.
Por su parte, sumando aún más tensión a la grave situación interna, el movimiento radical islámico Hamas advirtió que el nuevo gobierno de emergencia constituido por Abbas es “ilegal” y producto de un “golpe de Estado”, ya que no recibió la confianza del parlamento. Islam Shahwan, portavoz de la fuerza ejecutiva de Hamas, rechazó tajantemente en Gaza el decreto de ilegalización y dijo que la decisión “refleja el modo precipitado con que se comportan los dirigentes palestinos en Ramalá”. En los hechos, los territorios quedaron divididos en dos gobiernos, uno en Cisjordania y otro en la Franja de Gaza.
En la disputa palestina, gran parte de la comunidad internacional respalda a Abbas. La Casa Blanca manifestó su “apoyo total” al gobierno de emergencia constituido por Abbas y se comprometió a levantar el bloqueo de ayuda financiera que impuso con la Unión Europea a los territorios tras el triunfo de Hamas en comicios. En tanto, el primer ministro israelí, ETD Olmert, afirmó que la administración conducida por Abbas es un “socio” para la paz. También el Cuarteto para Medio Oriente (Rusia, Naciones Unidas, la Unión Europea y Estados Unidos) expresó su respaldo pleno al gobierno de Abbas en una declaración oficial conjunta emitida ayer en Nueva York. En la misma línea, el gobierno de Egipto manifestó un total respaldo al nuevo gobierno palestino y exhortó a la comunidad internacional a sumarse al apoyo a la Autoridad Palestina y en torno de su dirigente Abbas.
La violencia interpalestina que empezó hace una semana ha dejado completamente aislada a la Franja de Gaza y la situación empeoró ayer cuando una empresa israelí dejó de enviar nafta y gasoil para abastecer las estaciones de servicio de esa franja costera. Como si fuera poco, desde el Líbano ayer lanzaron por lo menos dos cohetes Katiuska contra Israel, causando daños materiales y abriendo la posibilidad de un nuevo enfrentamiento armado a la convulsionada región. El ataque fue el primero desde el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Líbano al final de la guerra contra Embola, en agosto pasado. Precisamente el principal grupo guerrillero libanés, Embola, negó estar involucrado.
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Domingo 17 de Junio de 2007
ABBAS NOMBRO UN GOBIERNO PROVISORIO, PERO HAMAS LO DESCONOCE
Dos gobiernos para una Palestina
El nuevo gobierno tiene apoyo internacional y se habla de levantar el boicot. Pero Haniye dijo que el único gobierno legal es el de Hamas, porque fue elegido por el voto popular.
Palestina terminó de convertirse ayer en una criatura de dos cabezas. Mientras el primer ministro Ismael Haniye, depuesto por el presidente Mahmud Abbas, se negaba a dejar el poder en la Franja de Gaza, en Cisjordania Abbas bendecía a su nuevo premier, que asumirá hoy. Salam Fayyad dirigirá el nuevo gobierno de emergencia, que tendrá la difícil tarea de reunificar los territorios palestinos. “Será un gobierno pequeño, de diez o 12 ministros. La mayoría de ellos serán independientes”, explicó ayer el asesor de Abbas, Nabil Amr. Este nuevo ejecutivo ya cuenta con el apoyo del llamado cuarteto internacional para Medio Oriente –Estados Unidos, Rusia, ONU y Unión Europea– y de la Liga Árabe. Washington incluso adelantó que aceptará levantar el boicot comercial que había impuesto 15 meses atrás, tras la asunción del gobierno dirigido por el movimiento islámico Hamas.
Desde Gaza, Haniye volvió a descartar las versiones que hablan de dos estados palestinos. “Gaza pertenece a todos los palestinos y no sólo a Hamas”, aseguró el premier destituido. “El gobierno es legítimo porque emana del Parlamento elegido democráticamente”, agregó el dirigente de Hamas. Con esta frase, Haniye cuestionó el gobierno transitorio creado por Abbas en Ramalá, al que su organización se niega a reconocer. “La decisión del presidente es un golpe de Estado contra la legitimidad palestina y una violación de nuestra ley”, sentenció el vocero de Hamas, Ismail Redwan.
El portavoz también intentó despejar las dudas sobre la posibilidad de una guerra civil en la Franja. “No tiene nada que temer, nadie los va a dañar”, aseguró. Pero las palabras del dirigente islámico no pudieron desviar la atención del clima de miedo y de confusión que se vive en las calles de la ciudad de Gaza. Según fuentes médicas, ayer habrían continuado las ejecuciones a efectivos de los organismos de seguridad leales al movimiento Fatah, que encabeza el presidente Abbas. El otro lugar caliente en la Franja es el cruce fronterizo de Erez, donde cientos de palestinos chocaron con la milicianos de Hamas cuando intentaban cruzarlo y refugiarse en Egipto.
No sólo civiles intentan cruzar la frontera. En los últimos días se estima que decenas de altos mandos de Fatah habrían logrado salir de la franja a través del cruce de Erez o en embarcaciones con destino a Egipto. Lo mismo están haciendo los trabajadores de organizaciones humanitarias extranjeras, que temen por sus vidas. El éxodo es tal que ayer salieron organizaciones palestinas de derechos humanos y hasta un jefe del brazo armado de Hamas, las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, a pedirles que se queden y ayuden a la población palestina, que hace más de un año que sufre el boicot internacional.
El clima de miedo en Gaza se acentúa por las constantes amenazas de los milicianos de Hamas de agravar el conflicto si las fuerzas de seguridad de Fatah siguen deteniendo a dirigentes de Hamas en Cisjordania. “Si las Brigadas de los Mártires de Al Aksa continúan sus cazas de brujas de miembros del grupo islámico en Cisjordania, la represalia será muy dura”, aseguró ayer un portavoz de Hamas, Sami Abu Zurhi. Según informó, hasta el momento los hombres de Abbas han “secuestrado” al menos a 150 de sus compañeros, en supuesta represalia por la toma de Gaza. “No nos quedaremos de brazos cruzados ante estos crímenes en Cisjordania. Tomaremos todas las medidas necesarias para asegurar el fin de estos crímenes”, prometió el dirigente.
Pero a pesar de las amenazas de Hamas, la organización islámica ha quedado completamente aislada, después de que el cuarteto internacional y la Liga Árabe dieran su apoyo explícito a Abbas y al nuevo gobierno palestino. No importa que ayer algunos testigos hayan denunciado que hombres de Fatah atacaron instituciones de Hamas en Ramalá y Naplusa, las dos principales ciudades de Cisjordania. Ni que trabajadores del Parlamento –con sede en ese territorio– hayan asegurado que agentes de Abbas intentaron secuestrar al vicepresidente del Legislativo, el dirigente islámico Hassan Kreisheh. De todas maneras, el cónsul estadounidense en Jerusalén, Jacob Walles, le aseguró a Abbas ayer que con la asunción del nuevo gobierno se levantará el boicot internacional, que había sido impuesto por considerar a Hamas una organización que no renunciaba a la violencia.
Obviamente el boicot se levanta solamente para Cisjordania. La afluencia de ayuda internacional a esta parte del territorio palestino permitirá mejorar las condiciones de infraestructura, de sanidad y alimentarias de la población, mientras en la Franja de Gaza estos problemas se acentuarán debido al aislamiento y la emigración de las organizaciones humanitarias.
Israel, declarado enemigo del movimiento islamista, decidió por el momento mantener abierto uno de los cruces para permitir el ingreso de alimentos y ayuda humanitaria, aunque mantiene todas las otras salidas selladas.
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Domingo 17 de Junio de 2007
TRIBUNAL ESPECIAL DE LÍBANO
La hora de Hariri
Por Mercedes López San Miguel
Tres días después de que entrara en vigor un tribunal internacional bajo órbita de la ONU para juzgar a los presuntos responsables del crimen del ex premier libanés Rafik Hariri, una muerte sacudió el proceso. El miércoles pasado fue asesinado junto a su hijo y sus guardaespaldas Walid Eido, un diputado del bloque antisirio que Hariri había fundado. La relación entre un hecho y el otro parece cualquier cosa menos casual y desnuda la pelea política que hay detrás del proceso judicial.
El atentado contra Eido fue el primero en Líbano desde que en el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 30 de mayo la resolución 1757 para crear un tribunal internacional que juzgue a los supuestos responsables del crimen de Hariri (12 de febrero de 2005) y de otras 22 personas. El Consejo de Seguridad se amparó en el capítulo VII de la Carta Fundacional de Naciones Unidas, que prevé imponer un tribunal por la fuerza cuando las instituciones del país no alcanzan el acuerdo necesario. Lo inédito de este tribunal es que juzgará un crimen político. A partir de esta creación, en un futuro podría cuestionarse la legitimidad de los tribunales especiales, advierten los expertos. “En este caso ya no se trata de violaciones graves a los derechos humanos, sino de un asesinato político”, señaló a Página/12 Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales). Chillier advierte sobre una posible consecuencia. “Sin minimizar la importancia de este crimen, podría suceder que se termine banalizando los mecanismos de los tribunales especiales.”
El presidente libanés, Emile Lahoud, cercano a Siria, se opone a esa corte, mientras que su premier, el pro Occidente Fuad Siniora y sus parlamentarios lo apoyan. Ninguna sorpresa ahí, ya que en la investigación preeliminar del caso Hariri las acusaciones recayeron en Siria. Siria había dominado la política libanesa durante décadas y hasta hace poco mantenía miles de soldados en el país: tuvo que retirarlos dos meses después del crimen de Hariri.
Con el nuevo asesinato las sospechas volvieron a recaer sobre Damasco. Las Fuerzas del 14 de Marzo, la coalición libanesa antisiria a la que pertenecía Eido, acusó abiertamente al régimen de Bachar al Assad de estar detrás del crimen. “Aquellos que han trabajado por un Líbano soberano y democrático han sido siempre objetivos de los ataques”, dijo George W. Bush esta semana, al exigir el fin de las “injerencias” de Irán y Siria en el país. Además, pidió que le se permita trabajar al Tribunal Especial para Líbano, que empezó a funcionar el 10 de junio, para investigar el asesinato de Hariri. Washington acusa Siria e Irán de brindar apoyo militar a la guerrilla libanesa de Embola. El primer ministro, Fuad Siniora, también instó a las Naciones Unidas a que ayuden al Líbano en la investigación sobre la muerte de Eido, quinto dirigente de la mayoría antisiria en ser asesinado después de Hariri, los diputados Bassel Fleijan y Gebrán Tueni, y el ministro Pierre Gemayel. Eido era un fuerte defensor del tribunal especial. Precisamente, sus aliados ven en el asesinato un cálculo político premeditado.
Debilitado por una crisis política grave que dura desde hace siete meses, cuestionado por la oposición aliada a Damasco y a Teherán, presionado por Occidente para avanzar con el tribunal especial, Siniora tiene cada vez más problemas para hacer frente a la creciente inestabilidad que amenaza al país.
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Sábado 16 de Junio de 2007
DESDE CISJORDANIA, EL PRESIDENTE ABBAS INTENTA FORMAR UN GOBIERNO PROVISORIO
Hamas copó Gaza, pero quedó aislado
Después de una semana violenta, la calma volvió a la Franja gracias al control militar que ejerce el grupo islamista tras derrotar a sus rivales de Fatah. El presidente Abbas disolvió el gobierno de coalición, pero le cuesta conseguir socios menores para formar un nuevo gobierno. Crece el aislamiento internacional de Hamas.
Exultantes, los militantes de Hamas controlaban ayer la Franja de Gaza, convertida en un enclave islamista fronterizo con Israel, aislada del resto del mundo y dividida políticamente del otro territorio palestino, Cisjordania, donde se halla el presidente Mahmud Abbas. Este último encargó ayer al ministro saliente de Finanzas, el independiente Salam Fayyad, la formación de un nuevo gobierno de emergencia, después de la disolución del gobierno de unidad con los integristas que decretó el jueves.
Fayyad fue alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) y goza de la confianza occidental. Nació en 1952 y es doctor en Economía por la Universidad de Texas y licenciado en ingeniería por la Universidad Americana de Beirut. Sin embargo, poco después, el portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri, denunció ese encargo afirmando que es “contrario a todas las leyes palestinas” y representa un “golpe de Estado contra la legalidad”.
“Pedimos a Mahmud Abbas que dé marcha atrás en su decisión y a Salam Fayyad que rechace ese nombramiento ilegal”, declaró.
La decisión de Abbas se produjo tras el anuncio que hizo en la madrugada del viernes Hamas, que dijo controlar en la Franja de Gaza todos los edificios de las fuerzas de seguridad fieles a Fatah, movimiento del propio presidente palestino, que durante más de 40 años dominó la vida política de los territorios. Los combatientes, que en la madrugada tomaron el último bastión del Fatah en Gaza, la “Muntada” del presidente Mahmud Abbas, sin hallar demasiada resistencia, celebraron al amanecer su victoria con cánticos a la gloria de Hamas y disparos al aire con las mismas armas que en una semana dejaron más de cien muertos. El grupo islamista está considerado una organización terrorista por Israel, la Unión Europea y Estados Unidos. Compartía gobierno con Fatah desde marzo. Ante la situación, los cancilleres del llamado Cuarteto Internacional para Oriente Medio (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y ONU) anunciaron una reunión el viernes.
Los partidos palestinos pequeños han rechazado formar parte del nuevo gobierno de emergencia que el presidente palestino y líder del movimiento nacionalista Fatah, Mahmud Abbas, encargó formar al independiente Salam Fayad. Según informó un miembro del Comité Central de la Organización de Liberación Palestina (OLP), Abbas está teniendo dificultades también para encontrar candidatos a ministro en Gaza, ya que el futuro ejecutivo, pese a la separación de hecho que existe entre los dos territorios desde la caída de la Franja en manos de Hamas, pretende actuar también en esa zona. Aunque Abbas calificó la maniobra de los islamistas de golpe militar, Ismail Haniyeh, primer ministro palestino destituido el jueves por Abbas, preguntaba en una entrevista al diario francés Le Figaro: “¿Un golpe de Estado contra quién? ¿Contra nosotros mismos? Somos un gobierno legítimo, salido de un Parlamento elegido democráticamente”.
Interrogado en su casa en el campo de refugiados de Shati, muy cerca de la ciudad de Gaza, Haniyeh justificó la toma de control de la región en que “hacía falta poner fin al desorden de seguridad”. “Restableceremos la disciplina y la ley” en la Franja de Gaza, donde en la última semana los muertos palestinos superaron el centenar, prometió Haniyeh. Negó que la intención de los islamistas fuera proclamar un Estado en la Franja: “Gaza pertenece a todo el pueblo palestino, no sólo a Hamas. Rechazamos cualquier idea de separación de los territorios palestinos”, aseguró. En el plano político, el primer ministro destituido afirmó que el programa de Hamas está muy claro. “Queremos la creación de un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, es decir, Gaza, Cisjordania y Jerusalén-Este como capital. Nos comprometemos a respetar todos los acuerdos pasados, firmados por la Autoridad Palestina. Deseamos la puesta en práctica de una tregua recíproca, global y simultánea con Israel”, afirmó Haniyeh al Figaro.
Mientras tanto, la Franja de Gaza –territorio superpoblado donde viven 1,5 millón de palestinos– ha quedado aislada del resto del mundo, con sus fronteras con Israel y Egipto cerradas. El Cairo decidió retirar al personal de su representación diplomática en la Franja de Gaza, mientras Rusia pidió a los palestinos que pongan fin a “su conflicto fratricida”.
La foto de un militante de Hamas encapuchado y de pie en el escritorio de Abbas, empuñando un fusil Kalashnikov con una mano y agitando el Corán con la otra bajo los retratos del presidente de la Autoridad Palestina y de su antecesor Yasser Arafat, jefe histórico de los palestinos, en medio de un revuelo de sillas y papeles, dio la vuelta al mundo como testimonio del caos y el odio interpalestino.
La prensa israelí destacó por su parte el peligro de un “Hamastán” como vecino, mientras que el primer ministro, ETD Olmert, viajará a Washington el domingo para tratar la situación con el presidente estadounidense, George W. Bush.
Ayer por la mañana las calles de la ciudad de Gaza amanecieron tranquilas. Sus habitantes empezaron prudentemente a salir de sus casas por primera vez desde el 7 de junio, cuando se desencadenaron los violentos enfrentamientos entre Hamas y Fatah que se han saldado con 113 muertos y la toma del control del territorio por los islamistas.
Combatientes de Hamas permanecían dentro de la Muntada, el complejo donde se encuentran las oficinas de la Presidencia palestina.
Los puestos de control diseminados en los últimos días por la ciudad habían desaparecido prácticamente y los vehículos circulaban libremente.
Decenas de palestinos fueron hasta las residencias abandonadas por responsables de Fatah y también al cuartel general de las fuerzas de seguridad para llevarse lo que podían, desde muebles hasta grifos.
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Sábado 16 de Junio de 2007
Cambio de figuritas laboristas en Israel después del voto partidario
Tras su abultada derrota en las elecciones partidarias, Amir Peretz presentó su renuncia como ministro de Defensa al premier Olmert. Su puesto será ocupado por el nuevo líder laborista, el multicondecorado militar ETD Barak, que vuelve al ruedo.
El ministro saliente de Defensa, Amir Peretz, presentó ayer su dimisión, que entrará en vigor en 48 horas, informaron fuentes de la Oficina del Primer Ministro. “Debido a que ETD Olmert parte mañana hacia Estados Unidos y que no estará presente en la reunión semanal del Consejo de Ministros el domingo, el gabinete mediante consultas telefónicas aprobó ayer de forma unánime el nombramiento de ETD Barak como ministro de Defensa”, afirmó la portavoz del primer ministro, Miri Eisin.
El ex primer ministro y flamante líder laborista tiene previsto jurar su cargo el próximo lunes en el Parlamento (Kneset), después de recibir la aprobación formal de la cámara legislativa. Los medios locales informaban ayer que en una nueva reestructuración del gobierno, Olmert había decidido que Peretz permaneciera en él, pero sin cartera. Barak, de 65 años, es el militar más condecorado en la historia militar de Israel y fue primer ministro y titular de la cartera de Defensa entre 1999 y 2001.
El martes fue elegido nuevo líder laborista en la segunda vuelta de unas elecciones primarias en las que venció a otro ex militar, el almirante retirado Ami Ayalán. El nuevo titular de Defensa también sucede a Peretz en la jefatura del Partido Laborista. Por su parte, Peretz había anunciado que renunciaría a su puesto en el gabinete después de las internas laboristas en las que fue ampliamente derrotado. La entrada de Barak en el Ministerio de Defensa supone un impulso a la estabilidad del gobierno de Olmert, desacreditado por sus fallos en la guerra del Líbano de 2006.
Israel afronta en estos momentos dos posibles focos de inestabilidad: el primero de ellos en Gaza y el otro los Altos del Golán, ocupados a Siria en 1967. En su discurso de investidura, Barak aseguró que dedicará todos sus esfuerzos a afianzar la seguridad de Israel. La semana próxima Olmert también dará a conocer el nombre del nuevo ministro de Finanzas, que reemplazará a Shimon Peres, nuevo presidente de Israel.
El Servicio de Prisiones de Israel (SPI) informó ayer que ha separado a los presos palestinos que tiene bajo su custodia y los ha reubicado en celdas y sectores según su afiliación política, a fin de impedir posibles enfrentamientos entre ellos, a raíz del conflicto entre ambos movimientos en Cisjordania y Gaza. En las prisiones israelíes de Ketziot y de Ofer hay unos 1700 presos que se declaran vinculados a Al Fatah y unos 1300 a Hamas. En los centros de detención, el SPI ha reforzado la vigilancia sobre ambos grupos con mayor número de hombres, para evitar cualquier lucha interna o motín.
Por otra parte, Israel sigue muy de cerca la crisis palestina a la espera de que Al Fatah y Hamas consoliden sus posiciones en Cisjordania y Gaza, antes de decidir los pasos a seguir y conocer la posición de Estados Unidos, su principal aliado. En su agenda de trabajo en Estados Unidos, el primer ministro israelí analizará con el dirigente estadounidense la situación apremiante en los territorios palestinos, que eclipsan en estos momentos otros asuntos, como el estallido de una posible guerra con Siria y la amenaza nuclear iraní.
Las fuentes gubernamentales israelíes refieren que mientras los principales pasos fronterizos con la Franja de Gaza no caigan en manos de Hamas, Israel no tendrá que decidir si tiene que mantener contactos con el grupo islámico para garantizar el flujo de la ayuda humanitaria y de productos básicos a la Franja. Según el Ministerio de Defensa, “Israel proveerá de ayuda a la población civil palestina si la crisis humanitaria recrudece”.
El portavoz de Hamas en la Franja de Gaza, Fawzi Barhum, dijo al diario Haaretz que su grupo está interesado en mantener contactos con la parte israelí para garantizar “las necesidades de la población civil”, aunque de facto no reconozca al Estado judío. El otro frente que estudia Israel desde hace meses y que en los últimos días ha llevado a miembros del gobierno a abogar por el despliegue de una fuerza internacional es la frontera sur de Gaza. Funcionarios del gobierno han criticado El Cairo, por el contrabando de armas desde el territorio egipcio a la franja.
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Sábado 16 de Junio de 2007
LA LIGA ÁRABE INTENTARA FRENAR LA VIOLENCIA
Se agrava la crisis libanesa
El asesinato del diputado Walid Eido, de la mayoría parlamentaria antisiria en Líbano, agravó las divisiones entre el gobierno apoyado por Occidente y la oposición aliada de Siria, y aleja la perspectiva de una salida a siete meses de crisis política. En un intento de hacer frente a la inestabilidad reinante, el primer ministro, Fuad Siniora, envió ayer a El Cairo a su canciller interino, Tarek Mitri, para participar en una sesión extraordinaria del consejo ministerial de la Liga Árabe. Esa reunión fue solicitada por Siniora el mismo día del asesinato del diputado Walid Eido –el miércoles–, que la mayoría antisiria libanesa atribuyó a Siria.
Mitri lleva a la capital egipcia un informe sobre refuerzos dados por Siria recientemente a movimientos radicales palestinos, con sede en Damasco, que disponen de bases militares en la región del valle de la Bekaa, fronterizo entre Siria y Líbano, señaló una fuente gubernamental.
El canciller libanés también aportará pruebas de la “actitud hostil de Siria” hacia el tribunal internacional que busca juzgar a los asesinos del ex primer ministro libanés, Rafic Hariri, en 2005, atribuido también a Damasco.
Siria, por su parte, niega toda implicación en ese crimen, pese a que una comisión de investigación de la ONU acusa al régimen de Damasco. El tribunal, creado el 30 de mayo por la resolución 1757 del Consejo de Seguridad de la ONU, entró en vigor el 10 de junio y ya fue rechazado por Siria.
Además, Mitri expondrá ante los representantes de los países árabes varias declaraciones de extremistas del grupo Fatah al Islam arrestados por las autoridades libanesas, en las que los islamistas afirman haber pasado por Siria para infiltrarse en Líbano. Fatah al Islam se enfrenta desde el 20 de mayo con las tropas libanesas en el campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared, en el norte de Líbano, cerca de la frontera con Siria.
El primer ministro libanés ha afirmado en varias ocasiones que el grupo islamista “mantiene relaciones con los servicios secretos sirios”. En este contexto de tensión, el líder druso Walid Jumblatt, que forma parte de la mayoría antisiria, rechazó el esfuerzo mediador de Francia, Arabia Saudita e Irán para formar un gobierno de unidad nacional en Líbano. “Nada de gobierno de unidad, tanto si gana la corriente que clama el restablecimiento de la tutela siria como si la corriente independentista resiste”, dijo Jumblatt en una entrevista publicada ayer en el diario árabe Asharq Al Awsat. “Mientras Bachar al Assad esté en el poder y los países árabes y no árabes lo adulen, no habrá estabilidad en Líbano”, añadió.
El jueves, durante el funeral del diputado asesinado, el jefe de la mayoría antisiria, Saad Hariri, pidió a los países árabes que “boicoteen el régimen terrorista” de siria. El endurecimiento de la mayoría libanesa coincide con el reclamo de Embola –que cuenta con el apoyo sirio e iraní– de un gobierno de unidad.
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Viernes 15 de Junio de 2007
EL PRESIDENTE PALESTINO DISOLVIÓ EL GOBIERNO E IMPUSO EL ESTADO DE EXCEPCIÓN
Hamas controla una Gaza en llamas
El grupo islamista palestino en el poder, Hamas, se apoderó de todos los cuarteles y de la sede presidencial en la Franja. Su facción rival, Al Fatah, se atrincheró en Cisjordania y respondía con la detención de decenas de integristas.
Por Sal Emergí *
Desde Jerusalén
Anoche, el brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedin al Qassam, anunciaron triunfantes que controlaban todos los cuarteles de seguridad de la Franja de Gaza, incluyendo la residencia presidencial. Horas, antes el presidente palestino, Mahmud Abbas, disolvía el gobierno y el Parlamento e instalaba el estado de excepción, con el apoyo de Estados Unidos y algunas potencias europeas. El primer ministro y dirigente de Hamas, Ismail Haniye, rechazó la decisión de Abbas y aseguró que ellos seguirán dirigiendo el gobierno de unidad nacional. “El presidente ha tomado decisiones precipitadas que traicionan todos los acuerdos firmados”, aseguró el premier en un discurso televisado. Tras 24 horas de tiroteos, centenares de proyectiles, 25 muertos y 80 heridos, Hamas se apoderó de la sede de la Seguridad Preventiva, cuyo jefe era su enemigo más acérrimo, el jefe de Al Fatah en Gaza, Mohamed Darhan. “Es la segunda liberación de Gaza. La primera vez fue de los colonos y hoy echamos a los colaboracionistas”, gritaba exultante el dirigente de Hamas, Sami Abu Zhuri.
Con besos en el suelo y gritos de “¡Alá es grande!”, los miembros del brazo armado de Hamas irrumpían en el principal feudo de Al Fatah en Gaza, la sede la Seguridad Preventiva. “Es un día histórico, comparable a la huida de los israelíes de nuestras tierras en 2005”, decía uno de los encapuchados, más abrumado por las cámaras de televisión que por la resistencia de los agentes del presidente Abbas, que ayer en Ramalá ordenó, por primera vez y en un intento desesperado, “aplastar el golpe de Estado en Gaza y perseguir a los milicianos”.
Como toda contienda bélica que se precie, ésta también tiene su símbolo, la ocupación de este cuartel, que desde 1994 es fuente de humillación para los milicianos integristas, muchos de los cuales fueron interrogados y torturados por los agentes de Darhan. “Aquí me encerraron y me cortaron la barba hace 13 años. Hoy ha llegado la venganza”, decía un veterano miembro de Hamas, antes de subir al tejado para rezar. Rezar y anunciar “el inicio de la era islámica en Gaza”. Rezar y estudiar los miles de documentos secretos que ayer confiscaron de los servicios secretos palestinos. Según una fuente de Inteligencia occidental consultada por este diario, “hay muchos papeles que describen acciones y tácticas de la CIA y los servicios secretos israelíes”. El ataque contra el cuartel ofreció también una de las imágenes que refleja con mayor exactitud lo que ocurre estos días en Gaza: la humillante salida de decenas de efectivos de Al Fatah, con las manos en alto, muchos en calzoncillos y el torso descubierto, conducidos por encapuchados con fusiles y lanzagranadas al hombro. Yihad Abu Iyad, que estaba cerca de los combates, explicó: “He visto cómo han matado a muchos policías. A uno le han disparado en la cabeza”. Hamas sólo reconoció ayer haber dado muerte a Samir Mudhan, dirigente del brazo armado de Al Fatah.
Mientras el brazo armado de Hamas iba arrancando de cuajo los últimos resortes de poder de Al Fatah, como la ciudad de Rafah, Abbas se reunía en Ramalá con la plana mayor de su movimiento para ordenar a sus hombres que respondan con dureza. Sus consignas se cumplieron sólo en Cisjordania, donde sus fuerzas leales arrestaron a decenas de militantes de Hamas. Los detenidos suponen un elemento poderoso para una eventual negociación. “No permitiré el golpe de Estado de Hamas”, dijo Abbas a sus compañeros de partido, entre ellos Darhan, que tras ser operado en Egipto ha vuelto a la escena palestina, quizá demasiado tarde para él y su grupo en Gaza. Incluso, en el seno de Hamas no esperaban que en sólo tres días podrían conquistar todos los enclaves militarizados de las fuerzas leales a Abbas. En Ramalá ya asumieron que el gobierno de unidad fracasó y hubo desconexión entre Cisjordania de Gaza. La llamada “visión para Medio Oriente” del presidente norteamericano, George W. Bush, basada en “dos Estados para dos pueblos” –Israel y Palestina– quizá se cumpla, pero sólo para los palestinos: un Estado en Cisjordania y el otro en la Franja de Gaza (ver aparte). Haniye aseguró anoche que no piensa instalar un Estado en la Franja de Gaza y que los territorios palestinos siguen siendo indivisibles.
Pero la verdad es que el control absoluto de una Gaza en llamas por parte de Hamas es la primera y gran asignatura con que deberá lidiar el nuevo ministro israelí de Defensa, el laborista ETD Barak. Los organismos de seguridad le informan continuamente de los acontecimientos que están convirtiendo Gaza en lo que llaman Hamastán. “Hemos de evitar que en este territorio vecino Hamas construya un poder militar y político similar al que tenía el grupo chiíta Embola en el sur de Líbano”, es la consigna escuchada en el despacho del primer ministro, ETD Olmert.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Jueves 14 de Junio de 2007
Gaza se parecía a Bagdad, en otro día de violencia entre palestinos
Hamas intensificó su ofensiva contra Al Fatah y los choques entre ambas milicias dejaron al menos 24 muertos. La primera está logrando el control militar de la Franja.
Por Sal Emergí *
Desde Jerusalén
El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, incapaz de imponer la paz entre sus partidarios y los del movimiento islamista Hamas, acertó al menos en valorar la situación en Gaza, que ayer se cobró la vida de 24 palestinos. “Es una locura y hay que frenarla cuanto antes”, dijo tras conversar por teléfono con el líder de Hamas en el extranjero, Jaled Mashal. Más tarde, habló con el primer ministro Ismail Haniye y coincidieron en que hay que terminar con la violencia. Estas conversaciones, así como los nuevos intentos de pacificación por parte de Egipto y de la Liga Árabe fueron aplastados por los disparos y bombas como las que ayer en Yan Yunis, en la Franja de Gaza, hicieron estallar milicianos de Hamas en un túnel debajo del cuartel de la Fuerza de Seguridad Preventiva Palestina, vinculada a Al Fatah. En el ataque murieron 13 personas.
Hamas está logrando su objetivo de controlar la Franja de Gaza a nivel político y sobre todo militar. Ayer prosiguió golpeando la infraestructura de Al Fatah en diversos puntos de la franja, con múltiples ataques en varias sedes y cuarteles de las fuerzas de seguridad y del brazo armado de Al Fatah, visiblemente colapsado ante esta ofensiva. Muchas de estas bases ya están bajo la bandera verde de Hamas. Anoche, de forma casi simultánea, lanzó granadas y proyectiles de mortero contra tres sedes centrales de Al Fatah, al tiempo que exigían a los milicianos la rendición incondicional. Anteriormente, unos 40 miembros de las fuerzas de seguridad decidieron huir a Egipto y cruzaron la frontera de Rafah atravesando la valla fronteriza. Entregaron las armas a los guardias aduaneros egipcios, reconociendo que “prefieren vivir fuera y no intentar sobrevivir en el infierno de Gaza”. Agentes palestinos activaron explosivos en el muro del paso de Filadelfi, que los separa de Egipto, haciendo un agujero suficientemente grande para que algunos palestinos consiguieran huir de los disparos de Gaza.
El viernes por la tarde es la fecha que Hamas se ha impuesto para completar el dominio de la franja. “Les exigimos que entreguen las armas y salgan de sus bases antes de las siete de la tarde del viernes. De lo contrario, los perseguiremos sin piedad”, era el comunicado emitido en la radio islamista de Gaza.
Si en Gaza es Hamas quien lleva la iniciativa, en Cisjordania Al Fatah amenaza con devolverle con la misma moneda. En Nablus, un líder de su brazo armado, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, amenazó con matar a los miembros de Hamas “si no cesan de atacar a nuestros hombres en Gaza”, en palabras citadas por la agencia palestina Maan. “Damos a Azzadin el Kassam –el brazo armado de Hamas– y a la fuerza armada ejecutiva –creada en el Ministerio de Interior y vinculada a Hamas– 12 horas para que paren sus agresiones contra miembros de Al Fatah y los cuerpos de seguridad y vuelvan a sus bases.” Pese a tanta muerte y ultimátum, la delegación egipcia en Gaza espera que las últimas reuniones reduzcan el espectacular nivel de violencia. Los representantes de Hamas exigen notables cambios en las estructuras de los servicios de seguridad palestinos. Movidos por el hastío y la indignación, cerca de mil ciudadanos de la ciudad de Gaza dijeron ayer en voz alta “basta de matar”, saliendo a las peligrosas calles para manifestarse y protestar en contra de los milicianos. “Basta de matanzas, están destrozando todos nuestros sueños, matando a nuestros hijos. ¿Se han vuelto locos?”, preguntaba con rabia Mohamed a los hombres armados. Una marcha que también acabó con la muerte de un manifestante, abatido desde una improvisada barricada en plena calle de Gaza.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Jueves 14 de Junio de 2007
MATAN A UN DIPUTADO ANTISIRIO DEL BLOQUE DE HARIRI, A SU HIJO Y A OTRAS OCHO PERSONAS
Un ataque convulsiona más a Líbano
El atentado contra un político en Beirut se produjo en un momento de desestabilización del país: cuando persisten los combates entre el ejército y los extremistas de Fatah al Islam en un campo de refugiados palestinos. Y se acaba de poner en marcha el tribunal internacional que juzgará a los asesinos del ex premier Rafik Hariri.
Por Georgina Higueras *
Desde Beirut
La mano negra que asfixia Líbano volvió ayer a cebarse en una zona de recreo de Beirut, donde un atentado acabó con la vida del diputado Walid Eido, miembro del gobernante Movimiento Futuro que lidera Saad Hariri, el hijo del también asesinado ex primer ministro Rafik Hariri. La explosión, supuestamente activada por control remoto en cuanto el diputado entró en su coche, mató a otras nueve personas, incluido un hijo del político. Con Eido son ya siete los libaneses antisirios asesinados en los dos últimos años. Once personas fueron hospitalizadas, pero en las inmediaciones del atentado podían verse otras ensangrentadas y heridas con numerosos cortes producidos al reventar, por la potente explosión, los cristales de puertas y ventanas de la zona.
Eido, un ex magistrado de 65 años que presidía la Comisión Parlamentaria de Defensa e Interior, acudía a diario a bañarse a esa zona del litoral de la capital, en la que se encuentran varios clubes selectos, incluido uno militar. Además, hay un pequeño parque de atracciones que también resultó seriamente dañado. El atentado se produce en un momento de grave desestabilización del país, mientras persisten los combates entre el ejército y los extremistas de Fatah al Islam en el campo de refugiados palestinos de Naher el Bared, en el extremo noroccidental del Líbano, a escasos kilómetros de la frontera con siria.
Precisamente ayer, un portavoz de ese grupo dijo en una entrevista telefónica con el diario Asharq Alawsat desde el interior del campo que, como el ejército no levante el cerco a que los tiene sometidos desde el 20 de mayo, atacarán a los políticos libaneses, empezando por el primer ministro Fuad Siniora. El portavoz, que indicó que el súbdito saudita Shahin Shahin se ha hecho cargo del liderazgo de Fatah al Islam al desaparecer su fundador Shaker Absi, amenazó a la clase dirigente libanesa con el uso de motocicletas bomba y explosivos. Saad Hariri, en una entrevista con El País el domingo pasado aseguró que Fatah al Islam está conectado con los servicios de Inteligencia sirios y responsabilizó directamente al régimen de Bachar el Asad del asesinato de su padre. El pasado día 10 se puso en marcha el tribunal internacional que juzgará a los asesinos de Hariri y de otros políticos, periodistas y activistas libaneses muertos en los dos últimos años. La potente explosión afectó los hoteles y restaurantes cercanos. No se ha confirmado la detención de un hombre que se encontraba en la octava planta de un edificio en obras desde la que se podía ver la salida de Eido del Sporting club y supuestamente activar la bomba que lo mató en el acto, al igual que a su hijo Jaled. Ambos quedaron irreconocibles. Los dos guardaespaldas salieron despedidos del coche.
De momento no se sabe quiénes son los otros seis fallecidos porque sus cuerpos también quedaron totalmente desfigurados. La deflagración se escuchó por todo Beirut y una columna de humo negro se elevó al cielo, pero en pocos minutos los bomberos apagaron el fuego desatado que afectó a otros coches estacionados en ese aparcamiento al aire libre. Algunos de los muchos libaneses que se precipitaron hacia la zona del atentado gritaron consignas antisirias. Eido era un sunnita que durante la guerra civil –1975-1990– militó en las milicias sunnitas y esa parte de Beirut está habitada por sunnitas. El atentado ocurrió a menos de dos kilómetros del lugar donde el 14 de febrero de 2005 un coche bomba acabó con la vida de Rafik Hariri y otras 22 personas. El asesinato del multimillonario y popular político dio origen a la llamada Revolución de los Cedros, que acabó con 30 años de presencia militar siria en Líbano.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Jueves 14 de Junio de 2007
EL LABORISTA SIMÓN PERES SUCEDERÁ A KATSAV
De Oslo a presidente israelí
Por S. E.*
Desde Jerusalén
“Te casaste con un granjero y ahora tienes a un presidente”, fueron las primeras palabras de Simon Peres a su mujer Sonia, tras ser elegido ayer nuevo presidente del Estado de Israel. En su último gran examen de una dilatada carrera, Peres, de 84 años, superó la pesada losa de ser “el eterno perdedor en la historia del país”, cosechando el respaldo de 86 de los 120 diputados de la Knesset (Parlamento) israelí.
La victoria de Peres se considera una “relativa sorpresa” no sólo por tratarse de quien ha perdido casi toda contienda electoral en los últimos 60 años sino, sobre todo, por la gran diferencia respecto a su rival, el candidato derechista del Likud, Reuven Rivlin. En la primera vuelta, Peres consiguió 58 votos, por 37 de Rivlin y 21 de la laborista Colette Avital. Tras este resultado, los dos últimos se retiraron y aconsejaron votar a Peres en una segunda y testimonial ronda, que sirvió de homenaje al que ha sido diputado desde 1959. “Estoy emocionado y también sorprendido ya que, perdónenme, no me esperaba este apoyo tan masivo. Soy consciente de la importancia del cargo que asumo y espero representar a Israel tal y como se merece”, aseguró Peres, para añadir ya en el tono solemne que deberá lucir los próximos siete años: “Nunca he perdido la esperanza de que todos juntos podremos llevar a Israel a superar los retos y, por todos, me refiero a judíos y árabes, a la izquierda y a la derecha, a drusos, a circasianos y a todas las demás minorías”.
Por la mañana, Peres no las tenía todas consigo. Sobre todo por su historial y por su penúltima derrota de 2000, cuando el gris Moshe Katsav ganó las elecciones de forma imprevista. En esa ocasión, muchos diputados que le prometieron su voto le dieron finalmente la espalda. Para evitar otro fracaso, Peres estuvo durante toda la sesión parlamentaria sentado al lado de Eli Ishai, líder del partido ultraortodoxo Shas, para asegurarse de que sus 12 diputados lo apoyaban. “Es verdad que ideológicamente estoy a años luz de Peres, autor de los desastrosos Acuerdos de Oslo con el terrorista Yasser Arafat, pero reconozco que es la personalidad israelí más respetada en el mundo. Bueno, además yo obedezco las órdenes de nuestro líder, el rabino Ovadia Yosef”, confesaba el diputado ultraortodoxo Benizri. “Tras los turbios asuntos de Katsav, la presidencia del Estado vuelve a tener el honor que merece”, decía ayer un diputado. Además de firmar indultos a presos, el cargo de presidente en Israel es efectivamente sólo eso, honor, símbolo de unidad y representación del país en el extranjero. Funciones no muy compatibles con los presuntos casos de violación y acoso sexual que ha protagonizado Katsav.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Miércoles 13 de Junio de 2007
LOS COMBATES INTERPALESTINOS DEJARON AL MENOS 28 MUERTOS EN GAZA
Los palestinos, al borde de la ruptura
La coalición gubernamental pende de un hilo desde ayer, cuando Fatah dijo que suspende temporalmente su participación en el gobierno.
Por Donad Macintyre *
Desde Jerusalén
El destino del cada vez más impotente gobierno de unidad nacional palestino pendía de un hilo anoche, después de otro día de enfrentamientos brutales entre las dos facciones principales en Gaza, que elevó la cifra de los muertos a por lo menos 28 y 150 heridos. Hombres armados de Hamas lanzaron ataques con morteros y granadas sobre los cuarteles de la fuerza nacional de seguridad en el norte de Gaza, dominada en gran parte por Fatah, tras advertir a sus fuerzas de seguridad rivales que abandonaran sus puestos a lo largo de la Franja. El presidente palestino, Mahmud Abbas, denunció ayer un “intento de golpe” por parte del movimiento islámico Hamas y los ministros de su partido Al Fatah anunciaron que dejarán temporalmente el gobierno de unidad mientras Hamas no detenga sus ataques.
Anoche, Hamas afirmó haber tomado el control del centro de Gaza, después de una batalla de varias horas entre cientos de sus propios activistas y los de Fatah, que estaban atrincherados. Hubo informes no confirmados de muertes entre las 200 fuerzas de Hamas que habían rodeado el cuartel general. El segundo día del conflicto sangriento llevó a Gaza nuevamente al borde de la guerra civil cuando un lanzagranadas dañó el hogar del primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, un líder de Hamas, mientras en la ciudad de Ramalá, en Cisjordania, los militantes de Fatah secuestraban a un viceministro de Hamas.
Anteriormente, durante el día los activistas de Hamas que controlaban el techo del Hospital Europeo, en Khan Yunis, intercambiaron disparos de armas de fuego con las fuerzas de seguridad de Fatah en una base cercana. Quince niños de un jardín de infantes que estaban en la línea de fuego fueron llevados rápidamente al edificio del hospital para protegerlos de los disparos. Los combates de ayer y del lunes parecen haber ignorado hasta las mínimas restricciones previas, mientras la lucha aumentaba, volcándose a los edificios de otros ocho hospitales de Gaza.
Wessam Awadallá, un médico del Hospital Shifa de la principal ciudad de Gaza, le dijo a Associated Press que el hospital necesitaba 50 médicos para tratar a todos los heridos. Pero sólo había 20 de guardia ayer, ya que el personal médico no pudo llegar debido a los disparos afuera. Awadallá dijo que los activistas enmascarados habían estado rondando el hospital, intercambiando fuego ocasionalmente. “No sabemos quiénes son o a quién combaten”, añadió. “Llegará un momento en que no podremos tratar a todos y tendremos que dejarlos morir.”
En la ciudad de Beit Hanoun, al norte de Gaza, el hospital había cerrado totalmente después de que tres personas murieron por disparos dentro el lunes. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), uno murió en la sala de operaciones. En una declaración, el CICR dijo que “los ataques a las instituciones médicas, sus pacientes y su personal eran serias violaciones a la ley humanitaria internacional”.
Ayer la lucha también se volcó a los locales de la agencia de refugiados de la ONU (Unrwa) y ésta se vio forzada a cerrar cinco centros de distribución de alimentos y siete de sus 18 clínicas sanitarias. John Ging, el director de operaciones de Gaza, dijo que Unrwa estaba “muy” preocupada por la “terrible situación humanitaria” a la que se enfrenta el millón de refugiados a los que asiste. Ging añadió: “Les pedimos a todos los líderes palestinos que usen su influencia para resolver sus disputas a través de medios pacíficos. Esta lucha sin sentido debe parar y hacer lugar al diálogo y a la negociación. La población civil en la Franja de Gaza lo exige y lo merece”.
Con activistas enmascarados apostados en los techos y en las esquinas de las calles, muchos caminos en la ciudad de Gaza y otros lugares en la Franja estaban desiertos, ya que los civiles se refugiaban de una serie de batallas armadas que hacían erupción entre las facciones rivales. En un momento, las fuerzas de seguridad de Fatah atacaron la televisión Al Aqsa dirigida por Hamas y las estaciones de radio en la ciudad de Gaza, tocando canciones pro Fatah para indicar que habían tomado el control del complejo. Pero la estación dijo más tarde que había frustrado los ataques, mostrando fotos de lo que se informó eran activistas de Hamas rodeando vehículos de seguridad.
Mientras Hamas describía el ataque a la casa de Haniyeh como un intento de asesinato, un primo de Abdel Aziz Rantisi, el líder de Hamas asesinado por Israel en 2004, era secuestrado y asesinado por los hombres armados de Fatah. La casa de un parlamentario de Hamas también fue incendiada. Anoche, Haniyeh exhortó a ponerle fin a la lucha y reasumir las negociaciones, pero acusó a Fatah de no creer en la sociedad política. Pero en otros lados, los funcionarios de seguridad dijeron que tres mujeres y un varón de catorce años murieron en un ataque de hombres armados de Hamas en la casa de un alto oficial de seguridad de Fatah.
Mientras Fatah se preparaba para reunirse para decidir si abandonar la coalición que había formado antes este año con Hamas, el coronel Nasser Khaldi, un comandante Fatah en el sur de Gaza, acusó a los líderes de la facción de no ordenarles a sus hombres que lucharan. Pero una orden posterior del comando de la fuerza nacional de seguridad les pidió a los hombres que resistieran lo que llamó un “golpe” de Hamas contra el presidente palestino, Mahmud Abbas, y su gobierno de unidad.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Miércoles 13 de Junio de 2007
EL EX PREMIER ISRAELÍ TRIUNFO EN LAS INTERNAS DEL PARTIDO
Barak ganó en el laborismo
Por Sal Emergí *
Desde Tel Aviv
ETD Barak ganó ayer las internas del Partido Labo israelí, con más del 50 por ciento de los votos y con una ventaja de unos cientos de votos sobre su rival, Ami Ayalon, según los resultados preliminares. Un poco más del 60 por ciento de los más de 100 mil afiliados al partido acudieron a las urnas. De esta elección dependía la duración de la coalición de gobierno con Kadima, el partido del primer ministro ETD Olmert.
Antes de depositar su voto en una de las urnas del Partido Laborista en Tel Aviv, Yitzhak ofrecía su particular pero certero análisis de las primarias: “No ha sido fácil la elección. Por un lado, tenemos a ETD Barak, que es lo malo conocido y que nos dice que ha cambiado. Por otro, Ami Ayalon, una persona honesta y recta pero toda una incógnita además de pecar de una inocencia política que en nuestro partido no solemos perdonar”. Los resultados definitivos no se esperaban hasta altas horas de la madrugada, pero los primeros sondeos a pie de urna de tres canales de televisión daban una ligera ventaja –en un rango de entre uno y tres puntos porcentuales– a Barak por sobre su rival.
Tras cinco meses de dura campaña electoral, los 103.498 afiliados con derecho a voto del Partido Laborista volvieron ayer a elegir a su líder. Y lo hicieron como en la primera vuelta de forma mayoritaria, con un índice de participación del 63 por ciento. Con esta segunda y definitiva vuelta se decidía el nombre del nuevo ministro de Defensa, sustituyendo al defenestrado Amir Peretz, y también servirá de parámetro para valorar la duración de la coalición de gobierno. Tanto Barak –65– como Ayalon –62– sostuvieron que no abandonarán el gobierno, al menos hasta la publicación del informe de la comisión que investiga los graves errores de la guerra en el Líbano el pasado verano.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Martes 12 de Junio de 2007
14 MUERTOS ENTRE HAMAS Y AL FATAH
Combates en Gaza
La violencia intrapalestina volvió a dominar las calles de la Franja de Gaza. Los combates entre milicianos de las dos principales facciones del territorio, Hamas y Al Fatah, dejaron ayer catorce muertos, así como un inusual ataque contra la oficina del primer ministro del movimiento islamista, Ismail Haniye. Los enfrentamientos se reavivaron el jueves pasado, mientras el ejército israelí continuaba bombardeando instalaciones de Hamas. Desde ese momento, 20 personas murieron.
El jefe de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa para el norte de la Franja de Gaza, Jamal Abu al Jadin, murió ayer en violentos combates con Hamas cerca de su domicilio, en la localidad de Beit Lahya. Según una fuente médica, Al Jadin recibió más de cuarenta balas. Mientras tanto, en la ciudad de Gaza, un grupo de hombres armados disparó contra la sede del gobierno palestino, lo que obligó a Haniye y a los miembros del Ejecutivo a interrumpir una reunión y a abandonar el edificio. Este ataque pone en jaque al gobierno de unidad nacional, creado por las cúpulas de Hamas y de Al Fatah para terminar con la violencia intrapalestina. Desde la oficina del premier responsabilizaron del ataque a miembros de la guardia del presidente Mahmud Abbas –líder de Al Fatah– y a sus simpatizantes.
Los combates y los atentados de ayer también marcan un nuevo fracaso para los líderes de las dos facciones, quienes habían acordado un nuevo cese de fuego. El 19 de mayo pasado, las dos cúpulas palestinas firmaron una tregua. Esto trajo una relativa tranquilidad por unos días. Sin embargo, desde entonces, y bajo el auspicio del gobierno egipcio, los dirigentes de Hamas y Al Fatah han tenido que reafirmar ese acuerdo una y otra vez. En ninguno de estos casos surtió efecto y los combates callejeros continúan.
Cada bando culpa al otro, escalando aún más y dificultando las próximas negociaciones. Ayer el portavoz de Hamas, Fawzi Barhum, aseguró que su movimiento les dio una oportunidad a los milicianos de Al Fatah para reinstaurar el alto el fuego. “Ahora hemos decidido castigar a todos los criminales (...) y matarlos es la única respuesta disuasiva”, sentenció.
Por su parte, el presidente y líder de Al Fatah condenó sin mucha contundencia los enfrentamientos de ayer. “Estos incidentes son lamentables y nos perjudican”, fue todo lo que dijo el mandatario. Más tarde, su portavoz, Nabil Abu Rudeina, responsabilizó a los partidos regionales de promover la violencia en Gaza. Con esta interpretación, Abbas desliga a él y a su partido totalmente del conflicto, haciendo aún más difícil cualquier acercamiento con Hamas para restaurar la paz y de reavivar el gobierno de unidad nacional.
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Lunes 11de Junio de 2007
ISRAEL ESTÁ DISPUESTO A NEGOCIAR CON SIRIA, PERO NO DESCARTA LA GUERRA
Tel Aviv tuvo contactos secretos con Damasco. Israel sabe que el precio de la paz es la devolución del Golán. Mientras siria fortalece su ejército, Israel simula un ataque a un poblado sirio.
Por Sergio Rotbart
desde Tel Aviv
Desde la reanudación de las negociaciones en torno de la devolución de las Alturas del Golán hasta la irrupción de una guerra, tanto una como otra opción son posibles escenarios del futuro de las relaciones entre Israel y siria, según las versiones variadas y contradictorias que proliferaron esta última semana en los medios de Israel. Una de ellas, publicada por el diario Yedioth Aharonoth, asegura que el gobierno israelí le transmitió a la conducción siria, a través de un canal secreto y por intermedio de mediadores alemanes y turcos, su disposición a reanudar las conversaciones orientadas a concluir el conflicto entre ambos países a cambio del “precio” establecido en los anteriores intentos negociadores (es decir, la retirada israelí del Golán, el territorio conquistado a siria en 1967). El premier ETD Olmert –según la misma fuente– recibió “luz verde” para tal paso por parte del presidente George Bush semanas atrás. Sahul Mofaz, ministro de Transporte, confirmó la existencia de una vía secreta mediante la cual Israel se dirigió al gobierno de Bashir Assad, proponiéndole reiniciar el proceso diplomático truncado en el 2000. Pero aclaró que “Damasco aún no respondió el mensaje que le fue transmitido, por lo cual es difícil saber cuáles son sus intenciones”.
Lo curioso, sin embargo, es que ese giro repentino hacia la posición conciliadora se produjo al cabo de un intenso debate, alimentado por las estimaciones de la inteligencia del ejército sobre los preparativos sirios hacia un enfrentamiento militar con Israel presuntamente motivado por la intención de recuperar el Golán a cualquier precio. Consecuentemente con ese cálculo, el ejército israelí realizó un entrenamiento consistente en la conquista de un poblado sirio imaginario. “Nosotros nos preparamos ante la posibilidad de un deterioro en el escenario palestino pero también en el escenario norte”, dijo al término del ejercicio Gaby Ashkenazi, el jefe de las fuerzas armadas. El ministro de Defensa, Amir Peretz, agregó: “No tenemos ninguna intención de crear una situación de deterioro progresivo. No hay un dato que indique que siria está interesada en iniciar una guerra contra Israel. Yo espero que la escalada de la tensión verbal no provoque una escalada de la tensión en la realidad”. Seguramente Peretz se refirió a las declaraciones que el mismo día efectuó el general Amos Yadlin, el titular del brazo de inteligencia del ejército, en la reunión de la Comisión de Defensa del Parlamento. “Los sirios tienen mucho que perder si comienza una guerra. Assad cuenta con un régimen, con fuerza aérea, sistema de energía eléctrica e infraestructura civil. Todo eso puede dañarse en una guerra”, dijo Yadlin. Por si no bastara, añadió: “Más que nunca, los sirios muestran preparación para la guerra”. Se trata de un análisis hipotético y no de una amenaza, aclararon los integrantes del foro parlamentario, como intentando amortiguar, de inmediato, los posibles efectos de lo dicho.
La preocupación de la conducción militar está centrada en el fortalecimiento del ejército sirio que ha tenido lugar desde la guerra del Líbano, librada hace un año entre Israel y el Embola. Desde entonces, siria viene modernizando su ejército mediante la adquisición de misiles equipados con tecnología aérea, en su mayoría de origen ruso, en buena medida gracias al financiamiento iraní. Además, ha intensificado y ampliado el entrenamiento de su fuerza militar, fortaleciendo las posiciones ubicadas en la zona próxima a las Alturas del Golán. Lo mismo ha hecho, por el otro lado, Israel. Y esa tendencia también es seguida con mucha cautela y tensión en Damasco. Tal como insisten en explicarlo los especialistas en la doctrina de la disuasión, lo penoso de este tipo de situaciones, una suerte de drama de malentendidos, es que aun cuando ambas parte no quieren la guerra, un “error de cálculo” sobre las intenciones del otro bando es capaz de desencadenar la contienda bélica.
Si, en cambio, el escenario diplomático es más real que la opción del enfrentamiento militar, ambos países saben muy bien cuál es el “precio” a pagar a cambio de un acuerdo de paz. En Israel supo expresarlo con pragmatismo empresarial el ministro Rafael (“RAF”) Eitan, que propuso encarar la eventual devolución del Golán como si se tratara de un negocio inmobiliario cuyas ganancias deben procurar maximizar los propietarios de la parcela en venta. La posibilidad de reanudar las negociaciones con siria generó las críticas de los partidos de derecha. El titular de la bancada parlamentaria del partido Likud, Gideon Safar, llamó al partido religioso Shas y al de extrema derecha Israel Beiteinu a retirarse de la coalición gubernamental.
En cuanto a siria, una normalización de las relaciones con Israel exige la desconexión de la alianza con Irán y, por ende, la suspensión del apoyo a los brazos ejecutores del régimen islamista en el Líbano (Embola) y en los territorios palestinos (Hamas). La ruptura de Bashir Assad con el “eje del mal”, claro está, atraería a su país a la órbita norteamericana, con la recompensa económica y militar que ello garantiza. En el corto plazo, Bush podría desistir de su intención de crear una corte internacional que juzgue a los responsables del asesinato del ex premier libanés, Rafik Hariri, cuyo principal sospechoso es el gobierno de Assad.
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Lunes 11 de Junio de 2007
FUEGO EN LA FRANJA
Al menos dos combatientes murieron y 40 resultaron heridos en la ciudad de Rafah en Gaza por los enfrentamientos entre las milicias palestinas Hamas y Fatah. Cientos de hombres armados tomaron posición en las esquinas y en los techos, atacándose con armas automáticas y granadas. Fuentes médicas dijeron que nueve heridos estaban en estado crítico. Más tarde, la aviación israelí disparó contra una oficina de la Jihad Islámica en Gaza y una fábrica de armamento de Fatah en la vecina Sheikh Radwan. Militantes palestinos abrieron fuego contra la terminal Erez, el principal cruce de pasajeros entre Gaza e Israel. No hubo víctimas en estos últimos incidentes. Los ataques aéreos israelíes, el sábado, llegaron horas después de que cuatro palestinos en un jeep blanco se infiltraran en la fuertemente custodiada frontera a través del ahora en desuso cruce Kissufim que les servía a los colonos judíos antes de que fueran evacuados de Gaza en 2005. Las tropas israelíes echaron a los intrusos luego de un breve intercambio de fuego. Un joven de la Jihad fue muerto, el resto volvió a Gaza. La Jihad Islámica dijo que dos de los hombres eran suyos y los otros dos pertenecían a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.
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Jueves 07 de Junio de 2007
UNA FUERZA PALESTINA PARA FRENAR LA VIOLENCIA
Respira el campamento libanés
Por Georgina Higueras *
Desde Beirut
Un rayo de esperanza asomó ayer en el deteriorado panorama libanés. Tras dos días de intensas negociaciones las facciones palestinas alcanzaron un acuerdo para pacificar el campo de refugiados de Ain al Helue, el mayor de los 12 existentes en Líbano, situado junto a la sureña ciudad de Sidón. Fue un respiro en la sofocante tensión que encierra en sus casas a la absoluta mayoría de los libaneses en cuanto cae la tarde.
Las distintas fuerzas políticas del País de los Cedros han aplaudido el acuerdo que, al menos de momento, frena el temor a que el enfrentamiento entre el ejército libanés y la milicia de Yund al Sham hiciera incontrolable la violencia en Ain al Helue e incendiara no sólo los campos de refugiados palestinos sino todo Líbano. Este grupúsculo de radicales sunnitas, que ni tan siquiera tiene líderes conocidos y que, según fuentes del espionaje, tiene poco más de 50 miembros en su mayoría libaneses fugitivos de la Justicia, declara su simpatía por Al Qaida y utiliza las web de los extremistas islámicos para la difusión de sus comunicados.
Mientras, en el norte del país, en el campo de refugiados de Naher el Bared, donde se produjo el estallido del conflicto hace 19 días, el ejército estrecha el cerco sobre los milicianos de Fatah al Islam. Los combates prosiguen pero con menos intensidad. El gobierno libanés y la Organización para la Liberación de Palestina –OLP–, que supervisa a los más de 400.000 refugiados establecidos en Líbano desde 1948, coinciden en que la única salida posible es “la rendición sin condiciones de los terroristas”.
El acuerdo de Ain al Helue prevé que mañana mismo se despliegue una fuerza tapón de 150 hombres entre el ejército libanés, que tiene rodeado el campo, y los jihadistas. La fuerza la integrarán las distintas facciones palestinas, desde las principales –Al Fatah y Hamas–, a las más pequeñas y radicales, como el Movimiento Jihadista Islámico, Ansar Alá y Ustab al Ansar. Precisamente una facción escindida de este último grupo dio origen a Yund al Sham. “Nosotros necesitamos la pacificación de los campos tanto como el ejército libanés, porque una ruptura de los difíciles equilibrios sobre los que se sostiene el país supondría una nueva guerra civil y el estallido de toda la región”, declara en una entrevista Hesham Dibsi, portavoz de la OLP en Líbano.
Los servicios de inteligencia libaneses son conscientes de que en los últimos tiempos se han infiltrado en los campos palestinos numerosos simpatizantes de Osama bin Laden, sobre todo en la zona norte de Líbano, de mayoría sunnita, y en el valle de la Bekaa, por su proximidad con siria. Estos jihadistas suelen entrar ilegalmente a través de siria, por las mismas rutas montañosas que utilizan los traficantes de armas.Ayer mismo fue descubierto en un control militar en la Bekaa un camión procedente de siria cargado de ametralladoras, cohetes, rifles automáticos y municiones. El gobierno, que no ha dado muchas explicaciones, asegura que la carga estaba destinada a “prolongar la lucha” de Fatah al Islam, el grupo que combate en el campo de Naher el Bared.
El martes, en la misma zona, fueron capturados poco después de infiltrarse en el país ocho milicianos armados de origen sirio, iraquí y sudanés, según informó el periódico libanés en inglés, The Daily Star. La mayor preocupación tanto del gobierno como de los ciudadanos es el interés de Al Qaida por desestabilizar Líbano. “No creo que vuelva a estallar una guerra civil generalizada como la que vivimos –1975-1990–, pero hay una amenaza cada día más palpable de miniguerras entre los distintos partidos y de explosiones, atentados y todo tipo de violencia”, afirma Yamil, de 47 años y médico naturista.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Jueves 07de Junio de 2007
TURQUÍA INVADIÓ EL NORTE DE IRAK
El ingreso de tropas turcas en el Kurdistán iraquí complica la situación de Estados Unidos porque los turcos y los kurdos son sus aliados.
Por Patrick Cockburn *
Varios miles de soldados turcos cruzaron hacia el norte de Irak ayer a la mañana en búsqueda de guerrilleros kurdos, anunciaron funcionarios de seguridad turcos. La incursión, aunque limitada en número, le da un nuevo giro a la crisis en Irak. “No es una ofensiva importante y el número de tropas no es de decenas de miles”, dijo un funcionario en el sudeste de Turquía donde recientemente hubo un incremento de la actividad de los guerrilleros kurdos turcos del Partido de Trabajadores Kurdos (PTK).
Será una preocupación más para Estados Unidos porque su situación en Irak se convertirá en algo aún más complicado si se le pide que las tropas estadounidenses y la aviación contraataquen ante un ataque turco, aunque sea limitado. Estados Unidos desmintió ayer versiones de que un gran número de soldados turcos había ingresado por el nordeste de su vecino Irak.
“Hemos tenido la posibilidad de revisar la frontera y no hemos visto nada”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack. Agregó que el enviado estadounidense en Ankara fue informado por los militares turcos que “los reportes no eran exactos”. Turquía ha estado amenazando con un ataque al Kurdistán iraquí en las últimas semanas y el fin de semana pasado el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, advirtió a Ankara contra una incursión en el norte de Irak.
El PTK tiene varias bases aéreas en el Kurdistán iraquí, incluyendo las escarpadas montañas Kandir en la frontera iraní que forman una fortaleza natural, lo que provee un terreno ideal para los guerrilleros. Aun si los turcos enviaran una gran fuerza militar al norte de Irak, como lo hicieron en 1997, sería difícil de localizar, y mucho más destruir al PTK. La escala de la actividad del PTK en las áreas pobladas kurdas del sudeste de Turquía es todavía limitada, pero el ejército turco y el gobierno moderado islámico han amenazado con represalias. Ambos tienen motivos para demostrar públicamente sus credenciales patrióticas en el período previo a las elecciones parlamentarias de este verano.
Como señal de la limitada comunicación entre el gobierno turco y el ejército, el canciller Abdulá Gul negó que hubiera tenido lugar la operación del cruce de frontera. “No existe tal cosa, nadie entrará a otro país”, dijo Gul. “Si tal cosa ocurriera, lo anunciaríamos.”
El gobierno iraquí también estaba ansioso por restarle importancia a los informes de un ataque, a pesar de las declaraciones de los oficiales militares turcos. El ministro de Exterior iraquí, Hoshyar Zebari, dijo que no había habido “importantes operaciones” por parte de Turquía, aunque había existido una acumulación de tropas turcas así como bombardeos intermitentes y violaciones menores.
Turquía tiene también un incentivo para presionar al gobierno iraquí y al gobierno regional de Kurdistán porque está previsto un referendo sobre el futuro de la provincia petrolera de Kirkuk antes del final de 2007. El referendo está previsto bajo el artículo 140 de la Constitución iraquí. Será precedido por un proceso de “normalización” por el cual los kurdos expulsados por Saddam Hussein regresan a sus hogares y los colonos árabes reciben una compensación por irse. Es improbable que el referéndum se lleve a cabo a tiempo pero los kurdos están decididos a que tenga lugar.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Martes 05de Junio de 2007
HACE 40 AÑOS GANO LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS A SIRIA, JORDANIA Y EGIPTO
Israel sigue dividido por el triunfo del ’67
En 1967 el ejército israelí ocupó Gaza, Cisjordania, la península de Sinaí y las Alturas del Golán. La disputa perdura.
Por Sergio Rotbart
Desde Tel Aviv
Un cinco de junio, hace 40 años, Israel iniciaba el operativo militar más deslumbrante de su historia. En apenas seis días su ejército logró conquistar la península del Sinaí, Cisjordania (incluida la parte oriental de Jerusalén) y las Alturas del Golán, derrotando a las fuerzas armadas de Egipto, Jordania y siria. En contraste con el apabullante logro militar y territorial, la corta guerra, considerada con los años la principal divisoria de aguas en la historia del país, se convirtió en el foco de las más agudas y amargas disputas que nutren al debate político local. De un lado, se encuentran los que ven en la victoria de 1967 el único reaseguro para sobrevivir en un medio hostil y, además, quienes le imprimen el halo de verdadero segundo génesis de la redención nacional, que vino a completar lo iniciado en su primera edición de 1948, con la creación del estado judío, extendiéndolo a una buena parte de la “Tierra de Israel” de la época bíblica. Del otro lado, están quienes la consideran como el “pecado original” que no pudo ser corregido, corrompiendo a un pequeño e idealizado estado que hasta 1967 había brindado una buena cuota de seguridad y bienestar a sus ciudadanos judíos (los árabes estuvieron bajo gobierno militar hasta fines de 1966) gracias a su capacidad de desarrollarse dentro de las fronteras de 1949, reconocidas por la comunidad internacional.
Durante los años inmediatamente posteriores a la contienda de 1967, sin embargo, tanto la derecha nacionalista como los gobiernos laboristas impulsaron la colonizaron de Cisjordania y Gaza mediante la creación progresiva de asentamientos judíos. Eran los tiempos de la “ocupación civilizada”: los palestinos trabajaban en las ramas menos calificadas de la economía israelí, mientras que los israelíes iban de compras al mercado de Ramalá o de Belén, incorporadas a la red de suministro de la empresa eléctrica de Israel. Pocos osaban, entonces, criticar el expansionismo territorial-colonial y alertar sobre sus implicancias éticas, políticas y sociales. Esa actitud opositora era esgrimida solamente por los militantes de la izquierda radical y unos pocos intelectuales. Uno de ellos, Yeshayahu Leibowitz, profetizó en 1968: “El estado que surgirá, con un millón y medio de árabes en su interior, será un estado controlado por el servicio de seguridad, con todo lo que esto significa con respecto a la educación y la libertad de expresión”.
La “integración” –por cierto, completamente dependiente y desigual– entre el centro israelí y la periferia palestina duró veinte años, hasta que la primera Intifada (1987-1990) la redujo a un viejo espejismo. En 1990 se produjo un giro fundamental en la relación entre el estado israelí y los territorios palestinos ocupados. En reacción a la ola de asesinatos a puñaladas de transeúntes israelíes perpetrados por jóvenes palestinos, que a su vez vengaban a los 17 creyentes musulmanes asesinados en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, Israel impuso el cierre del paso de Gaza y Cisjordania al interior de su territorio. Así comenzó a implementarse la estrategia de la separación y el aislamiento forzado de la población palestina, cuya lógica perdura hasta hoy. Los palestinos dispuestos a matar y a morir empuñando un puñal fueron adoptados como mártires por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), creado en 1988, al fragor de la Intifada, como alternativa al nacionalismo laico representado por la OLP. Durante las décadas de 1970 y 1980 las autoridades israelíes apoyaron a las instituciones y dirigentes de la corriente islamista, con la intención de contrarrestar a la OLP y a las agrupaciones de izquierda, dado que éstas participaban activamente en la oposición a la ocupación israelí, mientras que la primera estaba abocada a la actividad religiosa.
La primera Intifada volvió a instalar en la conciencia de los israelíes los límites previos al estallido de la guerra de 1967, la llamada “Línea Verde”. En esa misma época, los movimientos pacifistas comenzaron a trasladar el discurso contra el régimen de ocupación de los márgenes al centro del debate público. El colapso de los acuerdos de Oslo y la segunda Intifada, cuya arma principal ya no eran las piedras ni los cuchillos sino los atentados suicidas, trajeron aparejada la deslegitimación de la oposición política e ideológica a la continuidad, no obstante la retirada unilateral de Gaza, de la dominación colonial de la población palestina. Actualmente, cuando el gobierno de Hamas y los ataques con cohetes Qassam ocupan el lugar principal del escenario mediático, las diversas estrategias de control, separación y encierro de alrededor de 3,5 millones de palestinos, así como la expropiación de más tierras de Cisjordania, pasan a ser el decorado invisible de la tragedia, cuyos protagonistas exclusivos son los terroristas y los defensores de la seguridad nacional. Pese a ello, el poeta y escritor Yitzhak Laor, un veterano y consecuente desmitificador del nacionalismo israelí, cree oportuno realizar un balance crítico del propio discurso pacifista. “A veces –explica– pareciera que el propio uso de la palabra ‘ocupación’, luego de que durante muchos años fuera considerada ‘subversiva’, hace todo el trabajo. Si el profesor radical dice ante su curso ‘ocupación’ y sus estudiantes anotan la palabra, ya quedaron liberados de la tarea de la explicación histórica o sociológica. ¿Cuál es el significado de la ocupación israelí de los territorios palestinos tras cuarenta años de gobierno salvaje, ilimitado, cuyos defensores gustan decir que es ‘más civilizado que cualquier otra ocupación’?” Laor sostiene que, para no quedarse en el lugar común, es necesario entender “cómo ha sido eliminada la entidad política y social de los palestinos y cómo ha sido despedazada la última parcela que les ha quedado para construir en ella su estado”. Y agrega: “Es muy simple decir: ‘dos estados para dos pueblos’. Incluso Bush lo dijo. ¿Pero dónde empieza exactamente el estado palestino? ¿Cómo fue que el pueblo palestino ha desaparecido como entidad nacional? El muro de separación construido en el interior de las tierras palestinas, so pretexto de la seguridad de los israelíes, es sólo un síntoma de algo mucho más amplio. 1967 no fue la herida sino la pus de la herida no tratada, y el sexto día de esa guerra se ha prolongado como un estado de coma durante cuarenta años”.
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Domingo 03 de Junio de 2007
DOCE CIVILES MURIERON EN UN BOMBARDEO EN EL LÍBANO
El ejército libanés bombardeó durante 36 horas seguidas a las milicias de Fatah al Islam en un campamento de refugiados palestinos con el visto bueno de la OLP. Murieron seis soldados.
El gobierno libanés está determinado a conseguir la rendición del grupo palestino radical Fatah al Islam por la vía militar. El Ejército reanudó los ataques contra el campo de refugiados palestino Nahr al Bared y ya lleva más de 36 horas ininterrumpidas de bombardeos y al menos 18 muertos –seis soldados libaneses y doce civiles (todavía no se sabe cuántos son refugiados y cuántos milicianos)–. Anoche, el Ejército libanés se había desplegado en todas las entradas del campo, lo que generó rumores sobre una posible intervención militar. Después de los primeros enfrentamientos, la Organización de Liberación Palestina (OLP), la única que tiene autoridad legal dentro del territorio de Nahr al Bared, ya les dio autorización a los militares libaneses.
El primer ministro libanés, Fuad Siniora, fue muy claro ayer. “La batalla continuará hasta erradicar a los terroristas”, aseguró el mandatario, mientras los disparos y las hélices de los helicópteros libaneses sonaban sobre el campo de refugiados. La respuesta de los islamistas fue igual de contundente. “No nos rendiremos y combatiremos hasta la última gota de sangre”, aseguró el portavoz de Fatah al Islam, Abu Salim Taha. Ayer el gobierno anunció que detuvieron al menos a 10 milicianos desde que retomaron los ataques y, según sus cálculos, sólo quedarían unos 250 en armas.
El problema de Siniora es que junto a los 250 milicianos también habría unos tres mil palestinos refugiados dentro del campo –según la agencia de Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados Palestinos serían cinco mil–. En total, el gobierno estima que cerca de 37 mil refugiados palestinos lograron escapar, aprovechando los días de tregua. Muchos de ellos aún caminan al costado de las rutas en el norte libanés. Según Beirut y las organizaciones humanitarias, los pocos que siguen en el campo estarían siendo obligados por los milicianos de Fatah al Islam a quedarse como escudos humanos.
Pero la situación de los milicianos es cada vez más débil, después de casi dos semanas de asedio. Todos los accesos al campo están bloqueados por el Ejército. Nahr el Bared está rodeado al oeste por el mar, donde cada vez hay más naves de la Marina libanesa, y al este por la ruta que lleva a la frontera siria. La puerta principal, en las afueras de la ciudad de Trípoli, está vigilada por unos 50 tanques y vehículos blindados. Lo único que falta es que el gobierno tome la decisión de entrar en el campo. “El Ejército está a punto de efectuar una operación quirúrgica para extirpar a los 250 combatientes de Fatah al Islam de Nahr al Bared”, informó el premier.
Las palabras de Siniora fueron interpretadas en el Líbano como una última advertencia para que los islamitas se rindan y entreguen sus armas. Al comienzo del conflicto era impensado que el Ejército ingresara en el campo de refugiados. Hace 40 años, el gobierno libanés y las autoridades de la OLP firmaron un acuerdo que aseguraba que los campos como el de Nahr al Bared quedaran bajo control de la organización palestina. Frente a los duros combates de la última semana y a las diferencias entre la conducción de la OLP y Fatah al Islam, la organización creada por Yasser Arafat decidió autorizar el ingreso de las fuerzas libanesas.
Fatah al Islam se hizo conocido recién en noviembre de 2006. Demuestra abiertamente su cercanía ideológica con la red terrorista Al Qaida y está acusada por el gobierno libanés de estar relacionado con los servicios secretos sirios. Aunque se cree que su cúpula es palestina, en sus filas predominarían otras nacionalidades. La reanudación de los ataques, tanto de un lado como del otro, rompió un proceso de negociación que tenía como intermediador a la Liga de los Ulemas palestinos, un movimiento cercano a la fuerza islamita Hamas. Las posiciones expresadas ayer tanto por el gobierno como por los milicianos de Fatah al Islam hacen muy difícil presagiar un nuevo acercamiento. En lo que va del conflicto, el mayor desde la guerra civil, ya habrían muertos casi cien personas.
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Domingo 03 de Junio de 2007
HECHOS DE LA VIDA
Por Juan Gelman
Los brutales atentados terroristas de Londres y Madrid diluyen, con razón, un hecho poco difundido: la inmensa mayoría de los ataques de esa índole perpetrados en los países de la Unión Europea (UE) –27 Estados -parte, incluidos Rumania y Bulgaria, de reciente incorporación– son cometidos por grupos nacionales independentistas o de extrema izquierda y de extrema derecha. Así lo establece el “Informe sobre la situación y las tendencias del terrorismo en la UE-2007” confeccionado por Europol (www.europol.eu.int, 10/4/07). La Oficina Europea de Policía tiene asiento en La Haya y escaso personal para la magnitud de su tarea: unos 400 funcionarios y 90 oficiales de enlace. Pero agentes o equipos de centenares de instancias ejecutan las detenciones que la Europol estima necesarias. Estas guardan una relación asimétrica con el tipo de atentado.
El informe de Europol –organismo de inteligencia creado en virtud del Tratado de Maastricht de 1992– establece que en 2006, el año investigado, se produjeron 498 atentados terroristas en las naciones de la UE, de los cuales 424 fueron realizados por grupos independentistas, 55 por anarquistas y de extrema izquierda, 17 por actores varios, uno por extremistas de derecha y uno por islamitas. Sin embargo, el informe señala que “a pesar del escaso número de ataques terroristas islamitas, la mitad de los arrestados por terrorismo son islamitas”. De los 706 arrestados, 257 son ciudadanos de países islámicos y el organismo sólo ha desarticulado tres operativos en estado de diseño o de preparación o a punto de llevarse a cabo en Dinamarca, el Reino Unido y Alemania. ¿Acaso ese relativamente exagerado número de detenciones algo tendría que ver con las tensiones raciales y la barrera contra los inmigrantes que levantan los gobiernos de la UE? Pareciera.
“El terrorismo islamita es claramente una prioridad”, subraya Max-Peter Ratzel, director de Europol, en el prefacio del informe. Tal vez por eso de sus 44 páginas, nueve se dedican al análisis del terrorismo islamita, cinco al terrorismo de ETA, Taldes Y, el Frente de Liberación Nacional de Córcega y la Unión de Combatientes Corsos y no más de tres al terrorismo de extrema izquierda. El otro merece una calificación especial: “La violencia de extrema derecha se investiga principalmente como extremismo de extrema derecha y no como terrorismo de extrema derecha”. Diferencias son diferencias. Los países más afectados por el terrorismo independentista –así lo define el informe– son España y Francia, que en el 2006 han padecido el 60 por ciento de atentados de esa índole.
Menos del 10 por ciento de los detenidos en relación con atentados islamitas son sospechosos de planear o llevar a cabo operativos terroristas. Ante la falta de pruebas de su participación concreta en tales actividades, el informe de Europol hace centro en los que llama delitos de propaganda y lamenta la ausencia de leyes y reglamentaciones que permitan investigarlos y penalizarlos. Destaca que la propaganda islamita es hoy “más refinada, de mejor calidad, más profesional”, que se subtitulan en inglés los videos de dirigentes de Al Qaida y otras agrupaciones terroristas y que “esos hechos pueden indicar que se asiste a una ofensiva mediática global y coordinada de los terroristas islamitas”. Sería natural que las agencias de publicidad atendieran a estas definiciones, aunque no les moleste el apoyo que los grandes medios estadounidenses le prestan al terrorismo que el gobierno Bush despliega, incluso en Europa.
El gobierno de Alemania ha pedido a INTERPOL, a solicitud de un fiscal de Munich, la detención de 13 norteamericanos sospechosos de participar a finales del 2003 en el secuestro, el traslado a Afganistán, la tortura y la violación del ciudadano alemán Khalid el Masri. El estadounidense tribunal de apelaciones del circuito 4 ha rechazado semejante pretensión. Un fiscal italiano expidió órdenes de extradición de 22 agentes de la CIA y otros cuatro involucrados en el secuestro del clérigo egipcio Mustafá Hassan Nasr, arrancado de una calle de Milán, llevado a Egipto y torturado. John Bellinger, asesor legal de la secretaria de Estado Condolerá Rice, anunció ya que EE.UU. no extraditará a sus agentes a Italia y advirtió que la investigación de las actividades secretas de la CIA en la Unión Europea podría socavar la cooperación euro-norteamericana en materia de espionaje (AP, 28/2/07). Como dijera el profesor de Harvard Viktor Mayer-Schoenberger: “Lo que se considera delictivo en Alemania no se considera delictivo en EE.UU.”. Así ocurre en muchos otros lugares del planeta.
El Parlamento Europeo acusó a Gran Bretaña, Italia, Polonia y otros países de complicidad con la CIA en el traslado de sospechosos de terrorismo a prisiones clandestinas de terceros países y registró en un informe que aeronaves de la CIA realizaron con ese fin 1254 vuelos secretos en el espacio aéreo europeo en violación de las leyes internacionales vigentes. Para Bellinger, el informe “carece de equilibrio, es inexacto e injusto”. Para Bellinger, las solicitudes de los tribunales de Italia y Alemania están fuera de lugar: los secuestros y las torturas de ciudadanos inocentes “son simplemente hechos de la vida”.
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Viernes 1º de Junio de 2007
ROSAS Y GRANADAS
Por Robert Fisk *
Donde estalló la bomba entregaban rosas blancas. El 14 de febrero de 2005, el ex primer ministro Rafiq Hariri murió allí y el cráter de siete metros dejado por la bomba permanece desde entonces como una cicatriz en la superficie de la historia de Beirut. Pero ayer, cuando los libaneses se enteraron que realmente habría un tribunal de la ONU para condenar a los asesinos, el cráter –del cual los amigos de siria en los servicios de seguridad removieron evidencia de vital importancia– estaba relleno y el camino alisado y jóvenes en remeras con la cara de Hariri impresa entregaban flores a los motoristas. Hariri sonreía en el estampado de la remera.
Pero, ¿tendría mucho para celebrar ayer? Es verdad, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas invocó el Capítulo 7 del estatuto de la ONU para crear un tribunal especial internacional para juzgar a los sospechosos del asesinato de Hariri, pero el mismo hecho que el gobierno libanés no pueda pedir formalmente un tribunal habla de su propia impotencia. Con la renuncia de sus ministros chiítas, la oposición de Embola al gobierno descarta todo el asunto como una farsa y acusa a la ONU de interferir en los asuntos soberanos del Estado del Líbano. siria, cuyo aparato de seguridad sigue siendo el principal sospechoso, se ríe tranquilamente detrás de la frontera. ¿Habrá que pagar un precio por este tribunal? Probablemente.
Claramente, George W. Bush estará encantado porque hace mucho que lo tiene al presidente Bashar al Assad de siria en la mira. No hace tanto, recibiendo a visitantes libaneses en la Casa Blanca –y esta es una cita 100 por ciento exacta de la propia fuente– Bush anunció que iba “a colgar a Bashar de las pelotas”. El problema, por supuesto, es que Bush no está en posición de hacer esto. En realidad, es el ejército de los insurgentes iraquíes que parecen tener a Washington por las pelotas y es Bush el que puede necesitar la ayuda del presidente Assad para aliviar esta terrible presión. Porque siria e Irán son los dos países que Estados Unidos necesita para retirarse de Irak.
De manera que el Líbano puede ser traicionado nuevamente. Por cierto, el gobierno del primer ministro Fouad Siniora en el Líbano tiene menos importancia que las vidas de los soldados estadounidenses en Irak. Y la alineación de la ONU el miércoles a la noche fue igual de interesante. Qatar y Sudáfrica se abstuvieron del voto de la ONU, principalmente porque tienen sustanciosos intereses comerciales en siria. Los rusos y los chinos saben muy bien lo frágil que es la situación política y militar en el Líbano; los chinos tienen una unidad en la fuerza de la ONU en el sur del país, un ejército de fuerzas de paz que cada vez depende más de la milicia Embola para la protección. Con las batallas que continúan alrededor del campo palestino de Nahr al Bared en el norte del país, el Líbano se dirige cada vez más peligrosamente hacia el tipo de precipicio del que siempre han advertido los políticos. En realidad, la nación del Líbano es ahora un estado de salón, tan delicado que el tribunal Hariri –de tanta importancia después del asesinato de 2005– ahora parece casi irrelevante.
Saad, el hijo de Hariri, describió la creación del tribunal como “una gran victoria para todo el Líbano” y visitó la tumba de su padre en el centro de Beirut después de las noticias de Nueva York. Sin embargo, todavía no sabemos dónde sesionará el tribunal, cuántos jueces tendrá o de qué poderes estará investido. Los petardos se escuchaban en Beirut, mientras que los partidarios de Hariri celebraban, pero alguien tiró una granada de mano cerca de la iglesia en la Galería Semaan el miércoles a la noche. Y en el calor del principio del verano en Beirut, la rosas siempre se marchitan.
* De The Independent de Gran Bretaña, desde Beirut. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère
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Martes 29 de Mayo de 2007
SALE TERCERO EN LAS PRIMARIAS LABORISTAS EN ISRAEL
Amir Peretz pierde su liderazgo
Por Donad Macintyre *
Desde Jerusalén
El problemático liderazgo del partido laborista del ministro de Defensa de Israel, Amir Peretz, parecía condenado anoche después de que las encuestas lo mostraran detrás de sus dos competidores por el puesto, el ex jefe de inteligencia Ami Ayalon y el ex primer ministro ETD Barak. Según encuestas no oficiales y sondeos de los medios, este último quedaría primero con un 38 o 37 por ciento, a dos puntos de distancia de Ayalon y muy lejos del actual líder del partido, quien sólo se quedaba con un 22 o 19 por ciento, según la fuente. Un solo medio, Canal Dos, daba como ganador a Ayalon, con el 39 por ciento, contra un 33 por ciento del ex primer ministro. De todas maneras, ninguno de los tres consiguió el 40 por ciento necesario para imponerse en una primera vuelta.
El único consuelo para Peretz era terminar como la persona de gran influencia decidiendo el resultado de la competencia. Frente al inevitable hecho de que habrá una segunda vuelta, el actual ministro será el responsable de aconsejar a sus partidarios a quien votar. Gran parte del actual estado volátil de las políticas israelíes dependía del resultado de las primarias laboristas. Ayalon ya dejó en claro que, si gana, tratará de retirar a su partido de la coalición gubernamental si el actual primer ministro, ETD Olmert, permanece en funciones a pesar de las terribles críticas que le hizo la investigación oficial Winograd por la guerra del Líbano.
Como nadie en la coalición quiere elecciones que podrían darle la victoria al líder de la oposición de la derecha, Benjamín Netanyahu, una victoria de Ayalon podría muy bien gatillar una revuelta contra él dentro del partido Kadima de Olmert. Anteriormente, Peretz había insistido después de votar en su ciudad natal de Sderot, donde ayer continuaban cayendo los cohetes Qassam desde Gaza: “Cada voto que va para Amir Peretz es un paso hacia el Ministerio de Finanzas y un progreso en la revolución social”. Mientras tanto, Barak enfatizaba sus antecedentes militares como ex jefe del Estado Mayor y ministro de Defensa, diciendo: “Piensen a quién quieren en época de guerra” y “Sólo yo puedo vencer a Bibi’” –una alusión a su mayor carisma electoral sobre el líder de Likud, Netanyahu–.
Dos militantes laboristas, Elaine y Eli Tal El, discutieron durante todo el camino al centro de votación en el distrito de Baka en Jerusalén y después de emitir su voto siguieron peleando. No se podían poner de acuerdo sobre quién era mejor, Ami Ayalon o ETD Barak. Elaine Tal El, de 49 años, había votado por Ayalon, el ex jefe de Shin Bet, cuyas propuestas conjuntas para una solución de dos Estados firmadas en 2002 con el intelectual palestino y ex representante de la OLP en Jerusalén, Sari Nusseibeh, le gustaban. “Sé que es un novato en el juego y que no tiene experiencia como primer ministro”, dijo ella. “Pero tiene integridad y fuerte valores”, agregó. Tal El, de 53 años es, como su mujer, un cineasta que favoreció a Barak por haber sido más opaco sobre sus intenciones hacia la coalición. “Barak es un tipo con experiencia –dijo–, no es un novato.” Agregó: “Fue quien mostró el rostro de Arafat” en las conversaciones abortadas de Campo David en 2000. “Barak fue el primer líder que estaba preparado para entregar a Jerusalén y estaba preparado cuando fue primer ministro a devolver el 95 por ciento de los territorios palestinos. No estamos eligiendo a alguien para ganar un concurso de belleza”, aseguró.
Leah Nathan Marciani, de 52 años, dijo que había votado nuevamente por Peretz. Se le pregunta qué sucedería si el laborismo deja la coalición con ETD. “Yo estaría muy contenta si Olmert se va. Fue un mal alcalde de Jerusalén y no me sorprende que sea un mal primer ministro”, respondió.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère
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Viernes 25 de Mayo de 2007
ISRAEL DETUVO A UN MINISTRO Y A DECENAS DE FUNCIONARIOS DE HAMAS
La facción islamista palestina en el poder respondió que usaría “cualquier medio” para liberar a más de treinta políticos detenidos y disparó más cohetes Qassam contra Israel.
Por Donad Macintyre *
Desde Jerusalén
Las fuerzas israelíes detuvieron a un ministro del gabinete palestino y a otros 32 funcionarios de Hamas en redadas hechas durante la noche en Cisjordania destinadas a intensificar la presión sobre la facción islámica. Mientras los ministros palestinos que no pertenecen a Hamas condenaron las detenciones, la facción misma declaró desafiante que usaría “cualquier medio” para liberar a los funcionarios detenidos y disparó más cohetes Qassam a Israel. Esta última acción se realizaba mientras Mahmud Abbas, el presidente palestino, instaba a ponerles fin a los “absurdos” ataques con cohetes, pero advertía que los ataques aéreos no los detendrían.
Las tropas entraron a Nablus durante la noche y detuvieron al ministro palestino de Educación, Naser al Shaer, a tres miembros del Parlamento, al alcalde pro Hamas y a un vicealcalde de la ciudad y a otros funcionarios de Hamas en las ciudades y pueblos vecinos. La mujer de Al Shaer, Huda, dijo que los soldados golpearon a la puerta de su casa y se llevaron a su marido. Dijo que los soldados también se llevaron la computadora de su esposo. Los alcaldes de Qalqiliya y de Beita y el jefe de la principal sociedad de caridad islámica en Nablus, Fayad al Arba, también fueron detenidos. Mustafa Barghouti, ministro de Información palestino e independiente, condenó las detenciones como “una muy seria escalada y un ataque a las instituciones democráticas palestinas”. Le pidió a la comunidad internacional que protestara por lo que él dijo era un ataque a la Autoridad Palestina, en violación a los acuerdos de Oslo.
El nuevo enviado de la ONU de paz en Medio Oriente, el británico Michael Williams, dijo que la acción era “problemática” y declaró en referencia a una ola de arrestos de parlamentarios anterior, después de la captura del soldado Gilad Shalit el año pasado: “Por supuesto, los legisladores no pueden ser inmunes a la ley. Pero lo que me preocupa es que en la mayoría de los casos, como yo lo entiendo, no hubo ningún cargo, y menos aún juicios”. La Autoridad Palestina dice que las últimas detenciones elevan a más de 40 el total de los parlamentarios detenidos.
El ejército israelí declaró: “La organización terrorista Hamas está actualmente involucrada en aumentar la infraestructura terrorista en la región de Cisjordania, basándose en el modelo usado en la Franja de Gaza. La organización explota las instituciones gubernamentales para alentar y apoyar a la actividad terrorista”. Amir Peretz, el ministro de Defensa, por el contrario, relacionó los arrestos directamente con el fuego continuado de los cohetes, que mataron a una mujer israelí en la ciudad fronteriza del sur de Sderot esta semana, declarando en la Radio del Ejército: “Los arrestos son mejores que los disparos. Los arrestos de estos líderes de Hamas envían un mensaje a las organizaciones armadas, exigiendo que se detengan estos ataques con cohetes”.
Pero Ghazi Hamad, vocero de los miembros del gabinete de Hamas, dijo que 40 de los miembros de la facción del CLP (Consejo Legislativo Palestino) estaban ahora detenidos y acusó a Israel de “intentar derrocar el sistema palestino y crear trastorno y confusión. Repitió promesas anteriores de que Hamas está dispuesta a dejar de disparar cohetes Qassam, como parte de un amplio cese de fuego recíproco en Cisjordania y en Gaza, añadiendo: “Si Israel rechaza eso, las cosas seguirán en un círculo vicioso”. En respuesta a tales pedidos, Mark Regev, el vocero del Ministerio de Exterior israelí, dijo: “Israel siempre ha dicho que si un cese de fuego se mantiene en Gaza, estamos dispuestos a extenderlo a Cisjordania. El problema es que un cese de fuego en Gaza no se ha mantenido nunca. Es una farsa. La idea de extender un fracaso es un error”.
Mientras, un palestino murió ayer por fuego de un tanque israelí cerca de la ciudad de Beit Lahiya, al norte de Gaza, en tanto que el Ministerio de Salud dijo que una mujer de 40 años –que había resultado herida en un ataque aéreo la semana pasada– había muerto por sus heridas en el hospital. La mujer, Amal Daoud, había sido transferida a Israel para recibir tratamiento médico después del ataque. También un pescador palestino, Said el Atar, recibió un disparo en el pecho y murió por el fuego de buques de guerra israelíes estacionados en aguas frente a la playa en la misma ciudad, según fuentes palestinas. El ejército israelí dijo que había abierto fuego sobre un barco de pesca abandonado más lejos de la zona permitida para la navegación, que es estrictamente observada por la marina israelí. El ejército dijo que estaba investigando el incidente.
Una declaración desafiante de Hamas –del movimiento más que de sus miembros en el gobierno–, citada por las agencias de noticias, afirmaba: “Perseguiremos la ocupación de los soldados y de los colonos en cada pulgada de nuestra tierra ocupada, y anunciamos que les damos libertad a nuestras células para que ataquen al enemigo en cualquier lugar de Palestina”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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Viernes 25 de Mayo de 2007
BOMBARDEO A CIVILES Y MILICIANOS DE FATAH AL ISLAM
Ofensiva del ejército libanés
La tregua duró sólo dos días. Ayer, aprovechando la noche, el ejército libanés volvió a atacar a los milicianos de Fatah al Islam que se esconden dentro del campo de refugiados palestinos, Nahr al Bader. Según testigos, los tiroteos fueron más intensos que los del domingo y el lunes pasado, cuando los militares bombardearon el campo y se enfrentaron con los islamistas, dejando alrededor de cien muertos, entre soldados, milicianos y civiles. Las organizaciones humanitarias temían ayer por los 20 mil refugiados que todavía estarían dentro del campo y, advertían, podían estar siendo utilizados como escudos humanos por los extremistas.
Durante el día, en el campo de Nahr al Bared reinó una aparente calma. Los refugiados continuaban huyendo del lugar. Con la tregua había comenzado a hacerse evidente la situación humanitaria que habían dejado los enfrentamientos. Hacia el mediodía una fila de mujeres y niños exhaustos, sedientos y empapados en lágrimas, se dirigía hacia un control del ejército en la carretera costera. “Bebemos el agua de los desagües, tan sólo nos quedaban unas pocas rebanadas de pan duro. Ya no queda leche para los niños, ni pañales”, afirmó entre sollozos Djamila Fatib, de 47 años. “Dejamos atrás a los cuatro abuelos porque no pueden andar. Y a algunos jóvenes que no querían separarse de ellos”, agregó. Según la Cruz Roja, el campo no tiene agua potable ni electricidad.
El ejército libanés estima que todavía unos 200 milicianos de Fatah al Islam siguen vivos dentro del campo. En su mayoría son extranjeros –yemeníes, sirios, jordanos, sudaneses– y tienen experiencia bélica, gracias a su participación en las guerras de Afganistán e Irak. La cúpula militar les dio el miércoles un ultimátum para entregarse o entrarían con los tanques a la ciudadela, que durante las últimas décadas hizo de hogar a más de 30 mil refugiados palestinos. Por ahora sólo un grupo intentó escaparse en una pequeña barca, pero no llegó muy lejos. La marina libanesa anunció que hundió la embarcación ayer por la mañana y no hubo sobrevivientes.
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Jueves 24 de Mayo de 2007
MURIÓ EL DOS DE FATAH AL ISLAM
El cuerpo del número dos del grupo islamista Fatah al Islam fue encontrado ayer en una de las entradas del campo de refugiados palestinos, Nahr al Bared. Las fuerzas de seguridad libanesas, quienes no dieron su nombre ni su nacionalidad, lo vieron cuando vigilaban las afueras del campo, que durante los últimos días fue el blanco de incesantes bombardeos del ejército nacional. También identificaron los cadáveres de otros seis militantes. A pesar de la relativa tranquilidad del segundo día de tregua, miles de refugiados palestinos seguían huyendo del norte libanés ayer. Temían que los combates y los bombardeos volvieran a empezar. No se trata de un temor infundado. Ayer por la tarde, el ejército libanés le advirtió públicamente a los líderes de Fatah al Islam que, si no salen del campo y se entregan, volverán a atacar e, incluso, dejaron abierta la puerta a una intervención en el campo. Antes de las emigraciones masivas de los refugiados, unos 31 mil palestinos convivían en condiciones muy precarias.
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Miércoles 23 de Mayo de 2007
ÉXODO MASIVO DE REFUGIADOS
Miles de refugiados palestinos aprovecharon ayer la frágil tregua entre el ejército libanés y los combatientes islámicos de Fatah al Islam para huir del campo de Nahr al Barad en el norte de Líbano. Los bombardeos y los enfrentamientos habían continuado durante la mañana. Sin embargo, a la tarde el ejército decidió suspender los ataques. Horas después la milicia islámica respondió anunciando una tregua. Esto permitió que varios convoyes de ayuda humanitaria entraran al campo para evacuar a los heridos y entregar alimento y agua. Según los grupos humanitarios, dos civiles palestinos murieron ayer. Fueron alcanzados por disparos dirigidos al primer convoy de la ONU que intentaba ingresar al campo de refugiados. Durante el resto del día, la tregua se cumplió, excepto por un atacante suicida de Fatah al Islam que se inmoló en medio de la ciudad de Trípoli, tras ser acorralado por el ejército libanés. No dejó víctimas.
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Martes, 22 de Mayo de 2007 Ingresar|Registrarse
POR SEGUNDO DIA, EL EJERCITO BOMBARDEO EL CAMPO DE REFUGIADOS PALESTINO
Un campo teñido de sangre en Líbano
La ofensiva contra milicianos islamistas dejó, según fuentes dentro de Nahr al Bared (al norte de Trípoli), unas 45 víctimas y más de 70 heridos. Las organizaciones humanitarias creían que la situación podía ser mucho peor. El ejército intentaba negociar una tregua con el grupo palestino Fatah al Islam, vinculado a Al Qaida.
El humo cubría anoche el cielo en el norte libanés. Las enormes columnas que salían del centro del campo de refugiados Nahr al Bared marcaban el final de otro día de violencia y muerte en el castigado país. En total, los medios reportaban entre 40 y 45 nuevas víctimas y más de 70 heridos, aunque las organizaciones humanitarias creen que la situación dentro del campo debe ser peor. “Hay civiles muertos y muchos heridos en las calles del campo. Ya no hay agua ni electricidad”, contó el médico Yusef al Asad, responsable local de la Media Luna Roja palestina. Después del mediodía, el ejército libanés y la milicia de origen palestino Fatah Al Islam habían sellado una tregua. Sin embargo, dos horas después el gobierno negó esta versión y se reanudaron los bombardeos de las fuerzas militares, que provocaron nuevos e incesantes disparos de ametralladoras y morteros. Al cierre de esta edición, el ejército intentaba negociar una tregua.
Los combates callejeros se concentraban ayer en las entradas sur y este del campo de refugiados, mientras lanchas de la marina tomaban posiciones en las costas para impedir la llegada de posibles refuerzos de Fatah Al Islam. Bordeado al Oeste por el mar y al Este por una carretera que lo une con la frontera siria, Nahr al Bared se encuentra a unos diez kilómetros al norte de Trípoli, la ciudad en donde el domingo el ejército se enfrentó con un grupo de los extremistas islámicos. Según los últimos datos oficiales, 48 personas –23 soldados, 19 milicianos de Fatah el Islam y seis civiles– murieron en los enfrentamientos del domingo.
La cifra de ayer, en cambio, sigue siendo incierta. La cadena árabe Al Jazeera aseguraba en su página web que los combates dentro del campo de refugiados podrían haber dejado hasta 40 muertos. Su rival estadounidense CNN publicaba que los enfrentamientos habían resultado en 30 soldados libaneses y 15 milicianos muertos, después de varias horas de incesantes bombardeos. Lo que sí se sabe es que dentro del campo, donde conviven hace décadas más de 30 mil refugiados palestinos, ya no hay agua ni electricidad, muchas casas han sido destruidas y los heridos son rehenes a la espera de una tregua que les permita salir. La Cruz Roja libanesa informó que anoche logró evacuar solamente a 17 heridos.
En el resto del país la vida continuaba normalmente, excepto por un nuevo atentado en el barrio de Verdun, en el oeste de Beirut. Diez personas resultaron heridas cuando una bomba adosada a la parte de abajo de un coche explotó en una calle muy transitada. Este es el segundo atentado que sufre la capital libanesa. El domingo una explosión en Achrafiyé, en el Este de la ciudad, dejó un muerto y diez heridos.
Frente al asedio del ejército, Fatah Al Islam, acusado de mantener vínculos con Al Qaida y con el espionaje sirio, amenazó con ampliar sus ataques más allá de los límites de la localidad norteña de Trípoli. “El ejército no nos dispara sólo a nosotros. Realiza bombardeos a ciegas. Si esto continúa, llevaremos la batalla fuera de la ciudad de Trípoli”, amenazó uno de los portavoces de la milicia, Abu Salim Taha. Este grupo islámico se instaló en el campo de Nahr al Bared el año pasado y gracias a que el ejército libanés no puede intervenir allí, logró crecer.
Aprovechando la atención del mundo, la oposición libanesa comenzó a asignar culpas. El político cristiano Michel Aun, feroz opositor del primer ministro Fuad Siniora, culpó al gobierno de permitir el crecimiento de la milicia. “Llevan un año preparándose con armas y entrenamientos, no han llegado en paracaídas. El gobierno lo sabía y no hizo nada por evitarlo”, aseguró. La administración de Siniora no dudó en contraatacar y desviar la responsabilidad hacia su eterno enemigo, siria. “Hay alguien que intenta crear el caos para mandar este mensaje a la opinión pública mundial: ‘Si el tribunal se establece, habrá problemas de seguridad en Líbano’”, sostuvo el ministro del Interior Ahmed Fatfat, recordando que en los próximos días la ONU podría ordenar la instalación de un tribunal que investigue la muerte del ex premier libanés Rafik Hariri. Tanto el gobierno antisirio de Siniora como la comunidad internacional sospechan que Damasco estuvo detrás del magnicidio en febrero de 2005. siria coincidió ayer en que el caso Hariri está detrás de los violentos combates de los últimos dos días. El embajador ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari, deslizó que la crisis podría haber sido provocada para influir a favor del gobierno antisirio de Siniora, que reclama que se investigue a siria por el asesinato del ex premier.
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Martes 22 de Mayo de 2007
ISRAEL AMENAZÓ A LOS JEFES DE HAMAS
Un cohete alcanzó a una israelí ayer en Sderot, mientras Tel Aviv continuaba lanzando misiles en Gaza, matando a cuatro palestinos.
Por Sal Emergí *
Desde Sderot
Al tiempo que la fuerza aérea israelí continuaba ayer atacando objetivos de los grupos palestinos Hamas y Yihad Islámica en la castigada Franja de Gaza, en la ciudad sureña de Sderot reinaba una sensación de miedo e impotencia ante la lluvia de cohetes Kassam. Uno de los cohetes que cayeron ayer alcanzó a una mujer de 35 años, a sólo pasos del centro comercial, y la mató. La frontera entre Israel y Gaza se ha convertido en un desigual juego de ping pong, en el que por un lado vuelan aviones y helicópteros de combate israelíes y por otro caen los cohetes de fabricación artesanal. Israel amenazó ayer con matar a los líderes de Hamas, incluso a los que viven en siria.
Varios misiles lanzados desde un helicóptero israelí impactaron contra un coche en el que circulaban cuatro miembros del brazo armado de Yihad Islámica. El ataque, en la aldea de Bet Lahia, al norte de la Franja de Gaza, provocó la muerte de los cuatro palestinos, que en palabras de oficiales israelíes “eran destacados expertos en la fabricación y lanzamiento de Kassam de la Yihad”. En la semana de ofensiva militar aérea, han muerto al menos unos 40 palestinos. Mientras Israel asegura que ha bombardeado “veinte objetivos terroristas, siendo milicianos la mayoría de las víctimas”, fuentes palestinas informaron ayer que como mínimo unos quince eran civiles.
En el seno de Hamas se viven momentos de confusión, temor y sobre todo muchas ansias de venganza. El portavoz del gobierno palestino y miembro de Hamas, Razi Hamed, aseguró que “los crímenes de Israel no dejan otra opción que responder de la misma forma”. “Todas las opciones están abiertas y son válidas”, en referencia a atentados suicidas. Son palabras ratificadas por su líder y primer ministro, Ismail Haniyeh, que ayer dio el visto bueno para realizar lo que llamó “acciones de resistencia armada”. Responsables del movimiento islamista han ordenado máxima precaución a sus hombres para evitar una operación israelí. El aviso va acompañado de un manual que les prohíbe hablar por celulares, reunirse en grupos o salir a la calle en plena luz del día. El líder de Hamas en el extranjero, Jaled Mashal, considerado el “auténtico patrón” del movimiento islamista y que reside en Damasco, también debería hacer caso a dichas medidas, ateniéndose a las amenazas vertidas ayer por el ministro israelí de Seguridad Interna, Avi Dichter.
Dichter fue claro. “Todo dirigente que esté relacionado con las acciones terroristas debe considerarse objetivo de nuestras operaciones. Jaled Mashal hace tiempo que se ha ganado un puesto en la lista de los más buscados por su extremismo y relación directa con el brazo armado de Hamas. En la primera oportunidad que tengamos, nos despediremos de él”, advirtió el ministro de Seguridad Interna. Mientras, Sderot, cansada de tantos cohetes Kassam –ayer cayeron unos diez más– y de la visita de políticos y gobernantes interesados en la foto de rigor, recibió a un visitante inusual: el alto responsable para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, quien se reunió con la ministra de Exteriores israelí, Tzipi Livni. Justo minutos antes del encuentro, varios cohetes cayeron cerca del centro de prensa. Solana tiene previsto volver hoy a Sderot tras aceptar la invitación del ciudadano más famoso de esta localidad cada vez más fantasmal, el responsable de Defensa, el laborista Amir Peretz.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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Martes 22 de Mayo de 2007
FATAH AL ISLAM
Fatah al Islam nació en noviembre como una escisión de Fatah-Intifada, a su vez desmembrada de la matriz original. Son unos escasos centenares de guerrilleros, pero no es sencillo derrotarlos sin un costo en vidas muy elevado. Este movimiento, fiel a las señas de identidad de Al Qaida, ha hallado una buena guarida en los campos de refugiados palestinos. Son doce en todo el país y acogen a 400 mil personas. Pero más relevante es que son zonas vedadas al débil ejército libanés. Un pacto de 1969 entre países árabes fijó el régimen de estos campos, que no pisan los militares. Son barrios urbanos empobrecidos, insalubres, sin infraestructuras, plagados de charcos negros cuando llueve y polvorientos e irrespirables casi siempre. La población de varios de ellos, como el de Chatila (Beirut), soporta unas condiciones de vida peores que las que se observan en Gaza. Es el caldo de cultivo para que una milicia se haga fuerte.
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Lunes 21 de Mayo de 2007
ISRAEL INTENSIFICA SUS OPERACIONES
Disparen a Gaza
El gobierno israelí intensificó ayer sus operaciones en Gaza contra los grupos que lanzan cohetes contra Israel, y horas después la aviación llevó a cabo el ataque más mortífero de la actual campaña, un bombardeo que dejó ocho muertos y doce heridos. Además de la intensidad, lo más llamativo de los dos ataques de anoche, uno de la aviación y otro de la artillería, ha sido el hecho de que los objetivos en ambos casos no eran miembros de las milicias islamistas, sino dirigentes políticos.
Después de que el gobierno de ETD Olmert decidiera que se iban a intensificar las operaciones contra el Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas, y la Yihad Islámica, cuyas milicias atacan Israel con misiles artesanales Al Kazan, el viceministro de Defensa, Efraim Sneh, dio a entender que no sólo se atacaría a milicianos. “No se puede distinguir” entre los responsables políticos y las milicias afiliadas al movimiento, dijo Sneh, al ser preguntado sobre si los políticos podían convertirse en blanco.
Pocas horas después, ocho personas morían y otras 12 resultaban heridas por la explosión de un misil lanzado por un avión israelí contra la residencia del diputado de Hamas Jalil Al Haya. Según los servicios de ambulancias palestinos, el misil cayó en un complejo de edificios donde vive la extensa familia Al Haya, en el este de Gaza, a pocos metros de la residencia del parlamentario. Siete de los muertos son familiares del diputado y entre ellos hay un anciano y un adolescente de 16 años.
Un portavoz militar israelí sólo confirmó que el ejército llevó a cabo un ataque “contra una célula de hombres armados que se encontraban en la calle” y precisó que “se están investigando” las informaciones respecto de que se han producido víctimas civiles.
El segundo ataque fue con fuego de artillería y el objetivo era también la residencia de un diputado de Hamas, Amin Al Masri, en la ciudad de Jabalia. Tres hijos del diputado de cinco, nueve y once años resultaron levemente heridos. El portavoz de Hamas en Gaza, Fawzi Barhum, calificó el ataque contra Al Hayan de “muy serio” pues –dijo– demuestra que Israel está dispuesto a atacar civiles, y advirtió que ahora “todas las opciones están abiertas”.
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Lunes, 21 de Mayo de 2007
UNA FEROZ BATALLA EN LÍBANO DEJO DECENAS DE MUERTOS
Al menos 40 personas murieron por los choques entre las fuerzas de seguridad y miembros del grupo Fatah al Islam, vinculado con Al Qaida. Es uno de los mayores retos del ejército en siete años.
Fueron los peores enfrentamientos entre militares y hombres armados islámicos desde el final de la guerra civil libanesa. Al menos 40 personas –23 soldados y 17 militantes islámicos– murieron ayer y docenas resultaron heridas en la ciudad de Trípoli (norte) a raíz de los combates entre las fuerzas de seguridad y militantes del grupo palestino Fatah al Islam, acusado de mantener vínculos con Al Qaida. La tensión aumentó más cuando un coche bomba explotó en la noche en Beirut.
Unos seis extremistas sunnitas murieron ayer tras haberse atrincherado durante varias horas en un edificio del centro de Trípoli, en el norte del Líbano, según las imágenes mostradas por la televisión LBC. Los soldados dispararon contra el edificio hasta asegurarse que no quedaba resistencia dentro de él. La mayoría de los militantes islámicos murieron durante un asalto del ejército a los edificios donde se habían escondido en el campo de refugiados palestino de Nahr al Bared, considerado el bastión de Fatah al Islam.
Por la noche, reunido en sesión extraordinaria, el gobierno libanés “otorgó su apoyo al ejército, habilitado a tomar todas las medidas necesarias para restablecer el orden y la seguridad” en Trípoli y en Nahr al Bared, donde Fatah al Islam anunció su creación en noviembre de 2006. “No se ha decidido entrar en el campo, pero el ejército ya comenzó a actuar”, agregó el gobierno en un comunicado. El campo, bombardeado de forma intermitente, estuvo asediado por cientos de militares libaneses equipados de vehículos blindados y de artillería pesada. En virtud de acuerdos bilaterales, las fuerzas del orden libanesas no están autorizadas a adentrarse en el interior de los campos palestinos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja urgió a las partes a permitir a las organizaciones humanitarias evacuar a las víctimas del campo. Como respuesta al llamado, cuatro de los heridos pudieron ser trasladados por la Media Luna Roja palestina. Según fuentes militares, 16 soldados perdieron la vida en Trípoli, en la localidad costera de Qalamun, al sur, y en las inmediaciones de Nahr al Bared. El ejército encontró asimismo los cuerpos sin vida de siete militares cerca del campo.
Ayer resultaron muertos 17 combatientes del Fatah al Islam. Más de 30 militares, 16 policías, siete civiles libaneses y 40 refugiados palestinos fueron heridos en los enfrentamientos, los más graves ocurridos en la región desde los registrados entre el ejército libanés y fundamentalistas musulmanes sunnitas entre el 31 de diciembre de 1999 y el 6 de enero de 2000, con un saldo de 45 muertos.
En Beirut, el primer ministro, Fuad Siniora, acusó al pequeño grupo palestino de “querer atentar contra la paz civil”. “Los golpes asestados por Fatah al Islam contra el ejército libanés constituyen un crimen premeditado y un intento peligroso de desestabilización”, dijo. Por su parte, el jefe de la mayoría parlamentaria antisiria, Saad Hariri, hizo un llamamiento a la calma, y el movimiento opositor chiíta Embola condenó las “agresiones” contra las fuerzas armadas libanesas.
Nahr al Bared es el bastión de Fatah al Islam, compuesto por extremistas palestinos y de otras nacionalidades árabes. El jefe de Al Fatah en Líbano, Sultan Abul Aynain, dio su “apoyo al ejército libanés” y llamó a no culpar a todos los palestinos por las acciones de Fatah al Islam. “Esa gente usa el campo de Nahr al Bared para dirigir operaciones con fines de política regional que no conciernen a los palestinos”, dijo Aynain a la televisión.
En marzo, el ministro libanés del Interior, Hassan Sabeh, acusó a Fatah al Islam de un doble atentado (tres muertos) en febrero en el nordeste de Beirut y de ser un “instrumento de los servicios de inteligencia sirios”. El jefe de Fatah al Islam, Chaker Abssi, desmintió estas acusaciones, mientras que siria negó también estar vinculado con el grupo extremista. El gobierno de Damasco decidió cerrar dos pasos fronterizos con Líbano ante la gravedad de los incidentes.
Por la noche, la explosión de un coche bomba en el barrio cristiano de Achrafié en Beirut causó la muerte de una mujer y heridas a diez personas, indicó un responsable de las Fuerzas de Seguridad Interior (FSI, gendarmería) y fuentes hospitalarias.
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Domingo 20 de Mayo de 2007
LA REACCIÓN ISRAELÍ A LA VIOLENCIA EN LOS TERRITORIOS OCUPADOS
Bombardean Gaza y evacuan Sderot
Mientras un millonario israelí financia la evacuación de la asediada ciudad fronteriza, en Gaza los civiles no pueden salir a la calle.
Por Sergio Rotbart
Desde Sderot
Las fuentes oficiales vinculadas con el Ministerio de Defensa tienen una explicación de los ataques con cohetes Qassam que volvieron a alterar la rutina de los poblados israelíes lindantes con la Franja de Gaza. Los medios se encargaron de difundirla: se trata de un intento del movimiento Hamas destinado a desplazar la atención concentrada en la violencia intrapalestina hacia una nueva ronda del combate contra el “principal enemigo”, Israel.
Ciertamente, los lanzamientos de proyectiles contra Sderot y otros blancos israelíes próximos a la localidad sureña se reanudaron en el momento en que los enfrentamientos entre Hamas y Fatah parecían convertir a todos los habitantes de Gaza en rehenes de la mortal dinámica de ajuste de cuentas de sus bandas armadas. Así lo percibieron los periodistas que, ante el asedio de militantes de Hamas al edificio en que se hallaban, durante algunas horas encontraron refugio forzado en una de sus oficinas. Instalados en el techo del mismo edificio, francotiradores disparaban contra hombres del Fatah, mientras que en la calle otros milicianos del movimiento islamista detenían y revisaban la documentación de los pocos transeúntes, conductores y hasta ciclistas que, pese al revuelo infernal, transitaban por la zona.
La “contención” adoptada y exhibida por el gobierno israelí ante la situación de Gaza duró mientras las noticias estaban focalizadas en la sangrienta escalada en el conflicto entre los dos movimientos palestinos rivales, esta vez guiada por la firme decisión del Hamas de golpear duramente al Fatah antes de que éste logre rearmarse. Cuando los ataques contra Sderot con cohetes Qassam pasaron a ocupar el lugar central de la pantalla de televisión, la no intervención quedó descartada. Ante las críticas de la oposición y las exigencias de reacción provenientes de los habitantes de la ciudad atacada, el gabinete de Defensa encabezado por el premier ETD Olmert dio orden de realizar ataques de la fuerza aérea contra blancos de Hamas en Gaza. Además, blindados y tropas terrestres se posicionaron en el norte de la franja, por el momento sin intención de ingresar de manera profunda en su interior.
Los bombardeos israelíes acrecentaron la paralización de la vida cotidiana en Gaza. La gente, en su gran mayoría, no sale de sus casas. No hay clases ni concurrencia al trabajo, ni siquiera por parte de aquellos que cuentan con alguno. El que sale a la calle arriesga su vida. Uno de los periodistas atrapado en el edificio tomado por Hamas cuenta ante la cámara de un colega: “Muchos habitantes de Gaza quieren abandonar la franja, pero no tienen cómo hacerlo. ¿Cómo hacen para llegar al paso fronterizo de Rafah, si no hay automóviles? Y si llegaran hasta allí, la frontera con Egipto está cerrada”.
En Sderot, la localidad israelí próxima a Gaza, cientos de personas fueron evacuadas de manera temporal ante el peligro a sus vidas y la amenaza contra su seguridad que implican los lanzamientos continuos de cohetes Qassam. El megaempresario Arcadi Gaydamak financió el viaje y la estadía en hoteles de cerca de 800, en tanto que, presionado por las circunstancias, el Ministerio de Defensa imitó esa iniciativa y alojó a alrededor de 1500 ciudadanos en colonias de vacaciones. Pese a que los ataques a la zona comenzaron en 2001, tras el inicio de la segunda intifada, las casas de los habitantes aún no han sido equipadas con la protección adecuada, como lo prometió ETD Olmert el pasado febrero. El presupuesto para tal fin, hasta el momento, no ha sido aprobado. Ninguno de los 58 refugios públicos de Sderot cuenta con las condiciones propicias para albergar a personas durante un período prolongado. De acuerdo con el oficial de seguridad de la localidad, “en 30 de esos refugios no hay instalaciones básicas como electricidad, y no es posible permanecer en ellos más de cinco minutos”. En el marco de la ausencia del presupuesto estatal, sobresalen las iniciativas privadas como la de Gaydamak, que propuso un proyecto de construcción de infraestructura defensiva para Sderot, y la emprendida por el Fondo de la Amistad, sustentado por donaciones de evangelistas norteamericanos, con la intención de restaurar los refugios del lugar.
La vez anterior que el magnate (hay quienes lo llaman “oligarca”) ruso-israelí Arcadi Gaydamak intervino en la evacuación parcial de los habitantes de Sderot, en noviembre del año pasado, Olmert decidió pactar, sin dilaciones, un cese de fuego que pusiera fin a la expuesta incapacidad del gobierno para eliminar por la vía militar la amenaza de los cohetes Qassam. La lluvia de proyectiles disparados desde Gaza mermó, por cierto, pero no cesó completamente. La organización Jihad Islámica continuó con las agresiones, argumentado que lo hacía en respuesta a la ejecución de sus miembros por parte del ejército israelí en Cisjordania, donde el cese de fuego nunca fue aplicado. A ella se sumaron, luego, Hamas y Fatah, que ya no aceptaban la separación entre Gaza y Cisjordania creada por Israel desde la retirada unilateral de la primera, donde se cuidaría la calma relativa, pero que le permitía continuar el accionar militar en la segunda.
La intensificación de los ataques desde Gaza a Israel, ahora, coloca al gobierno israelí ante un dilema difícil: por un lado, es muy poco probable que alguna autoridad palestina pueda imponer una tregua en el caos reinante y, por el otro, la dirigencia israelí, que sobrevive a una aguda crisis de credibilidad tras la guerra del Líbano, carece del respaldo necesario para decidir un ingreso masivo y prolongado de tropas terrestres al territorio palestino.
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Domingo 20 de Mayo de 2007
UNA PROVOCACIÓN FALLIDA
Por Juan Gelman
Un ETD Olmert asediado por críticas a su manejo de la guerra contra Embola e investigado por su intervención en dudosas maniobras bancarias cuando fue ministro de Economía de Israel quiso festejar por lo alto el 40º aniversario del “Día de Jerusalén”, es decir, de la anexión arbitraria de Jerusalén Este, la zona árabe de la ciudad. Eso se llama “reunificación” en lenguaje oficial, y el primer ministro israelí insistió el domingo 13 en que debe ser la capital del país, expresó su confianza en que el mundo entero la reconocería como tal e invitó a los embajadores extranjeros –que ofician en Tel Aviv– a la ceremonia de celebración que tuvo lugar al día siguiente en la Knesset, el Parlamento israelí. Sólo asistieron los embajadores de Georgia, Nigeria, Camerún, Etiopía, Costa de Marfil, Congo y Honduras. Los de EE.UU., la Unión Europa y demás países con representación diplomática en Israel no concurrieron (Ha’aretz, 15-5-07). El desaire fue rotundo.
Un diplomático alemán –Alemania ejerce la presidencia rotativa de la Unión Europea– explicó en nombre de sus 27 Estados miembro “No reconocemos la anexión israelí de Jerusalén Este. Creemos que el futuro de Jerusalén debe ser el resultado de negociaciones entre Israel y los palestinos” (The Independent, 14-5-07). Es evidente que los dichos y actos de Olmert manifiestan la voluntad de imponer de facto la soberanía israelí a toda Jerusalén. Su gabinete aprobó el traslado de más oficinas gubernamentales a la ciudad, como si la cuestión estuviera resuelta y no se tratara de un tema pendiente, sujeto a un eventual arreglo pacífico con la Autoridad Palestina, para la que Jerusalén Este debe ser la capital de su futuro Estado: su población y la historia así lo dictan.
Los gobiernos de Tel Aviv siempre han considerado a Jerusalén una prioridad absoluta desde que Israel anexara el este de la ciudad el 16 de mayo de 1967. Confiscaron tierras y destinaron ingentes recursos humanos y financieros a fortalecer la presencia israelí y garantizar la seguridad de sus residentes. Los de Jerusalén occidental, claro. Quien recorra la zona árabe de la ciudad encontrará viviendas ruinosas, pobreza y desempleo. “Es la consecuencia de 40 años de discriminación deliberada. En la práctica, más del 30 por ciento de la población de Jerusalén sólo recibe (para servicios públicos) el 10 por ciento del presupuesto de la ciudad” (Ha’aretz, 16-5-07). Un editorial del diario israelí proporciona otros datos significativos sobre estos jerosolimitanos de segunda.
Ningún niño que viva en los nuevos barrios para israelíes se queda en casa por falta de escuelas. En los vecindarios árabes, 15.000 niños no pueden aprender a leer y escribir porque más de 1300 aulas necesarias brillan por su ausencia. “Jerusalén Este alberga al 75,8 por ciento de los niños pobres de la ciudad y el 62 por ciento de las familias vive bajo la línea de la pobreza.” Así es la Jerusalén “reunificada”, que Israel ha separado de Cisjordania con un muro. El Muro de Berlín edificado por la URSS mereció el nombre de “Muro de la vergüenza”. El que construye Tel Aviv fragmenta y encierra a las comunidades palestinas, expropia de hecho territorios palestinos donde se han instalado asentamientos ilegales de colonos y una campaña internacional de protesta lo califica de “Muro del apartheid”. Para John Dugard, renombrado jurista sudafricano y relator del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la situación de los territorios palestinos ocupados, el régimen allí imperante es más complejo.
Dugard recuerda en su informe anual que la ONU ha identificado al colonialismo, el apartheid y la ocupación extranjera como enemigos de los derechos humanos y que “la ocupación israelí de la Ribera Occidental, Gaza y Jerusalén Este reúne elementos de esos tres regímenes, lo cual torna a los territorios palestinos ocupados en materia de especial preocupación para la comunidad internacional” (www.unhchr.org, 23-2-07). Señala que la Corte Internacional de Justicia confirmó que Jerusalén Este y la Ribera Occidental están sometidas a la ocupación israelí y agrega que “no es posible argumentar con seriedad, como lo ha intentado Israel, que ha dejado de ocupar Gaza desde agosto de 2005 cuando retiró a sus colonos y sus tropas de allí”. Subraya que incluso antes de la “Operación Lluvias de Verano” del 2006, en represalia por la captura de un efectivo israelí, Israel ha controlado el territorio por tierra, mar y aire. Desde ese operativo, añade Dugard, “ha ejercido su autoridad militar mediante incursiones y bombardeos que claramente corresponden a una ocupación”.
Una encuesta que el Centro para Campañas contra el Racismo llevó a cabo en diciembre de 2006 muestra que buena parte de la sociedad israelí acompaña las políticas discriminatorias del gobierno (www.jewishvirtuallibrery.org, 2007). Un 50 por ciento opina que Israel debe alentar la emigración de los árabes. El 50 por ciento no aceptaría un trabajo en el que su jefe fuera un árabe. El 50 por ciento sostiene que los israelíes judíos deben tener más derechos económicos que los israelíes árabes. A la pregunta de cómo reaccionaba el encuestado cuando escuchaba hablar árabe en las calles de Israel, el 50 por ciento respondió que sentía temor y el 30 por ciento, odio. El 40 por ciento de los israelíes judíos piensa que hay que privar a los israelíes árabes de su derecho al voto. Etc.
El viernes 11, miembros del movimiento israelí Paz Ya, la corriente pacifista más importante del país, realizaron un mitin en el que recordaron el “Día de Jerusalén” de manera muy diferente a la oficial: exigieron el cese de la ocupación de los territorios palestinos y se pronunciaron por una Jerusalén en paz. Honor a ellos, el debido a todos los que marchan contra la corriente empeñados en una causa justa.
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Miércoles 16 de Mayo de 2007
ENFRENTAMIENTO ENTRE HAMAS Y AL FATAH DEJA AL MENOS DIECISÉIS MUERTOS
Con el rebrote de la violencia interpalestina, el gobierno de unidad nacional, establecido hace dos meses, parecía estar más cerca que nunca del colapso. De los muertos, al menos diez eran policías de la facción Al Fatah, del presidente Mahmud Abbas.
Por Eric Silver *
Desde Jerusalén
Por lo menos dieciséis palestinos murieron ayer en la Franja de Gaza, en una lucha continua entre los hombres armados de Hamas y Al Fatah –a pesar del cese de fuego declarado por sus líderes políticos el lunes a la noche–. Más de 40 heridos fueron tratados en los hospitales locales después de los combates armados que elevaron el número de muertos a 25 en dos días. Los milicianos de Hamas atacaron un campo de la Guardia Presidencial Al Fatah, al sur de la terminal de carga Karni, entre Gaza e Israel, matando a por lo menos siete personas. El campo sirve como base para entrenar a los guardias para que controlen los contenedores que se acercan al cruce, la puerta económica de Gaza al mundo.
El coronel Ali al Qayssi, un vocero de la guardia presidencial, dijo que docenas de fuerzas paramilitares de Hamas dispararon con ametralladoras, morteros y explosivos caseros. Emboscaron a un vehículo que traía refuerzos al lugar. Unos 200 palestinos estaban atrapados dentro de la terminal. Las tropas israelíes, que estuvieron en alerta máxima, abrieron fuego sobre dos hombres armados de Al Fatah que se acercaban a la terminal, matando a uno de ellos. Un vocero militar dijo: “Las tropas lanzaron disparos de advertencia, pero cuando los dos hombres no se detuvieron abrieron fuego. Cuando uno ve hombres armados que se acercan a uno significa una inmediata amenaza a la vida”. Los israelíes dijeron que no sabían que eran miembros de la Guardia Presidencial.
Otros palestinos, de Hamas y Al Fatah, fueron baleados en escaramuzas e incidentes aislados en otros lugares de la Franja, que resonaron con disparos durante todo el día. Al menos diez de los fallecidos eran policías pertenecientes a Al Fatah. A última hora de ayer, caían nuevamente más cohetes sobre la ciudad de Sderot. El gobierno de unidad nacional, establecido hace dos meses, parecía estar más cerca que nunca del colapso. Los palestinos comunes estaban hundidos en la desesperación. Mohammed Dawwas, un periodista que vive en la ciudad de Gaza, dijo: “Donde sea que uno vaya se ven hombres armados enmascarados. No siempre se sabe quiénes son. Establecen puestos de control y detienen a los automóviles. A veces te preguntan si eres Hamas o Al Fatah. Uno no sabe qué contestar”.
Mohammed Sa’ad, un albañil desempleado de 40 años de edad, dijo que ayer era el aniversario de lo que los palestinos llaman el Naqb, la “calamidad” del establecimiento de Israel. “Ahora –se lamentaba–, estamos haciendo nuestro propio Naqba con nuestras manos. Nos estamos matando entre nosotros. Para qué, por qué, no tengo idea. La mayoría de la gente está en contra de lo que sucede aquí. Hamas y Al Fatah están combatiendo y nosotros estamos pagando el precio. Todo lo que oímos es hablar, hablar, hablar. ¡Malditos!”
Khamis Abdullah, de 32 años de edad, añadió: “No sé qué es lo que Hamas quiere; no sé lo que Al Fatah quiere. Pero sé lo que la gente quiere. Quieren vivir en paz. Si los disparos siguen así durante mucho más tiempo, será imposible detenerlos”. También culpó a la comunidad internacional por imponer un boicot económico después de que Hamas ganara las elecciones parlamentarias el año pasado y se negara a reconocer a Israel o a renunciar a la violencia. “No sólo están asediando al gobierno”, sostuvo. “Nos están asediando a nosotros. Somos nosotros los que necesitamos trabajar y recibir salarios. Si hubiera una vida mejor aquí, nadie portaría un arma.”
El consulado general británico en Jerusalén renovó sus advertencias contra todo viaje a la Franja de Gaza. Nueve semanas después de que hombres armados secuestraran a Alan Johnston, el corresponsal de la BBC en Gaza, los diplomáticos dijeron: “Los occidentales, incluyendo a los periodistas y a los trabajadores humanitarios, siguen siendo los blancos de los secuestros. Los grupos en Gaza están actualmente eligiendo gente del Reino Unido y otros occidentales”. Las autoridades palestinas cerraron el paso de Karni después de los disparos de ayer.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère
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Martes 15 de Mayo de 2007
TRAS EL REBROTE DE LA VIOLENCIA ENTRE HAMAS Y AL FATAH
Dimite un ministro palestino
Por Juan Miguel Muñoz *
Desde Jerusalén
Por dos veces había rechazado su dimisión el jefe del gobierno palestino, Ismail Haniya. Pero ayer, el ministro del Interior, el independiente Hani al Kawasme, arrojó la toalla irrevocablemente. Es el cargo clave de un Ejecutivo que ahora se tambalea, el puesto que sólo pudo cubrirse tras meses de arduas negociaciones entre Hamas y Al Fatah. Kawasme había advertido que los hombres fuertes de ambas milicias hacían y deshacían a su antojo, sin atender sus órdenes.
“Desde el principio afronté obstáculos que despojaron al ministro de sus poderes y convirtieron mi posición en un cargo vacío de autoridad. Digo a todas las partes, incluido el presidente (Mahmud Abbas) y el primer ministro, que no puedo aceptar ser un ministro sin autoridad”, declaró el abogado Kawasme al anunciar su dimisión. De momento, el propio Haniya se hará cargo de la cartera de Interior. El abandono de Kawasme supone un durísimo golpe para un gobierno que desde el primer día estuvo en la cuerda floja. Precisamente desde que el 15 de marzo, cuando el Parlamento palestino, con la ausencia de 41 diputados (38 de ellos de Hamas) encarcelados en prisiones israelíes, dio su visto bueno en Gaza y Ramalá al nuevo Ejecutivo de unidad constituido tras el acuerdo de La Meca, forjado merced a la presión diplomática y financiera de Arabia saudita el 8 de febrero pasado.
Poco a poco se desvanece la esperanza que sacó a decenas de miles de personas a las calles de Gaza aquel 8 de febrero. Al menos dos guardaespaldas de dirigentes de Al Fatah murieron ayer en un ataque de hombres armados de Hamas que asaltaron las oficinas de un portavoz del partido rival en la ciudad de Gaza. La tercera víctima fue un transeúnte que se vio envuelto en un tiroteo en Jan Yunis, en el sur del territorio.
Sólo dos meses ha durado la calma, siempre precaria, entre las milicias de dos partidos que no hallan el modo de apaciguar los ánimos. No es de extrañar. Sus proyectos se sitúan en los antípodas. Al Fatah, tras su amarga derrota en las elecciones legislativas de enero de 2006, después de casi medio siglo de hegemonía política indiscutible, rechazó ceder el poder y puso todas las trabas imaginables al gabinete formado por Haniya. Y sus dirigentes apuestan por un proceso de paz que no cuaja, por el momento, en resultado alguno. Hamas, tras su decisión de pelear en la arena política –sin renunciar nunca a la lucha armada contra Israel–, no está dispuesto a abandonar el gobierno. Y no quiere oír hablar de negociación con el Estado hebreo. Únicamente propone una tregua al lanzamiento de cohetes Kassam si el Ejecutivo de ETD Olmert detiene las continuas operaciones militares en Cisjordania.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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