Se muestran los artículos pertenecientes a Diciembre de 2018.
En los medios estadounidenses Israel es intocable
Puedes atacar a los palestinos en América interrumpidamente, pedir su expulsión y negar su existencia. Simplemente no te atrevas a decir una mala palabra sobre Israel, el santísimo lugar.
Marc Lamont Hill es un escritor y conferencista en comunicaciones estadounidense en la Universidad de Temple en Filadelfia y analista de la CNN. La semana pasada durante un discurso en una conferencia de las Naciones Unidas, pidió "una acción internacional que nos brinde lo que requiere la justicia y eso es una Palestina libre desde el río hasta el mar".
En cuestión de horas los cielos se colapsaron en una histeria bien orquestada. Seth Mandel, editor del Washington Examiner, acusó a Hill de haber llamado al genocidio judío; Ben Shapiro, un analista de Fox News, lo llamó un discurso antisemita; el cónsul Dani Dayan tuiteó que las declaraciones de Hill eran como "una esvástica pintada de rojo", la Liga Antidifamación dijo que eran equivalentes a pedir que Israel fuera borrado del mapa. El resultado inevitable no tardó en llegar y la CNN despidió al analista rebelde ese mismo día.
¿Cómo se atreve? ¿En qué estaba pensando? ¿Dónde creía que estaba viviendo, en una democracia con libertad de expresión o en un país donde el diálogo sobre Israel está bajo la seria censura del oficialismo judío y la propaganda israelí? Hill intentó afirmar que se oponía al racismo y al antisemitismo y sus comentarios estaban destinados a apoyar el establecimiento de un Estado binacional, laico y democrático. Pero él no tuvo una oportunidad.
En la realidad de mano dura que ha tomado el control sobre el diálogo en los Estados Unidos no hay espacio para expresiones que puedan ofender a la ocupación israelí. En un día liberal está permitido decir "dos estados" siempre que lo hagas en voz baja.
¿Qué hubiera pasado si Hill hubiera pedido el establecimiento de un Estado judío entr
... (... artículo completo)NO SE EQUIVOQUEN QUE NETANYAHU NO ES UN HOMBRE DE PAZ
Por Jonathan Cook, 23.11.2018
Mientras los nacionalistas de línea dura acumulan capital político al exigir públicamente un ataque a Gaza, el primer ministro de Israel está optando por mantener a los palestinos sin voz y aislados.
Los palestinos en Gaza pudieron respirar un poco más tranquilos la semana pasada, ya que las precarias conversaciones de alto el fuego sobrevivieron a un intenso intercambio de ataques de dos días que amenazó con desatar otro ataque militar a gran escala por parte de Israel.
A última hora del martes, luego del más intenso episodio de violencia en cuatro años, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y Hamás, el movimiento islámico que gobierna Gaza, aprobaron una tregua a largo plazo negociada por Egipto. Ambos están dispuestos a evitar una explosión de ira popular en Gaza, cuyas consecuencias serían difíciles de predecir o contener.
El pequeño enclave tiene el mínimo soporte vital, después de haber sufrido tres ataques devastadores y sostenidos por parte de Israel, así como un bloqueo sofocante, durante la última década. Miles de hogares están en ruinas, el agua es casi imposible de beber, la electricidad escasea y el desempleo es alto. Pero como suele ser el caso, el destino inmediato del enclave está en manos de políticos israelíes desesperados por convertirse en el jefe beligerante de Israel y, por lo tanto, cosechar un dividendo electoral.
Las elecciones cobran ahora mucha importancia después de que Avigdor Lieberman, el halcón ministro de Defensa de Israel, renunció el miércoles a raíz de los enfrentamientos. Acusó a Netanyahu de "capitular ante el terrorismo" al aceptar el alto el fuego. Lieberman se lleva consigo a un puñado de legisladores dejando a la coalición gobernante con una estrecha mayoría de esca&ntild
Por presión judía expulsan a un comentarista de la CNN que denunció la ocupación israelí
Una gran campaña de los grupos de presión judíos de Estados Unidos afines al gobierno israelí ha provocado el despido de la CNN de Marc Lamont Hill, un profesor que ha denunciado la ocupación israelí y ha pedido la creación de un estado único con igualdad ante las leyes para israelíes y palestinos.
por EUGENIO GARCÍA GASCÓN – Jerusalén – 11.12.2018
El profesor Marc Lamont Hill ha sido expulsado de la CNN, donde trabajaba como comentarista político, por la presión de los grupos sionistas de Estados Unidos a causa de un discurso que pronunció en las Naciones Unidas el 29 de noviembre, coincidiendo con el Día de la Solidaridad con el Pueblo Palestino que la ONU celebra desde hace tres décadas.
El despido de Hill, de 39 años, ha provocado una avalancha de comentarios y críticas en las redes sociales, donde ha habido judíos progresistas de Estados Unidos que han pedido a la CNN que reconsidere su decisión y readmita al profesor. Las numerosas protestas no han servido para nada por el momento.
El segmento conflictivo de su discurso fue el siguiente: "Tenemos una oportunidad no solo para ofrecer nuestra solidaridad con palabras, sino para comprometernos con acción política, acción de base, acción local y acción internacional, que nos darán lo que la justicia requiere. Y eso es una Palestina libre del río (Jordán) al mar (Mediterráneo)".
En su alocución, Hill propuso el fin de la idea de los dos estados y recuperó la idea de crear un estado único desde el río hasta el mar con igualdad de derechos para judíos y árabes, que en realidad es una vieja idea que Israel ha rechazado, aunque los israelíes actúan en la Cisjordania ocupada como si fuera parte integral del estado judío, a pesar de las leyes internacionales y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.Además, Hill recordó que en Israel hay más de 60 leyes aprobadas por el parlamento que privan a los palestinos israelíes de derechos básicos, una situación que probablemente no se da en ninguna otra parte del mundo.
... (... artículo completo)Gideon Levy: No siento compasión por los colonos israelíes
por Gideon Levy
Haaretz – 19.12.2018
No simpatizo con la gente que se aprovecha de la tragedia. No tengo simpatía por los ladrones. No tengo simpatía por los colonos. No tengo compasión alguna por los colonos, ni siquiera cuando los golpea una tragedia. Una mujer embarazada resultó herida y su bebé recién nacido murió a causa de las heridas. ¿Qué puede ser peor que eso? Conducir por sus carreteras es aterrador; la oposición violenta a su presencia está creciendo. Pero no siento ninguna simpatía por su tragedia, ni siento compasión ni solidaridad.
Ellos son culpables, no yo, del hecho de que no pueda sentir el más humano sentido de solidaridad y dolor. No es sólo porque son colonos, violadores del derecho internacional y de la justicia universal; no es sólo por la violencia de algunos de ellos, y el asentamiento colonial de todos ellos; es también el chantaje con el que responden a cada tragedia lo que me impide llorar con ellos. Debajo del velo de la unidad santurrona e hipócrita, y la falsa muestra de dolor nacional por parte de los medios para avanzar en sus propios objetivos comerciales, hay que decir la verdad: su tragedia no es nuestra.
Su tragedia no es nuestra porque ellos se la han infligido a sí mismos y a todo el país. Es cierto que la culpa principal es de los gobiernos que cedieron ante ellos, ya sea con entusiasmo o por debilidad; pero los colonos tampoco pueden ser absueltos de culpa. El extorsionador −y no sólo quienes han cedido a la extorsión− también tiene la culpa.
Pero allí están: generaciones nacidas en tierras robadas, niñas y niños criados en una existencia de apartheid, entrenados para pensar que es justicia bíb
... (... artículo completo)